Reporte final de las jornadas del mismo título celebradas el 22 y 23 de octubre de 2015 en la planta de tratamiento de Aguas Andinas en La Farfana, bajo la organización de INTA
Atlas del socioecosistema Río Grande de Monitán.pdf
INNOVACIÓN Y GOBERNANZA URBANA: GESTIÓN DEL AGUA
1. La Farfana, Santiago de Chile 21 y 22 de Octubre, 2015
Reporte de las discusiones elaborado por Alain Jordà
INNOVACIÓN Y GOBERNANZA URBANA: GESTIÓN DEL AGUA
Seminario internacional - Iniciativa INTA para Habitat III
En partenariado con:
2. ÍNDICE DE CONTENIDO
Resumen Ejecutivo....................................................................................02
1. Preámbulo............................................................................................06
2. El reto de la gestión urbana del agua......................................................07
3. Un enfoque territorial del agua..............................................................08
4. Potenciar la inteligencia de la ciudad...................................................10
4.1. La importancia de la implicación ciudadana...............................10
4.2. Smart City - Inteligencia de la ciudad........................................13
4.3. ¿Cómo gestionar la inteligencia de las ciudades..........................15
5. Revisar los modelos de gestión..............................................................17
5.1. Público y privado.....................................................................17
5.2. Descentralización......................................................................18
Anexo 1: Relación de participantes.............................................................21
4. Un enfoque territorial para la gestión
del agua
Hubo un consenso generalizado sobre que
no es posible tratar la cuestión del agua
restringiendo su perspectiva a la ciudad
sino que deben incorporarse, como
mínimo, las cuencas que abastecen de agua
la ciudad así como las zonas rurales
aledañas que generan los productos con
que se alimenta la población.
Además, como expresó una participante al
encuentro, “las ciudades crecen para
donde quieren”, su expansión no obedece
a límites político-administrativos, ni
geográficos, sino que se expanden por
sobre cuencas y autoridades. Eso hace que
sea imperativa una estrecha coordinación
entre los distintos niveles de gobierno del
país -local, regional, nacional- para lograr
una gestión sostenible del recurso.
Potenciar la inteligencia de la ciudad
Este apartado se deriva de uno de los
debates en donde el concepto de "Smart
City" fue debatido y rápidamente
desbordado para abarcar campos como la
participación ciudadana y la gestión de la
inteligencia de la ciudad.
Durante los debates, y gracias al aporte de
los participantes, introdujimos los
conceptos de: "urbanismo social" de
Medellín (práctica a escala local) como del
de "gestión social del agua" de Uruguay
(práctica a escala nacional). Estos
conceptos, que han sido ya contrastados
sobre el territorio a diferente escala,
preconiza en ambos casos la implicación de
los ciudadanos en los procesos de
definición de soluciones y proyectos como
una herramienta básica. Con ella se
consigue, a la vez, alcanzar los mejores
resultados para la comunidad como
mejorar el ambiente o entorno social
04
Para conseguir esa implicación de la
ciudadanía se citaron la educación de la
ciudadanía sobre los retos ambientales así
como la información completa y
transparente para que la población pueda
implicarse en los procesos participativos
aportando todo su potencial de propuestas
de mejora.
Sobre la Smart City, se planteó si es
razonable hablar de Smart City en ciudades
en las que, por ejemplo, una parte
importante de la población no dispone
todavía de agua en sus domicilios. Se
presentaron varios modelos de ciudad
"inteligente" de los que se derivó al
acuerdo general de que siempre será
necesario alguien que tome las decisiones.
Y con esas decisiones hará que la ciudad
funcione mejor o peor, sea mejor o peor. y
no solo seguirá siendo necesario que el
hombre tome las decisiones sino que es
fundamental también la aportación de los
ciudadanos, mediante su actitud diaria,
para el mejor funcionamiento de la ciudad
El ejercicio mismo de planificación de la
ciudad ha evolucionado desde una
perspectiva exclusivamente espacial hacia
una perspectiva que integra lo económico,
lo social, lo cultural y lo político y que se
efectúa en colaboración con los actores que
hacen vida en la ciudad: es la ciudad
como pacto. una consecuencia de esa
nueva visión de la ciudad como agente
conciliador de los diversos intereses
requiere de una nueva cultura de
gobernabilidad.
