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LA GRAN FINAL
El lunes 28 de Mayo amaneció en la casa como un día mas, con la música
de siempre, con los cuatro finalistas sin ganas de levantarse, pero con una
emoción y unos nervios que traspasaban la pantalla.

La mañana trascurrió sin mayor novedad que los nervios propios de cada
concursante. Nervios que se veían reflejados en sus conversaciones y en
sus idas y venidas a ninguna parte.

Es ya por la tarde, cuando comienzan a preparar el vestuario de la noche y
a preparar la maleta, cuando se empieza a apreciar realmente la tensión
que estaban viviendo.

Los familiares habían proporcionado a los finalistas los trajes que debían
llevar en la gala y a Pepe le habían hecho llegar un traje claro con una ca-
misa negra, que según él, estaba gastado, ya que lo había utilizado para
muchos de sus espectáculos.
Además, se les había dicho por el super que no usaran nada negro y su ca-
misa era de ese color, por lo que después de varias horas y comentarios,
decidió cambiar de vestuario, con unos pantalones negros y una camisa
turquesa.
Y llegado ya el momento de la gala, los cuatro finalistas acuden al salón a la
espera de que Mercedes Mila conecte con la casa y empiece la verdadera fiesta
de la noche.


                                Todos muy nerviosos se desearon suerte en-
                                tre ellos, con gestos de verdadero cariño y
                                complicidad.




Por nuestra parte, somos conocedores que Noemi no estaba en el plató puesto
que no había sido invitada por parte del programa, no solo por su reacción de
los días anteriores, sino también por considerar que no se encontraba psicoló-
gicamente bien como para acudir. Sin embargo dejaron claro, que seguía sien-
do la +1 de Pepe y que el triunfo de éste seguiría dándole los 20.000€.
Noemi, no conforme con esa decisión, acudió a un bar cercano a T5 a esperar
la resolución de la final.

La gala empezó tranquila, con emotivos recuerdos y con un resumen de las
noticias sociales, deportivas y políticas que habían transcurrido durante todo
el tiempo que habían permanecido en la casa.
Llegó el momento, tras ver en la gala momentos de estas 12+1 ediciones de
Gran Hermano, conectan con la casa para conocer de “una manera diferen-
te” quien es el cuarto finalista.




Alessandro, con un 13,6% de los
votos, es el que debe abandonar
en primer lugar la casa, al ser el
menos votado por la audiencia.




El siguiente finalista, el que ocupa el tercer puesto fue descubierto en el lu-
gar de pruebas, convertido en un precioso escenario espacial.
Dani, con un 15’2% de los votos de la audiencia debía abandonar la casa,
dejando a Pepe y a Maria como los dos últimos finalistas y posibles ganado-
res de Gran Hermano 12+1
Y en un momento, casi sin darnos cuenta que se estaba acabando nuestro
sueño, conectaron y nos encontramos a Pepe y a Maria, subidos en una
plataforma sujetos con unos arneses.




Mientras Mercedes Mila decía la tan esperada frase de “La audiencia, ha de-
cidido, que el ganador de Gran Hermano 12+1 sea…..”, mientras nosotros
conteníamos nuestra respiración, mientras Pepe besaba una y otra vez la
pulsera de su madre… mientras dos minutos se convirtieron en horas, la
plataforma subió a lo mas alto del pruebodromo, esperando también a que
Mercedes Mila, diera el nombre del ganador.

Ese nombre que no podía ser otro que el de Pepe.
Maria, con un 27,1% de los votos, se convirtió en la segunda finalista, que
descendió en la plataforma, mientras Pepe volaba por ese universo creado,
y mientras desde el plató y desde nuestras casas dábamos saltos de alegría
viendo que había ganado el mejor, que a pesar de todo, se había hecho jus-
ticia y lo habíamos conseguido.

Sus primeras palabras, cargadas de emoción y alegría, no nos dejaron tam-
poco impasibles, como no lo había hecho durante todo el tiempo que estuvo
en la casa.


Ganar Gran Hermano me hace super
feliz, me siento lleno de alegría por-
que simplemente he intentado ser
siempre yo y he ganado este premio
por ser como soy. Entonces.. que
puedo decir, que estoy feliz, muy fe-
liz.


Y llegó el momento de “la soledad del ganador”. Tras marcharse Maria hacia
el plató, Pepe se queda solo en la casa y aunque muchos echamos de me-
nos el momento homenaje del apagado de luces, que como gran ganador se
merecía, tiene su momento de gloria, recorriendo la casa y sintiéndose feliz.
Poco antes de salir de la casa definitivamente, aun tuvo tiempo para un im-
provisado zapateado, con arnés incluido.




Se recuperó una bonita y emocionante tradición que otros ganadores de Gran
Hermano tuvieron el placer de poder tener, y es el viaje en helicóptero hasta
los estudios de T5.




Momentos sin duda emocionantes que aun no habían terminado.

Su llegada a los estudios, coincidió con la puesta en escena de la canción “No
hay dos sin tres”, himno oficial de la Eurocopa de Bisbal y Cali & El Dandee.
Apoteósico el recibimiento que Pepe tubo de todos los seguidores que se en-
contraban en la puerta de los estudios esperando su llegada.
Y llega el momento, el que llevábamos esperando desde hacia mas de cuatro
meses..: “la puerta de Gran Hermano se abre por ultima vez, para recibir al
ganador de Gran Hermano 12+1, Pepe Flores”.

Pero antes de comenzar a hablar de la entrevista, analizaremos un par de
cosas.

