Compromiso con la excelencia y el Carácter de la Universidad Nacional de Colombia

1. Compromiso con la excelencia y el carácter de la Universidad Nacional de Colombia
Por Jorge Hernán Cárdenas S. Enero de 2018
Es una gran responsabilidad poder representar a una comunidad tan rica, diversa y con tantos
intereses y capacidades. El esfuerzo aunado y permanente de profesores, estudiantes,
trabajadores, egresados, pensionados y directivos de la Universidad Nacional de Colombia es
fundamental para lograr el tipo de Universidad que necesitamos. Hay que apoyar a cada actor del
estamento universitario para que con su trabajo y con sus ideas se consolide una institución con
vocación de excelencia, con clara proyección nacional e internacional, y consagrada a sus funciones
misionales.
Los fines de la Universidad Nacional de Colombia están bien definidos en sus normas internas y
plantean desafíos claros: (i) formar profesionales sobre una base científica, ética y humanística; (ii)
promover el desarrollo de la comunidad académica nacional; (iii) contribuir a la unidad nacional, en
su carácter de centro intelectual y cultural; (iv) estudiar los problemas nacionales y proponer
soluciones en todo campo, declaración que viene particularmente bien en una época marcada por
el postconflicto.
Para lograr esto partimos y afirmamos con contundencia la importancia de un trabajo institucional
centrado en la excelencia académica y que responda al carácter público y nacional de la
Universidad. Un carácter público centrado en la búsqueda del interés general, en una acción
afirmativa y decidida de inclusión y movilidad social. Un carácter nacional propio de su visión
institucional y su responsabilidad frente a todo el país. Lo nacional se fundamenta en la conexión
de la universidad con toda la nación. Esto tiene que ver con la riqueza de los vínculos que se logran
en cada campo y en todo el territorio nacional.
La Universidad Nacional de Colombia es, al tenor de su régimen orgánico, una institución estatal
que desarrolla el servicio público de la educación, con criterios de excelencia académica, ética y
responsabilidad social. Es legalmente un órgano público estatal, autónomo e independiente, de
rango constitucional.
En tal sentido, el programa 2018 – 2021 se dirige a gestionar, fortalecer e instaurar las condiciones
necesarias que permitan desarrollar en forma plena el potencial intelectual de sus profesores,
estudiantes y de su personal administrativo. Y a responder a los desafíos locales, regionales y
globales en materia de formación de las nuevas generaciones de profesionales, investigadores y

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ciudadanos críticos, con base científica, ética y humanística y acendrados valores democráticos, así
como de compromiso con los derechos humanos y los deberes civiles.
El programa también se dirige a fomentar las mejores condiciones para que la Universidad Nacional
de Colombia dé cumplimiento a sus fines de liderazgo en el desarrollo de la comunidad académica
nacional; a su firme compromiso de cooperación con otras instituciones nacionales e
internacionales; al estudio y análisis de los problemas nacionales y a la formulación de sus
soluciones. Un papel especial se le confiere a la interacción plena y proactiva con el Estado y con
las autoridades regionales y locales, y a los diversos sectores sociales y productivos, con el fin de
contribuir al desarrollo económico, social y cultural de la nación y en especial de asegurar el bien
público.
Un tema central es hacer partícipes de la actividad académica e investigativa a todos los sectores
sociales que conforman la nación colombiana. No todos los colombianos pueden ser estudiantes
regulares de la Universidad Nacional, ni pueden contratar o usufructuar sus servicios para adelantar
estudios y proyectos, de manera que la actividad de extensión debe llenar un vacío y ocuparse de
asuntos centrales, bien estudiados de antemano, y que claramente son una prioridad institucional.
La extensión solidaria es un imperativo moral y una exigencia para una institución proactiva con su
entorno, que ofrece las soluciones que otros no tienen.
En esto hay una postura filosófica central. Por su carácter público y nacional, la Institución tiene
que influir en todos los sectores sociales mediante actividades de investigación, docencia y de
extensión. Para rescatar el talante nacional no hay otro camino que definir con toda ambición, buen
juicio y sin ingenuidades que la Universidad se fije como prioridad, y con su conocimiento y
actividad, propiciar el cambio y el avance de la sociedad.
Lo que está en juego en este momento de la vida de la Universidad Nacional es escoger el mejor
camino que permita a esta comunidad avanzar más prontamente hacia el mejor ambiente
institucional, para desarrollar las estimulantes y desafiantes funciones que le son propias en
docencia, investigación y extensión.
La Universidad debe seguir siendo un ámbito central para moldear la identidad nacional,
procurando un ambiente estudioso, crítico e igualmente constructivo en toda la institución. Se trata
entonces de afirmar la identidad de una institución que tiene un papel central en la sociedad.
La excelencia académica es el norte que acompaña cada actuación de la Universidad. Cualquier
actuación que emprendamos será bajo un modelo de excelencia académica, un ambiente
institucional exigente, meritocrático y centrado en la creación de conocimiento. Por ello, es
importante llevar a cabo una evaluación integral de la reforma académica del pregrado y el
fortalecimiento decidido de la política de posgrados y doctorados. La evaluación del pregrado
requiere un trabajo cuidadoso para establecer los resultados alcanzados y sugerir una agenda
permanente de mejoramiento. En particular, es bueno establecer el desempeño de los pregrados
y posgrados en temas tan sensibles como, la relación entre pregrado y posgrado; tasas de deserción
estudiantil; desempeño laboral posterior de egresados; evaluaciones a egresados y empleadores;

