La diabetes gestacional es la alteración del metabolismo de los hidratos de carbono que se diagnostica durante el embarazo, con una prevalencia entre el 3-5% de las embarazadas. Se produce cuando el páncreas no puede compensar la resistencia a la insulina del embarazo, causando hiperglicemia que afecta al feto. Se diagnostica con pruebas de glucemia y se controla principalmente con dieta, haciendo seguimiento de los niveles de glucosa.
Indicaciones y contraindicaciones de la sonda vesical y sonda nasogastrica.pptx
Diabetes gestacional
1. DIABETES GESTACIONAL
DEFINICION: la diabetes gestacional es la alteración del metabolismo de los hidratos de carbono de severidad variable que
se inicia o pesquisa por primera vez durante el embarazo.
EPIDEMIOLOGÍA: se estima en nuestro medio una prevalencia entre 3 y 5%. Esta frecuencia aumenta a un 10-14% si se
consideran las embarazadas con factores de riesgo diabético.
Factores de riesgo diabético en mujeres embarazadas.
* antecedente de Diabetes Mellitus en familiares de 1º grado
* edad materna igual o superior de 30 años
* obesidad
* diabetes gestacional en embarazos anteriores
* mortalidad perinatal inexplicada
* macrosomía fetal actual o antecedente de uno o más hijos con el peso al nacer >4000g
* malformaciones congénitas
* polihidroamnios en el embarazo actua
Fisiopatología
El embarazo constituye una verdadera prueba a la tolerancia a la glucosa. Los cambios hormonales que se producen a lo largo
de la gestación producen un aumento de la resistencia a la insulina. Esto produce en las madres normales un aumento de los
niveles plasmáticos de insulina en ayunas y especialmente post prandiales. El aumento de la resistencia insulínica pone a
prueba la capacidad de secretar insulina del páncreas materno, y si ésta se encuentra disminuida, ya sea por causas genéticas
o adquiridas, se van a producir hiperglicemias post prandiales y/o de ayuno según sea el grado de “insuficiencia” pancreática
en la producción de insulina.
La hiperglicemia materna produce en el feto un hiperinsulinismo secundario, hecho fisiopatológico central en las alteraciones
metabólicas del feto y recién nacido.
Diagnóstico
Se confirma el diagnóstico de diabetes gestacional en las siguientes situaciones:
Dos glicemias en ayunas >/= 105 mg/dl.
Glicemia >/= 140 mg/dl a las 2 horas, en una prueba de tolerancia a la glucosa oral efectuada con 75 gr. de glucosa.
Prueba de tolerancia a la glucosa oral (PTGO)
Preparación: alimentación sin restricción de hidratos de carbono al menos tres días antes de a prueba. Realizar la prueba a
primera hora de la mañana, después de ayuno de 10-14 horas. Durante la prueba, permanecer en reposo, sentada, sin fumar,
ni beber, ni ingerir alimentos.
Metodología: tomar primera muestra de sangre venosa en ayunas para glicemia. Administrar 75 gramos de glucosa disuelta en
250-300 ml de agua. Se recomienda agregar jugo de limón 5-10 ml. Ingerir en 5 minutos. Tomar segunda muestra para
glicemia a los 120 minutos de la ingesta. Valor normal para embarazada: < 140 mg/dl a las dos horas.
Control metabólico
La principal forma de manejo de la diabetes gestacional es a través de la dieta. El régimen se basa en el aporte de 30 a 35
calorías/kilo (peso corporal ideal) con un mínimo de 1.800 calorías y entre 180 y 200 gramos de hidratos de carbono.
El control metabólico se efectúa cada dos semanas con glicemias de ayuno y postprandial (2 horas) con el régimen indicado,
aceptando valores máximos de 105 y 120 mg/dl respectivamente (plasma).
Cuando los valores de glicemia excedan los límites considerados normales, la paciente debe ser hospitalizada para evaluar con
un panel de glicemia y régimen controlado. Si los valores persistieran anormales debe iniciarse tratamiento con insulina.
Glicemias de ayunas entre 70 y 90 mg/dl
Glicemias post prandiales a las 2 horas entre 90 y 120 mg/dl
La diabetes gestacional es el azúcar (glucosa) alto en la sangre que empieza o se diagnostica por primera vez durante el
embarazo. Las mujeres embarazadas que presentan diabetes gestacional tienden a tener bebés más grandes en el
nacimiento, lo cual puede aumentar la probabilidad de problemas en el momento del parto.
Este artículo aborda las recomendaciones en cuanto a la alimentación para las mujeres con diabetes gestacional que NO
toman insulina.
