TEORÍA PARA ENTENDER MEJOR DE LA AGENDA SETTING.pptx
La cuestión del frame en el debate presidencial norteamericano
1. Biel Payeras Torrandell
Máster en Análisis Político y Electoral (UC3M)
Campañas y estrategias electorales
1
El tercer debate presidencial en EE.UU: una revisión
del discurso y sus marcos (frame analysis)
1. Introducción: el concepto de frame
El concepto de frame se refiere al esquema o marco interpretativo que permite a un
individuo “localizar, percibir e identificar lo que ocurre en su espacio vital y en el mundo
en general” (Viejo, 2008: 13). Este proceso se realiza a través de estructuras
cognoscitivas de sentido genéricas y mentales, estandarizadas y predefinidas que
permiten el reconocimiento de un acontecimiento con un determinado diagnóstico y
pronóstico, orientando la percepción de éste a la acción colectiva. Así pues, los
marcos cognitivos son las estructuras elementales que hacen posible la percepción del
mundo mediante una simplificación hiperbólica de lo real hasta alcanzar un sistema de
codificación binaria de asociación y oposición: justo-injusto, nosotros-ellos, bueno-
malo, amigo-enemigo, etc.
En definitiva, la construcción discursiva de un relato coherente que dote de un
sentimiento de pertenencia comunitaria (o multitudinaria) que establezca la
diferenciación de los que están a favor y en contra. La fuerza última reside en la
capacidad de esquematismo (simplista) para organizar procesos decisionales
extremadamente complejos gracias al “empaquetamiento simbólico” (symbolic
package, “información condensada”). Para que un marco sea resonante (frame
resonance), es decir, consistente y movilizador, debe conseguir encajar de forma
encertada lo que está sucediendo (“el poder del contexto”, la realidad) con las
experiencias, sensaciones e imaginarios del público o audiencia (Rivas, 1998).
2. El enmarcado (framing) de dos issues concretos en el tercer debate
presidencial en EE.UU
A continuación se analizan los marcos generales (master frame) de unos pocos temas
que, a mi parecer, cabe destacar por su elevada condensación de información política
y que, consecuentemente, generan mayores procesos de alineamiento e interacción
(frame alignment) entre las dos cosmovisiones político económica y social de las
tradiciones demócrata y republicana en los Estados Unidos.
2. Biel Payeras Torrandell
Máster en Análisis Político y Electoral (UC3M)
Campañas y estrategias electorales
2
a) Sobre la Segunda Enmienda: una tensión dialéctica entre seguridad o
protección y derechos individuales
En ambos campos políticos hay un consenso amplio en defender y respaldar la
Segunda Enmienda constitucional referida al derecho a la posesión de armas. Este
acuerdo responde a una fuerte tradición constitucionalista y es imprescindible para
disputar el acceso a la presidencia desde cualquier tradición política. “Preservar” la
esencia constitucional constituye una seña presidenciable de lealtad a los valores de la
nación.
Por éste motivo último, Hillary advierte que son necesarias reformas que
marquen “una diferencia” que no entre en conflicto con la segunda enmienda. Añade,
a su vez, que “no existe conflicto entre salvar vidas y defender la constitución”. Con
estas sentencias, la candidata demócrata mantiene una posición leal, presidenciable y
de acuerdo con una mayoría ciudadana norteamericana. A partir de éste momento, se
introducen argumentos para legitimar su proyecto político: la regulación de la posesión
de armas. ¿Cómo lo enmarca? Simplificando. Posesión de armas desreguladas es
igual a peligro, amenaza y muerte (“33.000 personas muertas a tiros en un año”, “es
una amenaza para usted y su familia”). Éste es el diagnóstico. ¿Cuál el pronóstico? El
proyecto político de regulación. En este caso, el frame central es la seguridad, la
protección y el “sentido común” (“el derecho individual a llevar armas no está en contra
de las regulaciones desde el sentido común”, “queremos proteger a las 33 mil
personas”). Además, poner en cuestión la posición rival creando una suerte de
incertidumbre e inseguridad (“desafortunadamente, no todo el mundo que tiene una
arma en casa toma las precauciones necesarias”).
El proceso de creación de marcos de Hillary consiste, básicamente, en
condensar valores positivos (“salvar vidas no va en contra la segunda enmienda”) a
cerca de su interés político (regular) y valores negativos (“peligro”, “muerte”, “intereses
opacos multinacionales armamentísticas”) a su contrincante electoral y sus intereses.