En primer lugar la gran alegría que tanto Marta como Sindia se llevan cuan-
do nombran a Pepe ganador, a pesar de que siendo María finalista, esta
última optaba a 20.000€.
Ambas perdieron el premio económico, pero prefirieron sin lugar a dudas el
triunfo de su amigo.


                                    Otro tema también a destacar; Alessan-
                                    dro acude a felicitar a Pepe junto con su
                                    familia. A pesar de no haber ganado, de-
                                    muestra claramente como se alegra por
                                    el triunfo de su amigo.




Importante también, que a pesar de los grandes frentes que Pepe tenia abier-
to con muchos de sus compañeros, absolutamente todos se levantaron para
saludarle y felicitarle.
No siempre ha sido así y en alguna edición, no ha sido felicitado el ganador
por todos sus compañeros.
Pepe se lo merecía y por eso tuvo ese grandioso recibimiento.
Durante los días que los finalistas estuvieron en la casa, los diversos por-
tales de internet donde habían encuestas mas o menos fiables, daban ga-
nador a Pepe, pero con una distancia de tan solo unos puntos de María, la
segunda finalista.
Sin embargo, Pepe ganó con un 44,1% de los votos. Este porcentaje, sien-
do una final de cuatro opciones, es muy amplio y desde luego impresio-
nante.

Y llegó la entrevista al ganador. Pepe estaba como dijo El Gato, “humilde y
algo impresionado”.

Podéis ver la entrevista completa en el canal de Sandra, en este enlace:
http://www.dailymotion.com/video/xr6l44_gala-pepe-flores-ganador-gh-12-
1_lifestyle

Algunos apuntes interesantes de esta entrevista.


Increíble su cara cuando Mercedes
Mila le dijo “¿Sabes lo que es dar, y
dar y dar y dar alegría a la gente?
Eso es lo que has hecho”
Me decían todos “Nos ha dado no-
ches de alegría, nos ha dado los
amaneceres”




Emotiva respuesta cuando Mercedes le dice “Tú sabes lo que son los
aplausos del público”.
Humilde, sincero y emocionado responde: “Pero no de esta manera ¿no?.
Porque quizá yo sé lo que son los aplausos del publico por mi profesión y
porque hago algo, que es un arte, que es bailar, que es a lo que yo me dedico
¿no?.
Pero quizá esto no me lo esperaba porque es como mas especial todavía, por-
que esto, como te he dicho antes, simplemente es por ser uno mismo, por la
persona ¿no? Simplemente, no por hacer nada mas ¿no?


Habló de su proyecto, del espectáculo que tan ansiosos estamos todos por
ver y sobre todo dijo un frase que me encantó y que creo que refleja el Pepe
Flores que nos ha mostrado el alma y al que hemos conocido unos cuan-
tos, “quizás Gran Hermano me haya ayudado a confiar mas en mi mismo”.
Emocionado, muy emocionado al ver su primer casting, las imágenes de
su paso por la casa y de sus sentimientos reflejados en un confesionario,
tuvo su momento de relax, bailando junto a Marta




Y se acabó, ya no daba para mas Gran Hermano 12+1.
Laura, la ganadora de la edición anterior, bajaba hasta el centro del plató
para hacerle entrega del simbólico maletín de los 300.000€.
Durante 130 días
me he encontrado después de cada gala y de cada debate tratando de ex-
plicar y justificar determinadas actitudes o hechos de Pepe en la casa que,
por causas que todavía desconozco, salían en los programas totalmente
distintas a la realidad.

Aún ahora, casi tres meses después, me encuentro contando cosas y rela-
tando momentos que ocurrieron y no se vieron o, simplemente, que fue-
ron emitidos de forma que perjudicaban claramente a Pepe.

No sé cuáles han sido los motivos por los que la estancia de Pepe y el
hecho de haber sido ganador ha sido tan mal tratada por el programa, pe-
ro los que hemos seguido los cuatro meses de su vida en directo, los que
hemos seguido las 24 horas en la pantalla de un ordenador, sabemos que
ha sido así.

El día a día de Pepe en la casa comenzó lento, eso es cierto; sabíamos los
que le escuchábamos que su horario normal no es el de todo el mundo…
Es un ave nocturna y le costó acostumbrarse al ritmo de sus compañeros.
Es cierto también, que en muchas ocasiones, estaba durmiendo en el
sofá, pero esa circunstancia era siempre más motivo de risa que de situa-
ciones tensas entre sus compañeros, ya que, aunque la primera semana
fuera nominado por ese motivo, las cosas poco a poco fueron normalizán-
dose…, hasta que comenzó el ataque y derribo de Juan contra Pepe.

                                    Yo tengo mi propia opinión sobre Juan,
                                    su situación en la casa y su evolución
                                    (o, para mí, descenso en picado) duran-
                                    te el tiempo que estuvo en ella.
                                     Juan se rodea de jóvenes a los que,
                                    además de darles clase, les entretiene
                                    con las excursiones o acampadas pro-
                                    pias de colegios privados religiosos.


Juan está acostumbrado a aglutinar a gente a su alrededor, a ser un
líder. Pensó que, siendo “mayor”, con experiencia y acostumbrado a reu-
niones con gente tan diferente, iba a ser el cabecilla y que eso le llevaría al
triunfo final.
Y así fue al principio. Era él el que, antes de irse a dormir, organizaba algún
juego en el salón o sacaba algún que otro tema de conversación…. Pero se
encontró con alguien con más carisma, con más alma y, especialmente, con
menos soberbia.

