Jaime Garzón fue un comediante y periodista colombiano reconocido por sus críticas mordaces de los políticos y el poder a través de programas de televisión como Zoociedad y Quac. A pesar de su popularidad, su franqueza le valió amenazas y fue asesinado en 1999. A la fecha, sus asesinos no han sido llevados ante la justicia.
1. Jaime Garzón: Un intento por cambiar Colombia Desde muy pequeño Jaime Garzón Forero se caracterizo por su personalidad inquieta y traviesa que al pasar de los años lo llevo a ser uno de los personajes más reconocidos del país en cuanto a su opinión y critica frente al manejo del poder en el país. rightcenter Nació en Bogotá el 24 de Agosto de 1960, en su juventud estudió en la Universidad Nacional de Colombia como abogado. A los 20 años milito brevemente en una pequeña organización del ELN, sin embargo poco tiempo después deserto de este grupo más no de sus ideas de convertir a Colombia en un país justo y pacifico. Tuvo una vida llena de éxito, por lo menos cumplió las cosas que se propuso. En el año 1986 fue alcalde de la localidad de Usme en Bogotá, pero un año después fue destituido por sus diferencias con él, en ese entonces alcalde de la ciudad Andrés Pastrana Arango. Con su actitud arrolladora, ese carisma y esa irónica pero divertida manera de imitar a los dirigentes del país trabajo en varias parodias televisivas, consiguiendo más éxito y acogida con su programa Zoociedad, en una época donde el narcotráfico, la corrupción y la violencia eran el diario vivir del país. Jaime Garzón decidió criticar a los, narcotraficantes, políticos y militares que hacían parte de todos estos hechos, impactando de tal manera a los televidentes ya que por primera vez el humor fue usado no para chistes comunes y facilistas sino para criticar de frente la escena política. Aunque el programa solo duro un año no fue lo último que se supo de Garzón, su papel en la política cogía más fuerza y el cariño por sus personajes y sus parodias también. Tiempo después de finalizar Zoociedad llego Quac, el noticiero, junto al actor Diego León Hoyos que caracterizaba a la presentadora María Leona Santodomingo. Tenían la tarea de dar la bienvenida “a la mayor desinformación de Colombia y el mundo”, como decía su frase característica. Quac crecía en medio de las vueltas interminables del proceso 8.000, que destapaba todos los secretos de la corrupción, Garzón en una habilidad inexplicable caracterizaba a todos los dirigentes del país de manera muy particular , Andrés Pastrana , Ernesto Samper, entre otros eran algunos de los personajes más criticados en el noticiero, sin embargo no era todo imitaciones , Quac se encargo de crear nuevos personajes del común que contaban la historia de otra manera como por ejemplo John Lenin , que era un estudiante de izquierda , militante , también Godofredo Cínico Caspa, quien era un abogado de extrema derecha, además Dioselina Tibaná, la cocinera del palacio presidencial, Inti de la hoz una muchacha ignorante y frívola , y Néstor Elí el portero del reconocido edificio Colombia, trabajador critico y audaz. Cada uno de esos personajes representaba una parte de Jaime Garzón sus distintas facetas de la vida, cada uno reflejaba su personalidad y pensamiento frente a todas las cosas que sucedían a su alrededor. Sin embargo, Quac, el noticiero no solo se componía de esos personajes, también de los particulares reporteros William Garra, William Farra y William Narra, periodistas que cubrían política, sociedad y deportes. Esos personajes permitieron que Garzón fuera querido, respetado pero también odiado, detrás de una sonrisa siempre había una mala mirada por su franqueza y sinceridad al momento de expresar sus pensamientos. En Junio de 1997, Quac llego a su final, sin embargo tres meses después crearon a Heriberto de la Calle un típico embolador bogotano, de la clase popular, habitante de las avenidas pero también lustrabotas del poder. Siempre “lustraba” los zapatos de importantes personajes del poder, charlaba, reía, criticaba y hasta insultaba al que fuera su personaje de turno. El final del programa Lechuza llegó, sin embargo el fin de Heriberto no era ese , el noticiero CM& lo acogió dos veces por semana donde paso de un simple lustrabotas a un entrevistador voraz y respetado, sin embargo esta voracidad por conocer la verdad le puso un punto final a su carrera y a su vida. El lunes 9 de agosto de 1999 Jaime Garzón recibió una llamada de sicarios de la banda “la terraza” donde le decían que de esa semana no pasaba, esa mañana el se dirigió a la policía donde les hizo saber de los hechos, lo único que recibió fue “esperemos que pasa señor Garzón por esta época amenazan a todo el mundo”. Después de esto el decidió andar bien vestido, por si le llegaba la hora de su muerte estar preparado para su funeral, el mismo viernes 13 de agosto de 1999 de esa semana, el se dirigió a su sito de trabajo RadioNet dos hombres en una motocicleta se le acercaron por la ventana de su automóvil, lo llamaron y le propiciaron cinco tiros en la cabeza, lo que le causo su muerte instantánea. Esta banda supuestamente de las AUC, organización paramilitar ultraderechista, fue la que ordeno la muerte de Garzón. Al día siguiente de su asesinato, se efectuó el funeral en Bogotá, provocando un acompañamiento masivo de admiradores que lamentaban su asesinato, colapsando las principales vías de la capital de Colombia. Después de 10 años de su asesinato, periódicos de alta circulación en Colombia como El Tiempo, El Espectador, entre otros, han publicado artículos cuestionando el proceso de investigación de su muerte, pues a tal fecha, no hay ningún detenido y el único acusado y condenado es Carlos Castaño, quien, en caso de seguir con vida, aún no ha podido ser capturado. Si nos preguntamos ¿Qué llevo a Jaime Garzón a la muerte? Diría que fue el poder, ese del que tantas veces hablo y se dirigió como el padre ausente colombiano. En busca del mismo, en una simbiosis tragicómica. Jaime lo encontró, pero en él también halló la muerte. Tal vez el bufón creyó formar parte de una corte que siempre lo vio ajeno e inconveniente. Tal vez el bufón se equivocó... Hoy en día recordamos a Jaime Garzón como un gran crítico, a quien no le dio pena ni miedo revelar la verdad de un país silenciado. Una década después, el país no sabe quiénes ni por qué lo mataron y la única certeza es que su crítica mordaz le hace falta a más de un colombiano.