6. La humanidad y las ciudades, donde se
concentra y se seguirá concentrando la
mayor parte de los habitantes del planeta,
se enfrentan a una serie de importantes
retos entre los que la disponibilidad de
agua de calidad es de los más acuciantes.
El cambio climático combinado con la
creciente concentración de la población en
las ciudades del mundo plantea uno de los
retos fundamentales que únicamente puede
afrontarse con éxito si las ciudades, con el
respaldo de los gobiernos regionales y
nacionales, ponen en marcha acciones y
políticas que converjan para asegurar la
disponibilidad suficiente de agua, en
cantidad y calidad, a la población del
planeta y a las generaciones futuras.
El objetivo del encuentro internacional es
el de impulsar una reflexión amplia y
abierta sobre las tendencias en curso, las
posibles rupturas, y las decisiones
estratégicas a las que están confrontadas
las ciudades en la construcción de
territorios saludables, sostenibles e
inclusivos.
Se trataba de explorar las respuestas a
preguntas como ¿Cuál es el rol de la
innovación social en la gestión del agua?
o ¿qué motivaciones tienen las
administraciones públicas, las empresas y
los ciudadanos para compartir información,
contribuir mutuamente y comprometerse
en la puesta en marcha de mecanismos
que aseguren la sostenibilidad del
territorio?
La puesta en marcha de un plan de
descontaminación y recuperación de los
cauces y afluentes de agua en el área
metropolitana de Santiago de Chile,
realizado durante los últimos años por la
empresa Aguas Andinas, constituye una
experiencia concreta que permite
examinar, desde una perspectiva local, una
problemática global.
La participación durante dos días de
profesionales del desarrollo urbano y
territorial de diez nacionalidades diferentes
permitió generar reflexiones y conclusiones
que se exponen en este informe.
1. Preámbulo
PLAN DE SANEAMIENTO DE LA EMPRESA AGUAS ANDINAS
El plan de saneamiento de Aguas Andinas es una obra medioambiental cuyo objetivo
es descontaminar la totalidad de las aguas servidas de la Región Metropolitana,
devolviéndolas al medio ambiente para ser reutilizadas en diferentes actividades.
El plan que comenzó el año 2000, implicó la construcción de 15 plantas de
tratamiento de aguas servidas, con una inversión aproximada de MM US$ 1.100
millones. Con la puesta en marcha de la Planta Mapocho, el año 2012, se logra la
meta de depurar el 100% de las aguas residuales de la región.
Con este plan se logra:
- Recuperación de la calidad de los ríos Maipo y Mapocho y del Zanjón de la Aguada
- Recuperación ambiental de los espacios urbanos
- Descontaminación de canales de regadío
- 6,5 millones de habitantes beneficiados
En el proceso de depuración de las aguas servidas se producen, tres productos
benéficos: agua tratada, que se descarga a los cursos naturales; biogás que se utiliza
para calefacción de procesos, suministro domiciliario o para generar energía eléctrica;
y los biosólidos con un alto potencial para uso agrícola, o recuperación de suelos
degradados.
06
7. 2. El reto de la gestión urbana del agua
El reto del agua en las ciudades es el de
asegurar el suministro regular de agua a
la población de las grandes ciudades así
como efectuar un tratamiento adecuado de
las aguas servidas de manera que el agua
sea retornada a la naturaleza en las
mejores condiciones para que siga
haciendo su aportación esencial a la vida
del planeta.
Ese reto se enfrenta a problemas crecientes
derivados del cambio climático y de la
actividad humana. Estamos hablando de:
- La concentración demográfica creciente
en las ciudades agravada por...
- ...la falta de cobertura universal de
suministro de agua de calidad en
muchas ciudades y por...
- ....la falta de infraestructura de drenaje,
que provoca inundaciones, y de
saneamiento, que provoca la
contaminación de ríos y acuíferos
- El fenómeno de las sequías pertinaces
que duran años y que ya se
experimenta en múltiples partes del
mundo
- La reducción en la disponibilidad de
agua por la disminución de los
acuíferos producida por su explotación
intensiva que amenaza el suministro a
largo plazo
- Las avenidas convectivas provocadas por
lluvias torrenciales en las cuencas y que
pueden inhabilitar la disponibilidad de
agua por su turbiedad excesiva
- Los fenómenos, cada vez más
frecuentes, como deslaves, sismos,
inundaciones, huracanes u otros
similares que pueden colapsar las
infraestructuras de suministro y
tratamiento del agua
- la contaminación producida por la
actividad humana (industria,
personas,...)