Funciones
Consumir una alimentación balanceada es una parte importante de cualquier embarazo. El alimento que usted consume le
ayuda a su bebé a crecer y desarrollarse mientras esté en el útero. La dieta es incluso más importante si usted padece
diabetes. La mayoría de las veces, el hecho de comer adecuadamente puede impedir que sus niveles de azúcar (glucosa)
sanguíneo bajen o suban demasiado. Comer adecuadamente también le puede ayudar a evitar la necesidad de medicamentos
para su diabetes.
Usted puede ayudar a manejar la diabetes gestacional con dieta y ejercicio. Cada embarazo es diferente. El médico y el
dietista crearán una dieta sólo para usted, con base en:
El tipo de calorías que necesita
Su peso (las mujeres embarazadas que están obesas pueden necesitar una dieta con menos calorías que otras
mujeres embarazadas)
2. Qué tan avanzado está su embarazo
Cuán rápido y qué tan grande está creciendo su bebé
Su nivel de actividad
Recuerde que "comer para dos" no significa consumir el doble de calorías. Usted por lo regular necesita sólo 300 calorías
extras al día (como un vaso de leche, un plátano o banano y 10 galletas).
Recomendaciones
La mejor manera de mejorar su dieta es consumiendo una variedad de alimentos saludables. Usted debe aprender a leer las
etiquetas de los alimentos y consultarlas al tomar decisiones respecto a los alimentos. Hable con su médico o dietista si
usted es vegetariano o está con alguna otra dieta especial.
En general, su dieta debe ser moderada en grasa y proteína y suministrar niveles controlados de carbohidratos a través de
los alimentos incluyendo frutas, verduras y carbohidratos complejos (como pan, cereal, pasta y arroz). También le pedirán
que reduzca los alimentos que tengan mucho azúcar, como las bebidas gaseosas, los jugos de frutas y los pasteles.
Le solicitarán que coma tres comidas entre pequeñas y moderadas y uno o más refrigerios cada día. No se salte las comidas ni
los refrigerios. Mantenga la cantidad y tipos de alimento (carbohidratos, grasas y proteínas) iguales día a día.
CARBOHIDRATOS
Los carbohidratos deben constituir menos de la mitad de las calorías que usted consume.
La mayoría de los carbohidratos se encuentra en alimentos almidonados o azucarados, como el pan, el arroz, la pasta,
el cereal, las papas (patatas), los guisantes, el maíz, la fruta, el jugo de fruta, la leche, el yogur, las galletas, los
caramelos, las gaseosas y otros dulces.
Los carbohidratos integrales ricos en fibra se digieren más lentamente y son opciones más saludables.
Aunque las verduras (como las zanahorias, el brócoli y la espinaca) contienen carbohidratos, le aportan mucho más a
su salud que a su azúcar en la sangre. Disfrute muchos de ellos.
Los carbohidratos en los alimentos se miden en gramos. Usted puede aprender a contar los carbohidratos en los
alimentos que le gustan y que usted consume.
GRANOS, LEGUMBRES Y VERDURAS CON ALMIDÓN
Consuma 6 o más porciones al día: una porción equivale a 1 rodaja de pan, 1 onza de cereal listo para el consumo, ½
taza de arroz o pasta cocidos o 1 panecillo inglés.
Los alimentos como el pan, los granos, las legumbres, el arroz, la pasta y las verduras con almidón sirven como base
de su alimentación. Ellos son ricos en vitaminas, minerales, fibra y carbohidratos saludables.
Es importante escoger fuentes de carbohidratos con bastante fibra. Consuma alimentos integrales como pan o
galletas integrales, tortillas, salvado de cereal, arroz integral o legumbres. Use harinas de trigo integral u otras
harinas integrales para cocinar y hornear.
Consuma panes más bajos en grasa, como tortillas, panecillos ingleses y pan de pita.
VERDURAS (HORTALIZAS)
Consuma de 3 a 5 porciones al día: una porción equivale a 1 taza de hortalizas de hoja verde; 1 taza de hortalizas de
hojas crudas, cocidas o picadas; ¾ jugo de taza de jugo de una verdura; o ½ taza de verduras picadas, cocidas o
crudas.
Escoja verduras frescas o congeladas sin salsas, grasas ni sal agregadas. Usted debe optar por hortalizas de color
verde más oscuro y amarillo profundo, como la espinaca, el brócoli, la lechuga romana, las zanahorias y los
pimentones.
FRUTAS
Consuma de 2 a 4 porciones al día: una porción equivale a 1 fruta entera mediana (como un plátano (banano), una
manzana o una naranja); ½ taza de fruta picada, congelada, cocida o enlatada; o ¾ de taza de jugo de fruta.
Escoja las frutas enteras con más frecuencia que los jugos, ya que tienen más fibra. Las frutas cítricas, como las
naranjas, las toronjas y las mandarinas son las mejores. Opte por jugos de frutas sin edulcorantes ni jarabes
agregados.
Escoja jugos y frutas frescas que retienen más de su valor nutricional que las variedades congeladas o enlatadas.