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avances en el proceso de flexibilidad curricular; integración de la oferta académica institucional;
calidad del trabajo de investigación en posgrados y publicaciones; rendimiento en exámenes de
estado; entre otros criterios. La idea es mantener una agenda de mejoramiento de los programas,
y una rica integración del campus con el trabajo interdisciplinario.
El programa de acción rectoral se inscribe sobre 3 ejes fundamentales: Primero, mejorar y
modernizar la gestión institucional. Lo que conduce al pleno compromiso del personal
administrativo y de dirección académica con el cumplimiento de resultados. Un segundo eje es la
atención preferente del desafío presupuestal y de financiamiento, que despeje las amenazas en
este campo. Y en tercer lugar, la permanente modernización de la infraestructura física,
laboratorios, áreas de trabajo y estudio, como factor habilitante y dinamizador de la actividad
institucional. Pero estos 3 ejes no tienen relevancia si no se orientan claramente a un objetivo
fundamental y principal, la excelencia académica. La Universidad Nacional debe ser una institución
exitosa, responsable, ambiciosa y centrada en la solidez de su gestión académica e investigativa.
Este debe ser el derrotero principal de todos estos esfuerzos.
Mejoramiento de la gestión institucional, punto de convergencia y compromiso.
La Gestión debe mejorar sin punto final. Debe ser un factor habilitante del trabajo individual y
colectivo. Debe ser un factor motivante en la actividad de profesores y estudiantes. Debe ser un
aspecto, muchas veces invisible, que facilite concentrarse en las actividades propias del trabajo
académico.
Una de las dimensiones de la gestión, no la única, es el mejoramiento de los procedimientos
administrativos al interior de las instituciones universitarias. Más propiamente la gestión es un
factor central que debe estar presente para alcanzar el éxito académico, investigativo y de impacto
en la sociedad. Las universidades con buena gestión se caracterizan por su eficiencia en los trámites
administrativos y por ocupar el mínimo de tiempo de los miembros de la comunidad universitaria,
en especial de sus profesores.
Se debe repensar toda la gestión administrativa, simplificando, buscando soportes tecnológicos y
mejores sistemas de información; así mismo, se debe gestionar la instauración de un sistema de
trámites administrativos que libere a los profesores de la excesiva carga en el diligenciamiento de
formatos, de tal manera que se pueda materializar plenamente el principio de que la administración
debe estar al servicio de la academia.
Otra de las dimensiones de la gestión es el bienestar. La Universidad Nacional cuenta con la
comunidad estudiantil admitida con la mayor selectividad del país, lo cual es indicativo de su alto
potencial intelectual. Sin embargo, condiciones socioeconómicas objetivas pueden colocar a
muchos de los estudiantes en situaciones de desventaja para poder culminar exitosamente sus
estudios. En consecuencia, se debe continuar y fortalecer aún más las políticas de bienestar
universitario y de acompañamiento académico y psicológico. Adicionalmente, se requiere el apoyo
a la movilidad nacional e internacional, el mejoramiento de los medios informáticos, las fuentes
bibliográficas y las herramientas didácticas con el fin de facilitar el aprendizaje. Se realizarán

