Según el Mc Kinsey Global Institute, para el año 2025 doce tecnologías producirán un impacto económico equivalente a entre una y dos veces el actual PIB de Estados Unidos, afectando radicalmente los negocios, la sociedad, la economía, la política, la educación y la salud.
Es imposible que algo de esta magnitud no afecte a su organización. En Knowledge.cl descubrimos cómo, y desarrollamos conjuntamente una estrategia para aprovechar las enormes oportunidades que se abren.
De igual forma que el siglo 20 fue el siglo industrial, donde el desarrollo económico y social giró alrededor de las manufacturas, el siglo 21 será el siglo digital, donde el desarrollo económico y social girará alrededor de las tecnologías digitales. Estas ya están impactando la Economía, la Sociedad y el Estado. Sin embargo, debido a que su crecimiento es exponencial, el efecto que tendrán en todos los aspectos de la vida diaria será aún muy superior a lo que es hoy. Francamente, el mundo será muy distinto a lo que es hoy en 20 o 30 años más, y debemos estar preparados, como país y cómo sociedad.
Robert Solow era categórico al considerar que la informática no era una herramienta de mejora de la productividad. Su célebre frase “veo computadores en todas partes menos en los índices de productividad” alimentó una polémica que aún continúa en algunos sectores.
Pero estaba equivocado, porque no previó el efecto que tendría la Ley de Moore, que dice que cada 18 meses se puede duplicar la capacidad de procesamiento sin aumentar el costo…
Hoy las tecnologías digitales están en todas partes, especialmente en los indicadores de productividad. Su principal efecto es la destangibilización de la economía: productos y servicios que antes eran manufacturados hoy son digitales. No requieren fábricas. Y vienen gratis dentro de un smartphone. Contablemente, el PIB ya no está. Realmente, el bienestar de los consumidores es incluso superior a lo que era. Los economistas tendrán que aprender a medir el excedente del consumidor e incorporarlo en los índices de bienestar. El PIB ya medirá la riqueza de una nación.
Y es que el siglo 21 está siendo protagonista de una nueva revolución mucho más grande que la que hizo la revolución industrial, por la rapidez, la profundidad y el alcance de los cambios. La destrucción creativa que postulara Schumpeter hace 100 años y que no fue muy tomada en serio aparece como una realidad, permeando no solo los sectores de la tecnología sino todos los aspectos de la vida, en la medida en que las tecnologías emergentes están más y más en todas partes. Internet ha hecho de la globalización un fenómeno exponencial, en el cual en apenas 20 años se han incorporado 3.000 millones de personas de todo el mundo, utilizando aplicaciones que afectan a su diario vivir y que han cambiado incluso el balance del poder. Apenas un año después de que Twitter apareciera en el mercado y 3 años después de que Facebook lo hiciera, esas dos redes sociales organizaban revueltas en la base que derribaban cuatro gobiernos en el medio este. Los cambios han sido tan rápidos y tan profundos que no hemos sido capaces aún de asimilarlos, y debemos hacerlo - porque no se van a detener.
Hacia el año 2025, de acuerdo a Mc Kinsey, doce tecnologías emergentes tendrán un impacto en la economía mundial de entre una y dos veces y media el PGB de Estados Unidos. Esto ya no es un impacto marginal, ni gradual. Las seis primeras de esas tecnologías tienen que ver con Internet, y 9 de las doce tienen que ver con tecnologías digitales.
