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                                         Gabriela Mistral
  García
  Lorca-
                                         Pablo
Rosalía de Castro                        Neruda
Jorge Luis                               José Martí
Borges
Antonio Machado                       Gustavo Adolfo
                                      Bécquer
Mario Benedetti                         Miguel de Unamuno
Biografía Federico García Lorca
Fuente Vaqueros, España, 1898 - Vinar, id., 1936)
Poeta y dramaturgo español. Los primeros años
de la infancia de Federico García Lorca
transcurrieron en el ambiente rural de su
pequeño pueblo granadino, para después ir a
estudiar a un colegio de Almería.

Continuó sus estudios superiores en la
Universidad de Granada: estudió filosofía y letras
y se licenció en derecho. En la universidad hizo
amistad con Manuel de Falla, quien ejerció una
gran influencia en él, transmitiéndole su amor
por el folclore y lo popular.




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Granada
           GRANADA                    Nadie va con ellas, nadie;
                                      dos garzas y una paloma.
     Granada, calle de Elvira,      Pero en el mundo hay galanes
    donde viven las manolas,         que se tapan con las hojas.
  las que se van a la Alhambra,          La catedral ha dejado
    las tres y las cuatro solas.     bronces que la brisa toma;
      Una vestida de verde,         El Genil duerme a sus bueyes
     otra de malva, y la otra,        y el Duro a sus mariposas.
       un coselete escocés
     con cintas hasta la cola.         La noche viene cargada
                                     con sus colinas de sombra;
   Las que van delante, garzas         una enseña los zapatos
     la que va detrás, paloma,        entre volantes de blonda;
      abren por las alamedas            la mayor abre sus ojos
       muselinas misteriosas.          y la menor los entorna.
¡Ay, qué oscura está la Alhambra!
    ¿Adónde irán las manolas          ¿Quién serán aquellas tres
  mientras sufren en la umbría        de alto pecho y larga cola?
        el surtidor y la rosa?      ¿Por qué agitan los pañuelos?
                                     ¿Adónde irán a estas horas?
   ¿Qué galanes las esperan?            Granada, calle de Elvira,
   ¿Bajo qué mirto reposan?            donde viven las manolas,
  ¿Qué manos roban perfumes         las que se van a la Alhambra,
   a sus dos flores redondas?          las tres y las cuatro solas.
                                      Siguiente
ALBA

      Mi corazón oprimido         Qué haré yo sobre estos campos
   siente junto a la alborada         cogiendo nidos y ramas,
     el dolor de sus amores             rodeado de la aurora
  y el sueño de las distancias.      y llena de noche el alma!
    La luz de la aurora lleva       ¡Qué haré si tienes tus ojos
     semillero de nostalgias         muertos a las luces claras
                                     y no ha de sentir mi carne
       y la tristeza sin ojos
                                      el calor de tus miradas!
     de la médula del alma.
  La gran tumba de la noche        ¿Por qué te perdí por siempre
      su negro velo levanta           en aquella tarde clara?
     para ocultar con el día         Hoy mi pecho está reseco
la inmensa cumbre estrellada.       como una estrella apagada.




                                     volver
Biografía Rosalía de castro
Rosalía de    Nada en concreto sabemos de la educación
CASTRO       de Rosalía, que en la escuela primaria mostró
              ya aptitudes para verificar; Cultivaba estas
                dos actividades artísticas, el dibujo y la
              música. Era aficionada a la declamación, ya
             que en 1854 interpretó el papel principal del
             drama Rosmando, de Gil y Zárate, en el Liceo
                de la Juventud; y en el 1860, ya casada,
                 participó en una función dramática a
              beneficio de los heridos en la campaña de
                 Arica, también en Santiago. En ambas
                ocasiones alcanzó éxito extraordinario.


               Rosalía de Castro contrajo matrimonio con
              Manuel Martínez Murga el 10 de octubre de
                   1858,en la iglesia parroquial de San
             Ildefonso. Al año siguiente Rosalía da luz a su
                 primera hija, Alejandra, a la que han de
                  seguir seis hijos más. El domicilio del
             matrimonio cambio muchas veces. La vida de
                Rosalía se desenvuelve entre Madrid y Sí
                mancas, donde escribió la mayoría de las
                     composiciones de Follas novas.

                         Siguiente
Poema Del Rumor de              Poema Busca y Anhela El
       Rosalía de Castro                Sosiego de Rosalía

 Del rumor cadencioso de la onda       Busca y anhela el sosiego…
       y el viento que muge;           mas… ¿quién le sosegará?
 del incierto reflejo que alumbra     Con lo que sueña despierto,
          la selva o la nube;            dormido vuelve a soñar.
  del piar de alguna ave de paso;    Que hoy como ayer, y mañana
   del agreste ignorado perfume       cual hoy, en su eterno afán,
          que el céfiro roba        de hallar el bien que ambiciona
       al valle o a la cumbre,      -cuando sólo encuentra el mal-,
mundos hay donde encuentran asilo     siempre a soñar condenado,
        las almas que al peso             nunca puede sosegar.
       del mundo sucumben.




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Dicen Que No Hablan Las Plantas

                                                    Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los
                                                    pájaros,
Poema En Los Ecos de Rosalía de Castro              Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
                                                    Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo
                                                    paso,
En los ecos del órgano, o en el rumor del viento,   De mí murmuran y exclaman:
 en el fulgor de un astro o en la gota de lluvia,   ?Ahí va la loca soñando
  te adivinaba en todo, y en todo te buscaba,       Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
             sin encontrarte nunca.                 Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Quizás después te ha hallado, te ha hallado y ha    Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.
                      perdido
      otra vez de la vida en la batalla ruda,       ?Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
 ya que sigue buscándote y te adivina en todo,      Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
             sin encontrarte nunca.                 Con la eterna primavera de la vida que se apaga
  Pero sabe que existes y no eres vano sueño,       Y la perenne frescura de los campos y las almas,
 hermosura sin nombre, pero perfecta y única.       Aunque los unos se agostan y aunque las otras se
  Por eso vive triste, porque te busca siempre,     abrasan.
             sin encontrarte nunca.
                                                    Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
                                                    Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?

                                                                   volver
Biografía de Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges   Jorge Francisco Isidoro Luis Borges (Buenos
                    Aires, 24 de agosto de 1899 – Ginebra, 14 de
                    junio de 1986) fue un escritor argentino, uno
                    de los autores más destacados de la literatura
                    del siglo XX. Publicó ensayos breves, cuentos
                    y poemas. Su obra, fundamental en la
                    literatura y en el pensamiento humano, ha
                    sido objeto de minuciosos análisis y de
                    múltiples interpretaciones, trasciende
                    cualquier clasificación y excluye cualquier
                    tipo de dogmatismo.
                    de la racionalidad. Siendo un literato puro
                    pero, paradójicamente, preferido por los
                    semióticos, matemáticos, filólogos, filósofos y
                    mitólogos, Borges ofrece —a través de la
                    perfección de su lenguaje, de sus
                    conocimientos, del universalismo de sus
                    ideas, de la originalidad de sus ficciones y de
                    la belleza de su poesía— una obra que hace
                    honor a la lengua española y la mente
                    universal.



