1. Realismo y fantasía en la literatura hispanoamericana
REALISMO MÁGICO Y DE “LO REAL MARAVILLOSO”
LITERATURA LATINOAMERICANA DEL SIGLO XX
Mª Belén García Llamas
2.
3. Frente a la novela europea o norteamericana, los narradores latinoamericanos elevarán su
bandera de la imaginación hasta el punto que, en sus distintas concreciones, será su
peculiaridad más importante
No es un abandono del realismo
Es un realismo no documental: renovación del
lenguaje y de los planteamientos narrativos
Es un realismo no documental: renovación del
lenguaje y de los planteamientos narrativos
Miguel Ángel Asturias
Es, junto con Alejo Carpentier, uno de los escritores más influidos por el surrealismo y el
que funda el realismo mágico, que culmina felizmente en la obra de García Márquez.
Como los modernistas hispanoamericanos, fue a París persiguiendo la modernidad, pero
al llegar allí, la realidad americana se le reveló como un mundo inédito marcado por el
pensamiento mágico, que fluía aún con fuerza y vitalidad en las tradiciones de su pueblo.
Comprometido con la realidad social, se propuso en obras como El señor presidente,
conjurar la figura del dictador, relacionándolo con los mitos ancestrales.
(Ciudad de Guatemala, 1899 – Madrid, 1974)
4.
5. Premio Novel de Literatura 1967
Se nutre de dos mundos
Inquietudes político-socialesInquietudes político-sociales
Zona profunda y
maravillosa de América
Zona profunda y
maravillosa de América
Investigación sobre el folclore,
los mitos indígenas, las culturas
primitivas, la antropología de
raíz francesa…
Traducción al
francés en 1927
del Popol-Vuh
Miguel Ángel AsturiasMiguel Ángel Asturias
6. El texto original del siglo XVI se ha
perdido. Se sabe que estaba escrito en
idioma quiché, pero utilizando el
alfabeto español. Al principio y al final
del libro, los autores mencionaron que lo
escribían porque ya no era posible ver un
libro llamado Popol Vuh, que existía
antiguamente. Se ha especulado mucho
sobre la naturaleza de este libro, que
debió existir antes de la conquista
española. Es probable que haya sido un
manuscrito pictórico similar a los códices
postclásicos que se conocen en el centro
de México.
El Popol Vuh presenta una versión mitológica de la creación del
mundo, seguida por un relato de las aventuras de los dioses
gemelos, Hunahpú y Xbalanqué, en tiempos primordiales,
anteriores a la creación del ser humano. Los triunfos de los héroes
en contra de las fuerzas primordiales y los dioses de la muerte dan
lugar a la creación del hombre a partir del maíz.
7. La palabra Popol Vuh significa literalmente “libro de la estera”. Entre los pueblos
mesoamericanos, las esteras o petates eran símbolos de la autoridad y el poder de los
reyes. Eran utilizadas como asientos para los gobernantes, cortesanos de alto rango y
cabezas de linajes. Por esta razón, el título del libro se ha traducido como “Libro del
Consejo”.
http://www.literaturaguatemalteca.org/popol.html
El texto más antiguo que se
conserva del Popol Vuh es una
transcripción del texto quiché
hecha a principios del siglo XVIII por
el fraile dominico Francisco
Ximénez, que también hizo la
primera traducción conocida al
español.
Ximénez presentó en doble
columna el texto quiché junto a la
versión española, y lo
tituló “Empiezan las Historias del
Origen de los Indios de esta
Provincia de Guatemala”.
8. El señor presidente 1943
Hombres de maíz 1949
Viento fuerte 1950
El papa verde 1954
Los ojos de los enterrados 1960
El alhajadito 1961
Mulata de tal 1963
Maladrón (Epopeya de
los Andes verdes)
1969
Viernes de dolores 1972
Rayito de estrella 1925
Leyendas de Guatemala 1930
Week-end en
Guatemala
1956
Clarivigilia primaveral 1965
El espejo de Lida Sal 1967
Tres de cuatro soles 1971
NovelasNovelas
CuentosCuentos
EnsayosEnsayos
Sociología
guatemalteca:
El problema
social del indio
(tesis)c
1923
La arquitectura
de la vida
nueva
1928
Carta aérea a
mis amigos de
América
1952
Rumania; su
nueva imagen
1964
Latinoamérica y
otros ensayos
1968
Comiendo en
Hungría (relato
de viajes, co-
escrito con
Pablo Neruda)
1969
América, fábula
de fábulas y
otros ensayos
1972
9. • Fórmulas
vanguardistas
• Fórmulas
vanguardistas
• Valle-Inclán Tirano
Banderas
• Valle-Inclán Tirano
Banderas
• Vanguardia:
surrealismo
europeo
• Vanguardia:
surrealismo
europeo
• Empleo de lenguaje sin sentido
• Uso de mitos y leyendas populares inscritos en la
narración
• Enumeraciones caóticas
• Elementos religiosos
• Fórmulas grotescas
• Humor negro, ironías literarias, sueños, técnicas propias
del periodismo, informes, relaciones; etc.
