20. • Para muchos hoteleros el fin es el dinero y el hotel es
el medio, para mí no; el hotel era lo que siempre más
me importaba. Así define don José Brockmann
Obregón, ahora que se considera semirretirado, sus
51 años de trayectoria como empresario dentro de la
industria de la hospitalidad.
• Hotelero de corazón que logró desarrollar 22
señoriales hoteles caracterizados por una belleza sin
igual, don José relata a Alta Hotelería, desde la
tranquilidad de su oficina en Paseo de la Reforma,
cómo fue que desarrolló la primera cadena hotelera
internacional en México, cómo logró tener en sus
manos el 10 por ciento de la oferta hotelera y por qué
fue él quien destapó la primera botella de champaña
en las desoladas playas de Cancún, cuando en
aquella arena blanca todavía nadie planeaba levantar
hotel alguno, excepto un grupo: Westin International
Hotels de México.
21. • Del Hotel de Cortés al Camino Real
• 1944 fue trascendental para el próspero
futuro hotelero que le esperaba. El Hotel
Ritz, ubicado en las esplendorosas
calles del centro de la ciudad de México,
vivía su mejor época, la demanda por
conseguir una habitación en él superaba
la oferta y la gente era remitida a otros
hoteles de la zona. Atento a esta
situación desde la casa de cambio que
instaló en el interior del Ritz, surgió en
don José la inquietud por tener un hotel
propio; con los meses maduró esta idea
rodeado de los mejores amigos de su
vida, gente de la hotelería.
• Transcurrieron dos años y llegó la
oportunidad esperada: el contrato de
arrendamiento del Hotel de Cortés se
ponía en venta y en 1946 lo compró.
Fue el primer hotel que yo tuve en mi
vida, recuerda don José
22. • Del Hotel de Cortés al Camino Real
• Tiempo después se involucra aún más
en el ambiente hotelero, ocupa la
Gerencia del Hotel Ritz y es propietario
del Hotel de Cortés, pero sin descuidar
su casa de cambio, negocio que lo
acercó a la hotelería.
• En su caminata acostumbrada por la
elegante avenida Reforma de los años
cincuenta, descubre que al edificio que
alojaba a la Embajada de Estados
Unidos lo estaban desocupando; cuenta
que se le ocurrió entrar y preguntar por
el dueño.
• Me gustó mucho la construcción, la
rentamos y pusimos el Hotel Francis, así
se llamaba antes de ser Hotel Imperial,
en 1952 se abrió al público y fue un
éxito bárbaro, estaba en un lugar
estratégico. Después, en 1957,
compramos el Hotel Majestic.
23. • En 1958, un grupo de inversionistas le
propone desarrollar un nuevo hotel en
provincia, inmueble que se convertiría en
el primer hotel de toda una cadena en
México: Camino Real Guadalajara.
• El decisivo apoyo de Banamex
• Antes de seguir con el desarrollo de los
Hoteles Camino Real, don José vuelve
sus ojos a la ciudad de México y a
invitación del Banco Nacional de México
(Banamex), se asocian y surge en 1961
el Hotel Alameda. Además de un hotel,
nació una sociedad con esta institución
financiera que, con el pasar de los años,
se convirtió en un gran apoyo para don
José en el desarrollo de hoteles en
lugares sin explotar.
24. • Como Presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y
Moteles de 1961 a 1965, su mayor aportación fue unir al
gremio y lograr que cada hotel reportara sus niveles de
ocupación para contar con información actualizada de cada
ciudad, y con ella asesorar a los inversionistas sobre la
conveniencia de desarrollar o no un hotel en determinado
lugar.
• Marcado el inicio, en la capital de Jalisco, de
toda una cadena hotelera, el crecimiento
posterior fue espectacular. Debido a su
aguda visión de hotelero y al contacto
estrecho con arquitectos y decoradores
dedicados a construir hoteles de belleza
incomparable, varios inversionistas del
interior de la República se acercaron a él
para que juntos abrieran hoteles de categoría
en sus ciudades de origen.
