2. Inicia la clase con
actividades que
favorezcan la
atención, como
preguntas breves
sobre la clase
anterior o ejercicios
prácticos:
dictado, cuentas, …
4. Colocar a los alumnos de menor rendimiento más cerca del
docente.
5. Utilizar distintas formas de presentación de los contenidos de la materia,
como lecturas, videos, etc. Variar las tareas que deben realizar los
estudiantes para evitar la monotonía
6. Detectar cuáles son las metodologías que consiguen un mayor nivel de
atención en los alumnos y utilizarlas en los momentos claves, como al final
de la clase, cuando están, en general, más cansados.