Esperpento, la
lente deformada
de la realidad +
elementos
vanguardistas
Política, inframundo de la delincuencia,
torturas, anécdotas y supersticiones
Política, inframundo de la delincuencia,
torturas, anécdotas y supersticiones
Un realismo que escapa de lo
convencional y se adentra en la
intrahistoria personal
Un realismo que escapa de lo
convencional y se adentra en la
intrahistoria personal
Esperpento y monólogo interiorEsperpento y monólogo interior
10. http://www.bibliotecaspublicas.es/donbenito/imagenes/Ramon_del_Valle-Inclan_-_Tirano_Banderas_-_v1.0.pdf
https://lasesana.com/other/spanish-articles-papers-and-book-summaries/tirano-banderas-ramon-del-valle-inclan/
Un gran logro de la obra es la selección del léxico,
lleno de variados americanismos que crean una
atmósfera reconocible en la que desarrollar la
temática de la obra. Es notable la planificación de
la novela al modo fragmentario, con capítulos
breves que representan escenas cerradas, lo que
produce una fuerte sensación de ritmo interno. La
descripción es plenamente deformadora y
degradante. Es muy valiosa la descripción de la
sociedad hispanoamericana, fruto de un
conocimiento cercano de la misma; recuérdese
que Valle Inclán había realizado un viaje a México
ya en 1892.
Un gran logro de la obra es la selección del léxico,
lleno de variados americanismos que crean una
atmósfera reconocible en la que desarrollar la
temática de la obra. Es notable la planificación de
la novela al modo fragmentario, con capítulos
breves que representan escenas cerradas, lo que
produce una fuerte sensación de ritmo interno. La
descripción es plenamente deformadora y
degradante. Es muy valiosa la descripción de la
sociedad hispanoamericana, fruto de un
conocimiento cercano de la misma; recuérdese
que Valle Inclán había realizado un viaje a México
ya en 1892.
Esta obra aborda literariamente lo que se conoce como novela del dictador, que tiene
su origen en Facundo o civilización y barbarie, y ha cultivado entre otros autores
Augusto Roa Bastos. Ni el Tirano ni Tierra Caliente surgen de una realidad reconocible
sino que son una síntesis de rasgos de Sudamérica. Ante el recurso del esperpento,
desfilan los jóvenes intelectuales, los caciques, los pobres, el dictador, etc.
11. Cada nuestra novela es, por sobre todo, una
hazaña verbal. Hay una alquimia. Lo
sabemos. Pero, ¿cuáles son sus
ingredientes? No es fácil darse cuenta, en la
obra hecha, de los materiales empleados.
Palabras. Sí, esto es, palabras. Pero,
¿usarlas cómo? ¿De acuerdo con qué
leyes? ¿Con qué reglas? Generalmente no
obedecen a ninguna. Han sido puestas como
la pulsación de mundos que se están
formando. Palabras que suenan como
piedras. Que no son palabras, sino piedras.
Otras que se oyen como maderas. O
metales. Es el sonido, es la onomatopeya.
¡Cuántos ecos compuestos o descompuestos
de nuestro paisaje, de nuestra naturaleza,
hay en nuestros vocablos, en nuestras
frases!
Cada nuestra novela es, por sobre todo, una
hazaña verbal. Hay una alquimia. Lo
sabemos. Pero, ¿cuáles son sus
ingredientes? No es fácil darse cuenta, en la
obra hecha, de los materiales empleados.
Palabras. Sí, esto es, palabras. Pero,
¿usarlas cómo? ¿De acuerdo con qué
leyes? ¿Con qué reglas? Generalmente no
obedecen a ninguna. Han sido puestas como
la pulsación de mundos que se están
formando. Palabras que suenan como
piedras. Que no son palabras, sino piedras.
Otras que se oyen como maderas. O
metales. Es el sonido, es la onomatopeya.
¡Cuántos ecos compuestos o descompuestos
de nuestro paisaje, de nuestra naturaleza,
hay en nuestros vocablos, en nuestras
frases!
«La novela latinoamericana como testimonio de una época», M. A. Asturias«La novela latinoamericana como testimonio de una época», M. A. Asturias
Realizaba en ese entonces mis estudios de religiones precolombinas, y eso mantenía frescas mis posibilidades
para manejar las dos realidades, la real y la del sueño, ya que el indio es realista en el detalle, pero ese
realismo lo sumerge luego en una especie de sueño-imaginación que le da la posibilidad de los dos tiempos: el
histórico y el mitológico, o sea un tiempo de distinto ritmo que el histórico, tiempo de sueño. Hubo, pues, una
inserción de lo que llamaríamos un comportamiento mitológico en el texto.
Realizaba en ese entonces mis estudios de religiones precolombinas, y eso mantenía frescas mis posibilidades
para manejar las dos realidades, la real y la del sueño, ya que el indio es realista en el detalle, pero ese
realismo lo sumerge luego en una especie de sueño-imaginación que le da la posibilidad de los dos tiempos: el
histórico y el mitológico, o sea un tiempo de distinto ritmo que el histórico, tiempo de sueño. Hubo, pues, una
inserción de lo que llamaríamos un comportamiento mitológico en el texto.
14. Aunque no se identifica explícitamente a la sociedad guatemalteca de principios del siglo
XX como escena del libro, el personaje titular de la novela fue inspirado por la presidencia
de 1898-1920 de Manuel Estrada Cabrera El estilo de El señor Presidente influenció a una
generación de autores latinoamericanos.
Asturias comenzó
a escribir la
novela en la
década de 1920 y
la terminó en
1933, pero las
estrictas políticas
de censura de los
gobiernos
dictatoriales de
Guatemala
impidieron su
publicación
durante trece
años.
Asturias comenzó
a escribir la
novela en la
década de 1920 y
la terminó en
1933, pero las
estrictas políticas
de censura de los
gobiernos
dictatoriales de
Guatemala
impidieron su
publicación
durante trece
años.