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Sábado
          Ya no Seré Feliz                     Afuera hay un ocaso, alhaja oscura
                                                    engastada en el tiempo,
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.              y una honda ciudad ciega
Hay tantas otras cosas en el mundo;              de hombres que no te vieron.
un instante cualquiera es más profundo               la tarde calla o canta.
y diverso que el mar. La vida es corta          Alguien descrucifica los anhelos
                                                     clavados en el piano.
y aunque las horas son tan largas, una       Siempre, la multitud de tu hermosura.
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha          A despecho de tu desamor
que nos libra del sol y de la luna                       tu hermosura
                                               prodiga su milagro por el tiempo.
y del amor. La dicha que me diste                     Está en ti la ventura
y me quitaste debe ser borrada;              como la primavera en el hoja nueva.
lo que era todo tiene que ser nada.                  Ya casi no soy nadie,
                                                    soy tan sólo ese anhelo
Sólo que me queda el goce de estar triste,        que se pierde en la tarde.
esa vana costumbre que me inclina                      En ti está la delicia
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina    como está la crueldad en las espadas



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Final de Año
                                                        Ni el pormenor simbólico
                                                   de reemplazar un tres por un dos
                                                           ni esa metáfora baldía
                 Soy
                                                que convoca un lapso que muere y otro
   Soy el que sabe que no es menos vano
                                                                  que surge
  que el vano observador que en el espejo
                                                   ni el cumplimiento de un proceso
     de silencio y cristal sigue el reflejo
                                                                astronómico
  o el cuerpo (da lo mismo) del hermano.
                                                             aturden y socavan
                                                       la altiplanicie de esta noche
       Soy, tácitos amigos, el que sabe
                                                          y nos obligan a esperar
   que no hay otra venganza que el olvido
                                                  las doce irreparables campanadas.
    ni otro perdón. Un dios ha concedido
                                                            La causa verdadera
      al odio humano esta curiosa llave.
                                                    es la sospecha general y borrosa
                                                          del enigma del Tiempo;
    Soy el que pese a tan ilustres modos
                                                     es el asombro ante el milagro
   de errar, no ha descifrado el laberinto
                                                 de que a despecho de infinitos azares,
     singular y plural, arduo y distinto,
                                                   de que a despecho de que somos
                                                      las gotas del río de Heráclito,
  del tiempo, que es de uno y esa de todos.
                                                        perdure algo en nosotros:
Soy el que es nadie, el que no fue una espada
                                                                   inmóvil
      en la guerra. Soy eco, olvido, nada.


                                                       volver
Biografía Antonio Machado
Antonio Machado
                  (Sevilla, 1875 - Colliure, 1939) Poeta
                  español. Aunque influido por el
                  modernismo y el simbolismo, su obra es
                  expresión lírica del ideario de la
                  Generación del 98. Hijo del folclorista
                  Antonio Machado y Álvarez y hermano
                  menor del también poeta Manuel
                  Machado, pasó su infancia en Sevilla y en
                  1883 se instaló con su familia en Madrid.
                  Se formó en la Institución Libre de
                  Enseñanza y en otros institutos
                  madrileños. En 1899, durante un primer
                  viaje a París, trabajó en la editorial Garniel,
                  y posteriormente regresó a la capital
                  francesa, donde entabló amistad con R.
                  Darío. De vuelta a España frecuentó los
                  ambientes literarios, donde conoció a J. R.
                  Jiménez, R. del Valle-Inclán y M. de
                  Unamuno. 6


                         Siguiente
A un viejo y distinguido señor                   Allá en las tierras altas


Te he visto, por el parque ceniciento        Allá, en las tierras altas,
que los poetas aman                          por donde traza el Duero
para llorar, como una noble sombra           su curva de ballesta
vagar, envuelto en tu levita larga.          en torno a Soria, entre plomizos cerros
    El talante cortés, ha tantos años        y manchas de raídos encinares,
compuesto de una fiesta en la antesala,      mi corazón está vagando, en sueños...
 —¡qué bien tus pobres huesos                 ¿No ves, Leonor, los álamos del río
  ceremoniosos guardan!—                     con sus ramajes yertos?
    Yo te he visto, aspirando distraído,     Mira el Mancajó azul y blanco; dame
con el aliento que la tierra exhala          tu mano y paseemos.
—hoy, tibia tarde en que las mustias hojas   Por estos campos de la tierra mía,
húmedo viento arranca—,                      bordados de olivares polvorientos,
del eucalipto verde                          voy caminando solo,
el frescor de las hojas perfumadas.          triste, cansado, pensativo y viejo.
Y te he visto llevar la seca mano
a la perla que brilla en tu corbata




                                                 Siguiente
Amada, el aurea dice
                              Caminantes, son tus huellas
Amada, el aurea dice
tu pura veste blanca...       Caminante, son tus huellas
No te verán mis ojos;         el camino y nada más;
¡mi corazón te aguarda!       Caminante, no hay camino,
El viento me ha traído        se hace camino al andar.
tu nombre en la mañana;       Al andar se hace el camino,
el eco de tus pasos           y al volver la vista atrás
repite la montaña...          se ve la senda que nunca
No te verán mis ojos;         se ha de volver a pisar.
¡mi corazón te aguarda!       Caminante no hay camino
En las sombrías torres        sino estelas
repican las campanas...
No te verán mis ojos;
¡mi corazón te aguarda!
Los golpes del martillo
dicen la negra caja;
y el sitio de la fosa,
los golpes de la azada...
No te verán mis ojos;
¡mi corazón te aguarda!


                                volver
Biografía Mario Benedetti
                  Nació en Uruguay, de padres italianos, en
                  1920. Hombre polifacético, ha escrito
                  numerosos libros, ensayos, poemas y artículos
Mario Benedetti   periodísticos. Su larga trayectoria comenzó en
                  1945, fundando el semanario “Marcha” y
                  colaborando a lo largo de esos años en
                  multitud de publicaciones. Desde 1971 se
                  integró activamente en la coalición de
                  izquierdas de su país “Frente Amplio”. Tras el
                  golpe de Estado de 1973 abandona su cargo en
                  la universidad y ese compromiso político en su
                  tierra natal le llevó al exilio, primero a Buenos
                  Aires y posteriormente a España durante diez
                  años. En 1983 vuelve a Uruguay y se
                  reencuentra con su esposa, que se vio obligada
                  a permanecer todos esos años cuidando a las
                  madres de ambos. Ha sido galardonado
                  en multitud de ocasiones y en diversos países,
                  y caben destacar, como simple botón de
                  muestra, en 1999 el Premio Reina Sofía de
                  Poesía y en 2005 el Premio Internacional
                  Menéndez Pelayo. En el año 1997 fue
                  nombrado Doctor Honoris causa por la
                  Universidad de Alicante

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Ayer
                                               Ayer pasó el pasado lentamente
                                               con su vacilación definitiva
              Botellas al Mar                  sabiéndote infeliz y a la deriva
                                               con tus dudas selladas en la frente
Pongo estos seis versos en mi botella al mar   ayer pasó el pasado por el puente
  con el secreto designio de que algún día     y se llevó tu libertad cautiva
      llegue a una playa casi desierta         cambiando su silencio en carne viva
    y un niño la encuentre y la destape        por tus leves alarmas de inocente
   y en lugar de versos extraiga piedritas     ayer pasó el pasado con su historia
      y socorros y alertas y caracoles.        y su deshilachada incertidumbre/
                                               con su huella de espanto y de reproche
                                               fue haciendo del dolor una costumbre
                                               sembrando de fracasos tu memoria
                                               y dejándote a solas con la noche




