1. Argumento a favor:
Se piensa que la autoridad debe ser drástica pero eso no hace que los
familiares de la víctima recobren la persona asesinada. Al contrario, vivir con el
odio puede multiplicar ese dolor. Hay veces que se nos presentan personas,
las cuales son irremediables, ir rescatables, y es inútil aplicar en ellas ningún
tipo de rehabilitación o enviarlos a cárcel. Es más económica la pena de
muerte, que no mantener al preso encarcelado durante largos años. Si una
persona mata a alguien, la tortura, viola o le realiza cualquier tipo de violación
de sus derechos, esa persona también merece morir, ya que no bastara con
penas privativas de libertad.
Argumento en contra:
Puede existir un posible error judicial. Hay informes que dicen que uno de cada
siete condenados en EE UU resultaron ser inocentes. Y aunque no sean
inocentes, cabe la rehabilitación del condenado. No es fácil que una persona
violenta cambie pero es posible. Donde hay pena de muerte no hay menos
crímenes que en los estados donde no existe. Y es que, en la mayoría de los
casos, los crímenes no son premeditados sino que son el resultado de un robo
u otra acción delictiva que sale mal y acaba en asesinato, la pena de muerte no
va a evitar estas muertes. Por muy grande que sea el nivel de degradación de
una persona esta nunca pierde el derecho fundamental a la vida ya que este es
uno de los derechos humanos.
a pena de muerte, pena capital o ejecución consiste en provocar la muerte a
un condenado por parte del Estado, como castigo por un delito establecido en
la legislación; los delitos por los cuales se aplica esta sanción suelen
denominarse «delitos capitales».
Uso de penas de muerte en el mundo (2009): Abolida Suprimida para los
crímenes no cometidos en circunstancias excepcionales (como los cometidos
en tiempo de guerra) Contemplada como una sanción penal, pero suprimida en
la práctica Contemplada como una sanción penal, aún aplicada
La muerte de criminales y disidentes políticos ha sido empleada por algunas
sociedades en un momento de su historia, tanto para castigar el crimen como
para suprimir la disidencia política. Actualmente la pena de muerte ha sido
abolida y penalizada en casi todos los países europeos (excepto Bielorrusia), y
la mayoría de los correspondientes a Oceanía (como Australia, Nueva Zelanda
y Timor Oriental). La mayoría de países latinoamericanos han abolido la pena
de muerte, mientras que en países como los Estados Unidos de América,
Guatemala y la mayoría de los estados del Caribe aún sigue siendo aplicada.
En Asia la pena de muerte está permitida en democracias como Japón e India.
En África, aún se usa en Botsuana y Zambia.
En muchos países donde aún se aplica la pena de muerte, se usa como un
castigo para crímenes de asesinato, espionaje, traición, o como parte del
Derecho militar.1 En algunos países se aplica también para castigar delitos
sexuales, siendo considerados como tales el adulterio o la sodomía. También
2. se castiga con pena de muerte en otros países la apostasía, la renuncia formal
a la propia religión. En China, el tráfico de personas y los casos graves de
corrupción política son castigados con la pena de muerte. En algunos países la
pena de muerte se utiliza por motivos políticos, con la máxima difusión posible,
como «escarmiento» de masas: en 2007 en Corea del Norte el director de una
empresa fue ejecutado públicamente en un estadio deportivo, ante 150.000
personas como castigo por haber realizado llamadas telefónicas al extranjero. 2
3
El tema de la pena de muerte es muy controvertido. Los simpatizantes de la
misma opinan que su realización reduce el delito, previene su repetición y es
una forma de castigo para el asesinato. Los detractores argumentan que no
reduce el crimen en mayor medida que la cadena perpetua; son peores que el
delito, son holocausticos y es una discriminación de hecho contra las minorías
y los pobres que puedan no tener recursos suficientes en el sistema legal.