Los temas de la novela de
Asturias, tales como la
incapacidad de distinguir entre
la realidad y los sueños, el
poder de la palabra escrita en
las manos de las autoridades y
la alienación producida por la
tiranía, se centran en la
experiencia de vivir bajo una
dictadura.
15. Su uso de imágenes
de sueños,
onomatopeya, símiles
y la repetición de
frases, combinada con
una estructura
discontinua que
consiste en cambios
abruptos de estilo y
de punto de vista,
surgen de
influencias surrealistas
y ultraístas.
Su uso de imágenes
de sueños,
onomatopeya, símiles
y la repetición de
frases, combinada con
una estructura
discontinua que
consiste en cambios
abruptos de estilo y
de punto de vista,
surgen de
influencias surrealistas
y ultraístas.
La bestia no se equivoca de una cifra en
este libro de contabilidades sexuales,' fue
pensando. Orinamos hijos en el
cementerio. La trompeta del juicio...
Bueno, no será trompeta. Una tijera de
oro cortará ese chorro perenne de niños.
Los hombres somos como las tripas de
cerdo que el carnicero demonio rellena de
carne picada para hacer chorizos. Y al
sobreponerme a mí mismo para librar a
Camila de mis intenciones, dejé una parte
de mi ser sin relleno y por eso me siento
vacío, intranquilo, colérico, enfermo, dado
a la trampa. El hombre se rellena de mujer
—carne picada— como una tripa de cerdo
para estar contento. ¡Qué vulgaridad!
16. El hecho de que nunca se nombra al Presidente, le da al personaje titular de la novela una
dimensión mitológica en lugar de la personalidad de un determinado dictador guatemalteco.El
El hecho de que nunca se nombra al Presidente, le da al personaje titular de la novela una
dimensión mitológica en lugar de la personalidad de un determinado dictador guatemalteco.El
los lectores no tienen acceso a la mente del Presidente
El Presidente "representa la corrupción
política, pero su presentación como una
deidad maligna, adorado en términos que
hacen eco de rituales religiosos, lo eleva a
un plano mítico", y es "una imagen invertida
de deidades cristianas tanto como mayas,
ya que es la única fuente de la muerte"
El Presidente "representa la corrupción
política, pero su presentación como una
deidad maligna, adorado en términos que
hacen eco de rituales religiosos, lo eleva a
un plano mítico", y es "una imagen invertida
de deidades cristianas tanto como mayas,
ya que es la única fuente de la muerte"
El personaje del
presidente
raramente aparece
en la novela, pero
Asturias crea un
número de otros
personajes para
demostrar los
terribles efectos de
la dictadura.
17. Como las apariciones del Presidente en la novela son poco frecuentes, la percepciones de los
lectores se forman a través de otros personajes y episodios, a menudo de menor importancia. La
novela no desarrolla la figura del Presidente como un personaje ficticio, no sigue el Presidente
mediante una serie de acciones o complicaciones diegéticas que conducen a cambios o
transformaciones psico-existenciales de su carácter.
Como las apariciones del Presidente en la novela son poco frecuentes, la percepciones de los
lectores se forman a través de otros personajes y episodios, a menudo de menor importancia. La
novela no desarrolla la figura del Presidente como un personaje ficticio, no sigue el Presidente
mediante una serie de acciones o complicaciones diegéticas que conducen a cambios o
transformaciones psico-existenciales de su carácter.
El dictador también es
rodeado de un elemento
de misterio, y
aparentemente nadie
sabe dónde está porque
ocupa varias casas en las
afueras de la ciudad. Es
igualmente un misterio
cuándo y cómo duerme.
En la novela, abundan los
rumores que duerme al
lado del teléfono con un
látigo en la mano,
mientras que otros
afirman que nunca
duerme.
18. ¡Alumbra, lumbre de alumbre, Luzbel de
piedralumbre! Como zumbido de oídos persistía el
rumor de las campanas a la oración, maldoblestar de
la luz en la sombra, de la sombra en la luz. ¡Alumbra,
lumbre de alumbre, Luzbel de piedralumbre, sobre
la podredumbre! ¡Alumbra, lumbre de alumbre,
sobre la podredumbre, Luzbel de piedralumbre!
¡Alumbra, alumbra, lumbre de alumbre...,
alumbre..., alumbra..., alumbra, lumbre de
alumbre..., alumbra, alumbre...!
Los pordioseros se arrastraban por las cocinas del
mercado, perdidos en la sombra de la Catedral
helada, de paso hacia la Plaza de Armas, a lo largo de
calles tan anchas como mares, en la ciudad que se
iba quedando atrás íngrima y sola.
La noche los reunía al mismo tiempo que a las
estrellas. Se juntaban a dormir en el Portal del Señor
sin más lazo común que la miseria, maldiciendo unos
de otros, insultándose a regañadientes con tirria de
enemigos que se buscan pleito, riñendo muchas
veces a codazos y algunas con tierra y todo,
revolcones en los que, tras escupirse, rabiosos, se
mordían.
El señor presidente, Madrid, Alianza, 1989.
19. Los jueces eran venales; tenían tarifa
para absolver a los reos de delitos de
sangre: seiscientos pesos
guatemaltecos un homicidio;
ochocientos un asesinato. El ejército
no servía para asegurar la
independencia nacional sino la tiranía
de Cabrera. La educación era una
farsa. El mandatario no permitía que
los vecinos compusieran las vías de
comunicación para que no pudieran
caminar por ellas los automóviles
porque podían servir para derrocarlo.
