SlideShare une entreprise Scribd logo
1  sur  12
La medicina aborigen americana y la medicina moderna
La aportación de la medicina aborigen americana a la medicina moderna es un tema siempre apasionante, no
solo por su interés histórico, sino por que es un tema siempre abierto a nuevas perspectivas.
Comenzó esta aportación en 1492 y constituyó una verdadera revolución terapéutica en su tiempo, que aun no ha
cesado ya que en nuestros días se esta trabajando en Botánica aborigen en diversos centros de la investigación de
América y la Botánica americana sigue proporcionando nuevos elementos valiosos a la terapéutica moderna.

¿Cómo era la Medicina aborigen americana a la llegada de los descubridores españoles al Nuevo Mundo?.
Acompañando a Cristóbal Colon fueron a América el cirujano maestre Alonso, vecino de Moguer, el doctor
Diego Álvarez Chanca, el flebótomo Melchor, el maestre Juan, cirujano y el maestre Diego, boticario.
Posteriormente irían el cirujano Berlanga, que introdujo en América la caña de azúcar, base de riqueza para
muchos países de aquel continente aun en nuestros días, el cirujano Camacho y los médicos Sepúlveda y
Navarro.

Entre los primeros mártires hubo dos médicos, junto con el primer contingente de españoles que Colon deja en el
Fuerte de la Natividad en las islas recién descubiertas: maestre Alonso y maestre Juan. La ciencia medica fue la
primera en pagar con su sangre y su vida la nueva etapa del Descubrimiento.

El contacto con la nueva patología americana, desconocida en su mayor parte por los españoles, les hace conocer
tempranamente garrapatas y coloradillas, jejenes y morrongóys, moscas y mosquitos de voracidad inusitada,
pulgas arenarias y niguas, y les da pestilencias "de las cuales murieron muchos soldados y demás desto todos los
demás adolecimos de unas malas llagas en las piernas" según dirá Bernal Díaz del Castillo.

Balboa ya había señalado anteriormente que de las entradas o exploraciones por aquellas selvas del Darién
regresaban todos plagados de llagas en brazos y piernas. Todos los españoles que desde el primer momento
escriben sobre las tierras recién descubiertas de Indias, repiten una y otra vez que los insectos les hacen la vida
imposible. Oviedo hace repetidas menciones y descripciones de los nuevos males, en especial de la bubas, que
tanta polémica creará hasta nuestros días.

Sífilis tropical, treponematosis, no transmitida en forma venérea, pian, frambesia, yaws, leishmaniasis, pinta o
mal del pinto o carate, fiebres palúdicas, disenterías a causa de las aguas contaminadas, amebiasis, alimentos
descompuestos, escorbuto en las tripulaciones que pasaban meses en el mar sin comer alimentos frescos
vegetales, parasitosis de todo tipo, dermatomicosis, filariosis, enfermedad de Chagas, viriasis múltiples,
epidemias de modorra...

¿Qué hacer ante esta variada, polimorfa e infinita de nueva patología, muchas veces de insospechado origen?

Hernán Cortes dará solución, observando en carta al Rey que "no necesita médicos de España, ya que con los
curanderos indios tiene bastante", Cortes comprobó en si mismo la eficacia terapéutica de aquellos hombres que
si no tenían hospitales, ni religión cristiana, ni ancestrales avances filosóficos, tenían algo que para él era mucho
más sutil como hombre práctico que era: un empirismo tradicional, una experiencia de ensayos milenarios y que
les había hecho llegar al conocimiento por medio del acierto y el error, transmitido de generación en generación
de los efectos curativos de las plantas. La extensa Botánica del Nuevo Mundo proveían al descubridor de toda
clase de nuevos remedios desconocidos para el europeo. Dios daba la llaga, pero también daba la Medicina.

Bernal Diaz, Pedro de Alvarado, Hernán cortes, Balboa y miles de descubridores españoles fueron maláricos.
Disentería de sangre adolecieron muchos de los que participaron en la batalla de Uspactán en 1529.

Bernal nos habla del mucho padecimiento de bubas que sufrieron los soldados de Cortes, Pedrarías Dávila sufrió
una úlcera en sus partes pudendas, probablemente leishmaniasis, hasta el fin de sus días. Y así, infinidad de
nuevas enfermedades, junto con exacerbación de otros viejos padecimientos, maltrataron a los descubridores.

No es de extrañar que desde el primer momento que los españoles pisaron tierra de América se despertase en
ellos el interés por las cosas que en ella había y en especial de las plantas. Basta leer a los cronistas de todo
tiempo para comprobarlo. Así debemos al propio médico de Colón, Álvarez Chanca, el conocimiento de la
patata, cacao, maíz, mandioca, copaiba, guayaco y palo Brasil. El mismo Colón anota que hay miles de árboles
nuevos para él. Oviedo dedica buena parte de su obra a la descripción de las plantas y animales de las tierras
recién descubiertas y una especial atención a la acción medicinal y alimenticia de las plantas del Nuevo Mundo.
Le seguirán con más preparación científica, aunque no con mayor capacidad de observación, el P. José de
Acosta, quien ya menciona la patata como alimento y numerosas plantas medicinales como la zarzaparrilla, la
raíz de mechoacan y otras muchas.

Agustín de Zárate en su Historia del Descubrimiento y conquista del Perú (1555) habla también de la patata.

¿Cómo era la medicina aborigen en América a la llegada de los descubridores españoles? Dependía del grupo
cultural y había muchísimos y muy variados. Mientras la mayoría basaba la terapéutica en la magia y en el
empirismo, otros grupos habían evolucionado hacia estados mas avanzados y así aztecas, mayas e incas habían
logrado un notable desarrollo tanto en la terapéutica medicinal como en la quirúrgica. Se daba, sin embargo el
contrasentido de que su desarrollo no había podido prescindir del sacrificio humano ni del canibalismo por muy
ritual que fuese.

El chamanismo era una institución generalizada como lo es aún en los grupos que, como fósiles vivientes,
conservan sus antiguas tradiciones y culturas lo es aún en Oceanía y África. Pero en las altas culturas americanas
había evolucionado hacia una medicina sacerdotal, como ya había ocurrido en el antiguo Egipto, Siria y
Babilonia por ejemplo.

En Méjico, capital del Anahuac, el emperador disponía cerca de sus templos de grandes jardines botánicos donde
se aclimataban, a la par que plantas ornamentales de todo el imperio, otras medicinales de todos los territorios
bajo su mando. En los tianquez o mercados aztecas, que eran verdaderas instituciones, los herbolarios vendían
toda clase de plantas medicinales. Los Tlama-tepati-ticitl eran los medicos generales que curaban con plantas,
baños, dietas, laxantes o purgantes. El Texoxo-Tlacicitl era el que se dedicaba a la cirugía. Los que practicaban
flebotomías y sangraban eran los Tzoc-tzoani. Las parteras eran las Tlamatkiti-tzitl. Los yerberos eran los
Papiani-Panamacani. Los especialistas en las enfermedades de los ojos tlancotinalitztli y los arregla huesos eran
los teomiquetzani.

Practicaban la adivinación para llegar al diagnostico y la purificación para desagraviar al dios ofendido. Extraían
la causa del mal por medio de la succión, como hacían todavía muchas tribus primitivas. La fisioterapia estuvo
muy extendida entre los aztecas y así conocieron y usaron el baño de vapor o temazcalli, el masaje, la dieta y el
ayuno como técnicas curativas.

La cultura médica de los mayas fue en conjunto muy similar a la azteca. El ahmen es el que sabe y era capaz de
curar por diversos procedimientos, seguían a la previa ceremonia de adivinación o diagnostico.

Entre los incas, al llegar los primeros españoles, la medicina era como entre aztecas y mayas, una mezcla de
religión, magia y empirismo. El amauta es el medico-sacerdote de la nobleza incaica, casta sacerdotal dedicada
al arte de curar, con sus propias escuelas donde eran entrenados los mas selectos de sus descendientes. Llegaron
a tener conocimientos muy por encima de su tiempo en Neurocirugía, cirugía craneal principalmente,
practicando con profusión la trepanación craneal (a veces parece haber existido una verdadera locura de
trepanar) logrando un elevado índice de supervivencias, incluso en casos muy delicados de traumas craneales tan
frecuentes a causa de sus armas y forma de luchar. Sus mazas golpeaban espacialmente la cabeza, de manera que
la fractura con hundimiento fue su principal lesión craneal en la que adquirieron gran practica quirúrgica los
cirujanos militares.

Los hampi-camayoc, por su parte, eran los guardadores de medicinas. Otros eran los comasca o sancoyoc, que en
un plano inferior equivalían al curandero, hechicero, envenenador y médico del pueblo llano. Utilizaban la
adivinación diagnóstica lanzando las hojas de coca y la succión como terapéutica unida al uso de hierbas de
acción medicinal.

Los collahuaya eran otros buenos hierberos, buenos botánicos y el ichuri era el chaman adivino.

Todos los cronistas de Indias refieren extensos capítulos al arte de curar entre los pueblos amerindios.

Los españoles no dejaron de aprovechar los nuevos descubrimientos en materia médica, y los nuevos remedios
fueron pasando en una u otra forma al viejo mundo.
En esta acción destacan los médicos Nicolás Monardes, que vivió en Sevilla donde ejerció su profesión y recibía
de América las plantas y substancias medicinales que utilizaba en sus propios pacientes, observando sus buenos
efectos curativos y el doctor Francisco Hernández, protomédico de Felipe II, quien realizó en 1570 su viaje a
Nueva España para estudiar la Historia Natural por orden del monarca. Allí conoció e hizo amistad con
numerosos médicos aborígenes, utilizando sus conocimientos para escribir su voluminosa obra, gran parte de la
cual estaba dedicada al estudio de los remedios vegetales. Posteriormente, las numerosas expediciones como la
de Mutis, que estudió las plantas del Nuevo Reino de Granada, que abrió el camino para el conocimiento de
innumerables plantas medicinales de América que luego penetraron en Europa. Su Flora de Bogotá y Nueva
Granada es algo verdaderamente notable, como lo son los miles de dibujos del natural que aún se conservan en
sus maravillosos colores, por fortuna bien guardados en un armario de acero, contra todo riesgo de incendio o
inundación en los sótanos del Instituto Botánico Cavanilles del Jardín Botánico de Madrid, donde he podido
verlos y estudiarlos.

Ruiz y Pavón estudiaron la Flora de Perú y Chile, resultado de lo cual es su obra Flora peruviana et chilensis.
Ellos fueron quienes extendieron el uso de la Ratania y la Calaguala y el conocimiento de las quinas del Perú.

Mociño, Sessé y Castillo harán otro trabajo de investigación botánica en América, resultado del cual será su obra
PlantaeNovaeHispaniae.

¿Qué influencia ejercieron las nuevas substancias en España y posteriormente en Europa, en la dieta y en la
terapéutica?

Bastaría que citásemos la quina, la zarzaparrilla, la ipecacuana, el palo santo o guayaco, el curare, la coca, la
cáscara sagrada, jalapa, el Bálsamo del Perú, el Podófilo, la ratania, la angostura, la escobilla, la cuasia, la
kamala, la copaiba, el paico, el jaborandi y la guaraná y la raíz de polígala entre miles de plantas americanas de
acción medicinal. Y la yuca, el maíz, la patata, el cacao entre las alimenticias para comprender que podemos
hablar de una verdadera revolución terapéutica y alimentaria, sin mencionar las especias, como la
canela(Cinamomunceylanicum),          vainilla    (Vanillaplanifolia),    nuez     moscada      (Myristicafragans),
pimienta(Pipernigrum), clavo(Eugenia aromática).

O las plantas de uso industrial como las tintóreas: añil (Indigoferatinctorea), palo Brasil (Caesalpinabrasiliensis),
alheña (Lawsoniainermis), achiote (Bixaorellana), jagua (Genipa americana), cúrcuma (Cúrcuma longa), glasto
(Isatis tinctorea), Reseda silvestre (Reseda lutea), y otras maderables o productoras de substancias tan difundidas
como el caucho (Hevea brasiliensis), el marfil vegetal o cabeza de negrito (Phytelephasseemanii), la caoba, el
guayacán, los cedros amargos, los bongos, los tangarés, etc.

La quina (Cinchonaspp) fue una verdadera panacea. Decía Ramazzini que "la quina fue a la medicina lo que la
pólvora al arte de la guerra". Una verdadera revolución.

Y el maíz y la yuca (Zea mays y Manihot utilísima o mandioca para millones de seres humanos en el continente
africano) que son originarias de América, hoy son base alimenticia, especialmente la yuca.

En cuanto a la patata (Solanumtuberosum) siendo oriunda de América hoy es base alimenticia de muchos
pueblos de Europa. Venció el hambre en Inglaterra y países como Rusia, Polonia, Alemania y todos los países de
Europa no se conciben hoy sin patatas. Por ello podemos decir, que como muchas de las plantas medicinales, las
alimenticias han ejercido una influencia decisiva y la seguirán ejerciendo sobre la salud y la dieta de los pueblos
europeos.

La quina tiene una larga historia que no vamos a exponer aquí, pero ha dado lugar a muchos libros escritos sobre
sus propiedades y ha curado a millones de personas, especialmente sus derivados, utilizados aún hoy día para
curar la malaria.

El Curare (Strichnostoxifera) también utilizado ampliamente en cirugía moderna, como anestésico de base,
mediante sus derivados.

La Cáscara sagrada o jalapa (Convolvulus jalapa) purgante que se encuentra hace muchos años en la Farmacopea
de toda Europa. La raíz de Michoacán o el ruibarbo de Indias que tanto alababa Monardes.

La ipecacuana (Psychotria emética) excelente amebicida y emético, del que se obtiene la emetina, insustituible
amebicida.

El guayacán (Guayacumofficinale) muy utilizado como sudorífico, diurético y antisifilítico en tiempos pasados.
Se le llamó también palo santo o palo de bubas porque los indios lo usaban para curar esta enfermedad.
La zarzaparrilla(smilaxsp) se usó y aún se utilizaba como diaforético, antigotoso, tónico gástrico, depurativo,
diurético y aún antisifilítico. Hoy ha caído en desuso, pero durante varios siglos ha sido medicina de uso diario.
Mutis preparaba con ella su famosa cerveza policresta combinada con la quina anaranjada.

El Bálsamo del Perú (Myroxylonperuiferum) aunque nunca lo hubo en el Perú, sino en Méjico, América Central
y Colombia, fue muy usado por los indios (su savia negruzca) para la curación de las heridas. Luego se difundió
por Europa para curar enfermedades de la piel, entre ellas la sarna y para la elaboración de pomadas. A este árbol
se le llamó en Méjico huitziloxitl.

El Bálsamo de Tolú (Myroxylombalsamum o Toluiferumbalsamum). Se utilizó su resina como la del Bálsamo
del Perú para curar las heridas. Monardes lo alabó en gran medida entre las plantas recibidas por él.

El Podófilo (Podophyllumpeltatum), purgante, colagogo, usado en trastornos hepáticos. En tintura concentrada
es excelente y aún se usa para extirpar las verrugas especialmente el herpes progenital.

El Paico(Chenopodiumantihelminticum) excelente vermífugo ampliamente utilizado, primero por los indios y
luego en toda Europa.

La Ratania o estancadera (Ratania trinada) usada por los indios tupí como antihemorrágico fue introducido por
Hipólito Ruiz en España. La había encontrado en el Perú. Hizo extractos que proporcionó al famoso médico Ruiz
de Luzuriaga quien trató a varios pacientes con excelentes resultados, presentando luego un trabajo sobre el tema
a la Real Academia de Medicina.

La Cuasa (Cuasia amara L.) traída a Europa desde Surinam pasando del Caribe a las Farmacopeas europeas
como febrífugo, aperitivo y alexitérico, diurético y tónico estomacal, así como vermífugo en enemas.

La Angostura (Cuspariatrifoliata) estudida por Mutis, se difundió por Europa como febrífugo, antipalúdico y
tónico digestivo.

