1. La fuga de cerebros, fuga de talentos o migración altamente
calificada (MAC) es la emigración de profesionales y científicos
formados universitariamente en su país de origen a otras naciones,
impulsados principalmente por la falta de oportunidades de
desarrollo de sus áreas de investigación, por motivos económicos o
por conflictos políticos en su país natal, generalmente sin regreso.
Si bien este fenómeno se acentúa en países en desarrollo, esto no
es excluyente, y en muchas ocasiones se da también entre naciones
industrialmente desarrolladas, debido a diferencias salariales o
impositivas. De forma análoga se habla de fuga de capitales para la
desinversión de capital financiero en un país.
La fuga de cerebros hace que
el país de origen pierda la
inversión en educación
superior de esa persona, y de
la misma forma el capital
social del que formaba parte
el individuo se reduce por su
partida.
Casi 200 millones están residenciadas fuera del país de origen sin
lugar hombres y mujeres cruzan la frontera de su patria buscando:
Calidad de vida más alta
Mejores oportunidades.
2. El nivel de formación de dichos inmigrantes es heterogéneo, gente
sin preparación académica hasta
técnicos y posgraduados.
Esto trae una gravísima
consecuencia, naciones de origen
pierden obra calificada.
CIFRAS:
Más de 50% de los profesionales universitarios de américa
central y del caribe viven en el
exterior. Hay casos extremos como
Jamaica y Haití llegando al 80%.
En las regiones al sur del desierto de
Sahara la masa laboral calificada
solo llega a ser 4% de la mano de
obra total. El 40% del grupo
privilegiado emigra a países de 1er mundo.
El perfil de los emigrantes capacitados
muestra que son sumamente expertos
en comparación con el promedio de
país, pertenecen a grupos
económicamente solventes y que
emigran en sus años productivos.
Uruguay invierte un 0,3% de su
producto bruto interno en investigación científica, la 3ra
3. parte de lo aconsejado internacionalmente. Una de las causas
de fuga de cerebros es la insuficiencia de estímulos y de lugar
de trabajo para los profesionales e incluso para los
estudiantes más destacados.
Un caso de una fuga de cerebro uruguayo:
Mauro Costa-Mattioli nació en Tala, departamento de Canelones.
Cuando llegó el momento de comenzar facultad viajó a Montevideo
para estudiar en la Facultad de Ciencias. En segundo año conoció a
Juan Cristina, (hoy decano de la facultad) y se ofreció para trabajar
en su laboratorio.
Cristina aceptó y unos años después le aconsejó que se presentara
a una beca para estudiar en la Universidad de Nantes (Francia). En
tierras galas conoció a un científico argentino y, a través suyo, a
investigadores de la
Universidad McGill en
Canadá.
Antes de cruzar el océano
pasó por Uruguay, volvió a
su pueblo, se casó y
entonces sí comenzó su
nueva vida en América del
Norte. La aventura dio sus
frutos cuando, en 2007, The
New York Times y los
principales diarios del
mundo dieron cuenta del
"interruptor de la
4. memoria", la molécula que la detiene o activa. Costa-Mattioli era el
autor principal.