[...] La vida y la hacienda estaban
menos garantizadas que en los pueblos
africanos. Los subalternos de don
Manuel en la metrópoli y sobre todo en
las provincias, robaban, atentaban al
pudor de las mujeres y mataban
impunemente. El robo estaba
organizado. Los empleados públicos,
los maestros y los militares tenían
sueldos que no llegaban a una decena
de dólares, y mendigaban o robaban.
Sí: robaba todo el mundo; el primero,
don Manuel; mataban muchos
impunemente; el primero, don Manuel.
Y a sus órdenes estaba toda la
formidable máquina militar del Estado
[...]
Los jueces eran venales; tenían tarifa
para absolver a los reos de delitos de
sangre: seiscientos pesos
guatemaltecos un homicidio;
ochocientos un asesinato. El ejército
no servía para asegurar la
independencia nacional sino la tiranía
de Cabrera. La educación era una
farsa. El mandatario no permitía que
los vecinos compusieran las vías de
comunicación para que no pudieran
caminar por ellas los automóviles
porque podían servir para derrocarlo.
[...] La vida y la hacienda estaban
menos garantizadas que en los pueblos
africanos. Los subalternos de don
Manuel en la metrópoli y sobre todo en
las provincias, robaban, atentaban al
pudor de las mujeres y mataban
impunemente. El robo estaba
organizado. Los empleados públicos,
los maestros y los militares tenían
sueldos que no llegaban a una decena
de dólares, y mendigaban o robaban.
Sí: robaba todo el mundo; el primero,
don Manuel; mataban muchos
impunemente; el primero, don Manuel.
Y a sus órdenes estaba toda la
formidable máquina militar del Estado
[...]
El Señor Presidente no es una historia inventada, no es fantasía de
novelista; [Estrada Cabrera] se rodeó, en los últimos tiempos de su
gobierno, de brujos indígenas traídos de los lugares de más fama en el
campo de la magia. En uno de los últimos capítulos, el XXXVII, asistimos
al baile de Tohil. Tohil, la divinidad indígena maya-quiché que exigía
sacrificios humanos. ¿Qué otra cosa exigía el Señor Presidente?
Sacrificios humanos. No eran ejecuciones, sino sacrificios, y no queráis
llevar esto a la inmensa pantalla mundial de la dictadura hitleriana. [...]
hay que decir que el mito se defiende de tal manera, que cuando cayó el
Señor Presidente y fue puesto prisionero, la gente creía que no era el
mismo. Al verdadero el mito lo seguía amparando. A éste que estaba
preso, no, y la más simple explicación era que el mitológico había dejado
de existir, y éste era uno cualquiera.
21. ALEJO CARPENTIER
Búsqueda de la
configuración de
proyectos identitarios
latinoamericanos
Búsqueda de la
configuración de
proyectos identitarios
latinoamericanos
1. El encuentro de
Carpentier con el
movimiento
surrealista francés
Reivindica la libertad de los
juegos de la infancia, la
locura y el valor del
pensamiento onírico
2. Toma de distancia
del autor frente a
dicha corriente
estética
3. El sentido de la
apuesta por lo real
maravilloso, que
Se aleja de
movimientos de
vanguardia europeos.
Reivindica la dignidad
cultural del arte del
“nuevo mundo”.
22. Para Carpentier el artista ha de ser ante
todo cronista y testigo de su tiempo
(además de consciencia del pasado de su
pueblo) y su obra un vehículo de
indagación y conocimiento del hombre
americano y de su realidad, sondeando
los valores que conforman la identidad
colectiva del continente, "tierra de lo
maravilloso", cuya esencia entraña un
sincretismo cultural, antes que étnico .
Para Carpentier el artista ha de ser ante
todo cronista y testigo de su tiempo
(además de consciencia del pasado de su
pueblo) y su obra un vehículo de
indagación y conocimiento del hombre
americano y de su realidad, sondeando
los valores que conforman la identidad
colectiva del continente, "tierra de lo
maravilloso", cuya esencia entraña un
sincretismo cultural, antes que étnico .
¿Pero qué es la historia de América toda
sino una crónica de lo real maravilloso?
¿Pero qué es la historia de América toda
sino una crónica de lo real maravilloso?
En el Prólogo a El reino de este mundo Carpentier anota: A cada paso hallaba lo real
maravilloso. Pero pensaba, además, que esa presencia y vigencia de lo real
maravilloso, no era privilegio único de Haití, sino patrimonio de la América entera,
donde todavía no se ha terminado de establecer, por ejemplo, un recuento de
cosmogonías.
23. Encuentro consigo mismo y el
continente
Encuentro consigo mismo y el
continente
Profundizando significativamente en la historia y
la cultura del continente a través de un realismo-
otro que, sin perder su conexión con la realidad,
se configurara como lenguaje alternativo.
que lo llevará a reconsiderar
el surrealismo -fijándose en
los límites artificiosos de los
códigos estéticos
establecidos de lo
maravilloso, vigentes en
Europa en los años 20
y a trascender las
tipificaciones criollistas y
nativistas,
24. Lo real maravilloso se encuentra a cada paso en las vidas de
hombres que inscribieron fechas en la historia del continente y
dejaron apellidos aún llevados: desde los buscadores de la fuente de
la eterna juventud, de la áurea ciudad de Manoa, hasta ciertos
rebeldes de la primera hora o ciertos héroes modernos de nuestras
guerras de independencia de tan mitológica traza... [...] Y es que, por
la virginidad del paisaje, por la formación, por la ontologia, por la
presencia fáustica del indio y del negro, por la revelación que
constituyó su reciente descubrimiento, por los fecundos mestizajes
que propició, América está muy lejos de haber agotado su caudal de
mitologías.
