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René de Maximy y Karine Peyronnie




GENTE DE QUITO
©IRD- Abya-Yala -CEDIME
ISBN-9978-04-523-6

1ra. Edición 2000


Gente de Quito, escrito por René de Maximy y Karine Peyronnie, es una coedición
del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo (IRD), de Francia,
Ediciones Abya-Yala y el Centro de Investigaciones sobre Movimientos Sociales (CEDIME).


Traducción del francés: María Dolores Villamar
Diseño: María Dolores Villamar.
Mapas del SUIM, Dirección de la Planificación, Municipio del Distrito Metropolitano de Quito
Impresión: Producciones digitales UPS
Portada: CEDIME


Institut de Recherche pour le développement (IRD)
Whimper 442 y Coruña. Apartado 17-12-857. Quito-Ecuador
Tél.: (593.2) 234 436 Fax: (593.2) 504 020
e-mail: fkahn@ecnet.ec

Abya-Yala: Av. 12 de Octubre 14-30 y Wilson. Casilla 17-12-719. Quito-Ecuador
Telf.: 506-247/562-633 Fax: 506-267/506-255
e-mail: editorial@abyayala.org

Centro de Investigaciones sobre Movimientos Sociales del Ecuador (CEDIME).
Junín 574 y Jiménez. Barrio San Marcos. Casilla 17-15-0018
Telfs. 582478 282211 09 494658
Correo electrónico: cedime@ecuanex.net.ec
Los autores                                                     La obra
         Nacido en 1935 en Craponne sur Arzon, en las mon-              Ya sea que vivan con ella o que la codeen, cada día
tañas del centro de Francia, René de Maximy, geógrafo y         los quiteños saben de la gente de Quito, pero øconocen
sociólogo, director de investigación en el Institut             acaso sus condiciones objetivas de existencia en los dife-
(Français) de Recherche pour le développement (IRD, antes       rentes barrios, antiguos o recientes, populares o patricios,
ORSTOM), es doctor de Estado. Desde hace más de 30              bien equipados o mal integrados a la vida de la urbe? ¿Tie-
años se interesa por las grandes ciudades de las regiones       nen una idea, basada en otra cosa que no sea impresiones
intertropicales, por su funcionamiento y por la gente que       o rumores, del ritmo cotidiano de sus actividades, de lo que
allí vive. Ha publicado numerosos estudios, entre ellos         piensan de la vida en su barrio, de sus relaciones de vecin-
“Kinshasa, ville en suspens” (París, 1984) luego de la apari-   dario?
ción del “Atlas de Kinshasa” (República democrática del                 Gente de Quito nos dice todo eso y también sus opi-
Congo), proyecto del cual fue el iniciador y el responsable     niones sobre el resto de barrios de la ciudad, sobre la po-
científico. R. de Maximy fue también autor y director cien-     lítica municipal y sus repercusiones o su ausencia en su ba-
tífico del “Atlas Infográfico de Quito” (Quito, 1992), y la     rrio y sobre la manera en que conciben la política munici-
presente obra constituye una continuación lógica de sus         pal y nacional frente a la conservación del centro antiguo
análisis de la capital ecuatoriana.                             de su ciudad.
         Karine Peyronnie nació en la región parisina en                Un enfoque nuevo, descripciones y explicaciones
1970. Es geógrafa cuya tesis de doctorado es ´El centro his-    apoyadas en cifras de la Quito de fin de siglo y de la gen-
tórico de Quito: de la ciudad a Patrimonio de la Humani-        te que constituye su piel y su fuerza viva. Un libro que se
dad (1908-1996)”. (Universidad Paris VII Jussieu).              debe leer para comprender mejor lo que son los quiteños.




                                                                                                                               3
Indice


Agradecimiento .......................................................................................................................................................................................................       9

Presentación ............................................................................................................................................................................................................   11

Introducción ............................................................................................................................................................................................................   13

Aspectos generales del proyecto

Las fuentes de información ....................................................................................................................................................................................             15
Los censos de 1982 y 1990 y los estudios del AIQ..............................................................................................................................................                              16
Presentación y análisis del cuestionario ................................................................................................................................................................                   16
Las lecciones que se pueden sacar de una deficiente preparación de la encuesta de campo .......................................................................                                                             20
Algunas precisiones técnicas sobre la explotación de los mapas del SUIM y de los datos de la encuesta EBAQ.......................................                                                                           22
Algunas observaciones sobre ciertos términos para algunos aspectos controversiales....................................................................................                                                      23

1 • La Loma

La situación, el sitio, los límites del barrio............................................................................................................................................................                  25
Análisis de los mapas de densidad de población y de viviendas, y de las piezas habitables ........................................................................                                                          26
Distribución demográfica y características socio-profesionales de los habitantes de La Loma .......................................................................                                                         29
¿Cómo, al observar los mapas extraídos de los dos últimos censos y según las edades
y las actividades económicas ejercidas, se distribuye esta población?...............................................................................................................                                        30
¿Quiénes son, en 1995, los habitantes de La Loma, según sus declaraciones
en las entrevistas realizadas en el marco del proyecto EBAQ? ..........................................................................................................................                                     35
Los habitantes de La Loma frente a su barrio, a los otros barrios, a los lugares
de actividades mercantiles y a la política urbana aplicada en el Centro de Quito ..........................................................................................                                                 40
A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista del habitante de La Loma...............................................................................                                                          45

2 • San Juan

Los límites del barrio...............................................................................................................................................................................................       47
Las características geográficas del barrio...............................................................................................................................................................                   47
Algunos aspectos urbanísticos ..............................................................................................................................................................................                48




                                                                                                                                                                                                                                 5
Gente de Quito


    Análisis de los mapas de densidad poblacional, de vivienda y de piezas habitables......................................................................................                                                   49
    Demografía y características socioprofesionales de los habitantes de San Juan ...............................................................................................                                             51
    De acuerdo a sus declaraciones dadas con motivo de las encuestas realizadas
    en el marco del proyecto EBAQ, ¿quiénes son los habitantes de San Juan en 1995?......................................................................................                                                     57
    Los habitantes de San Juan y su barrio, los demás barrios, los lugares de actividad comercial,
    la política urbana aplicada en el centro de Quito ...............................................................................................................................................                         60
    A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista del habitante de San Juan ..............................................................................                                                       65

    3 • Chimbacalle

    Situación, sitio y límites ..........................................................................................................................................................................................     67
    Análisis de los mapas de la densidad de la población, de las viviendas por manzana y de la cohabitación...............................................                                                                    69
    La demografía de Chimbacalle ...............................................................................................................................................................................              71
    Las viviendas vistas a través de la encuesta EBAQ, sus características elementales,
    su estatus de ocupación y sus elementos de confort ..........................................................................................................................................                             75
    Características socio-profesionales, actividades y nivel de instrucción de los habitantes
    de Chimbacalle, desplazamientos cotidianos ......................................................................................................................................................                         77
    ¿Qué piensan los habitantes de Chimbacalle de su barrio, de los otros barrios de la ciudad,
    de los lugares de actividad comercial, de la política urbana aplicada en el centro de Quito? .......................................................................                                                      84
    A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista de los habitantes de Chimbacalle ..................................................................                                                            92

    4 • La Mariscal

    Características y especificidades urbanas del barrio ............................................................................................................................................                         95
    Análisis de los mapas de densidad de población y viviendas por manzana y de los de cohabitación.........................................................                                                                  97
    La demografía de La Mariscal.................................................................................................................................................................................            100
    Características del hábitat de La Mariscal, según la encuesta EBAQ..................................................................................................................                                     104
    Nivel de escolarización, características socio-profesionales de los habitantes del barrio
    La Mariscal, lugares de actividad de la PEA y desplazamientos cotidianos ......................................................................................................                                          105
    Lo que piensan los residentes de La Mariscal de su barrio, de otros barrios de la ciudad,
    de los lugares de actividad comercial, de la política desarrollada en el centro de Quito...............................................................................                                                  109
    A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista de un habitante de La Mariscal......................................................................                                                          114

    5 • El Batán

    La situación y el sitio...............................................................................................................................................................................................   117
    Algunos aspectos urbanísticos................................................................................................................................................................................            117
    Análisis de los mapas de densidad de población y de viviendas por manzana, y de los de cohabitación ..................................................                                                                   118
    La demografía de El Batán alto..............................................................................................................................................................................             120
    Características del hábitat en El Batán alto, según la encuesta EBAQ .............................................................................................................                                       124
    Nivel de escolarización, características socio-profesionales de los habitantes de El Batán alto,
    lugares de actividad de la PEA y desplazamientos cotidianos............................................................................................................................                                  125
    Lo que piensan los residentes de El Batán alto de su barrio,
    de los demás barrios de la ciudad, de los lugares de actividad comercial, de la política urbana aplicada en el centro de Quito ............                                                                              130
    A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista de un habitante de El Batán alto...................................................................                                                           133




6
Indice


6 • Kennedy

La situación, el sitio y algunos aspectos urbanísticos ..........................................................................................................................................                        135
Análisis de los mapas de densidad de población y de viviendas por manzanas y de los referentes a la cohabitación..............................                                                                           136
La demografía del barrio Kennedy .......................................................................................................................................................................                 138
Características del hábitat de la Kennedy, según la encuesta del EBAQ...........................................................................................................                                         139
Nivel de escolarización, características socio-profesionales de los habitantes de la Kennedy,
lugares de actividad de la PEA y desplazamientos cotidianos............................................................................................................................                                  140
Lo que piensan los habitantes de la Kennedy de su barrio, de los demás barrios de la ciudad,
de los lugares de actividad comercial, de la política urbana aplicada en el centro de Quito ........................................................................                                                     145
A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista del habitante de la Kennedy..........................................................................                                                         147

7 • San Carlos

Las características geográficas del barrio...............................................................................................................................................................                149
Algunos aspectos urbanísticos................................................................................................................................................................................            149
Análisis de los mapas de densidad poblacional y de viviendas por manzana, y de aquellos sobre la cohabitación ..................................                                                                         151
La demografía de San Carlos..................................................................................................................................................................................            153
Características del hábitat en San Carlos según la encuesta EBAQ....................................................................................................................                                     158
Nivel de escolarización, características socio-profesionales de los habitantes del barrio San Carlos,
lugares de actividad de la PEA y desplazamientos cotidianos............................................................................................................................                                  160
Lo que piensan los habitantes de San Carlos de su barrio, de los otros barrios de la ciudad,
de los lugares de actividad comercial, de la política urbana aplicada en el centro de Quito ........................................................................                                                     167
A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista del habitante de San Carlos............................................................................                                                       171

8 • Comité del Pueblo

Origen, situación y sitio ..........................................................................................................................................................................................     173
Algunos aspectos urbanísticos................................................................................................................................................................................            173
Análisis de los mapas de densidad de la población y de las viviendas por manzana, y de aquellos relativos a la cohabitación..............                                                                                174
La demografía del Comité del Pueblo ...................................................................................................................................................................                  177
Las viviendas vistas a través de la encuesta EBAQ, sus características elementales,
 su estatus de ocupación y sus elementos de confort.........................................................................................................................................                             184
Características socio-profesionales, actividades y niveles de instrucción de los habitantes
del Comité del Pueblo, desplazamientos cotidianos............................................................................................................................................                            185
Lo que piensan los habitantes del Comité del Pueblo de su barrio, de los demás barrios de la ciudad,
de los lugares de actividad comercial, de la política urbana aplicada en el centro de Quito ........................................................................                                                     192
A manera de conclusión, retrato impresionista del habitante del Comité del Pueblo .....................................................................................                                                  197

9 • La Ecuatoriana

La situación, el sitio y los límites del barrio .........................................................................................................................................................                199
Análisis de los mapas de densidad de población, de viviendas y de las piezas habitables ocupadas por los residentes...........................                                                                           199
Características del hábitat en La Ecuatoriana, según la encuesta EBAQ............................................................................................................                                        201
Distribución demográfica y características socio-profesionales de los habitantes de La Ecuatoriana.............................................................                                                          202




                                                                                                                                                                                                                                7
Gente de Quito


    Migraciones alternantes cotidianas.........................................................................................................................................................................                  206
    Lo que piensan los habitantes de La Ecuatoriana de su barrio, de los demás barrios de la ciudad,
    de los lugares de actividad comercial, de la política urbana aplicada en el centro de Quito ........................................................................                                                         207
    A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista del habitante de La Ecuatoriana ....................................................................                                                              210

    Conclusiones: la gente de Quito

    Algunas indicaciones sobre la vivienda, la escolarización, las actividades y los desplazamientos de los quiteños .....................................                                                                       213
    La gente de Quito y su barrio, los demás barrios y más ampliamente las acciones municipales
    relativas a su marco de vida y otro centros de interés........................................................................................................................................                               216
    Para concluir ............................................................................................................................................................................................................   221




8
Agradecimientos


         Este estudio de los barrios de Quito es el resultado        José Luis Viteri. Su trabajo fue dirigido por los arquitec-
de una estrecha colaboración entre el Institut de Recherche          tos Antonio Narváez y Sergio Lemarie, la doctora Beba
pour le Développement (IRD, ex-ORSTOM), la Facultad de Ar-           Muñoz, todos profesores de la FAU, y el Doctor René
quitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad Central del           de Maximy;
Ecuador en Quito, la Dirección General de Planificación del      •   la depuración de los cuestionarios fue realizada, bajo la
Municipio del Distrito Metropolitano de Quito (MDMQ). Fue            dirección de Karine Peyronnie y del Dr. René de Ma-
diseñado y realizado bajo la dirección pedagógica del Arqui-         ximy, por Magdalena Pardo y Juan Sarrade, con la co-
tecto Antonio Narváez, Decano de la FAU, y la dirección              laboración, en el caso de San Carlos, de los estudiantes
científica del Doctor René de Maximy, Director de Investiga-         de la FAU mencionados;
ción en el IRD.                                                  •   la explotación de los datos recogidos y la redacción de
         A continuación se presenta, etapa por etapa, la lista       la presente obra fueron efectuadas por el Dr. René de
de las personas que participaron en este trabajo y sus res-          Maximy con la colaboración de Karine Peyronnie;
ponsabilidades en el mismo:                                      •   los gráficos fueron realizados por el Doctor René de
• diciembre de 1995: puesta a punto en el terreno, en el             Maximy y Karine Peyronnie;
    barrio La Loma, bajo la responsabilidad de Karine Pey-       •   con la aprobación de los arquitectos Gonzalo Busta-
    ronnie, estudiante de doctorado de la Universidad de             mante, Director General de Planificación en ese enton-
    Jussieu-París VII (Francia), con la colaboración de Magda-       ces, y Roberto Noboa, Subdirector, quien siguió particu-
    lena Pardo y Juan Sarrade, sociólogos y encuestadores;           larmente de cerca el proyecto, y a su pedido, el Siste-
• diciembre de 1995 a abril de 1996: encuestas de campo              ma Urbano de Información Metropolitana (SUIM) facili-
    en los barrios de San Juan, Chimbacalle, Mariscal Sucre,         tó el acceso a su base de datos urbanos para la confec-
    Batán Alto, Kennedy, San Carlos, Comité del Pueblo, La           ción de los mapas a través del Sistema de Información
    Ecuatoriana, con la benévola colaboración de sus habi-           Geográfica (SIG) Savane del IRD, la misma que fue rea-
    tantes, a cargo de los estudiantes de arquitectura de la         lizada por Jackelin Jaramillo. Dichos mapas fueron re-
    FAU nombrados a continuación: Yadhira Álvarez, Fer-              dibujados y adaptados para esta publicación por María
    nando Burbano, Wladimir Castro, Milton Chávez, Jorge             Dolores Villamar, quien estuvo a cargo igualmente de la
    Coronel, Natalia Corral, Pablo Moreira, Diego Padilla,           traducción del texto al español y de la diagramación del
    Milagros Pesantes, Juan Rodríguez, Milena Velasteguí y           presente libro.