Según el informe anual de ejecuciones judiciales de Amnistía Internacional, en
el año 2003 fueron ejecutadas al menos 1.146 personas en 28 países. El 84%
de las muertes documentadas ocurrieron en cuatro países: la República
Popular China llevó a cabo 726 ejecuciones, Irán mató a 108 personas,
Estados Unidos a 65 y Vietnam a 64. La última nación en abolir la pena de
muerte para todos los crímenes fue Uzbekistán, a principios de 2008.4
"El Día Mundial Contra la Pena de Muerte" se celebra el octubre. Sin duda
alguna, la pena de muerte es la sanción más grave y antigua de la historia.
Seguramente por ello, es la que ha producido, y sigue haciéndolo en la
actualidad, un mayor debate o discusión. Este carácter de conflictivo, es
debido, también, a que dicha sanción, conlleva un modo de ver la sociedad y,
en particular al individuo, en especial el sujeto delincuente. Así, en el debate,
se ven implicadas muchas disciplinas, etiquetadas bajo el nombre de Ciencias
sociales, que van des de la sociología a la criminología, pasando por la política,
la filosofía y el derecho entre otras. También es evidente, que la religión, a
pesar de no ser una de estas disciplinas, también se ve implicada, puesto que
la religión también da una visión del mundo y de las personas. Precisamente,
por su historia y por sus implicaciones, nos hemos querido adentrar en el tema,
aunque sea de una manera superficial, dadas las restricciones, tanto de
espacio como de tiempo, a las que estamos sujetos. Con tal objetivo,
dividiremos el trabajo en tres grandes bloques: el primero, la evolución histórica
de dicha pena, en dónde también hemos incluido una breve cronología sobre la
pena de muerte en España; el segundo, la situación actual en el mundo,
cuántos países la practican todavía y cuántos no, junto algunos de los
acuerdos suscritos para su abolición; y por último, el tercero, en el que
intentaremos abordar los argumentos tanto a favor como en contra de ella. Por
último, y a modo de conclusión, intentaremos hacer un balance de lo que
hemos expuesto y comentar, además, algunas de las alternativas a la sanción
capital y sus problemas.
Los argumentos que se mantienen a favor de la pena de muerte tienen todos
ellos una respuesta clara.
3. "Ojo por ojo y diente por diente" es uno de los argumentos clásicos de los
defensores. Proviene de la propia religión. Se piensa que la autoridad debe ser
drástica. Pero eso no hace que los familiares de la víctima recobren la persona
asesinada. Al contrario, vivir con el odio puede multiplicar ese dolor. La muerte
del otro no restituye el mal. En contra, está el posible error judicial (desde 1900
se sabe que en EE.UU. al menos 350 personas condenadas eran inocentes.
Hay informes que dicen que uno de cada siete condenados resultaron ser
inocentes. Y aunque no sean inocentes, cabe la rehabilitación del condenado.
La naturaleza humana es dúctil. Ya sé que es más fácil destruir que construir, y
no es fácil que una persona violenta cambie pero es posible.
Otro argumento clásico a favor es el disuasorio: la pena de muerte disuade a
otros asesinos de cometer crímenes. Pero está claro que tampoco es cierto. En
aquellos estados de EE.UU. donde hay pena de muerte no hay menos
crímenes que en los estados donde no existe. Y es que, en la mayoría de los
casos, los crímenes no son premeditados sino que son el resultado de un robo
u otra acción delictiva que sale mal y acaba en asesinato. La pena de muerte
no va a evitar estas muertes.
Y un tercer argumento es el de aquellos que dicen que la justicia es imperfecta:
si van a la cárcel salen en cuatro días y vuelven a delinquir. Pues bien, si el
sistema de justicia no es el más correcto, como así parece por la valoración
que la gente hace de la Justicia, y si el sistema carcelario no es el ideal,
cámbiense ambos sistemas. Las estadísticas de los condenados a muerte nos
dicen que precisamente lo que no es justo es a quién se aplica: en EE.UU. la
pena de muerte va unida al Racismo y al clasismo: si no eres blanco y eres
pobre tienes muchas más posibilidades de ser condenado. Y por otra parte, y
esa me parece la contradicción mayor: que alguien haya acabado con la vida
de otra persona se quiere solucionar quitándole a su vez su vida. Es como si a
un adolescente le dices que no debe fumar mientras tú tienes el cigarrillo en la
boca. En definitiva, el Estado se cree en el derecho de acabar con la vida de
individuos que tienen disfunciones graves en su conducta, lo cual responde a
cuestiones estrictamente personales en las que el Estado no tiene ninguna
responsabilidad. Papá Estado reniega de la paternidad de sus hijos malos.