25. El texto comporta toda una carga ideológica implícita que se manifiesta a
través de sus mecanismos más específicos: desde el léxico y las estructuras
sintácticas, pasando por los factores retóricos y estilísticos, llegando a las
grandes unidades suprasintagmáticas como la trama, el personaje, la acción o
la perspectiva...
Conciencia del papel social de la literatura, su producción
literaria se sitúa dentro de los siguientes parámetros
sociológicos:
ALEJO CARPENTIER
26. Carpentier cuenta que un viaje a
Haití en 1943 le hizo sentir la presencia de
lo real-maravilloso en Latinoamérica. Si
Lautréamont, los surrealistas, la novela
negra inglesa se acercaban a lo maravilloso
desde un punto de vista artificial,
Carpentier entra en contacto con ello de
una manera natural cuando percibe que la
propia realidad en Latinoamérica tiene
hechos que consignan de modo irrefutable
el funcionamiento de lo maravilloso.
Carpentier cuenta que un viaje a
Haití en 1943 le hizo sentir la presencia de
lo real-maravilloso en Latinoamérica. Si
Lautréamont, los surrealistas, la novela
negra inglesa se acercaban a lo maravilloso
desde un punto de vista artificial,
Carpentier entra en contacto con ello de
una manera natural cuando percibe que la
propia realidad en Latinoamérica tiene
hechos que consignan de modo irrefutable
el funcionamiento de lo maravilloso.
LO REAL MARAVILLOSO EN LA VISION
DE CARPENTIER
Uno de los ensayos
más famosos de
Carpentier es el
prólogo a El reino de
este mundo (1949),
donde plantea por vez
primera el concepto
de lo real maravilloso.
Uno de los ensayos
más famosos de
Carpentier es el
prólogo a El reino de
este mundo (1949),
donde plantea por vez
primera el concepto
de lo real maravilloso.
Se trata de un texto
fundacional porque
evidencia una superación
del paradigma realista
decimonónico que se
manifestaba en la novela
de temple regionalista.
27. Para Carpentier, lo maravilloso presupone una fe y ésta es la que se halla ausente en los surrealistas
europeos. Por consiguiente, hay sucesos que son reales pero que parecen ficticios.
Para Carpentier, lo maravilloso presupone una fe y ésta es la que se halla ausente en los surrealistas
europeos. Por consiguiente, hay sucesos que son reales pero que parecen ficticios.
Manifestaciones de lo real-maravilloso se revelan en las cosmogonías americanas, en los
mitos suscitados por el Descubrimiento y la Conquista, en el mestizaje fecundo que pulula en
Latinoamérica, entre otras manifestaciones.
Manifestaciones de lo real-maravilloso se revelan en las cosmogonías americanas, en los
mitos suscitados por el Descubrimiento y la Conquista, en el mestizaje fecundo que pulula en
Latinoamérica, entre otras manifestaciones.
28.
29. Una de sus grandes expresiones es el vudú, religión de los negros del Caribe. En
efecto, el vudú es:
un conjunto de creencias y ritos de origen africano que, estrechamente mezclado con
prácticas católicas, constituye la religión de la mayor parte de los campesinos y del
proletariado urbano de la República negra de Haití.
un conjunto de creencias y ritos de origen africano que, estrechamente mezclado con
prácticas católicas, constituye la religión de la mayor parte de los campesinos y del
proletariado urbano de la República negra de Haití.
30. " Detrás de él, en acongojado diapasón, volvía el
Albacea a su recuento de responsos, crucero,
ofrendas, vestuario, blandones, bayetas y flores,
obituario y réquiem -y había venido éste de gran
uniforme, y había llorado aquél, y había dicho el otro
que no éramos nada...- sin que la idea de la muerte
acabara de hacerse lúgubre a bordo de aquella barca
que cruzaba la bahía bajo un tórrido sol de media
tarde, cuya luz rebrillaba en todas las olas,
encandilando por la espuma y la burbuja, quemante
en descubierto, quemante bajo el toldo, metido en los
ojos, en los poros, intolerable para las manos que
buscaban un descanso en las bordas. Envuelto en sus
improvisados lutos que olían a tintas de ayer, el
adolescente miraba la ciudad, extrañamente
parecida, a esta hora de reverberaciones y sombras
largas, a un gigantesco lampadario barroco, cuyas
cristalerías verdes, rojas, anaranjadas, colorearan
una confusa rocalla de balcones, arcadas, cimborrios,
belvederes y galerías de persianas -siempre erizada
de andamios, maderas aspadas, horcas y cucañas de
albañilería, desde que la fiebre de la construcción se
había apoderado de sus habitantes enriquecidos por
la última guerra de Europa. "
" Detrás de él, en acongojado diapasón, volvía el
Albacea a su recuento de responsos, crucero,
ofrendas, vestuario, blandones, bayetas y flores,
obituario y réquiem -y había venido éste de gran
uniforme, y había llorado aquél, y había dicho el otro
que no éramos nada...- sin que la idea de la muerte
acabara de hacerse lúgubre a bordo de aquella barca
que cruzaba la bahía bajo un tórrido sol de media
tarde, cuya luz rebrillaba en todas las olas,
encandilando por la espuma y la burbuja, quemante
en descubierto, quemante bajo el toldo, metido en los
ojos, en los poros, intolerable para las manos que
buscaban un descanso en las bordas. Envuelto en sus
improvisados lutos que olían a tintas de ayer, el
adolescente miraba la ciudad, extrañamente
parecida, a esta hora de reverberaciones y sombras
largas, a un gigantesco lampadario barroco, cuyas
cristalerías verdes, rojas, anaranjadas, colorearan
una confusa rocalla de balcones, arcadas, cimborrios,
belvederes y galerías de persianas -siempre erizada
de andamios, maderas aspadas, horcas y cucañas de
albañilería, desde que la fiebre de la construcción se
había apoderado de sus habitantes enriquecidos por
la última guerra de Europa. "
El siglo de las luces
(fragmento)
31. Resulta importante
resaltar que la naturaleza
en Latinoamérica es un
signo de lo real-
maravilloso porque allí hay
metamorfosis asombrosas,
magia, creación de formas,
simbiosis.