                                                                                                                                   9
P re s e n t a c i ó n


         La ciudad es, principalmente, poblaciones concen-     to de la nueva ciudad. Los servicios se han incrementado a
tradas; relaciones sociales dadas, a la vez, por la vecindad   la par que la inmigración. El centro de la ciudad y sus ba-
y el aislamiento de familias en sus respectivas residencias.   rrios, de “ser casi toda la ciudad”: sobre todo, de albergar
Sin embargo, este aislamiento no adquiere siempre el nivel     a sus principales actividades, ha pasado a ser el espacio de
del anonimato predominante en las metrópolis o en otras        parte de la administración pública, del pequeño y mediano
culturas de mayor tradición urbana. El sentido de pertenen-    comercio, lugar de residencia de sectores medios y popu-
cia al barrio es, luego de la familiar, en buena parte de la   lares a los cuales se apegan los recién llegados a la ciudad.
población de Quito, particularmente decisiva en la cons-       Para muchos, así, el Centro es un mundo de tránsito y de
trucción de la identidad social. Ahí se tejen relaciones de    aprendizaje a la nueva vida urbana de Quito. Otros nuevos
todo tipo, incluidas las matrimoniales, y es uno de los es-    barrios son más residenciales, con otra vida y otra gente.
pacios importantes de la socialización. Los barrios de Qui-            René de Maximy y Karine Peyronnie rescatan en es-
to fueron, hasta hace algo más de dos generaciones, espa-      te libro la dimensión de barrios. Los datos sobre la ciudad,
cios muy compartimentados: cada cual tenía su vida pro-        se encuentran aquí analizados por barrios, lo que permite
pia, sus bandos y jorgas, sus personajes, sus historias, sus   precisamente comprender que existen varios Quito. Las
gentes.                                                        gentes de Quito precisamente tienen vidas diferentes según
         Varios barrios, con la movilidad urbana desde los     los barrios. A más de presentarnos los datos disponibles so-
sesenta, cambiaron de población; buena parte de su gente       bre el espacio, vivienda, demografía y servicios; Gente de
se desplazó, la vida barrial se modificó.                      Quito tiene la riqueza de darnos, la percepción de la gen-
         Otros barrios no conocieron la misma transforma-      te de Quito sobre su barrio y ciudad. Es la gente de Quito
ción poblacional y acaso guardan algo más de sus caracte-      la que hace la ciudad. Estos elementos de sociología urba-
rísticas anteriores. Los cambios en las condiciones de vida    na, enriquecen al acierto de presentar Quito por barrios.
y en las actividades urbanas han sido muy fuertes en los úl-
timos treinta años.                                                                                           Jorge León T.
         La ciudad se amplió y transformó rápidamente. El                                                          CEDIME
Centro de Quito cambió sustantivamente en relación al res-




                                                                                                                               11
I n t ro d u c c i ó n


        Esta presentación detallada de 10 barrios de la                Gracias a su manejo y explotación mediante el SIG,
ciudad de Quito, capital de la República del Ecuador, es       la BDU es una fuente considerable de informaciones de
el resultado de estudios anteriores, de la necesidad de        primera mano y permanentemente actualizadas. La carto-
un mejor manejo de la utilización de imágenes posibili-        grafía temática que permite establecer es un instrumento
tado ahora gracias a la informática, de un trabajo de la-      incomparable de análisis del espacio urbanizado, que de-
boratorio realizado durante el año académico 1995-1996         bería ser utilizado más sitemática y diversificadamente. Por
por un equipo de estudiantes de la Facultad de Arquitec-       esta razón, durante la formación universitaria de los estu-
tura y Urbanismo (FAU) de la Universidad Central del           diantes de la FAU, la dimensión socio-geográfica del espa-
Ecuador en Quito, de una reflexión a varias voces efec-        cio captado a través de las imágenes temáticas producidas
tuada por los estudiantes mismos, sus profesores e inves-      mediante un SIG por cartografía asistida por computadora,
tigadores del Institut de Recherche pour le Développe-         es decir la capacidad de imaginar, de concebir, de producir
ment (IRD, ex-ORSTOM).                                         y de interpretar estas imágenes, debe enseñarse en labora-
        Los estudios anteriores fueron llevados a cabo hace    torio, al igual que la arquitectura y el urbanismo deben ex-
más de diez años por la Dirección de Planificación del Ilus-   ponerse en su historia, sus conceptos y sus resultados, ob-
tre Municipio de Quito (IMQ), convertido hoy en día en         tenidos gracias al análisis de casos.
Municipio del Distrito Metropolitano de Quito (MDMQ), y                He aquí entonces la presentación de 9 barrios y la
por un equipo multidisciplinario del IRD que trabajó con-      reflexión global que inspira sobre la ciudad de Quito ob-
junta o sucesivamente con el Instituto Geográfico Militar      servada en 1995-1996. Esta presentación comprende un pri-
(IGM), el Instituto Panamericano de Geografía e Historia       mer capítulo, general, en el que se presentan y analizan las
(IPGH), luego con la Dirección de Planificación del MDMQ       fuentes de información, los instrumentos, las directrices
y finalmente con la FAU. Producto de tales estudios han si-    (especialmente en cuanto al cuestionario) y la realización
do: un atlas infográfico de Quito (AIQ, 1992) sobre la so-     del trabajo de campo, así como la organización de la ex-
ciodinámica del espacio y la política urbana de la ciudad;     plotación sistemática de los datos obtenidos. Esta dimen-
una base de datos urbanos (BDU) que incluye varios ban-        sión metodológica persigue dos objetivos: la explicación de
cos de datos; la afinación de un sistema de información        las etapas de la elaboración y la presentación de los docu-
geográfica (SIG) cuyos instrumentos son los softwares Sa-      mentos y la entrega de una clave para la lectura de tales
vane y Planète; la asistencia continua para la creación y el   documentos, que permitirá, llegado el caso, su reproduc-
funcionamiento del Sistema Urbano de Información Metro-        ción periódica.
politana (SUIM) de la Dirección de Planificación del MDMQ              Se presentan luego los datos, barrio por barrio, ci-
que en la actualidad maneja y alimenta la BDU resultado de     fras y estadísticas, mapas temáticos, análisis y reflexiones,
la elaboración, ejecución y publicación del AIQ.               seguidos de la formulación de una problemática. Los datos




                                                                                                                               13
Gente de Quito



     originales pueden ser consultados en los archivos de la Di-          quienes se interesan en las cuestiones urbanas. El objetivo
     rección General de Planificación del MDMQ.                           principal de este trabajo consiste, por lo tanto, en permitir al-
              Se trata de una publicación informativa y didáctica en      canzar un buen conocimiento de Quito y de sus moradores
     11 capítulos, concebida como un instrumento de trabajo a dis-        así como adquirir, gracias al análisis cartográfico (pasando de
     posición de los urbanistas y estudiantes que desean adquirir         lo general a lo singular), una capacidad de formular proble-
     una dosis de conciencia acerca de la dimensión socio-geográ-         máticas urbano-espaciales de las múltiples características del
     fica, ligada a conocimientos en derecho, administración, ar-         espacio hipersocializado sobre el que se basa una ciudad.
     quitectura y urbanismo que se requieren para una buena for-                  Es una lógica y necesaria continuación del Atlas In-
     mación de arquitecto-urbanista, aunque también de todos              fográfico de Quito*.




     * Difundido por la Sección Nacional del Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH) que funciona en el Instituto Geográfico
       Militar (IGM) en Quito.




14
A s p e c t o s g e n e r a l e s d e l p ro y e c t o


Las fuentes de información                                                Estos productos —mapas, gráficos y estadísticas
        Las informaciones disponibles sobre los barrios estu-    (con excepción, en este último caso, de los datos demográ-
diados pueden ser exhaustivas o el resultado de sondeos          ficos que son exhaustivos a nivel de la ciudad o del ba-
realizados en ellos. Tanto en el primero como en el segun-       rrio)— se refieren a la manzana, unidad espacial de base del
do caso, las informaciones llevan fecha. Las más antiguas uti-   enfoque geográfico urbano. Sirvieron para efectuar un pri-
lizadas —fuera de ciertos datos sucintos de interés históri-     mer análisis de cada barrio y para colocarlo en perspectiva
co— corresponden al censo de 1982 y las más recientes se         con relación a la ciudad de Quito en su conjunto con sus lí-
obtuvieron entre diciembre de 1995 y marzo de 1996 duran-        mites administrativos de 1982 y, luego, de 1990 (es decir
te las encuestas realizadas por los estudiantes de la FAU,       Quito intramuros excluyendo el distrito metropolitano).
quienes contribuyeron a la elaboración de este informe.                   La BDU del SUIM contiene, además, el trazado je-
        Indiscutiblemente, los censos de población y vivien-     rarquizado de las redes principales: agua, luz, alcantarilla-
da de 1982 y 1990 son las dos fuentes más precisas y com-        do, teléfono… Mediante un análisis de las bases de planos,
pletas disponibles. Abarcan todas las familias presentes, to-    se pueden igualmente conocer el trazado de las vías y, en
das las viviendas ocupadas y toda la población (con excep-       el caso de ciertos barrios, la división predial. La implanta-
ción, a veces, de los militares acuartelados y de ciertas co-    ción de las casas que aparece en los planos catastrales re-
lectividades como hospitales por ejemplo) residente en           fleja la realidad al momento de la elaboración de tales pla-
Quito en esos años, el día del censo. Los datos se recogen       nos, pues no es objeto de una actualización sistemática y
en el lugar de residencia de cada uno por lo que están lo-       permanente. Por ello, en el caso de los barrios centrales —
calizados correctamente. Son el reflejo de la población qui-     La Loma o San Juan, por ejemplo— dicha implantación
teña, tal como se presenta un día domingo que no se ha           puede ser aceptable, pero tratándose de los barrios no con-
alejado de su domicilio. La información es reunida, codifi-      solidados o en vías de consolidación, sólo es indicativa.
cada e informatizada por el INEC (Instituto Nacional de Es-      Con respecto a los barrios en plena mutación, como la Ma-
tadística y Censos), propietario y depositario de la misma.      riscal Sucre, la información ya no es significativa, pues las
El Municipio de Quito, en el seno del SUIM, posee una co-        casas individuales, generalmente bajas, han sido reempla-
pia para su libre explotación, la misma que utilizamos con       zadas a menudo por edificios de más de 8 a 10 pisos.
la debida autorización. Sin embargo, dadas las necesidades                Finalmente, el SUIM puede proporcionar modelos
del urbanismo que, para sus proyectos, no se interesa es-        numéricos de terreno (MNT) e imágenes satélite de mayor
pecíficamente en los individuos, ni en cada vivienda de la       o menor calidad, al igual que la implantación de grandes
ciudad, los datos fueron agrupados por manzana, siendo           equipamientos clasificados según su uso y su importancia.
esta la unidad espacial de base del conjunto de mapas te-                 Se puede asimismo utilizar una encuesta de 1987,
máticos aquí presentados y analizados.                           actualizada sucesivamente en 1990 y 1991, relativa a las




                                                                                                                                 15
actividades (sobre todo comerciales) visibles en la calle, y      ción económicamente coherente que nos llevó a separar,
     que permite conocer, para esos años, la relación existente        entre los «profesionales» (terminología del INEC), a los eje-
     entre la superficie construida o urbanizada de los barrios y      cutivos y profesiones liberales con ingresos comparables,
     las actividades censadas, entre la población residente en los     de los empleados o técnicos, mientras que bajo el rubro de
     barrios y esas actividades. Así, se puede establecer una fi-      «gran grupo 0/1: profesionales, técnicos y trabajadores asi-
     cha descriptiva y, eventualmente, elaborar la malla real de       milados» se mezclan médicos, arquitectos, biólogos, etc.
     los equipamientos implantados en los barrios estudiados.          con contadores, atletas, fotógrafos, etc. y toda clase de téc-
              Todos estos datos son confiables. Pueden conside-        nicos. Además, un jefe de su empresa es clasificado por el
     rarse como el reflejo de la situación en la fecha indicada. A     INEC en una u otra actividad, mientras que en el AIQ es
     nivel de la ciudad, se puede encontrar un análisis parcial        considerado como «ejecutivo». En definitiva, para el INEC es
     basado en el censo de 1982 (el de 1990 aún no estaba dis-         ejecutivo solamente el personal jefe del sector público, lo
     ponible) y las imágenes cartográficas resultantes (Atlas In-      que a nuestro criterio es una visión muy restrictiva de la
     fográfico de Quito, IGM-IPGH-ORSTOM, 1992).                       realidad económica de las categorías socio-profesionales.
              Los datos obtenidos en las encuestas por sondeo          Se debe decir que la nomenclatura del INEC obedece a una
     realizadas por los estudiantes de la FAU completan estas in-      taxonomía cuya lógica es demasiado simple, y no a un en-
     formaciones, colocando sobre ellas una mirada más recien-         foque significativo de los ingresos de cada tipo de profe-
     te. Habría sido necesario comprobar su representatividad,         sión ejercida. Así, las comparaciones, en este aspecto, en-
     pero el análisis de los datos demográficos obtenidos de los       tre las informaciones de ciertos barrios, estudiados en el
     censos de 1982 y 1990 disponibles en el SUIM no lo permi-         AIQ y nuevamente en el proyecto EBAQ, no son totalmen-
     tieron. Así, el sondeo se efectuó solamente en las manza-         te pertinentes, en especial cuando se trata de considerar las
     nas, sin haberse podido realizar, dentro de los plazos im-        imágenes cartográficas extraídas de los censos y las cifras
     partidos, ninguna encuesta sistemática previa sobre los da-       de que disponemos a través del AIQ.
     tos demográficos ni los relativos a las viviendas extraídos
     del último censo del INEC.                                        Presentación y análisis del cuestionario
              En definitiva, los instrumentos de este trabajo de la-            El cuestionario utilizado para esta encuesta (véase
     boratorio son lo que de los censos contiene la BDU del            anexo) demanda un análisis y una reflexión particulares. Se
     SUIM, su explotación infográfica gracias al SIG y la encues-      abordarán sucesivamente: la composición y el contenido
     ta por sondeo (fracción del sondeo fs = 1/10 de las casas,        del cuestionario, la razón de las preguntas planteadas y su
     1, 2 o más familias, según el número de viviendas encontra-       formulación, su análisis crítico considerando cómo se rea-
     das por estructura ocupada) y su depuración, y su explota-        lizaron las entrevistas. Esto se acompaña de una reflexión
     ción manual en el caso de los análisis de barrios. Asimismo,      sobre la manera en que se efectuó el trabajo de campo y
     en lo que respecta a las síntesis a nivel de la ciudad, la fal-   las lecciones que se pueden sacar de ello para otros traba-
     ta de tiempo impidió informatizar las respuestas aportadas        jos del mismo tipo.
     por la encuesta (ver más adelante las razones de esta situa-               Los censos de 1982 y 1990 proporcionan los datos
     ción).                                                            básicos sobre la población y la vivienda de cada familia, lo-
                                                                       calizados en el lugar de residencia. En el marco de un aná-
     Los censos de 1982 y 1990 y los estudios del AIQ                  lisis de barrio, se podría entonces prescindir de una encues-
            Cuando la elaboración del AIQ, se retomaron las            ta de campo sobre estas informaciones si se admite que las
     nomenclaturas de los censos, distribuyendo las categorías         estadísticas de 1982 y 1990 no indican modificaciones estruc-
     socio-profesionales declaradas en función de una clasifica-       turales fundamentales de la situación quiteña y que la evo-




16
EBAQ - Aspectos generales del proyecto



lución observada entre los dos censos prosigue en el mismo       no pueden considerarse sino como el reflejo de tendencias
sentido y con la misma intensidad, fácilmente calculable. En     y no como una información cuantitativamente indiscutible.
vista de que no se ha producido ningún trastorno importan-       Si resulta confirmada por el análisis de las situaciones de-
te en la sociedad ecuatoriana desde el boom petrolero y, más     mográficas comparadas de los últimos datos censales (1982,
recientemente, desde el regreso a la democracia, no existe       1990) y por la coherencia entre estos últimos y aquellos de
razón externa que permita cuestionar esta hipótesis. Sin em-     la muestra aquí encuestada, ello sería fortuito y afortunado,
bargo, el presente cuestionario retoma estos capítulos de        aunque con ello el valor de referencia del presente estudio
otra manera, más sintética. Dos objetivos lo justifican: saber   pudiera verse reforzado.
en qué familia (caracterizada por su estructura demográfica              Hay otras preguntas particularmente interesantes
y profesional) y en qué condiciones viven la persona en-         para los urbanistas y que no pueden ser omitidas como,
cuestada y los suyos, conocer la representatividad estadísti-    por ejemplo, el estatus de ocupación de las viviendas, su
ca de la población escogida al azar y entrevistada.              superficie, su valor estimado, su conexión a las redes y su
        La familia y las condiciones de vida de la (o de las)    entorno geográfico. Por lo tanto, el cuestionario puede,
persona(s) interrogada(s) en cada vivienda deberían escla-       desde el comienzo, considerarse de dos maneras:
recer lo que podría haber de inesperado en las opiniones         • como un documento que contiene las preguntas que
expresadas que constituyen la segunda parte del cuestiona-           pueden ser contestadas directamente por el encuestador,
rio. En cuanto a la representatividad estadística, se la bus-        como el tipo de vivienda, completadas por un grupo de
ca cuando se trata de ciertos sondeos. El presentado a con-          preguntas que demandan una respuesta clara y precisa
tinuación no forma parte de ellos, pues el reducido tama-            que solo puede dar el representante familiar interrogado;
ño de la muestra debido, por una parte, a la falta de me-        • como una ficha de encuesta que comprende una prime-
dios y de encuestadores, y por otra, al hecho de que para            ra parte, técnica, sobre la ubicación, la vivienda (sus
emprender un sondeo estadísticamente aceptable, sería ne-            formas, su dimensión, su valor, su ocupación) y una se-
cesario que los atributos escogidos previamente por su per-          gunda parte, más cultural, que recoge la opinión de las
tinencia se encuentren en la misma proporción y según una            personas entrevistadas sobre los aspectos agradables y
misma distribución espacial en las estadísticas de la pobla-         desagradables del barrio en el que viven (funciona-
ción escogida al azar y en aquellas de la población de la            miento, disfunciones, necesidades, insuficiencias), la
que ha sido extraída. Esta exigencia implica que la fuente           idea que tienen sobre otros barrios, sobre la ciudad en
estadística sea preferentemente el censo más reciente dis-           su conjunto, sobre determinados lugares históricos o
ponible, que se tenga acceso a él, que se puedan realizar            con funciones más específicas, sobre la política urbana
todos los sorteos necesarios para lograr una correcta repre-         aplicada por el Municipio. Las preguntas son ya sea ce-
sentatividad (es decir que cada atributo escogido esté pre-          rradas (respuestas previstas y precodificadas) en lo que
sente en la población elegida en la misma proporción que             respecta a los elementos descriptivos, o precisos, rela-
en la población considerada exhaustivamente) y, finalmen-            cionados con la población de las viviendas estudiadas,
te, que se pueda con seguridad entrevistar exclusivamente            o abiertas (sin respuestas predeterminadas a escogerse)
a las familias así escogidas. Esto no puede realizarse sin           como en lo que atañe a las opiniones y comportamien-
una reglamentación oficial decretada, su preparación es lar-         tos de las personas entrevistadas.
ga (varios meses) y está fuera de proporción con relación                Al leer el cuestionario, nos podemos interrogar so-
al objetivo de nuestra investigación. Las respuestas que pre-    bre el fundamento de las preguntas, sobre su interés y su
sentamos en los capítulos siguientes son entonces única-         pertinencia. Por esta razón, vale la pena referirse a los gru-
mente indicativas, presentan opiniones exactas pero que          pos, numerados de A a J, cada uno de los cuales reúne una