Para responder a ese reto en las jornadas
de La Farfana surgieron de las ponencias y
debates 3 líneas de actuación o políticas
que deben ponerse en marcha y
combinarse de forma integrada.
- Un enfoque territorial de la gestión del
agua
- Potenciar la inteligencia de la ciudad
- Potenciar la inteligencia de la ciudad
Adicionalmente, la innovación apareció
con toda claridad como concepto
fundamental a poner en juego en cada
uno de los aspectos de la gestión del
agua. No solo la innovación en su
implicancia tecnológica sino que hay que
explorar otras dimensiones de la
innovación. Por ejemplo, la innovación
institucional, a través de la forma en que
las colectividades territoriales logran
establecer acuerdos conjuntos para la
puesta en marcha de proyectos de
infraestructura que, por su dimensión y
diseño, van más allá de las jurisdicciones
territoriales y/o perímetros establecidos, y
que requiere fortalecer el rol de una
entidad coordinadora. También, innovación
en la forma de definir la extensión del
territorio a considerar para la
planificación. O también la innovación
social, para conseguir sumar las
voluntades y las aportaciones de la
ciudadanía para afrontar el reto común.
Cabe decir que será la combinación de las
3 políticas, introduciendo soluciones
innovadoras en cada una de ellas, la que
podrá producir los resultados esperados al
enfrentar ese reto del agua para las
ciudades. Sin cualquiera de los tres
apartados o sin poner en juego la
innovación en cada paso, cualquier gestión
del agua será incompleta y, con toda
probabilidad, no conseguirá los objetivos
deseados.
07
8. 3. Un enfoque territorial de la gestión del agua
Se deriva claramente del conjunto de las
posiciones expresadas durante las jornadas
que no es posible tratar la cuestión del
agua restringiendo su perspectiva a la
ciudad. En consecuencia, para la
planificación y gestión del agua es
imprescindible adoptar estrategias con
enfoque territorial en que se incorporen,
como mínimo, las cuencas que abastecen
de agua la ciudad así como las zonas
rurales aledañas que generan los productos
con que se alimenta la población.
Una primera cuestión, por lo tanto, sería
definir cuál es el territorio que debemos
abarcar en la planificación así como sus
límites (cuenca, valle, ciudad,....). A partir
de ese momento, podremos hablar de sus
potencialidades y caracterización y, luego,
podremos planificar y organizar la gestión
del desarrolo de esa planificación.
Por otra parte, como expresó una
participante al encuentro, “las ciudades
crecen para donde quieren”, su expansión
no obedece a límites político-
administrativos, ni geográficos, sino que se
expanden por sobre cuencas y autoridades.
En consecuencia, para gestionarlas, es
imperativa una estrecha coordinación entre
los agentes responsables. Eso incluye a los
distintos niveles de gobierno del país
-local, regional, nacional- así como a los
actores con intereses en el agua
-agricultores, empresas proveedoras de
agua, los comités de cuenca,....-.
Solo de esta forma es posible evitar
errores graves como que un Gobierno
Nacional edifique una promoción de
viviendas en una zona aledaña a una
planta de tratamiento de aguas impidiendo
así su ampliación futura además de
promover viviendas que van a sufrir
frecuentes incomodidades a causa de los
olores generados por la planta.
Igualmente, ésta es la única forma de
tratar conflictos graves como el que una
planta industrial exija agua destinada a la
población como condición para no
cerrarla, situación que dejaría a muchos
trabajadores sin empleo.
Yendo más allá de estos conceptos, en el
mismo Chile se está avanzando al
incorporar, en un único paquete integrado,
el agua, la energía y el territorio. Se
trata, por lo tanto, de dotar al territorio
del agua que necesita asegurando, además,
un balance neutro en energía. Hablamos
de un gran proyecto piloto del Ministerio
de Obras Públicas de Chile que tiene el
objetivo de dotar de agua a la Región de
Atacama una región especialmente árida y
con graves problemas de disponibilidad de
agua. La región padece una sequía
progresiva y la previsión es que el
acuífero quede agotado en un plazo que
va de 20 a 50 años. El Proyecto,
denominado SIAA -Sistema Integrado de
Abastecimiento de Agua- nació del reto de
conseguir un costo para el M3 de agua
inferior a 1$. ¿Sería eso posible a partir
de agua de mar que había que trasladar a
200Kms tierra adentro y a alturas
considerables?