Como dice mi amigo Bernabé, se considera que la sociedad es inocente y el
individuo culpable. Por ello, no tienen sentido ni la rehabilitación ni la
reinserción. ¡Terrible!.
En el Mundo, más de la mitad de los países la aplican. Pero el caso más
sangrante es el de EE.UU. dado que supuestamente lidera las democracias
libres: si bien la había abolido, en 1976 la pena de muerte fue reimplantada en
37 estados. Desde entonces unas 600 personas han sido ejecutadas. Y la
progresión de ejecuciones por año va en aumento. Más de 3.000 condenados
esperan saber el día de su ejecución. Una reciente encuesta revela que un 75
% de los norteamericanos está a favor de la pena de muerte. Por ello, muchos
políticos juegan con esta carta para aumentar su número de votos. Una vez
más, para ellos, el fin justifica los medios.
En España la pena de muerte se abolió en 1978 con la Constitución: la abolía
salvo en caso de guerra, supuesto éste que también se eliminó en 1995. En los
4. más de veinte años de democracia este tema parecía enterrado para siempre.
Sin embargo este es uno de esos temas tabú que la gente no suele apoyar en
público pero que sigue actuando en nuestro subconsciente. Es "socialmente" o
"políticamente" incorrecto decir que se está a favor de la pena de muerte. Pero
quizás la posibilidad de reimplantarla –espero que no- estuviese despertando
de un "letargo primaveral": y digo esto porque el letargo, en mi opinión, no nos
despertaría renovados a una nueva época llena de vida sino todo lo contrario:
sería un paso atrás de la condición humana en nuestro país.
La condena a muerte en Florida de un español, Joaquín José Martínez, ha
venido reavivando el caso: ya no es algo que les ocurre a los americanos y a
países lejanos o subdesarrollados. Supongo que ver a un español en esos
trances hace que uno se replantee el tema. Pero su caso más bien animaría a
cuestionarse la pena de muerte. Parece ser que hay muchas dudas sobre la
justicia del proceso. Sus padres están pidiendo un nuevo juicio.
En España es el terrorismo de ETA lo que está haciendo que el tema se esté
replanteando. El filósofo Gustavo Bueno es uno de los pocos intelectuales que
públicamente defiende la pena de muerte. Habla de una "eutanasia procesal".
En realidad, aunque él diga que no es lo mismo, está hablando de la pena de
muerte
1. Colegio Técnico Profesional Padre Alberto Hurtado Chillán
ARGUMENTO A FAVOR DE LA PENA DE MUERTE “La Pena de
Muerte en Chile fue abolida el año 2001, bajo el mandato del Presidente
Ricardo Lagos. Hasta entonces, y desde 1875 -año en que se incluyó en
el orden jurídico nacional 58 personas fueron condenados por los
tribunales a dicha pena. Sin embargo, una vez llegada la democracia en
1990, tanto Aylwin como Frei absolvieron a cada uno de los condenados
a muerte. Hoy, el caso de la menor de 5 años Francisca Silva, golpeada,
violada y asesinada por un taxista ella ciudad de Valparaíso, abrió
nuevamente el debate, y de seguro estará presente durante las
campañas presidenciales y parlamentarias. De hecho, fue una diputada
del PPD -y no de la alianza como se podría haber pensado- la que puso
la discusión nuevamente. La parlamentaria Laura Soto señaló que "es
momento de abrir el debate sobre la pena de muerte, y si bien siento
grandes contradicciones en mi interior porque he sido históricamente
luchadora en contra de ella, hoy día pienso que no podemos permitir que
niños inocentes sigan muriendo en manos de monstruos como éste", en
alusión a Jaime Saavedra, el confeso autor del horrible crimen. Por su
parte, el ministro de justicia ha sido categórico, señalando que "el Estado
no mata", y cerrando la puerta a cualquier discusión sobre la
reinstauración de la Pena de Muerte en Chile. "Este debate valórico,
profundo, yace hizo en Chile y se eliminó la pena de muerte por una