                                                                                                                                  17
serie de preguntas sobre un mismo tema.                         que un barrio con predominio de propietarios se consolida-
             Así el grupo A permite localizar la información,        rá y se mantendrá, constituyendo un espacio estable don-
     pues el análisis urbano, en la medida en que la ciudad es       de toda inversión pública de infraestructura o de equipa-
     un espacio eminentemente social, implica esa dimensión          miento colectivo se rentabiliza de la mejor manera. Sabe
     geográfica. Adicionalmente, reúne los datos sobre el hábi-      también que un barrio con un alto valor especulativo pue-
     tat observado, su dimensión, su estado de construcción y        de ser sometido a una reglamentación limitante que asegu-
     de mantenimiento. Para el estudio de un sector urbano, de       re la calidad de su funcionamiento y produzca ingresos fis-
     un barrio, de una calle, es evidente el interés de estas ca-    cales que no solamente garantizarán su mantenimiento si-
     racterísticas: sin ellas, no se puede pretender concebir el     no que cubrirán también otros gastos colectivos menos li-
     manejo del espacio urbanizado.                                  gados a sus funciones propias, aunque igualmente necesa-
             El grupo B se concentra en el estatus de ocupación      rios, como por ejemplo, red vial, hábitat y transporte de tra-
     de las viviendas y de sus dependencias. Para un Municipio,      bajadores que lo animan durante los días laborables. Por
     podría tratarse de un control con fines fiscales, pero en tal   esta razón, si estos barrios tienen un alto valor comercial,
     caso la utilización del catastro es mucho más apropiada:        en numerosos municipios de países con una economía li-
     consulta de la matriz catastral continuamente actualizada       beral pero un tanto dirigida, son sometidos a una regla-
     (condición por cierto no cumplida en Quito donde no to-         mentación específica, aplicada a las zonas de intervención
     das las transacciones se ingresan de manera exacta e inme-      en el suelo (Zones d'Intervention Foncière, ZIF) que limitan
     diata en las matrices y los planos catastrales).                el abuso del suelo y su comercio (de manera que las inver-
             En el presente caso, se trata de una encuesta anóni-    siones colectivas complementarias no se conviertan en
     ma, confidencial, realizada mediante sondeo, lo que impi-       fuente de beneficio indebido para los especuladores que se
     de toda utilización de las informaciones recogidas con fines    aprovechan de una renta proveniente de una situación da-
     fiscales. Para un urbanista, en cambio, el conocimiento del     da, en detrimento de la colectividad).
     estatus de ocupación no es neutro, y ello por las siguientes            Naturalmente, existen barrios pobres con viviendas
     razones:                                                        que han sido objeto de apropiación o alquiladas, aunque
     • generalmente, un propietario es más sedentario que un         se trata en ese caso de otra dimensión capitalista, lo que no
         inquilino. La adquisición de una vivienda implica una       excluye la sedentarización y consolidación, ni la especula-
         inversión tal que, a no ser que se trate de una especu-     ción, aunque les vuelve más inseguras.
         lación que se hace más bien para una vivienda que se                El grupo C parece ser el más difícil de llenar. En
         desea alquilar que para una que se desea ocupar, el         primer lugar, preocupa al entrevistado: ¿por qué estas pre-
         propietario no se mudará tan fácilmente;                    guntas sobre el precio de la compra de la vivienda o el va-
     • una vivienda alquilada supone, en este caso, que el           lor del alquiler? De hecho, la confiabilidad de las respues-
         propietario considera el hábitat como un producto co-       tas es dudosa. Los encuestadores deben hacer las pregun-
         mercial cualquiera, vinculado a las fluctuaciones del       tas en forma no tan directa, abordarlas incidentalmente. Les
         mercado y capaz de experimentar una plusvalía consi-        corresponde a ellos luego ubicar aproximadamente la res-
         derable, sobre todo si se encuentra en un barrio atrac-     puesta en la distribución propuesta. Este aspecto no pre-
         tivo (bien integrado, bien equipado, cercano a los luga-    senta un interés urbanístico fundamental en la medida en
         res de empleo o negocios) o en un barrio del que se         que existen otros modos de conocer el precio del suelo y
         espera un desarrollo consecuente y, por lo tanto, de        del metro cuadrado de construcción en los diferentes ba-
         atractivo creciente.                                        rrios de la ciudad, a través de las agencias inmobiliarias o
             De esta manera, el urbanista sabe que es casi seguro    los presupuestos de las construcciones de inmuebles, entre




18
EBAQ - Aspectos generales del proyecto



otros. Consecuentemente, se concibe solo como un indica-        espacio urbano apropiándose de él social y culturalmente.
dor de la actitud de los habitantes frente a la transparencia   No se pudo repetir, a partir de los datos de 1990 contenidos
con que aceptan responder a este tipo de preguntas.             en la BDU del SUIM, este mismo procedimiento estadístico,
        La explotación de estas preguntas no debería apor-      no porque la base no lo permitiera sino por razones evoca-
tar otro elemento que, precisamente, la conciencia del ma-      das anteriormente.
lestar ante la indiscreción.                                              Las dos preguntas no usuales tienen un alcance ur-
        El grupo D se refiere a las redes. Las preguntas son    banístico muy diferente. En efecto, uno de los datos más
clásicas y banales. Buscan información sobre el nivel de co-    ausentes en los estudios urbanos habituales que, sin em-
modidad de cada vivienda y esclarecen las respuestas de la      bargo, es fundamental, se refiere a la relación residencia-
encuesta de opinión de la segunda parte del cuestionario.       empleo. Si se sabe dónde, en qué parte de la ciudad, tra-
Sin embargo, en lo que se respecta a la evacuación de las       baja cada quien, y si se conoce el lugar de residencia (lu-
aguas servidas y la recolección de basura, dan igualmente       gar de la entrevista), se puede visualizar en un mapa la re-
una idea sobre el comportamiento ante aspectos inmedia-         lación espacial entre el uno y el otro, es decir ver realmen-
tos del entorno doméstico.                                      te la extensión de la zona de influencia de cada perímetro
        Asimismo, el grupo E, relativo a los ocupantes de       de empleos. Esto es necesario para establecer un sistema
la vivienda, retoma las preguntas «clásicas» de todo censo.     racional, funcional, de circulación de los trabajadores a las
Sin embargo, no es inútil explicar su interés y destacar tam-   horas de las migraciones cotidianas alternantes, determi-
bién dos preguntas nunca realizadas en los censos porque        nando las «líneas ideales o deseadas». La segunda pregun-
no tienen importancia alguna para los urbanistas.               ta, relacionada con las horas de movimiento intraurbano de
        En cuanto al interés de las preguntas demográficas,     cada miembro de la familia y el tiempo empleado (dura-
ya lo mencionamos anteriormente. Ellas permiten no sola-        ción del trayecto) para desplazarse de la residencia al lugar
mente esclarecer también la encuesta de opinión, pues, es       de actividad (compras, escuela, etc.) y de regreso, comple-
evidente un soltero no puede tener las mismas reacciones        ta la información anterior y da su medida. Es inútil afirmar
que el padre de una familia numerosa, y un director de em-      que estas dos informaciones son los pilares de la compren-
presa tampoco reaccionará igual que un obrero no califica-      sión del uso común del espacio urbanizado y, por lo tan-
do en lo que respecta a la solidaridad de vecindario o a la     to, de primera utilidad para el manejo del mismo.
política urbanística aplicada por un municipio.                          En la Loma Grande, barrio en el que se iniciaron las
        Sin embargo, para la clasificación de la población      encuestas, se pudo ver cuan difícil resulta abordar a la
económicamente activa, PEA, por categoría socio-profesio-       gente, hacerle hablar sobre estos temas sin preocupar a los
nal, CSP, al elaborarse los mapas del AIQ relativos a estos     entrevistados. Tres personas (hay que admitir que se cono-
aspectos, se redistribuyeron los estatus de los activos en      cían entre sí) se sorprendieron de que los arquitectos pue-
función no de nomenclaturas de censos que pretenden es-         dan interesarse en algo distinto a las cuestiones del hábi-
tablecer una base tributaria y conocer los niveles de activi-   tat. Fue necesario explicarles que urbanismo no es arqui-
dad informal de cada quien, sino de su nivel de responsa-       tectura, que esta disciplina abarca mucho más, que es un
bilidad y de los modos de vida correspondientes (evidente-      trabajo de mayor amplitud. Además, las preguntas que se
mente y de todas formas, vinculados a sus ingresos) signifi-    referían a las horas de salida de la casa y de regreso de ca-
cativos, para nosotros —y en principio para todo urbanista      da quien ¡les parecieron una trampa de ladrones o rateros
que considera a los citadinos de la misma manera que las        que deseaban saber a qué hora se encuentran solas las vi-
formas de hábitat o las redes de infraestructura, por ejem-     viendas! Se debe entonces ser claro sobre estos puntos y
plo—, de una manera de vivir en la ciudad y de utilizar el      probar, cada vez que sea necesario, la identidad, la proce-




                                                                                                                                19
dencia, las intenciones, las razones de la encuesta en el         puede esperar de ellos un profesionalismo que justamente
     marco de un proyecto oficial, sea académico (como aquí)           van a adquirir con esta experiencia. Pero las preguntas tam-
     u otro.                                                           poco son habituales, de modo que pueden desconcertar a
             El grupo F se interesa en el predio en el que está ubi-   las personas interrogadas, aun si ya han respondido a otros
     cada la vivienda y en su entorno inmediato. Se trata de ele-      encuestadores, en especial con motivo de los censos de po-
     mentos descriptivos que refuerzan el conocimiento del lugar.      blación y vivienda.
     Más allá de su dimensión ambiental, este enfoque esclarece                Hay que estar consciente de que el hecho de que
     también las repuestas a la pregunta «¿le gusta vivir aquí?».      una pregunta no sea bien comprendida por la persona in-
             El grupo G responde, precisamente, a esta pre-            terrogada, no justifica que se la descarte. Si las preguntas
     gunta. Es importante saber cómo la gente siente su vida           hubieran sido completamente banales y ordinarias, no ten-
     en su vivienda, su manzana, su barrio, pues en urbanis-           drían el mismo interés. Además, si se pide a los encuesta-
     mo, no son únicamente los elementos materiales como               dores no explicar sistemáticamente el sentido de las pre-
     las redes y el equipamiento (aunque sean los más fáciles          guntas de opinión, es justamente para evitar que se recoja
     de censar) los que cuentan, sino también la manera co-            la opinión del encuestador o que la respuesta sea orienta-
     mo se perciben y se utilizan. La ciudad, y más aún el ba-         da por sus explicaciones. Lo que se desea es tener la opi-
     rrio, son los lugares donde se vive, cuya práctica permi-         nión (o la falta de opinión) del entrevistado. No se debe
     te constatar en cada momento las dimensiones socioeco-            olvidar que la no respuesta a una pregunta es, en sí, una
     nómicas y culturales. Para algunos, se trata incluso del          respuesta.
     único ámbito donde se sienten «en casa». Esto explica
     ¡cuan importante es la percepción personal, íntima de ta-         Las lecciones que se pueden sacar de una deficiente
     les espacios!...                                                  preparación de la encuesta de campo
             Por su equivalente externo, el grupo H completa                   La elaboración de una encuesta de campo no de-
     las preguntas del grupo G. Lo que persigue es conocer la          manda únicamente una selección de preguntas y la orde-
     dimensión de la implicación de cada uno en la realidad ur-        nación de las mismas, sino también la redacción del ma-
     bana de su barrio o su rechazo a implicarse en ella.              nual de uso del cuestionario así como una prueba prelimi-
             Los grupos I y J tienen como objetivo evaluar el          nar muy crítica, realizada con los encuestadores y aplicada
     grado de conciencia de la gente entrevistada y de sus             por ellos en un barrio bastante conocido. De esta manera
     allegados frente a los problemas generales de la ciudad e         se pueden identificar, para luego remediarlos, las torpezas,
     igualmente frente a los discursos oficiales (de los respon-       los puntos débiles y las incomprensiones. Esta etapa preli-
     sables de la gestión municipal cuya publicidad parece, en         minar no pudo cumplirse, lo que tuvo ciertas consecuen-
     la mayoría de los casos, dirigirse únicamente a los espe-         cias que habrían sido deplorables si no se hubiera tratado
     cialistas o visitantes oficiales) sobre el reglamento urba-       de un trabajo de formación universitaria cuya dimensión
     no, el centro de negocios, el centro histórico, la dimen-         académica primaba sobre la dimensión operacional.
     sión de «patrimonio de la humanidad» de la ciudad de                      Primero vamos a exponer las razones por las que no
     Quito, etc.                                                       se efectuó tal trabajo preliminar. El primer esbozo del pro-
             En su aplicación, el cuestionario no siempre resultó      yecto EBAQ se remonta a 1992, es decir al término de la
     apropiado. Es importante saber si ello se debió a las pre-        elaboración del AIQ. En ese año, René de Maximy, direc-
     guntas y su formulación o a la manera en que fueron plan-         tor de investigación en el ORSTOM y responsable del pro-
     teadas a los entrevistados. Se puede desde ya anticipar que       yecto AIQ, tomó contacto con el Arquitecto Antonio Nar-
     los estudiantes se inician apenas y que, por lo tanto, no se      váez. El siguiente año, el ORSTOM acogió al Arq. Narváez




20
EBAQ - Aspectos generales del proyecto



en París durante 6 meses, en el marco de las relaciones que      depuración exhaustiva y por lo tanto completa. Además, si
mantiene este instituto francés de investigación con sus         no es llenado clara y correctamente, resulta parcialmente
contrapartes, identificadas o potenciales, de los países en      inexplotable e introduce la incertidumbre en toda la en-
los que sus investigadores trabajan en proyectos de coope-       cuesta realizada.
ración. Los dos investigadores, el uno más investigador que               A medida que avanzaba el trabajo de campo y, pos-
docente, el otro más docente que investigador, decidieron        teriormente, el trabajo de depuración manual, realizado en
revalorizar los datos contenidos en el AIQ y difundir una        parte por los estudiantes mismos, se revelaron todos los
metodología de explotación de los mismos (utilizando es-         errores sistemáticos o accidentales y las verdaderas imperfec-
pecialmente el SIG Savane para explotar mejor la BDU             ciones de ciertas preguntas. Detectarlas mediante un trabajo
puesta en servicio para la realización del atlas, tal como se    práctico y mejorar así la encuesta en el siguiente barrio, re-
describió en la introducción de este documento). Este pro-       sultó ser mucho más pedagógico que la aplicación escrupu-
yecto completaba la publicación (1992) del AIQ. Además           losa de una metodología que preveía a priori todas las inter-
de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universi-       pretaciones inaceptables y todos los errores posibles. Sin
dad Central del Ecuador, de la cual, entretanto, A. Narváez      embargo, la falta de rigor de los estudiantes en este trabajo
había sido elegido decano, la contraparte «natural» e institu-   de campo nunca pudo erradicarse por completo. Así, y se
cional ecuatoriana no podía ser otra que el Municipio de         trata solo de un ejemplo, al estudiarse, en abril de 1996, La
Quito. Por razones puramente formales, el proyecto no pu-        Mariscal, uno de los últimos barrios a encuestarse, se pudo
do iniciarse sino a fines de septiembre de 1995, en lugar de     leer en las observaciones, como excusa de entrevistas mal
un año antes como estaba previsto, de modo que el estu-          realizadas y por lo tanto de cuestionarios no llenados com-
dio de los barrios referenciales de Quito se desarrolló sola-    pletamente (lo que disminuyó en la misma medida la con-
mente en un año académico.                                       fiabilidad de los resultados obtenidos) lo siguiente: «Las pri-
        La lentitud técnica e institucional siguió pesando, de   meras 5 encuestas de La Mariscal (es decir el 5 % de las en-
manera que apenas a fines de noviembre de 1995, el pro-          cuestas realizadas en este barrio) por falta de tiempo fueron
yecto del cuestionario pudo presentarse y se seleccionaron       dadas a mi hermano para que me ayude. Lamentablemente,
los estudiantes interesados. Dada la duración del año uni-       obvió algunas preguntas, según él no le quisieron contestar.
versitario, ya no era posible realizar los ensayos prelimina-    Lamento no haber podido repetir las encuestas.»
res. Se decidió entonces comenzar directamente con el ba-                 Se habla de una depuración manual, lo cual, en la
rrio de San Juan y adaptarse de la mejor manera posible.         época de la informatización triunfante, puede sorprender,
        En definitiva, y contrariamente a lo que hubiera po-     pero se descartó la idea de un tratamiento informático pues
dido pensarse, estos contratiempos fueron benéficos. En          para la codificación e ingreso de la información, la afinación
efecto, los estudiantes realizaron las encuestas con una         de un simple programa de explotación de los resultados y
cierta ignorancia (causa de despreocupación) del rigor que       finalmente la explotación de la encuesta, se habría necesita-
demanda este tipo de ejercicio. Inicialmente, la mayoría no      do un tiempo dos a tres veces mayor que para un sencillo,
había llenado escrupulosamente todas las casillas del cues-      aunque muy completo, tratamiento manual. Además, es pro-
tionario, pues para ellos, ciertas respuestas o no respuestas    bable que esta encuesta no sea repetida, o lo sea en un fu-
eran evidentes. Además, no se esforzaron en tornar legibles      turo lejano y con base en otros criterios que tornarán incier-
para todo lector las informaciones obtenidas. No habían re-      tas las comparaciones. Sin embargo, esta carencia es lamen-
parado en el hecho de que un cuestionario de nada sirve          table pues no se realizarán ciertos cruces interesantes tales
por sí solo, que lo significativo es el conjunto de cuestio-     como la relación entre el tamaño de las familias y el estatus
narios de una encuesta, siempre y cuando se proceda a una        de ocupación o la localización de la vivienda (casa indivi-