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Ay del sueño                        Como un milagro
Ay del sueño
si sobrevivo es ya borrándome     La linda parejita que transcurre
ya desconfiado y permante         por el viejo teclado de baldosas
y tantas veces me hundo y sueño   sabe y no sabe de su amor a término
muslo a tu muslo                  o de las marcas que impondrán los días
boca a tu boca
nunca sabré quién sos             la linda parejita en su burbuja
ahora que estoy insomne           no quiere saber nada de cenizas
como un sagrado                   ni de cuevas ajenas ni de fobias
y permanezco                      sólo pide quererse a encontronazos
quiero morir de siesta
muslo a tu muslo                  asume su pasión como una ergástula
boca a tu boca                    nada de libertad condicionada
para saber quién sos              con sus dos soledades basta y sobra
Ay del sueño                      con sus dos cuerpos y sus cuatro manos
con esta poca alma a destajo
soñar a nado tiernamente          tiene razón la linda parejita
así me llamen permanezco          no es fácil instalarse en la excepción
muslo a tu muslo                  el plazo del amor es un instante
boca a tu boca                    y hay que hacerlo durar como un
quiero quedarme en vos            milagro



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Gabriela Mistral
                         Biografía, Gabriela mistral


                   (Seudónimo literario de Lucilia Godoy;
                   Vicuña, Chile, 1889 - Nueva York, 1957)
                   Poetisa y educadora chilena. Hija de un
                   maestro de escuela, con dieciséis años
                   Gabriela Mistral decidió dedicarse ella
                   también a la enseñanza; trabajó como
                   profesora de secundaria en su país y como
                   directora de escuela.
                   Gabriela Mistral se dio a conocer en los
                   Juegos Florales de Chile en 1914 con el libro
                   de poemas Los sonetos de la muerte,
                   nacidos del dolor causado por el suicidio de
                   su prometido, el empleado ferroviario
                   Romelio Ureta, a quien había conocido en
                   1906. Estos sonetos fueron incorporados en
                   1922 a una colección más amplia de sus
                   versos realizada por el Instituto Hispánico de
                   Nueva York bajo el título de Desolación.


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Volverlo a ver                          Apegado a Mi
¿Y nunca, nunca más, ni en noches llenas        Velloncito de mi carne,
de temblor de astros, ni en las alboradas      que en mi entraña yo tejí,
vírgenes, ni en las tardes inmoladas?             velloncito friolento,
                                               ¡duérmete apegado a mí!
¿Al margen de ningún sendero pálido,
que ciñe el campo, al margen de ninguna       La perdiz duerme en el trébol
fontana trémula, blanca de luna?                   escuchándole latir:
                                                no te turben mis alientos,
¿Bajo las trenzadoras de la selva,              ¡duérmete apegado a mí!
donde llamándolo me ha anochecido,
ni en la gruta que vuelve mi alarido?            Hierbecita temblorosa
                                                  asombrada de vivir,
¡Oh, no! ¡Volverlo a ver, no importa dónde,    no te sueltes de mi pecho:
en remansos de cielo o en vórtice hervidor,    ¡duérmete apegado a mí!
bajo unas lunas plácidas o en un cárdeno
horror!                                        Yo que todo lo he perdido
                                               ahora tiemblo de dormir.
¡Y ser con él todas las primaveras
y los inviernos, en un angustiado               No resbales de mi brazo:
nudo, en torno a su cuello ensangrentado!       ¡duérmete apegado a mí


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Ruth
                                                           Mujer fuerte
   Ruth moabita a espigar va a las eras,        Me acuerdo de tu rostro que se fijó en mis días,
aunque no tiene ni un campo mezquino.              mujer de saya azul y de tostada frente,
Piensa que es Dios dueño de las praderas        que en mi niñez y sobre mi tierra de ambrosía
  y que ella espiga en un predio divino.         vi abrir el surco negro en un abril ardiente.
    El sol caldeo su espalda acuchilla,          Alzaba en la taberna, honda, la copa impura
     baña terrible su dorso inclinado;           el que te apegó un hijo al pecho de azucena,
      arde de fiebre su leve mejilla,            y bajo ese recuerdo, que te era quemadura,
       y la fatiga le rinde el costado.               caía la simiente de tu mano, serena.
Booz se ha sentado en la parva abundosa.           Segar te vi en enero los trigos de tu hijo,
       El trigal es una onda infinita,             y sin comprender tuve en ti los ojos fijos,
  desde la sierra hasta donde él reposa,            agrandados al par, de maravilla y llanto.
que la abundancia ha cegado el camino...              Y el lodo de tus pies todavía besara,
Y en la onda de oro la Ruth moabita viene,   porque entre cien mundanas no he encontrado tu cara
    espigando, a encontrar su destino.        ¡y aun te sigo en los surcos la sombra con mi canto!




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Pablo Menuda
                        Biografía Pablo Menuda

               Diseminada en miles de versos ha quedado para la
               posteridad la biografía, íntima y pública, secreta y
                militante, del gran poeta chileno Pablo Neruda.
               Nos legó además la crónica de sus días agitados y
                   viajeros en unas líricas memorias tituladas
                  Confieso que he vivido, y sobre su figura han
                    escrito numerosos amigos del escritor, su
               apasionada viuda Matilde Urrutia y centenares de
                              críticos e historiadores




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El NUEVO SONETO A ELENA                                TENGO MIEDO


 Cuando estés vieja, niña (Ronzad ya te lo dijo),         Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza
                                                         del cielo se abre como una boca de muerto.
 te acordarás de aquellos versos que yo decía.             Tiene mi corazón un llanto de princesa
Tendrás los senos tristes de amamantar tus hijos,        olvidada en el fondo de un palacio desierto.
         los últimos retoños de tu vida vacía...
                                                       Tengo miedo. Y me siento tan cansado y pequeño
       Yo estaré tan lejano que tus manos de cera             que reflejo la tarde sin meditar en ella.
       ararán el recuerdo de mis ruinas desnudas.       (En mi cabeza enferma no ha de caber un sueño
     Comprenderás que puede, nevar en primavera          así como en el cielo no ha cavado una estrella.)
    y que en la primavera las nieves son más crudas.
                                                        Sin embargo en mis ojos una pregunta existe
       Yo estaré tan lejano que el amor y la pena      y hay un grito en mi boca que mi boca no grita.
    que antes vacié en tu vida como un ánfora plena    No hay oído en la tierra que oiga mi queja triste
      estarán condenados a morir en mis manos...          abandonada en medio de la tierra infinita!
                                                                                   i
      Y será tarde porque se fue mi adolescencia,        Se muere el universo, de una calma agonía
      tarde porque las flores una vez dan esencia          sin la fiesta del sol o el crepúsculo verde.
   y porque aunque me llames yo estaré tan lejano...         Agoniza Saturno como una pena mía,
                                                       la tierra es una fruta negra que el cielo muerde


