3. Se la puede definir desde dos
percepciones
• En un sentido amplio: Es un proceso de
interacción social a través del cual desarrollamos
nuestras facultades físicas, intelectuales y
morales.
• En un sentido estricto: Puede verse como
acciones pedagógicas que explícitamente se
plantean los problemas del aprendizaje y las
funciones esenciales de la educación.
Contribuyen al desarrollo de aptitudes y
actitudes.
4. El hecho educativo tiene relación
con la capacidad humana de
adquirir y compartir
conocimientos. Tiene que ver con
la educabilidad que poseemos
todas las personas.
5. EL HECHO EDUCATIVO. Algunas
miradas posibles
• 1º MIRADA: LA FILOSOFÌA DE LA EDUCACIÒN
Como saber filosófico, la Filosofìa de la Educación es un conocimiento teórico que
indaga las causalidades ùltimas de la educación.
• 2º MIRADA: LA PEDAGOGÍA.
La Pedagogía suele ser definida como la disciplina que tiene por objeto el estudio del
problema de la educación en todos sus aspectos. Su caracterìstica distintiva reside en
que no se la puede definir con rigor, ya que el saber pedagógico tiene algo de ciencia
empírica y algo de técnica, algo de filosofìa y algo de arte.
• 3º MIRADA: LA CIENCIA DE LA EDUCACIÓN.
Esta denominación se generalizò durante la segunda mitad del siglo XIX,
especialmente en Gran Bretaña y Estados Unidos, junto con la tentativa de organizar
una disciplina puramente empírica que diera cuenta de la educación.
•
6. 4º MIRADA: LAS CIENCIAS DE LA EDUCACIÒN.
Esta es la denominación que se ha generalizado en los centros terciarios y
universitarios, e implica la afirmación acerca de la existencia de varias ciencias
autónomas que comparten a la educación como objeto de estudio.
5º MIRADA: LA DIDÁCTICA Y LAS DIDÀCTICAS
Se trata del estudio de los aprendizajes de una disciplina escolar, para lo que
se toman términos de la psicología adaptados a la situación de enseñanza, y
se los integra con otros trabajos, especialmente de la epistemología de los
saberes y de la sociología del conocimiento.
7. Necesitamos recordar que los docentes no somos ni teóricos ni meros prácticos: somos
mediadores al servicio de situaciones de aprendizaje. Necesitamos ser sujetos autónomos,
no agentes de ejecución; necesitamos asumir una mayor responsabilidad humana y social
respecto de nuestra tarea; necesitamos focalizar nuestra formación como docentes en torno
de la singularidad y la especificidad de cada momento de la educación, no a aprender a
aplicar reglas. En síntesis, necesitamos recuperar el discurso de la Pedagogía.