2. “Entonces vi otro
ángel que volaba
por el Cielo con
el evangelio
eterno para
predicarlo a los
que habitan en la
Tierra, a toda
nación y tribu,
lengua y pueblo”
Apocalipsis 14:6
3. Como parte de las revelaciones que Jesús le dio a Juan, encontramos el último mensaje que
debe ser predicado a la humanidad por la Iglesia Remanente: el mensaje de los tres ángeles.
Este mensaje es un rasgo
identificativo de la Iglesia
Adventista. Es la razón de su
existencia. Lo primero que Juan nos
dice es que este mensaje es el
“evangelio eterno”, y que debe ser
predicado en todo el mundo.
4. La primera palabra del último libro de la Biblia define su tema
principal: Revelación (en griego ἀποκάλυψις, apokalupsis).
¿En qué consiste esta revelación?
En definitiva, Apocalipsis es la revelación del evangelio eterno: la gracia ofrecida al pecador.
Sin duda, es un mensaje de esperanza para cada uno de nosotros.
Se nos revela a Jesús
como el Cordero
inmolado
Vemos la gracia de Dios
en la historia de la
Iglesia y del mundo
Vemos la mano de Jesús
extendida para salvar al
pecador y vencer el mal
Vemos la promesa de la
vida eterna
6. El primer ángel trae consigo el evangelio eterno (Ap. 14:6).
Así que la primera pregunta que debemos hacernos es:
¿qué es el evangelio?
Tal como lo describe Pablo en 1ª de Corintios 15:1-4, es la
noticia de la muerte de Cristo por nuestros pecados, y la
de su resurrección. Por estos actos recibimos
gratuitamente la salvación.
Somos justificados gratuitamente por la gracia (3:24)
La gracia es una declaración de la justicia de Dios (3:25)
La gracia justifica a quienes aceptan a Jesús por fe (3:26)
Dios mostró su amor por nosotros cuando aún éramos pecadores (5:6-8)
En Romanos
3:24-26 y 5:6-8,
Pablo amplía el
significado del
evangelio,
uniéndolo a la
gracia divina:
7. “Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras,
sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo
Jesús antes del comienzo del tiempo” (2ª de Timoteo 1:9 NVI)
¿Por qué se le llama “eterno” al evangelio (Ap. 14:6)?
El evangelio fue anunciado a Adán y Eva inmediatamente después de haber
pecado, dándole a la humanidad la esperanza de la redención (Gn. 3:15).
Sin embargo, no fue un plan ideado por Dios
en ese momento. El amor de Dios le llevó a
crear seres libres, que pudieran amarlo sin
estar obligados a ello. Pero esta libertad
implicaba un riesgo: la rebelión. Por eso,
antes de que ningún ser existiese, ya había
planeado la forma de redimir a aquellos que,
arrepentidos, deseasen volver a amarlo
después de haber pecado (2Tim. 1:9; Tit. 1:2;
Ef. 1:4; 1P. 1:18-20).
El evangelio es
eterno porque
se ideó antes de
que el tiempo
existiese, y
apunta hacia un
futuro eterno.
9. Después de resucitar, Jesús encargó a sus
discípulos que predicasen el evangelio “a
todas las naciones” (Mt. 28:19). Justo
antes de ascender al Cielo, les aseguró que
la pequeña semilla del evangelio crecería y
abarcaría “hasta lo último de la tierra”
(Hechos 1:8).
¡Y en estos últimos días nosotros somos los herederos de esta
gran misión! Debemos, por tanto, dedicar nuestros mejores
esfuerzos a cumplirla.
Esto requiere compromiso. Mirar más allá de nosotros y de
nuestros intereses. Preocuparnos por aquellos que necesitan
conocer a Jesús, tener una esperanza, aceptar su gracia.
10. UNA IGLESIA MISIONERA
Apocalipsis 10 profetiza el surgimiento de un remanente que sufriría un
gran chasco (Ap. 10:9-10), y debería predicar después en todo el mundo
(Ap. 10:11).
Ventana 10/40
PAÍSES NO EVANGELIZADOS
La primera parte se cumplió en el surgimiento de la Iglesia Adventista
tras el chasco del movimiento millerita de 1844.
La segunda parte comenzó a cumplirse en 1874, cuando la Asociación
General envió al primer misionero a Europa: John N. Andrews.
Este pastor, enormemente capaz, dejó todo para ir a
un lugar desconocido. Su motivación: el amor por
aquellos que necesitaban saber que Jesús, su
salvador, viene pronto.
Todavía quedan lugares por alcanzar, almas a las que
predicar. ¿Qué parte desempeñas tú en esta misión?
11. “Es el privilegio de toda alma ser un canal vivo por medio
del cual Dios pueda comunicar al mundo los tesoros de su
gracia, las inescrutables riquezas de Cristo. No hay nada
que Cristo desee tanto como agentes que representen al
mundo su Espíritu y carácter. No hay nada que el mundo
necesite tanto como la manifestación del amor del
Salvador mediante la humanidad. Todo el cielo está
esperando que haya canales por medio de los cuales pueda
derramarse el aceite santo para que sea un gozo y una
bendición para los corazones humanos”
E. G. W. (Palabras de vida del Gran Maestro, pg. 345)
12. “La iglesia entera, obrando como una
unidad, combinándose en unión
perfecta, ha de ser una agencia misionera
viviente, activa, impulsada y dominada
por el Espíritu Santo”
E. G. W. (En los lugares celestiales, 6 de noviembre)