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BARRIO SIN LUZ
                                              ¿Se poesía de las cosas
                                         o no la puede condensar mi vida?
   Dispone de sus regocijos              Ayer mirando el último crepúsculo
                                  yo era un manchón de musgo entre unas ruinas.
Mis tristezas se las destino
a los que me hicieron sufrir,            Las ciudades hollines y venganzas,
pero me olvidé cuáles fueron,            la cochinada gris de los suburbios,
y no sé dónde las dejé,                 la oficina que encorva las espaldas,
si las ven en medio del bosque                  el jefe de ojos turbios.
son como las enredaderas
suben del suelo con sus hojas          Sangre de un arrebol sobre los cerros,
y terminan donde terminas,              sangre sobre las calles y las plazas,
en tu cabeza o en el aire,                   dolor de corazones rotos,
y para que no suban más                   podre de hastíos y de lágrimas.
hay que cambiar de primavera.
                                             Un río abraza el arrabal
                                 como una mano helada que tienta en las tinieblas:
                                         sobre sus aguas se avergüenzan
                                            de verse las estrellas va la




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José Martí
                         Biografía José Martí

                La Habana, 1853 - Dos Ríos, Cuba, 1895) Político y
                 escritor cubano. Nacido en el seno de una familia
              española con pocos recursos económicos, a la edad de
               doce años José Martí empezó a estudiar en el colegio
             municipal que dirigía el poeta Rafael María de Mandile,
                   quien se fijó en las cualidades intelectuales del
                muchacho y decidió dedicarse personalmente a su
                                       educación.
                El joven Martí pronto se sintió atraído por las ideas
             revolucionarias de muchos cubanos, y tras el inicio de la
                guerra de los Diez Años y el encarcelamiento de su
              mentor, inició su actividad revolucionaria: publicó una
                     gacetilla El Diablo Cojuelos poema «Abdalá




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Valle Lozano

                                  Dígame mi labriego Otros, con dagas grandes
                                   ¿Cómo es que ha andado Mi pecho araron:
    Cultivo una rosa blanca      En esta noche lóbrega Pues, ¿qué hierro es el
                                                       tuyo
   Cultivo una rosa blanca           Este hondo campo? Que no hace daño?
  En Junio como en Enero,           Dígame de qué flores Y esto dije -y el niño
    Para el amigo sincero,                Untó el arado Riendo me trajo
 Que me da su mano franca.       Que la tierra olorosa En sus dos manos blancas
Y para el cruel que me arranca         Trasciende a nardos? Un beso casto.
  El corazón con que vivo,                      Dígame de qué ríos
   Cardo ni ortiga cultivo                       Regó ese prado,
   cultivo una rosa blanca                 Que era un valle muy negro
                                                  Y ora es lozano




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Con la primavera
                            Cuando me puse a pensar
  Con la primavera
  Viene la canción,        Cuando me puse a pensar
   La tristeza dulce        La razón me dio a elegir
  Y el galante amor.        Entre ser quien soy, o ir
                            El ser ajeno a emprestar,
  Con la primavera
 Viene una ansiedad          Mas me dije: si el copiar
   De pájaro preso             Fuera ley, no nacería
  Que quiere volar.        Hombre alguno, pues haría
                         Lo que antes de él se ha hecho:
No hay cetro más noble      Y dije, llamando al pecho,
  Que el de padecer:        ¡Sé quien eres, alma mía!
  Sólo un rey existe:
 El muerto es el rey.




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GUSTAVO ADOLFO BEQUER             BIOGRAFIA GUSTAVO BEQUER

                        (Gustavo Adolfo Domínguez Bastida; Sevilla, 1836-
                         Madrid, 1870) Poeta español. Hijo y hermano de
                        pintores, quedó huérfano a los diez años y vivió su
                            infancia y su adolescencia en Sevilla, donde
                                  estudió humanidades y pintura.
                         En 1854 se trasladó a Madrid, con la intención de
                         hacer carrera literaria. Sin embargo, el éxito no le
                           sonrió; su ambicioso proyecto de escribir una
                        Historia de los templos de España fue un fracaso, y
                         sólo consiguió publicar un tomo, años más tarde.
                        Para poder vivir hubo de dedicarse al periodismo y
                        hacer adaptaciones de obras de teatro extranjero,
                         principalmente del francés, en colaboración con
                          su amigo Luis García Luna, adoptando ambos el
                                  seudónimo de «Adolfo García»




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Rima 1
           Amor Eterno

                                       Yo sé un himno gigante y extraño
Podrá nublarse el sol eternamente;     que anuncia en la noche del alma una aurora,
                                                          .
Podrá secarse en un instante el mar;   y estas páginas son de ese himno
Podrá romperse el eje de la tierra     cadencias que el aire dilata en las sombras.
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte        Yo quisiera escribirle, del hombre
Cubrirme con su fúnebre crespón;       domando el rebelde, mezquino idioma,
Pero jamás en mí podrá apagarse        con palabras que fuesen a un tiempo
La llama de tu amor.                   suspiros y risas, colores y notas.

                                       Pero en vano es luchar, que no hay cifra
                                       capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh, hermosa!,
                                       si, teniendo en mis manos las tuyas,
                                       pudiera, al oído, cantártelo a solas




                                           Siguiente
Rima2
      Saeta que voladora
    cruza, arrojada al azar,
   y que no se sabe dónde          Esa Queja del piano
    temblando se clavará;
                                  a intervalos desprendidas,
   hoja que del árbol seca        sirenas adormecidas
     arrebata el vendaval,        que evoca tu blanca mano,
sin que nadie acierte el surco    no esparcen al aire en vano
   donde al polvo volverá;        el melancólico son;
                                  pues de la oculta mansión
   gigante ola que el viento      en que mi pasión se esconde,
   riza y empuja en el mar,       a cada nota responde
  y rueda y pasa, y se ignora     un eco del corazón.
    qué playa buscando va;

luz que en cercos temblorosos
    brilla, próxima a expirar,
   y que no se sabe de ellos
       cuál el último será;

  eso soy yo, que al acaso
 cruzo el mundo sin pensar
 de dónde vengo ni a dónde
   mis pasos me llevarán.        volver
MIGUEL UNAMUNO

                      Biografía Miguel Unamuno

                 Bilbao, 1864 - Salamanca, 1936) Escritor,
                 poeta y filósofo español, principal
                 exponente de la Generación del 98.
                 Entre 1880 y 1884 estudió filosofía y
                 letras en la universidad de Madrid, época
                 durante la cual leyó a T. Carlisle, Heber
                 Spencer, Friedrich Hegel y Karl Marx. Se
                 doctoró con la tesis Crítica del problema
                 sobre el origen y prehistoria de la raza
                 vasca, y poco después accedió a la
                 cátedra de lengua y literatura griega en la
                 universidad de Salamanca, en la que
                 desde 1901 fue rector y catedrático de
                 historia de la lengua castellana.