Pepe era más divertido, más crítico, más sincero y, sobre todo, más autenti-
co. Juan decidió que sus “seguidores” debían rechazar a ese individuo que
le hacía sombra. Y no sé tampoco por qué el programa se lo permitió.

Vimos por parte de Juan gestos de desprecio hacia Pepe, insultos y menti-
ras… Observamos cómo se dedicaba a buscar a gente débil para que lo ata-
cara e, incluso, para que lo nominara. Lo vimos, pero porque vimos el 24
horas; ni en las galas ni en los resúmenes y, desde luego, tampoco en los
debates se apreció al Juan manipulador, envidioso, soberbio, celoso y men-
tiroso.

Solo veíamos las imágenes de Pepe hablando mal de él o burlándose de un
cura que realmente no era la imagen que esperábamos ver. Pero claro, el
espectador de las galas, solo veía eso; el espectador de los resúmenes aluci-
naba viendo cómo Pepe se salvaba de las expulsiones y los espectadores de
los debates ponían el grito en el cielo porque se permitía a Pepe ese tipo de
actuaciones.

David, Michael, Arístides, Berta y Ariadna fueron los ejecutores de un plan
concebido por Juan para echar a Pepe de la casa, únicamente por
“manipulador”. La cosa tiene su gracia.

Pero hay más… Se acusó a Pepe de hechos que solo se vieron en los espa-
cios televisivos y que, por motivos “desconocidos”, fueron totalmente mani-
pulados de una forma evidente: cortes donde no se debía, imágenes mezcla-
das, conversaciones fuera de lugar….

Siempre se ofreció la imagen de un Pepe machista y autoritario con las mu-
jeres, a las que manipulaba a su antojo y a las que utilizaba no solo para
las nominaciones, sino también para su propio beneficio. Se ofrecía la ima-
gen de Pepe hablando con Marta, Mari Joy o Sindia sobre las nominaciones
y se hacía ver que estaba diciendo a quien y cómo votar, cuando, en mu-
chas ocasiones, ni tan siquiera Pepe llegaba a conocer a quienes nomina-
ban. Pero, ¿no era eso lo mismo que hacía Juan o las chicas uniéndose en
contra de Noe?
Las broncas de Pepe y Sindia al parecer eran unidireccionales. Solo se
apreciaba a un Pepe bronco que le recriminaba a Sindia cualquier cosa,
mientras ella, sumisa y arrepentida, era la que siempre iba a pedirle
perdón. Menos mal que con el 24 horas nos dieron la posibilidad de cono-
cer a ese Pepe triste y dolido por la situación que iba a la cama de Sindia
o a la lavandería a tratar de arreglar las cosas y de conocer el por qué de
muchas de las situaciones que, sin quererlo ni beberlo, estaba teniendo
que soportar.




Vimos, como Pepe declaró posteriormente y Sergio tuvo que aceptar ante
la evidencia, videos manipulados donde se apreciaba a Pepe provocando a
Sergio en los momentos de mayor tensión en la casa… Pero tuvo que ser
cuando pudo defenderse, una vez fuera del programa, cuando estos temas
pudieron aclararse.

Tampoco vimos nunca cómo Dani machacaba a Pepe constantemente pa-
ra sacarlo de sus casillas una vez fueron finalistas, pero sí cómo Pepe se
metía con Dani. Del concursante burgalés solo aparecían vídeos graciosos
y se ocultaban mensajes y chistes racistas y de mal gusto que podían
ofender al telespectador.

Han sido muchos momentos en los que Pepe fue tratado injustamente por
el programa, pero, tal vez, el que más impacto nos causó fue cuando los
familiares fueron a verles y él solo pudo hacerlo mientras bailaba y sin po-
der ni tan siquiera conversar con ellos. Daba pena ver su cara cuando le
preguntaba a sus compañeros: ”¿Pero vosotros habéis podido hablar con
ellos y tocarlos?”. Sí, los demás sí, pero tú no Pepe. El por qué es algo que
aún desconocemos, cuando hubo gente que incluso recibió dibujos, pudo
conversar largo y tendido, pudo abrazarlos…

En su entrevista como finalista, fue tratado injustamente al recibir en la
pecera, sin saber nada del exterior, a un Sergio que no fue capaz ni de to-
serle; a un Cristian que, además de repetir siempre su papel aprendido,
solo supo insultarlo; y a un Juan que, haciendo caso omiso de sus creen-
cias, había sido incapaz de perdonar, comprender y dialogar.
Poco a poco nos enterábamos que ni sus familiares ni amigos eran invita-
dos a los diversos programas para defender a Pepe antes de sus “posibles
expulsiones” y, en ocasiones, pudimos comprobar cómo David era tratado
injustamente y sin tener siquiera la posibilidad de defenderse o aclarar te-
mas controvertidos.
El tema de la elección de Noe por parte de Pepe a instancias de David y
otros familiares fue tratado como una traición y una injusticia, cuando el
anterior finalista ya había sido también inducido a realizar la elección por
parte de su madre (y de Michael).

Sin embargo, a Pepe había que tratarlo como un traidor a sus propios prin-
cipios y a su lealtad por elegir a Noe en lugar de a Mary Jo. Los resúmenes
y debates trataban este tema como si con ello se les fuera a ir la vida. Y un
poco así fue, porque cada vez veían más ganador a Pepe y eso era inadmisi-
ble.

Por otra parte, y aunque no fue el
único perjudicado, la elección de
los finalistas fue totalmente per-
judicial para Pepe y sus seguido-
res, ya que no podía optar a la fi-
nal, dado que durante dos sema-
nas no fue (y gracias) nominado
por sus compañeros y no podía
ser votado por los seguidores del
programa.
                                   No me cabe la menor duda que, si no
hubiera sido así la forma de elegirlos, el resultado de los cuatro finalistas
hubiera sido muy distinto.

