1. ESCUELA PREPARATORIA OFICIAL DEL
ESTADO DE MÉXICO 258
GRUPO: 205
CAPÍTULO VII
HOY COMO NUNCA
BATALLAS EN EL DESIERTO
PROYECTOS INSTITUCIONALES II
ALUMNA: ROSAS PATIÑO ATZIN
PROFESORA: MARÍA DEL CONSUELO
ARREGUÍN
T U R N O : M A T U T I N O
2. Hoy como nunca
Este día esta nuboso, son de los que me gustan pero no a los demás. Sentí que ya no
podía más. Estábamos en la clase de español. El profesor Mondragón enseñaba el
pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo:”Hubiera, hubiese, hubiéramos amado”. Era
temprano, pedí permiso para ir al sanitario y en secreto me escape de la escuela, fui al
departamento de Mariana, donde me recibió muy amable, claro con su belleza al natural,
sostenía un rastrillo pues se estaba depilando. Se sorprendió al mirarme y pregunto si le
había sucedió algo a su hijo Jim y respondí que no pasaba nada. Nos sentamos en el sillón
y en un descuido se le abrió el bata de seda que llevaba puesta, fue ahí cuando vi un poco
de su desnudes y quede fascinado sin embargo reaccione y continúe respondiendo a sus
preguntas reafirmando que Jim y todo estaba bien. Mariana no entendía porque yo, Carlos,
estaba en su casa a tempranas horas si debía de estar en la escuela; me ofreció algo de
tomar para calmar mis nervios y en seguida me lo pregunto, yo no sabía cómo explicarle
así que le daba vueltas al asunto, me daba pena, no sabía que respuesta obtendría y lo
único que le dije fue que había escapado de la escuela y me podrían correr si se
enteraban que no estaba ahí y le pedí no le dijera a Jim y ni a nadie que estaba con ella.
Mariana me ofreció nuevamente su ayuda, me dijo si tenía algún problema en mi casa o en
la escuela pero le conteste que no, que no podía ayudarme porque lo que trataba de
decirle es que estaba enamorado de ella. Al decírselo pensé varias maneras de respuesta;
temí se burlara o se molestara, sin embargo me asombre con su respuesta pues no era
ninguna como la que había imaginado, tomó mi mano y dijo que me entendía pero
teníamos que comprender que por las diferencia de edades no podría pasar nada entre los
dos, que ella ya era mucho mayor, me dijo que tomara lo ocurrido como una experiencia,
que me esperaban muchas cosas y que dejáramos las cosas como antes, sin
resentimientos, que los siguiera visitando pero que sólo esta quedaría como la mamá de mi
amigo. Quería llorar, pero guarde mis lagrimas, respondí con madurez dándole la razón y
pedí una disculpa sin embargo dije que aún así me sentía mejor de habérselo dicho,
Mariana dijo que no tenía que disculparme y solo agradeció mi honestidad y mi
responsabilidad para enfrentar mis problemas, quedamos en no decirle nada a Jim.
Soltamos nuestras manos y me levante para irme, Mariana me detuvo y se despidió con un
beso en mis comisuras, este, me dejo inmóvil, encantado, enseguida; salí corriendo y bajé
rápido las escaleras, no regrese a la escuela, me fui a mi casa muy confundido y con la
excusa de haberme sentido mal.
Lo malo ocurrió después ya que mi maestro había llamado antes pues me había buscado
en toda la escuela pero no había aparecido. Jim comento que yo había salido para visitar a
su madre pues traía algo en manos. Mondragón y Jim fueron al departamento, Mariana
solo les dijo que había ido por un libro que había olvidado, Jim no le creía por lo que se
molesto y de alguna manera se dio cuenta que todo era mentira y le explico a Mondragón
la verdad; este contacto a mis padres para avisarles lo que había hecho, a pesar de que
Mariana negaba todo, Jim, Mondragón y mis padres me creían culpable ante la situación.