                                                                                                                                   21
dual, departamento con un espacio exterior, departamento        so gran atención en los comentarios anotados, fuera de las
     en piso alto, tamaño de la vivienda), o incluso entre el tipo   informaciones en cifras, por los encuestadores. El trabajo
     de hábitat y el tipo de actividad de la población económi-      del geógrafo, del sociólogo, del arquitecto, en una palabra
     camente activa de la familia, entre otros.                      de los urbanistas que realizaron este estudio, consistió en
                                                                     saber utilizar esos dos tipos de informaciones y combinar su
     Algunas precisiones técnicas sobre la explotación de los        análisis con los que proporcionan los censos de 1982 y
     mapas del SUIM y de los datos de la encuesta EBAQ               1990, de los cuales algunos datos sociológicos fundamenta-
              Al igual que para la elaboración del AIQ, se reunie-   les fueron transformados en mapas.
     ron las informaciones cartografiadas a nivel de la manzana              En los capítulos que siguen se expondrán:
     que es la unidad de ingreso de la BDU del SUIM. Así, la         • la explotación sistemática de los datos contenidos en la
     manzana se considera como una unidad, demográfica, de               BDU del SUIM, traducidos en documentos legibles e in-
     suelo, locativa, sociológica, etc. básica y se la trata como        terpretables mediante el SIG Savane;
     tal. Por ello, cuando se afirma que en tal manzana los ha-      • los resultados del tratamiento manual de la encuesta
     bitantes disponen solo de una pieza, o de dos, para tres            EBAQ y la interpretación que de ellos se puede hacer.
     personas, eso no significa que ningún residente de esa                  Este último punto requiere algunas aclaraciones. Ya
     manzana goce de mayor confort, sino que si en una man-          sea porque los encuestadores no siempre supieron ser há-
     zana una vivienda de dos piezas alberga a cinco individuos      biles en las entrevistas o rigurosos en la inscripción de los
     y una vivienda de cuatro piezas está ocupada por una pa-        datos en el cuestionario que debían llenar, o porque los en-
     reja sola, no aparecerán como tales. Se dirá (suponiendo,       trevistados no pudieron, supieron o quisieron responder a
     hipótesis improbable, que hayan solo dos viviendas censa-       todas las preguntas, varios rubros comprenden una canti-
     das en la manzana) que hay 7 personas por 6 piezas habi-        dad de «sin respuesta» o «sin información», cuando no se tra-
     tables, es decir menos de una pieza habitable disponible        ta de un simple olvido del encuestador (caso frecuente al
     por residente. Esto constituye una limitación evidente de la    inicio y que nunca desapareció totalmente), que obliga a
     utilización de los mapas, pero los urbanistas trabajan a ni-    modular cada vez la interpretación de los datos. Sucederá
     vel de la urbe y sobre las tendencias observables del uso       entonces que se haga un análisis con base en valores rela-
     del espacio urbano, y no sobre las situaciones individuales     tivos solamente sobre las respuestas de parte de los entre-
     de los hogares. Eso corresponde a otros servicios públicos      vistados, sin haber datos sobre lo que respondieron o se
     o de interés público.                                           negaron a responder (o tal negativa es significativa si el en-
              Asimismo, se establecieron clases arbitrarias (en la   cuestador lo anotó, lo que generalmente olvidó hacer) los
     medida en que toda clasificación es arbitraria) aunque bien     demás. Ocurrirá también que la diversidad de las respues-
     pensadas, a fin de poder dar una imagen utilizable por par-     tas o, en la parte que informa sobre la opinión de cada
     te de todo lector interesado de la distribución cualitativa y   quien sobre una multitud de aspectos de la vida del barrio
     cuantitativa de los fenómenos observados.                       (ejemplos: las respuestas a si le gusta vivir en el barrio y
              La explotación de los cuestionarios que se debieron    por qué, o en cuanto al barrio de Quito que le parece más
     clasificar y cuyas informaciones se agruparon en series de      atractivo o representativo) la variedad de contestaciones
     cuadros recapitulativos generó igualmente un enfoque rela-      que podía dar una sola persona, además de las múltiples
     tivamente reductor. En las informaciones cuantitativas (pro-    razones explicativas, obliga a parcelizar también al extremo
     porcionadas en datos absolutos o relativos), no se podían       el análisis haciendo malabarismos con las diferentes agre-
     tomar en cuenta todas las observaciones en bruto. Sin em-       gaciones posibles y los porcentajes con bases cambiantes
     bargo, en el texto que comenta esos datos cifrados, se pu-      que la captación objetiva obliga a calcular y a presentar al




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EBAQ - Aspectos generales del proyecto



lector que corre el riesgo, a la larga, ante la sistematización   que otrora se denominaban «vecinos» (los vecinos, como se
que no se pudo evitar, de saturarse y cansarse. Los autores       puede leer en Quito a través de los siglos, publicado por
son conscientes de ello, pero a menudo no pudieron evitar         Eliécer Enríquez B., obra basada esencialmente en los archi-
tales excesos. Es uno de los mayores defectos de redacción        vos del Cabildo o Municipalidad de Quito y en los de la
del género de exposición que nos proponemos presentar.            Corte Suprema que Pablo Herrera y, después de él, Alcides
                                                                  Enríquez, paleógrafo, contribuyeron a difundir), connota-
Algunas observaciones sobre ciertos términos                      ción que da efectivamente la dimensión del barrio, asocia-
para algunos aspectos controversiales                             ción necesaria de un espacio y sus habitantes, es decir de la
         Por múltiples razones vinculadas a ciertas costum-       sociedad que lo ocupa, lo anima y, por lo tanto, lo hace y
bres y a diversas y contradictorias lecturas de la ciudad de      lo justifica a cada momento. En resumen, un barrio es un
Quito, parece útil precisar ciertos términos.                     espacio social cargado de significaciones que trasciende
         Comencemos por lo que, en lo que sigue de esta           gracias a sus residentes y actuantes. Ahora bien, son efecti-
obra, se llama el «centro histórico» de Quito. No se trata de     vamente esos habitantes, esos «vecinos», su familia, sus em-
participar en una controversia que nutre aún gran cantidad        pleos y sus actividades económicas y sociales, sus movi-
de discusiones. Por ello, no tomaremos partido por tales o        mientos en la ciudad y sus ritmos de vida, y finalmente sus
cuales interpretación y límites de una parte de la ciudad que     opiniones sobre diferentes aspectos relacionados con su
el discurso común denomina «centro histórico». ¿Quien nega-       existencia y sus lugares de vida (ver más adelante) los ob-
ría que ese centro es el testimonio de una historia? Nos refe-    jetos de este estudio.
rimos aquí a lo que fue la ciudad, en cierta forma intramuros,             Teniendo en cuenta lo que acabamos de decir so-
hasta finales del siglo XIX. Es principalmente esa parte la que   bre la noción de barrio, tuvimos dificultades con ciertos lí-
actualmente es objeto de salvamento y restauración.               mites establecidos actualmente por el Municipio de Quito
         Sucede lo mismo con el término «barrio» que muy a        y del Distrito Metropolitano. En efecto, estos límites han
menudo designa una entidad social con límites impresionis-        cambiado sin que la razón de tales modificaciones sea
tas e imprecisos. En Quito, la administración municipal y los     siempre claramente explicada. Por ello, nos vimos obliga-
censos de población y vivienda emplean el término «sector».       dos a retomar límites más antiguos en el caso de San Juan
Preferimos el primero que, para la gente de la calle, los         y de Chimbacalle (alias Chiriyacu). En La Loma, ignoramos
usuarios de esos sectores y de otros espacios, tiene mucha        voluntariamente el terminal terrestre, equipamiento que en
mayor fuerza, pues, a nuestro criterio, la ciudad no tiene        la actualidad está administrativamente asociado al barrio, lo
sentido ni razón de ser sino en función de un espacio so-         cual por cierto no conllevó ninguna modificación en nues-
cial organizado y dividido por el uso (que generalmente ra-       tra encuesta, pues el mismo no alberga a ningún habitante
tifican los municipios) que de ella hacen sus habitantes, los     de La Loma.




                                                                                                                                  23
1 • La Loma


La situación, el sitio, los límites del barrio                      transforma en la calle principal del barrio; la calle Antonio
         El barrio La Loma está situado en el borde sur-oriental    Rivera que sube desde la depresión de Manosalvas y la ca-
del Centro Histórico de Quito del cual forma parte. Apare-          lle Montúfar que une La Loma a San Marcos.
ce ya en los antiguos planos de la ciudad y el de 1734 pre-                 Descartando la parte rellenada de la quebrada San-
senta en esa colina la imagen simbólica, aunque significati-        guña (antigua quebrada Jerusalén) en la que se sitúa el termi-
va, de más de 60 casas (Dionisio Alcedo y Herrera, Archivo Ge-      nal terrestre, principal estación de autobuses de Quito, que,
neral de Indias, Sevilla).                                          por razones administrativas ha sido incorporada reciente-
         Situada casi a la misma altura (con una diferencia de 10   mente al barrio que nos ocupa, La Loma Grande se extien-
ó 20 m) que la parte más antigua del centro, se trata de una        de en alrededor de 27 ha. Su espacio urbanizado consta de
cima alargada que domina, a una distancia aproximada de             32 manzanas (entre ellas 3 no construidas) que a su vez están
100 m, la quebrada del Machángara. Sus límites están mar-           divididas en 525 predios. Su trama urbana original «se une
cados por taludes de 30 a 60 m de desnivel que lo separan           al damero del núcleo original (de Quito) a través del eje
del barrio de San Marcos al Norte y del de La Recoleta al           principal y sigue esa organización general en tanto lo per-
Sur. Tales taludes están reforzados por muros de contención         mite la topografía. El tejido urbano se torna más denso a
que los consolidan en especial en su parte oriental y sep-          medida que se construye el sector (lotes más pequeños); la
tentrional. Esta morfología explica que sus calles se caracte-      implantación general se realiza al borde de la calle y la
ricen en su extremo por declives muy pronunciados y, fre-           construcción ocupa casi todo el terreno, dejando solo pocos
cuentemente, por escaleras. Es lo que ocurre con la calle           espacios libres para jardines o la plantación de árboles
Rocafuerte, denominada antiguamente de La Loma, calle               (…El sitio se caracteriza igualmente) por la altura de las
grande que sirve de espina dorsal al barrio y termina en una        edificaciones que tienen de uno a tres niveles en el caso de
escalinata. De ella parten la mayoría de vías que delimitan         las construcciones al borde de la calle (y por) la densidad
las manzanas y permiten acceder a ellas. Debido al relieve,         de las construcciones (el 61 % de ellas tienen un COS del 76
además de esta distribución desde la arteria central y longi-       al 100 %)». (DESCAMPS, F., La Loma Grande y la plaza de
tudinal que constituye la calle Rocafuerte, algunas vías si-        Santo Domingo, Editorial Libri-Mundi, Quito, 1994, p. 51).
guen aproximadamente las curvas de nivel (calles Chávez y                   El análisis de la parcelación es por cierto muy ins-
Francia) o las toman al sesgo (calle Antonio Rivera). Esta con-     tructivo. Ahora ya no existen sino tres predios grandes, te-
figuración hace de La Loma un barrio bien individualizado           niendo el mayor más de una hectárea (± 13.200 m2). Los de-
con su propia historia y personalidad. Solamente tres calles,       más se reparten en predios de mediano tamaño, entre 500
varias escalinatas y múltiples senderos permiten acceder a          y 1.000 m2 y predios pequeños (a menudo de 100 m2 e inclu-
él: la calle Rocafuerte que, a partir de la plaza de Santo Do-      so menos). Aquellos relativamente grandes se encuentran en
mingo y en cuanto cruza el arco del mismo nombre, se                la parte plana, la que forma La Loma Chica y su prolonga-




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Gente de Quito



     ción hasta la plaza redonda situada al extremo de la Mama              administrativo el 5 %, el de culto el 4 %, los talleres el 1 %
     Cuchara. En las pendientes más marcadas, se encuentran                 y los espacios recreativos accesibles el 0,5 %. Se debe agre-
     pequeños predios, en especial cuando al borde de una ca-               gar un 5,9 % de terrenos baldíos (DESCAMPS, F., Op. Cit.).
     lle, frecuentemente sin salida, se ha implantado una lotiza-
     ción, como en el «barrio Obrero» construido en los años 30             Análisis de los mapas de densidad de población y
     por iniciativa de Jacinto Jijón y Caamaño, o de un lado y              de viviendas, y de las piezas habitables
     otro de la calle Liceo donde se realizó «en los años 50, la                    La comparación de los mapas elaborados con base
     construcción de casas “modernas” para clases medias» (DES-             en los censos de 1982 y 1990 da una imagen muy instruc-
     CAMPS, F., Op. Cit.). En general, las propiedades son predios          tiva. Permite captar las fluctuaciones y la permanencia del
     muy alargados, perpendiculares a la calle con una fachada              poblamiento de este barrio y formular algunas interrogan-
     estrecha (de 8 m o menos, a menudo, pero que puede ser más             tes sobre sus causas.
     ancha, hasta 20 a 30 m).                                                       Ciertamente, el relieve del barrio influye en la dis-
              El hábitat continuo, generalmente no retirado de la           tribución de la población y de las viviendas por manzana,
     calle, como lo dice F. Descamps, da a este barrio una fiso-            pero tal hecho no es sorprendente pues en las fuertes pen-
     nomía muy similar a la de la ciudad colonial en su conjun-             dientes que marcan el extremo sur-oriental de la colina que
     to tal como la dejó la época republicana. Solo en el «barrio           dio su nombre al barrio, solo existen unas pocas construc-
     Obrero» se encuentran edificaciones de más de tres niveles.            ciones. Las manzanas de baja densidad poblacional, inde-
              En 1990 (censo), la Loma Grande acogía a una po-              pendientemente del censo de referencia, son entonces
     blación de 7.363 habitantes, repartida en 2.081 viviendas              aquellas de fuerte pendiente o en las que se encuentra una
     (3,54 habitantes por vivienda, es decir 7 personas por cada dos fa-    institución o un servicio público importante, en el presen-
     milias), con una mayoría de mujeres. En términos de espa-              te caso la Policía Municipal y la Cruz Roja ecuatoriana. Vie-
     cio ocupado, las viviendas representan el 60 % del barrio,             nen luego siete manzanas con una densidad entre 160 y
     el comercio el 13 %, el sector educativo el 10 %, el sector            320 habitantes por hectárea, pero, de un censo al siguien-




                                              y                                              y y
                                              Densidad de población                                               Densidad de población
                                              por manzana en 1982                                                 por manzana en 1990
                                              (hab/ha)                                                            (hab/ha)

                                                   fuera de clasificación                                              fuera de clasificación

                                                   0 - 40                                                              0 - 40

                                                   40 - 70                                                             40 - 70




                                              y                                                y
                                                   70 - 160                                                            70 - 160

                                                   160 - 320                                                           160 - 320

                                                   > 320                                                               > 320



                                              0              200 m                                                0             200 m




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EBAQ - 1 • La Loma



te, ya no son las mismas salvo en dos casos. Se observan                 son generalmente los predios situados a lo largo de la ca-
desplazamientos de población de una manzana a otra sin                   lle Rocafuerte, donde se ubican la mayor parte de comer-
que se pueda saber, a falta de datos cifrados sobre la situa-            cios, en los que la población ha aumentado. ¿Se debe ver
ción en 1982, si la población ha variado considerablemen-                en ello una redistribución tendiente a una disminución de
te entre los dos últimos censos. Sin embargo, la tendencia               la población de La Loma, con una concentración de los re-
parece ser un descenso claramente perceptible en 1990 en                 sidentes en la calle más activa? Tal vez los mapas de den-
numerosas manzanas (aunque algunas, por el contrario, se han             sidad de viviendas por manzana y de número de piezas dis-
densificado, pero se puede pensar que estaban en un límite de cla-       ponibles por habitante permitan orientar mejor la interro-
se y que algunas unidades adicionales bastaron para que pasaran          gante, pero no se ve cómo, con las informaciones de que
a la clase de densidad superior). En efecto, manzanas de pre-            disponemos, se pueda dar una respuesta certera.
dios estrechos y por lo tanto de hábitat denso, han perdi-                       En 1982, la densidad de viviendas por manzana
do población pasando de más de 480 hab/ha a la clase de                  acompañaba muy de cerca a la densidad de población. En
320-480 hab/ha e incluso a la de 160-320 hab/ha. Lo más                  1990, se encuentra ese mismo paralelismo en especial, co-
interesante es saber por qué ciertas manzanas siguen estan-              mo en 1982, en el caso de las manzanas más pobladas. En
do densamente pobladas (más de 480 hab/ha) de manera                     ellas se encuentra una densidad de 120 a 200 viviendas por
sostenida entre 1982 y 1990.                                             hectárea e incluso más en 1990 en una manzana situada al
        Una atenta lectura revela que se trata de pequeñas               borde de la calle Liceo. Por cierto, en toda La Loma se vive
manzanas que han sido divididas ya sea en predios muy                    en estrechez pero sin exceso, puesto que en 1982, al igual
pequeños (de 80 m2 de un lado y otro de la calle Liceo, bordea-          que en 1990, solo en algunos multifamiliares del «barrio
da de casas adosadas, de fachada agradable, de dos niveles) o en         Obrero», se goza de al menos una pieza por persona. En to-
predios un tanto más grandes pero que no superan los                     dos los demás lugares existen apenas 3 piezas por 4 perso-
120 m2, en los que se han realizado («barrio Obrero») edifica-           nas, e incluso solamente 2 piezas por 3 personas. En 1990,
ciones colectivas de 4-5 niveles, aunque algunas de esas                 se observa un mejoramiento real, con excepción de una
manzanas han perdido algo de población. Por otro lado,                   manzana, aquella en donde se encuentra la Casa de la Vir-




                  y y                                                                     y y
                                         Densidad de viviendas                                                Densidad de viviendas
                                         por manzana en 1982                                                  por manzana en 1990
                                         (número de viviendas/ha)                                             (número de viviendas/ha)

                                                fuera de clasificación                                             fuera de clasificación

                                                0 - 50                                                             0 - 50

                                                50 - 100                                                           50 - 100




                    yy                                                                      y
                                                100 - 150                                                          100 - 150

                                                150 - 200                                                          150 - 200

                                                > 200                                                              > 200



                                            0               200 m                                             0             200 m




                                                                                                                                            27
Gente de Quito




                      y y
                                          Cohabitación por




                                                                                          y y
                                          manzana en 1982                                                       Cohabitación por
                                          (número de piezas/habitante)                                          manzana en 1990
                                                                                                                (número de piezas/habitante)
                                               fuera de clasificación
                                                                                                                     fuera de clasificación
                                               0 - 0,5
                                                                                                                     0 - 0,5
                                               0,5 - 0,66
                                                                                                                     0,5 - 0,66




                        y
                                               0,66 - 0,75




                                                                                            y
                                                                                                                     0,66 - 0,75
                                               0,75 - 1
                                                                                                                     0,75 - 1
                                               >1
                                                                                                                     >1



                                          0              200 m                                                  0              200 m




     gen, la misma que, muy antiguamente urbanizada, presenta            parte, la encuesta EBAQ de fines de 1995 corrobora la dis-
     condiciones menos confortables y ha perdido gran parte de           minución de los nacimientos pero sin un estrechamiento
     su población entre los dos censos. En la actualidad, se en-         alarmante de la base de la pirámide. Esta es, sorprendente-
     cuentra parcialmente en proceso de restauración.                    mente, idéntica a la que establecida con los datos de 1982
             En cambio, si bien entre los dos censos las condi-          en el caso de los barrios antiguos de Quito (MAXIMY (de), R.,
     ciones generales de cohabitación han mejorado, dado que             Edad y sexo, lámina Nº 11 del AIQ). Según esa pirámide, esta-
     el barrio La Loma, densamente construido, al igual que el           mos ante una población que garantiza su renovación pero
     centro en su conjunto (fuera de las propiedades eclesiásticas)      sin más. La tasa de masculinidad, en 1990 de 100 mujeres
     está sometido a un reglamento sumamente estricto que                por 87 hombres, se mantiene invariable en 1995 (tasa de
     prohíbe toda modificación de importancia, —como, por                sondeo de la encuesta: 1/4 de las viviendas), lo que indica una
     ejemplo, edificar un piso adicional sobre antiguas casas o          suerte de estabilidad. Sin embargo, tal tasa, aunque estable
     demoler casas bajas para reemplazarlas por unas más al-             globalmente, refleja importantes fluctuaciones en cuanto se
     tas—, se puede deducir que la población ha disminuido,              la detalla según las clases de edad. Así, el déficit de los
     que parte de ella ya sea ha fallecido sin ser reemplazada o         hombres menores de 10 años es sumamente acentuado (tal
     se ha instalado en otros barrios. ¿Acaso el histograma de las       vez debido a una representatividad incierta de nuestra muestra en
     clases de edad elaborado con los datos del censo de 1990            cuanto a ese aspecto), pero entre los 10 y los 30 años, los
     corrobora este aserto? En él se observa una población que           hombres predominan claramente, para luego decrecer de
     ya no crece e incluso presenta un déficit cada vez más              manera relativamente regular. El hecho de que a partir de
     acentuado de las clases de edad de menores de 18 años,              los 35 años predominen indiscutiblemente las mujeres ¿sig-
     con una importante baja en aquella de 5 a 10 años, signo            nifica acaso el abandono del barrio por parte de los hom-
     de un envejecimiento que se va amplificando. Sin embar-             bres y una población de mujeres solas con hijos, se trata de
     go, paradójicamente, en 1990, la clase de 1 a menos de 5            una situación fortuita o existe otra respuesta posible? Es
     años se amplía considerablemente reflejando una renova-             una interrogante que podemos plantearnos, pero no dispo-
     ción no confirmada por la clase de menos de 1 año. Por su           nemos de dato alguno para explicarla.