El proyecto SIAA, va a tener una
capacidad de producción de agua potable
de 1.500 litros por segundo (escalable a
3.000), va a proveer de agua la ciudad de
Copiapó (150.000 habitantes) y sus tierras
aledañas, en la Región de Atacama, a
200Kms de la costa, y va a hacerlo a
partir de una combinación de tecnologías
-la ósmosis inversa, para desalar el agua
de mar, la energía fotovoltaica y una
central hidráulica de acumulación por
bombeo-. Y todo ello cumpliendo el
objetivo de un coste de operación inferior
a 1$ por cada M3.
08
10. 4. Potenciar la inteligencia de la ciudad
Este apartado se deriva de lo que se trató
inicialmente, durante el encuentro de
Santiago, bajo el epígrafe de Smart City
pero que rápidamente generó diversas
líneas de trabajo por lo que el título de
este apartado ha cambiado al de
“Inteligencia de la Ciudad”
Este epígrafe es, sin duda, el más
complejo del documento, al entrecruzarse
en él diversos temas casi imposibles de
tratar separadamente: la participación y la
implicación de los ciudadanos en las
decisiones sobre el diseño y la gestión de
la ciudad, la influencia que la tecnología,
designada bajo el apelativo de “smart
city”, puede o debe tener en la toma de
decisiones o la necesidad de coordinación
entre múltiples niveles de la
administración. Y, todo ello, con la
innovación como herramienta a aplicar
transversalmente para contestar a todos los
retos y a todas las preguntas.
Se habló de las dos caras de la Smart
City. La más obvia, que va de arriba
abajo y que consiste en incorporar
tecnología para mejorar los servicios
públicos (agua, alumbrado, residuos,
gestión del tráfico rodado, contaminación
ambiental,....) y la que implica a la
ciudadanía, que es una smart city de
abajo arriba.
Las preguntas que se plantean son:
- ¿Cómo pasar de un modelo de oferta
de servicios -de arriba abajo- a un
modelo de demanda -de abajo arriba-?
- ¿Cómo incorporar a la población para
mejorar la cohesión social? (reducir el
rezago)
¿Cómo incrementar la concienciación
de la población respecto a los retos
ambientales?
- ¿Cómo conseguir que la población asuma
su parte de responsabilidad en la
gestión del agua?
- ¿Se puede incidir en la gestión de los
riesgos ambientales -agua, residuos,
movilidad- desde la población?
- ¿Cuál debe ser la participación de la
sociedad en la planificación y gestión de
los proyectos? ¿Cómo organizarla?
- ¿Es posible la participación real de la
sociedad en la gestión de lo público, el
agua, en particular, sin un cambio
profundo en la cultura política?
- ¿Cómo debe orientarse la innovación
para aportar soluciones?
Para introducir un orden en la exposición
es por lo que hemos desglosado este
apartado en 3 subapartados:
4.1. La importancia de la implicación
ciudadana
4.2. Smart City
4.3. ¿Cómo gestionar la inteligencia de las
ciudades?
10
4.1 La importancia de la implicación
ciudadana
Este apartado tiene mucho que ver, en
realidad, con la innovación en las formas
de gobierno en cualquiera de sus niveles.
La participación significa ceder una parte
de la decisión a la población y este solo
hecho representa ya un cambio importante
en las formas de gobernar tradicionales.
Casos de implicación de la sociedad
A lo largo de las jornadas tuvimos
oportunidad de conocer varios casos en los
que los gobiernos han impulsado la
implicación de los ciudadanos en procesos
de mejora de la ciudad.
11. El Gobierno Regional de Santiago tiene
claro que la Smart City va más allá de la
tecnología para implicar a las personas. Es
por ello que desarrolla áreas verdes,
ciclovías y transforma cerros de la ciudad
como parques. Lo relevante es que el
Gobierno Regional considera que los
cambios deben partir desde la base por lo
que suelen iniciar sus proyectos con un
piloto. A partir de la información recogida
con ese piloto se desarrolla luego el
proyecto final. Así han actuado en
diversas oportunidades ya sea con el
sistema local de BRT (Bus Rapid
Transport), con una app que informa del
estado de la contaminación del aire o con
la lucha contra los basureros ilegales en la
ciudad.