La Escobilla (Scopariadulcis) que cito aquí por ser la preferida de Mutis quien la usaba como tónico y febrífugo,
asegurando que había reducido toda su farmacopea personal a esta sola planta.

La Kamala (mallotusphilippinensis) una Euforbiáceas de gran poder tenífugo y vermífugo, así como excelente en
muchas dermatitis fue utilizada en Filipinas trayéndola a Europa donde fue también muy usada como tenífugo.

El Jaborandi (Pilocarpusgondotianus) conocido por los indios tupí-guaraní como emenagogo, abortivo,
antirreumático, antianémico, anticatarral, también fue muy utilizado en Europa como sialorreico, sudorífico,
gracias a sus alcaloides, isopilocarpina, pilocarpina, y pilosina, excitantes del Sistema Nervioso Central, muy
utilizado en oftalmología.

La lista sería in terminable y aún más... ya que existen en América todavía miles de especies y géneros de plantas
cuyos efectos terapéuticos aún no se han difundido.

Personalmente he tenido la suerte de conocer y utilizar numerosas plantas de Centro y Sudamérica en diversos
procesos patológicos. Pondré un ejemplo de los más llamativos para terminar: la jagua(Genipa americana). He
podido experimentar en repetidas ocasiones sus efectos antimicóticos, fungicidas, extraordinarios en las
dermatomicosis, pie de atleta y afecciones dermatológicas pruriginosas. Fue desde los primeros tiempos del
Descubrimiento muy alabada por Gonzalo Fernández de Oviedo, nuestro primer cronista de Indias y tenía mucha
razón para hacerlo.

En el instituto de Investigaciones Amazónicas de Manaos, en Brasil, así como en otros muchos centros de
investigación se están llevando a cabo una serie de estudios sobre las plantas utilizadas por los indios actuales
como remedios para sus enfermedades, para comprobar en ella la existencia de posibles substancias terapéuticas
nuevas. Algunas de ellas podrían revolucionar la terapéutica actual.

Los indios conocen muchos de sus efectos terapéuticos aunque las utilicen por sus aspectos mágicos. El amplio
campo de los líquenes, de los hongos, de los cactus, aún casi virgen, está aún por estudiar. Creemos que en este
terreno existe aún un gran futuro para la medicina y la terapéutica de las enfermedades que no debemos olvidar.

LA MEDICINA AMERICANA
Acabo de regresar del congreso de la Academia Americana de Dermatología que se ha celebrado en New
Orleans. En un post posterior os contaré las novedades que he encontrado en dicho congreso. He aprovechado
que estaba en EEUU para visitar algún amigo dermatólogo en Minneapolis y en la Clínica Mayo de Rochester,
Minnesota.

Cuando uno viaja y vive fuera de España es cuando descubre su propio país. Las particularidades tanto positivas
como negativas. También uno se da cuenta que los españoles nos parecemos más de lo que algunos desearían.

¿El nivel de la medicina española es comparable a la americana? Es difícil de contestar. Desde luego los
americanos desearían tener las coberturas sanitarias y la calidad de la sanidad pública española. También
desearían que los seguros médicos privados fueran tan baratos como aquí. Y desde luego a los americanos les
gustaría una medicina no “defensiva” como se realiza en EEUU, donde en ocasiones para prevenir denuncias no
se realizar determinadas técnicas o tratamientos, o se realizan de forma innecesaria.

¿Entonces qué hace que cuando una persona con posibilidades económicas de cualquier país acuda a EEUU
cuando tiene una enfermedad grave? En mi opinión existen 3 razones: la investigación, la organización y el
respeto al paciente.

La mayor parte de los avances científicos diagnósticos o terapéuticos se originan en EEUU. La investigación de
hoy es la medicina del futuro y eso los americanos lo saben muy bien. Y cualquier médico en EEUU tiene,
además de su parte asistencial, una línea de investigación que hace que su profesión sea más completa. Otro
ejemplo es el valor que dan a las bibliotecas en los hospitales americanos, donde tanto sus instalaciones como su
contenido asombran a cualquier médico.

En relación a la organización, la medicina americana es insuperable. Todo acto médico está debidamente
protocolizado para minimizar los errores y para hacer sentir al paciente más cómodo desde que llega a la
clínica, hasta que se va.

Y por último el respeto al paciente. Respeto en cuanto a puntualidad, información, tiempo dedicado a cada
paciente, especialización en los tratamientos, y rigor científico a la hora de aplicarlos.

Siempre que regreso cada año de la Academia Americana lo hago con muchas ganas de mejorar nuestra unidad y
nuestra práctica diaria y de incorporar nuevas ideas y avances científicos. Y me doy cuenta de que a pesar de las
limitaciones económicas de la medicina en España, el nivel de los médicos españoles es muy alto y la calidad
asistencial es muy elevada, sobre todo en la medicina pública, y cada vez más en la privada. Prueba de ello es el
gran prestigio internacional que tiene la medicina española, con constantes publicaciones en las revistas
científicas más prestigiosas del mundo. Y es nuestra obligación como médicos seguir mejorándola.

El 3 de diciembre se celebra el Día de la Medicina Latinoamericana, coincidiendo con el natalicio del sabio
cubano Carlos Juan Finlay y Barrés, nacido en Camagüey, en 1833, quien descubrió del agente transmisor de la
fiebre amarilla.
El doctor Finlay, el más profundo e intenso investigador de esta enfermedad, concluyó que entre un sujeto
infectado y otro sano, había un agente independiente que la transmitía, y fue capaz de identificar al Aedes
aegypti como el vector biológico.
Finlay aplicó dicha teoría a la solución del misterio acerca de la propagación de la fiebre amarilla, enfermedad
que desde 1762 era endémica en Cuba donde había producido considerable número de víctimas, y descubrió al
mosquito Aedes aegypti como el único agente capaz de transmitirla. Durante sus investigaciones creó el método
experimental de producir formas atenuadas del mal en los seres humanos, lo que además de permitirle
comprobar la veracidad de sus concepciones y descubrimientos, le posibilitó el estudio de los mecanismos
inmunológicos de las enfermedades infectocontagiosas. Por otro lado formuló las reglas básicas para erradicar al
mosquito, que todavía se aplican como medida preventiva, con lo que dio inicio al procedimiento sanitario social
conocido como lucha antivectorial.
Por sus grandes contribuciones para librar al hombre de los terribles estragos de la fiebre amarilla y erradicar
otras enfermedades, se le considera al doctor Carlos J. FinlayBarrés un benefactor de la humanidad y el más
grande científico cubano de todos los tiempos.
En el acta de la sesión de la Junta de Gobierno de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La
Habana del 12 de diciembre de 1932, consta la proposición de nombrar una comisión que se encargara de los
preparativos para conmemorar al siguiente año el centenario del natalicio de Finlay.
Esta iniciativa de celebrar con solemnidad los 100 años del nacimiento del sabio cubano, había sido lanzada
mucho tiempo antes por el doctor Jorge Le Roy Cassá y fue el día de esa reunión que adquirió carácter oficial.
Más aún, en el acta de la referencia se hizo también constar que el entonces joven médico argentino Horacio
Abascal Vera, preocupado porque una vez que transcurriera la fecha del 3 de diciembre de 1933 desaparecería de
la escena una efemérides tan gloriosa, sugirió como forma de perpetuarla la realización de las gestiones
pertinentes para constituirla como “Día de la Medicina Americana”, de manera que todos los países dieran
cuenta esa fecha de sus progresos, tanto en el área médica en particular, como en los aspectos económicos y
culturales en general, en los cuales la obra de Finlay había ejercido una influencia favorable.
La sugerencia del Dr. Abascal prosperó meses después, en ocasión de la celebración en Dallas, Texas, Estados
Unidos de América, del IV Congreso de la Asociación Médica Panamericana, entre el 21 y el 25 de marzo de
1933. La conclusión del trabajo que presentó como ponencia a ese evento bajo el título de “Finlay,
panamericanismo y día de la medicina americana”, proponía justamente la conmemoración solemne, el 3 de
diciembre de ese mismo año, del centenario del natalicio del científico cubano y la instauración de la fecha como
el “Día de la Medicina Americana” con carácter permanente. La proposición tuvo una acogida muy favorable
de parte de los representantes de los países allí reunidos, quienes la aprobaron por unanimidad.
Así, desde del 3 de diciembre de 1933 y por la iniciativa del Dr. Abascal, médico argentino se celebra
anualmente cada nuevo aniversario del nacimiento de Carlos J. Finlay.
Durante cerca de 30 años, la trascendental efemérides se conmemoró como el “Día de la Medicina Americana”,
según se había acordado en el referido Congreso de la Asociación Médica Panamericana. Sin embargo, con
posterioridad al triunfo de la Revolución cubana, se consideró que el 3 de diciembre de cada año debían ser
objeto de homenaje todos los trabajadores que de cualquier forma dedican su esfuerzo a las disímiles labores que
tienen que ver con el fomento, la preservación y el restablecimiento de la salud dentro o fuera del país.
Esta es la razón por la que se celebra desde entonces en esa fecha el “Día de la Medicina Latinoamericana y del
Trabajador de la Salud.

Medicina Americana Nativa
La práctica americana nativa de la medicina fue dada abajo de las generaciones por una tradición oral, que hace
difícil de documentar sus orígenes. Como otras prácticas tradicionales de la medicina, la medicina americana
nativa se centra en curativo en su totalidad, implicando el uno mismo físico, el alcohol interno, la forma de vida
y el ambiente. La filosofía de la medicina americana nativa se arraiga profundamente en tender un puente sobre
la relación entre los seres humanos y el mundo natural que los rodea. Algunas semejanzas se pueden considerar
entre las prácticas de la medicina de las varias tribus americanas nativas. Las preferencias del paciente se
respetan siempre en medicina americana nativa.
Carlos Juan Finlay (1833-1915), médico y microbiólogo cubano, descubridor del modo de transmisión de la
fiebre amarilla, una enfermedad infecciosa caracterizada por fiebre alta e ictericia.
Carlos Juan FinlayBarrés nació el 3 de diciembre de 1833 en Puerto Príncipe (hoy Camagüey). Estudió en el
Jefferson Medical College de Filadelfia, Pennsylvania (EEUU), graduándose en 1855. Después regresó a Cuba,
revalidando su título en la Universidad de La Habana en 1857. En 1902, al proclamarse la república de Cuba,
Finlay fue nombrado jefe nacional de Sanidad, puesto en el que se mantuvo hasta 1909. El 3 de diciembre,
aniversario de su nacimiento, se celebra el Día de la MedicinaAmericana.
En 1860 empezó a trabajar en el modo de transmisión de la fiebre amarilla. En 1881, en una conferencia
internacional celebrada en Washington, Finlay propuso la transmisión de la enfermedad por un „agente
intermediario‟. En agosto de ese mismo año leyó, en la Academia de Ciencias de La Habana, el estudio titulado
El mosquito como agente de transmisión de la fiebre amarilla, en el que identificaba a ese agente como el
mosquito Aedes aegypti. El trabajo fue publicado en los Anales de la Academia y Finlay siguió realizando
experimentos sobre la transmisión de la enfermedad. Sin embargo, su teoría no tuvo una gran aceptación y no
fue confirmada hasta 1900 por una comisión sanitaria estadounidense, creada para investigar las causas de la
fiebre amarilla y dirigida por el bacteriólogo estadounidense Walter Reed. Las investigaciones de Finlay
permitieron iniciar, en 1901, una campaña dirigida por el médico estadounidense William Gorgas, que consiguió
eliminar la enfermedad de La Habana en 1905. Cuatro años más tarde la enfermedad fue erradicada de Cuba.
Finlay falleció el 19 de agosto de 1915 en la capital cubana.
En 1933, en ocasión de la celebración en Dallas, Estados Unidos, del IV Congreso de la Asociación Médica
Panamericana, se aprobó por unanimidad que el 3 de diciembre se estableciese como el „Día de la Medicina
Americana‟, ya que el 3 de diciembre de 1833 nació en Puerto Príncipe -actual Camagüey-, Cuba, Carlos J.
FinlayBarrés, quien descubrió el agente transmisor de la fiebre amarilla.
El 12 de agosto de 1879 se fundó la primera asociación médica cubana: Sociedad de Estudios Clínicos de La
Habana. Un año después de su inauguración y a propuesta del doctor Finlay, la Sociedad determinó establecer la
Comisión de Fiebre Amarilla, encargada del estudio permanente de la enfermedad que constituía el principal
problema epidemiológico en las regiones tropicales y subtropicales.
En junio de 1881, Finlay realizó experimentos con voluntarios y comprobó su hipótesis; también descubrió que
el individuo picado por un mosquito infectado, quedaba inmunizado contra futuros ataques de la enfermedad.
El 14 de agosto de 1881 Finlay hizo la exposición completa de su teoría, „El mosquito hipotéticamente
considerado como agente de transmisión de la fiebre amarilla‟, en la Real Academia de Ciencias Médicas,
Físicas y Naturales de La Habana. Finlay identificó a dicho agente como el mosquito conocido como Aedes
aegypti.
El doctor Finlay creó el método experimental de producir formas atenuadas del mal en los seres humanos, lo que
además de permitirle comprobar la veracidad de sus concepciones, le posibilitó el estudio de los mecanismos
inmunológicos de las enfermedades infectocontagiosas. Formuló las reglas para erradicar el mosquito, que
todavía se aplican como medida preventiva, con lo que dio inicio al procedimiento sanitario conocido como
lucha antivectorial.
Eminentes investigadores como Ronald Ross (premio Nobel en 1902) y Alphonse Laverán (premio Nobel en
1907), propusieron oficialmente en diversas oportunidades la candidatura de Finlay al premio Nobel.
La Universidad de Liverpool -el principal centro de medicina tropical en el mundo, en aquellos años-, le otorgó a
Finlay la medalla Mary Kingsley. La Academia de Medicina de París le adjudicó un premio importante y el
gobierno francés le otorgó la Legión de Honor.
En 1954, en el XIV Congreso Internacional de Historia y Medicina, celebrado en Roma, se aprobó la moción:
“Sólo Carlos J. Finlay, de Cuba, es el único y sólo a él corresponde el descubrimiento del agente transmisor de la
fiebre amarilla, y a la aplicación de su doctrina el saneamiento del trópico”.
El doctor Finlay estuvo al frente de la sanidad cubana desde el inicio de la República en 1902, hasta su jubilación
en 1915.
El doctor Gorgas aplicó en Panamá lo que aprendió en Cuba de Finlay, lo cual permitió terminar el Canal de
Panamá. Una placa en la Plaza de Francia reconoce la contribución del doctor Carlos J. FinlayBarrés a la
construcción del Canal.