Estas doce tecnologías afectarán transversalmente al sector privado, al sector público y la sociedad: cambiando la calidad de vida de miles de millones de personas y el trabajo de cientos de millones de trabajadores, creando nuevos productos y servicios que reemplazan a productos y servicios existentes, generando nuevo impulso al desarrollo económico de las naciones que las adopten, a la vez que un decrecimiento del desarrollo económico de las naciones que no evolucionen
Gracias a la impresión 3D, un creciente número de productos podrán ser fabricados directamente por los consumidores, cambiando la matriz manufacturera mundial y afectando industrias establecidas. Un ejemplo es el de el padre que fabricó una prótesis para su hijo por US$10 con una impresora 3D, en circunstancias que el producto cuesta US$10.000
También afectará la industria establecida, y por ende, a los proveedores de la industria establecida. Muchos desaparecerán, mientras otros nuevos tomarán su lugar. Este primer auto hecho con impresora 3D requirió 200 piezas, versus las 10.000 que requiere un automóvil fabricado con los métodos actuales
La misma impresión 3D está afectando a industrias como la construcción de vivienda, y aquí si se que nota el incremento de productividad, ya que estas casas están listas para ser instaladas
La Internet de las Cosas cambiará nuestra forma de concebir la experiencia de vivir en un hogar, con decenas de dispositivos conectados entre sí y con la nube, afectando la forma en que compramos, mejorando nuestra seguridad en el hogar, y liberando tiempo dedicado al mantenimiento del mismo
Pero además la Internet de las cosas tendrá efectos disruptivos sobre industrias establecidas. No está lejano el tiempo en que tendremos transporte autónomo o semiautónomo. Un Transantiago sin choferes. Un LATAM sin tripulación de vuelo.
Para el año 2020 va a haber más de 6 dispositivos conectados a Internet por habitante en el planeta, y para el año 2025 serán 30, cambiando sectores de la economía enteros: Una minería sin mineros. Un retail sin vendedores
Incluso habrá avances significativos en materiales avanzados que reemplazarán materiales naturales, como el grafeno, que tiene propiedades conductoras de la electricidad mejores que el cobre, o que puede reemplazar al titanio en aviónica, y cuesta una fracción de los mismos…
Desde que salió la Internet se dijo que la educación iba a ser una de las grandes afectadas. Ha tomado mucho tiempo porque se trata de un cambio cultural más que tecnológico, pero ya está en camino. ¿Qué harán las universidades chilenas para competirle a Stanford con un Master of Science de US$2.000 anuales? ¿Por qué no usar los recursos del Estado para financiar becas en este formato, que supone la mejor calidad de educación a la vez que un costo muy inferior? ¿Quién podrá convencer a un padre que no prefiera esto para sus hijos? MIT y Harvard lanzaron el 2012 un joint venture llamado EdX, donde están poniendo todas las asignaturas de sus carreras en la Internet, gratis. Uganda ha declarado que cuando estén arriba, todas sus Universidades usarán ese material para impartir enseñanza superior. ¿Y los profesores? Harán de profesor guía y acreditarán que se adquirieron los conocimientos. Eso pondrá a países de África y de Asia como BanglaDesh por delante de países como el nuestro, a menos que adoptemos el mismo paradigma
La educación pre-básica, básica y media atravesará por una redefinición profunda. El nuevo paradigma es: educación personalizada, de calidad, universal y más económica. Los alumnos progresarán en su educación de acuerdo con sus habilidades personales y su capacidad de adquirir habilidades y conocimientos. No estarán en una sola sala para todos, sino que irán de sala en sala de acuerdo con su malla curricular personal. Tomarán más o menos tiempo en terminar su formación, con una tasa de rechazo cercana a cero. Sistemas inteligentes evaluaran los progresos y sugerirán las nuevas materias a tomar. Los profesores serán profesores guía. El niño aprenderá en el computador y en la sala aplicará lo aprendido y resolverá problemas (flipping the classroom). Los profesores deberán reciclarse. La carrera docente deberá ser reinventada.