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gestiones ante entes públicos y privados para asegurar que un mayor número de estudiantes de
postgrado cuenten con becas que les permitan dedicarse de tiempo completo a las actividades
académicas e investigativas.
También hay mucho espacio para la gestión en el mejoramiento de programas y en el avance en
innovaciones académicas, así como en la interacción con los estudiantes y en el debido soporte y
respuesta que reciben los estudiantes a sus intereses.
La Sostenibilidad financiera es prioridad.
Los datos del faltante presupuestal en la vigencia actual fiscal de 2018 son los siguientes: $59.536
millones, principalmente asociados a los gastos de personal y un porcentaje pequeño para gastos
generales. Pero si en adición a lo anterior se tienen en cuenta además los recursos ya utilizados al
cierre 2017 con cargo al presupuesto de la vigencia 2018, la cosa es más delicada. En efecto, a la
fecha se han asumido gastos del 2017 con recursos del 2018 por un valor de $24.223 millones,
discriminados así: Cesantías Fondos Privados $15.769 millones; Fondo Nacional del Ahorro $3.874
millones; y Seguridad Social diciembre 2017 Sede Bogotá $4.570.
Es decir, en total el faltante estimado para este año asciende a $83.759. No se puede estar tranquilo
frente a estas cifras que claramente demandan un trabajo sumamente cuidadoso y acertado para
ir resolviendo la situación, allegando nuevos recursos y sin poner en riesgo la estabilidad y el trabajo
institucional.
Lograr la sostenibilidad financiera no solo es un reto fundamental a corto plazo, sino el principal
reto en este momento a largo plazo. Para algunos analistas es el reto clave del momento, pues se
requiere dar mayor solidez a la institución y de esta manera prevenir cualquier riesgo que se pueda
presentar.
Pero no podemos confundirnos y hay que ser muy claros en un aspecto, la capacidad del nivel
central para orientar recursos se ha disminuido. Los analistas financieros lo han advertido en estos
términos, “a pesar de que la entidad ha sido superavitaria históricamente, ha requerido traslados
presupuestales para cubrir los gastos corrientes del nivel central en los últimos años”... “En el
futuro, si la UNAL no toma medidas prudenciales para evitar el deterioro del ahorro operativo, la
dependencia de la universidad de recursos de balance aumentará, lo que haría que se comparase
desfavorablemente con su grupo de pares”.
Infraestructura física acorde con la función institucional
La UN ha acumulado una serie de brechas en la estructura de sus edificaciones en varias de sus
sedes, especialmente en la Sede Bogotá. Además, varias de las vías de acceso a algunos edificios se
encuentran seriamente deterioradas. Se deben realizar todas las gestiones para la consecución de
recursos adicionales que permitan que la UN cuente con las instalaciones físicas adecuadas con su
función.

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La universidad tiene el reto de seguir adelante con la ejecución del plan para desarrollar y renovar
la infraestructura física. Este plan no puede detenerse, y hay que mirar la priorización de proyectos,
consultando los estamentos institucionales y mirando la sostenibilidad financiera y el buen uso de
los recursos previstos en la Ley 1691, así como atendiendo criterios de uso e impacto de cada una
de las inversiones. La gestión de estos proyectos debe estar rodeada de los mejores criterios
técnicos y de gestión que se usen en el país, propiciando la transparencia y la efectividad. Especial
atención requiere el plan maestro de laboratorios y equipos especializados, para quienes realizan
investigación o para quienes realizan formación de excelencia (laboratorios de docencia).
Esto centra la atención en el modelo de mantenimiento mayor y mantenimiento menor de
edificaciones y equipos que tiene la Universidad y que debe ser revisado. Pero no solo la sede de
Bogotá debe atenderse de manera preferente. En este aspecto debe haber una mirada integral y
nacional, atendiendo las prioridades de la institución en su conjunto.
Algunas políticas para acompañar el trabajo institucional
El objetivo fundamental que anima a toda la Universidad es la Excelencia Académica. Los profesores
y estudiantes de la Universidad realizan sus actividades con criterios de excelencia académica y
científica. El trabajo de unos y otros busca la más rica interacción entre estos y los más altos niveles
exigencia en cada ámbito de la vida institucional.
El norte de la función administrativa es estar al servicio de la actividad académica que requieren
profesores y estudiantes. Los administradores deben ser cercanos y tener una manifiesta vocación
de servicio a profesores y estudiantes.
El trabajo administrativo se hace con una política de puertas abiertas, dialogo permanente,
planeación cuidadosa y tiempos de respuesta ágiles. Requiere igualmente excelencia en los
procesos de gobierno académico e institucional, y una rendición de cuentas sofisticada.
La colaboración entre sedes y facultades debe ser la norma, el trabajo interdisciplinario se espera
de cada miembro de la institución. La exigencia e innovación académica se espera de cada profesor
y los estudiantes son el centro de la acción institucional.
Temas de especial atención:
La prioridad de la Investigación. Aunque la docencia forma profesionales y ciudadanos íntegros e
infunde valores y actitudes, la investigación, como misión institucional, genera de manera incesante
nuevo conocimiento con gran impacto en la docencia y en la sociedad como un todo. La generación
de nuevo conocimiento es por tanto fundamental y un factor determinante del progreso de las
sociedades y del aseguramiento de mayores estándares de vida para sus ciudadanos. La comunidad
académica mira con preocupación que los recursos públicos destinados a la investigación se han
reducido y el país no ha podido aproximarse a las proporciones de inversión, relativas al producto