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Gente de quito
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Gente de quito

  • 1. René de Maximy y Karine Peyronnie GENTE DE QUITO
  • 2. ©IRD- Abya-Yala -CEDIME ISBN-9978-04-523-6 1ra. Edición 2000 Gente de Quito, escrito por René de Maximy y Karine Peyronnie, es una coedición del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo (IRD), de Francia, Ediciones Abya-Yala y el Centro de Investigaciones sobre Movimientos Sociales (CEDIME). Traducción del francés: María Dolores Villamar Diseño: María Dolores Villamar. Mapas del SUIM, Dirección de la Planificación, Municipio del Distrito Metropolitano de Quito Impresión: Producciones digitales UPS Portada: CEDIME Institut de Recherche pour le développement (IRD) Whimper 442 y Coruña. Apartado 17-12-857. Quito-Ecuador Tél.: (593.2) 234 436 Fax: (593.2) 504 020 e-mail: fkahn@ecnet.ec Abya-Yala: Av. 12 de Octubre 14-30 y Wilson. Casilla 17-12-719. Quito-Ecuador Telf.: 506-247/562-633 Fax: 506-267/506-255 e-mail: editorial@abyayala.org Centro de Investigaciones sobre Movimientos Sociales del Ecuador (CEDIME). Junín 574 y Jiménez. Barrio San Marcos. Casilla 17-15-0018 Telfs. 582478 282211 09 494658 Correo electrónico: cedime@ecuanex.net.ec
  • 3. Los autores La obra Nacido en 1935 en Craponne sur Arzon, en las mon- Ya sea que vivan con ella o que la codeen, cada día tañas del centro de Francia, René de Maximy, geógrafo y los quiteños saben de la gente de Quito, pero øconocen sociólogo, director de investigación en el Institut acaso sus condiciones objetivas de existencia en los dife- (Français) de Recherche pour le développement (IRD, antes rentes barrios, antiguos o recientes, populares o patricios, ORSTOM), es doctor de Estado. Desde hace más de 30 bien equipados o mal integrados a la vida de la urbe? ¿Tie- años se interesa por las grandes ciudades de las regiones nen una idea, basada en otra cosa que no sea impresiones intertropicales, por su funcionamiento y por la gente que o rumores, del ritmo cotidiano de sus actividades, de lo que allí vive. Ha publicado numerosos estudios, entre ellos piensan de la vida en su barrio, de sus relaciones de vecin- “Kinshasa, ville en suspens” (París, 1984) luego de la apari- dario? ción del “Atlas de Kinshasa” (República democrática del Gente de Quito nos dice todo eso y también sus opi- Congo), proyecto del cual fue el iniciador y el responsable niones sobre el resto de barrios de la ciudad, sobre la po- científico. R. de Maximy fue también autor y director cien- lítica municipal y sus repercusiones o su ausencia en su ba- tífico del “Atlas Infográfico de Quito” (Quito, 1992), y la rrio y sobre la manera en que conciben la política munici- presente obra constituye una continuación lógica de sus pal y nacional frente a la conservación del centro antiguo análisis de la capital ecuatoriana. de su ciudad. Karine Peyronnie nació en la región parisina en Un enfoque nuevo, descripciones y explicaciones 1970. Es geógrafa cuya tesis de doctorado es ´El centro his- apoyadas en cifras de la Quito de fin de siglo y de la gen- tórico de Quito: de la ciudad a Patrimonio de la Humani- te que constituye su piel y su fuerza viva. Un libro que se dad (1908-1996)”. (Universidad Paris VII Jussieu). debe leer para comprender mejor lo que son los quiteños. 3
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  • 5. Indice Agradecimiento ....................................................................................................................................................................................................... 9 Presentación ............................................................................................................................................................................................................ 11 Introducción ............................................................................................................................................................................................................ 13 Aspectos generales del proyecto Las fuentes de información .................................................................................................................................................................................... 15 Los censos de 1982 y 1990 y los estudios del AIQ.............................................................................................................................................. 16 Presentación y análisis del cuestionario ................................................................................................................................................................ 16 Las lecciones que se pueden sacar de una deficiente preparación de la encuesta de campo ....................................................................... 20 Algunas precisiones técnicas sobre la explotación de los mapas del SUIM y de los datos de la encuesta EBAQ....................................... 22 Algunas observaciones sobre ciertos términos para algunos aspectos controversiales.................................................................................... 23 1 • La Loma La situación, el sitio, los límites del barrio............................................................................................................................................................ 25 Análisis de los mapas de densidad de población y de viviendas, y de las piezas habitables ........................................................................ 26 Distribución demográfica y características socio-profesionales de los habitantes de La Loma ....................................................................... 29 ¿Cómo, al observar los mapas extraídos de los dos últimos censos y según las edades y las actividades económicas ejercidas, se distribuye esta población?............................................................................................................... 30 ¿Quiénes son, en 1995, los habitantes de La Loma, según sus declaraciones en las entrevistas realizadas en el marco del proyecto EBAQ? .......................................................................................................................... 35 Los habitantes de La Loma frente a su barrio, a los otros barrios, a los lugares de actividades mercantiles y a la política urbana aplicada en el Centro de Quito .......................................................................................... 40 A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista del habitante de La Loma............................................................................... 45 2 • San Juan Los límites del barrio............................................................................................................................................................................................... 47 Las características geográficas del barrio............................................................................................................................................................... 47 Algunos aspectos urbanísticos .............................................................................................................................................................................. 48 5
  • 6. Gente de Quito Análisis de los mapas de densidad poblacional, de vivienda y de piezas habitables...................................................................................... 49 Demografía y características socioprofesionales de los habitantes de San Juan ............................................................................................... 51 De acuerdo a sus declaraciones dadas con motivo de las encuestas realizadas en el marco del proyecto EBAQ, ¿quiénes son los habitantes de San Juan en 1995?...................................................................................... 57 Los habitantes de San Juan y su barrio, los demás barrios, los lugares de actividad comercial, la política urbana aplicada en el centro de Quito ............................................................................................................................................... 60 A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista del habitante de San Juan .............................................................................. 65 3 • Chimbacalle Situación, sitio y límites .......................................................................................................................................................................................... 67 Análisis de los mapas de la densidad de la población, de las viviendas por manzana y de la cohabitación............................................... 69 La demografía de Chimbacalle ............................................................................................................................................................................... 71 Las viviendas vistas a través de la encuesta EBAQ, sus características elementales, su estatus de ocupación y sus elementos de confort .......................................................................................................................................... 75 Características socio-profesionales, actividades y nivel de instrucción de los habitantes de Chimbacalle, desplazamientos cotidianos ...................................................................................................................................................... 77 ¿Qué piensan los habitantes de Chimbacalle de su barrio, de los otros barrios de la ciudad, de los lugares de actividad comercial, de la política urbana aplicada en el centro de Quito? ....................................................................... 84 A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista de los habitantes de Chimbacalle .................................................................. 92 4 • La Mariscal Características y especificidades urbanas del barrio ............................................................................................................................................ 95 Análisis de los mapas de densidad de población y viviendas por manzana y de los de cohabitación......................................................... 97 La demografía de La Mariscal................................................................................................................................................................................. 100 Características del hábitat de La Mariscal, según la encuesta EBAQ.................................................................................................................. 104 Nivel de escolarización, características socio-profesionales de los habitantes del barrio La Mariscal, lugares de actividad de la PEA y desplazamientos cotidianos ...................................................................................................... 105 Lo que piensan los residentes de La Mariscal de su barrio, de otros barrios de la ciudad, de los lugares de actividad comercial, de la política desarrollada en el centro de Quito............................................................................... 109 A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista de un habitante de La Mariscal...................................................................... 114 5 • El Batán La situación y el sitio............................................................................................................................................................................................... 117 Algunos aspectos urbanísticos................................................................................................................................................................................ 117 Análisis de los mapas de densidad de población y de viviendas por manzana, y de los de cohabitación .................................................. 118 La demografía de El Batán alto.............................................................................................................................................................................. 120 Características del hábitat en El Batán alto, según la encuesta EBAQ ............................................................................................................. 124 Nivel de escolarización, características socio-profesionales de los habitantes de El Batán alto, lugares de actividad de la PEA y desplazamientos cotidianos............................................................................................................................ 125 Lo que piensan los residentes de El Batán alto de su barrio, de los demás barrios de la ciudad, de los lugares de actividad comercial, de la política urbana aplicada en el centro de Quito ............ 130 A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista de un habitante de El Batán alto................................................................... 133 6
  • 7. Indice 6 • Kennedy La situación, el sitio y algunos aspectos urbanísticos .......................................................................................................................................... 135 Análisis de los mapas de densidad de población y de viviendas por manzanas y de los referentes a la cohabitación.............................. 136 La demografía del barrio Kennedy ....................................................................................................................................................................... 138 Características del hábitat de la Kennedy, según la encuesta del EBAQ........................................................................................................... 139 Nivel de escolarización, características socio-profesionales de los habitantes de la Kennedy, lugares de actividad de la PEA y desplazamientos cotidianos............................................................................................................................ 140 Lo que piensan los habitantes de la Kennedy de su barrio, de los demás barrios de la ciudad, de los lugares de actividad comercial, de la política urbana aplicada en el centro de Quito ........................................................................ 145 A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista del habitante de la Kennedy.......................................................................... 147 7 • San Carlos Las características geográficas del barrio............................................................................................................................................................... 149 Algunos aspectos urbanísticos................................................................................................................................................................................ 149 Análisis de los mapas de densidad poblacional y de viviendas por manzana, y de aquellos sobre la cohabitación .................................. 151 La demografía de San Carlos.................................................................................................................................................................................. 153 Características del hábitat en San Carlos según la encuesta EBAQ.................................................................................................................... 158 Nivel de escolarización, características socio-profesionales de los habitantes del barrio San Carlos, lugares de actividad de la PEA y desplazamientos cotidianos............................................................................................................................ 160 Lo que piensan los habitantes de San Carlos de su barrio, de los otros barrios de la ciudad, de los lugares de actividad comercial, de la política urbana aplicada en el centro de Quito ........................................................................ 167 A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista del habitante de San Carlos............................................................................ 171 8 • Comité del Pueblo Origen, situación y sitio .......................................................................................................................................................................................... 173 Algunos aspectos urbanísticos................................................................................................................................................................................ 173 Análisis de los mapas de densidad de la población y de las viviendas por manzana, y de aquellos relativos a la cohabitación.............. 174 La demografía del Comité del Pueblo ................................................................................................................................................................... 177 Las viviendas vistas a través de la encuesta EBAQ, sus características elementales, su estatus de ocupación y sus elementos de confort......................................................................................................................................... 184 Características socio-profesionales, actividades y niveles de instrucción de los habitantes del Comité del Pueblo, desplazamientos cotidianos............................................................................................................................................ 185 Lo que piensan los habitantes del Comité del Pueblo de su barrio, de los demás barrios de la ciudad, de los lugares de actividad comercial, de la política urbana aplicada en el centro de Quito ........................................................................ 192 A manera de conclusión, retrato impresionista del habitante del Comité del Pueblo ..................................................................................... 197 9 • La Ecuatoriana La situación, el sitio y los límites del barrio ......................................................................................................................................................... 199 Análisis de los mapas de densidad de población, de viviendas y de las piezas habitables ocupadas por los residentes........................... 199 Características del hábitat en La Ecuatoriana, según la encuesta EBAQ............................................................................................................ 201 Distribución demográfica y características socio-profesionales de los habitantes de La Ecuatoriana............................................................. 202 7
  • 8. Gente de Quito Migraciones alternantes cotidianas......................................................................................................................................................................... 206 Lo que piensan los habitantes de La Ecuatoriana de su barrio, de los demás barrios de la ciudad, de los lugares de actividad comercial, de la política urbana aplicada en el centro de Quito ........................................................................ 207 A manera de conclusión, esbozo de un retrato impresionista del habitante de La Ecuatoriana .................................................................... 210 Conclusiones: la gente de Quito Algunas indicaciones sobre la vivienda, la escolarización, las actividades y los desplazamientos de los quiteños ..................................... 213 La gente de Quito y su barrio, los demás barrios y más ampliamente las acciones municipales relativas a su marco de vida y otro centros de interés........................................................................................................................................ 216 Para concluir ............................................................................................................................................................................................................ 221 8
