Kant explora la relación entre el conocimiento y la experiencia en su obra Crítica de la Razón Pura. Plantea que todo conocimiento comienza con la experiencia a través de los sentidos, pero no todo conocimiento procede de la experiencia, ya que la mente también produce conocimiento. Kant examina si existe conocimiento independiente de la experiencia y los sentidos, conocimiento a priori. Define el conocimiento a priori como aquel que es absolutamente independiente de toda experiencia, en oposición al conocimiento empírico que sólo es posible a posteriori mediante la experiencia.
2. No hay duda alguna de que todo nuestro conocimiento
comienza con la experiencia. Pues ¿cómo podría ser
despertada a actuar la facultad de conocer sino mediante
objetos que afectan a nuestros sentidos y que ora
producen por sí mismos representaciones
3. Por consiguiente, en el orden temporal ningún
conocimiento precede a la experiencia y todo
conocimiento comienza con ella.
4. Pero, aunque todo nuestro conocimiento
empiece con la experiencia, no por eso
procede todo él de la experiencia
“Nuestro mismo conocimiento empírico fuera
una composición de lo que recibimos mediante
las impresiones y de lo que nuestra propia
facultad de conocer produce”
5. Una de las cuestiones es saber si existe semejante conocimiento
independiente de la experiencia, e, incluso, de las impresiones de los
sentidos (“A PRIORI”)
6. Se suele decir de algunos conocimientos derivados de fuentes
empíricas que somos capaces de participar de ellos o de
obtenerlos a priori, ya que no los derivamos
inmediatamente de la experiencia, sino de una regla
universal que sí es extraída, no obstante, de la experiencia
7. Entenderemos, pues, por conocimiento a priori
el que es absolutamente independiente de
toda experiencia
A él se opone el conocimiento empírico, el que sólo es posible a posteriori, es
decir, mediante la experiencia