• En 1963 inicia la construcción del hotel
Camino Real Tampico; un año después se
comienza a trabajar en el Camino Real
Saltillo; simultáneamente, don Antonio de
Bermúdez, Director del Programa Nacional
Fronterizo, lo invita a desarrollar, en el marco
de este programa, el Camino Real Ciudad
Juárez, inaugurado en 1965. Como ve,
íbamos bastante rápido, observa don José.
25. Nace la primera cadena hotelera
Estos años representaron un acelerado
crecimiento, pero también la formación de la
primera sociedad entre estadounidenses y
mexicanos, formándose así la primera cadena
hotelera internacional en México con tres
actores: Westin International Hotels, Banamex
y don José Brockmann, y de ahí surgió Westin
International Hotels de México.
El éxito iba en ascenso y con él venía uno de los
mejores proyectos: Camino Real Ciudad de
México. El Director del Banco Nacional nos dijo
que al Presidente Gustavo Díaz Ordaz le
gustaría mucho tener un gran hotel para recibir
las Olimpiadas del 68; compramos el terreno del
Hospital Inglés, que lo acababan de vaciar, y
construimos el Camino Real, comenta don José.
A la par de la construcción de este moderno
hotel en la capital, se levantaba el Camino Real
Puerto Vallarta, el Camino Real Mazatlán y el
Camino Real Cabo San Lucas.
26. Nace la primera cadena hotelera
A fines de los años sesenta, Westin International
Hotels de México manejaba el diez por ciento de
las habitaciones hoteleras en México y tenía aún
mucho camino por recorrer.
El primer brindis en Cancún En 1971, por una
invitación de Ernesto Fernández Hurtado,
Director del Banco de México; los señores
Javier Bustos y Agustín Legorreta, de Banamex,
y don José Brockmann, visitan las despobladas
playas de Cancún para seleccionar el lugar en
donde tres años más tarde abriría sus puertas
acompañado de un éxito rotundo el Camino
Real Cancún. Satisfecho de su visión que lo
llevó a ser el primero en construir un hotel en un
sitio que años después alcanzaría fama
mundial, don José recuerda: Destapé la primera
botella de champaña en Cancún cuando no
había nadie... todavía tengo aquella botella que
llené de arena blanca ese día.
27. • En 1973 la cadena hotelera sumaba 22 propiedades, cifra
que lo obligaba a viajar constantemente a diferentes
destinos para atender el buen funcionamiento de cada
hotel, me la pasaba entre 150 y 200 días al año viajando.
Me aburrí de viajar; por eso ahora ya no quiero viajar,
advierte. Un año después, en 1974 termina su sociedad
con Westin y con ello la posibilidad de tener reservaciones
internacionales para los hoteles de Cortés, Majestic y Ritz;
busca entonces una cadena hotelera internacional que le
ofreciera esta posibilidad y de esta forma surge la relación
con Best Western, que hasta la fecha sigue en pie.
• El viajar intenso fue determinante para que en 1990
comenzara a vender sus propiedades y a llevar una vida
más tranquila. Semirretirado de la hotelería, según se
considera por conservar únicamente tres hoteles en la
ciudad de México —Best Western Hotel de Cortés, Best
Western Hotel Majestic y Best Western Hotel Ritz—,
cuya Presidencia y Dirección General están a cargo de su
hijo Gonzalo Brockmann y Héctor Guzmán,
respectivamente, no desatiende sus obligaciones de
propietario y los visita regularmente.
28. • El Hotel de Cortés es el mejor recuerdo de su trayectoria:
Es increíble haberlo mantenido durante 52 años, y cada día
está más bonito y mejor, lo tenemos flamante, es precioso
comer ahí. Su mayor orgullo, el Camino Real Ciudad de
México: Cuando fue de nosotros era, por mucho, el mejor
hotel de México.
• Ésta es sólo una parte de una impresionante trayectoria de
un hombre que, a sus 77 años, recuerda haberse
imaginado toda su vida ser hotelero, incluso antes de los
24, edad en que se inició en la hotelería; lo que nunca
imaginó fue el tamaño que alcanzó en este negocio que a
su juicio tiene dos defectos muy grandes: muchos
empleados y mucho capital.