HISTORIA DE LA MEDICINA
ABORÍGENES/historia
AMÉRICAS
Las fuentes para el conocimiento de las enfermedades y prácticas médicas de los indios aborígenes americanos
provienen de antiguos anales históricos, principalmente españoles, de manuscritos, autóctonos que bosquejan el
folklore y creencias de esos pueblos y de estudios de sus restos de utensilios artísticos y esqueletos. En su saber
médico el indio americano era profundamente objetivo, pero en sus interpretaciones diagnósticas y pronósticas
era a menudo oscuro y subjetivo y con mucha frecuencia la base del tratamiento se cimentaba en prácticas
místicas y sobrenaturales del curandero o médico hechicero. Del estudio de la frecuencia de sus enfermedades se
ha opinado acerca de la rareza de entidades como el raquitismo, tuberculosis, micro e hidrocefalia, peste, cólera
morbo, lepra y cáncer, incluso se ha dudado de la existencia de la malaria, fiebre amarilla, fiebre tifoidea,
escarlatina y difteria. Por otra parte, la osteoporosis craneal simétrica y la osteomalacia han sido descubiertas en
cráneos peruanos, mayas y norteamericanos(1-5). Otras enfermedades han sido señaladas, como la Uta y la
fiebre de Oroya en el antiguo Perú y el Gundu, enfermedad caracterizada por una hinchazón en la base de la
nariz. Entre otras enfermedades que padecieron los indios americanos hay que incluir las artritis, reumatismos,
enfermedades por deficiencia, neuralgias, bocio endémico en ciertas regiones, litiasis urinaria, tumores óseos del
conducto auditivo externo. En la región de los Grandes Lagos, la pleuresia y neumonía eran comunes, así como
las conjuntivitis y enfermedades de los dientes del tipo de las caries, abscesos alveolares, periodontitis e
hipoplasias. Acerca de la elevada presencia de caries pueden ilustrar los siguientes datos:
                                      Entre los Zuni       75 % (Indios Pueblos)
                                            Pecos                   47 %
                                             Perú                   35 %
                                          Kentucky                  30 %
                                          California                25 %
                                    Sioux                           12 %
El problema de la sífilis prehistórica ha dado origen a numerosas polémicas. Importantes investigaciones de
William y Denniger afirman haber identificado la sífilis en esqueletos precolombinos y en huacos peruanos. (6-
9)
William ha reconocido la sífilis en materiales prehistóricos encontrados en Pecos, Nuevo México, en cráneos y
huesos largos de Paraca,s, Perú; cráneos de Rio Negro, Argentina; huesos largos del Valle de Cañete, Perú;
huesos largos en Ohio, E.U, cráneos y huesos largos en Alabama y Arizona y en un cráneo de Tlatelolco,
México. Este investigador concluye: el diagnóstico de la sífilis en los cráneos es tan seguro como es posible
hacerlo en huesos secos sin historia clínica. Por su parte Denninger diagnosticó "Periostitis luética del
adolescente" en huesos largos prehistóricos procedentes de Illinois y lesiones sifilíticas en los huesos faciales de
un cráneo procedente de Arizona que data del año 1000 de n.e. Es de señalar en lo que a cráneos precolombinos
se refiere la notable frecuencia de deformaciones artificiales encontradas en peruanos (Aymarás), Mayas e Indios
del Suroeste y Costa Noroeste de E.U. Los cráneos eran achatados en la región occipital o alargados por
compresión bitemporal o interparietal. El término medio de vida era de 37 + - 3 años. Era rara la sobrevida de 50
o más años. Los jóvenes eran entrenados por medio del ayuno y demostraciones de coraje para adquirir
resistencia y valor, proceso que culminaba con la iniciación. Pero las vicisitudes de la vida, la selección de los
más fuertes y los peligros y rigores de la caza y de la guerra diezmaban las filas de los hombres adultos. Las
mujeres sobre quienes recaía el peso de la existencia, declinaban, envejecían y morían a temprana edad. La
mortalidad infantil era excesivamente elevada como también de las madres durante el parto. De hecho, entre los
peruanos, se han descubierto cierto número de mujeres jóvenes enterradas con lo que seguramente eran criaturas
muertas. Los indígenas vivían en contacto con la naturaleza, y las leyes naturales eran muy exigentes. En los
pueblos primitivos existe a menudo la costumbre de acoger a los adolescentes en el círculo de los adultos por
medio de ritos y ceremonias. Estas consagraciones rituales son llamadas por los etnólogos "iniciaciones". Con
estas consagraciones rituales más o menos primitivas guardan relación, hasta cierto punto, los ingresos rituales
de adultos en ligas y sociedades secretas, cultos y misterios, de modo que pudiera hablarse en estos casos de
iniciaciones. Las iniciaciones ofrecen gran interés no solo desde el punto de vista histórico- cultural, sino
también en su aspecto histórico- médico. La investigación de la iniciación va íntimamente ligada con la
evolución de la etnología y se esfuerza en estudiar gran número de problemas, de los cuales, por la índole de esta
disertación, trataremos muy someramente los aspectos histórico médicos. Luego de un proceso completo más o
menos largo, los iniciantes concluyen la seclusión o período de aislamiento y alejamiento de la comunidad,
período éste que termina frecuentemente con una gran fiesta que al mismo tiempo representa el punto culminante
y final de la iniciación. Estos días van asociados por lo general con difíciles pruebas para los iniciantes, al tiempo
que la comunidad o tribu observa la influencia que ha producido sobre ellos el período de seclusión. En las
regiones donde es costumbre practicar la circuncisión, ésta constituye el acto más solemne de la fiesta. Los
iniciantes son sometidos a la operación, durante la cual toda manifestación de dolor es considerada inoportuna y
vergonzosa. También se cuentan entre estas prácticas las perforaciones múltiples en los lóbulos de la oreja o del
tabique de la nariz, el arrancamiento y/o limado de los dientes y el tatuaje. Los ritos de iniciación no solo deben
procurar vigor y salud a los iniciantes, sino también a todos los individuos de la comunidad, como el crecimiento
de los niños, la curación de las enfermedades. (10)
La iniciación además de ser un proceso - ceremonia de la madurez, desempeña también como hemos señalado,
cierto papel en la admisión en sociedades tanto religiosas como profanas, así como en las ligas secretas y de la
misma se esperan diversos efectos, aparte de los médicos ya mencionados, como buenas cosechas, éxitos en las
guerras.
Con el tiempo se conformaban grupos que se consagraban exclusivamente a uno de los citados efectos, digamos
por ejemplo, la curación de enfermedades y surgieron así sociedades llamadas "de medicina", que cultivaban la
asociación mágica con animales, a los que se atribuían virtudes curativas, ocupándose también de la enseñanza
de sus miembros en el arte mágico y práctico de curar. Los pertenecientes a estas sociedades se encargaban de
toda la práctica médica dentro de la tribu; tal es el caso entre los indios Menominee (Wisconsin) y los Odbjibwa
de Minnesota y análogas ligas existían entre los Delawares, los Panis, Indios de las praderas (Omahas), Pueblos
y Navajos. En todos los casos el ingreso en la liga tenía lugar bajo la forma de una iniciación y solo variaban en
cada una de ellas los detalles de los ritos, los preceptos y los conocimientos médicos que había que adquirir. Un
ejemplo del ceremonial y actuación de tales sociedades secretas lo tenemos en la sociedad de medicina de los
indios Acoma. Acoma es el nombre de un poblado de indios Zuni, que viven en Nuevo México en las vertientes
montañosas del Río Grande. Los habitantes de Acoma, que hoy día viven como labradores y pastores, poseen un
glorioso pasado.
Desde su pueblo natal emprendían sangrientas excursiones de rapiña que entre los habitantes de la llanura les
valió la fama de distinguirse por su implacable crueldad y violento salvajismo. Hoy día a pesar de las radicales
transformaciones que forzosamente conmovieron este pequeño Estado en sus cimientos, los indios Acoma, al
contrario de otras tribus, han sido capaces de conservar sus características e incluso imponer su voluntad ante la
poderosa raza blanca, a pesar de los intentos de los misioneros y de las tentaciones de la civilización moderna.
Las conquistas de la técnica moderna, la radio, las máquinas agrícolas, si bien suscitan el asombro o la
admiración de los Acomas, no por ello conmueven su fe en el valor de su propia cultura. Los actos religiosos de
la tribu están consagrados a dos fines: la consecución de los alimentos y el alejamiento de las enfermedades. Aún
hoy en día existían cuatro sociedades de medicina, además de otro grupo de "médicos hechiceros de serpientes",
agrupaciones éstas dedicadas al bienestar de la tribu, combatir las múltiples dolencias causadas por
embrujamiento y preservar al pueblo los espíritus malignos.
A pesar de los conocimientos reducidos de estas sociedades secretas de medicina, disfrutaban de gran prestigio
en la tribu. En realidad logran muchas curaciones, en parte quizás por la eficacia de sus medicinas y por otra
parte por la credulidad y sugestibilidad de los pacientes. Su ceremonial consta de cantos, danzas y oraciones. Es
característico en las danzas la simulación de los movimientos de los animales sagrados. Las oraciones se dirigen
a todos los seres sagrados de la tribu y ante todo a los animales médicos- hechiceros, como son el oso, el águila,
el tejón, el puma y la serpiente, de cuya benevolencia depende el buen éxito de la ceremonia. Así, durante el rito
los médicos hechiceros gruñen como osos, para expresar que no han sido ellos, sino el médico- hechicero oso el
que ha llevado a cabo el milagro curativo. El centro de todo el rito descansa en el winock, objeto que encarna la
reliquia más sagrada de la tribu, o sea, ella misma, tal como fue creada por la madre ancestral de todos los indios.
Objeto que entre otras cosas contiene granos de maíz, que son distribuidos entre todos los participantes para su
masticación, acto que pudiéramos calificar como el de una comunión. El enmascaramiento es un elemento
sumamente importante tanto en los ritos y ceremonias de iniciación como en la práctica de los médicos-
hechiceros, curanderos y shamanes. Tanto con la careta como con la máscara, en el amplio sentido de la palabra,
se intenta conseguir una transformación y tales transformaciones son puestas en práctica en las mas diversas
ocasiones. Recordemos solo un ejemplo: el disfraz que imita al animal y que es utilizado por los pueblos
cazadores primitivos para engañar a la caza; otro ejemplo serían las actuales caretas de carnaval.
Sin embargo, entre la mayoría de los pueblos primitivos que todavía hoy conocen el uso de las máscaras, la
transformación intentada por el portador de ellas, tiene un sentido mucho mas profundo que solo puede
expresarse por las nociones religiosas de dichos pueblos y cuya importancia ha sido indicada por primera vez por
la moderna etnología en su significación mas amplia. En efecto, las máscaras de los pueblos primitivos
representan la mayoría de las veces demonios, espíritus y almas de difuntos o de animales y el portador de la
máscara se identifica absolutamente con los seres representados, es decir, que al llevar la máscara se siente en
realidad transformado. Las máscaras como representación de espíritus de difuntos y de antepasados, son usadas
también en la ceremonia de iniciación de adolescentes, en las ceremonias de difuntos de sociedades secretas, en
las fiestas de iniciación o en los ritos de "Sociedades de Medicina". Un hecho curioso es el que todo lo que se
refiere a máscaras es en gran parte cosa de los hombres, y que las mujeres solo desempeñan aquí un papel muy
secundario o están del todo eliminadas. Por supuesto que nos referimos a los enmascaramientos en los pueblos
primitivos precolombinos. Las máscaras a menudo reproducen con sorprendente naturalidad los rasgos
fisonómicos de un difunto determinado; otras veces imitan animales con o sin relación con manifestaciones
totémicas; las otras máscaras en cambio, representan en general espíritus y demonios. Los shamanes esquimales
confeccionan sus máscaras con arreglo a las visiones del espíritu. Pero existe un grupo de máscaras de particular
importancia en la historia de la medicina: las máscaras de enfermedades, justamente aquellas que están
relacionadas con las enfermedades o con la curación de enfermos.
En la mayoría de los casos de enmascaramiento la relación es estrecha con el shaman o con el médico-
hechicero, que en sus ceremonias mágicas para lograr la curación, además de una vestimenta características y de
determinados atributos (como el tambor y el abanico de los shamanes y el maracá y tubo de soplar de los pagés o
caraibastupinambaes del Brasil), lleva también muchas veces una careta. En efecto, mientras que los pueblos
primitivos en general, saben muy bien tratar convenientemente las enfermedades y achaques, cuya causa externa
es evidente como en las hemorragias, luxaciones y fracturas, en otras dolencias sobre todo en las enfermedades
infecciosas, acompañadas de fiebre (paludismo, fiebre tifoidea, cólera, sarampión, viruela, enfermedades
venéreas), así como en las afecciones mentales y psíquicas, se vale de medios mágicos de tratamiento y estos se
fundan en la idea de que la causa de la enfermedad es la influencia de seres sobrenaturales, espíritus y demonios
que pueden ser dominados y expulsados por el shaman o el médico- hechicero. Precisamente las máscaras
empleadas en diversas ceremonias para ahuyentar por magia las enfermedades y epidemias, representan uchas
veces el demonio de la enfermedad, su espíritu maligno. Debe significarse que en muchas ocasiones las máscaras
lejos de representar el demonio de la enfermedad, solo están destinadas a la protección del hechicero. Una
característica del gran grupo de máscaras de los indios del noroeste de América es la acentuación de lo horrible y
terrorífico, de tal modo que en ellas el factor demoníaco alcanza quizás el máximo de expresión artística. En
estas regiones los miembros de cada uno de los numerosos clubs secretos, ya mencionados que se forman a base
de los mismos sueños y visiones y que practican sus propias ceremonias y danzas llevan todos ellos las mismas
máscaras. En estos casos, la relación entre estas danzas de máscaras y la curación de enfermos, se encuentra una
explicación ingeniosa entre las tribus Creek de Norteamérica; en ellas las danzas rituales con caretas tenían
primitivamente por objetivo la reproducción y reconciliación de los animales de caza y sólo más tarde se
volvieron ceremonias de curación, al imponerse la creencia de que los animales, para vengarse de la persecución
de que eran objeto por parte del hombre, enviaban a éste las enfermedades y epidemias.
Al contrario de las máscaras del noroeste de América donde domina la apariencia horrible y terrorífica, las
caretas y disfraces de América del Sur presentan una fuerza de expresión mucho menor. Los Indios de América
del Sur no sentían ni sienten en general, ni son capaces de representar lo terrible y demoníaco. En sus fiestas
mortuorias se permite que asistan mujeres y niños e incluso, entren en contacto con los portadores de máscaras.
Por otra parte, en consonancia con la atmósfera menos misteriosa y secreta de esta ceremonia, el carácter
imponente y demoníaco de la máscara causa una impresión más bien pintoresca. Las máscaras y danzas de
máscaras están muy extendidas. Se han estudiado entre los habitantes de la Tierra de Fuego, entre los Bororó del
este de Brasil, en los Araucanos de las Pampas (Ona), en las tribus de la Patagonia (Yamanas), tribus del Chaco,
nordeste del Perú (Ultotos, Okaimas y Omaguas), Chibchas y Kagabas de Colombia, en la selva tropical y
noroeste de Brasil ( Xingus, Juris, Tikunas, Kobeuas). Detalle característico de todo Brasil es que las máscaras y
disfraces se destruyen al fin de la fiesta.
El baño de sudor en su forma clásica, tal como existía entre los escitas, eslavos y fineses es también una de las
prácticas culturales y médicas más difundidas entre los habitantes indígenas de Norte y centro América. Puede
decirse que en el basto triángulo conformado por Alaska, Labrador y Guatemala, solo algunas tribus periféricas
de la Columbia Británica y valle del río Colorado no practicaban estos baños. Como tantas otras cosas, el baño
de sudor de los indios, baño de vapor, está en estrecha relación con el mismo procedimiento del Viejo Mundo y
la similitud entre ambos es muy grande aún en los menores detalles. Al principio esta práctica prevalecía en todo
el este y norte y en las praderas y mesetas del oeste y se preparaba colocando en una pequeña cabaña piedras
excesivamente calientes, la cabaña se cubría con frazadas para impedir la entrada del aire y luego que los
pacientes se hubieran instalado en el interior se vertía agua sobre las piedras. Prácticamente cada tribu o
comunidad construían la cabaña a su manera y acorde con los materiales de construcción disponibles. El baño de
sudor era muy común entre los Delaware, Creeks. Choctaws, las tribus "pies negros" Dakotas y Kiowas y entre
las comunidades seminómadas Mandan, Omahas y Pawnees del río Misouri. Aún hoy el baño de vapor se utiliza
entre los esquimales de Alaska, muchas tribus californianas y Navajos de Arizona. En México y Guatemala las
cabañas para estos baños se conservan en su forma primitiva. El "tomascal" azteca era una construcción circular
con muro de piedra, abovedada, con horno exterior donde las planchas candentes de piedra roja son salpicadas
con agua. El baño de vapor era de uso corriente entre los Mixtecos, Totonacas y Mayas. La regularidad y
frecuencia del baño de vapor contribuía a purificar, refrescar y fortalecer el cuerpo, además entre muchas tribus
es considerado casi como una "panacea" contra todas las enfermedades externas o internas. Así, constituía un
remedio contra la gota y el reumatismo, la constipación, fiebre, tifus, neumonía, enfermedades de la piel,
convulsiones y parálisis. No obstante, su práctica excesiva se acompañó en ocasiones de funestos resultados. En
muchas ocasiones se complementaba el baño con masajes, sobamiento con ramas de plantas aromáticas,
soplamientos.
Entre las tribus subárticas de América del Norte, la curación de enfermos está ligada al shamanismo, que en
dichas regiones desempeña un importante papel. Al igual que en el shamanismo esquimal, reviste importante
consideración la creencia en espíritus personales protectores. En estos casos el shaman cree conquistar tales
espíritus procurando adquirir mediante aislamiento repetido, ayunos, vigilias y otras privaciones, una
sensibilidad especial para sus visiones, visiones en las cuales se le aparece el espíritu protector (un animal, con el
fin de ayudarle en los conjuros que pronuncia durante su éxtasis.
Shaman es el médico mago- sacerdote, que por el redoble de tambor, la danza, la música y las maceraciones, cae
en éxtasis, entra en comunicación con espíritus buenos y malos y adquiere así, ciencia y poder. El shamanismo
es la creencia y práctica concentradas en el shaman. Por extensión, toda forma de religión en la cual la divinidad
entra en comunicación con los hombres por mediación de personas en éxtasis o de posesos, como ocurre en las
tribus indígenas de Norteamérica y además en norte de Asia, Indonesia y África. La historia del culto de la
serpiente en América nos da un ejemplo muy notable de la tenacidad con la cual los pueblos conservan antiguas
tradiciones y creencias a través de los siglos. El culto de la serpiente estaba muy difundido entre los indios
americanos en la época precolombina . Entre los Mayas el joven que quería adquirir el arte de la medicina tenía
que hallar un maestro complaciente. El instructor y el novicio tenían que retirarse a una choza en el bosque,
donde el novicio aprendía los encantamientos y prácticas médicas necesarias para la curación de distintas
enfermedades. Luego se le dejaba solo , y era enviado al encuentro de una boa constrictor que irguiéndose sobre
la cola, colocaba su lengua en la boca del jóven, completándose en esta forma su iniciación.Entre los Mayas los
novicios eran iniciados en la medicina con una complicada ceremonia en la cual las serpientes, que salían de
nidos de hormigas , jugaban un papel muy importante: La idea del novicio devorado por la serpiente y luego
expulsado per anum sugiere la ceremonia de iniciación comunes a las distintas ramas de los Mayas. En realidad,
una cabeza humana entre las quijadas de una serpiente es un tema común en el arte Maya. Después de haber
salido del país de los vivos y de haber aprendido el uso del peyote y otras sustancias narcóticas, se suponía que el
novicio era tragado por una serpiente y que luego resucitaba, interesante interpretación de una forma de
metamorfosis que demuestra la más íntima relación entre la serpiente y la medicina.
La tradición del culto de la serpiente existe en la actualidad en muchas tribus indias de América del Norte,
particularmente entre las tribus de los Hopis, que viven en la región sudoeste. Estas comunidades celebran la
danza de la serpiente con serpientes capturadas y que luego de concluida la ceremonia son puestas en libertad,
suponiéndose que al alejarse se llevan las influencias malignas que de otro modo afectarían la salud y el
bienestar de la comunidad.
El indio americano precolombino trataba con relativa habilidad las fracturas, realizando amputaciones simples
complementadas con prótesis de madera como ha sido comprobado en el Perú. Practicaban la inmovilización de
fracturas y reducción de luxaciones empleando entablillados, pero como la consolidación dependía de la correcta
manipulación inicial, eran frecuentes los grandes callos óseos, las deformidades y acortamientos de los huesos
fracturados. Otro de los recursos médicos era la succión y aplicación de ventosas. La succión particularmente era
un recurso muy utilizado, luego del baño en el río y sobamientos por los tupinambaesbrasileños.Las sangrías se
hacían por incisiones en las venas cefálicas, safenas y temporales con cuchilletes de obsidiana o puntas de silex y
se recuría a menudo a las mismas en casos de cefaleas y fiebre. Si las hemorragias de la herida no se cohibían
por sí mismas eran yuguladas con telas de arañas, hongos secos, corteza frescas de árboles o con raspaduras de
cueros curtidos.(11-12)
Fue la trepanación la principal técnica desarrollada por los aborígenes, especialmente en la región andina. Este
proceder ha sido estudiado en cráneos peruanos (Incalcos), ha sido descrito en la región de Pueblo, en Giorgia y
en la costa noroeste, así como en Michigan (Norteamérica). Se hacía generalmente para aliviar los golpes
debidos a fracturas del cráneo por cachiporras de guerra, otras veces, se cree se realizaban para curar el dolor de
cabeza, permitiendo que los "espíritus malignos" salieran al exterior. Casi siempre se realizaban en el parietal
derecho y menos frecuentemente en el frontal u occipital. Se han encontrado cráneos hasta con cinco
operaciones, todas satisfactorias. Los instrumentos empleados eran láminas y astillas de silex, obsidiana, cuarzo
y probablemente láminas de cobre. En el Perú se utilizaba un instrumento en forma de semiluna y amplio mango
que los médicos- hechiceros incas manejaban con destreza y que es conocido por el tumi. El progreso de las
investigaciones etnológicas en América del Sur puso de manifiesto de modo evidente que el médico hechicero
constituía una presencia común en estos territorios. Los viajeros de criterio superficial, para explicarse todo lo
que les parece incomprensible y enigmático de los pueblos primitivos, acostumbran a salir del paso alegando que
se trata solamente de un engaño de las masas, trucos de prestidigitación y supersticiones. Ahora bien, quien de
tal manera juzga, pierde de vista que el llamado hombre primitivo es un observador demasiado perspicaz para
dejarse engañar fácilmente y que, por otra parte, por su compenetración directa con la naturaleza, siente ésta con
mucha mayor seguridad y sensibilidad que el habitante del mundo moderno.
A cargo del ejercicio de esta medicina relativamente bien organizada estaba el hechicero o curandero. Era él
quien preparaba los cocimientos y medicamentos en general, quien los administraba y quien por medio de
sortilegios y palabras mágicas, convencía al paciente de la certeza del diagnósticio, de la eficacia del tratamiento
y le inspiraba confianza en el pronóstico. El campo de acción del médico hechicero no abarca el mal corporal o
la enfermedad de un órgano, sino exclusivamente la fantasía y la imaginación, el temor y el presentimiento, una
amenaza o creencia, en una palabra, la enfermedad del alma. Por ello el indio acude al médico hechicero en
muchas ocasiones por depresión anímica y malestar espiritual, cuando tienen siniestros presentimientos y en
casos de fenómenos naturales de amenazadora inminencia, en los estados de angustia y en los conflictos de
orden general. De aquí que la relación entre el "doctor" y el paciente era aún mayor que hoy, pues el médico
hechicero obrando como intermediario, ponía al paciente en relación con el mundo espiritual. Para ello el
"doctor", el paciente, o ambos, a menudo recurrían a las propiedades estupefacientes de narcóticos. En el estado
de éxtasis resultante, la visión provocada por sugestión justificaba el procedimiento empleado y garantizaba el
restablecimiento del paciente. Hemos visto de manera somera los principales procederes y técnicas empleados en
la medicina americana precolombina. Veamos ahora a grandes rasgos la materia médica. Esta materia en gran
parte estaba constituida por: hierbas, raices, hojas, corteza y ramas de árboles; semillas, flores, sustancias
animales, insectos, tierras o minerales con los que se hacían polvos, cocimientos, extractos, infusiones,
cataplasmas, etc. También se conocían venenos los cuales empleaban con variados fines. Con estas sustancias
preparaban además soluciones curativas, purificadoras, hemostáticas, narcóticas, sedantes, purgantes, eméticos,
febrífugos y estimulantes. Al parecer tenían nociones sobre la influencia del régimen alimenticio y la dieta
medicinal sobre la salud. En este contexto, es bueno señalar que el indio americano contribuyó con 59 drogas a
la famacopea moderna.
Si tenían poco o ningún conocimiento de la "dieta o régimen equilibrado" en sí, tenían aparentemente ciertas
nociones acerca de lo que se come, y cuando y como. Los Iroqueses por ejemplo, conocían el valor de los
manantiales ricos en sal, hierro y sulfuros. Había entre ellos un concepto bien desarrollado de la dieta o
abstinencia de alimentos durante la fiebre y trastornos digestivos. Los curanderos, las comadres, los vendedores
de amuletos conocían a fondo el uso de hierbas y plantas. Como eméticos empleaban acebo, pepino, ciertos
yuyos; laxativos y purgantes como el áloe (ágave), manzanas, cicomoros, olmo; como febrífugo usaban sauce,
melón de agua, salvia silvestre, álamo temblón; los antiespasmódicos intestinales se extraían de la clematita, de
los "mesquites" del zazafrás, repollo, cedro rojo, albahaca, girasol; los diuréticos se extraían del Zumaque, de la
zarzaparrilla, del enebro y de la magnolia.
Según Stone, disponían de antidisentéricos, antireumáticos, antiluéticos, antiblenorrágicos y de drogas usadas
contra las viruelas y cólera, desórdenes neurológicos, mordeduras de serpientes, desórdenes menstruales y
obstétricos. En fin, la lista de "sustancias específicas" en la materia médica de los indios americanos es muy
larga. Y no solo se usaban plantas, así, por ejemplo, los papagos ponían un grillo sobre la herida; los
Tarahumaras un lagarto; los Apaches, huevos de araña; los Navajos, ocre rojo; los Hopis ponían polvo de carbón
vegetal y ceniza; y en general el uso de grasas animales, sobre todo de serpientes, en inflamaciones, dolores
articulares y "enfriamientos de pecho".La medicina de los indios aborígenes americanos era una curiosa mezcla
de hechos, empirismos, fe, fraudes, disparates y sin embargo, no se puede decir que esa combinación haya
fracasado siempre por completo. Las prácticas médicas americanas precolombinas se caracterizaron por su
sinceridad, por la confianza que en ellas tenían los indios, por su carácter pintoresco y por que en muchos casos
fueron eficaces. (13)