La historia debiera ser una crónica de lo real-
maravilloso, hecho que se evidencia en las
crónicas coloniales, por ejemplo.
A la naturaleza se
suma la historia
A la naturaleza se
suma la historia
CarpentierCarpentier
32. Tiene una concepción del tiempo que es
sorprendente. La acción empieza en 1709, llega a
1733, se traslada a 1924 y desemboca en los albores
de una revolución en pleno siglo XX. En un pasaje de
la novela, Handel (1685-1759) alude a Igor
Stravinsky (1882-1971). ¿Cómo puede ser que
alguien que murió en el siglo XVIII hable de alguien
que nació a finales del XIX? He ahí la magia de la
prosa de Carpentier.
En Concierto barroco, aparece "un
Montezuma entre romano y azteca, algo César
tocado con plumas de quetzal". Vivaldi canta el
estribillo de Filomeno. Hamlet es comparado a los
"chamacos" mexicanos. Todas éstas son expresiones
de un discurso profundamente transcultural porque,
según Carpentier, en América Latina todo es fábula
("ciudades fantasmas, esponjas que hablan,
carneros de vellocino rojo") y la literatura tiene sus
propias leyes distintas de los preceptos de la historia
linealmente concebida, por eso, un personaje dice
en Concierto barroco: "No me joda con la historia en
materia de teatro. Lo que cuenta aquí es la ilusión
poética"
Tiene una concepción del tiempo que es
sorprendente. La acción empieza en 1709, llega a
1733, se traslada a 1924 y desemboca en los albores
de una revolución en pleno siglo XX. En un pasaje de
la novela, Handel (1685-1759) alude a Igor
Stravinsky (1882-1971). ¿Cómo puede ser que
alguien que murió en el siglo XVIII hable de alguien
que nació a finales del XIX? He ahí la magia de la
prosa de Carpentier.
En Concierto barroco, aparece "un
Montezuma entre romano y azteca, algo César
tocado con plumas de quetzal". Vivaldi canta el
estribillo de Filomeno. Hamlet es comparado a los
"chamacos" mexicanos. Todas éstas son expresiones
de un discurso profundamente transcultural porque,
según Carpentier, en América Latina todo es fábula
("ciudades fantasmas, esponjas que hablan,
carneros de vellocino rojo") y la literatura tiene sus
propias leyes distintas de los preceptos de la historia
linealmente concebida, por eso, un personaje dice
en Concierto barroco: "No me joda con la historia en
materia de teatro. Lo que cuenta aquí es la ilusión
poética"
Concierto barroco
Concierto barroco traduce la idea
de que la música permite acceder a
una concepción del tiempo no lineal
sino circular, donde el pasado y el
presente pueden fusionarse para ir
tejiendo la historia del futuro.
33. Augusto Roa Bastos
Nacido en Asunción en 1917 y exilado en 1947 en Argentina y en Francia, vivió más de cuarenta
años fuera de su país, al que pudo retornar con la caída del dictador Stroessner en 1989. En su
juventud, junto con Josefina Pla y Hérib Campos Cervera, integró un grupo de renovación literaria
y se puso a prueba en diversos géneros: poesía, novela y teatro.
Lo más importante de su obra se
produjo en Buenos Aires, ciudad en la
que desempeñó diversos oficios,
algunos de muy modesta condición, y
en la cual escribió lo esencial de su
narrativa: diversas colecciones de
cuentos y las novelas Hijo de
hombre y Yo, el Supremo. Esta obra,
basada en la vida del dictador
paraguayo Gaspar Rodríguez de
Francia, le dio fama internacional y
promovió una cuantiosa literatura
crítica sobre el conjunto de su obra.
34. Roa Bastos es asimismo autor de letras de canciones, cuentos para
niños y guiones cinematográficos rodados en el cine argentino por
directores como Lucas Demare, Lautaro Murúa y Marcos Madanes.
En la Universidad de
Toulouse-Le Mirail
enseñó lengua guaraní y
literatura vernácula
paraguaya. Otras
actividades didácticas en
las que participó fueron
la dirección de talleres
de redacción literaria y
de guiones para el cine y
la realización de cursillos
monográficos sobre
teoría e historia de la
literatura
hispanoamericana.
35. Partiendo de una
técnica realista
tradicional, ha sabido
derivar hacia zonas de
la fantasía
inconsciente, las
prácticas mágicas de
la religiosidad popular
y las tradiciones
orales del romance
cantado y de los
cuentos anónimos. Ha
ensayado la escritura
en guaraní y en
castellano, así como
las traducciones de
aquella lengua a esta.