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Terra de Castilla

   Tú me levantas, tierra de Castilla,                    El Buitre
    en la rugosa palma de tu mano,
al cielo que te enciende y te refresca,          Este buitre voraz de ceño torvo
            al cielo, tu amo,                   que me devora las entrañas fiero
                                              y es mi único constante compañero
  Tierra nervuda, enjuta, despejada,           labra mis penas con su pico corvo.
   madre de corazones y de brazos,
 toma el presente en ti viejos colores      El día en que le toque el postrer sorbo
           del noble antaño.                   apurar de mi negra sangre, quiero
                                              que me dejéis con él solo y señero
    Con la pradera cóncava del cielo        un momento, sin nadie como estorbo.
lindan en torno tus desnudos campos,
 tiene en ti cuna el sol y en ti sepulcro   Pues quiero, triunfo haciendo mi agonía
            y en ti santuario.               mientras él mi último despojo traga,
                                              sorprender en sus ojos la sombría
 Es todo cima tu extensión redonda
 y en ti me siento al cielo levantado,       mirada al ver la suerte que le amaga
 aire de cumbre es el que se respira            sin esta presa en que satisfacía
         aquí, en tus páramos.
                                            el hambre atroz que nunca se le apaga.
    ¡Ara gigante, tierra castellana,
   a ese tu aire soltaré mis cantos,
  si te son dignos bajarán al mundo                Siguiente
              desde lo alt
Dulcísimo vanas Home ms
      Duele mas la Impotencia
                                       Al amor de la lumbre cuya llama
                                      como una cresta de la mar ondea.
    Duele mas la impotencia
                                        Se oye fuera la lluvia que gotea
        que el dolor físico
                                      sobre los chopos. Previsora el ama
    duele mas la indiferencia
         que el desamor
                                      supo ordenar se me temple la cama
     duele mas la hipocresía
                                       con sahumerio. En tanto la Odisea
         que la mentira
                                       montes y valles de mi pecho orea
     duele mas la desilusión
                                        de sus ficciones con la rica trama
        que el desengaño
  duele mas la falsa compañía
                                      preparándome el sueño. Del castaño
      que una sola amistad
                                     que más de cien generaciones de hoja
duele mas un jardín abandonado
                                        criara y vio morir, cabe el escaño
       que un jardín pobre
duele mas una infancia sin alegría
                                       abrasándose el tronco con su roja
   que una infancia no vivida
                                      brasa me reconforta. ¡Dulce engaño
  duele mas la virtud solitaria
                                       la ballesta de mi inquietud afloja
     que el vicio compartido
 duele mas una lluvia de besos
            sin pasión
 que un solo beso de corazón