Contenu connexe

Tendances

Clase 4 la medicina en el mundo antiguo
Clase 4 la medicina en el mundo antiguoClase 4 la medicina en el mundo antiguo
Clase 4 la medicina en el mundo antiguo
Estudio Konoha
 
Historia de la Medicina en el Perú y el Mundo
Historia de la Medicina en el Perú y el MundoHistoria de la Medicina en el Perú y el Mundo
Historia de la Medicina en el Perú y el Mundo
Alonso Custodio
 
Historia de la medicina
Historia de la medicinaHistoria de la medicina
Historia de la medicina
Jorge Amarante
 
Historia de la medicina dominicana imagenes
Historia de la medicina dominicana imagenesHistoria de la medicina dominicana imagenes
Historia de la medicina dominicana imagenes
Mi rincón de Medicina
 

Tendances (20)

Historia medicina dominicana
Historia medicina dominicanaHistoria medicina dominicana
Historia medicina dominicana
 
ANTECEDENTES DE LA MEDICINA PERUANA
ANTECEDENTES DE LA MEDICINA PERUANAANTECEDENTES DE LA MEDICINA PERUANA
ANTECEDENTES DE LA MEDICINA PERUANA
 
Medicina Republicana
Medicina Republicana Medicina Republicana
Medicina Republicana
 
Diapositiva sem 30 3 ro
Diapositiva sem 30 3 roDiapositiva sem 30 3 ro
Diapositiva sem 30 3 ro
 
Clase 4 la medicina en el mundo antiguo
Clase 4 la medicina en el mundo antiguoClase 4 la medicina en el mundo antiguo
Clase 4 la medicina en el mundo antiguo
 
Historia de la Medicina en el Perú y el Mundo
Historia de la Medicina en el Perú y el MundoHistoria de la Medicina en el Perú y el Mundo
Historia de la Medicina en el Perú y el Mundo
 
Historia de-la-medicina-tradicional-peruana
Historia de-la-medicina-tradicional-peruanaHistoria de-la-medicina-tradicional-peruana
Historia de-la-medicina-tradicional-peruana
 
HISTORIA DE LA MEDICINA PERUANA
HISTORIA DE LA MEDICINA PERUANAHISTORIA DE LA MEDICINA PERUANA
HISTORIA DE LA MEDICINA PERUANA
 
MEDICINA PREHISPANICA
MEDICINA PREHISPANICAMEDICINA PREHISPANICA
MEDICINA PREHISPANICA
 
Medicina Peruana durante el Virreynato
Medicina Peruana durante el VirreynatoMedicina Peruana durante el Virreynato
Medicina Peruana durante el Virreynato
 
La historia de la medicina
La historia de la medicinaLa historia de la medicina
La historia de la medicina
 
Medicina tradicional del México prehispánico
Medicina tradicional del México prehispánicoMedicina tradicional del México prehispánico
Medicina tradicional del México prehispánico
 
Medicina inca
Medicina incaMedicina inca
Medicina inca
 
Historia de la Medicina Peruana
Historia de la Medicina PeruanaHistoria de la Medicina Peruana
Historia de la Medicina Peruana
 
Historia de la medicina
Historia de la medicinaHistoria de la medicina
Historia de la medicina
 
Historia y antecedentes de la medicina y la
Historia y antecedentes de la medicina y laHistoria y antecedentes de la medicina y la
Historia y antecedentes de la medicina y la
 
La historia de la medicina
La historia de la medicinaLa historia de la medicina
La historia de la medicina
 
Historia de la medician
Historia de la medicianHistoria de la medician
Historia de la medician
 
Medicina del siglo XX
Medicina del siglo XX Medicina del siglo XX
Medicina del siglo XX
 
Historia de la medicina dominicana imagenes
Historia de la medicina dominicana imagenesHistoria de la medicina dominicana imagenes
Historia de la medicina dominicana imagenes
 

En vedette

Medicina indigena
Medicina indigenaMedicina indigena
Medicina indigena
Rocio Meza Terreros
 
61082086 58464422-44188030-36489923-manual-del-palero
61082086 58464422-44188030-36489923-manual-del-palero61082086 58464422-44188030-36489923-manual-del-palero
61082086 58464422-44188030-36489923-manual-del-palero
Oshun16
 
Obras de-palo-mayombe-libre
Obras de-palo-mayombe-libreObras de-palo-mayombe-libre
Obras de-palo-mayombe-libre
Odeath
 
421 firmas
421 firmas421 firmas
421 firmas
Oshun16
 
Relaciones Español Indigena
Relaciones Español IndigenaRelaciones Español Indigena
Relaciones Español Indigena
Nolaa's School
 
Oráculo geomántico- y- medicina- de- palo -monte
Oráculo  geomántico- y- medicina- de- palo -monteOráculo  geomántico- y- medicina- de- palo -monte
Oráculo geomántico- y- medicina- de- palo -monte
Mase Lobe
 

En vedette (15)

Empleos ntics
Empleos nticsEmpleos ntics
Empleos ntics
 
Empleos ntics
Empleos nticsEmpleos ntics
Empleos ntics
 
Medicina Aborigen
Medicina AborigenMedicina Aborigen
Medicina Aborigen
 
As religiões-de-matriz-africana-e-a-escola apostila
As religiões-de-matriz-africana-e-a-escola apostilaAs religiões-de-matriz-africana-e-a-escola apostila
As religiões-de-matriz-africana-e-a-escola apostila
 
Medicina indigena
Medicina indigenaMedicina indigena
Medicina indigena
 
Tratado de-ozain
Tratado de-ozainTratado de-ozain
Tratado de-ozain
 
Tratado de ozain tomo3
Tratado de ozain tomo3Tratado de ozain tomo3
Tratado de ozain tomo3
 
61082086 58464422-44188030-36489923-manual-del-palero
61082086 58464422-44188030-36489923-manual-del-palero61082086 58464422-44188030-36489923-manual-del-palero
61082086 58464422-44188030-36489923-manual-del-palero
 
Manual basico-de-palo
Manual basico-de-paloManual basico-de-palo
Manual basico-de-palo
 
Mayombe antiguo
Mayombe antiguoMayombe antiguo
Mayombe antiguo
 
55. el manual del palero para pino nuevo
55. el manual del palero para pino nuevo55. el manual del palero para pino nuevo
55. el manual del palero para pino nuevo
 