LA LECHE Y LOS PRODUCTOS LÁCTEOS
Consuma 4 porciones al día: una porción equivale 1 taza de leche o yogur, 1 ½ onzas de queso natural o 2 onzas de
queso procesado.
Escoja leche o yogur bajo en grasa o descremado. El yogur contiene azúcar natural, pero también puede contener
azúcar o edulcorantes artificiales agregados. El yogur con edulcorantes artificiales tiene menos calorías que el
yogur con azúcar agregado.
Los productos lácteos son una gran fuente de proteína, calcio y fósforo (sin embargo, para mantener las calorías y el
colesterol a raya, seleccione productos lácteos bajos en grasa).
PROTEÍNA (CARNE, PESCADO, FRIJOLES SECOS, HUEVOS Y NUECES)
Consuma de 2 a 3 porciones al día: una porción equivale a 2 a 3 onzas de carne de res, carnes de aves o pescado
cocidos; ½ taza de frijoles (legumbres) cocidos; 1 huevo; o 2 cucharadas de mantequilla de maní
Prefiera pescado y carne de aves con más frecuencia. Retire la piel del pollo y el pavo. Seleccione cortes magros de
carne de res, ternera, carne de cerdo o animales de caza.
Recorte toda la grasa visible de la carne. Hornee, tueste, ase a la parrilla o hierva en lugar de freír.
3. Los alimentos de este grupo son excelentes fuentes de vitaminas B, proteína, hierro y zinc.
DULCES
Los dulces son ricos en grasa y azúcar, así que mantenga los tamaños de las porciones pequeños.
Coma dulces que sean libres de azúcar.
Solicite cucharas y tenedores adicionales y divida su postre con otras personas.
GRASAS
Sea moderado con la mantequilla, la margarina, el aderezo para ensaladas, el aceite de cocina y los postres; pero no
elimine las grasas y los aceites completamente de su dieta. Ellos suministran energía a largo plazo para el
crecimiento y son esenciales para el desarrollo del cerebro.
En general, usted debe limitar su ingesta de alimentos grasos, sobre todo aquellos ricos en grasa saturada como la
hamburguesa, el queso, el tocino y la mantequilla.
Prepárese para cambiar esta dieta periódicamente con el fin de satisfacer las necesidades nutricionales cambiantes de su
embarazo.
OTROS CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA
El médico, la enfermera o el dietista pueden solicitarle que lleve la cuenta de lo que come. También pueden pedirle que tome
una vitamina prenatal todos los días, posiblemente con hierro y suplementos del calcio.
Es importante para todas las personas con diabetes vigilar su sangre (nivel de azúcar). Es posible que el médico le solicite
revisar su azúcar (glucosa) en la sangre todos los días o varias veces al día. También le pueden solicitar el examen para
cetonas en orina.
Usted debe evitar el alcohol durante el embarazo.
El médico también le puede sugerir un plan de ejercicios seguro. Caminar por lo regular es el tipo de ejercicio más fácil, pero
nadar u otros ejercicios de bajo impacto pueden funcionar igual de bien. El ejercicio es una forma importante de mantener el
azúcar en la sangre en control y se ha comprobado que la actividad física en el embarazo disminuye el riesgo de desarrollar
diabetes gestacional.
Estos son algunos consejos generales:
• Come una variedad de comidas, distribuyendo las calorías y los hidratos de carbono por igual a lo largo del día. Asegúrate
de que tanto tus comidas como tus merienditas o botanas son equilibradas. La Asociación Estadounidense de la Diabetes
recomienda que comas tres comidas de tamaño moderado a lo largo del día con dos a cuatro merienditas entre ellas,
incluyendo una antes de irte a dormir. Aunque tu plan de comidas puede contener menos hidratos de carbono de los que
normalmente comes, los hidratos de carbono complejos deben continuar proporcionándote la mayoría de tus calorías.
• No te saltes las comidas. Sé consistente acerca de cuándo comerlas y la cantidad de alimentos que tomas en cada una de
ellas. El azúcar en tu sangre permanecerá más estable si tu comida se distribuye de manera equilibrada a lo largo del día y de
forma consistente de un día a otro.
• Come un buen desayuno. Los niveles de azúcar en tu sangre generalmente están más descompensados por la mañana. Para
mantener tus niveles en un grado aceptable, puede que tengas que limitar los hidratos de carbono (panes, cereales, fruta y
leche), aumentar tu ingesta de proteína y posiblemente evitar la fruta y el jugo.
• Incluye comidas con mucha fibra como frutas y vegetales frescos, panes integrales y cereales, granos, frijoles y legumbres.
Estos alimentos se absorben de forma más lenta que los hidratos de carbono simples (como la harina blanca o el azúcar), lo
cual pueden ayudar a evitar que los niveles de azúcar en tu sangre se eleven demasiado rápido después de las comidas.