Me dolió también pensar que no sería Pepe el que fuera cerrando la casa.
Siempre hemos visto a los ganadores dando por finalizado el concurso, pero
esta vez no se le permitió, por el inicio tan inmediato de “La Revuelta”, algo
que nunca llegué a comprender.

La falta de porcentaje de su elección como finalista que solo supimos cuan-
do las redes sociales se movilizaron tras el “bombardeo” vía Twitter al pro-
ductor del programa Jaime Guerra, comentarios de Mercedes Mila total-
mente desafortunados sobre su presencia o no en las galas o los ataques
permitidos de los compañeros en una supuesta gala final y de homenaje,
son algunos ejemplos más del trato injusto al ganador de GH 12+1.
Pepe ha sido, sin lugar a dudas, el concursante peor tratado por Telecinco en
todas y cada una de las ediciones de Gran Hermano, como ya criticó en su
blog El Gato en una ocasión, y, sin embargo, ha sido la edición con más au-
diencia y participación de todas.

Han sido 130 días intentando hacer ver a la gente que Pepe no era el ogro que
nos hacían ver, que Pepe sí había mostrado su alma, que Pepe era sencillo, di-
vertido, compañero, cariñoso…

Podríamos analizar decenas de ocasiones en las que no solo los presentadores
y colaboradores de las galas y el debate, sino las propias imágenes de los resú-
menes trataban de forma injusta y perjudicial a Pepe, pero no es ya el momen-
to.
Sus seguidores, los que veíamos el 24 horas, los que hemos pasado con él su
estancia en la casa, no nos dejábamos manipular y lo hicimos campeón.




 Pepe ha ganado, no solo Gran Hermano,
 sino la lucha que, sin saberlo, tenía con
 ellos.
UN SUEÑO REAL
          DE UNA SUPERPEPISTA
                                                           Por Sonia Lara



Antes de contar cómo conocí a Pepe Flores, quería dar las gracias primero
a su padre, Don Pepe Flores Dorado, ya que, si no hubiera sido por él, no
hubiera conocido a su hijo Pepe y, cómo no, a toda su familia y amigos. La
verdad es que me trataron como una más de la familia.
Todos fueron muy atentos y simpáticos; me llevo muy buenos momentos y
muchos amigos de aquel victorioso 28 de mayo. ¡Besos y abrazos para la
familia Flores y para toda su gente!

Todo comenzó cuando el padre de Pepe me aceptó en una conocida red so-
cial. Desde entonces, de vez en cuando, hablábamos sobre su hijo, sobre
cómo lo estaba viendo y muchas cosas más. Un día me dijo que para la fi-
nal de Gran Hermano iban a poner un autobús para ir a Madrid y ver la
final en directo desde Telecinco, que si quería ir que se lo dijera para apun-
tarme.
Acepté y nos apuntamos mi hermana y yo. Pensaba que iríamos las dos
con gente de Loja y poco más, pero cúal fue mi sorpresa que, cuando cogi-
mos el bus, el que nos recibía era el padre de Pepe. Nos dio dos besos y le
dijo a mi madre que no se preocupara que iba con toda la familia Flores y
que cuidaría de nosotras. Yo estaba alucinando. No me lo creía. Mi herma-
na y yo tuvimos un recibimiento espectacular por parte de toda la familia.
Nunca lo olvidaré

Durante el trayecto fuimos conociendo a sus familiares. Son de lo más
sencillo y buena gente que te puedes echar a la cara. Sus primas encanta-
doras. Y qué decir de Abel Flores y su novia Virginia. Íbamos cantando,
contando chistes, ensayando cómo Mercedes Milá diría el nombre del ga-
nador (Pepe Flores) y cómo serían nuestras reacciones. Nos lo pasamos
muy bien y el viaje se nos hizo corto.

Sobre las ocho de las tarde llegamos a Madrid. Ya estábamos en las puer-
tas de Telecinco. ¡Madre mía, qué nervios! Estábamos todos muy emocio-
nados por cómo íbamos a vivir ese momento, sobre cómo reaccionaríamos
si Pepe se proclamaba ganador o no. Muchas cosas se nos pasaban por la
cabeza en esos momentos.
Ya quedaba muy poco para que comenzará la gala. Estábamos todos con
nuestras camisetas de Pepe, las pancartas y las cartulinas para animar a
nuestro campeón.
A las 10 comenzó la gala. Todo fue transcurriendo muy bien hasta que
tocó saber quién era el cuarto finalista. Estábamos todos cogidos de la
mano y muy nerviosos. Cuando dijeron Aless, respiramos tranquilos ya
que, por lo menos, Pepe estaba entre los tres primeros puestos.

Seguíamos nerviosísimos cuando se iba a anunciar el tercer puesto. Otra
vez cogidos de la mano, sucedió lo mismo al escuchar que Dani era el ter-
cero. Estábamos que nos subíamos por las paredes, ya que nos la jugába-
mos con una María muy fuerte (o eso nos hicieron creer). Pensábamos
que, como María se había colado en la final (tongazo), que podía pasar lo
mismo y que incluso podría hasta ganar.