  • 9. Agradecimientos Este estudio de los barrios de Quito es el resultado José Luis Viteri. Su trabajo fue dirigido por los arquitec- de una estrecha colaboración entre el Institut de Recherche tos Antonio Narváez y Sergio Lemarie, la doctora Beba pour le Développement (IRD, ex-ORSTOM), la Facultad de Ar- Muñoz, todos profesores de la FAU, y el Doctor René quitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad Central del de Maximy; Ecuador en Quito, la Dirección General de Planificación del • la depuración de los cuestionarios fue realizada, bajo la Municipio del Distrito Metropolitano de Quito (MDMQ). Fue dirección de Karine Peyronnie y del Dr. René de Ma- diseñado y realizado bajo la dirección pedagógica del Arqui- ximy, por Magdalena Pardo y Juan Sarrade, con la co- tecto Antonio Narváez, Decano de la FAU, y la dirección laboración, en el caso de San Carlos, de los estudiantes científica del Doctor René de Maximy, Director de Investiga- de la FAU mencionados; ción en el IRD. • la explotación de los datos recogidos y la redacción de A continuación se presenta, etapa por etapa, la lista la presente obra fueron efectuadas por el Dr. René de de las personas que participaron en este trabajo y sus res- Maximy con la colaboración de Karine Peyronnie; ponsabilidades en el mismo: • los gráficos fueron realizados por el Doctor René de • diciembre de 1995: puesta a punto en el terreno, en el Maximy y Karine Peyronnie; barrio La Loma, bajo la responsabilidad de Karine Pey- • con la aprobación de los arquitectos Gonzalo Busta- ronnie, estudiante de doctorado de la Universidad de mante, Director General de Planificación en ese enton- Jussieu-París VII (Francia), con la colaboración de Magda- ces, y Roberto Noboa, Subdirector, quien siguió particu- lena Pardo y Juan Sarrade, sociólogos y encuestadores; larmente de cerca el proyecto, y a su pedido, el Siste- • diciembre de 1995 a abril de 1996: encuestas de campo ma Urbano de Información Metropolitana (SUIM) facili- en los barrios de San Juan, Chimbacalle, Mariscal Sucre, tó el acceso a su base de datos urbanos para la confec- Batán Alto, Kennedy, San Carlos, Comité del Pueblo, La ción de los mapas a través del Sistema de Información Ecuatoriana, con la benévola colaboración de sus habi- Geográfica (SIG) Savane del IRD, la misma que fue rea- tantes, a cargo de los estudiantes de arquitectura de la lizada por Jackelin Jaramillo. Dichos mapas fueron re- FAU nombrados a continuación: Yadhira Álvarez, Fer- dibujados y adaptados para esta publicación por María nando Burbano, Wladimir Castro, Milton Chávez, Jorge Dolores Villamar, quien estuvo a cargo igualmente de la Coronel, Natalia Corral, Pablo Moreira, Diego Padilla, traducción del texto al español y de la diagramación del Milagros Pesantes, Juan Rodríguez, Milena Velasteguí y presente libro. 9
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  • 11. P re s e n t a c i ó n La ciudad es, principalmente, poblaciones concen- to de la nueva ciudad. Los servicios se han incrementado a tradas; relaciones sociales dadas, a la vez, por la vecindad la par que la inmigración. El centro de la ciudad y sus ba- y el aislamiento de familias en sus respectivas residencias. rrios, de “ser casi toda la ciudad”: sobre todo, de albergar Sin embargo, este aislamiento no adquiere siempre el nivel a sus principales actividades, ha pasado a ser el espacio de del anonimato predominante en las metrópolis o en otras parte de la administración pública, del pequeño y mediano culturas de mayor tradición urbana. El sentido de pertenen- comercio, lugar de residencia de sectores medios y popu- cia al barrio es, luego de la familiar, en buena parte de la lares a los cuales se apegan los recién llegados a la ciudad. población de Quito, particularmente decisiva en la cons- Para muchos, así, el Centro es un mundo de tránsito y de trucción de la identidad social. Ahí se tejen relaciones de aprendizaje a la nueva vida urbana de Quito. Otros nuevos todo tipo, incluidas las matrimoniales, y es uno de los es- barrios son más residenciales, con otra vida y otra gente. pacios importantes de la socialización. Los barrios de Qui- René de Maximy y Karine Peyronnie rescatan en es- to fueron, hasta hace algo más de dos generaciones, espa- te libro la dimensión de barrios. Los datos sobre la ciudad, cios muy compartimentados: cada cual tenía su vida pro- se encuentran aquí analizados por barrios, lo que permite pia, sus bandos y jorgas, sus personajes, sus historias, sus precisamente comprender que existen varios Quito. Las gentes. gentes de Quito precisamente tienen vidas diferentes según Varios barrios, con la movilidad urbana desde los los barrios. A más de presentarnos los datos disponibles so- sesenta, cambiaron de población; buena parte de su gente bre el espacio, vivienda, demografía y servicios; Gente de se desplazó, la vida barrial se modificó. Quito tiene la riqueza de darnos, la percepción de la gen- Otros barrios no conocieron la misma transforma- te de Quito sobre su barrio y ciudad. Es la gente de Quito ción poblacional y acaso guardan algo más de sus caracte- la que hace la ciudad. Estos elementos de sociología urba- rísticas anteriores. Los cambios en las condiciones de vida na, enriquecen al acierto de presentar Quito por barrios. y en las actividades urbanas han sido muy fuertes en los úl- timos treinta años. Jorge León T. La ciudad se amplió y transformó rápidamente. El CEDIME Centro de Quito cambió sustantivamente en relación al res- 11
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  • 13. I n t ro d u c c i ó n Esta presentación detallada de 10 barrios de la Gracias a su manejo y explotación mediante el SIG, ciudad de Quito, capital de la República del Ecuador, es la BDU es una fuente considerable de informaciones de el resultado de estudios anteriores, de la necesidad de primera mano y permanentemente actualizadas. La carto- un mejor manejo de la utilización de imágenes posibili- grafía temática que permite establecer es un instrumento tado ahora gracias a la informática, de un trabajo de la- incomparable de análisis del espacio urbanizado, que de- boratorio realizado durante el año académico 1995-1996 bería ser utilizado más sitemática y diversificadamente. Por por un equipo de estudiantes de la Facultad de Arquitec- esta razón, durante la formación universitaria de los estu- tura y Urbanismo (FAU) de la Universidad Central del diantes de la FAU, la dimensión socio-geográfica del espa- Ecuador en Quito, de una reflexión a varias voces efec- cio captado a través de las imágenes temáticas producidas tuada por los estudiantes mismos, sus profesores e inves- mediante un SIG por cartografía asistida por computadora, tigadores del Institut de Recherche pour le Développe- es decir la capacidad de imaginar, de concebir, de producir ment (IRD, ex-ORSTOM). y de interpretar estas imágenes, debe enseñarse en labora- Los estudios anteriores fueron llevados a cabo hace torio, al igual que la arquitectura y el urbanismo deben ex- más de diez años por la Dirección de Planificación del Ilus- ponerse en su historia, sus conceptos y sus resultados, ob- tre Municipio de Quito (IMQ), convertido hoy en día en tenidos gracias al análisis de casos. Municipio del Distrito Metropolitano de Quito (MDMQ), y He aquí entonces la presentación de 9 barrios y la por un equipo multidisciplinario del IRD que trabajó con- reflexión global que inspira sobre la ciudad de Quito ob- junta o sucesivamente con el Instituto Geográfico Militar servada en 1995-1996. Esta presentación comprende un pri- (IGM), el Instituto Panamericano de Geografía e Historia mer capítulo, general, en el que se presentan y analizan las (IPGH), luego con la Dirección de Planificación del MDMQ fuentes de información, los instrumentos, las directrices y finalmente con la FAU. Producto de tales estudios han si- (especialmente en cuanto al cuestionario) y la realización do: un atlas infográfico de Quito (AIQ, 1992) sobre la so- del trabajo de campo, así como la organización de la ex- ciodinámica del espacio y la política urbana de la ciudad; plotación sistemática de los datos obtenidos. Esta dimen- una base de datos urbanos (BDU) que incluye varios ban- sión metodológica persigue dos objetivos: la explicación de cos de datos; la afinación de un sistema de información las etapas de la elaboración y la presentación de los docu- geográfica (SIG) cuyos instrumentos son los softwares Sa- mentos y la entrega de una clave para la lectura de tales vane y Planète; la asistencia continua para la creación y el documentos, que permitirá, llegado el caso, su reproduc- funcionamiento del Sistema Urbano de Información Metro- ción periódica. politana (SUIM) de la Dirección de Planificación del MDMQ Se presentan luego los datos, barrio por barrio, ci- que en la actualidad maneja y alimenta la BDU resultado de fras y estadísticas, mapas temáticos, análisis y reflexiones, la elaboración, ejecución y publicación del AIQ. seguidos de la formulación de una problemática. Los datos 13
  • 14. Gente de Quito originales pueden ser consultados en los archivos de la Di- quienes se interesan en las cuestiones urbanas. El objetivo rección General de Planificación del MDMQ. principal de este trabajo consiste, por lo tanto, en permitir al- Se trata de una publicación informativa y didáctica en canzar un buen conocimiento de Quito y de sus moradores 11 capítulos, concebida como un instrumento de trabajo a dis- así como adquirir, gracias al análisis cartográfico (pasando de posición de los urbanistas y estudiantes que desean adquirir lo general a lo singular), una capacidad de formular proble- una dosis de conciencia acerca de la dimensión socio-geográ- máticas urbano-espaciales de las múltiples características del fica, ligada a conocimientos en derecho, administración, ar- espacio hipersocializado sobre el que se basa una ciudad. quitectura y urbanismo que se requieren para una buena for- Es una lógica y necesaria continuación del Atlas In- mación de arquitecto-urbanista, aunque también de todos fográfico de Quito*. * Difundido por la Sección Nacional del Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH) que funciona en el Instituto Geográfico Militar (IGM) en Quito. 14
  • 15. A s p e c t o s g e n e r a l e s d e l p ro y e c t o Las fuentes de información Estos productos —mapas, gráficos y estadísticas Las informaciones disponibles sobre los barrios estu- (con excepción, en este último caso, de los datos demográ- diados pueden ser exhaustivas o el resultado de sondeos ficos que son exhaustivos a nivel de la ciudad o del ba- realizados en ellos. Tanto en el primero como en el segun- rrio)— se refieren a la manzana, unidad espacial de base del do caso, las informaciones llevan fecha. Las más antiguas uti- enfoque geográfico urbano. Sirvieron para efectuar un pri- lizadas —fuera de ciertos datos sucintos de interés históri- mer análisis de cada barrio y para colocarlo en perspectiva co— corresponden al censo de 1982 y las más recientes se con relación a la ciudad de Quito en su conjunto con sus lí- obtuvieron entre diciembre de 1995 y marzo de 1996 duran- mites administrativos de 1982 y, luego, de 1990 (es decir te las encuestas realizadas por los estudiantes de la FAU, Quito intramuros excluyendo el distrito metropolitano). quienes contribuyeron a la elaboración de este informe. La BDU del SUIM contiene, además, el trazado je- Indiscutiblemente, los censos de población y vivien- rarquizado de las redes principales: agua, luz, alcantarilla- da de 1982 y 1990 son las dos fuentes más precisas y com- do, teléfono… Mediante un análisis de las bases de planos, pletas disponibles. Abarcan todas las familias presentes, to- se pueden igualmente conocer el trazado de las vías y, en das las viviendas ocupadas y toda la población (con excep- el caso de ciertos barrios, la división predial. La implanta- ción, a veces, de los militares acuartelados y de ciertas co- ción de las casas que aparece en los planos catastrales re- lectividades como hospitales por ejemplo) residente en fleja la realidad al momento de la elaboración de tales pla- Quito en esos años, el día del censo. Los datos se recogen nos, pues no es objeto de una actualización sistemática y en el lugar de residencia de cada uno por lo que están lo- permanente. Por ello, en el caso de los barrios centrales — calizados correctamente. Son el reflejo de la población qui- La Loma o San Juan, por ejemplo— dicha implantación teña, tal como se presenta un día domingo que no se ha puede ser aceptable, pero tratándose de los barrios no con- alejado de su domicilio. La información es reunida, codifi- solidados o en vías de consolidación, sólo es indicativa. cada e informatizada por el INEC (Instituto Nacional de Es- Con respecto a los barrios en plena mutación, como la Ma- tadística y Censos), propietario y depositario de la misma. riscal Sucre, la información ya no es significativa, pues las El Municipio de Quito, en el seno del SUIM, posee una co- casas individuales, generalmente bajas, han sido reempla- pia para su libre explotación, la misma que utilizamos con zadas a menudo por edificios de más de 8 a 10 pisos. la debida autorización. Sin embargo, dadas las necesidades Finalmente, el SUIM puede proporcionar modelos del urbanismo que, para sus proyectos, no se interesa es- numéricos de terreno (MNT) e imágenes satélite de mayor pecíficamente en los individuos, ni en cada vivienda de la o menor calidad, al igual que la implantación de grandes ciudad, los datos fueron agrupados por manzana, siendo equipamientos clasificados según su uso y su importancia. esta la unidad espacial de base del conjunto de mapas te- Se puede asimismo utilizar una encuesta de 1987, máticos aquí presentados y analizados. actualizada sucesivamente en 1990 y 1991, relativa a las 15
  • 16. actividades (sobre todo comerciales) visibles en la calle, y ción económicamente coherente que nos llevó a separar, que permite conocer, para esos años, la relación existente entre los «profesionales» (terminología del INEC), a los eje- entre la superficie construida o urbanizada de los barrios y cutivos y profesiones liberales con ingresos comparables, las actividades censadas, entre la población residente en los de los empleados o técnicos, mientras que bajo el rubro de barrios y esas actividades. Así, se puede establecer una fi- «gran grupo 0/1: profesionales, técnicos y trabajadores asi- cha descriptiva y, eventualmente, elaborar la malla real de milados» se mezclan médicos, arquitectos, biólogos, etc. los equipamientos implantados en los barrios estudiados. con contadores, atletas, fotógrafos, etc. y toda clase de téc- Todos estos datos son confiables. Pueden conside- nicos. Además, un jefe de su empresa es clasificado por el rarse como el reflejo de la situación en la fecha indicada. A INEC en una u otra actividad, mientras que en el AIQ es nivel de la ciudad, se puede encontrar un análisis parcial considerado como «ejecutivo». En definitiva, para el INEC es basado en el censo de 1982 (el de 1990 aún no estaba dis- ejecutivo solamente el personal jefe del sector público, lo ponible) y las imágenes cartográficas resultantes (Atlas In- que a nuestro criterio es una visión muy restrictiva de la fográfico de Quito, IGM-IPGH-ORSTOM, 1992). realidad económica de las categorías socio-profesionales. Los datos obtenidos en las encuestas por sondeo Se debe decir que la nomenclatura del INEC obedece a una realizadas por los estudiantes de la FAU completan estas in- taxonomía cuya lógica es demasiado simple, y no a un en- formaciones, colocando sobre ellas una mirada más recien- foque significativo de los ingresos de cada tipo de profe- te. Habría sido necesario comprobar su representatividad, sión ejercida. Así, las comparaciones, en este aspecto, en- pero el análisis de los datos demográficos obtenidos de los tre las informaciones de ciertos barrios, estudiados en el censos de 1982 y 1990 disponibles en el SUIM no lo permi- AIQ y nuevamente en el proyecto EBAQ, no son totalmen- tieron. Así, el sondeo se efectuó solamente en las manza- te pertinentes, en especial cuando se trata de considerar las nas, sin haberse podido realizar, dentro de los plazos im- imágenes cartográficas extraídas de los censos y las cifras partidos, ninguna encuesta sistemática previa sobre los da- de que disponemos a través del AIQ. tos demográficos ni los relativos a las viviendas extraídos del último censo del INEC. Presentación y análisis del cuestionario En definitiva, los instrumentos de este trabajo de la- El cuestionario utilizado para esta encuesta (véase boratorio son lo que de los censos contiene la BDU del anexo) demanda un análisis y una reflexión particulares. Se SUIM, su explotación infográfica gracias al SIG y la encues- abordarán sucesivamente: la composición y el contenido ta por sondeo (fracción del sondeo fs = 1/10 de las casas, del cuestionario, la razón de las preguntas planteadas y su 1, 2 o más familias, según el número de viviendas encontra- formulación, su análisis crítico considerando cómo se rea- das por estructura ocupada) y su depuración, y su explota- lizaron las entrevistas. Esto se acompaña de una reflexión ción manual en el caso de los análisis de barrios. Asimismo, sobre la manera en que se efectuó el trabajo de campo y en lo que respecta a las síntesis a nivel de la ciudad, la fal- las lecciones que se pueden sacar de ello para otros traba- ta de tiempo impidió informatizar las respuestas aportadas jos del mismo tipo. por la encuesta (ver más adelante las razones de esta situa- Los censos de 1982 y 1990 proporcionan los datos ción). básicos sobre la población y la vivienda de cada familia, lo- calizados en el lugar de residencia. En el marco de un aná- Los censos de 1982 y 1990 y los estudios del AIQ lisis de barrio, se podría entonces prescindir de una encues- Cuando la elaboración del AIQ, se retomaron las ta de campo sobre estas informaciones si se admite que las nomenclaturas de los censos, distribuyendo las categorías estadísticas de 1982 y 1990 no indican modificaciones estruc- socio-profesionales declaradas en función de una clasifica- turales fundamentales de la situación quiteña y que la evo- 16
  • 17. EBAQ - Aspectos generales del proyecto lución observada entre los dos censos prosigue en el mismo no pueden considerarse sino como el reflejo de tendencias sentido y con la misma intensidad, fácilmente calculable. En y no como una información cuantitativamente indiscutible. vista de que no se ha producido ningún trastorno importan- Si resulta confirmada por el análisis de las situaciones de- te en la sociedad ecuatoriana desde el boom petrolero y, más mográficas comparadas de los últimos datos censales (1982, recientemente, desde el regreso a la democracia, no existe 1990) y por la coherencia entre estos últimos y aquellos de razón externa que permita cuestionar esta hipótesis. Sin em- la muestra aquí encuestada, ello sería fortuito y afortunado, bargo, el presente cuestionario retoma estos capítulos de aunque con ello el valor de referencia del presente estudio otra manera, más sintética. Dos objetivos lo justifican: saber pudiera verse reforzado. en qué familia (caracterizada por su estructura demográfica Hay otras preguntas particularmente interesantes y profesional) y en qué condiciones viven la persona en- para los urbanistas y que no pueden ser omitidas como, cuestada y los suyos, conocer la representatividad estadísti- por ejemplo, el estatus de ocupación de las viviendas, su ca de la población escogida al azar y entrevistada. superficie, su valor estimado, su conexión a las redes y su La familia y las condiciones de vida de la (o de las) entorno geográfico. Por lo tanto, el cuestionario puede, persona(s) interrogada(s) en cada vivienda deberían escla- desde el comienzo, considerarse de dos maneras: recer lo que podría haber de inesperado en las opiniones • como un documento que contiene las preguntas que expresadas que constituyen la segunda parte del cuestiona- pueden ser contestadas directamente por el encuestador, rio. En cuanto a la representatividad estadística, se la bus- como el tipo de vivienda, completadas por un grupo de ca cuando se trata de ciertos sondeos. El presentado a con- preguntas que demandan una respuesta clara y precisa tinuación no forma parte de ellos, pues el reducido tama- que solo puede dar el representante familiar interrogado; ño de la muestra debido, por una parte, a la falta de me- • como una ficha de encuesta que comprende una prime- dios y de encuestadores, y por otra, al hecho de que para ra parte, técnica, sobre la ubicación, la vivienda (sus emprender un sondeo estadísticamente aceptable, sería ne- formas, su dimensión, su valor, su ocupación) y una se- cesario que los atributos escogidos previamente por su per- gunda parte, más cultural, que recoge la opinión de las tinencia se encuentren en la misma proporción y según una personas entrevistadas sobre los aspectos agradables y misma distribución espacial en las estadísticas de la pobla- desagradables del barrio en el que viven (funciona- ción escogida al azar y en aquellas de la población de la miento, disfunciones, necesidades, insuficiencias), la que ha sido extraída. Esta exigencia implica que la fuente idea que tienen sobre otros barrios, sobre la ciudad en estadística sea preferentemente el censo más reciente dis- su conjunto, sobre determinados lugares históricos o ponible, que se tenga acceso a él, que se puedan realizar con funciones más específicas, sobre la política urbana todos los sorteos necesarios para lograr una correcta repre- aplicada por el Municipio. Las preguntas son ya sea ce- sentatividad (es decir que cada atributo escogido esté pre- rradas (respuestas previstas y precodificadas) en lo que sente en la población elegida en la misma proporción que respecta a los elementos descriptivos, o precisos, rela- en la población considerada exhaustivamente) y, finalmen- cionados con la población de las viviendas estudiadas, te, que se pueda con seguridad entrevistar exclusivamente o abiertas (sin respuestas predeterminadas a escogerse) a las familias así escogidas. Esto no puede realizarse sin como en lo que atañe a las opiniones y comportamien- una reglamentación oficial decretada, su preparación es lar- tos de las personas entrevistadas. ga (varios meses) y está fuera de proporción con relación Al leer el cuestionario, nos podemos interrogar so- al objetivo de nuestra investigación. Las respuestas que pre- bre el fundamento de las preguntas, sobre su interés y su sentamos en los capítulos siguientes son entonces única- pertinencia. Por esta razón, vale la pena referirse a los gru- mente indicativas, presentan opiniones exactas pero que pos, numerados de A a J, cada uno de los cuales reúne una 17