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  • 1. Para encender la luz clic en el botón
  • 3. Para leer poema elige la estantería del autor y PPP hacer clic Gabriela Mistral García Lorca- Pablo Rosalía de Castro Neruda Jorge Luis José Martí Borges Antonio Machado Gustavo Adolfo Bécquer Mario Benedetti Miguel de Unamuno
  • 4. Biografía Federico García Lorca Fuente Vaqueros, España, 1898 - Vinar, id., 1936) Poeta y dramaturgo español. Los primeros años de la infancia de Federico García Lorca transcurrieron en el ambiente rural de su pequeño pueblo granadino, para después ir a estudiar a un colegio de Almería. Continuó sus estudios superiores en la Universidad de Granada: estudió filosofía y letras y se licenció en derecho. En la universidad hizo amistad con Manuel de Falla, quien ejerció una gran influencia en él, transmitiéndole su amor por el folclore y lo popular. Siguiente
  • 5. Granada GRANADA Nadie va con ellas, nadie; dos garzas y una paloma. Granada, calle de Elvira, Pero en el mundo hay galanes donde viven las manolas, que se tapan con las hojas. las que se van a la Alhambra, La catedral ha dejado las tres y las cuatro solas. bronces que la brisa toma; Una vestida de verde, El Genil duerme a sus bueyes otra de malva, y la otra, y el Duro a sus mariposas. un coselete escocés con cintas hasta la cola. La noche viene cargada con sus colinas de sombra; Las que van delante, garzas una enseña los zapatos la que va detrás, paloma, entre volantes de blonda; abren por las alamedas la mayor abre sus ojos muselinas misteriosas. y la menor los entorna. ¡Ay, qué oscura está la Alhambra! ¿Adónde irán las manolas ¿Quién serán aquellas tres mientras sufren en la umbría de alto pecho y larga cola? el surtidor y la rosa? ¿Por qué agitan los pañuelos? ¿Adónde irán a estas horas? ¿Qué galanes las esperan? Granada, calle de Elvira, ¿Bajo qué mirto reposan? donde viven las manolas, ¿Qué manos roban perfumes las que se van a la Alhambra, a sus dos flores redondas? las tres y las cuatro solas. Siguiente
  • 6. ALBA Mi corazón oprimido Qué haré yo sobre estos campos siente junto a la alborada cogiendo nidos y ramas, el dolor de sus amores rodeado de la aurora y el sueño de las distancias. y llena de noche el alma! La luz de la aurora lleva ¡Qué haré si tienes tus ojos semillero de nostalgias muertos a las luces claras y no ha de sentir mi carne y la tristeza sin ojos el calor de tus miradas! de la médula del alma. La gran tumba de la noche ¿Por qué te perdí por siempre su negro velo levanta en aquella tarde clara? para ocultar con el día Hoy mi pecho está reseco la inmensa cumbre estrellada. como una estrella apagada. volver
  • 7. Biografía Rosalía de castro Rosalía de Nada en concreto sabemos de la educación CASTRO de Rosalía, que en la escuela primaria mostró ya aptitudes para verificar; Cultivaba estas dos actividades artísticas, el dibujo y la música. Era aficionada a la declamación, ya que en 1854 interpretó el papel principal del drama Rosmando, de Gil y Zárate, en el Liceo de la Juventud; y en el 1860, ya casada, participó en una función dramática a beneficio de los heridos en la campaña de Arica, también en Santiago. En ambas ocasiones alcanzó éxito extraordinario. Rosalía de Castro contrajo matrimonio con Manuel Martínez Murga el 10 de octubre de 1858,en la iglesia parroquial de San Ildefonso. Al año siguiente Rosalía da luz a su primera hija, Alejandra, a la que han de seguir seis hijos más. El domicilio del matrimonio cambio muchas veces. La vida de Rosalía se desenvuelve entre Madrid y Sí mancas, donde escribió la mayoría de las composiciones de Follas novas. Siguiente
  • 8. Poema Del Rumor de Poema Busca y Anhela El Rosalía de Castro Sosiego de Rosalía Del rumor cadencioso de la onda Busca y anhela el sosiego… y el viento que muge; mas… ¿quién le sosegará? del incierto reflejo que alumbra Con lo que sueña despierto, la selva o la nube; dormido vuelve a soñar. del piar de alguna ave de paso; Que hoy como ayer, y mañana del agreste ignorado perfume cual hoy, en su eterno afán, que el céfiro roba de hallar el bien que ambiciona al valle o a la cumbre, -cuando sólo encuentra el mal-, mundos hay donde encuentran asilo siempre a soñar condenado, las almas que al peso nunca puede sosegar. del mundo sucumben. Siguiente
  • 9. Dicen Que No Hablan Las Plantas Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros, Poema En Los Ecos de Rosalía de Castro Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros, Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso, En los ecos del órgano, o en el rumor del viento, De mí murmuran y exclaman: en el fulgor de un astro o en la gota de lluvia, ?Ahí va la loca soñando te adivinaba en todo, y en todo te buscaba, Con la eterna primavera de la vida y de los campos, sin encontrarte nunca. Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos, Quizás después te ha hallado, te ha hallado y ha Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado. perdido otra vez de la vida en la batalla ruda, ?Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha, ya que sigue buscándote y te adivina en todo, Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula, sin encontrarte nunca. Con la eterna primavera de la vida que se apaga Pero sabe que existes y no eres vano sueño, Y la perenne frescura de los campos y las almas, hermosura sin nombre, pero perfecta y única. Aunque los unos se agostan y aunque las otras se Por eso vive triste, porque te busca siempre, abrasan. sin encontrarte nunca. Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños, Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos? volver
  • 10. Biografía de Jorge Luis Borges Jorge Luis Borges Jorge Francisco Isidoro Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 – Ginebra, 14 de junio de 1986) fue un escritor argentino, uno de los autores más destacados de la literatura del siglo XX. Publicó ensayos breves, cuentos y poemas. Su obra, fundamental en la literatura y en el pensamiento humano, ha sido objeto de minuciosos análisis y de múltiples interpretaciones, trasciende cualquier clasificación y excluye cualquier tipo de dogmatismo. de la racionalidad. Siendo un literato puro pero, paradójicamente, preferido por los semióticos, matemáticos, filólogos, filósofos y mitólogos, Borges ofrece —a través de la perfección de su lenguaje, de sus conocimientos, del universalismo de sus ideas, de la originalidad de sus ficciones y de la belleza de su poesía— una obra que hace honor a la lengua española y la mente universal. Siguiente
  • 11. Sábado Ya no Seré Feliz Afuera hay un ocaso, alhaja oscura engastada en el tiempo, Ya no seré feliz. Tal vez no importa. y una honda ciudad ciega Hay tantas otras cosas en el mundo; de hombres que no te vieron. un instante cualquiera es más profundo la tarde calla o canta. y diverso que el mar. La vida es corta Alguien descrucifica los anhelos clavados en el piano. y aunque las horas son tan largas, una Siempre, la multitud de tu hermosura. oscura maravilla nos acecha, la muerte, ese otro mar, esa otra flecha A despecho de tu desamor que nos libra del sol y de la luna tu hermosura prodiga su milagro por el tiempo. y del amor. La dicha que me diste Está en ti la ventura y me quitaste debe ser borrada; como la primavera en el hoja nueva. lo que era todo tiene que ser nada. Ya casi no soy nadie, soy tan sólo ese anhelo Sólo que me queda el goce de estar triste, que se pierde en la tarde. esa vana costumbre que me inclina En ti está la delicia al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina como está la crueldad en las espadas Siguiente
  • 12. Final de Año Ni el pormenor simbólico de reemplazar un tres por un dos ni esa metáfora baldía Soy que convoca un lapso que muere y otro Soy el que sabe que no es menos vano que surge que el vano observador que en el espejo ni el cumplimiento de un proceso de silencio y cristal sigue el reflejo astronómico o el cuerpo (da lo mismo) del hermano. aturden y socavan la altiplanicie de esta noche Soy, tácitos amigos, el que sabe y nos obligan a esperar que no hay otra venganza que el olvido las doce irreparables campanadas. ni otro perdón. Un dios ha concedido La causa verdadera al odio humano esta curiosa llave. es la sospecha general y borrosa del enigma del Tiempo; Soy el que pese a tan ilustres modos es el asombro ante el milagro de errar, no ha descifrado el laberinto de que a despecho de infinitos azares, singular y plural, arduo y distinto, de que a despecho de que somos las gotas del río de Heráclito, del tiempo, que es de uno y esa de todos. perdure algo en nosotros: Soy el que es nadie, el que no fue una espada inmóvil en la guerra. Soy eco, olvido, nada. volver