Obras de-palo-mayombe-libre
Obras de-palo-mayombe-libreObras de-palo-mayombe-libre
Obras de-palo-mayombe-libre
 
421 firmas
421 firmas421 firmas
421 firmas
 
Relaciones Español Indigena
Relaciones Español IndigenaRelaciones Español Indigena
Relaciones Español Indigena
 
Oráculo geomántico- y- medicina- de- palo -monte
Oráculo  geomántico- y- medicina- de- palo -monteOráculo  geomántico- y- medicina- de- palo -monte
Oráculo geomántico- y- medicina- de- palo -monte
 

Similaire à Medicina Americana

La medicina en la época precolombina
La medicina en la época precolombinaLa medicina en la época precolombina
La medicina en la época precolombina
norman_tdi
 
La farmacología y su florecimiento en las edades. congreso
La farmacología y su florecimiento en las edades. congresoLa farmacología y su florecimiento en las edades. congreso
La farmacología y su florecimiento en las edades. congreso
gema2013
 
Historia de la medicina.
Historia de la medicina.Historia de la medicina.
Historia de la medicina.
Isabel Jiménez
 
Carpeta de enfermeria..
Carpeta de enfermeria..Carpeta de enfermeria..
Carpeta de enfermeria..
angelsoto182
 
Historia de la medicina dominicana trata de esclavos
Historia de la medicina dominicana trata de esclavosHistoria de la medicina dominicana trata de esclavos
Historia de la medicina dominicana trata de esclavos
Mi rincón de Medicina
 
Historia de la farmacia
Historia de la farmaciaHistoria de la farmacia
Historia de la farmacia
jainellyjb
 

Similaire à Medicina Americana (20)

Medicina En El Antiguo Peru Y America Precolombina
Medicina En El Antiguo Peru Y America PrecolombinaMedicina En El Antiguo Peru Y America Precolombina
Medicina En El Antiguo Peru Y America Precolombina
 
SALUD DE LA POBLACION EN TIEMPOS DE LA COLONIA (2).pptx
SALUD DE LA POBLACION EN TIEMPOS DE LA COLONIA (2).pptxSALUD DE LA POBLACION EN TIEMPOS DE LA COLONIA (2).pptx
SALUD DE LA POBLACION EN TIEMPOS DE LA COLONIA (2).pptx
 
1 historia de la farmacología
1   historia de la farmacología1   historia de la farmacología
1 historia de la farmacología
 
La medicina en la época precolombina
La medicina en la época precolombinaLa medicina en la época precolombina
La medicina en la época precolombina
 
La farmacología y su florecimiento en las edades. congreso
La farmacología y su florecimiento en las edades. congresoLa farmacología y su florecimiento en las edades. congreso
La farmacología y su florecimiento en las edades. congreso
 
Historia de la medicina.
Historia de la medicina.Historia de la medicina.
Historia de la medicina.
 
Historia de la medicina alternativa y complementaria
Historia de la medicina alternativa y complementariaHistoria de la medicina alternativa y complementaria
Historia de la medicina alternativa y complementaria
 
Carpeta de enfermeria..
Carpeta de enfermeria..Carpeta de enfermeria..
Carpeta de enfermeria..
 
Medicina Prehispánica
Medicina PrehispánicaMedicina Prehispánica
Medicina Prehispánica
 
Final Comp
Final CompFinal Comp
Final Comp
 
CLASE 2 HISTORIA DE LA MEDICINA ATERNATIVA.pptx
CLASE 2 HISTORIA DE LA MEDICINA ATERNATIVA.pptxCLASE 2 HISTORIA DE LA MEDICINA ATERNATIVA.pptx
CLASE 2 HISTORIA DE LA MEDICINA ATERNATIVA.pptx
 
Medicina En El Antiguo Peru Y America Precolombina
Medicina En El Antiguo Peru Y America PrecolombinaMedicina En El Antiguo Peru Y America Precolombina
Medicina En El Antiguo Peru Y America Precolombina
 
Farmacología Indígena
Farmacología IndígenaFarmacología Indígena
Farmacología Indígena
 
Unidad 1 historia de las escuelas medicas alternativas
Unidad 1 historia de las escuelas medicas alternativasUnidad 1 historia de las escuelas medicas alternativas
Unidad 1 historia de las escuelas medicas alternativas
 
Historia de la medicina dominicana trata de esclavos
Historia de la medicina dominicana trata de esclavosHistoria de la medicina dominicana trata de esclavos
Historia de la medicina dominicana trata de esclavos
 
Semana 1 Historia de la farmacia y formulacion_magistral
Semana 1 Historia de la farmacia y formulacion_magistralSemana 1 Historia de la farmacia y formulacion_magistral
Semana 1 Historia de la farmacia y formulacion_magistral
 
CLASE_13_MEDICINA_T_EN_EL_PERU.pptx
CLASE_13_MEDICINA_T_EN_EL_PERU.pptxCLASE_13_MEDICINA_T_EN_EL_PERU.pptx
CLASE_13_MEDICINA_T_EN_EL_PERU.pptx
 
Historia de la farmacia
Historia de la farmaciaHistoria de la farmacia
Historia de la farmacia
 
Historia de la Medicina
Historia de la MedicinaHistoria de la Medicina
Historia de la Medicina
 
Historia de la farmacia
Historia de la farmaciaHistoria de la farmacia
Historia de la farmacia
 

Dernier

5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONAL
5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONAL5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONAL
5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONAL
MiNeyi1
 
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURAFORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
El Fortí
 

Dernier (20)

Feliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdf
Feliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdfFeliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdf
Feliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdf
 
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESOPrueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
 
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonablesPIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
 
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptxINSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptx
 
Procedimientos para la planificación en los Centros Educativos tipo V ( multi...
Procedimientos para la planificación en los Centros Educativos tipo V ( multi...Procedimientos para la planificación en los Centros Educativos tipo V ( multi...
Procedimientos para la planificación en los Centros Educativos tipo V ( multi...
 
5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONAL
5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONAL5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONAL
5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONAL
 
Infografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdf
Infografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdfInfografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdf
Infografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdf
 
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptxPower Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
 
ACRÓNIMO DE PARÍS PARA SU OLIMPIADA 2024. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACRÓNIMO DE PARÍS PARA SU OLIMPIADA 2024. Por JAVIER SOLIS NOYOLAACRÓNIMO DE PARÍS PARA SU OLIMPIADA 2024. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACRÓNIMO DE PARÍS PARA SU OLIMPIADA 2024. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
 
Sesión de clase: Fe contra todo pronóstico
Sesión de clase: Fe contra todo pronósticoSesión de clase: Fe contra todo pronóstico
Sesión de clase: Fe contra todo pronóstico
 
Tema 8.- PROTECCION DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN.pdf
Tema 8.- PROTECCION DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN.pdfTema 8.- PROTECCION DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN.pdf
Tema 8.- PROTECCION DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN.pdf
 
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURAFORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
 
Tema 11. Dinámica de la hidrosfera 2024
Tema 11.  Dinámica de la hidrosfera 2024Tema 11.  Dinámica de la hidrosfera 2024
Tema 11. Dinámica de la hidrosfera 2024
 
SEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VS
SEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VSSEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VS
SEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VS
 
Medición del Movimiento Online 2024.pptx
Medición del Movimiento Online 2024.pptxMedición del Movimiento Online 2024.pptx
Medición del Movimiento Online 2024.pptx
 
ACTIVIDAD DIA DE LA MADRE FICHA DE TRABAJO
ACTIVIDAD DIA DE LA MADRE FICHA DE TRABAJOACTIVIDAD DIA DE LA MADRE FICHA DE TRABAJO
ACTIVIDAD DIA DE LA MADRE FICHA DE TRABAJO
 
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLAACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
 
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESOPrueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
 
Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.
Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.
Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.
 
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICABIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
 