El ejemplo de Medellín nos dio una
respuesta clara a la pregunta de “¿Cómo
pasar de un modelo de oferta a un
modelo de demanda?”. En efecto, si bien
el Estado puede y debe ofrecer servicios,
puede también adoptar el rol de responder
a las demandas de los ciudadanos si pone
en marcha los mecanismos para recoger
esas demandas.
En Medellín, varios servicios responden a
demandas de la población como por
ejemplo el servicio de bicicletas públicas.
También el metrocable ha respondido al
plan de desarrollo de la comuna más
pobre de la ciudad que incluye muchos
otros aspectos (árbolado, centro de
emprendimiento, escuelas,.....). Han sido
ofertas públicas puestas en marcha
respondiendo a demandas. Estos proyectos
presentan rupturas profundas con los
sistemas tradicionales. En ellos, la
planeación se hace con la gente y no
desde una oficina.
No todo, sin embargo, debe hacerse de
esta forma. En el mismo Medellín, la
empresa municipal de alcantarillado, gas
residuos y electricidad es más lejana al
ciudadano pero presenta unos niveles de
calidad extraordinarios. Es una empresa
muy respetada por la población que
entiende que la complejidad técnica de la
empresa hace que haya poco que decir en
sus decisiones desde el nivel ciudadano.
Conociendo la historia reciente de
Medellín, las conclusiones a extraer de su
proceso de desarrollo son que una ciudad
puede salir de las peores crisis si cuenta
con su población. En Medellín, la
población se ha apropiado del discurso del
«Urbanismo Social». A lo largo de toda
esta etapa de recuperación de la ciudad,
todos los recursos que han llegado a la
ciudad, han sido compartidos con la
comunidad y para la comunidad.
Desde Uruguay se nos habló del concepto
de gestión social del agua. Un concepto
que proviene del proceso horizontal que se
desarrolló en Uruguay. Ese proceso
desembocó en un referendum (2004) cuyo
resultado fue la definición del acceso al
agua como un derecho humano
fundamental y cuya consecuencia fue que
el único gestor del agua debe ser el sector
público.
Cuando, años después, en 2013, se
detectaron olor y sabor en el agua, se
puso en marcha un plan no solo desde las
plantas depuradoras sino que se implicó
también a los sectores de la ganadería, los
bosques y la agricultura para conseguir
una actuación integral. Y todo ello fue
gestionado desde los respectivos comités
de cuenca.
De estas experiencias podemos ver cómo
el nuevo paradigma de la participación
ciudadana en la cultura de la gestión
puede no solo mejorar los resultados de
esa gestión en los servicios que la
administración ofrece a los ciudadanos
11
13. 4.2 Smart City / Inteligencia de la
ciudad
Sobre el concepto de Smart City, quedó
claro que es nada más que una parte de
la inteligencia de la ciudad. Y que es,
esencialmente, una herramienta que la
tecnología nos aporta para facilitar la
gestión de la misma. La Smart City nos
lleva, por lo tanto, a una digitalización de
los distintos procesos.
En lo que se refiere al agua, este modelo
fundamentado en el uso de infraestructuras
en red para incrementar la eficiencia
económica de los servicios públicos, está
imponiendo el concepto de «inteligencia
del agua». Se refiere a prácticas de
gestión en donde la tecnología permite:
innovar en la provisión del servicio,
reducir su consumo, contar con
información en tiempo real sobre fugas de
agua, incorporar el uso de medidores
automatizados, diferenciar redes por tipo
de uso, instalar sensores, etc. En el caso
que conocimos directamente, Aguas
Andinas utiliza múltiples sensores para
efectuar el seguimiento tanto del
saneamiento de las aguas como del
aprovisionamiento (estado de las napas,
pérdidas en la red).
Pero más allá de las aplicaciones
tecnológicas que vienen a mejorar la
capacidad de gestión de la ciudad y, en
particular, del agua, se plantean otros
interrogantes.
Un primer interrogante es hasta qué punto
se debe plantear el paradigma de la Smart
City en ciudades en que faltan servicios
básicos o si no será más razonable
empezar por desarrollar los servicios
básicos antes de pensar en Smart City.