La quiebra de Kodak es un ejemplo de la etapa de transición desde una sociedad industrial hacia una sociedad digital. El error de Kodak fue no darse cuenta que la foto digital iba a superar a la foto de papel. Eso, a pesar de que fue Kodak quien inventó la cámara fotográfica digital. Pero su ADN no era digital. Su “producto vaca” eran los rollos de foto y la franquicia de revelado e impresión de fotos. Su hipótesis era que la gente quería tener álbums de foto (físicos). No se dio cuenta que lo que quería la gente era compartir las fotos. En 2012, Kodak quebró. Pudo haber comprado Instagram dos años antes: consideró que no tenía futuro porque el modelo de ingresos no era claro. Habría salvado parte de su negocio, aunque la parte central (rollos de película) estaba condenado a muerte. Un producto químico fue reemplazado por un producto digital. Si hubiese habido un país que solo fabricaba película y solo consumía fotos, habría sucedido algo inédito: su PIB habría quedado en cero, pero el consumo de fotos no se habría visto afectado. Sus consumidores, con un PIB cero serían sin embargo más ricos. Es la nueva economía.
En los años dorados de los comienzos de la computación personal, se hicieron famosos los casos de empresas creadas por jóvenes de 20 años o más, como Bill Gates y Steve Jobs. En esta nueva era digital, el contenido es el rey. Hasta el punto de que este niño de 8 años, Kevin, lanzó su propio canal en YouTube donde mostraba grabaciones que hacía de el mismo explicando cómo armar, jugar y reparar juguetes populares. Hoy gana 1.3 millones de dólares anuales, y por supuesto, sus padres dejaron sus trabajos para focalizarse en Kevin. La nueva economía.
En apenas 20 años, la economía generada en Internet superó el PIB de Canadá. Está creciendo a dos dígitos año tras año desde su creación. Crea 2,6 puestos de trabajo por cada uno que destruye. Generó más de 8 Billones de US$ (=50% del PGB USA) en Comercio electrónico, principalmente entre empresas. Y es un mercado de 3.000 millones de personas que llegará a 5.000 millones para el año 2025. Tomó 500 años desde la invención de la imprenta para que el 30% de la población mundial tuviera acceso a leer. Tomó apenas 20 años para que el mismo porcentaje de la población tuviera acceso a Internet y sus beneficios. La alfabetización digital es tan importante para el futuro de un país como lo fue en su momento la alfabetización analógica
Quizá donde mejor se entienda el efecto de Internet en los modelos de negocio sea en el retail. Sears & Roebuck inventó el negocio de las tiendas por departamentos a comienzos del siglo 20, y durante 60 años fue el ícono del sector a nivel mundial. Walmart revolucionó el sector del retail optimizando la logística del ciclo completo, desde compra al proveedor hasta la venta en tienda. Amazon rompió el paradigma del retail para entregar los productos en el domicilio de las personas, independientemente del país desde donde compren.
Sears ha realizado reingeniería tras reingeniería de su modelo de negocios y de su empresa. Sin embargo, su valor de mercado ha bajado. Walmart añade año tras año más superficie y más ventas y utilidades. Sin embargo, su valor de mercado se mantiene. Amazon en cambio ha escalado su modelo de negocios incorporando PYMES de todo el mundo a su portal, y ha cuadruplicado su valor de mercado en los últimos 4 años.
Las tecnologías emergentes en general, y las de la Información en particular, ya dejaron de ser un gasto inevitable o una materia operativa para pasar a ser un tema estratégico y central. No solo para las empresas, sino que para los gobiernos y para la sociedad entera. Esta es una nueva era, distinta en muchos aspectos a lo que fue el siglo 20, que está cambiando y va a cambiar cada vez más a la economía, la sociedad y el Estado.
Uno de los campos más afectados será el mundo del trabajo. Debido a la irrupción de las nuevas tecnologías, a la globalización de los mercados y la digitalización de los procesos de negocio, el trabajo se convierte en un bien transable mundialmente, que requiere una serie de habilidades nuevas que no están contempladas en las mallas curriculares de enseñanza básica, media o superior. Las tecnologías sociales emergentes generan nuevos modelos de producción y creación de valor, como el crowdsourcing. La robótica y la Inteligencia Artificial desplazan al ser humano de trabajos repetitivos, tanto manuales como intelectuales. La longevidad de las personas, en pleno uso de sus facultades en edades mayores, y con gran experiencia, cambia la naturaleza de las carreras profesionales y del aprendizaje post universitario (lifelong learning). La internet de las cosas y la ley de moore hacen del mundo un sistema programable.