Medicina Americana

  • 1. La medicina aborigen americana y la medicina moderna La aportación de la medicina aborigen americana a la medicina moderna es un tema siempre apasionante, no solo por su interés histórico, sino por que es un tema siempre abierto a nuevas perspectivas. Comenzó esta aportación en 1492 y constituyó una verdadera revolución terapéutica en su tiempo, que aun no ha cesado ya que en nuestros días se esta trabajando en Botánica aborigen en diversos centros de la investigación de América y la Botánica americana sigue proporcionando nuevos elementos valiosos a la terapéutica moderna. ¿Cómo era la Medicina aborigen americana a la llegada de los descubridores españoles al Nuevo Mundo?. Acompañando a Cristóbal Colon fueron a América el cirujano maestre Alonso, vecino de Moguer, el doctor Diego Álvarez Chanca, el flebótomo Melchor, el maestre Juan, cirujano y el maestre Diego, boticario. Posteriormente irían el cirujano Berlanga, que introdujo en América la caña de azúcar, base de riqueza para muchos países de aquel continente aun en nuestros días, el cirujano Camacho y los médicos Sepúlveda y Navarro. Entre los primeros mártires hubo dos médicos, junto con el primer contingente de españoles que Colon deja en el Fuerte de la Natividad en las islas recién descubiertas: maestre Alonso y maestre Juan. La ciencia medica fue la primera en pagar con su sangre y su vida la nueva etapa del Descubrimiento. El contacto con la nueva patología americana, desconocida en su mayor parte por los españoles, les hace conocer tempranamente garrapatas y coloradillas, jejenes y morrongóys, moscas y mosquitos de voracidad inusitada, pulgas arenarias y niguas, y les da pestilencias "de las cuales murieron muchos soldados y demás desto todos los demás adolecimos de unas malas llagas en las piernas" según dirá Bernal Díaz del Castillo. Balboa ya había señalado anteriormente que de las entradas o exploraciones por aquellas selvas del Darién regresaban todos plagados de llagas en brazos y piernas. Todos los españoles que desde el primer momento escriben sobre las tierras recién descubiertas de Indias, repiten una y otra vez que los insectos les hacen la vida imposible. Oviedo hace repetidas menciones y descripciones de los nuevos males, en especial de la bubas, que tanta polémica creará hasta nuestros días. Sífilis tropical, treponematosis, no transmitida en forma venérea, pian, frambesia, yaws, leishmaniasis, pinta o mal del pinto o carate, fiebres palúdicas, disenterías a causa de las aguas contaminadas, amebiasis, alimentos descompuestos, escorbuto en las tripulaciones que pasaban meses en el mar sin comer alimentos frescos vegetales, parasitosis de todo tipo, dermatomicosis, filariosis, enfermedad de Chagas, viriasis múltiples, epidemias de modorra... ¿Qué hacer ante esta variada, polimorfa e infinita de nueva patología, muchas veces de insospechado origen? Hernán Cortes dará solución, observando en carta al Rey que "no necesita médicos de España, ya que con los curanderos indios tiene bastante", Cortes comprobó en si mismo la eficacia terapéutica de aquellos hombres que si no tenían hospitales, ni religión cristiana, ni ancestrales avances filosóficos, tenían algo que para él era mucho más sutil como hombre práctico que era: un empirismo tradicional, una experiencia de ensayos milenarios y que les había hecho llegar al conocimiento por medio del acierto y el error, transmitido de generación en generación de los efectos curativos de las plantas. La extensa Botánica del Nuevo Mundo proveían al descubridor de toda clase de nuevos remedios desconocidos para el europeo. Dios daba la llaga, pero también daba la Medicina. Bernal Diaz, Pedro de Alvarado, Hernán cortes, Balboa y miles de descubridores españoles fueron maláricos. Disentería de sangre adolecieron muchos de los que participaron en la batalla de Uspactán en 1529. Bernal nos habla del mucho padecimiento de bubas que sufrieron los soldados de Cortes, Pedrarías Dávila sufrió una úlcera en sus partes pudendas, probablemente leishmaniasis, hasta el fin de sus días. Y así, infinidad de nuevas enfermedades, junto con exacerbación de otros viejos padecimientos, maltrataron a los descubridores. No es de extrañar que desde el primer momento que los españoles pisaron tierra de América se despertase en ellos el interés por las cosas que en ella había y en especial de las plantas. Basta leer a los cronistas de todo tiempo para comprobarlo. Así debemos al propio médico de Colón, Álvarez Chanca, el conocimiento de la patata, cacao, maíz, mandioca, copaiba, guayaco y palo Brasil. El mismo Colón anota que hay miles de árboles nuevos para él. Oviedo dedica buena parte de su obra a la descripción de las plantas y animales de las tierras recién descubiertas y una especial atención a la acción medicinal y alimenticia de las plantas del Nuevo Mundo.
  • 2. Le seguirán con más preparación científica, aunque no con mayor capacidad de observación, el P. José de Acosta, quien ya menciona la patata como alimento y numerosas plantas medicinales como la zarzaparrilla, la raíz de mechoacan y otras muchas. Agustín de Zárate en su Historia del Descubrimiento y conquista del Perú (1555) habla también de la patata. ¿Cómo era la medicina aborigen en América a la llegada de los descubridores españoles? Dependía del grupo cultural y había muchísimos y muy variados. Mientras la mayoría basaba la terapéutica en la magia y en el empirismo, otros grupos habían evolucionado hacia estados mas avanzados y así aztecas, mayas e incas habían logrado un notable desarrollo tanto en la terapéutica medicinal como en la quirúrgica. Se daba, sin embargo el contrasentido de que su desarrollo no había podido prescindir del sacrificio humano ni del canibalismo por muy ritual que fuese. El chamanismo era una institución generalizada como lo es aún en los grupos que, como fósiles vivientes, conservan sus antiguas tradiciones y culturas lo es aún en Oceanía y África. Pero en las altas culturas americanas había evolucionado hacia una medicina sacerdotal, como ya había ocurrido en el antiguo Egipto, Siria y Babilonia por ejemplo. En Méjico, capital del Anahuac, el emperador disponía cerca de sus templos de grandes jardines botánicos donde se aclimataban, a la par que plantas ornamentales de todo el imperio, otras medicinales de todos los territorios bajo su mando. En los tianquez o mercados aztecas, que eran verdaderas instituciones, los herbolarios vendían toda clase de plantas medicinales. Los Tlama-tepati-ticitl eran los medicos generales que curaban con plantas, baños, dietas, laxantes o purgantes. El Texoxo-Tlacicitl era el que se dedicaba a la cirugía. Los que practicaban flebotomías y sangraban eran los Tzoc-tzoani. Las parteras eran las Tlamatkiti-tzitl. Los yerberos eran los Papiani-Panamacani. Los especialistas en las enfermedades de los ojos tlancotinalitztli y los arregla huesos eran los teomiquetzani. Practicaban la adivinación para llegar al diagnostico y la purificación para desagraviar al dios ofendido. Extraían la causa del mal por medio de la succión, como hacían todavía muchas tribus primitivas. La fisioterapia estuvo muy extendida entre los aztecas y así conocieron y usaron el baño de vapor o temazcalli, el masaje, la dieta y el ayuno como técnicas curativas. La cultura médica de los mayas fue en conjunto muy similar a la azteca. El ahmen es el que sabe y era capaz de curar por diversos procedimientos, seguían a la previa ceremonia de adivinación o diagnostico. Entre los incas, al llegar los primeros españoles, la medicina era como entre aztecas y mayas, una mezcla de religión, magia y empirismo. El amauta es el medico-sacerdote de la nobleza incaica, casta sacerdotal dedicada al arte de curar, con sus propias escuelas donde eran entrenados los mas selectos de sus descendientes. Llegaron a tener conocimientos muy por encima de su tiempo en Neurocirugía, cirugía craneal principalmente, practicando con profusión la trepanación craneal (a veces parece haber existido una verdadera locura de trepanar) logrando un elevado índice de supervivencias, incluso en casos muy delicados de traumas craneales tan frecuentes a causa de sus armas y forma de luchar. Sus mazas golpeaban espacialmente la cabeza, de manera que la fractura con hundimiento fue su principal lesión craneal en la que adquirieron gran practica quirúrgica los cirujanos militares. Los hampi-camayoc, por su parte, eran los guardadores de medicinas. Otros eran los comasca o sancoyoc, que en un plano inferior equivalían al curandero, hechicero, envenenador y médico del pueblo llano. Utilizaban la adivinación diagnóstica lanzando las hojas de coca y la succión como terapéutica unida al uso de hierbas de acción medicinal. Los collahuaya eran otros buenos hierberos, buenos botánicos y el ichuri era el chaman adivino. Todos los cronistas de Indias refieren extensos capítulos al arte de curar entre los pueblos amerindios. Los españoles no dejaron de aprovechar los nuevos descubrimientos en materia médica, y los nuevos remedios fueron pasando en una u otra forma al viejo mundo. En esta acción destacan los médicos Nicolás Monardes, que vivió en Sevilla donde ejerció su profesión y recibía de América las plantas y substancias medicinales que utilizaba en sus propios pacientes, observando sus buenos efectos curativos y el doctor Francisco Hernández, protomédico de Felipe II, quien realizó en 1570 su viaje a Nueva España para estudiar la Historia Natural por orden del monarca. Allí conoció e hizo amistad con
  • 3. numerosos médicos aborígenes, utilizando sus conocimientos para escribir su voluminosa obra, gran parte de la cual estaba dedicada al estudio de los remedios vegetales. Posteriormente, las numerosas expediciones como la de Mutis, que estudió las plantas del Nuevo Reino de Granada, que abrió el camino para el conocimiento de innumerables plantas medicinales de América que luego penetraron en Europa. Su Flora de Bogotá y Nueva Granada es algo verdaderamente notable, como lo son los miles de dibujos del natural que aún se conservan en sus maravillosos colores, por fortuna bien guardados en un armario de acero, contra todo riesgo de incendio o inundación en los sótanos del Instituto Botánico Cavanilles del Jardín Botánico de Madrid, donde he podido verlos y estudiarlos. Ruiz y Pavón estudiaron la Flora de Perú y Chile, resultado de lo cual es su obra Flora peruviana et chilensis. Ellos fueron quienes extendieron el uso de la Ratania y la Calaguala y el conocimiento de las quinas del Perú. Mociño, Sessé y Castillo harán otro trabajo de investigación botánica en América, resultado del cual será su obra PlantaeNovaeHispaniae. ¿Qué influencia ejercieron las nuevas substancias en España y posteriormente en Europa, en la dieta y en la terapéutica? Bastaría que citásemos la quina, la zarzaparrilla, la ipecacuana, el palo santo o guayaco, el curare, la coca, la cáscara sagrada, jalapa, el Bálsamo del Perú, el Podófilo, la ratania, la angostura, la escobilla, la cuasia, la kamala, la copaiba, el paico, el jaborandi y la guaraná y la raíz de polígala entre miles de plantas americanas de acción medicinal. Y la yuca, el maíz, la patata, el cacao entre las alimenticias para comprender que podemos hablar de una verdadera revolución terapéutica y alimentaria, sin mencionar las especias, como la canela(Cinamomunceylanicum), vainilla (Vanillaplanifolia), nuez moscada (Myristicafragans), pimienta(Pipernigrum), clavo(Eugenia aromática). O las plantas de uso industrial como las tintóreas: añil (Indigoferatinctorea), palo Brasil (Caesalpinabrasiliensis), alheña (Lawsoniainermis), achiote (Bixaorellana), jagua (Genipa americana), cúrcuma (Cúrcuma longa), glasto (Isatis tinctorea), Reseda silvestre (Reseda lutea), y otras maderables o productoras de substancias tan difundidas como el caucho (Hevea brasiliensis), el marfil vegetal o cabeza de negrito (Phytelephasseemanii), la caoba, el guayacán, los cedros amargos, los bongos, los tangarés, etc. La quina (Cinchonaspp) fue una verdadera panacea. Decía Ramazzini que "la quina fue a la medicina lo que la pólvora al arte de la guerra". Una verdadera revolución. Y el maíz y la yuca (Zea mays y Manihot utilísima o mandioca para millones de seres humanos en el continente africano) que son originarias de América, hoy son base alimenticia, especialmente la yuca. En cuanto a la patata (Solanumtuberosum) siendo oriunda de América hoy es base alimenticia de muchos pueblos de Europa. Venció el hambre en Inglaterra y países como Rusia, Polonia, Alemania y todos los países de Europa no se conciben hoy sin patatas. Por ello podemos decir, que como muchas de las plantas medicinales, las alimenticias han ejercido una influencia decisiva y la seguirán ejerciendo sobre la salud y la dieta de los pueblos europeos. La quina tiene una larga historia que no vamos a exponer aquí, pero ha dado lugar a muchos libros escritos sobre sus propiedades y ha curado a millones de personas, especialmente sus derivados, utilizados aún hoy día para curar la malaria. El Curare (Strichnostoxifera) también utilizado ampliamente en cirugía moderna, como anestésico de base, mediante sus derivados. La Cáscara sagrada o jalapa (Convolvulus jalapa) purgante que se encuentra hace muchos años en la Farmacopea de toda Europa. La raíz de Michoacán o el ruibarbo de Indias que tanto alababa Monardes. La ipecacuana (Psychotria emética) excelente amebicida y emético, del que se obtiene la emetina, insustituible amebicida. El guayacán (Guayacumofficinale) muy utilizado como sudorífico, diurético y antisifilítico en tiempos pasados. Se le llamó también palo santo o palo de bubas porque los indios lo usaban para curar esta enfermedad.
  • 4. La zarzaparrilla(smilaxsp) se usó y aún se utilizaba como diaforético, antigotoso, tónico gástrico, depurativo, diurético y aún antisifilítico. Hoy ha caído en desuso, pero durante varios siglos ha sido medicina de uso diario. Mutis preparaba con ella su famosa cerveza policresta combinada con la quina anaranjada. El Bálsamo del Perú (Myroxylonperuiferum) aunque nunca lo hubo en el Perú, sino en Méjico, América Central y Colombia, fue muy usado por los indios (su savia negruzca) para la curación de las heridas. Luego se difundió por Europa para curar enfermedades de la piel, entre ellas la sarna y para la elaboración de pomadas. A este árbol se le llamó en Méjico huitziloxitl. El Bálsamo de Tolú (Myroxylombalsamum o Toluiferumbalsamum). Se utilizó su resina como la del Bálsamo del Perú para curar las heridas. Monardes lo alabó en gran medida entre las plantas recibidas por él. El Podófilo (Podophyllumpeltatum), purgante, colagogo, usado en trastornos hepáticos. En tintura concentrada es excelente y aún se usa para extirpar las verrugas especialmente el herpes progenital. El Paico(Chenopodiumantihelminticum) excelente vermífugo ampliamente utilizado, primero por los indios y luego en toda Europa. La Ratania o estancadera (Ratania trinada) usada por los indios tupí como antihemorrágico fue introducido por Hipólito Ruiz en España. La había encontrado en el Perú. Hizo extractos que proporcionó al famoso médico Ruiz de Luzuriaga quien trató a varios pacientes con excelentes resultados, presentando luego un trabajo sobre el tema a la Real Academia de Medicina. La Cuasa (Cuasia amara L.) traída a Europa desde Surinam pasando del Caribe a las Farmacopeas europeas como febrífugo, aperitivo y alexitérico, diurético y tónico estomacal, así como vermífugo en enemas. La Angostura (Cuspariatrifoliata) estudida por Mutis, se difundió por Europa como febrífugo, antipalúdico y tónico digestivo. La Escobilla (Scopariadulcis) que cito aquí por ser la preferida de Mutis quien la usaba como tónico y febrífugo, asegurando que había reducido toda su farmacopea personal a esta sola planta. La Kamala (mallotusphilippinensis) una Euforbiáceas de gran poder tenífugo y vermífugo, así como excelente en muchas dermatitis fue utilizada en Filipinas trayéndola a Europa donde fue también muy usada como tenífugo. El Jaborandi (Pilocarpusgondotianus) conocido por los indios tupí-guaraní como emenagogo, abortivo, antirreumático, antianémico, anticatarral, también fue muy utilizado en Europa como sialorreico, sudorífico, gracias a sus alcaloides, isopilocarpina, pilocarpina, y pilosina, excitantes del Sistema Nervioso Central, muy utilizado en oftalmología. La lista sería in terminable y aún más... ya que existen en América todavía miles de especies y géneros de plantas cuyos efectos terapéuticos aún no se han difundido. Personalmente he tenido la suerte de conocer y utilizar numerosas plantas de Centro y Sudamérica en diversos procesos patológicos. Pondré un ejemplo de los más llamativos para terminar: la jagua(Genipa americana). He podido experimentar en repetidas ocasiones sus efectos antimicóticos, fungicidas, extraordinarios en las dermatomicosis, pie de atleta y afecciones dermatológicas pruriginosas. Fue desde los primeros tiempos del Descubrimiento muy alabada por Gonzalo Fernández de Oviedo, nuestro primer cronista de Indias y tenía mucha razón para hacerlo. En el instituto de Investigaciones Amazónicas de Manaos, en Brasil, así como en otros muchos centros de investigación se están llevando a cabo una serie de estudios sobre las plantas utilizadas por los indios actuales como remedios para sus enfermedades, para comprobar en ella la existencia de posibles substancias terapéuticas nuevas. Algunas de ellas podrían revolucionar la terapéutica actual. Los indios conocen muchos de sus efectos terapéuticos aunque las utilicen por sus aspectos mágicos. El amplio campo de los líquenes, de los hongos, de los cactus, aún casi virgen, está aún por estudiar. Creemos que en este terreno existe aún un gran futuro para la medicina y la terapéutica de las enfermedades que no debemos olvidar. LA MEDICINA AMERICANA
