El documento describe los conceptos clave de la prospectiva estratégica. Explica que la prospectiva implica observar el futuro de manera amplia y profunda para poder influir en él. También describe cinco ideas fundamentales de la prospectiva propuestas por Godet: 1) Los problemas permanecen aunque el mundo cambia, 2) Reconocer los actores clave que generan cambios, 3) Simplificar lo complejo, 4) Hacer buenas preguntas y dudar de ideas recibidas, 5) Pasar de la anticipación a la acción a través de la apro
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Planeación prospectiva as
1. PLANEACIÓN PROSPECTIVA
Alfonso Saldaña Barrios
… mediante la prospectiva se debe “observar
lejos, ampliamente y profundamente, pensar en el
hombre y asumir riesgos”. (Gastón Berger, 1959, p. 17.)
Cada ser humano vive preparándose para el futuro, una condición fundamental para
preservar la vida y lograr el progreso y, en términos personales, para procurar el bien de los
seres más queridos; sin embargo, proyectarse hacia el futuro implica canalizar las acciones
que conlleven a su exitosa realización.
En el ámbito organizacional, proyectar un futuro posible es una estrategia que se conoce
como “prospectiva” Berger (2007) la define como la ciencia que estudia el futuro para
comprenderlo y poder influir sobre él), visión que es fundamental para que una
organización sea competitiva y sobreviva en el mundo actual.
Godet (2007) concibe, en la prospectiva, cinco ideas clave que deben tenerse en cuenta para
que la toma de decisiones impacte tanto en la sociedad como en las organizaciones:
1. El mundo cambia pero los problemas permanecen
Godet (2007) afirma que: Los hombres tienen la memoria corta: desconocen lo que es el
largo plazo y sus enseñanzas. La historia no se repite pero los comportamientos se
reproducen (p. 16). Es necesario saber que de la forma como actuemos en el presente, será
el futuro, porque la historia se escribe a diario.
2. Los actores clave en el punto de ramificación
Al actuar, cada persona hace cambios para bien o para mal; es necesario reconocer el punto
donde se originan dichos cambios para saber a qué acontecimientos afectarán. Dupuy
(1982, p. 32) dice que: Lo que hacemos hoy se explica, no por sus condicionamientos, sino
por el objetivo que explicitamos y hacia el cual tendemos. Es una forma sencilla de afrontar
el fenómeno causa-efecto, lo que hace imperativo tomar decisiones que permitan una
ramificación positiva hacia el futuro que se desea.
3. Un alto a la complicación de lo complejo
Si bien la realidad es compleja, se hace necesario dar explicaciones sencillas que permitan
ver el mundo de una manera comprensible; grandes pensadores han demostrado que es más
sencillo complicar las cosas, que simplificar lo complejo, la verdadera razón del
pensamiento crítico.
Lo complejo no necesariamente es complicado, así lo complicado se convierta en complejo
con gran facilidad, La simplicidad no se debe confundir con simplismo, ya que el rigor se
pierde, así que: El reto está en ser ambicioso, porque, si es fácil complicar las cosas, es
bien difícil simplificarlas (Godet, 2007, p.18).
2. 4. Plantearse las buenas preguntas y desconfiar de las ideas recibidas
Una buena respuesta está basada en una buena pregunta, lo cual depende también de la
pretensión con que se formule el interrogante; cada una de los interlocutores tiene la
obligación de hacerse entender.
Es importante, entonces, cuestionarse a diario, fijarse metas nuevas y recordar que: A las
empresas les pasa lo que a los árboles... ¡Que una vez podados echan los brotes mejor!,
Godet (2007, p. 19); esta frase sintetiza la necesidad del cambio y el desconfiar cuando las
cosas marchan bien.
Al cuestionarse también se hace pertinente debatir la realidad de los conocimientos
recibidos; las ideas al igual que el mundo están en constante cambio, lo que permite crear
nuevas formas de ver la realidad.
5. De la anticipación a la acción, a través de la apropiación
El ser humano para poder actuar debe apropiarse de las funciones que implican mover
colectivos en procura de anticipar el futuro deseado. Existen tres momentos que ligados
pueden generar cambios benéficos para las organizaciones; anticipación, acción y
apropiación (véase figura 1). Para que los cambios se den, es importante mantener una
motivación interna, en estrecha relación con una estrategia externa. Apropiar es movilizar y
sentir internamente lo que se desea obtener de manera eficiente y consciente. Se anticipa el
deseo, se actúa desde el punto de partida por medio de la voluntad y se apropia para que sea
una realidad. Godet (2007, p. 18), afirma que: El matrimonio entre la pasión y la razón,
entre el corazón y el espíritu es la clave del éxito de la acción y de la plenitud de las
personas (el cuerpo).
Figura 1. El triángulo griego. (Adaptado de Godet, 2007).
3. Godet, 2007, afirma que los seres humanos adoptan una de cuatro actitudes frente a los
diferentes sucesos que pueden ocurrir:
a. La actitud de avestruz: ve los cambios a su alrededor y no hace nada; es un ser
pasivo que no toma partida.
b. La actitud de bombero reactivo: no prevé los cambios, actúa por reacción ante
una situación imprevista.
c. La actitud de asegurador preactivo: se anticipa a los hechos o cambios que
pueden suceder en diferentes escenarios, preparándose para un futuro posible.
d. La actitud de conspirador proactivo: busca muchas formas para cambiar el futuro
posible, después de haber formulado escenarios posibles logra pensar más allá y
genera los cambios que se desean.
Estas actitudes pueden ser asumidas en cualquier momento de la vida ante diferentes
situaciones; sin embargo, a nivel organizacional y frente a la vida en general, debe evitarse
la actitud de “avestruz”. En cambio, sabiendo que no estamos preparados para casos
fortuitos (bombero), podremos prepararnos para lo inevitable (asegurador) y que lo
deseable es cambiar el rumbo de acuerdo con las necesidades que se tienen (conspirador
proactivo):
Naturalmente, en un contexto de crisis, la reactividad prevalece sobre el resto, y en un contexto de
crecimiento, es preciso anticipar los cambios y provocarlos, fundamentalmente, por medio de la
innovación (Godet, 2010, p. 8).
El futuro aún no existe, sin embargo una de las facultades que tenemos los seres humanos
es la imaginación. Pensar a futuro es soportar imaginarios en un contexto que está por
crearse, lo que permite programar mejor cada una de las actividades por realizar y así
conseguir efectividad en los objetivos que se trazan a diario.
Bibliografía
Godet, M. (2007). Prospectiva estratégica: problemas y métodos. París: Instituto
Europeo de Prospectiva y Estrategia.
Dupuy (Jean-Pierre), 1982, Orden y Desorden. París Umbral
Berger (Gaston), 1959, La actitud Frente al Futuro, Enciclopedia Francesa tomo
XX, nueva sociedad de la enciclopedia francesa
Cannac (Yves), Godet (Michel), 2001, Buen Gobierno, Futuribles, n°265, juin