• Limita los alimentos y bebidas que contengan azúcares simples como por ejemplo las sodas, jugos de frutos, tés de sabores
y la mayoría de los postres, o bien evítalos por completo. Estas comidas pueden elevar rápidamente tu nivel de azúcar en la
sangre. Pregúntale a tu doctor si puedes ingerir comidas endulzadas con edulcorantes artificiales, si es que quieres comer
algo dulce.
• La leche tiene lactosa, que es un azúcar simple, de manera que si te tomas más de dos o tres vasos por día, puede que
tengas que limitar la cantidad que bebes y encontrar una fuente alternativa de calcio. Si estás buscando una bebida que sea
una fuente alternativa de calcio, prueba una soda club con un poco de limón o naranja o té helado descafeinado sin azúcar.
Aumentar moderadamente tu nivel de actividad es también una buena forma de mantener tus niveles de glucosa en el límite
normal. De nuevo, habla con tu doctor acerca de la cantidad y la intensidad de ejercicio que son adecuados para ti
Lee más en BabyCenter en Español:
http://espanol.babycenter.com/pregnancy/complicaciones/dieta_para_diabetes_experto/#ixzz1e4Zkl8sh
4. Diabetes y Problemas de Salud Bucal
¿Existe una Relación entre la Enfermedad Gingival y la Diabetes?
De los casi 21 millones de estadounidenses que padecen de diabetes, muchos se pueden sorprender al enterarse de una
inesperada complicación asociada con esta condición.1A, 2 Una investigación muestra que existe un aumento en la frecuencia
de la enfermedad gingival entre aquellos pacientes que padecen de diabetes, añadiendo la enfermedad gingival severa a la
lista de otras complicaciones asociadas con la diabetes, como la enfermedad cardíaca, el derrame cerebral y la enfermedad
renal.3
¿Existe una relación de dos vías?
La investigación emergente también sugiere que la relación entre la enfermedad gingival severa y la diabetes es de dos vías.
4A Las personas que padecen de diabetes no solo son más susceptibles a padecer de una enfermedad gingival severa, sino
que también la enfermedad gingival severa puede tener el potencial de afectar el control de la glucosa en la sangre y
contribuir a la progresión de la diabetes.4A,4B Las investigaciones sugieren que las personas que padecen de diabetes se
encuentran en mayor riesgo de padecer problemas de salud oral, como la gingivitis (etapa temprana de la enfermedad
gingival) y la periodontitis (enfermedad gingival severa). 5,6 Las personas que padecen de diabetes se encuentran en mayor
riesgo de padecer de enfermedad gingival severa ya que, generalmente, son más susceptibles a la infección bacteriana y
tienen una capacidad reducida de combatir las bacterias que invaden sus encías. 6
El Informe del Médico General sobre Salud Oral establece que la buena salud oral es una parte integral de la salud total.7A
Por lo tanto, asegúrese de cepillarse los dientes y de utilizar el hilo dental correctamente y de visitar a su dentista para
chequeos regulares.8A
Si padezco de diabetes, ¿estoy en riesgo de padecer de problemas dentales?
Si sus niveles de glucosa en la sangre se encuentran mal controlados, usted está más propenso a desarrollar una enfermedad
gingival severa y a perder más dientes que los no diabéticos.9A Como todas las infecciones, la enfermedad gingival severa
puede ser un factor en el aumento de los niveles de azúcar y puede dificultar más el control de la diabetes. 4A, 4B
Otros problemas orales asociados con la diabetes incluyen: aftas, una infección causada por un hongo que crece en la boca, y
la boca seca, lo que puede causar dolor, úlceras, infecciones y caries.10A
¿Cómo puedo ayudar a prevenir los problemas dentales asociados con la diabetes?
Lo primero es controlar el nivel de glucosa en la sangre. Luego, cuidar bien de sus dientes y sus encías, junto con visitas
regulares al dentista cada seis meses.9B, 8A Para controlar el afta -una infección micótica-, mantenga un buen control
diabético, evite fumar y, si utiliza dentaduras postizas, quíteselas y límpielas diariamente. 9B, 8A El buen control de la
glucosa también puede ayudar a prevenir y aliviar la resequedad de la boca causada por la diabetes. 10B
¿Qué puedo esperar en mi chequeo dental? ¿Debo informar a mi Dentista acerca de mi diabetes?
Las personas con diabetes tienen necesidades especiales y su dentista e higienista están equipados para satisfacer esas
necesidades – con su ayuda. 9C Mantenga a su dentista e higienista informados acerca de cualquier cambio en su
enfermedad y de cualquier medicamento que pueda estar tomando. 9C Posponga cualquier procedimiento dental que no sea
emergencia si su nivel de azúcar en la sangre no se encuentra bien controlado. 9C