Llegó el momento que más estábamos esperando. La suerte ya estaba
echada: unos llorábamos, otros se abrazaban y se cogían de las manos…
En fin, cuando Mercedes Milá dijo el GANADOR DE GH 12+ 1 ES …...
PEPE, la que se lió allí. ¡Qué pasada! Yo estaba en una nube; no me lo
podía creer. Todos a una, llorábamos, reíamos, nos abrazábamos como
hermanos… Ese momento fue muy bonito y emotivo, ya que se vio la cali-
dad humana de todos los que estábamos allí. Estábamos en familia y to-
dos unidos por nuestro Pepe. Fue un momento de éxtasis y de locura.

Por fin veíamos que España había hecho justicia haciendo que nuestro
PEPE FLORES se proclamara ganador por derecho y, cómo no, gracias a
la gran familia PEPISTA que nos hemos juntado y que, a día de hoy, se-
guimos dándolo todo por nuestro Pepe.

Yo ya no podía pedir más. Todo había sido mágico y me sentía satisfecha
y la mujer más feliz del mundo por poder vivir todos esos momentos en vi-
vo y en directo, pero aún me esperaban más sorpresas que yo misma aún
desconocía.
Una vez terminada la gala y con nuestro Pepe ya proclamado campeón,
los familiares y yo nos fuimos al hotel para dar la bienvenida y la enhora-
buena a Pepe por su victoria. ¡Qué ganas de verle y abrazarle! La espera
se me estaba haciendo eterna. Mientras venía Pepe, nos estuvimos
haciendo fotos con todos los ex concursantes de GH. Llegó Noemí y estu-
vimos hablando con ella y sobre cómo había vivido la final, ya que ella era
la más 1 de Pepe y la ganadora de 20.000 euros. Fue muy simpática y es-
taba guapísima a rabiar.
Ahí estaba el coche donde traían a Pepe. Nada más bajarse, su grupo
de Granada se abalanzó hacia él para recibirlo con abrazos y besos. To-
do el mundo queríamos abrazar y besar a Pepe Flores. Fue lo más.
Cuando lo abrasé quería que se parara el tiempo. ¡Qué fuerte! Me
abrazó, me besó y me sonrió, y con eso me quedé sin palabras; no sabía
ni qué decir. Esto no se me olvidará mientras viva.
Que un chico que no conoces de nada, solamente a través de la panta-
lla, te dé tantas alegrías y emociones no tiene precio. Y si encima tienes
esa suerte de poder conocerlo, ya ni te cuento. ¡Qué grande eres Pepe!

Entre tanto barullo y gentío, Pepe pudo escaparse un poco y subir a la
habitación del hotel para charlar un rato con su familia y, así, poder
arreglarse para la fiesta en La Posada.

En cuanto Pepe estuvo listo para la fiesta y nosotros también, cogimos
taxis y nos plantamos en la puerta de La Posada. Allí nos reunimos to-
dos y, una vez dentro, subimos a la planta donde estaban Pepe y los
suyos. Yo no daba crédito a todo lo que me estaba pasando. Qué me iba
a pensar yo que lo iba a tener tan cerca y encima hablar con él. Estuvi-
mos un rato charlando y él en todo momento fue muy cariñoso y atento
conmigo. Me dijo que cómo es que había ido a verle gente de Jaén.

Le expliqué por encima todo y se quedó sorprendido. Me cogió y me vol-
vió a abrazar y a darme dos besos, diciéndome que muchísimas gracias
por todo. Me agradeció todo lo que había hecho por él en los cuatro me-
ses de programa, por apoyarlo en todo, que no tenía palabras para
agradecérmelo. Es tan fácil quererlo. Yo sí que no tenía palabras para
explicar lo que me estaba sucediendo.

Pasaba la noche y yo era más feliz que nadie. Reíamos y bailábamos to-
dos allí juntos como una gran familia, hasta que llegó el momento de la
despedida. Yo no quería que acabara la noche ya que, una vez subida
al bus, volvería a mi cruda realidad. Fue como si de la Cenicienta se
tratase: una vez pasada la media noche, el hechizo se acababa.

Pepe se portó muy bien; se esperó hasta que el autobús llegó, se me
saltaron las lágrimas de ver que ya me iba y que todo se acababa. Me
despedí de él y me volvió a abrazar, pero esta vez fue más sentido el
abrazo, ya que a saber cuándo volvería a verlo, si es que lo volvía a ver.
De camino a Jaén iba visualizando todo lo que me había sucedido du-
rante el día y, por muchas vueltas que le diera, no me explicaba cómo
había pasado todo. De no conocerlo de nada a ver que toda su familia,
incluido él, me trató así, me hacía estar como en un sueño del cual no
quería despertar. Hubo un momento en que, ya rendida, cerré los ojos,
pero era imposible descansar, ya que la emoción que tenía en mi cuer-
po me lo impedía y con el solo hecho de revivir esos momentos se me
volvían a saltar las lágrimas.

Ahora ya tocaba la despedida, pero esta vez de los familiares de Pepe,
ya que había llegado a casa. También me costó mucho despedirme de
ellos, ya que les había pillado mucho cariño por su forma de ser y lo
buena gente que eran todos. Les dije que en Jaén tenían a una gran
amiga y que las puertas de mi casa estarían abiertas para ellos.
CRÓNICA DE UNA PEPISTA
       EN PLATJA D’ARO (GIRONA)
                                                    Por Olga de la Peña


Llegué el viernes sobre las ocho de la tarde supercansada tras ocho horas
de viaje. En el hotel había un espectáculo de flamenco (jajaja); nada compa-
rable a como baila el Príncipe, pero no estuvo mal.