Aguas Andinas aportó una respuesta
operativa a esta pregunta al describirnos
el proceso que siguieron desde el
momento en que asumieron la gestión del
agua en Santiago de Chile en el año 2000
Lo primero que tuvieron que hacer fue
construir un sistema de recogimiento de
aguas a lo largo de todo el río Mapocho a
su paso por Santiago. El río era el lugar
donde desembocaban todas las aguas
servidas de Santiago por lo que ejercía la
función de una auténtica cloaca a cielo
abierto y el Mapocho era un río muerto.
En paralelo con la canalización a lo largo
de todo el río, construyeron varias plantas
de tratamiento de las aguas servidas. En
2013 alcanzaron el 100% de aguas
tratadas. En ese proceso, el concepto
fundamental ha sido la construcción de la
infraestructura. Y, claro está, esa
infraestructura se ha construído con los
últimos avances tecnológicos para
optimizar la gestión. Pero no tiene sentido
hablar de “smart city” mientras no se
disponga de las infraestructuras y los
servicios básicos.
El mismo criterio sería aplicable a otros
servicios públicos como la gestión de
residuos, el alumbrado público o la
gestión del tráfico rodado. Es
imprescindible construir infraestructuras e
implantar sistemas modernos de gestión
antes de pensar en lo “smart”.
Pudimos conocer un documento de la City
Protocol Society en que la ciudad aparece
representada como un sistema de sistemas.
Ese esquema presenta una evolución de la
información:
Datos – Información – Presentación -
Conocimiento
La tecnología, está avanzando en esas
etapas hacia el intento de generar
conocimiento. La pregunta que surgio
durante el debate fué “¿qué tipo de pastel
vamos a cocinar con esos ingredientes?”.
13
15. La Smart city, por lo tanto, es una
herramienta importante y necesaria pero
debe ir acompañada de la colaboración
activa de los ciudadanos.
4.3. ¿Cómo gestionar la inteligencia
de las ciudades?
Este último subapartado dentro de la
inteligencia de las ciudades se plantea la
forma en que hay que gestionar esa
inteligencia de manera que se incorpore
tanto la implicación de la ciudadanía
como el potencial de la smart city.
Constatamos que la planificación urbana
ha evolucionado. Y lo ha hecho desde un
concepto de espacio físico hacia una
planificacion integral con visión
estratégica, que incluye lo económico, lo
social, lo cultural y lo político. Esta nueva
planificación aporta soluciones desde todo
punto de vista, basándose en la
corresponsabilidad de todos los actores
que hacen vida en la ciudad: es la visión
de la ciudad como pacto. La planificación
de la ciudad con la sociedad, a escala
humana. La construcción de ciudad y de
ciudadanía como binomio inseparable.
Esto requiere tomar en cuenta varias
consideraciones:
En primer lugar, considerar que la
innovación tecnológica puede ser no solo
una solución sino también un problema.
En efecto, la acumulación de información
sobre la vida de la ciudad no debe
traspasar los límites de la libertad
individual. Por lo tanto, es necesario
asegurarse de que adoptamos la tecnología
como solución a los problemas que tiene
planteados la ciudad pero sin desbordar
los límites de los derechos de los
ciudadanos. Para ello, se sugirió la receta
de combinar información y ética.
La pregunta que tenemos planteada, no
obstante, es: ¿Cómo mejorar la
planificación con la tecnología y, a la vez,
proteger los derechos de los ciudadanos?
Una herramienta fundamental para
responder a esta pregunta es la
participación y la implicación de los
ciudadanos en las decisiones que se
adopten. Es necesario, mediante la
participación, incorporar a la planificación
el conocimiento popular que, de otra
forma, quedaría ausente del sistema de
gestión de la ciudad.
Hay otro argumento a favor de la
tecnología además de su aportación a la
mejora de la gestión. Se trata de que,
para efectuar la transición desde las
políticas de oferta a las políticas de
demanda, requerimos de la tecnología
para obtener la información de la
demanda.
