Las interjecciones son palabras invariables que expresan emociones o sentimientos y pueden constituir oraciones completas por sí mismas. Existen diferentes tipos como las imitativas que imitan sonidos como ¡zas! o ¡miau!; las expresivas que expresan emociones como ¡ah! o ¡uf!; y las apelativas y formularias usadas para llamar la atención o saludar/despedirse.
5. Interjecciones Imitativas: son
aquellas que se forman
onomatopéyicamente con
intención de imitar los sonidos
que producen en la realidad:
¡zas!, ¡pum!, ¡chas!, ¡miau!
¡miau
!
¡chas!
¡pum!
¡zas!
9. Interjecciones de
Traslación: son aquellas
palabras o grupos de
palabras que en sí no son
interjecciones pero cuando
son utilizados de forma
aislada funcionan como
tales:
¡hombre!, ¡anda!
12. PROPIOS
son aquellas que no
derivan de otras
palabras y expresan
una emoción pura
IMPROPIOS Son aquellas que
proceden de otras
palabras, verbos,
adjetivos, nombres,
etc:
INTERJECCION
14. ¡ah!: asombro, sorpresa placer
¡oh!: asombro, admiración
¡ay!: dolor
¡guay!
¡eh!: rechazo, desaprobación,
sorpresa
¡hey!: advertencia, saludo
¡uy!: asombro, sorpresa
¡puaj!: asco desagrado
¡hola!: saludo, bienvenida
¡ojalá!: deseo
¿eh?: sorpresa consulta
INTERJECCION
son aquellas que
no derivan de
otras palabras y
expresan una
emoción pura
15. son aquellas que se forman
onomatopéyicamente con
intención de imitar los
sonidos que producen en la
realidad. (INTERJECCIONES
IMITATIVAS)
¡zas!, ¡pum!,
¡chas!, ¡miau!
16. Son aquellas que
proceden de otras
palabras, verbos,
adjetivos, nombres,
etc:
¡ojo!, ¡cuidado!, ¡bravo!,
¡magnífico!, ¡oiga!, ¡vaya!,
¡narices!, ¡estupendo!,
¡formidable!, ¡caracoles¡,
¡caramba!, ¡diablos!,
¡recórcholis!, ¡bravo!,
¡hombre!, ¡anda!, ¡dale!
18. ¿Sabes que Juan se casa? ¡No me digas!
No voy a poder ir a la fiesta. En fin..., en otra oportunidad será.
¡Dios mío! no me lo puedo creer.
¡Cielo santo! ¿cómo pude haber aprobado sin estudiar?
¡Qué horror! mis padres me van a castigar por suspender el examen de lengua.
¡Madre mía! tenemos mucha teoría que estudiar para el examen.
¡Maldita sea! ya estoy castigado otra vez.
¡ay de mi! tengo un examen dentro de una hora y no he estudiado nada.