Los gerentes deben gestionar su tiempo en la interacción con sus superiores jerárquicos, sus pares y sus subalternos. Un aspecto importante en la gestión del tiempo gerencial es reducir al mínimo o eliminar el tiempo empleado por imposición de los subalternos.
Las sociedades anónimas en el Perú , de acuerdo a la Ley general de sociedades
La Gestión del Tiempo de los Gerentes
1. LA GESTIÓN DEL TIEMPO DE LOS GERENTES
Fuente
Oncken, W. & Wass, D. (1999). Management time: ¿who's got the monkey?. Harvard
Business Review, 77 (6), pp. 178–186
Desarrollo
Los gerentes deben gestionar su tiempo en la interacción con sus superiores jerárquicos, sus
pares y sus subalternos. En este sentido, podemos considerar diferentes tipos de tiempo
gerencial:
Tiempo impuesto por los superiores jerárquicos: Se refiere al tiempo requerido para
realizar tareas solicitadas por sus superiores jerárquicos.
Tiempo impuesto por el sistema: Es el tiempo requerido, por ejemplo, para colaborar con
otros gerentes u otros miembros de la organización.
Tiempo auto-impuesto: Se trata del tiempo dedicado a atender las tareas que cada gerente
resuelve llevar a cabo. Una parte es absorbida por los subalternos y la parte restante del
tiempo será propia, y se la puede denominar tiempo de discreción.
Un aspecto importante en la gestión del tiempo gerencial es reducir al mínimo o eliminar el
tiempo empleado por imposición de los subalternos. Para ejemplificar cómo se produce esta
pérdida de tiempo y cómo evitarla puede utilizarse la conocida “historia de los monos”. En la
misma, los monos representan las tareas delegadas por el gerente a sus subalternos. El gerente
debe evitar que sus subalternos le devuelvan los monos y tenga que cargar con ellos. Las
siguientes, son algunas reglas básicas que podría utilizar para evitar este problema:
Cuando un subalterno le pide al gerente que lo ayude con un problema que tenga con un
mono, el mismo no debe convertirse en el problema del gerente.
En el momento que el problema pasa al gerente, ya no necesita al subalterno.
Cuando finalice una reunión de supervisión, el problema se irá de la oficina de la misma
manera en que entró en ella: “en los hombros del subalterno”.
Un subalterno puede pedir la ayuda de un gerente en un momento determinado. Antes de
finalizar la reunión ambos decidirán cuál será el próximo paso, pero nunca el gerente
seguirá ningún paso solo.
1
2. Por otra parte, hay requisitos para la alimentación y la supervisión de los monos.
Seguidamente, se describirán algunos de ellos:
La población de monos debe mantenerse por debajo del número máximo de monos que
puedan alimentar los subalternos.
Cada subalterno deberá alimentar uno o más monos de acuerdo a su capacidad.
Los monos serán alimentados sólo por los subalternos que están encargados de hacerlo.
Pueden recibir ayuda y orientación del gerente o de los otros subalternos, pero los monos
que deben alimentar cada uno de ellos no pueden ser transferidos.
La supervisión del “estado nutricional” de lo monos por parte del gerente sólo se
realizará por medio de citas, las que se llevarán a cabo en forma personal, nunca por
escrito. Todo mono debe tener un próximo “turno de supervisión” de acuerdo a una
programación específica. El gerente no aceptará hablar sobre el “estado nutricional” de
algún mono en los pasillos o en momentos no acordados previamente, salvo cuando se
presenta una verdadera emergencia. En todos los casos, la iniciativa le corresponde al
subalterno.
Seguidamente, analizaremos una situación referida a los temas desarrollados anteriormente:
“Un gerente camina por un pasillo de una organización, se le acerca uno de sus subalternos, y
le dice:
― Buenos días, antes que me olvide, tenemos un problema. Fíjese que ........
El gerente contesta:
― Me alegra que me lo haya dicho, ahora estoy apurado, lo consideraré y lo mantendré
informado.
Luego, ambos siguen sus respectivos caminos”
Antes del encuentro el subalterno llevaba el mono sobre sus hombros, pero al separarse el
mono salto a los hombros del gerente. El gerente debe evitar que el mono salte de los
hombros del subalterno a sus hombros. Si esto en algún momento se produce, el mono debe
volver a su dueño legítimo en busca de cuidado y alimentación. Al aceptar el mono, el gerente
se convierte en el subalterno de su subalterno. El subalterno, para asegurarse que el gerente no
abandone el asunto, le preguntará de tiempo en tiempo: ¿pensó ya en el problema?. Entonces,
cabe preguntarse: ¿quién trabaja para quién?
Finalmente, el tiempo recuperado por la imposición de los subalternos debe ser utilizado por
el gerente, entre otras cosas, en verificar que cada uno de sus subalternos se halle en posesión
de la iniciativa y luego asegurarse que la misma sea realmente ejercida.
2