Además, en cuanto empezamos a plantear
la gestión del agua con una perspectiva
territorial, se dan cruces de competencias
entre institucionalidades -nacional,
regional, local-. Surge, en consecuencia, la
necesidad de articular adecuadamente las
decisiones, las competencias y los recursos
de cada nivel territorial. Por ende, si,
como suele ser habitual, el abastecimiento
de la ciudad depende de una o varias
cuencas, es imprescindible también la
incorporación a la gestión del agua de las
comunidades de cuenca para asegurar que
los planes son consensuados y cuentan con
el apoyo de las distintas partes implicadas.
Será necesario, por lo tanto, incorporar a
la planificación de la ciudad a:
- los proveedores de servicios (agua,
electricidad, residuos, movilidad,
limpieza, telecomunicación, ....)
15
17. 5. Revisar los modelos de gestión
17
5.1 Público y privado
A mucho menor escala, la misma empresa
está creando un pequeño ecosistema de
microempresas que prestan servicios a su
planta de tratamiento de La Farfana. El
capital privado representa, por lo tanto,
un potencial de transformación positiva a
tener en cuenta y a poner en juego.
Hay distintos modelos de gestión del agua
en los distintos países representados en las
jornadas que van desde el totalmente
público al totalmente privado pasando por
distintas combinaciones mixtas.
El representante del Gobierno de Chile,
país en que la privatización es más
extrema (no solo el servicio es privado
sino que el agua misma es de propiedad
privada ya sea de las empresas
proveedoras, de los agricultores, de las
mineras,....) nos dijo que se encuentra
ahora explorando modelos mixtos en los
que lo público adquiera un papel
relevante. Esta declaración es importante
pues reafirma la importancia de que el
sector público tenga un rol relevante en la
gestión del agua.
El mismo representante chileno nos habló
de los problemas que representa el modelo
actual de concesiones por los sobrecostos y
la renegociación de contratos. Esos
problemas son de tal gravedad que, al
tratarse de servicios esenciales para la
población el Estado se encuentra en la
posición del rehén (hold-up risk) al verse
obligado a ceder frente a las empresas por
la presión de la población a la que
representa y cuyos intereses debe
defender. Es por esto que el país está
iniciando nuevos tipos de colaboración
Público-Privada como el proyecto SIAA
que hemos descrito en el apartado “Un
enfoque territorial de la gestión del agua”
de este mismo documento.
Este apartado está dedicado a una
discusión que sobrevoló permanentemente
los debates de las jornadas fuera cual
fuera el tema que se estaba tratando. Las
diversas aportaciones que se hicieron a
este respecto nos posicionan hacia una
configuración mixta de lo público y lo
privado en la que lo público actúa para
asegurar los derechos de los ciudadanos,
ya sea legislando y poniendo límites a la
actuación de lo privado ya sea invirtiendo
en aquellas necesidades de ciudadanos y
territorios que no son rentables para la
iniciativa privada. Se complementa este
apartado con algunas comentarios acerca
de la descentralización de la
administración.
Sobre los derechos esenciales de las
personas, se puede afirmar que bienes
como el agua, el aire, el clima o la
energía tienen una verdad propia que debe
ser respetada y que debe estar al servicio
de lo público. En lo referente al agua,
existe la necesidad de conjugar la
autonomía individual con la solidaridad
para compartirla. Para garantizar ese
equilibrio es imprescindible que los países
dispongan de una estructura pública
potente puesto que el Estado es el único
contrapeso que puede preservar el interés
público frente a intereses privados.
Desde la perspectiva de lo privado,
pudimos constatar cómo Aguas Andinas, la
empresa privada proveedora de agua de
Santiago de Chile, ha recuperado un
ecosistema urbano que estaba
completamente degradado (el río Mapocho
en Santiago y sus zonas aledañas). En este
caso, la infraestructura para el suministro
de agua ha sido una palanca para la
mejora del entorno urbano.
18. En esta misma línea pudimos escuchar la
presentación de un gran proyecto de
irrigación en el Norte del Perú, conducido
por la empresa H2Olmos. Se trata de un
proyecto en el que el Estado invierte
600M$ para irrigar 43.500Ha. El proyecto
incluye la construcción de una presa y de
un túnel transandino para aportar agua a
una región de terrenos semidesérticos. Una
vez hecha esta inversión pública inicial, se
prevé que la inversión privada adquiera y
acondicione las parcelas de nueva
irrigación para poner en marcha
producción agrícola y crear 30.000 nuevos
empleos. Es un modelo de cooperación
público-privada que el país ya ha
experimentado anteriormente en el
proyecto Chavimochic.