El sábado nos fuimos a dar una vuelta para localizar la disco y la plaza del
ayuntamiento. Después nos escapamos a la playa un rato y a comer por el
paseo marítimo. Más tarde, regresamos al hotel a descansar. Luego, piscina
y a cenar. Sobre las diez nos subimos a arreglarnos un poquito y, como
siempre, se nos hizo tarde para salir.

Fuimos andando durante 25 minutos hasta la plaza del ayuntamiento. Lle-
gamos sobre las doce y cuarto más o menos, y allí ya estaban casi todas las
pepistas. Nosotras con piruleta en mano, por supuesto.

Una de las pepistas con una flor en la cabeza se me quedó mirando y le co-
menté: “Tú eres Esther”. Me contestó: “¿Y cómo lo sabes?”. Nos fundimos en
un abrazo como si fuéramos amigas de toda la vida que hacían mucho tiem-
po que no se veían. Nos presentó al resto de las pepistas (un encanto todas;
me las llevo en el corazón) y nos dirigimos a la puerta de la disco.



Allí nos hicimos la foto de grupo para
subirla a la página del mejor club de
fans de la historia, donde estaban espe-
rando ansiosas nuestras guardianas de
la noche, de las cuales nos acordamos
mucho durante toda la noche.




Como era un poco pronto para entrar a la disco, decidimos ir a tomar algo
antes. Nos metimos en un local de la zona y nos bebimos una copa. A la
una salimos dirección a Yamora, que ya tenía una cola para entrar un poco
larga pero, como teníamos reservada la zona VIP, no tuvimos que esperar
para entrar. Nos pusieron una pulserita y todas para dentro (los de la puer-
ta se nos quedaron mirando, jeje).
Una vez dentro, nos repartimos en los reservados y estuvimos haciéndonos
fotos, bailando y charlando entre todas (todas sois increíbles). A las tres y pi-
co llegó el Príncipe y todo el mundo se puso como loco.
La pista se llenó de gente y se formó un gran jaleo en las escaleras para subir
al escenario de mucho cuidado. Yo me puse en la salida del escenario, donde
estaban David y Javi Jurado. Estuve hablando con ellos y les dije que las del
club de fans estábamos en los reservados, que se acercaran a saludarnos,
que teníamos unos regalitos para darle (esa fue la primera vez de cien que se
lo dije tanto a David como a Pepe). Me comentó que lo iba a intentar.

Después, me puse detrás de la cuerda para poder subir al escenario, pero
había tanta gente que no avanzaba nada. Evidentemente, con la piruleta en
la mano y, cada vez que subía alguna del grupo, gritábamos y subíamos las
piruletas, hasta que subió Esther y le dio su regalo. Todas las que estábamos
abajo nos volvimos locas al ver cómo se lo daba. La cara del Príncipe era para
verla. “¡Qué bonito! ¿Qué es?”. Se le iluminó de la emoción. Al rato, los de se-
guridad de la disco se llevaron al Príncipe a descansar después del primer
pase de fotos. Yo seguía con mi regalo en la mano y me fui corriendo al reser-
vado para ver si se acercaba por allí. Pero no le dejaron y le metieron por un
pasillo cerca de los baños del local.

A los cinco minutos yo ya pensaba que me quedaba sin darle mi regalo, pero
de repente apareció David por detrás del reservado y le llamé. Se acercó y me
dijo: “¿Dónde te metes? Llevo un montón de rato buscándote”. Me agarré a él y
me llevó a la zona donde estaba Pepe descansando entre pase y pase de fotos.
En la puerta había dos tíos que parecían armarios de grandes para que no
entrara nadie. David entró y yo con él detrás.


Allí estaba el Príncipe, que me miró y me dijo: “Hola. ¿Qué haces tú aquí chi-
quilla?”. Me dio un abrazo interminable y un beso. A mí me temblaba todo;
no podía articular palabra. Y me soltó: “Bueno, ¿qué me has traído?”. “Un re-
galito”, le comenté. Le di la bolsa. Me dijo: “Venga, prepara la cámara que voy
abrirlo”. Jeje, un encanto de persona. Los de seguridad metían prisa: “Venga,
que tenemos que salir”. Y claro Pepe me dijo: “Voy un momentito al baño y
ahora vengo. Espérame aquí”. Pero los de seguridad le comentaron: “No pue-
des volver. Tienes que seguir con las fotos”.

Entonces, Pepe les dijo: “Bueno, pues esperad un minuto”. Y se dirigió a mi:
“Venga, vamos a hacernos una foto con el regalo”. Le pasé la cámara a David y
nos hicimos una foto. Le sugerí que se pasara por los reservados, que estába-
mos todas las del club de fans esperando, y me dijo que cuando terminara de
hacerse las fotos lo intentaría
Los de seguridad seguían diciendo: “Venga, venga, que tenemos que seguir”. Y
Pepe me dijo: “Luego hablamos”. Pero yo añadí: “Pepe espera. Un saludo para el
club de fans”. Y me comentó: “Venga graba”. Justo cuando le fui a dar al rec
para grabar apagaron las luces y no se veía nada, pero el saludo se escucha
bastante bien. Menos es nada. Nos despedimos; otro abrazo y más besos. Fue
increíble, una experiencia inolvidable. Según lo estoy escribiendo se me están
poniendo los pelos de punta al recordarlo todo.




Una vez fuera de allí, me fui a los reservados otra vez y, claro, como Pepe esta-
ba en el escenario haciéndose fotos, me puse en la fila para subir a hacerme la
foto arriba. Y pa´lla que me fui. Había tanta gente que pasé un calor insoporta-
ble. Cuando ya estaba a punto de subir (solo había dos personas delante mío),
pensaba que se lo llevaban otra vez y me quedaba sin foto. Subieron las dos
personas que tenía delante y ya me tocaba.