  • 5. Acabo de regresar del congreso de la Academia Americana de Dermatología que se ha celebrado en New Orleans. En un post posterior os contaré las novedades que he encontrado en dicho congreso. He aprovechado que estaba en EEUU para visitar algún amigo dermatólogo en Minneapolis y en la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota. Cuando uno viaja y vive fuera de España es cuando descubre su propio país. Las particularidades tanto positivas como negativas. También uno se da cuenta que los españoles nos parecemos más de lo que algunos desearían. ¿El nivel de la medicina española es comparable a la americana? Es difícil de contestar. Desde luego los americanos desearían tener las coberturas sanitarias y la calidad de la sanidad pública española. También desearían que los seguros médicos privados fueran tan baratos como aquí. Y desde luego a los americanos les gustaría una medicina no “defensiva” como se realiza en EEUU, donde en ocasiones para prevenir denuncias no se realizar determinadas técnicas o tratamientos, o se realizan de forma innecesaria. ¿Entonces qué hace que cuando una persona con posibilidades económicas de cualquier país acuda a EEUU cuando tiene una enfermedad grave? En mi opinión existen 3 razones: la investigación, la organización y el respeto al paciente. La mayor parte de los avances científicos diagnósticos o terapéuticos se originan en EEUU. La investigación de hoy es la medicina del futuro y eso los americanos lo saben muy bien. Y cualquier médico en EEUU tiene, además de su parte asistencial, una línea de investigación que hace que su profesión sea más completa. Otro ejemplo es el valor que dan a las bibliotecas en los hospitales americanos, donde tanto sus instalaciones como su contenido asombran a cualquier médico. En relación a la organización, la medicina americana es insuperable. Todo acto médico está debidamente protocolizado para minimizar los errores y para hacer sentir al paciente más cómodo desde que llega a la clínica, hasta que se va. Y por último el respeto al paciente. Respeto en cuanto a puntualidad, información, tiempo dedicado a cada paciente, especialización en los tratamientos, y rigor científico a la hora de aplicarlos. Siempre que regreso cada año de la Academia Americana lo hago con muchas ganas de mejorar nuestra unidad y nuestra práctica diaria y de incorporar nuevas ideas y avances científicos. Y me doy cuenta de que a pesar de las limitaciones económicas de la medicina en España, el nivel de los médicos españoles es muy alto y la calidad asistencial es muy elevada, sobre todo en la medicina pública, y cada vez más en la privada. Prueba de ello es el gran prestigio internacional que tiene la medicina española, con constantes publicaciones en las revistas científicas más prestigiosas del mundo. Y es nuestra obligación como médicos seguir mejorándola. El 3 de diciembre se celebra el Día de la Medicina Latinoamericana, coincidiendo con el natalicio del sabio cubano Carlos Juan Finlay y Barrés, nacido en Camagüey, en 1833, quien descubrió del agente transmisor de la fiebre amarilla. El doctor Finlay, el más profundo e intenso investigador de esta enfermedad, concluyó que entre un sujeto infectado y otro sano, había un agente independiente que la transmitía, y fue capaz de identificar al Aedes aegypti como el vector biológico. Finlay aplicó dicha teoría a la solución del misterio acerca de la propagación de la fiebre amarilla, enfermedad que desde 1762 era endémica en Cuba donde había producido considerable número de víctimas, y descubrió al mosquito Aedes aegypti como el único agente capaz de transmitirla. Durante sus investigaciones creó el método experimental de producir formas atenuadas del mal en los seres humanos, lo que además de permitirle comprobar la veracidad de sus concepciones y descubrimientos, le posibilitó el estudio de los mecanismos inmunológicos de las enfermedades infectocontagiosas. Por otro lado formuló las reglas básicas para erradicar al mosquito, que todavía se aplican como medida preventiva, con lo que dio inicio al procedimiento sanitario social conocido como lucha antivectorial. Por sus grandes contribuciones para librar al hombre de los terribles estragos de la fiebre amarilla y erradicar otras enfermedades, se le considera al doctor Carlos J. FinlayBarrés un benefactor de la humanidad y el más grande científico cubano de todos los tiempos. En el acta de la sesión de la Junta de Gobierno de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana del 12 de diciembre de 1932, consta la proposición de nombrar una comisión que se encargara de los preparativos para conmemorar al siguiente año el centenario del natalicio de Finlay.
  • 6. Esta iniciativa de celebrar con solemnidad los 100 años del nacimiento del sabio cubano, había sido lanzada mucho tiempo antes por el doctor Jorge Le Roy Cassá y fue el día de esa reunión que adquirió carácter oficial. Más aún, en el acta de la referencia se hizo también constar que el entonces joven médico argentino Horacio Abascal Vera, preocupado porque una vez que transcurriera la fecha del 3 de diciembre de 1933 desaparecería de la escena una efemérides tan gloriosa, sugirió como forma de perpetuarla la realización de las gestiones pertinentes para constituirla como “Día de la Medicina Americana”, de manera que todos los países dieran cuenta esa fecha de sus progresos, tanto en el área médica en particular, como en los aspectos económicos y culturales en general, en los cuales la obra de Finlay había ejercido una influencia favorable. La sugerencia del Dr. Abascal prosperó meses después, en ocasión de la celebración en Dallas, Texas, Estados Unidos de América, del IV Congreso de la Asociación Médica Panamericana, entre el 21 y el 25 de marzo de 1933. La conclusión del trabajo que presentó como ponencia a ese evento bajo el título de “Finlay, panamericanismo y día de la medicina americana”, proponía justamente la conmemoración solemne, el 3 de diciembre de ese mismo año, del centenario del natalicio del científico cubano y la instauración de la fecha como el “Día de la Medicina Americana” con carácter permanente. La proposición tuvo una acogida muy favorable de parte de los representantes de los países allí reunidos, quienes la aprobaron por unanimidad. Así, desde del 3 de diciembre de 1933 y por la iniciativa del Dr. Abascal, médico argentino se celebra anualmente cada nuevo aniversario del nacimiento de Carlos J. Finlay. Durante cerca de 30 años, la trascendental efemérides se conmemoró como el “Día de la Medicina Americana”, según se había acordado en el referido Congreso de la Asociación Médica Panamericana. Sin embargo, con posterioridad al triunfo de la Revolución cubana, se consideró que el 3 de diciembre de cada año debían ser objeto de homenaje todos los trabajadores que de cualquier forma dedican su esfuerzo a las disímiles labores que tienen que ver con el fomento, la preservación y el restablecimiento de la salud dentro o fuera del país. Esta es la razón por la que se celebra desde entonces en esa fecha el “Día de la Medicina Latinoamericana y del Trabajador de la Salud. Medicina Americana Nativa La práctica americana nativa de la medicina fue dada abajo de las generaciones por una tradición oral, que hace difícil de documentar sus orígenes. Como otras prácticas tradicionales de la medicina, la medicina americana nativa se centra en curativo en su totalidad, implicando el uno mismo físico, el alcohol interno, la forma de vida y el ambiente. La filosofía de la medicina americana nativa se arraiga profundamente en tender un puente sobre la relación entre los seres humanos y el mundo natural que los rodea. Algunas semejanzas se pueden considerar entre las prácticas de la medicina de las varias tribus americanas nativas. Las preferencias del paciente se respetan siempre en medicina americana nativa. Carlos Juan Finlay (1833-1915), médico y microbiólogo cubano, descubridor del modo de transmisión de la fiebre amarilla, una enfermedad infecciosa caracterizada por fiebre alta e ictericia. Carlos Juan FinlayBarrés nació el 3 de diciembre de 1833 en Puerto Príncipe (hoy Camagüey). Estudió en el Jefferson Medical College de Filadelfia, Pennsylvania (EEUU), graduándose en 1855. Después regresó a Cuba, revalidando su título en la Universidad de La Habana en 1857. En 1902, al proclamarse la república de Cuba, Finlay fue nombrado jefe nacional de Sanidad, puesto en el que se mantuvo hasta 1909. El 3 de diciembre, aniversario de su nacimiento, se celebra el Día de la MedicinaAmericana. En 1860 empezó a trabajar en el modo de transmisión de la fiebre amarilla. En 1881, en una conferencia internacional celebrada en Washington, Finlay propuso la transmisión de la enfermedad por un „agente intermediario‟. En agosto de ese mismo año leyó, en la Academia de Ciencias de La Habana, el estudio titulado El mosquito como agente de transmisión de la fiebre amarilla, en el que identificaba a ese agente como el mosquito Aedes aegypti. El trabajo fue publicado en los Anales de la Academia y Finlay siguió realizando experimentos sobre la transmisión de la enfermedad. Sin embargo, su teoría no tuvo una gran aceptación y no fue confirmada hasta 1900 por una comisión sanitaria estadounidense, creada para investigar las causas de la fiebre amarilla y dirigida por el bacteriólogo estadounidense Walter Reed. Las investigaciones de Finlay permitieron iniciar, en 1901, una campaña dirigida por el médico estadounidense William Gorgas, que consiguió eliminar la enfermedad de La Habana en 1905. Cuatro años más tarde la enfermedad fue erradicada de Cuba. Finlay falleció el 19 de agosto de 1915 en la capital cubana. En 1933, en ocasión de la celebración en Dallas, Estados Unidos, del IV Congreso de la Asociación Médica Panamericana, se aprobó por unanimidad que el 3 de diciembre se estableciese como el „Día de la Medicina Americana‟, ya que el 3 de diciembre de 1833 nació en Puerto Príncipe -actual Camagüey-, Cuba, Carlos J. FinlayBarrés, quien descubrió el agente transmisor de la fiebre amarilla. El 12 de agosto de 1879 se fundó la primera asociación médica cubana: Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana. Un año después de su inauguración y a propuesta del doctor Finlay, la Sociedad determinó establecer la Comisión de Fiebre Amarilla, encargada del estudio permanente de la enfermedad que constituía el principal problema epidemiológico en las regiones tropicales y subtropicales.
  • 7. En junio de 1881, Finlay realizó experimentos con voluntarios y comprobó su hipótesis; también descubrió que el individuo picado por un mosquito infectado, quedaba inmunizado contra futuros ataques de la enfermedad. El 14 de agosto de 1881 Finlay hizo la exposición completa de su teoría, „El mosquito hipotéticamente considerado como agente de transmisión de la fiebre amarilla‟, en la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. Finlay identificó a dicho agente como el mosquito conocido como Aedes aegypti. El doctor Finlay creó el método experimental de producir formas atenuadas del mal en los seres humanos, lo que además de permitirle comprobar la veracidad de sus concepciones, le posibilitó el estudio de los mecanismos inmunológicos de las enfermedades infectocontagiosas. Formuló las reglas para erradicar el mosquito, que todavía se aplican como medida preventiva, con lo que dio inicio al procedimiento sanitario conocido como lucha antivectorial. Eminentes investigadores como Ronald Ross (premio Nobel en 1902) y Alphonse Laverán (premio Nobel en 1907), propusieron oficialmente en diversas oportunidades la candidatura de Finlay al premio Nobel. La Universidad de Liverpool -el principal centro de medicina tropical en el mundo, en aquellos años-, le otorgó a Finlay la medalla Mary Kingsley. La Academia de Medicina de París le adjudicó un premio importante y el gobierno francés le otorgó la Legión de Honor. En 1954, en el XIV Congreso Internacional de Historia y Medicina, celebrado en Roma, se aprobó la moción: “Sólo Carlos J. Finlay, de Cuba, es el único y sólo a él corresponde el descubrimiento del agente transmisor de la fiebre amarilla, y a la aplicación de su doctrina el saneamiento del trópico”. El doctor Finlay estuvo al frente de la sanidad cubana desde el inicio de la República en 1902, hasta su jubilación en 1915. El doctor Gorgas aplicó en Panamá lo que aprendió en Cuba de Finlay, lo cual permitió terminar el Canal de Panamá. Una placa en la Plaza de Francia reconoce la contribución del doctor Carlos J. FinlayBarrés a la construcción del Canal. HISTORIA DE LA MEDICINA ABORÍGENES/historia AMÉRICAS Las fuentes para el conocimiento de las enfermedades y prácticas médicas de los indios aborígenes americanos provienen de antiguos anales históricos, principalmente españoles, de manuscritos, autóctonos que bosquejan el folklore y creencias de esos pueblos y de estudios de sus restos de utensilios artísticos y esqueletos. En su saber médico el indio americano era profundamente objetivo, pero en sus interpretaciones diagnósticas y pronósticas era a menudo oscuro y subjetivo y con mucha frecuencia la base del tratamiento se cimentaba en prácticas místicas y sobrenaturales del curandero o médico hechicero. Del estudio de la frecuencia de sus enfermedades se ha opinado acerca de la rareza de entidades como el raquitismo, tuberculosis, micro e hidrocefalia, peste, cólera morbo, lepra y cáncer, incluso se ha dudado de la existencia de la malaria, fiebre amarilla, fiebre tifoidea, escarlatina y difteria. Por otra parte, la osteoporosis craneal simétrica y la osteomalacia han sido descubiertas en cráneos peruanos, mayas y norteamericanos(1-5). Otras enfermedades han sido señaladas, como la Uta y la fiebre de Oroya en el antiguo Perú y el Gundu, enfermedad caracterizada por una hinchazón en la base de la nariz. Entre otras enfermedades que padecieron los indios americanos hay que incluir las artritis, reumatismos, enfermedades por deficiencia, neuralgias, bocio endémico en ciertas regiones, litiasis urinaria, tumores óseos del conducto auditivo externo. En la región de los Grandes Lagos, la pleuresia y neumonía eran comunes, así como las conjuntivitis y enfermedades de los dientes del tipo de las caries, abscesos alveolares, periodontitis e hipoplasias. Acerca de la elevada presencia de caries pueden ilustrar los siguientes datos: Entre los Zuni 75 % (Indios Pueblos) Pecos 47 % Perú 35 % Kentucky 30 % California 25 % Sioux 12 % El problema de la sífilis prehistórica ha dado origen a numerosas polémicas. Importantes investigaciones de William y Denniger afirman haber identificado la sífilis en esqueletos precolombinos y en huacos peruanos. (6- 9) William ha reconocido la sífilis en materiales prehistóricos encontrados en Pecos, Nuevo México, en cráneos y huesos largos de Paraca,s, Perú; cráneos de Rio Negro, Argentina; huesos largos del Valle de Cañete, Perú; huesos largos en Ohio, E.U, cráneos y huesos largos en Alabama y Arizona y en un cráneo de Tlatelolco, México. Este investigador concluye: el diagnóstico de la sífilis en los cráneos es tan seguro como es posible hacerlo en huesos secos sin historia clínica. Por su parte Denninger diagnosticó "Periostitis luética del
  • 8. adolescente" en huesos largos prehistóricos procedentes de Illinois y lesiones sifilíticas en los huesos faciales de un cráneo procedente de Arizona que data del año 1000 de n.e. Es de señalar en lo que a cráneos precolombinos se refiere la notable frecuencia de deformaciones artificiales encontradas en peruanos (Aymarás), Mayas e Indios del Suroeste y Costa Noroeste de E.U. Los cráneos eran achatados en la región occipital o alargados por compresión bitemporal o interparietal. El término medio de vida era de 37 + - 3 años. Era rara la sobrevida de 50 o más años. Los jóvenes eran entrenados por medio del ayuno y demostraciones de coraje para adquirir resistencia y valor, proceso que culminaba con la iniciación. Pero las vicisitudes de la vida, la selección de los más fuertes y los peligros y rigores de la caza y de la guerra diezmaban las filas de los hombres adultos. Las mujeres sobre quienes recaía el peso de la existencia, declinaban, envejecían y morían a temprana edad. La mortalidad infantil era excesivamente elevada como también de las madres durante el parto. De hecho, entre los peruanos, se han descubierto cierto número de mujeres jóvenes enterradas con lo que seguramente eran criaturas muertas. Los indígenas vivían en contacto con la naturaleza, y las leyes naturales eran muy exigentes. En los pueblos primitivos existe a menudo la costumbre de acoger a los adolescentes en el círculo de los adultos por medio de ritos y ceremonias. Estas consagraciones rituales son llamadas por los etnólogos "iniciaciones". Con estas consagraciones rituales más o menos primitivas guardan relación, hasta cierto punto, los ingresos rituales de adultos en ligas y sociedades secretas, cultos y misterios, de modo que pudiera hablarse en estos casos de iniciaciones. Las iniciaciones ofrecen gran interés no solo desde el punto de vista histórico- cultural, sino también en su aspecto histórico- médico. La investigación de la iniciación va íntimamente ligada con la evolución de la etnología y se esfuerza en estudiar gran número de problemas, de los cuales, por la índole de esta disertación, trataremos muy someramente los aspectos histórico médicos. Luego de un proceso completo más o menos largo, los iniciantes concluyen la seclusión o período de aislamiento y alejamiento de la comunidad, período éste que termina frecuentemente con una gran fiesta que al mismo tiempo representa el punto culminante y final de la iniciación. Estos días van asociados por lo general con difíciles pruebas para los iniciantes, al tiempo que la comunidad o tribu observa la influencia que ha producido sobre ellos el período de seclusión. En las regiones donde es costumbre practicar la circuncisión, ésta constituye el acto más solemne de la fiesta. Los iniciantes son sometidos a la operación, durante la cual toda manifestación de dolor es considerada inoportuna y vergonzosa. También se cuentan entre estas prácticas las perforaciones múltiples en los lóbulos de la oreja o del tabique de la nariz, el arrancamiento y/o limado de los dientes y el tatuaje. Los ritos de iniciación no solo deben procurar vigor y salud a los iniciantes, sino también a todos los individuos de la comunidad, como el crecimiento de los niños, la curación de las enfermedades. (10) La iniciación además de ser un proceso - ceremonia de la madurez, desempeña también como hemos señalado, cierto papel en la admisión en sociedades tanto religiosas como profanas, así como en las ligas secretas y de la misma se esperan diversos efectos, aparte de los médicos ya mencionados, como buenas cosechas, éxitos en las guerras. Con el tiempo se conformaban grupos que se consagraban exclusivamente a uno de los citados efectos, digamos por ejemplo, la curación de enfermedades y surgieron así sociedades llamadas "de medicina", que cultivaban la asociación mágica con animales, a los que se atribuían virtudes curativas, ocupándose también de la enseñanza de sus miembros en el arte mágico y práctico de curar. Los pertenecientes a estas sociedades se encargaban de toda la práctica médica dentro de la tribu; tal es el caso entre los indios Menominee (Wisconsin) y los Odbjibwa de Minnesota y análogas ligas existían entre los Delawares, los Panis, Indios de las praderas (Omahas), Pueblos y Navajos. En todos los casos el ingreso en la liga tenía lugar bajo la forma de una iniciación y solo variaban en cada una de ellas los detalles de los ritos, los preceptos y los conocimientos médicos que había que adquirir. Un ejemplo del ceremonial y actuación de tales sociedades secretas lo tenemos en la sociedad de medicina de los indios Acoma. Acoma es el nombre de un poblado de indios Zuni, que viven en Nuevo México en las vertientes montañosas del Río Grande. Los habitantes de Acoma, que hoy día viven como labradores y pastores, poseen un glorioso pasado. Desde su pueblo natal emprendían sangrientas excursiones de rapiña que entre los habitantes de la llanura les valió la fama de distinguirse por su implacable crueldad y violento salvajismo. Hoy día a pesar de las radicales transformaciones que forzosamente conmovieron este pequeño Estado en sus cimientos, los indios Acoma, al contrario de otras tribus, han sido capaces de conservar sus características e incluso imponer su voluntad ante la poderosa raza blanca, a pesar de los intentos de los misioneros y de las tentaciones de la civilización moderna. Las conquistas de la técnica moderna, la radio, las máquinas agrícolas, si bien suscitan el asombro o la admiración de los Acomas, no por ello conmueven su fe en el valor de su propia cultura. Los actos religiosos de la tribu están consagrados a dos fines: la consecución de los alimentos y el alejamiento de las enfermedades. Aún hoy en día existían cuatro sociedades de medicina, además de otro grupo de "médicos hechiceros de serpientes", agrupaciones éstas dedicadas al bienestar de la tribu, combatir las múltiples dolencias causadas por embrujamiento y preservar al pueblo los espíritus malignos. A pesar de los conocimientos reducidos de estas sociedades secretas de medicina, disfrutaban de gran prestigio en la tribu. En realidad logran muchas curaciones, en parte quizás por la eficacia de sus medicinas y por otra parte por la credulidad y sugestibilidad de los pacientes. Su ceremonial consta de cantos, danzas y oraciones. Es