36. En ellas ha sabido mezclar con
equilibrio lo documental y lo
ficticio, hasta construir un
modelo muy personal de novela
histórica. En el mismo ramo
cabe citar Vigilia del Almirante,
El fiscal y Madama Sui.
Roa Bastos, reinstalado en su
país, falleció en Asunción en
2005.
En ellas ha sabido mezclar con
equilibrio lo documental y lo
ficticio, hasta construir un
modelo muy personal de novela
histórica. En el mismo ramo
cabe citar Vigilia del Almirante,
El fiscal y Madama Sui.
Roa Bastos, reinstalado en su
país, falleció en Asunción en
2005.
Sus grandes narraciones se basan sobre los nudos más
importantes de la historia paraguaya: las misiones
jesuíticas del siglo XVIII, la Guerra de la Triple Alianza del
siglo XIX, la Guerra del Chaco y la dictadura en el siglo XX.
37. https://vivelatinoamerica.files.wordpress.com/2014/01/roabastos_yo_el_supremo.pdf
Ciertamente no es ésta la última vez en que Roa Bastos ha centrado su narrativa en la
dictadura o en el poder. Presente de manera explícita en muchas de sus obras
posteriores, como El fiscal, y en muchos de sus cuentos, aunque también implícita en su
bibliografia desde sus textos de adolescencia, el poder y la tiranía son en gran medida el
aglutinante de toda la obra del paraguayo. Si García Márquez ha escrito su obra como
una sola y gran epopeya de la soledad, Roa Bastos podría hacer lo propio bajo el tema
del poder, tal y como él mismo lo sugirió alguna vez: «El tema del poder, para mí, en
sus diferentes manifestaciones, aparece en toda mi obra, ya sea en forma política,
religiosa o en un contexto familiar. El poder constituye un tremendo estigma, una
especie de orgullo humano que necesita controlar la personalidad de otros. Es una
condición antilógica que produce una sociedad enferma. La represión siempre produce
el contragolpe de la rebelión. Desde que era niño sentí la necesidad de oponerme al
poder, al bárbaro castigo por cosas sin importancia, cuyas razones nunca se
manifiestan». Estas palabras, creo yo, describen mejor que ninguna otra el valor de Yo el
Supremo y la trascendencia que la obra de Roa Bastos puede y debe tener ya no sólo en
América Latina, sino en un mundo que reincide aún en darle nombres nuevos a sus
antiguas tiranías.
Prólogo Ignacio Padilla
38. Recuperación del subgénero
de la novela del dictador lleva
a este modelo narrativo hasta
un nivel probablemente
imposible de superar.
Obra maestra y una de
las novelas
fundamentales del
panorama narrativo
hispanoamericano.
Obra maestra y una de
las novelas
fundamentales del
panorama narrativo
hispanoamericano.
Por un lado, constituye un
acontecimiento sin parangón si
tenemos en cuenta la escasa
tradición literaria del Paraguay
hasta ese momento
Su valor y significación
se explican desde
diversos planos.
Yo, el SupremoYo, el Supremo
39. El lenguaje se erige en cifra de la pérdida, la fractura y la finitud, pero también abre un
espacio de libertad que ningún poder está capacitado para acallar del todo.
40. Ordeno que al acaecer mi muerte, mi cadáver
sea decapitado; la cabeza puesta en una pica
por tres días en la Plaza de la República donde
se convocará al pueblo al son de las campanas
echadas al vuelo.
Todos mis servidores civiles y militares sufrirán
pena de horca. Sus cadáveres serán enterrados
en potreros de extramuros sin cruz ni marca
que memore sus nombres. Al término del dicho
plazo, mando que mis restos sean quemados y
las cenizas arrojadas al río....
Yo el Supremo Dictador de la República
41. Habla y dicta, obliga y manda. Ajusticia y lejos de ceder o dispensar un átomo, olvida lo que
significa respetar pues él mismo borró ese verbo: Si el hombre común nunca habla consigo
mismo, el Supremo Dictador habla siempre a los demás. Dirige su voz delante de sí para ser
oído, escuchado, obedecido. Aunque parezca callado, silencioso, mudo, su silencio es de
mando.
poética de la opresión y un concierto del acatamiento
Roa Bastos describe a un dictador imitando las dos cosas que mejor hacen: ajusticiar y someter
Escritura polifónica
Envuelto en la filosofía del despotismo, en la ejercida por quienes se antojan superiores y
sobre la humanidad entera, el Supremo deja ver en su “cuaderno privado” y en la “circular
perpetua” sus ideas más insidiosas:
—Al pueblo se le embrutece mediante su propia memoria.
—Tyrano, dijo el rey sabio, es aquel que con el pretexto del progreso, bienestar y prosperidad
de sus gobernados, substituye el culto de su pueblo por el de su propia persona.
—El poder de los gobernantes (…) está fundado sobre la ignorancia, en la domesticada
mansedumbre del pueblo. El poder tiene por base la debilidad. Esta base es firme porque su
mayor seguridad está en que el pueblo sea débil.
42. La novela de Roa Bastos se
sitúa en un punto de partida
radical que estará presente a
lo largo de todo su
argumento: sólo puede
concebirse el poder absoluto
en la posibilidad del control
total de los discursos o, yendo
aún más allá, en la posibilidad
de que ese discurso del poder
aparezca como el único
posible. De ahí que sea
precisamente un texto, el
pasquín catedralicio que dicta
la muerte del Supremo, el
que abra la narración; texto
que, en buena medida, hace
que la trama argumental se
articule en el intento de
descubrir al autor del escrito
para acallar su voz y borrar
sus palabras.