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interno bruto (PIB), que le han permitido a muchos países alcanzar altos grados de desarrollo
económico, social y cultural.
No se deben ahorrar esfuerzos en las instancias gubernamentales e internacionales competentes
para que se incrementen de manera sustancial los recursos destinados a la financiación de la
investigación académica. La universidad solamente puede constituirse en uno de los motores del
desarrollo del país si investiga y produce nuevo conocimiento, no solamente de naturaleza
universal, sino aquel dirigido específicamente a resolver los problemas más agudos que afectan a
la nación colombiana. La generación de nuevo conocimiento no solamente debe ir dirigida a
contribuir a la construcción de una economía basada en el conocimiento sino, de una manera más
amplia e integral, dirigida a intensificar en conocimiento el conjunto de la sociedad y así posibilitar
el bien público.
El estímulo a la docencia de calidad y docencia excepcional. El régimen salarial de los docentes de
las universidades estatales se encuentra establecido en el Decreto 1279 de 2002, mientras que a
los Consejos Superiores Universitarios les corresponde expedir algunas normas en correspondencia
con este Decreto. En el caso particular del desempeño destacado de las labores de docencia, se
debe realizar las gestiones pertinentes para que se expida la reglamentación adicional que sea
necesaria para que se haga efectivo el reconocimiento previsto por la ley.
Un sistema multicampus. Con relación a las Sedes, el marco legal de la UN (Decreto 1210 de 1993)
prevé su unidad orgánica, lo cual no contradice que las Sedes que la componen puedan gozar de
una mayor descentralización,especialmente con relación a algunos procedimientos administrativos
y a algunas políticas concretas requeridas por las especificidades del medio geográfico y social en
que se encuentran. De tal forma que al reconocer su propia diversidad la unidad orgánica no se
disgrega sino que se fortalece en su solidez y avance institucional. Esto le da la capacidad de atender
especificidades y asumir los retos conjuntos en toda la institución, que es un punto fundamental.
Es evidente el especial esfuerzo que se debe tener para atender los requerimientos precisos de
todas las Sedes Andinas: Bogotá, Medellín, Manizales, Palmira, así como las Sedes de: Caribe,
Orinoquia, Amazonía y Pacífico, y la nueva Sede en el municipio de la Paz en el Cesar, ya que todas
estas contribuyen de manera formidable a la visión de Universidad Nacional.
La equidad de género y el trato respetuoso e igualitario de la mujer. El colectivo de mujeres ha sido
históricamente discriminado no obstante que la Constitución y la ley consagran su tratamiento
igualitario. Aunque la universidad pública tiene un régimen salarial y un ordenamiento estatutario
de igual aplicación para ambos géneros, se debe promover y fortalecer las actividades académicas,
investigativas y de divulgación referidas al trato respetuoso e igualitario de la mujer.
El hospital universitario como escenario de la formación de los profesionales e investigadores del
área de la salud. El hospital universitario es uno de los escenarios por excelencia para la docencia,
formación, investigación y actividad asistencial de las nuevas generaciones de profesionales e
investigadores del área de la salud. Por tanto, habrá una manifiesta voluntad de apoyar y fortalecer
la actual fase en funcionamiento del Hospital Universitario y contribuir de forma decidida a la

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materialización de su segunda fase, a partir de las recomendaciones de los estudios
correspondientes. Igualmente, se debe reiterar el compromiso institucional de defender los predios
de la UN con relación al proyecto de renovación urbana del CAN.
Apoyo a estudiantes. Se debe seguir igualmente reduciendo la deserción estudiantil en cada sede y
en cada programa, mejorando la consejería y ofreciendo un apoyo integral de seguimiento a los
estudiantes más vulnerables que requieran de una mayor atención. Igualmente, se requiere hacer
un mejor seguimiento a egresados y apoyarlos en su vinculación laboral.
Apoyo a programas especiales. Vamos a prestarle toda la atención necesaria a las innovaciones y
mejores prácticas en las que ha incursionado la universidad, y algunas facultades, en temas tan
variados como, programa de mejores promedios para movilidad internacional de estudiantes;
cátedra internacional, que ofrece lo mejor del nivel internacional en el aula de clase; programa de
practica extramural o salida de campo; programa de Admisión Especial (PAES), y programa especial
de admisión y movilidad académica (PEAMA), así como los semilleros y cátedras de Sede, entre
otros.
Por último, reiterar lo ya dicho, en el trabajo del día a día, la rectoría y toda la administración estarán
al servicio de profesores y estudiantes. Asimismo, se orientarán a defender el carácter y los
principios tutelares de la Universidad Nacional de Colombia.