razón bien concreta: el Estado no puede asesinar gente independiente
de lo que esa persona haya hecho", señaló a Canal 13.”Con este
pequeño texto extraído sobre la abolición de la pena de muerte en Chile,
comienzo este argumento en Pro de la pena de muerte, a pesar de que
es un tema que conduce a grandes diferencias de opinión y en el que
definitivamente es muy difícil ser de un sólo sentir. En mi modo de
5. pensar, si se utiliza la pena de muerte en casos justificados como el que
he planteado en el extracto, se pude evitar nuevos crímenes salvando
así otras vidas. Esta puede servir como medida ejemplifica dora debido
a que del castigo a uno, los otros criminales la sociedad en general
sabrán que sus delitos graves serán castigados pudiendo perder aún su
propia vida; conociendo las consecuencias pensarán antes de actuar. Al
quedar el malhechor de delitos graves vivo en prisión, no sólo se pierde
la tranquilidad de las víctimas, sino también el resto de la población que
queda expuesta a nuevo ataque por parte de este, y lo que es peor, se
le debe alimentar, vestir, medicinar, cuidar con personal especializado al
cual hay que pagarles un sueldo y ¿es justo que con los impuestos que
pagamos los chilenos se tenga que mantener a asesinos, violadores,
delincuentes, entre otros, en lugar de ocupar esos recursos en mejorar
la educación que tanta falta nos hace y alimentar, vestir y brindar abrigo
atentos desposeídos en nuestra sociedad?
2. Colegio Técnico Profesional Padre Alberto Hurtado Chillán Además,
cuando un criminal es enjuiciado, si tiene recursos paga su libertad, si su
defensor es inteligente queda también en libertad, si cuenta con
respaldo de “buenos” médicos a lo mucho lo declaran incompetente o
enfermo mental. Es por esto que, a pesar de que hay muchos que
consideran que la pena de muerte es una violación a los derechos
humanos, uno de los más grandes filósofos que ha tenido occidente, y
que es el formador del pensamiento Kant, conocido en estos días, es
partidario de la pena de muerte. Eles incluso talionaste, es decir,
sostiene práctica y explícitamente la doctrina del Talión del “ojo por ojo,
diente por diente”, por lo tanto, yo creo que esta opinión no es válida.
Todos los ciudadanos tenemos el derecho de defendernos de las
agresiones que atentan contra nuestra vida. Acaso una víctima porque
está siendo agredida ¿pierde sus derechos? y aún más ¿acaso no es
justo que se recompense el daño sufrido? Actualmente la pena de
muerte está vigente en 87 países y en cinco de ellos, la aplican también
amenores de edad. Se cree que donde existe la pena de muerte, es
temida por los criminales y que si es suprimida aumentaría la audacia de
estos. Por otra parte, creo que se trata de una pena justa, que castiga
adecuadamente la culpabilidad. Por el lado social vimos que esta pena
tiene el carácter de intimidación y de disuasión para otros delincuentes.
Si lo miramos por el lado legal encontramos que una víctima como la del
caso señalado, no puede ejercer su derecho de legítima defensa, por lo
tanto, es la sociedad la que debe llevarla a cabo. La pena de muerte
sería pues, un asesinato en legítima defensa. Y desde el punto de vista
de la defensa de la sociedad, como ya lo mencione anteriormente, esta
pena es necesaria cuando no se puede hacer otra cosa con los
criminales incorregibles, que no tienen sentido de moral, y por lo tanto
de sentimientos de piedad, hay que eliminarlos en absoluto de la
sociedad. El poder social no puede permitir que exista ni la más mínima
posibilidad de que un acto se repita por difícil que sea. Esta pena es
necesaria, hay una existencia inmemorial de la pena de muerte, por lo
tanto, me declaro completamente a favor de la pena de muerte por los
delitos de :* Asesinato (Núm. 35:16-21, 30:33; Debut. 17:6; Lev. 24:17)*