  • 13. Biografía Antonio Machado Antonio Machado (Sevilla, 1875 - Colliure, 1939) Poeta español. Aunque influido por el modernismo y el simbolismo, su obra es expresión lírica del ideario de la Generación del 98. Hijo del folclorista Antonio Machado y Álvarez y hermano menor del también poeta Manuel Machado, pasó su infancia en Sevilla y en 1883 se instaló con su familia en Madrid. Se formó en la Institución Libre de Enseñanza y en otros institutos madrileños. En 1899, durante un primer viaje a París, trabajó en la editorial Garniel, y posteriormente regresó a la capital francesa, donde entabló amistad con R. Darío. De vuelta a España frecuentó los ambientes literarios, donde conoció a J. R. Jiménez, R. del Valle-Inclán y M. de Unamuno. 6 Siguiente
  • 14. A un viejo y distinguido señor Allá en las tierras altas Te he visto, por el parque ceniciento Allá, en las tierras altas, que los poetas aman por donde traza el Duero para llorar, como una noble sombra su curva de ballesta vagar, envuelto en tu levita larga. en torno a Soria, entre plomizos cerros El talante cortés, ha tantos años y manchas de raídos encinares, compuesto de una fiesta en la antesala, mi corazón está vagando, en sueños... —¡qué bien tus pobres huesos ¿No ves, Leonor, los álamos del río ceremoniosos guardan!— con sus ramajes yertos? Yo te he visto, aspirando distraído, Mira el Mancajó azul y blanco; dame con el aliento que la tierra exhala tu mano y paseemos. —hoy, tibia tarde en que las mustias hojas Por estos campos de la tierra mía, húmedo viento arranca—, bordados de olivares polvorientos, del eucalipto verde voy caminando solo, el frescor de las hojas perfumadas. triste, cansado, pensativo y viejo. Y te he visto llevar la seca mano a la perla que brilla en tu corbata Siguiente
  • 15. Amada, el aurea dice Caminantes, son tus huellas Amada, el aurea dice tu pura veste blanca... Caminante, son tus huellas No te verán mis ojos; el camino y nada más; ¡mi corazón te aguarda! Caminante, no hay camino, El viento me ha traído se hace camino al andar. tu nombre en la mañana; Al andar se hace el camino, el eco de tus pasos y al volver la vista atrás repite la montaña... se ve la senda que nunca No te verán mis ojos; se ha de volver a pisar. ¡mi corazón te aguarda! Caminante no hay camino En las sombrías torres sino estelas repican las campanas... No te verán mis ojos; ¡mi corazón te aguarda! Los golpes del martillo dicen la negra caja; y el sitio de la fosa, los golpes de la azada... No te verán mis ojos; ¡mi corazón te aguarda! volver
  • 16. Biografía Mario Benedetti Nació en Uruguay, de padres italianos, en 1920. Hombre polifacético, ha escrito numerosos libros, ensayos, poemas y artículos Mario Benedetti periodísticos. Su larga trayectoria comenzó en 1945, fundando el semanario “Marcha” y colaborando a lo largo de esos años en multitud de publicaciones. Desde 1971 se integró activamente en la coalición de izquierdas de su país “Frente Amplio”. Tras el golpe de Estado de 1973 abandona su cargo en la universidad y ese compromiso político en su tierra natal le llevó al exilio, primero a Buenos Aires y posteriormente a España durante diez años. En 1983 vuelve a Uruguay y se reencuentra con su esposa, que se vio obligada a permanecer todos esos años cuidando a las madres de ambos. Ha sido galardonado en multitud de ocasiones y en diversos países, y caben destacar, como simple botón de muestra, en 1999 el Premio Reina Sofía de Poesía y en 2005 el Premio Internacional Menéndez Pelayo. En el año 1997 fue nombrado Doctor Honoris causa por la Universidad de Alicante Siguiente
  • 17. Ayer Ayer pasó el pasado lentamente con su vacilación definitiva Botellas al Mar sabiéndote infeliz y a la deriva con tus dudas selladas en la frente Pongo estos seis versos en mi botella al mar ayer pasó el pasado por el puente con el secreto designio de que algún día y se llevó tu libertad cautiva llegue a una playa casi desierta cambiando su silencio en carne viva y un niño la encuentre y la destape por tus leves alarmas de inocente y en lugar de versos extraiga piedritas ayer pasó el pasado con su historia y socorros y alertas y caracoles. y su deshilachada incertidumbre/ con su huella de espanto y de reproche fue haciendo del dolor una costumbre sembrando de fracasos tu memoria y dejándote a solas con la noche Siguiente
  • 18. Ay del sueño Como un milagro Ay del sueño si sobrevivo es ya borrándome La linda parejita que transcurre ya desconfiado y permante por el viejo teclado de baldosas y tantas veces me hundo y sueño sabe y no sabe de su amor a término muslo a tu muslo o de las marcas que impondrán los días boca a tu boca nunca sabré quién sos la linda parejita en su burbuja ahora que estoy insomne no quiere saber nada de cenizas como un sagrado ni de cuevas ajenas ni de fobias y permanezco sólo pide quererse a encontronazos quiero morir de siesta muslo a tu muslo asume su pasión como una ergástula boca a tu boca nada de libertad condicionada para saber quién sos con sus dos soledades basta y sobra Ay del sueño con sus dos cuerpos y sus cuatro manos con esta poca alma a destajo soñar a nado tiernamente tiene razón la linda parejita así me llamen permanezco no es fácil instalarse en la excepción muslo a tu muslo el plazo del amor es un instante boca a tu boca y hay que hacerlo durar como un quiero quedarme en vos milagro volver
  • 19. Gabriela Mistral Biografía, Gabriela mistral (Seudónimo literario de Lucilia Godoy; Vicuña, Chile, 1889 - Nueva York, 1957) Poetisa y educadora chilena. Hija de un maestro de escuela, con dieciséis años Gabriela Mistral decidió dedicarse ella también a la enseñanza; trabajó como profesora de secundaria en su país y como directora de escuela. Gabriela Mistral se dio a conocer en los Juegos Florales de Chile en 1914 con el libro de poemas Los sonetos de la muerte, nacidos del dolor causado por el suicidio de su prometido, el empleado ferroviario Romelio Ureta, a quien había conocido en 1906. Estos sonetos fueron incorporados en 1922 a una colección más amplia de sus versos realizada por el Instituto Hispánico de Nueva York bajo el título de Desolación. Siguiente
  • 20. Volverlo a ver Apegado a Mi ¿Y nunca, nunca más, ni en noches llenas Velloncito de mi carne, de temblor de astros, ni en las alboradas que en mi entraña yo tejí, vírgenes, ni en las tardes inmoladas? velloncito friolento, ¡duérmete apegado a mí! ¿Al margen de ningún sendero pálido, que ciñe el campo, al margen de ninguna La perdiz duerme en el trébol fontana trémula, blanca de luna? escuchándole latir: no te turben mis alientos, ¿Bajo las trenzadoras de la selva, ¡duérmete apegado a mí! donde llamándolo me ha anochecido, ni en la gruta que vuelve mi alarido? Hierbecita temblorosa asombrada de vivir, ¡Oh, no! ¡Volverlo a ver, no importa dónde, no te sueltes de mi pecho: en remansos de cielo o en vórtice hervidor, ¡duérmete apegado a mí! bajo unas lunas plácidas o en un cárdeno horror! Yo que todo lo he perdido ahora tiemblo de dormir. ¡Y ser con él todas las primaveras y los inviernos, en un angustiado No resbales de mi brazo: nudo, en torno a su cuello ensangrentado! ¡duérmete apegado a mí Siguiente
  • 21. Ruth Mujer fuerte Ruth moabita a espigar va a las eras, Me acuerdo de tu rostro que se fijó en mis días, aunque no tiene ni un campo mezquino. mujer de saya azul y de tostada frente, Piensa que es Dios dueño de las praderas que en mi niñez y sobre mi tierra de ambrosía y que ella espiga en un predio divino. vi abrir el surco negro en un abril ardiente. El sol caldeo su espalda acuchilla, Alzaba en la taberna, honda, la copa impura baña terrible su dorso inclinado; el que te apegó un hijo al pecho de azucena, arde de fiebre su leve mejilla, y bajo ese recuerdo, que te era quemadura, y la fatiga le rinde el costado. caía la simiente de tu mano, serena. Booz se ha sentado en la parva abundosa. Segar te vi en enero los trigos de tu hijo, El trigal es una onda infinita, y sin comprender tuve en ti los ojos fijos, desde la sierra hasta donde él reposa, agrandados al par, de maravilla y llanto. que la abundancia ha cegado el camino... Y el lodo de tus pies todavía besara, Y en la onda de oro la Ruth moabita viene, porque entre cien mundanas no he encontrado tu cara espigando, a encontrar su destino. ¡y aun te sigo en los surcos la sombra con mi canto! volver
  • 22. Pablo Menuda Biografía Pablo Menuda Diseminada en miles de versos ha quedado para la posteridad la biografía, íntima y pública, secreta y militante, del gran poeta chileno Pablo Neruda. Nos legó además la crónica de sus días agitados y viajeros en unas líricas memorias tituladas Confieso que he vivido, y sobre su figura han escrito numerosos amigos del escritor, su apasionada viuda Matilde Urrutia y centenares de críticos e historiadores Siguiente
