Este pasaje bíblico del Evangelio de Juan describe la oración de Jesús antes de su crucifixión. Jesús le pide a Dios Padre que santifique a sus seguidores y los proteja en la verdad de Su palabra. También pide que donde él esté, allí estén sus seguidores para que contemplen Su gloria, y que sus seguidores sean uno en Dios como Jesús y el Padre son uno.