  • 18. serie de preguntas sobre un mismo tema. que un barrio con predominio de propietarios se consolida- Así el grupo A permite localizar la información, rá y se mantendrá, constituyendo un espacio estable don- pues el análisis urbano, en la medida en que la ciudad es de toda inversión pública de infraestructura o de equipa- un espacio eminentemente social, implica esa dimensión miento colectivo se rentabiliza de la mejor manera. Sabe geográfica. Adicionalmente, reúne los datos sobre el hábi- también que un barrio con un alto valor especulativo pue- tat observado, su dimensión, su estado de construcción y de ser sometido a una reglamentación limitante que asegu- de mantenimiento. Para el estudio de un sector urbano, de re la calidad de su funcionamiento y produzca ingresos fis- un barrio, de una calle, es evidente el interés de estas ca- cales que no solamente garantizarán su mantenimiento si- racterísticas: sin ellas, no se puede pretender concebir el no que cubrirán también otros gastos colectivos menos li- manejo del espacio urbanizado. gados a sus funciones propias, aunque igualmente necesa- El grupo B se concentra en el estatus de ocupación rios, como por ejemplo, red vial, hábitat y transporte de tra- de las viviendas y de sus dependencias. Para un Municipio, bajadores que lo animan durante los días laborables. Por podría tratarse de un control con fines fiscales, pero en tal esta razón, si estos barrios tienen un alto valor comercial, caso la utilización del catastro es mucho más apropiada: en numerosos municipios de países con una economía li- consulta de la matriz catastral continuamente actualizada beral pero un tanto dirigida, son sometidos a una regla- (condición por cierto no cumplida en Quito donde no to- mentación específica, aplicada a las zonas de intervención das las transacciones se ingresan de manera exacta e inme- en el suelo (Zones d'Intervention Foncière, ZIF) que limitan diata en las matrices y los planos catastrales). el abuso del suelo y su comercio (de manera que las inver- En el presente caso, se trata de una encuesta anóni- siones colectivas complementarias no se conviertan en ma, confidencial, realizada mediante sondeo, lo que impi- fuente de beneficio indebido para los especuladores que se de toda utilización de las informaciones recogidas con fines aprovechan de una renta proveniente de una situación da- fiscales. Para un urbanista, en cambio, el conocimiento del da, en detrimento de la colectividad). estatus de ocupación no es neutro, y ello por las siguientes Naturalmente, existen barrios pobres con viviendas razones: que han sido objeto de apropiación o alquiladas, aunque • generalmente, un propietario es más sedentario que un se trata en ese caso de otra dimensión capitalista, lo que no inquilino. La adquisición de una vivienda implica una excluye la sedentarización y consolidación, ni la especula- inversión tal que, a no ser que se trate de una especu- ción, aunque les vuelve más inseguras. lación que se hace más bien para una vivienda que se El grupo C parece ser el más difícil de llenar. En desea alquilar que para una que se desea ocupar, el primer lugar, preocupa al entrevistado: ¿por qué estas pre- propietario no se mudará tan fácilmente; guntas sobre el precio de la compra de la vivienda o el va- • una vivienda alquilada supone, en este caso, que el lor del alquiler? De hecho, la confiabilidad de las respues- propietario considera el hábitat como un producto co- tas es dudosa. Los encuestadores deben hacer las pregun- mercial cualquiera, vinculado a las fluctuaciones del tas en forma no tan directa, abordarlas incidentalmente. Les mercado y capaz de experimentar una plusvalía consi- corresponde a ellos luego ubicar aproximadamente la res- derable, sobre todo si se encuentra en un barrio atrac- puesta en la distribución propuesta. Este aspecto no pre- tivo (bien integrado, bien equipado, cercano a los luga- senta un interés urbanístico fundamental en la medida en res de empleo o negocios) o en un barrio del que se que existen otros modos de conocer el precio del suelo y espera un desarrollo consecuente y, por lo tanto, de del metro cuadrado de construcción en los diferentes ba- atractivo creciente. rrios de la ciudad, a través de las agencias inmobiliarias o De esta manera, el urbanista sabe que es casi seguro los presupuestos de las construcciones de inmuebles, entre 18
  • 19. EBAQ - Aspectos generales del proyecto otros. Consecuentemente, se concibe solo como un indica- espacio urbano apropiándose de él social y culturalmente. dor de la actitud de los habitantes frente a la transparencia No se pudo repetir, a partir de los datos de 1990 contenidos con que aceptan responder a este tipo de preguntas. en la BDU del SUIM, este mismo procedimiento estadístico, La explotación de estas preguntas no debería apor- no porque la base no lo permitiera sino por razones evoca- tar otro elemento que, precisamente, la conciencia del ma- das anteriormente. lestar ante la indiscreción. Las dos preguntas no usuales tienen un alcance ur- El grupo D se refiere a las redes. Las preguntas son banístico muy diferente. En efecto, uno de los datos más clásicas y banales. Buscan información sobre el nivel de co- ausentes en los estudios urbanos habituales que, sin em- modidad de cada vivienda y esclarecen las respuestas de la bargo, es fundamental, se refiere a la relación residencia- encuesta de opinión de la segunda parte del cuestionario. empleo. Si se sabe dónde, en qué parte de la ciudad, tra- Sin embargo, en lo que se respecta a la evacuación de las baja cada quien, y si se conoce el lugar de residencia (lu- aguas servidas y la recolección de basura, dan igualmente gar de la entrevista), se puede visualizar en un mapa la re- una idea sobre el comportamiento ante aspectos inmedia- lación espacial entre el uno y el otro, es decir ver realmen- tos del entorno doméstico. te la extensión de la zona de influencia de cada perímetro Asimismo, el grupo E, relativo a los ocupantes de de empleos. Esto es necesario para establecer un sistema la vivienda, retoma las preguntas «clásicas» de todo censo. racional, funcional, de circulación de los trabajadores a las Sin embargo, no es inútil explicar su interés y destacar tam- horas de las migraciones cotidianas alternantes, determi- bién dos preguntas nunca realizadas en los censos porque nando las «líneas ideales o deseadas». La segunda pregun- no tienen importancia alguna para los urbanistas. ta, relacionada con las horas de movimiento intraurbano de En cuanto al interés de las preguntas demográficas, cada miembro de la familia y el tiempo empleado (dura- ya lo mencionamos anteriormente. Ellas permiten no sola- ción del trayecto) para desplazarse de la residencia al lugar mente esclarecer también la encuesta de opinión, pues, es de actividad (compras, escuela, etc.) y de regreso, comple- evidente un soltero no puede tener las mismas reacciones ta la información anterior y da su medida. Es inútil afirmar que el padre de una familia numerosa, y un director de em- que estas dos informaciones son los pilares de la compren- presa tampoco reaccionará igual que un obrero no califica- sión del uso común del espacio urbanizado y, por lo tan- do en lo que respecta a la solidaridad de vecindario o a la to, de primera utilidad para el manejo del mismo. política urbanística aplicada por un municipio. En la Loma Grande, barrio en el que se iniciaron las Sin embargo, para la clasificación de la población encuestas, se pudo ver cuan difícil resulta abordar a la económicamente activa, PEA, por categoría socio-profesio- gente, hacerle hablar sobre estos temas sin preocupar a los nal, CSP, al elaborarse los mapas del AIQ relativos a estos entrevistados. Tres personas (hay que admitir que se cono- aspectos, se redistribuyeron los estatus de los activos en cían entre sí) se sorprendieron de que los arquitectos pue- función no de nomenclaturas de censos que pretenden es- dan interesarse en algo distinto a las cuestiones del hábi- tablecer una base tributaria y conocer los niveles de activi- tat. Fue necesario explicarles que urbanismo no es arqui- dad informal de cada quien, sino de su nivel de responsa- tectura, que esta disciplina abarca mucho más, que es un bilidad y de los modos de vida correspondientes (evidente- trabajo de mayor amplitud. Además, las preguntas que se mente y de todas formas, vinculados a sus ingresos) signifi- referían a las horas de salida de la casa y de regreso de ca- cativos, para nosotros —y en principio para todo urbanista da quien ¡les parecieron una trampa de ladrones o rateros que considera a los citadinos de la misma manera que las que deseaban saber a qué hora se encuentran solas las vi- formas de hábitat o las redes de infraestructura, por ejem- viendas! Se debe entonces ser claro sobre estos puntos y plo—, de una manera de vivir en la ciudad y de utilizar el probar, cada vez que sea necesario, la identidad, la proce- 19
  • 20. dencia, las intenciones, las razones de la encuesta en el puede esperar de ellos un profesionalismo que justamente marco de un proyecto oficial, sea académico (como aquí) van a adquirir con esta experiencia. Pero las preguntas tam- u otro. poco son habituales, de modo que pueden desconcertar a El grupo F se interesa en el predio en el que está ubi- las personas interrogadas, aun si ya han respondido a otros cada la vivienda y en su entorno inmediato. Se trata de ele- encuestadores, en especial con motivo de los censos de po- mentos descriptivos que refuerzan el conocimiento del lugar. blación y vivienda. Más allá de su dimensión ambiental, este enfoque esclarece Hay que estar consciente de que el hecho de que también las repuestas a la pregunta «¿le gusta vivir aquí?». una pregunta no sea bien comprendida por la persona in- El grupo G responde, precisamente, a esta pre- terrogada, no justifica que se la descarte. Si las preguntas gunta. Es importante saber cómo la gente siente su vida hubieran sido completamente banales y ordinarias, no ten- en su vivienda, su manzana, su barrio, pues en urbanis- drían el mismo interés. Además, si se pide a los encuesta- mo, no son únicamente los elementos materiales como dores no explicar sistemáticamente el sentido de las pre- las redes y el equipamiento (aunque sean los más fáciles guntas de opinión, es justamente para evitar que se recoja de censar) los que cuentan, sino también la manera co- la opinión del encuestador o que la respuesta sea orienta- mo se perciben y se utilizan. La ciudad, y más aún el ba- da por sus explicaciones. Lo que se desea es tener la opi- rrio, son los lugares donde se vive, cuya práctica permi- nión (o la falta de opinión) del entrevistado. No se debe te constatar en cada momento las dimensiones socioeco- olvidar que la no respuesta a una pregunta es, en sí, una nómicas y culturales. Para algunos, se trata incluso del respuesta. único ámbito donde se sienten «en casa». Esto explica ¡cuan importante es la percepción personal, íntima de ta- Las lecciones que se pueden sacar de una deficiente les espacios!... preparación de la encuesta de campo Por su equivalente externo, el grupo H completa La elaboración de una encuesta de campo no de- las preguntas del grupo G. Lo que persigue es conocer la manda únicamente una selección de preguntas y la orde- dimensión de la implicación de cada uno en la realidad ur- nación de las mismas, sino también la redacción del ma- bana de su barrio o su rechazo a implicarse en ella. nual de uso del cuestionario así como una prueba prelimi- Los grupos I y J tienen como objetivo evaluar el nar muy crítica, realizada con los encuestadores y aplicada grado de conciencia de la gente entrevistada y de sus por ellos en un barrio bastante conocido. De esta manera allegados frente a los problemas generales de la ciudad e se pueden identificar, para luego remediarlos, las torpezas, igualmente frente a los discursos oficiales (de los respon- los puntos débiles y las incomprensiones. Esta etapa preli- sables de la gestión municipal cuya publicidad parece, en minar no pudo cumplirse, lo que tuvo ciertas consecuen- la mayoría de los casos, dirigirse únicamente a los espe- cias que habrían sido deplorables si no se hubiera tratado cialistas o visitantes oficiales) sobre el reglamento urba- de un trabajo de formación universitaria cuya dimensión no, el centro de negocios, el centro histórico, la dimen- académica primaba sobre la dimensión operacional. sión de «patrimonio de la humanidad» de la ciudad de Primero vamos a exponer las razones por las que no Quito, etc. se efectuó tal trabajo preliminar. El primer esbozo del pro- En su aplicación, el cuestionario no siempre resultó yecto EBAQ se remonta a 1992, es decir al término de la apropiado. Es importante saber si ello se debió a las pre- elaboración del AIQ. En ese año, René de Maximy, direc- guntas y su formulación o a la manera en que fueron plan- tor de investigación en el ORSTOM y responsable del pro- teadas a los entrevistados. Se puede desde ya anticipar que yecto AIQ, tomó contacto con el Arquitecto Antonio Nar- los estudiantes se inician apenas y que, por lo tanto, no se váez. El siguiente año, el ORSTOM acogió al Arq. Narváez 20
  • 21. EBAQ - Aspectos generales del proyecto en París durante 6 meses, en el marco de las relaciones que depuración exhaustiva y por lo tanto completa. Además, si mantiene este instituto francés de investigación con sus no es llenado clara y correctamente, resulta parcialmente contrapartes, identificadas o potenciales, de los países en inexplotable e introduce la incertidumbre en toda la en- los que sus investigadores trabajan en proyectos de coope- cuesta realizada. ración. Los dos investigadores, el uno más investigador que A medida que avanzaba el trabajo de campo y, pos- docente, el otro más docente que investigador, decidieron teriormente, el trabajo de depuración manual, realizado en revalorizar los datos contenidos en el AIQ y difundir una parte por los estudiantes mismos, se revelaron todos los metodología de explotación de los mismos (utilizando es- errores sistemáticos o accidentales y las verdaderas imperfec- pecialmente el SIG Savane para explotar mejor la BDU ciones de ciertas preguntas. Detectarlas mediante un trabajo puesta en servicio para la realización del atlas, tal como se práctico y mejorar así la encuesta en el siguiente barrio, re- describió en la introducción de este documento). Este pro- sultó ser mucho más pedagógico que la aplicación escrupu- yecto completaba la publicación (1992) del AIQ. Además losa de una metodología que preveía a priori todas las inter- de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universi- pretaciones inaceptables y todos los errores posibles. Sin dad Central del Ecuador, de la cual, entretanto, A. Narváez embargo, la falta de rigor de los estudiantes en este trabajo había sido elegido decano, la contraparte «natural» e institu- de campo nunca pudo erradicarse por completo. Así, y se cional ecuatoriana no podía ser otra que el Municipio de trata solo de un ejemplo, al estudiarse, en abril de 1996, La Quito. Por razones puramente formales, el proyecto no pu- Mariscal, uno de los últimos barrios a encuestarse, se pudo do iniciarse sino a fines de septiembre de 1995, en lugar de leer en las observaciones, como excusa de entrevistas mal un año antes como estaba previsto, de modo que el estu- realizadas y por lo tanto de cuestionarios no llenados com- dio de los barrios referenciales de Quito se desarrolló sola- pletamente (lo que disminuyó en la misma medida la con- mente en un año académico. fiabilidad de los resultados obtenidos) lo siguiente: «Las pri- La lentitud técnica e institucional siguió pesando, de meras 5 encuestas de La Mariscal (es decir el 5 % de las en- manera que apenas a fines de noviembre de 1995, el pro- cuestas realizadas en este barrio) por falta de tiempo fueron yecto del cuestionario pudo presentarse y se seleccionaron dadas a mi hermano para que me ayude. Lamentablemente, los estudiantes interesados. Dada la duración del año uni- obvió algunas preguntas, según él no le quisieron contestar. versitario, ya no era posible realizar los ensayos prelimina- Lamento no haber podido repetir las encuestas.» res. Se decidió entonces comenzar directamente con el ba- Se habla de una depuración manual, lo cual, en la rrio de San Juan y adaptarse de la mejor manera posible. época de la informatización triunfante, puede sorprender, En definitiva, y contrariamente a lo que hubiera po- pero se descartó la idea de un tratamiento informático pues dido pensarse, estos contratiempos fueron benéficos. En para la codificación e ingreso de la información, la afinación efecto, los estudiantes realizaron las encuestas con una de un simple programa de explotación de los resultados y cierta ignorancia (causa de despreocupación) del rigor que finalmente la explotación de la encuesta, se habría necesita- demanda este tipo de ejercicio. Inicialmente, la mayoría no do un tiempo dos a tres veces mayor que para un sencillo, había llenado escrupulosamente todas las casillas del cues- aunque muy completo, tratamiento manual. Además, es pro- tionario, pues para ellos, ciertas respuestas o no respuestas bable que esta encuesta no sea repetida, o lo sea en un fu- eran evidentes. Además, no se esforzaron en tornar legibles turo lejano y con base en otros criterios que tornarán incier- para todo lector las informaciones obtenidas. No habían re- tas las comparaciones. Sin embargo, esta carencia es lamen- parado en el hecho de que un cuestionario de nada sirve table pues no se realizarán ciertos cruces interesantes tales por sí solo, que lo significativo es el conjunto de cuestio- como la relación entre el tamaño de las familias y el estatus narios de una encuesta, siempre y cuando se proceda a una de ocupación o la localización de la vivienda (casa indivi- 21
