1. Andrés Guerrero Martínez<br /> ENSAYO<br /> EUTANASIA: ¿VIVIR MUERTO O MORIR DIGNO? UN TEMA COMPLICADO<br />Introducción.<br />En este ensayo voy a referirme a la cuestión de la eutanasia; pero para saber de que estamos hablando, hay que definir primero “eutanasia”.<br />Se denomina eutanasia a toda acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes enfermos o terminales, acelera su muerte con su consentimiento. [ ]La palabra deriva del griego: eu (‘bueno’) y thanatos (‘muerte’).<br />La eutanasia tiene por finalidad evitar sufrimientos insoportables o la prolongación artificial de la vida a un enfermo. Para que la eutanasia sea considerada como tal, el enfermo ha de padecer, necesariamente, una enfermedad terminal o incurable, y en segundo lugar, el personal a cargo, debe de tener el consentimiento del enfermo.<br />Este tema de la eutanasia es uno de los mayores debates éticos, morales, religiosos, médicos, políticos y por tanto sociales de nuestro tiempo.<br />Desarrollo.<br />La eutanasia no es algo nuevo, está ligada al desarrollo de la medicina moderna. El solo hecho de que el ser humano esté gravemente enfermo ha hecho que en algunas distintas sociedades la cuestión quede planteada. La eutanasia es un problema persistente en la historia de la humanidad en el que se enfrentan ideologías diversas.<br /> En la antigua Grecia, la eutanasia no planteaba problemas morales, la concepción de la vida era diferente. Una mala vida no era digna de ser vivida y por tanto la eutanasia no generaba grandes discusiones. <br />La eutanasia se puede clasificar en:<br />1.- Eutanasia directa: Consiste en adelantar el momento de la muerte en caso de una enfermedad incurable; esta a su vez posee dos formas:<br /> a) Activa: Consiste en provocar una muerte indolora a petición del afectado; el caso más frecuentemente mostrado es el cáncer, pero pueden ser también enfermedades incurables como el sida. Se recurre, generalmente, a usar sustancias especiales mortíferas o a sobredosis de morfina.<br />b) Pasiva: Esta consiste en dejar de tratar una complicación, por ejemplo una bronconeumonía, o de alimentar al enfermo, con lo cual se precipita el término de la vida; es una muerte por omisión. La eutanasia pasiva puede tomar dos formas: la abstención terapéutica y la suspensión terapéutica. En el primer caso no se inicia el tratamiento y en el segundo se suspende el ya iniciado ya que se considera que más que prolongar el vivir, prolonga el morir.<br />2.-Eutanasia indirecta: Consiste en efectuar procedimientos terapéuticos que tienen como efecto secundario la muerte, por ejemplo la sobredosis de analgésicos, como es el caso de la morfina para calmar los dolores, cuyo efecto agregado, como se sabe, es la disminución de la conciencia y casi siempre una abreviación de la vida.<br />Cualquiera que sea el caso, es escalofriante solo de pensarse.<br />Como se dijo anteriormente, la eutanasia es un tema por demás complicado. Esto porque se le puede ver desde distintos enfoques:<br />Médico: un médico que está relacionado con los diferentes tipos de enfermedades, principalmente terminales, sabe el curso que llevará equis padecimiento, y el grado de sufrimiento o dolor que le espera al paciente antes de llegar al desenlace final. Esto es difícil de percibir por el resto de la gente, y sólo el médico tiene esta visión y puede orientarse por optar por ayudar al buen morir, en lugar de un sufrimiento largo y prolongado. Pero aún así, es muy complicado, ya que los médicos cuentan con una ética (se supone) y pues una de sus más importantes reglas es el evitar que un paciente muera A TODA COSTA. Así que es un verdadero dilema.<br />Religión: Un religioso en cambio, católico, por ejemplo, se opondrá rotundamente debido a sus principios, los cuales fueron recalcados por Santo Tomás de Aquino: “Dios da la vida y es el único que puede quitarla; el dolor humano es una oportunidad divina para aprender a purificarse”. Lo que elimina cualquier posibilidad de eutanasia dentro de esta ideología. <br />Yo pienso que si la iglesia difiere con la eutanasia, pues que no la use, pero que no le niegue el derecho a quien así lo deseé.<br />Político: Desde el punto de vista político, la situación es aún más difícil, puesto que intervienen varios factores en la toma de decisiones; las leyes vigentes en tal o cual lugar, y pues se tienen que ajustar a estas ya que tienen penalizaciones muy claras y definidas.<br />Por ejemplo, en países como Canadá, algunos estados de los Estados Unidos, algunas áreas de Australia y Japón, la eutanasia está legalmente aprobada. Caso contrario en la mayoría de los países latinoamericanos, donde es penalizada esta práctica.<br />Ahora, si vemos el caso de la eutanasia desde el punto de vista ético y moral, nos encontramos con que cada sociedad tiene costumbres, creencias y principios muy variados, que dependen de su historia, nivel cultural, etcétera.<br />Algunas personas tienen muy arraigados estos principios y se oponen ante cualquier situación que atente contra la vida humana.<br />Hay otras sociedades mas relajadas, en cambio, en donde incluso se promueve una “cultura de la muerte”, esto es, que ven a la muerte, ligada a la vida misma, como parte de, algo muy natural pues, y el tema no los escandaliza.<br />Conclusión.<br />Mucha gente argumenta que el dolor experimentado por los enfermos terminales puede controlarse a niveles tolerables. Pero, ¿quien va a saber mejor que los mismos enfermos? Es muy complicado inclinarse hacia una postura, hablando de estos temas, necesitaríamos vivirlo, experimentar ese dolor, para poder comprenderlos un poquito.<br />Considero que no hay que juzgar a la gente que opta por la eutanasia, ya que es muy complejo, no solo es el dolor lo que lleva a la persona a esa decisión de culminar con su vida; el enfermo va perdiendo muchas cosas, muchas de ellas básicas para cualquier persona, como la independencia, dignidad, capacidades, y esto a veces llega a ser una razón aún mas fuerte que la propia dolencia física.<br />Creo que para nosotros que no padecemos una enfermedad terminal, la vida es un ratito nada más y pensamos, “pues hay que vivirlo”, pero para un enfermo terminal ya no es un ratito, se convierte en una eternidad y lo único que pide es que termine. Así que hay que tratar de vernos en una situación semejante antes de criticar esta acción o de juzgar a quien opte por la eutanasia. <br /> <br />