El documento describe algunos indicadores clave de rendimiento (KPI) importantes para medir el éxito de un proyecto. Estos incluyen alcance, calidad, esfuerzo, costos y plazos. También explica conceptos como la ley de Boyle-Mariotte, fases típicas de un proyecto, estructura de costos y nuevos KPI como reutilización y automatización.
Buenas tardes, Mi nombre es Alejandro André y, en T-Systems, me ocupo del área de Producción de Software para grandes cuentas, así como de la unidad de Application Management. Sobre el tema que vamos a debatir se han escrito inumerables libros y artículos, por lo que no es fácil tratarlo con la profundidad que se merece en tan corto espacio de tiempo. Antes de dar la visión de T-Systems sobre las métricas e indicadores clave en la Producción de Software, y como deben mejorarse, como introducción quisiera dar mi visión personal sobre lo que tratamos de medir.
Dado que la Producción de Software pretende construir sistemas únicos -no fabricamos productos en serie- nuestro trabajo se parece bastante al de los proyectistas, arquitectos o constructores de edificios. En los últimos tiempos, la Producción de Software ha ido evolucionando de un modelo artesanal, basado en el conocimiento y saber hacer de los especialistas, a un modelo más industrializado, aunque aun no totalmente, mediante la aplicación de métodos y procesos de probada eficacia, la estandarización…
… y la utilización cada vez más habitual de elementos pre-construidos, ya sean plataformas, componentes o prototipos. La ciudad precolombina de Chan Chan, en Perú, que se estima que daba cabida a más de 100.000 personas, y cubre una superficie de 20 km2, está totalmente hecha de caña, madera, barro y cantos rodados, es decir, construida desde las materias primas básicas y con un gran capital humano. Lo que contrasta con las técnicas de edificación actual, que se basan en el ensamblado de elementos estándares previamente construidos. También se ha estado evolucionando de un modelo sin métricas a otro en el que los procesos y resultados se miden y son predecibles. Pero ¿que es lo medimos?
Si me permiten el paralelismo, existe una ley muy parecida a la que rige a los gases ideales, donde las dimensiones de un proyecto o servicio de Producción de Software están fuertemente interrelacionadas. Estas dimensiones, como en cualquier otro tipo de proyecto, son el alcance, el esfuerzo y el plazo.
La productividad no es ni mas ni menos que la relación entre el valor o alcance de las salidas (el software producido) y las entradas (el coste o plazos necesarios) para producirlo. Es importante resaltar que todos deberíamos poder medir igual ese valor o alcance, y abandonar el concepto de precio x hora para adoptar el de precio x funcionalidad. Pero ese tema requeriría otro debate. Para mejorar la productividad debemos, por tanto, reducir el tiempo y/o el coste necesario para producir un determinado resultado.
Con respecto a los plazos, todos conocemos el argumento de los nueve meses de embarazo necesarios para tener un niño, y que nueve mujeres no pueden tenerlo en un solo mes. Es el parámetro, desde mi punto de vista, más difícil de mejorar, pues hay algunas fases que se pueden acortar muy poco dada la implicación que tiene por parte del usuario, cliente y proveedor del servicio. Sí se ha mejorado mucho en la fase de construcción del software en sí, donde se puede contar con plataformas listas para arrancar, componentes y prototipos de partida que agilizan la producción, así como modelos, procesos y herramientas que la aceleran y facilitan.
Con respecto a los costes, cuya composición es realmente simple, la optimización de la tarifa horaria -que es posible- cuenta con ciertos límites insalvables. Hasta el ahorro que pueda suponer el off-shoring tiene una contrapartida en la sobrecarga de gestión y madurez necesaria para poder usarlo. Se podrá mejorar la productividad si las personas están bien entrenadas y aplican los procesos antes mencionados. Pero lo más importante es reducir el esfuerzo personal necesario en base a utilizar piezas, componentes y elementos pre-existentes. Me gustaría reseñar que uno de los cambios más importantes de los últimos años en este enfoque es que cada vez se dedica menos tiempo a construir componentes y herramientas, gracias a la gran oferta que hay en el mercado de este tipo de elementos, ya sean de los grandes fabricantes de software como de código libre.
Quiero finalizar esta introducción diciendo que, en T-Systems, somos de la opinión de que además de la multitud de KPIs existentes para medir la productividad o calidad en la Producción del Software, es preciso prestar una gran atención a los ahorros por reutilización y por industrialización, es decir, las horas que dejamos de utilizar gracias a los componentes, métodos y herramientas con que contamos hoy día.