La estrategia discursiva de Trump, en cambio, camina por otros senderos. El
candidato republicano se erige con mayor intensidad como garante y defensor de la
segunda enmienda y, por ende, de los valores tradicionales de la constitución de la
nación norteamericana. A priori, podemos intuir que el hecho de la poca limitación que
da la ley para portar armas es necesariamente un escenario favorable para él. Para
reforzar su relato apela a tres valores, esencialmente. El primero, la idea fuerza que
con Trump no solamente se va mantener la enmienda sino que además va a hacer
3. Biel Payeras Torrandell
Máster en Análisis Político y Electoral (UC3M)
Campañas y estrategias electorales
3
“todo lo posible” para tener jueces favorables a este cometido. El frame es de
“institucionalidad” más “alianzas” o apoyos con jueces garantes de dicha
institucionalidad (caso de los jueces de Colombia). En este sentido, también publicita
el apoyo público de la Asociación Nacional del Rifle como argumento de tipo
“acumulación de fuerzas” para legitimar su postura. El segundo tiene que ver con la
defensa del acceso a las armas como un derecho individual de propiedad más. Ésta
idea enlaza muy bien con el imaginario ‘neocon’ y desarrolla, con pocas palabras, el
papel del estado y sus límites intervencionistas. Finalmente, pone en cuestión el
argumentario rival estableciendo una relación asociativa entre los estados en los
cuales existe mayor regulación y el mayor índice de criminalidad (“En Chicago hay
leyes, en Chicago hay la mayor violencia”).
La estrategia discursiva de Trump consiste, en el issue en cuestión, en señalar
como “enemigo” a todo aquél o aquella que quiera modificar el statuo quo, erigiéndose
como abanderado de la tradición o convención americana al respecto de la posesión
de armas.
b) La cuestión del aborto: ¿derecho a la vida o derecho a elegir?
Sobre el debate del aborto existe mayor antagonismo discursivo e ideológico.
Personalmente, creo que es fácilmente identificable la (re)significación de la medida
política entorno al correspondiente proyecto político. Especialmente en cómo nombran
a “la cosa”: pro-life versus derecho a elegir. Ambas refiriéndose al aborto. Primera
observación: alusión del concepto. ¿Motivos? Podemos aludir al supuesto significado
peyorativo en los dos entornos del término aborto.
Así pues, Hillary entronca con la tradición liberal (feminista) y demócrata para
tratar de justificar los planes familiares y, entre éstos, la cuestión del aborto. Con las
sentencias discursivas 1. “quiero a jueces que garanticen el derecho constitucional de
la mujer de tomar las decisiones más íntimas y sumamente difíciles respecto a su
salud”, 2. “es una de las elecciones más terribles que debe tomar una mujer y su
familia” y 3. “no es el Gobierno quien debe decidir [como ocurre en China y Romania]
(…) hay que tener en cuenta a los médicos” la candidata apunta a los grandes pilares
de su legitimación: a) institución constitucional –jueces–; b) libre decisión, autonomía,
propia responsabilidad de la mujer –liberalismo, Ilustración–; c) intervención del estado
no autoritario, regulación estatal razonable; y d) institución simbólica de fuente de
autoridad en salud –los médicos–.
4. Biel Payeras Torrandell
Máster en Análisis Político y Electoral (UC3M)
Campañas y estrategias electorales
4
Con pocas palabras, Hillary introduce en la vía “reformista” o proteccionista
valores como la primacía de la salud y la voluntad individual de la mujer –y colectiva
de la familia– contra la autoridad de ‘lo que diga’ el Estado. Dos esferas (privada –
pública): ella se sitúa al lado de las familias que quieren decidir frente a ese “malvado”
Trump que quiere acabar con la financiación para la planificación familiar. Nosotros-
Ellos; Bueno-Malo.
Por otro lado, la intervención de Trump –mucho más corta que la demócrata,
pero con una potencia significante mucho mayor– apela de un modo más o menos
populista con la tradición moral neo conservadora. No es casual las constantes
referencias a la idea “pro life” del candidato. El marco es ganador, a priori (¿hay
alguien que no esté a favor de la Vida?).
La estrategia usada en este caso es la de oposición o discurso en negativo.
Trata de recomponer el campo de significaciones en dos bandos opuestos en cuya
división se encuentra la frontera de la “vida” y la “muerte”. Dice Trump: “Lo que está
diciendo Hillary es que en el noveno mes –¡incluso el último día!–, uno puede ir a
arrancar al bebé del vientre de la madre poco antes del nacimiento. Hillary dice que
esto está bien y yo me opongo”. El efecto se produce en el terreno de las emociones,
en la irracionalidad e instinto. De esta manera, Trump lidera el campo de “lo ético” y
moral, lo correcto y sensato. Al fin y al cabo, es la vida.
Bibliografia utilizada:
Rivas, A. (1998). El análisis de marcos: una metodología para el estudio de los
movimientos sociales. A Ibarra, Pedro i Tejerina, Benjamín. Los Movimientos sociales.
Transformaciones políticas y cambio cultural. Madrid, Trotta, 1998.
Viejo, Raimundo. (2008). Frame Analysis: Encuadre teórico, operacionalización
empírica, líneas de investigación. Barcelona: Seminari IGOP (UAB), p. 13.