Andrés Manjón nació en 1846 en un pueblo de Burgos en una familia humilde. Tuvo una educación escolar deficiente que lo marcó. Más tarde fundó en Granada la primera Escuela del Ave María en 1889, ofreciendo educación gratuita a los niños pobres. Esto se expandió a más de 300 escuelas en toda España que seguían su pedagogía basada en educar de manera integral a los estudiantes.
2. Lino
Manjón
Manjón
Sebastiana
Manjón
Puente
Andrés
Marta
María
Justa Julián
El 30 de noviembre de 1846 nacía Andrés Manjón en el pueblecito burgalés de Sargentes
de Lora en el seno de una familia de modestos labradores : “Nací pobre, viví entre pobres,
careciendo de escuela formal y por esta causa pasé angustias y trastornos”. Fue el mayor
de cinco hermanos, profesando especial cariño por Justa, su confidente y destinataria de
conmovedoras cartas con motivo de la ordenación sacerdotal de Andrés
INFANCIA
3. “La dulce sombra de la madre”
Quedó viuda cuando Andrés contaba sólo diecisiete años teniendo por ello que
dedicarse a trabajar la tierra con afán para garantizar el desarrollo y formación de sus
hijos e hijas “ya que sé arar y no leer, que aprenda él a leer y estudiar”
Don Ricardo Villa Real la describe así:
“En ella brillaban esas virtudes caseras y modestas que configuran una exquisita
femineidad: la austeridad y el espíritu de sacrificio, la piedad robusta y asentada sobre
fuertes pilares, el trabajo y la caridad, la indomable energía. Templada en las
adversidades, en ellas forjaría su carácter” (Ricardo Villa Real, Páginas de una vida)
En la vida de Andrés fue clave la
figura de la madre, doña
Sebastiana.
4. “UNA AMARGA EXPERIENCIA ESCOLAR”
Tenía Sargentes una escuelita lóbrega, fría, oscura a cargo de un vecino
del pueblo que ejercía de maestro de escuela junto a otros oficios con los
que malvivía, sacristán, cantor, campanero, relojero, barbero, carpintero,
cazador, pescador, secretario...
El maestro, José Campos, carente de vocación y conocimientos, no
dudaba en utilizar la palmeta para imponer disciplina. El niño Andrés,
temeroso de la escuela y del maestro, no dudaba en escaparse, cuando
podía.
Tal amarga experiencia hizo nacer en su corazón , el deseo de crear una
escuela diferente
5. “El maestro sabía hacer letras, pero sin ortografía;
leer, pero sin gusto, y calcular, pero en abstracto, y sólo con
números enteros, hasta dividir por más de una cifra….”
“De la escuela salí yo pobre e inculto, a sufrir muchos
bochornos y trabajos en el mundo, por falta de una buena
instrucción primera, y desde que conocí lo que ésta valía,
prometí, si Dios me daba medios, dedicarlos a fundar y
dotar una buena escuela”.
(Andrés Manjón)
6. Continúa sus estudios aprendiendo latín en
la Preceptoría de Polientes y
posteriormente, en el seminario de Burgos,
donde ingresará con 14 años y de donde,
avergonzado por sus escasos conocimientos,
y ante el fracaso en los exámenes, decidió
fugarse junto a su amigo Campos Salce.
Durante la fuga de su hijo, Sebastiana pidió ayuda la Virgen del
Pilar, haciendo promesa de ir a visitar su santuario en Zaragoza
si Andrés regresaba.
Será a esta Virgen a la que dedique su obra más preciada, las
Escuelas del Ave maría Casa Madre que se encuentran bajo la
advocación de la Virgen del Pilar.
“Dedico esta casa y esta hermosa obra a la Virgen del Pilar, ya
que a ella me consagró mi madre”
7. • La formación de Andrés se
completó con:
– Estudios de bachiller y
teología en Burgos (1868)
– Licenciatura en Derecho
en Valladolid (1872)
– Doctorado (1873)
– Cátedra de Derecho
Canónico de Santiago de
Compostela (1879)
• Trabajó en las universidades
de Valladolid, Salamanca y
Granada, en el colegio San
Isidoro de Madrid y en la
abadía de Sacromonte de
Granada.
8. GRANADA
El destino de Andrés estaba en las tierras del sur, en la hermosa Granada.
En 1880 llegará a la ciudad de la que no se marcharía ya hasta su muerte, 43
años después.
Allí trabajará como catedrático de Derecho Canónico de la Universidad, como
profesor de Derecho de la Abadía del Sacromonte de la que será canónigo.
Será en Granada donde, a sus cuarenta años, será ordenado sacerdote,
cumpliendo así, el postergado sueño de su madre.
9. Este panorama moral y social se
vendrá a agravar con los terremotos y
la epidemia de cólera que por aquellos
años azotaron a la provincia
En la sensibilidad de Andrés pronto calarán los males que
rondan a la ciudad y sus gentes, la miseria, la pobreza, la
delincuencia, la incultura, el estado de abandono de los
niños y niñas que campan a sus anchas por las calles.