  • 22. dual, departamento con un espacio exterior, departamento so gran atención en los comentarios anotados, fuera de las en piso alto, tamaño de la vivienda), o incluso entre el tipo informaciones en cifras, por los encuestadores. El trabajo de hábitat y el tipo de actividad de la población económi- del geógrafo, del sociólogo, del arquitecto, en una palabra camente activa de la familia, entre otros. de los urbanistas que realizaron este estudio, consistió en saber utilizar esos dos tipos de informaciones y combinar su Algunas precisiones técnicas sobre la explotación de los análisis con los que proporcionan los censos de 1982 y mapas del SUIM y de los datos de la encuesta EBAQ 1990, de los cuales algunos datos sociológicos fundamenta- Al igual que para la elaboración del AIQ, se reunie- les fueron transformados en mapas. ron las informaciones cartografiadas a nivel de la manzana En los capítulos que siguen se expondrán: que es la unidad de ingreso de la BDU del SUIM. Así, la • la explotación sistemática de los datos contenidos en la manzana se considera como una unidad, demográfica, de BDU del SUIM, traducidos en documentos legibles e in- suelo, locativa, sociológica, etc. básica y se la trata como terpretables mediante el SIG Savane; tal. Por ello, cuando se afirma que en tal manzana los ha- • los resultados del tratamiento manual de la encuesta bitantes disponen solo de una pieza, o de dos, para tres EBAQ y la interpretación que de ellos se puede hacer. personas, eso no significa que ningún residente de esa Este último punto requiere algunas aclaraciones. Ya manzana goce de mayor confort, sino que si en una man- sea porque los encuestadores no siempre supieron ser há- zana una vivienda de dos piezas alberga a cinco individuos biles en las entrevistas o rigurosos en la inscripción de los y una vivienda de cuatro piezas está ocupada por una pa- datos en el cuestionario que debían llenar, o porque los en- reja sola, no aparecerán como tales. Se dirá (suponiendo, trevistados no pudieron, supieron o quisieron responder a hipótesis improbable, que hayan solo dos viviendas censa- todas las preguntas, varios rubros comprenden una canti- das en la manzana) que hay 7 personas por 6 piezas habi- dad de «sin respuesta» o «sin información», cuando no se tra- tables, es decir menos de una pieza habitable disponible ta de un simple olvido del encuestador (caso frecuente al por residente. Esto constituye una limitación evidente de la inicio y que nunca desapareció totalmente), que obliga a utilización de los mapas, pero los urbanistas trabajan a ni- modular cada vez la interpretación de los datos. Sucederá vel de la urbe y sobre las tendencias observables del uso entonces que se haga un análisis con base en valores rela- del espacio urbano, y no sobre las situaciones individuales tivos solamente sobre las respuestas de parte de los entre- de los hogares. Eso corresponde a otros servicios públicos vistados, sin haber datos sobre lo que respondieron o se o de interés público. negaron a responder (o tal negativa es significativa si el en- Asimismo, se establecieron clases arbitrarias (en la cuestador lo anotó, lo que generalmente olvidó hacer) los medida en que toda clasificación es arbitraria) aunque bien demás. Ocurrirá también que la diversidad de las respues- pensadas, a fin de poder dar una imagen utilizable por par- tas o, en la parte que informa sobre la opinión de cada te de todo lector interesado de la distribución cualitativa y quien sobre una multitud de aspectos de la vida del barrio cuantitativa de los fenómenos observados. (ejemplos: las respuestas a si le gusta vivir en el barrio y La explotación de los cuestionarios que se debieron por qué, o en cuanto al barrio de Quito que le parece más clasificar y cuyas informaciones se agruparon en series de atractivo o representativo) la variedad de contestaciones cuadros recapitulativos generó igualmente un enfoque rela- que podía dar una sola persona, además de las múltiples tivamente reductor. En las informaciones cuantitativas (pro- razones explicativas, obliga a parcelizar también al extremo porcionadas en datos absolutos o relativos), no se podían el análisis haciendo malabarismos con las diferentes agre- tomar en cuenta todas las observaciones en bruto. Sin em- gaciones posibles y los porcentajes con bases cambiantes bargo, en el texto que comenta esos datos cifrados, se pu- que la captación objetiva obliga a calcular y a presentar al 22
  • 23. EBAQ - Aspectos generales del proyecto lector que corre el riesgo, a la larga, ante la sistematización que otrora se denominaban «vecinos» (los vecinos, como se que no se pudo evitar, de saturarse y cansarse. Los autores puede leer en Quito a través de los siglos, publicado por son conscientes de ello, pero a menudo no pudieron evitar Eliécer Enríquez B., obra basada esencialmente en los archi- tales excesos. Es uno de los mayores defectos de redacción vos del Cabildo o Municipalidad de Quito y en los de la del género de exposición que nos proponemos presentar. Corte Suprema que Pablo Herrera y, después de él, Alcides Enríquez, paleógrafo, contribuyeron a difundir), connota- Algunas observaciones sobre ciertos términos ción que da efectivamente la dimensión del barrio, asocia- para algunos aspectos controversiales ción necesaria de un espacio y sus habitantes, es decir de la Por múltiples razones vinculadas a ciertas costum- sociedad que lo ocupa, lo anima y, por lo tanto, lo hace y bres y a diversas y contradictorias lecturas de la ciudad de lo justifica a cada momento. En resumen, un barrio es un Quito, parece útil precisar ciertos términos. espacio social cargado de significaciones que trasciende Comencemos por lo que, en lo que sigue de esta gracias a sus residentes y actuantes. Ahora bien, son efecti- obra, se llama el «centro histórico» de Quito. No se trata de vamente esos habitantes, esos «vecinos», su familia, sus em- participar en una controversia que nutre aún gran cantidad pleos y sus actividades económicas y sociales, sus movi- de discusiones. Por ello, no tomaremos partido por tales o mientos en la ciudad y sus ritmos de vida, y finalmente sus cuales interpretación y límites de una parte de la ciudad que opiniones sobre diferentes aspectos relacionados con su el discurso común denomina «centro histórico». ¿Quien nega- existencia y sus lugares de vida (ver más adelante) los ob- ría que ese centro es el testimonio de una historia? Nos refe- jetos de este estudio. rimos aquí a lo que fue la ciudad, en cierta forma intramuros, Teniendo en cuenta lo que acabamos de decir so- hasta finales del siglo XIX. Es principalmente esa parte la que bre la noción de barrio, tuvimos dificultades con ciertos lí- actualmente es objeto de salvamento y restauración. mites establecidos actualmente por el Municipio de Quito Sucede lo mismo con el término «barrio» que muy a y del Distrito Metropolitano. En efecto, estos límites han menudo designa una entidad social con límites impresionis- cambiado sin que la razón de tales modificaciones sea tas e imprecisos. En Quito, la administración municipal y los siempre claramente explicada. Por ello, nos vimos obliga- censos de población y vivienda emplean el término «sector». dos a retomar límites más antiguos en el caso de San Juan Preferimos el primero que, para la gente de la calle, los y de Chimbacalle (alias Chiriyacu). En La Loma, ignoramos usuarios de esos sectores y de otros espacios, tiene mucha voluntariamente el terminal terrestre, equipamiento que en mayor fuerza, pues, a nuestro criterio, la ciudad no tiene la actualidad está administrativamente asociado al barrio, lo sentido ni razón de ser sino en función de un espacio so- cual por cierto no conllevó ninguna modificación en nues- cial organizado y dividido por el uso (que generalmente ra- tra encuesta, pues el mismo no alberga a ningún habitante tifican los municipios) que de ella hacen sus habitantes, los de La Loma. 23
  • 24.
  • 25. 1 • La Loma La situación, el sitio, los límites del barrio transforma en la calle principal del barrio; la calle Antonio El barrio La Loma está situado en el borde sur-oriental Rivera que sube desde la depresión de Manosalvas y la ca- del Centro Histórico de Quito del cual forma parte. Apare- lle Montúfar que une La Loma a San Marcos. ce ya en los antiguos planos de la ciudad y el de 1734 pre- Descartando la parte rellenada de la quebrada San- senta en esa colina la imagen simbólica, aunque significati- guña (antigua quebrada Jerusalén) en la que se sitúa el termi- va, de más de 60 casas (Dionisio Alcedo y Herrera, Archivo Ge- nal terrestre, principal estación de autobuses de Quito, que, neral de Indias, Sevilla). por razones administrativas ha sido incorporada reciente- Situada casi a la misma altura (con una diferencia de 10 mente al barrio que nos ocupa, La Loma Grande se extien- ó 20 m) que la parte más antigua del centro, se trata de una de en alrededor de 27 ha. Su espacio urbanizado consta de cima alargada que domina, a una distancia aproximada de 32 manzanas (entre ellas 3 no construidas) que a su vez están 100 m, la quebrada del Machángara. Sus límites están mar- divididas en 525 predios. Su trama urbana original «se une cados por taludes de 30 a 60 m de desnivel que lo separan al damero del núcleo original (de Quito) a través del eje del barrio de San Marcos al Norte y del de La Recoleta al principal y sigue esa organización general en tanto lo per- Sur. Tales taludes están reforzados por muros de contención mite la topografía. El tejido urbano se torna más denso a que los consolidan en especial en su parte oriental y sep- medida que se construye el sector (lotes más pequeños); la tentrional. Esta morfología explica que sus calles se caracte- implantación general se realiza al borde de la calle y la ricen en su extremo por declives muy pronunciados y, fre- construcción ocupa casi todo el terreno, dejando solo pocos cuentemente, por escaleras. Es lo que ocurre con la calle espacios libres para jardines o la plantación de árboles Rocafuerte, denominada antiguamente de La Loma, calle (…El sitio se caracteriza igualmente) por la altura de las grande que sirve de espina dorsal al barrio y termina en una edificaciones que tienen de uno a tres niveles en el caso de escalinata. De ella parten la mayoría de vías que delimitan las construcciones al borde de la calle (y por) la densidad las manzanas y permiten acceder a ellas. Debido al relieve, de las construcciones (el 61 % de ellas tienen un COS del 76 además de esta distribución desde la arteria central y longi- al 100 %)». (DESCAMPS, F., La Loma Grande y la plaza de tudinal que constituye la calle Rocafuerte, algunas vías si- Santo Domingo, Editorial Libri-Mundi, Quito, 1994, p. 51). guen aproximadamente las curvas de nivel (calles Chávez y El análisis de la parcelación es por cierto muy ins- Francia) o las toman al sesgo (calle Antonio Rivera). Esta con- tructivo. Ahora ya no existen sino tres predios grandes, te- figuración hace de La Loma un barrio bien individualizado niendo el mayor más de una hectárea (± 13.200 m2). Los de- con su propia historia y personalidad. Solamente tres calles, más se reparten en predios de mediano tamaño, entre 500 varias escalinatas y múltiples senderos permiten acceder a y 1.000 m2 y predios pequeños (a menudo de 100 m2 e inclu- él: la calle Rocafuerte que, a partir de la plaza de Santo Do- so menos). Aquellos relativamente grandes se encuentran en mingo y en cuanto cruza el arco del mismo nombre, se la parte plana, la que forma La Loma Chica y su prolonga- 25
  • 26. Gente de Quito ción hasta la plaza redonda situada al extremo de la Mama administrativo el 5 %, el de culto el 4 %, los talleres el 1 % Cuchara. En las pendientes más marcadas, se encuentran y los espacios recreativos accesibles el 0,5 %. Se debe agre- pequeños predios, en especial cuando al borde de una ca- gar un 5,9 % de terrenos baldíos (DESCAMPS, F., Op. Cit.). lle, frecuentemente sin salida, se ha implantado una lotiza- ción, como en el «barrio Obrero» construido en los años 30 Análisis de los mapas de densidad de población y por iniciativa de Jacinto Jijón y Caamaño, o de un lado y de viviendas, y de las piezas habitables otro de la calle Liceo donde se realizó «en los años 50, la La comparación de los mapas elaborados con base construcción de casas “modernas” para clases medias» (DES- en los censos de 1982 y 1990 da una imagen muy instruc- CAMPS, F., Op. Cit.). En general, las propiedades son predios tiva. Permite captar las fluctuaciones y la permanencia del muy alargados, perpendiculares a la calle con una fachada poblamiento de este barrio y formular algunas interrogan- estrecha (de 8 m o menos, a menudo, pero que puede ser más tes sobre sus causas. ancha, hasta 20 a 30 m). Ciertamente, el relieve del barrio influye en la dis- El hábitat continuo, generalmente no retirado de la tribución de la población y de las viviendas por manzana, calle, como lo dice F. Descamps, da a este barrio una fiso- pero tal hecho no es sorprendente pues en las fuertes pen- nomía muy similar a la de la ciudad colonial en su conjun- dientes que marcan el extremo sur-oriental de la colina que to tal como la dejó la época republicana. Solo en el «barrio dio su nombre al barrio, solo existen unas pocas construc- Obrero» se encuentran edificaciones de más de tres niveles. ciones. Las manzanas de baja densidad poblacional, inde- En 1990 (censo), la Loma Grande acogía a una po- pendientemente del censo de referencia, son entonces blación de 7.363 habitantes, repartida en 2.081 viviendas aquellas de fuerte pendiente o en las que se encuentra una (3,54 habitantes por vivienda, es decir 7 personas por cada dos fa- institución o un servicio público importante, en el presen- milias), con una mayoría de mujeres. En términos de espa- te caso la Policía Municipal y la Cruz Roja ecuatoriana. Vie- cio ocupado, las viviendas representan el 60 % del barrio, nen luego siete manzanas con una densidad entre 160 y el comercio el 13 %, el sector educativo el 10 %, el sector 320 habitantes por hectárea, pero, de un censo al siguien- y y y Densidad de población Densidad de población por manzana en 1982 por manzana en 1990 (hab/ha) (hab/ha) fuera de clasificación fuera de clasificación 0 - 40 0 - 40 40 - 70 40 - 70 y y 70 - 160 70 - 160 160 - 320 160 - 320 > 320 > 320 0 200 m 0 200 m 26
  • 27. EBAQ - 1 • La Loma te, ya no son las mismas salvo en dos casos. Se observan son generalmente los predios situados a lo largo de la ca- desplazamientos de población de una manzana a otra sin lle Rocafuerte, donde se ubican la mayor parte de comer- que se pueda saber, a falta de datos cifrados sobre la situa- cios, en los que la población ha aumentado. ¿Se debe ver ción en 1982, si la población ha variado considerablemen- en ello una redistribución tendiente a una disminución de te entre los dos últimos censos. Sin embargo, la tendencia la población de La Loma, con una concentración de los re- parece ser un descenso claramente perceptible en 1990 en sidentes en la calle más activa? Tal vez los mapas de den- numerosas manzanas (aunque algunas, por el contrario, se han sidad de viviendas por manzana y de número de piezas dis- densificado, pero se puede pensar que estaban en un límite de cla- ponibles por habitante permitan orientar mejor la interro- se y que algunas unidades adicionales bastaron para que pasaran gante, pero no se ve cómo, con las informaciones de que a la clase de densidad superior). En efecto, manzanas de pre- disponemos, se pueda dar una respuesta certera. dios estrechos y por lo tanto de hábitat denso, han perdi- En 1982, la densidad de viviendas por manzana do población pasando de más de 480 hab/ha a la clase de acompañaba muy de cerca a la densidad de población. En 320-480 hab/ha e incluso a la de 160-320 hab/ha. Lo más 1990, se encuentra ese mismo paralelismo en especial, co- interesante es saber por qué ciertas manzanas siguen estan- mo en 1982, en el caso de las manzanas más pobladas. En do densamente pobladas (más de 480 hab/ha) de manera ellas se encuentra una densidad de 120 a 200 viviendas por sostenida entre 1982 y 1990. hectárea e incluso más en 1990 en una manzana situada al Una atenta lectura revela que se trata de pequeñas borde de la calle Liceo. Por cierto, en toda La Loma se vive manzanas que han sido divididas ya sea en predios muy en estrechez pero sin exceso, puesto que en 1982, al igual pequeños (de 80 m2 de un lado y otro de la calle Liceo, bordea- que en 1990, solo en algunos multifamiliares del «barrio da de casas adosadas, de fachada agradable, de dos niveles) o en Obrero», se goza de al menos una pieza por persona. En to- predios un tanto más grandes pero que no superan los dos los demás lugares existen apenas 3 piezas por 4 perso- 120 m2, en los que se han realizado («barrio Obrero») edifica- nas, e incluso solamente 2 piezas por 3 personas. En 1990, ciones colectivas de 4-5 niveles, aunque algunas de esas se observa un mejoramiento real, con excepción de una manzanas han perdido algo de población. Por otro lado, manzana, aquella en donde se encuentra la Casa de la Vir- y y y y Densidad de viviendas Densidad de viviendas por manzana en 1982 por manzana en 1990 (número de viviendas/ha) (número de viviendas/ha) fuera de clasificación fuera de clasificación 0 - 50 0 - 50 50 - 100 50 - 100 yy y 100 - 150 100 - 150 150 - 200 150 - 200 > 200 > 200 0 200 m 0 200 m 27
  • 28. Gente de Quito y y Cohabitación por y y manzana en 1982 Cohabitación por (número de piezas/habitante) manzana en 1990 (número de piezas/habitante) fuera de clasificación fuera de clasificación 0 - 0,5 0 - 0,5 0,5 - 0,66 0,5 - 0,66 y 0,66 - 0,75 y 0,66 - 0,75 0,75 - 1 0,75 - 1 >1 >1 0 200 m 0 200 m gen, la misma que, muy antiguamente urbanizada, presenta parte, la encuesta EBAQ de fines de 1995 corrobora la dis- condiciones menos confortables y ha perdido gran parte de minución de los nacimientos pero sin un estrechamiento su población entre los dos censos. En la actualidad, se en- alarmante de la base de la pirámide. Esta es, sorprendente- cuentra parcialmente en proceso de restauración. mente, idéntica a la que establecida con los datos de 1982 En cambio, si bien entre los dos censos las condi- en el caso de los barrios antiguos de Quito (MAXIMY (de), R., ciones generales de cohabitación han mejorado, dado que Edad y sexo, lámina Nº 11 del AIQ). Según esa pirámide, esta- el barrio La Loma, densamente construido, al igual que el mos ante una población que garantiza su renovación pero centro en su conjunto (fuera de las propiedades eclesiásticas) sin más. La tasa de masculinidad, en 1990 de 100 mujeres está sometido a un reglamento sumamente estricto que por 87 hombres, se mantiene invariable en 1995 (tasa de prohíbe toda modificación de importancia, —como, por sondeo de la encuesta: 1/4 de las viviendas), lo que indica una ejemplo, edificar un piso adicional sobre antiguas casas o suerte de estabilidad. Sin embargo, tal tasa, aunque estable demoler casas bajas para reemplazarlas por unas más al- globalmente, refleja importantes fluctuaciones en cuanto se tas—, se puede deducir que la población ha disminuido, la detalla según las clases de edad. Así, el déficit de los que parte de ella ya sea ha fallecido sin ser reemplazada o hombres menores de 10 años es sumamente acentuado (tal se ha instalado en otros barrios. ¿Acaso el histograma de las vez debido a una representatividad incierta de nuestra muestra en clases de edad elaborado con los datos del censo de 1990 cuanto a ese aspecto), pero entre los 10 y los 30 años, los corrobora este aserto? En él se observa una población que hombres predominan claramente, para luego decrecer de ya no crece e incluso presenta un déficit cada vez más manera relativamente regular. El hecho de que a partir de acentuado de las clases de edad de menores de 18 años, los 35 años predominen indiscutiblemente las mujeres ¿sig- con una importante baja en aquella de 5 a 10 años, signo nifica acaso el abandono del barrio por parte de los hom- de un envejecimiento que se va amplificando. Sin embar- bres y una población de mujeres solas con hijos, se trata de go, paradójicamente, en 1990, la clase de 1 a menos de 5 una situación fortuita o existe otra respuesta posible? Es años se amplía considerablemente reflejando una renova- una interrogante que podemos plantearnos, pero no dispo- ción no confirmada por la clase de menos de 1 año. Por su nemos de dato alguno para explicarla. 28