5.2 Descentralización
Más allá del modelo de gestión que se
adopte en cada caso, es esencial que el
Estado se descentralice para poder
gestionar adecuadamente las situaciones
que se produzcan en cada lugar de la
geografía del país.
En efecto, parece evidente que el tipo de
gestión de la que hemos estado hablando
para el agua únicamente puede llevarse a
cabo con garantías de éxito cuando se
gestiona desde la proximidad. Cada
entorno local/territorial tiene sus
características y es imprescindible
conocerlo en detalle para ser capaz de
alcanzar la mejor solución en cada caso.
Es por eso que es esencial que haya
niveles descentralizados de la
administración pública en cada ámbito
territorial en que deban efectuarse
procesos de planificación y gestión de
bienes públicos.
Como ya hemos mencionado
anteriormente, esa descentralización no
excluye que, para cada proyecto,
participen en los procesos informativos y
decisorios distintos niveles territoriales de
la administración pública. Esa concurrencia
alrededor de la mesa de planificación es,
además, imprescindible en el caso de las
grandes ciudades.
18
"... la voluntad de la empresa de tomar en cuenta éstas evoluciones (del cambio
climático) demuestra una voluntad positiva, dicho esto y retomando lo del rol del
Estado, ella se da cuenta que debe contrastarse frente a otros intereses más allá de
la distribución del agua y que tendrá en un momento u otro, la necesidad de contar
con la autoridad pública para poder conducir bien su proyecto
de mejora del servicio, porque de repente va a necesitar crear
represas, o tal vez ensanchar el perímetro de protección del
terreno, mientras que al mismo tiempo, la ciudad y la región
metropolitana que están confrontadas a un flujo creciente de
población, están obligadas a producir una cantidad de viviendas,
entonces vemos bien que el conflicto que hay entre gestión del
agua y el ecosistema de la gestión que es la ciudad, necesitará de la intervención de
una autoridad que no es otra que el Estado..."
Ver entrevista completa en: http://www.inta-aivn.org/fr/activites/echanges/tables-
rondes/habitat-iii-fr/santiago-oct-2015-hiii-fr
Extracto de entrevista a Marc Baietto, Presidente del Comité Científico - INTA
19. Anexo 1: Relación de participantes
PPaarrttiicciippaanntteess llooccaalleess::
Carolina Eing, Oficina de Medio Ambiente y Coordinación Regional del Gasto Público -
Gobierno Regional Metropolitano de Santiago, Chile
Cristina Holuigue, Oficina de Concesiones, Ministerio de Obras Públicas, Chile
Cristian Sobarzo, Unidad de Innovación en Recursos Hídricos, Dirección de Obras
Hidraúlicas, Ministerio de Obras Públicas, Chile
Juan Ramón Candia, Gerente de Sustentabilidad, Fundación Chile
PPaarrttiicciippaanntteess iinntteerrnnaacciioonnaalleess::
Myriam Arabian, Presidenta de la Comisión Municipal de Desarrollo Urbano y Medio
Ambiente de Puebla, México
Zulma Bolívar, Presidente del Instituto Metropolitano de Urbanismo Taller Caracas,
Venezuela
Sebastián Bonet, Presidente de Aguas Santafesinas, Argentina
Françoise Coupé, Consejo Departamental de Planificación – Medellín, Colombia
Andrea Gamarra, Experta Sector Agua Potable y Saneamiento, Uruguay
Marco Antonio Núñez del Prado, Autoridad Nacional del Agua, Perú
Germánico Pinto, Presidente de la Fundación Ciudad Smart, Ecuador
Yehude Simon, Congresista de la Repúbica, Ex Primer Ministro, Perú
PPrroommoottoorr:: AAgguuaass AAnnddiinnaass
Jordi Valls i Riera, Gerente General, Aguas Andinas, Chile
Ricardo Estay, Gerente de Producción y Tratamiento, Aguas Andinas, Chile
OOrrggaanniizzaacciióónn::
Alain Jordà, Experto de Desarrollo Local, España
Paulo Puerta, Realizador audiovisual, Perú
Luis Buezo de Manzanedo, Coordinador para America Latina INTA, Francia
Marc Baietto, Presidente del Comité Científico de INTA, Francia
Michel Sudarskis, Secretario General, INTA, Francia
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