10. A diario era testigo Andrés de tanta desesperanza, cuando, montado en
su tradicional medio de transporte, una burriquilla ( célebres son ya sus
queridas Golondrina, Paloma o Morena), bajaba el camino del monte en
dirección a la ciudad, donde impartía sus clases de Derecho.
11. Fue en uno de esos paseos cuando escuchó a
unos chiquillos canturrear. Atraído por sus
voces se acercó a la cueva donde se
encontraban recogidos unos gitanillos, a cargo
de una buena mujer a la que llamaban
“Maestra Migas” que les enseñaba algo de
letras y números…pero dejemos que sea el
propio don Andrés quien cuente lo que
sucedió:
12. “ Si esta pobre mujer consigue tener alumnos en esta mísera
cueva, sin local, material ni personal competente, y aun
exigiendo dinero; mejorándolo todo y ofreciéndolo de balde
habrá cuantos niños se quiera.
¿Quiere (le dije a la
maestra) trasladarse con
esas migajillas de
criaturas que le rodean a
otra cuevecita con casa,
que hay en el Camino del
Sacro Monte, y yo
pagaré las 4,50 pesetas
mensuales que cuesta? -
Sí, -me dijo agradecida-
iremos donde usted
quiera….
13. “….Cuando los niños no cupieron en la primera cueva, la
Providencia les proporcionó un portal y cueva con
honores de casa; cuando esto les vino chico, se les compró
y arregló un carmen escuela (carmen llaman, en
Granada a una casa de campo con jardín y huerta,
destinada principalmente a recreo); y cuando en este
primer carmen no cupieron….”
14. “…Dios, que no es corto en dar, proporcionó uno
tras otro, hasta ocho cármenes colindantes, todos
hermosos, todos con agua, jardín y sombra,
formando, sin pensarlo, la primera colonia escolar
permanente del mundo…”
15. “Hablo de
un gran campo
donde, en
forma estable y
permanente, los
niños viven,
juegan, son
instruidos y
educados en
plena
naturaleza, al
aire libre. A
esto llamo yo
colonia escolar
permanente...”
16. Y de esta manera, nace en
1889 la primera Escuela del
Ave María, la que llamamos
“Casa Madre” ubicada en un
carmen del Sacromonte, en
un lugar idílico conocido como
Valparaíso.
En la capilla de esta escuela
fue enterrado cuando murió
en 1923.
17. A la generosidad de don Andrés, quien puso a
disposición de los pobres todo
cuanto era y tenía, se irá sumando la de otras
muchas personas con cuyos donativos, se irá
poblando la ciudad de Granada de otras colonias
escolares:
18. Una Escuela de Artes y Oficios, un colegio en
el Triunfo, el Seminario de Maestros, los
colegios de Vistillas, la Quinta…..
El ejemplo de don Andrés movió a muchas
personas, que diseminaron por la geografía
española más de trescientas escuelas del Ave
María.
19. Don Andrés, además de sus escuelas nos legó su pedagogía. Su especial
concepción de la enseñanza , está recogida en los numerosos libros que escribió
y que constituyen el sello y la esencia de la labor desempeñada en las Escuelas
del Ave María.
Recordemos algunas de sus palabras:
Educar es completar hombres
•¿ Y cuáles son los hombres completos?
“Son hombres completos los hombres sanos, inteligentes, laboriosos, honrados y
perfectos.
Son los hombres bien orientados, siempre y en todo consecuentes con las verdades
que les sirven de norma en la vida.
Son hombres que estando sanos de cuerpo y alma y bien desarrollados, emplean sus
fuerzas corporales y espirituales en bien propio y de sus semejantes.
Son hombres cuyas notas distintivas son la unidad, sencillez y constancia en el
bien; que son ingenuos, sencillos, nobles, veraces, consecuentes, justos , humanos,
perseverantes y enérgicos.
Son los que miran alto, sienten hondo y caminan inalterables a fines elevados, los
que tienen en su voluntad una fuerza colosal e irresistible.”
20. •Educar es completar hombres amantes de la igualdad.
“Iguales somos todos en el nacer y en el morir, iguales en la naturaleza
espiritual y corporal, iguales en los deberes y derechos esenciales ante Dios y
los hombres; a todos nos sostiene la misma tierra y cubre el mismo cielo (...)
ninguno al nacer trajo nada, ni al morir llevará nada, como no sean sus
buenas o malas obras”.
21. •El pensamiento final de estas escuelas es educar enseñando.
“El pensamiento final de estas Escuelas es educar enseñando,
hasta el punto de hacer de los niños hombres y mujeres cabales,
esto es, sanos de cuerpo y alma, bien desarrollados y en
condiciones de emplear sus fuerzas espirituales y corporales en
bien propio y de sus semejantes; en suma, hombres y mujeres
dignos del fin para que han sido criados y de la sociedad a que
pertenecen, hoy muy necesitada de personas cabales”.