Y tal como ya está demostrando la evidencia empírica, son los trabajos que suponen resolución de problemas complejos, experiencia y contexto los que se están creando, mientras que los que tienen que ver con manejo de transacciones y producción se están destruyendo.
Desaparecen puestos de trabajo que
Se relacionen con captura y movimiento de datos
Consistan en tareas repetitivas (incluyendo “profesor que pasa materia”)
Supongan el manejo de máquinas (incluido transporte)
Impliquen toma de decisiones que siguen lógica a partir de datos
Por ejemplo, las noticias financieras están siendo redactadas por aplicaciones con inteligencia artificial, que toman los datos y generan el artículo.
No se ha de pensar que estos cambios afectarán solo a los trabajos de menor especialización. En algunos sectores de la industria pueden darse casos tan extraordinarios como ésta empresa de inversiones, que contrató a un algoritmo para el puesto de director, porque tomaba mejores decisiones que todo el resto del directorio junto.
Entonces: ¿Qué hacer ante esta realidad?
Lo primero es profundizar en el “Estado del Arte” para la actividad en que se está inmerso, sea empresarial, académica o gubernamental. En todos los ámbitos y sectores están pasando cosas con gran velocidad, y hay que enterarse. Recomiendo como fuentes de información los Insights de Mc Kinsey Global Institute, el Newsletter de América Economía “AETecno”, y los Newsletters sobre la Sociedad e Internet de Harvard, Stanford, MIT y el PEW Research Center. ¿Cómo acceder a ellos? Apuntándose a sus cuentas en Twitter. Así, en 140 caracteres sabrán de qué hablan, y con hacer clic hacia el link podrán tener más información.
Lo segundo es darle relevancia al tema tecnológico en la organización, creando una posición que se puede llamar CTO (Chief Technological Officer), o CIO (Chief Information Officer) o Gerente de Tecnología. Su misión es ocuparse del efecto de las tecnologías en la organanización, tanto las existentes como las futuras, y armar una agenda digital con la gerencia general. Debe ser parte del comité ejecutivo o del máximo organismo ejecutor (vicedecano en el caso de Universidades). El perfil debe ser de un techie con un MBA o MBA con experiencia en TIC. Si hay un gerente de informática, es el primer candidato.
Lo tercero es generar una Agenda o Estrategia Digital para al menos 5 años, focalizada en incorporar en la medida de lo posible los paradigmas del siglo digital en la realidad de la organización. De acuerdo al sector donde esté, a los objetivos que tenga y a su cultura, habrá una combinación de tecnologías de la información y comunicaciones que tendrá sentido estratégico ocupadas de determinada forma. No se trata tanto de adquirir tecnologías como de tener claro para qué se van a usar.
Respecto del Estado, urge generar y consensuar una visión de largo plazo y transversal. Se debe adecuar el marco jurídico y el marco fiscal a la nueva realidad, llevar banda ancha a todos los hogares y empresas del país, e incorporar los nuevos paradigmas de la educación en las escuelas, universidades y CFTs. Focalizándose en estos tres ejes Chile se incorporará de pleno en el siglo 21. Ello implica medidas como legislar sobre privacidad de datos para cumplir con estándares CEE, armonización de impuestos al consumo, subsidio a la demanda en banda ancha, o incorporación de materias del Khan Academy a todas las asignaturas y a todos los colegios públicos.
El siglo 21 está lleno de desafíos y oportunidades, y estará dominado por las tecnologías emergentes. De que seamos capaces de incorporarlas en las prioridades de nuestra agenda país dentro de los próximos 5 años va a depender qué será de nosotros en los próximos 50 años