La tipografía se originó a partir de los manuscritos antiguos y ha evolucionado a través de los años. Johannes Gutenberg inventó la imprenta de tipos móviles en el siglo 15, revolucionando la producción de libros. Hoy en día, existen diferentes fuentes y familias tipográficas que se distinguen por sus características únicas y le dan personalidad al texto. La mayoría de los alfabetos modernos descienden del alfabeto semítico que surgió en Egipto hace miles de años.
2. Definición de Tipografía
La Tipografía resulta ser el arte y la técnica de impresión a través de
formas con relieve que reciben el nombre de tipos, los cuales, hechos
de plomo, una vez entintados serán aplicados sobre el papel para así
obtener un trabajo de impresión, ya sea un documento, un texto, entre
otros materiales.
El objetivo principal y primordial que se plantea la tipografía es el de
conseguir, colocando las letras, repartiendo el espacio y organizando
los tipos en cuestión, la máxima comprensibilidad del texto en cuestión
de parte del lector.
3. Origen de la Tipografía
La tipografía tiene muy antiguos orígenes, que están relacionados con la
caligrafía y los manuscritos, que ya eran usados antes del año 2500 A.C.
Durante toda la edad media la "industria editorial" se centraba en los
monasterios donde los libros eran copiados a mano por monjes
especializados, llamados copistas; esta labor se hacía en el
scriptorium, el donde se copiaban los textos.
4. Historia de la Tipografía
Renacimiento es el nombre dado a un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental en los
siglos, XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también se produjo una
renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas.
Como todos sabemos, la aparición de la imprenta fue una gran revolución cultural e histórica detonante de este
Renacimiento, y tras los millones de libros que se han impreso desde entonces, se esconde el trabajo de miles de
tipógrafos que desde sus comienzos, con paciencia y una especial habilidad, fueron componiendo página por
página, tipo por tipo, libros tan importantes como el Quijote, la Biblia y otros muchos clásicos.
Ya los romanos tuvieron sellos que imprimían inscripciones sobre objetos de arcilla. Entre 1041 y 1048, Bi Sheng inventó
en China —donde ya existía un tipo de papel de arroz— el primer sistema de imprenta de tipos móviles, a base de
complejas piezas de porcelana en las que se tallaban los caracteres chinos; esto constituía un complejo procedimiento
por la inmensa cantidad de caracteres que hacían falta para la escritura China. Sin embargo, la imprenta moderna no se
creó hasta el año 1440 aprox. de la mano de Johannes Gutenberg.
Hoy día todo ese trabajo “de taller” se ha ido perdiendo, pero sin duda, es bastante interesante conocer sus origines, su
evolución, sus características. En este sentido, existe ya un tratado clásico de tipografía muy bueno de manos
deUnosTiposduros.com, por lo que intentar copiarlo o manipularlo un poco, sería absurdo, ya que no hay mejor forma
que acceder al contenido original, cuando éste es de calidad y merece su difusión. Por lo tanto, para el resto de esta
sección, vamos a presentar lo que fueron las primeras tipografías usadas en la imprenta. La Biblia de Gutenberg y su
tipografía gótica “Textura” La Biblia de Gutenberg, también conocida como la Biblia de 42 líneas o Biblia
de Mazarino, es una versión impresa de la Vulgata, por Johannes Gutenberg en Maguncia, Alemania, en el siglo XV.A
pesar de lo que se suele decir a menudo, la Biblia de Gutenberg no es el primer libro impreso mediante el
sistema de tipos móviles, sino que el primer libro impreso fue el «Misal de Constanza», en 1449).
5. Origen de la Tipografía
Las primeras Tipografías datan desde antes 2500 a.c, y
fueron manuscritos realizados en maderas, piedra,
pergaminos de piel hasta que llego el papel.
Sus primeros usos fueron acompañando monumentos
grabados, dibujos o pintura. Luego que el hombre
aprendiera sobre la escritura comenzó el arte de
embellecerla y fue para ese entonces cuando se
comenzó la realización de las diferentes tipografía que
hasta hoy se conocen.
6. Fuentes y Familias Tipográficas
Se entiende por fuente tipográfica al estilo o apariencia de un
grupo completo de caracteres, números y signos, regidos por
características comunes. Mientras que familia tipográfica, es un
conjunto de tipos basado en una misma fuente con algunas
variaciones, tales como por ejemplo, el grosor y la anchura, pero
manteniendo características comunes. Los miembros que
integran una familia se parecen entre sí pero tienen rasgos
propios.
Cada fuente y familia tipográfica tiene características que la
distinguen entre otras, que las hace únicas y le da personalidad al
texto. Esa personalidad se magnifica cuando una fuente se usa a
través de una presentación digital
7. Historia del Abecedario
La historia del alfabeto comienza en el Antiguo Egipto, más de un
milenio después de haber comenzado la historia de la escritura. El
primer alfabeto formal surgió hacia el 2000 a. C. para representar el
lenguaje de los trabajadores semitas en Egipto (ver alfabetos de la Edad
de Bronce media), y se gestó a partir de los principios alfabéticos
contenidos en los jeroglíficos egipcios. La mayoría de los alfabetos
actuales del mundo o bien descienden directamente de esta raíz, por
ejemplo los alfabetos griego y el latino, o se inspiraron en su diseño.
8. Los Primeros Alfabetos
Alfabeto semita: No se debe dejar de tener en cuenta a la
escritura protosinaítica, de origen egipcio. Este es el primer alfabeto
consonántico, datado en torno al siglo XVIII antes de Cristo. Se
descubre en el templo de Hathor en Serabit el-Khadim, en la península
del Sinaí, punto de encuentro importante entre egipcios y culturas
semíticas de Oriente Próximo. Se trataba de una simplificación
del sistema jeroglífico (unos 23 signos, de los que al menos la mitad son
claramente egipcios). El célebre lingüista inglés Alan Gardiner ha
estudiado la derivación de los signos fenicios a partir de los
pictogramas sinaíticos. No podría decirse que se trata de un alfabeto en
sentido estricto, sino más bien de un silabario (consonante + vocal);
pero hay que darle el protagonismo que merece como origen o
precedente de alfabetos más evolucionados en los que cada letra
representa un sonido.