El de seguridad se me quedó mirando y le puse cara de chumi. Me soltó:
“Venga, pasa y quédate aquí en este lado”. Bueno, ya estaba allí y me tocaba
hacerme la foto. Otra vez las piernas me fallaban y no podía ni andar por el es-
cenario. Y Pepe: “Hola otra vez”. Me dio otra vez las gracias por el regalo. Le di-
je que las chicas estaban allí detrás esperando a que fuera y le comenté lo del
bolo que iba a hacer en Sevilla (San José), que a lo mejor me acercaba también
para verle otra vez. Se partía de risa. Y me dijo: “Pero si eso todavía no está
confirmado. Habla con David y que te diga. No planees el viaje aún por favor. No
vaya a ser que no vayamos”.
Me hice la foto y me bajé del escenario. Luego estuve hablando con Javi,
el hermano de Pepe, y con David (que es amable, encantador y cariñoso, y
la persona que nos atendió todo el rato). Cuando me quise dar cuenta ya
eran las seis de la mañana y me tenía que marchar al hotel para recoger
las maletas y, sin dormir, irnos a la estación de autobuses. Me despedí de
las chicas que quedaban y me fui de la disco con los pies destrozados, pe-
ro con el corazón lleno de sentimientos superbuenos.

Y este ha sido mi viaje a Patja d’Aro.

INOLVIDABLE
El pasado 4 de Agosto, Inmaculada Rivera, Jefa de Edición, Diseño y Cierre de
El Correo de Andalucía, publicaba una entrevista a Pepe, en el blog digital
Maldita Tedeté.



Pepe Flores: “He sido yo y me he
mostrado”




Una media de cuatro millones de personas han seguido este año Gran Her-
mano 12+1. Cuatro millones que coincidieron en su inmensa mayoría en
hacer ganador a un catalán-granaíno de 34 años, bailaor de profesión, que
a base de corazón se metió en el de casi toda España. Pepe Flores lo tiene
muy claro, basa en la transparencia y en ser “auténtico” el que el maletín
ahora sea suyo. Pepe se llevó el dinero pero, a cambio, nos dio unas ma-
drugadas inolvidables, una nueva jerga, el valor de la amistad, horas y
horas de compañía y de buen humor, y la posibilidad, gracias al premio, de
que su arte se traduzca en un espectáculo que verá la luz a finales de año.
Y esto, como diría él, no es paripé.

–Más tranquilo, Pepe, después de la vorágine…

–Soy una persona muy nerviosa. Ahora estoy con mi nuevo proyecto, que es
hacer un espectáculo como yo creo que lo podría hacer, y eso lo consigo tra-
bajando. La idea es que salga a mediados de octubre, pero no está todo ce-
rrado, así que si por hacerlo antes me va a perjudicar, esperaré a noviem-
bre o diciembre. Voy a dar el cien por cien, por mí y para agradecer a tanta
gente todo el cariño que me ha dado.


–Supongo que prefieres que se te recuerde como el bailaor que ganó
GH, que como el ganador de GH que era bailaor…

–Sí, pero soy bastante realista. Llevo toda mi vida dedicándome al espectá-
culo y al flamenco. Está claro que si no hubiera estado en GH tú y yo no
tendríamos esta conversación, pero eso no quita que profesionalmente an-
tes valiese más o menos que ahora. Valía antes igual, sólo que ahora,
quizás, tenga la oportunidad de exhibirme en sitios donde antes no hubiera
podido.
–De todos modos eres consciente de que te van a mirar con lupa. La venta
de entradas las tienes aseguradas, pero te va a exigir mucho tu mundillo.

–Exactamente. Como es lo mío sé cuando una cosa tiene la calidad que tiene
que tener para estar cómo tiene que estar. Ya sé que la crítica puede especular
o infravalorarme por haber estado en GH, pero yo estando confiado y tranquilo
de que el trabajo que he hecho es de la calidad que tiene que ser, a mí no me
preocupa tanto esa crítica.

–Y hay que mantenerse…

–Precisamente por este motivo no he participado en cosas que se me han pro-
puesto en donde tenía que hablar de mi vida o excusarme de lo dicho. Quiero
participar de algo que me guste, y no quiero decir que no me guste la televi-
sión. Si me ofrecen algo que sea productivo, que considere artístico e intere-
sante, me agradaría hacerlo, ¿por qué no? Pero me agarro a lo que controlo y a
lo que sé. Y yo sé bailar flamenco.

–¿Qué clase de bailaor eres?

–No sabría clasificar mi forma de bailar o de expresar el flamenco. Lo que me
gusta lo cojo y lo expreso a mi manera, con mis registros. Bailar es lo que
siempre he querido hacer. Me siento un privilegiado.

–¿Te sientes diferente del Pepe que entró en la casa?

–Diferente no. Tengo las mismas inquietudes, pero hay cosas que han cambia-
do. El que todo el mundo te pare por la calle cuesta. A veces no puedo ni ir a
comprar el pan, porque me voy a tener que hacer ocho fotos antes. También es
cierto que me pasan cosas emocionantes, como un día que acompañé a mi ma-
dre al hospital y una señora con oxígeno puesto, cuando me vio, pegó un salto
y me llamó. Se me puso la carne de gallina, porque yo no sé qué le pude trans-
mitir para que se pusiera tan contenta de verme.

–¿Por qué te presentaste?

