El documento resume tres parábolas de Jesús sobre la misericordia de Dios. En la primera parábola, un hijo mayor se enoja cuando su padre mata un ternero para celebrar el regreso de su hijo menor. En la segunda parábola, Jesús comparte comida con pecadores, escandalizando a los fariseos. En la tercera parábola, Jesús enseña que Dios siempre ofrece la posibilidad de volver a la vida para aquellos que se acercan a Él con fe.
1. Comenzaron la fiesta. Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas… y preguntó qué era aquello. “ Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque lo ha recobrado sano”.
2. Él se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: “ Hace tantos años que te sirvo… pero jamás me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos”.
3. “ Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado”. Lc 15, 24-32
4. Es importante preguntarse el porqué de esta parábola tantas veces repetida. “ Se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los letrados murmuraban de ellos: Éste acoge a los pecadores y come con ellos”.
5. Los representantes de la Ley de Israel se escandalizan de que Jesús comparta la comida con los pecadores.
6. Los que deberían conocer más a Dios, se escandalizan de la misión misma del Mesías. Tal vez hubieran aceptado a un mesías diferente, pero no aceptan al que Dios les envía.
7. Jesús no responde a la murmuración con un discurso de defensa, sino con tres hermosas parábolas.
8. Una de las trampas de la modernidad es la de hacernos creer que abandonando a Dios llegaremos a ser más libres.
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10. Las tres parábolas de la misericordia son una meditación sobre el ser humano y una revelación del verdadero Dios. Reflejan la peripecia humana en términos de pérdida y hallazgo . Afirman la misericordia de Dios. Dios invita a la alegría al recobrar lo que se había perdido.
11. Dios ofrece siempre la posibilidad de volver a la vida a quien se acerca confiado hasta sus brazos.
12. La autonomía de la que hacemos gala es con frecuencia una forma elegante de ocultar esa lejanía en la que nos hemos perdido.
13. Padre nuestro que estás en los cielos, acoge el reconocimiento de nuestro pecado y muéstrate como Padre a los que no merecemos llamarnos hijos tuyos. Amén.
14. Texto : José Román Flecha Andrés PALABRA DEL SEÑOR –Salamanca - Presentación: Antonia Castro Panero Música: La tierra