Este acto de poder ligado a la
escritura, que busca desde el
comienzo borrar toda
polifonía para instaurar la
palabra exclusiva del
Supremo, resultará
finalmente fallido y
desencadenará el despliegue
de un sinfín de escrituras y
voces que revelan página tras
página la imposible
instauración del verbo único
con que sueña el poder
absoluto, encarnado en la
novela en la figura de Gaspar
Francia.
43. La circular perpetua, que se origina como
respuesta a ese texto inaugural, se desdobla en
el cuaderno privado del propio dictador, remedo
de esa perspectiva desdoblada del Yo/Él que
instaura desde la propia figura protagonista una
esquizofrenia narrativa que nuevamente abre el
espacio de la ficción a la irrupción de múltiples
intervenciones textuales: Patiño, el escriba al
que Gaspar Francia dicta sus palabras; el
corrector; las voces de perros y cráneos
parlantes; objetos como los «tiestos-escucha»,
las «vasijas-escuchantes-parlantes» y «cazos-
parlantes», y, por encima de todos ellos, el
compilador, que introduce las fuentes y
documentos históricos cuestionadores de la
versión del poder y surge así como factor
estructurante de un argumento que finalmente
revela cómo Yo, el Supremo es escrita por los
textos mismos, las voces sin origen que
resuenan en sus páginas.
La novela se configura
como «compilación de
escrituras» productoras
de nuevos discursos, que
a su vez se despliegan a
partir de incesantes actos
escriturales —acto de
dictar, acto de anotar,
acto de leer y de
interpretar, de confrontar
las escrituras que se
asoman por el texto—.
La novela se configura
como «compilación de
escrituras» productoras
de nuevos discursos, que
a su vez se despliegan a
partir de incesantes actos
escriturales —acto de
dictar, acto de anotar,
acto de leer y de
interpretar, de confrontar
las escrituras que se
asoman por el texto—.
44. "¿Cuáles son mis pecados? ¿Cuál mi culpa? Mis difamadores clandestinos de adentro y
de afuera me acusan de haber convertido a la Nación en una perrera atacada de
hidrofobia. Me calumnian de haber mandado degollar, ahorcar, fusilar a las principales
figuras del país. ¿Es cierto eso, provisor? [...] ¿Cuántos ajusticiamientos se han
producido, Patiño, bajo mi Reino del Terror? A raíz de la Gran Conjura del año 20,
fueron llevados al pie del naranjo 68 conspiradores Excelencia. ¿Cuánto duró el proceso
de esos infames traidores a la Patria? Todo lo necesario para no proceder a tontas y a
locas. [...] Menos de un centenar de ajusticiamientos en más de un cuarto de siglo,
entre ladrones, criminales comunes y traidores de lesa Patria, ¿es eso una atrocidad?
¿Qué podría decirme, por comparancia, del vandalaje de bandidos que hacen temblar
con su cabalgata infernal toda la tierra americana? Saquean, degüellan, a todo trapo y a
mansalva. Cuando han acabado con las poblaciones inermes, se degüellan los unos a
los otros [...] Arreciando las distinciones y los límites, le diría que se han acostumbrado
a vivir y a matar sin cabeza. Total, para qué las necesitan, para qué las quieren, si sus
caballos piensan por ellos“
(Roa Bastos, 1974, p. 354)
45. Yo, el Supremo, texto «leído primero y escrito después» (p. 608),
revela en sus líneas postreras la emboscada que el lenguaje
siempre tiende: «La historia encerrada en estos Apuntes se
reduce al hecho de la historia que en ellos debió ser narrada no
ha sido narrada. En consecuencia, los personajes y hechos que
figuran en ellos han ganado, por fatalidad del lenguaje escrito,
el derecho a una existencia ficticia y autónoma al servicio del no
menos ficticio y autónomo lector» (p. 609). «Esto es
representación. Esto es literatura. Representación de la escritura
como representación» (p. 162), afirma el Supremo en otra de las
páginas de la novela.
Despliegue de una escritura del poder
Reflexión sobre el poder de la escritura
46. Recibió numerosos premios, entre los
cuales destaca el Premio Cervantes, que
obtuvo en 1989.
[…]
Entre lo utópico y lo posible, éste es
un reto de la historia. O lo que es lo
mismo, un desafío del porvenir. Y es
necesario recoger y cumplir este
desafío con serenidad, con
perseverancia inflexible, pero
también con la plasticidad de una
inteligente adecuación a las
cambiantes circunstancias de la
historia, y en el orden de las
prioridades necesarias: en primer
lugar, la coherente integración y
unidad de las naciones
latinoamericanas —que es hoy el
debate central de nuestra causa—;
luego, en un proceso de construcción
de largo alcance, la integración
iberoamericana y peninsular en una
comunidad orgánica de naciones
libres, llamada a ser el factor
preponderante de equilibrio y de paz
para nuestros países en el futuro.[…]
47. Todas ellas son signo de
una larga época de la
narrativa
hispanoamericana en la
que, desde
planteamientos y
búsquedas estéticas de
gran ambición, se trató
de recrear diferentes
parcelas de su realidad
buceando en sus
estratos profundos y
atemporales.
Yo, el Supremo (1973), de Augusto Roa BastosYo, el Supremo (1973), de Augusto Roa Bastos
El señor presidente (1946), de Miguel Ángel Asturias,
Figura del dictador de un espesor mítico que va más allá de
su realidad histórica concreta
El recurso del método (1974), de Alejo Carpentier,
El otoño del patriarca (1975),
de Gabriel García Márquez.