  • 9. característico en las danzas la simulación de los movimientos de los animales sagrados. Las oraciones se dirigen a todos los seres sagrados de la tribu y ante todo a los animales médicos- hechiceros, como son el oso, el águila, el tejón, el puma y la serpiente, de cuya benevolencia depende el buen éxito de la ceremonia. Así, durante el rito los médicos hechiceros gruñen como osos, para expresar que no han sido ellos, sino el médico- hechicero oso el que ha llevado a cabo el milagro curativo. El centro de todo el rito descansa en el winock, objeto que encarna la reliquia más sagrada de la tribu, o sea, ella misma, tal como fue creada por la madre ancestral de todos los indios. Objeto que entre otras cosas contiene granos de maíz, que son distribuidos entre todos los participantes para su masticación, acto que pudiéramos calificar como el de una comunión. El enmascaramiento es un elemento sumamente importante tanto en los ritos y ceremonias de iniciación como en la práctica de los médicos- hechiceros, curanderos y shamanes. Tanto con la careta como con la máscara, en el amplio sentido de la palabra, se intenta conseguir una transformación y tales transformaciones son puestas en práctica en las mas diversas ocasiones. Recordemos solo un ejemplo: el disfraz que imita al animal y que es utilizado por los pueblos cazadores primitivos para engañar a la caza; otro ejemplo serían las actuales caretas de carnaval. Sin embargo, entre la mayoría de los pueblos primitivos que todavía hoy conocen el uso de las máscaras, la transformación intentada por el portador de ellas, tiene un sentido mucho mas profundo que solo puede expresarse por las nociones religiosas de dichos pueblos y cuya importancia ha sido indicada por primera vez por la moderna etnología en su significación mas amplia. En efecto, las máscaras de los pueblos primitivos representan la mayoría de las veces demonios, espíritus y almas de difuntos o de animales y el portador de la máscara se identifica absolutamente con los seres representados, es decir, que al llevar la máscara se siente en realidad transformado. Las máscaras como representación de espíritus de difuntos y de antepasados, son usadas también en la ceremonia de iniciación de adolescentes, en las ceremonias de difuntos de sociedades secretas, en las fiestas de iniciación o en los ritos de "Sociedades de Medicina". Un hecho curioso es el que todo lo que se refiere a máscaras es en gran parte cosa de los hombres, y que las mujeres solo desempeñan aquí un papel muy secundario o están del todo eliminadas. Por supuesto que nos referimos a los enmascaramientos en los pueblos primitivos precolombinos. Las máscaras a menudo reproducen con sorprendente naturalidad los rasgos fisonómicos de un difunto determinado; otras veces imitan animales con o sin relación con manifestaciones totémicas; las otras máscaras en cambio, representan en general espíritus y demonios. Los shamanes esquimales confeccionan sus máscaras con arreglo a las visiones del espíritu. Pero existe un grupo de máscaras de particular importancia en la historia de la medicina: las máscaras de enfermedades, justamente aquellas que están relacionadas con las enfermedades o con la curación de enfermos. En la mayoría de los casos de enmascaramiento la relación es estrecha con el shaman o con el médico- hechicero, que en sus ceremonias mágicas para lograr la curación, además de una vestimenta características y de determinados atributos (como el tambor y el abanico de los shamanes y el maracá y tubo de soplar de los pagés o caraibastupinambaes del Brasil), lleva también muchas veces una careta. En efecto, mientras que los pueblos primitivos en general, saben muy bien tratar convenientemente las enfermedades y achaques, cuya causa externa es evidente como en las hemorragias, luxaciones y fracturas, en otras dolencias sobre todo en las enfermedades infecciosas, acompañadas de fiebre (paludismo, fiebre tifoidea, cólera, sarampión, viruela, enfermedades venéreas), así como en las afecciones mentales y psíquicas, se vale de medios mágicos de tratamiento y estos se fundan en la idea de que la causa de la enfermedad es la influencia de seres sobrenaturales, espíritus y demonios que pueden ser dominados y expulsados por el shaman o el médico- hechicero. Precisamente las máscaras empleadas en diversas ceremonias para ahuyentar por magia las enfermedades y epidemias, representan uchas veces el demonio de la enfermedad, su espíritu maligno. Debe significarse que en muchas ocasiones las máscaras lejos de representar el demonio de la enfermedad, solo están destinadas a la protección del hechicero. Una característica del gran grupo de máscaras de los indios del noroeste de América es la acentuación de lo horrible y terrorífico, de tal modo que en ellas el factor demoníaco alcanza quizás el máximo de expresión artística. En estas regiones los miembros de cada uno de los numerosos clubs secretos, ya mencionados que se forman a base de los mismos sueños y visiones y que practican sus propias ceremonias y danzas llevan todos ellos las mismas máscaras. En estos casos, la relación entre estas danzas de máscaras y la curación de enfermos, se encuentra una explicación ingeniosa entre las tribus Creek de Norteamérica; en ellas las danzas rituales con caretas tenían primitivamente por objetivo la reproducción y reconciliación de los animales de caza y sólo más tarde se volvieron ceremonias de curación, al imponerse la creencia de que los animales, para vengarse de la persecución de que eran objeto por parte del hombre, enviaban a éste las enfermedades y epidemias. Al contrario de las máscaras del noroeste de América donde domina la apariencia horrible y terrorífica, las caretas y disfraces de América del Sur presentan una fuerza de expresión mucho menor. Los Indios de América del Sur no sentían ni sienten en general, ni son capaces de representar lo terrible y demoníaco. En sus fiestas mortuorias se permite que asistan mujeres y niños e incluso, entren en contacto con los portadores de máscaras. Por otra parte, en consonancia con la atmósfera menos misteriosa y secreta de esta ceremonia, el carácter imponente y demoníaco de la máscara causa una impresión más bien pintoresca. Las máscaras y danzas de máscaras están muy extendidas. Se han estudiado entre los habitantes de la Tierra de Fuego, entre los Bororó del este de Brasil, en los Araucanos de las Pampas (Ona), en las tribus de la Patagonia (Yamanas), tribus del Chaco,
  • 10. nordeste del Perú (Ultotos, Okaimas y Omaguas), Chibchas y Kagabas de Colombia, en la selva tropical y noroeste de Brasil ( Xingus, Juris, Tikunas, Kobeuas). Detalle característico de todo Brasil es que las máscaras y disfraces se destruyen al fin de la fiesta. El baño de sudor en su forma clásica, tal como existía entre los escitas, eslavos y fineses es también una de las prácticas culturales y médicas más difundidas entre los habitantes indígenas de Norte y centro América. Puede decirse que en el basto triángulo conformado por Alaska, Labrador y Guatemala, solo algunas tribus periféricas de la Columbia Británica y valle del río Colorado no practicaban estos baños. Como tantas otras cosas, el baño de sudor de los indios, baño de vapor, está en estrecha relación con el mismo procedimiento del Viejo Mundo y la similitud entre ambos es muy grande aún en los menores detalles. Al principio esta práctica prevalecía en todo el este y norte y en las praderas y mesetas del oeste y se preparaba colocando en una pequeña cabaña piedras excesivamente calientes, la cabaña se cubría con frazadas para impedir la entrada del aire y luego que los pacientes se hubieran instalado en el interior se vertía agua sobre las piedras. Prácticamente cada tribu o comunidad construían la cabaña a su manera y acorde con los materiales de construcción disponibles. El baño de sudor era muy común entre los Delaware, Creeks. Choctaws, las tribus "pies negros" Dakotas y Kiowas y entre las comunidades seminómadas Mandan, Omahas y Pawnees del río Misouri. Aún hoy el baño de vapor se utiliza entre los esquimales de Alaska, muchas tribus californianas y Navajos de Arizona. En México y Guatemala las cabañas para estos baños se conservan en su forma primitiva. El "tomascal" azteca era una construcción circular con muro de piedra, abovedada, con horno exterior donde las planchas candentes de piedra roja son salpicadas con agua. El baño de vapor era de uso corriente entre los Mixtecos, Totonacas y Mayas. La regularidad y frecuencia del baño de vapor contribuía a purificar, refrescar y fortalecer el cuerpo, además entre muchas tribus es considerado casi como una "panacea" contra todas las enfermedades externas o internas. Así, constituía un remedio contra la gota y el reumatismo, la constipación, fiebre, tifus, neumonía, enfermedades de la piel, convulsiones y parálisis. No obstante, su práctica excesiva se acompañó en ocasiones de funestos resultados. En muchas ocasiones se complementaba el baño con masajes, sobamiento con ramas de plantas aromáticas, soplamientos. Entre las tribus subárticas de América del Norte, la curación de enfermos está ligada al shamanismo, que en dichas regiones desempeña un importante papel. Al igual que en el shamanismo esquimal, reviste importante consideración la creencia en espíritus personales protectores. En estos casos el shaman cree conquistar tales espíritus procurando adquirir mediante aislamiento repetido, ayunos, vigilias y otras privaciones, una sensibilidad especial para sus visiones, visiones en las cuales se le aparece el espíritu protector (un animal, con el fin de ayudarle en los conjuros que pronuncia durante su éxtasis. Shaman es el médico mago- sacerdote, que por el redoble de tambor, la danza, la música y las maceraciones, cae en éxtasis, entra en comunicación con espíritus buenos y malos y adquiere así, ciencia y poder. El shamanismo es la creencia y práctica concentradas en el shaman. Por extensión, toda forma de religión en la cual la divinidad entra en comunicación con los hombres por mediación de personas en éxtasis o de posesos, como ocurre en las tribus indígenas de Norteamérica y además en norte de Asia, Indonesia y África. La historia del culto de la serpiente en América nos da un ejemplo muy notable de la tenacidad con la cual los pueblos conservan antiguas tradiciones y creencias a través de los siglos. El culto de la serpiente estaba muy difundido entre los indios americanos en la época precolombina . Entre los Mayas el joven que quería adquirir el arte de la medicina tenía que hallar un maestro complaciente. El instructor y el novicio tenían que retirarse a una choza en el bosque, donde el novicio aprendía los encantamientos y prácticas médicas necesarias para la curación de distintas enfermedades. Luego se le dejaba solo , y era enviado al encuentro de una boa constrictor que irguiéndose sobre la cola, colocaba su lengua en la boca del jóven, completándose en esta forma su iniciación.Entre los Mayas los novicios eran iniciados en la medicina con una complicada ceremonia en la cual las serpientes, que salían de nidos de hormigas , jugaban un papel muy importante: La idea del novicio devorado por la serpiente y luego expulsado per anum sugiere la ceremonia de iniciación comunes a las distintas ramas de los Mayas. En realidad, una cabeza humana entre las quijadas de una serpiente es un tema común en el arte Maya. Después de haber salido del país de los vivos y de haber aprendido el uso del peyote y otras sustancias narcóticas, se suponía que el novicio era tragado por una serpiente y que luego resucitaba, interesante interpretación de una forma de metamorfosis que demuestra la más íntima relación entre la serpiente y la medicina. La tradición del culto de la serpiente existe en la actualidad en muchas tribus indias de América del Norte, particularmente entre las tribus de los Hopis, que viven en la región sudoeste. Estas comunidades celebran la danza de la serpiente con serpientes capturadas y que luego de concluida la ceremonia son puestas en libertad, suponiéndose que al alejarse se llevan las influencias malignas que de otro modo afectarían la salud y el bienestar de la comunidad. El indio americano precolombino trataba con relativa habilidad las fracturas, realizando amputaciones simples complementadas con prótesis de madera como ha sido comprobado en el Perú. Practicaban la inmovilización de fracturas y reducción de luxaciones empleando entablillados, pero como la consolidación dependía de la correcta manipulación inicial, eran frecuentes los grandes callos óseos, las deformidades y acortamientos de los huesos fracturados. Otro de los recursos médicos era la succión y aplicación de ventosas. La succión particularmente era
  • 11. un recurso muy utilizado, luego del baño en el río y sobamientos por los tupinambaesbrasileños.Las sangrías se hacían por incisiones en las venas cefálicas, safenas y temporales con cuchilletes de obsidiana o puntas de silex y se recuría a menudo a las mismas en casos de cefaleas y fiebre. Si las hemorragias de la herida no se cohibían por sí mismas eran yuguladas con telas de arañas, hongos secos, corteza frescas de árboles o con raspaduras de cueros curtidos.(11-12) Fue la trepanación la principal técnica desarrollada por los aborígenes, especialmente en la región andina. Este proceder ha sido estudiado en cráneos peruanos (Incalcos), ha sido descrito en la región de Pueblo, en Giorgia y en la costa noroeste, así como en Michigan (Norteamérica). Se hacía generalmente para aliviar los golpes debidos a fracturas del cráneo por cachiporras de guerra, otras veces, se cree se realizaban para curar el dolor de cabeza, permitiendo que los "espíritus malignos" salieran al exterior. Casi siempre se realizaban en el parietal derecho y menos frecuentemente en el frontal u occipital. Se han encontrado cráneos hasta con cinco operaciones, todas satisfactorias. Los instrumentos empleados eran láminas y astillas de silex, obsidiana, cuarzo y probablemente láminas de cobre. En el Perú se utilizaba un instrumento en forma de semiluna y amplio mango que los médicos- hechiceros incas manejaban con destreza y que es conocido por el tumi. El progreso de las investigaciones etnológicas en América del Sur puso de manifiesto de modo evidente que el médico hechicero constituía una presencia común en estos territorios. Los viajeros de criterio superficial, para explicarse todo lo que les parece incomprensible y enigmático de los pueblos primitivos, acostumbran a salir del paso alegando que se trata solamente de un engaño de las masas, trucos de prestidigitación y supersticiones. Ahora bien, quien de tal manera juzga, pierde de vista que el llamado hombre primitivo es un observador demasiado perspicaz para dejarse engañar fácilmente y que, por otra parte, por su compenetración directa con la naturaleza, siente ésta con mucha mayor seguridad y sensibilidad que el habitante del mundo moderno. A cargo del ejercicio de esta medicina relativamente bien organizada estaba el hechicero o curandero. Era él quien preparaba los cocimientos y medicamentos en general, quien los administraba y quien por medio de sortilegios y palabras mágicas, convencía al paciente de la certeza del diagnósticio, de la eficacia del tratamiento y le inspiraba confianza en el pronóstico. El campo de acción del médico hechicero no abarca el mal corporal o la enfermedad de un órgano, sino exclusivamente la fantasía y la imaginación, el temor y el presentimiento, una amenaza o creencia, en una palabra, la enfermedad del alma. Por ello el indio acude al médico hechicero en muchas ocasiones por depresión anímica y malestar espiritual, cuando tienen siniestros presentimientos y en casos de fenómenos naturales de amenazadora inminencia, en los estados de angustia y en los conflictos de orden general. De aquí que la relación entre el "doctor" y el paciente era aún mayor que hoy, pues el médico hechicero obrando como intermediario, ponía al paciente en relación con el mundo espiritual. Para ello el "doctor", el paciente, o ambos, a menudo recurrían a las propiedades estupefacientes de narcóticos. En el estado de éxtasis resultante, la visión provocada por sugestión justificaba el procedimiento empleado y garantizaba el restablecimiento del paciente. Hemos visto de manera somera los principales procederes y técnicas empleados en la medicina americana precolombina. Veamos ahora a grandes rasgos la materia médica. Esta materia en gran parte estaba constituida por: hierbas, raices, hojas, corteza y ramas de árboles; semillas, flores, sustancias animales, insectos, tierras o minerales con los que se hacían polvos, cocimientos, extractos, infusiones, cataplasmas, etc. También se conocían venenos los cuales empleaban con variados fines. Con estas sustancias preparaban además soluciones curativas, purificadoras, hemostáticas, narcóticas, sedantes, purgantes, eméticos, febrífugos y estimulantes. Al parecer tenían nociones sobre la influencia del régimen alimenticio y la dieta medicinal sobre la salud. En este contexto, es bueno señalar que el indio americano contribuyó con 59 drogas a la famacopea moderna. Si tenían poco o ningún conocimiento de la "dieta o régimen equilibrado" en sí, tenían aparentemente ciertas nociones acerca de lo que se come, y cuando y como. Los Iroqueses por ejemplo, conocían el valor de los manantiales ricos en sal, hierro y sulfuros. Había entre ellos un concepto bien desarrollado de la dieta o abstinencia de alimentos durante la fiebre y trastornos digestivos. Los curanderos, las comadres, los vendedores de amuletos conocían a fondo el uso de hierbas y plantas. Como eméticos empleaban acebo, pepino, ciertos yuyos; laxativos y purgantes como el áloe (ágave), manzanas, cicomoros, olmo; como febrífugo usaban sauce, melón de agua, salvia silvestre, álamo temblón; los antiespasmódicos intestinales se extraían de la clematita, de los "mesquites" del zazafrás, repollo, cedro rojo, albahaca, girasol; los diuréticos se extraían del Zumaque, de la zarzaparrilla, del enebro y de la magnolia. Según Stone, disponían de antidisentéricos, antireumáticos, antiluéticos, antiblenorrágicos y de drogas usadas contra las viruelas y cólera, desórdenes neurológicos, mordeduras de serpientes, desórdenes menstruales y obstétricos. En fin, la lista de "sustancias específicas" en la materia médica de los indios americanos es muy larga. Y no solo se usaban plantas, así, por ejemplo, los papagos ponían un grillo sobre la herida; los Tarahumaras un lagarto; los Apaches, huevos de araña; los Navajos, ocre rojo; los Hopis ponían polvo de carbón vegetal y ceniza; y en general el uso de grasas animales, sobre todo de serpientes, en inflamaciones, dolores articulares y "enfriamientos de pecho".La medicina de los indios aborígenes americanos era una curiosa mezcla de hechos, empirismos, fe, fraudes, disparates y sin embargo, no se puede decir que esa combinación haya fracasado siempre por completo. Las prácticas médicas americanas precolombinas se caracterizaron por su
  • 12. sinceridad, por la confianza que en ellas tenían los indios, por su carácter pintoresco y por que en muchos casos fueron eficaces. (13)