  • 23. El NUEVO SONETO A ELENA TENGO MIEDO Cuando estés vieja, niña (Ronzad ya te lo dijo), Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza del cielo se abre como una boca de muerto. te acordarás de aquellos versos que yo decía. Tiene mi corazón un llanto de princesa Tendrás los senos tristes de amamantar tus hijos, olvidada en el fondo de un palacio desierto. los últimos retoños de tu vida vacía... Tengo miedo. Y me siento tan cansado y pequeño Yo estaré tan lejano que tus manos de cera que reflejo la tarde sin meditar en ella. ararán el recuerdo de mis ruinas desnudas. (En mi cabeza enferma no ha de caber un sueño Comprenderás que puede, nevar en primavera así como en el cielo no ha cavado una estrella.) y que en la primavera las nieves son más crudas. Sin embargo en mis ojos una pregunta existe Yo estaré tan lejano que el amor y la pena y hay un grito en mi boca que mi boca no grita. que antes vacié en tu vida como un ánfora plena No hay oído en la tierra que oiga mi queja triste estarán condenados a morir en mis manos... abandonada en medio de la tierra infinita! i Y será tarde porque se fue mi adolescencia, Se muere el universo, de una calma agonía tarde porque las flores una vez dan esencia sin la fiesta del sol o el crepúsculo verde. y porque aunque me llames yo estaré tan lejano... Agoniza Saturno como una pena mía, la tierra es una fruta negra que el cielo muerde Siguiente
  • 24. BARRIO SIN LUZ ¿Se poesía de las cosas o no la puede condensar mi vida? Dispone de sus regocijos Ayer mirando el último crepúsculo yo era un manchón de musgo entre unas ruinas. Mis tristezas se las destino a los que me hicieron sufrir, Las ciudades hollines y venganzas, pero me olvidé cuáles fueron, la cochinada gris de los suburbios, y no sé dónde las dejé, la oficina que encorva las espaldas, si las ven en medio del bosque el jefe de ojos turbios. son como las enredaderas suben del suelo con sus hojas Sangre de un arrebol sobre los cerros, y terminan donde terminas, sangre sobre las calles y las plazas, en tu cabeza o en el aire, dolor de corazones rotos, y para que no suban más podre de hastíos y de lágrimas. hay que cambiar de primavera. Un río abraza el arrabal como una mano helada que tienta en las tinieblas: sobre sus aguas se avergüenzan de verse las estrellas va la volver
  • 25. José Martí Biografía José Martí La Habana, 1853 - Dos Ríos, Cuba, 1895) Político y escritor cubano. Nacido en el seno de una familia española con pocos recursos económicos, a la edad de doce años José Martí empezó a estudiar en el colegio municipal que dirigía el poeta Rafael María de Mandile, quien se fijó en las cualidades intelectuales del muchacho y decidió dedicarse personalmente a su educación. El joven Martí pronto se sintió atraído por las ideas revolucionarias de muchos cubanos, y tras el inicio de la guerra de los Diez Años y el encarcelamiento de su mentor, inició su actividad revolucionaria: publicó una gacetilla El Diablo Cojuelos poema «Abdalá Siguiente
  • 26. Valle Lozano Dígame mi labriego Otros, con dagas grandes ¿Cómo es que ha andado Mi pecho araron: Cultivo una rosa blanca En esta noche lóbrega Pues, ¿qué hierro es el tuyo Cultivo una rosa blanca Este hondo campo? Que no hace daño? En Junio como en Enero, Dígame de qué flores Y esto dije -y el niño Para el amigo sincero, Untó el arado Riendo me trajo Que me da su mano franca. Que la tierra olorosa En sus dos manos blancas Y para el cruel que me arranca Trasciende a nardos? Un beso casto. El corazón con que vivo, Dígame de qué ríos Cardo ni ortiga cultivo Regó ese prado, cultivo una rosa blanca Que era un valle muy negro Y ora es lozano Siguiente
  • 27. Con la primavera Cuando me puse a pensar Con la primavera Viene la canción, Cuando me puse a pensar La tristeza dulce La razón me dio a elegir Y el galante amor. Entre ser quien soy, o ir El ser ajeno a emprestar, Con la primavera Viene una ansiedad Mas me dije: si el copiar De pájaro preso Fuera ley, no nacería Que quiere volar. Hombre alguno, pues haría Lo que antes de él se ha hecho: No hay cetro más noble Y dije, llamando al pecho, Que el de padecer: ¡Sé quien eres, alma mía! Sólo un rey existe: El muerto es el rey. volver
  • 28. GUSTAVO ADOLFO BEQUER BIOGRAFIA GUSTAVO BEQUER (Gustavo Adolfo Domínguez Bastida; Sevilla, 1836- Madrid, 1870) Poeta español. Hijo y hermano de pintores, quedó huérfano a los diez años y vivió su infancia y su adolescencia en Sevilla, donde estudió humanidades y pintura. En 1854 se trasladó a Madrid, con la intención de hacer carrera literaria. Sin embargo, el éxito no le sonrió; su ambicioso proyecto de escribir una Historia de los templos de España fue un fracaso, y sólo consiguió publicar un tomo, años más tarde. Para poder vivir hubo de dedicarse al periodismo y hacer adaptaciones de obras de teatro extranjero, principalmente del francés, en colaboración con su amigo Luis García Luna, adoptando ambos el seudónimo de «Adolfo García» Siguiente
  • 29. Rima 1 Amor Eterno Yo sé un himno gigante y extraño Podrá nublarse el sol eternamente; que anuncia en la noche del alma una aurora, . Podrá secarse en un instante el mar; y estas páginas son de ese himno Podrá romperse el eje de la tierra cadencias que el aire dilata en las sombras. Como un débil cristal. ¡todo sucederá! Podrá la muerte Yo quisiera escribirle, del hombre Cubrirme con su fúnebre crespón; domando el rebelde, mezquino idioma, Pero jamás en mí podrá apagarse con palabras que fuesen a un tiempo La llama de tu amor. suspiros y risas, colores y notas. Pero en vano es luchar, que no hay cifra capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh, hermosa!, si, teniendo en mis manos las tuyas, pudiera, al oído, cantártelo a solas Siguiente
  • 30. Rima2 Saeta que voladora cruza, arrojada al azar, y que no se sabe dónde Esa Queja del piano temblando se clavará; a intervalos desprendidas, hoja que del árbol seca sirenas adormecidas arrebata el vendaval, que evoca tu blanca mano, sin que nadie acierte el surco no esparcen al aire en vano donde al polvo volverá; el melancólico son; pues de la oculta mansión gigante ola que el viento en que mi pasión se esconde, riza y empuja en el mar, a cada nota responde y rueda y pasa, y se ignora un eco del corazón. qué playa buscando va; luz que en cercos temblorosos brilla, próxima a expirar, y que no se sabe de ellos cuál el último será; eso soy yo, que al acaso cruzo el mundo sin pensar de dónde vengo ni a dónde mis pasos me llevarán. volver
  • 31. MIGUEL UNAMUNO Biografía Miguel Unamuno Bilbao, 1864 - Salamanca, 1936) Escritor, poeta y filósofo español, principal exponente de la Generación del 98. Entre 1880 y 1884 estudió filosofía y letras en la universidad de Madrid, época durante la cual leyó a T. Carlisle, Heber Spencer, Friedrich Hegel y Karl Marx. Se doctoró con la tesis Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca, y poco después accedió a la cátedra de lengua y literatura griega en la universidad de Salamanca, en la que desde 1901 fue rector y catedrático de historia de la lengua castellana. Siguiente
  • 32. Terra de Castilla Tú me levantas, tierra de Castilla, El Buitre en la rugosa palma de tu mano, al cielo que te enciende y te refresca, Este buitre voraz de ceño torvo al cielo, tu amo, que me devora las entrañas fiero y es mi único constante compañero Tierra nervuda, enjuta, despejada, labra mis penas con su pico corvo. madre de corazones y de brazos, toma el presente en ti viejos colores El día en que le toque el postrer sorbo del noble antaño. apurar de mi negra sangre, quiero que me dejéis con él solo y señero Con la pradera cóncava del cielo un momento, sin nadie como estorbo. lindan en torno tus desnudos campos, tiene en ti cuna el sol y en ti sepulcro Pues quiero, triunfo haciendo mi agonía y en ti santuario. mientras él mi último despojo traga, sorprender en sus ojos la sombría Es todo cima tu extensión redonda y en ti me siento al cielo levantado, mirada al ver la suerte que le amaga aire de cumbre es el que se respira sin esta presa en que satisfacía aquí, en tus páramos. el hambre atroz que nunca se le apaga. ¡Ara gigante, tierra castellana, a ese tu aire soltaré mis cantos, si te son dignos bajarán al mundo Siguiente desde lo alt
  • 33. Dulcísimo vanas Home ms Duele mas la Impotencia Al amor de la lumbre cuya llama como una cresta de la mar ondea. Duele mas la impotencia Se oye fuera la lluvia que gotea que el dolor físico sobre los chopos. Previsora el ama duele mas la indiferencia que el desamor supo ordenar se me temple la cama duele mas la hipocresía con sahumerio. En tanto la Odisea que la mentira montes y valles de mi pecho orea duele mas la desilusión de sus ficciones con la rica trama que el desengaño duele mas la falsa compañía preparándome el sueño. Del castaño que una sola amistad que más de cien generaciones de hoja duele mas un jardín abandonado criara y vio morir, cabe el escaño que un jardín pobre duele mas una infancia sin alegría abrasándose el tronco con su roja que una infancia no vivida brasa me reconforta. ¡Dulce engaño duele mas la virtud solitaria la ballesta de mi inquietud afloja que el vicio compartido duele mas una lluvia de besos sin pasión que un solo beso de corazón volver