2. La ciberseguridad gana protagonismo en
el vocabulario de los internautas en
general y de los usuarios profesionales
(principalmente, las empresas) en
particular. Es lógico que así sea porque
las últimas cifras publicadas confirman
que los ataques informáticos están
cobrándose ya una onerosa factura en
todo el mundo.
3. Dado que esta tendencia irá a más a
medida que avance la digitalización de
nuestro entorno más inmediato,
conviene tener claras cuáles son las
leyes básicas en materia de
ciberseguridad (recopiladas por Forbes).
4. SI TUS SISTEMAS TIENEN ALGUNA
VULNERABILIDAD, SERÁ APROVECHADA
5. El modus operandi de los piratas
informáticos pasa por detectar posibles
vulnerabilidades en cualquier sistema y
aprovecharlas para sus fines. Hay que
entender que muchos ciberdelincuentes
lanzan sus ataques de manera
indiscriminada, a la espera de que algún
usuario poco prevenido (o mal
protegido) caiga en ellos.
7. Por principio, desconfía de todo lo que
resulte mínimamente sospechoso. La
gran mayoría de ataques exitosos se
materializan por acciones poco
responsables de los usuarios, lo que
equivale a decir que los
ciberdelincuentes explotan el exceso de
confianza de sus víctimas. Es el origen,
por ejemplo, del ‘pishing’.
9. O, lo que es lo mismo, no existe la
seguridad absoluta en Internet.
Cualquier sistema puede ser infectado.
Esto no es una llamada a desconectarse
por completo de la red pero sí a
extremar las precauciones durante la
navegación. Nada nos asegura la
inmunidad plena frente a un ataque
informático, por lo que nadie está exento
de extremar las precauciones.
11. No queremos ser tremendistas pero es
evidente que la innovación trae consigo,
además de muchas ventajas, muchas
vulnerabilidades. Por ejemplo, es
bastante plausible que, si no existiera el
correo electrónico, el número de casos
denunciados de ‘pishing’ sería
considerablemente más bajo. Hay que
asumir que el desarrollo tecnológico
puede ser aprovechado para
comprometer nuestra seguridad.
13. El mejor consejo que puede darse a
cualquier internauta es pensar siempre
que no está protegido. Cualquier
pequeña brecha en nuestros mecanismos
de protección frente a ciberataques
puede ser suficiente para dejar al
descubierto todos nuestros archivos.
Recuerda que los ciberdelincuentes
aprovecharán cada punto débil de tu
sistema. Procura tener los menos
posibles.