–Necesitaba hacer cosas nuevas, subir otro escalón y vi en GH la oportunidad
de arriesgarme. Yo estaba trabajando en los mejores tablaos de España como-
 El corral de la Pacheca, Casa Paca o en El Palacio del Flamenco de Barcelona,
si esto hubiese salido mal a lo mejor me podrían haber dicho que querían a al-
guien serio que no viniera de la televisión. Pero, como el que no arriesga no ga-
na…
–¿Hasta qué punto te sientes responsable del éxito de este GH?

–GH ha sido un éxito no sólo por nosotros, sino también por la gente que lo ha
montado todo. Zeppelin y el equipo fueron los responsables de que estuviése-
mos ahí. Luego si ha salido todo bien, es porque han sabido seleccionar bien.

–¿No te pega ser tan políticamente correcto?

–Es que en realidad lo pienso así. Si este año ha sido importante el bizcocho o
lo de papafrita, otro fue el delfín de Arturo o la pelea del Yoyas.

–¿Por qué es tuyo el maletín?

–He sido yo y me he mostrado. Es verdad que muchas veces no he sido políti-
camente correcto, tengo cosas buenas y malas, pero por lo menos me he mos-
trado. De ahí la transparencia de la que hablo siempre. La gente puede no es-
tar deacuerdo conmigo, pero lo que no dirán es que no contaba lo que pasaba.
Decía lo pensaba la mayoría.

–¿Te consideras jugador?

–Muchas veces me dicen: “Pepe, ¡qué bien lo has hecho! ¡Cómo has jugado!”.
Pero no creo que haya jugado. He sido como soy, aunque tampoco soy tonto. Si
tenía que decir algo que pudiera malinterpretarse fuera, lo decía de otra forma,
pero cuando lo hacía era porque lo podía defender ante quien fuera.

–¿Qué me dices de vuestras madrugadas míticas en la casa?

–Me lo dice mucha gente. Yo es que no me voy a dormir, me quedo dormido.
Por las noches estoy muy activo por mi trabajo, en mi vida diaria soy así de
noctámbulo.

–¿Y de la jerga que has creado: papafrita, playmaleting…?

–Se me ocurrían y han agradado. No considero ni que me exprese bien ni cul-
tamente, pero voy directo al grano. Que no quepa duda.

–De no ser tú, ¿quién te hubiera gustado que ganara?

–Sindia, por supuesto. Y si no ella, Alessander. Mi gente.
–Sin embargo, tus enfrentamientos con ella eran muchos…

–Sí, lo que he tenido que decirle se lo he dicho, pero siempre fue mi preferi-
da para todo. Estuvo conmigo desde el principio y está claro que la hubiera
preferido en la final.

–Tu elección de Noemí como +1 (le acompañó a la final y se llevó
20.000 euros) fue cuestionada.

–Yo no tuve ningún problema con ella y, como no me salpicó a mí, sus co-
sas me daban igual.

–¿Y qué me dices de la actuación de Telecinco en la edición con Noemí
y con todo en general?

–Hablé con ella y defendía que se daba mucha importancia a todo lo de ella
y a lo de los demás no. Yo, en parte, la entiendo, pero también lo que dice
la productora. Ellos no son los que han hecho las cosas que hizo ella delan-
te de las cámaras. Sabía donde se metía, pero también es cierto que a lo de
ella se le dio mil de importancia. Pero lo que está claro es que todo fue una
cuestión moral, ahora es de las que más ofertas tiene. Eso es positivo y,
quizás, es lo que quería. No sé.

–A David Shabani, la persona que te defendió eficazmente en plató, se
le acusó de coger votos desde Brasil, algo que se demostró que no era
verdad…

–La gente de mi alrededor estaba seleccionada a propósito. A quien buen
árbol se arrima, buena sombra le cobija. No le hemos querido dar más im-
portancia al tema, nosotros tenemos la cartilla sólo con el euro que metió
Kiko Hernández.

–¿Qué habrías cambiado de tu actuación dentro de la casa?

–Si de algo me enorgullezco es de haber dicho lo que sentía. A mí se me va
la boca. Ahora, visto desde fuera, es muy fácil valorar. Pero si volviera a pa-
sar, haría igual.




http://blogs.elcorreoweb.es/inmarivera/2012/08/04/pepe-flores-he-sido-yo-y-me-
he-mostrado/
Gracias Sandra por tus videos, Soraya por tus capturas y foto-
grafías editadas; gracias Isabel por tus consejos y por tu ayuda.

Gracias Olga por contarnos tu experiencia y gracias Sonia por
compartir tus vivencias y sobre todo gracias por tu paciencia.

Gracias de nuevo Pepe… por ser como eres y por compartir con
nosotros un poco de tu vida.

Gracias a tod@s los que habéis leído las revistas y por vuestros
comentarios.

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Pepe Flores nº5

  • 1.
  • 2. LA GRAN FINAL El lunes 28 de Mayo amaneció en la casa como un día mas, con la música de siempre, con los cuatro finalistas sin ganas de levantarse, pero con una emoción y unos nervios que traspasaban la pantalla. La mañana trascurrió sin mayor novedad que los nervios propios de cada concursante. Nervios que se veían reflejados en sus conversaciones y en sus idas y venidas a ninguna parte. Es ya por la tarde, cuando comienzan a preparar el vestuario de la noche y a preparar la maleta, cuando se empieza a apreciar realmente la tensión que estaban viviendo. Los familiares habían proporcionado a los finalistas los trajes que debían llevar en la gala y a Pepe le habían hecho llegar un traje claro con una ca- misa negra, que según él, estaba gastado, ya que lo había utilizado para muchos de sus espectáculos. Además, se les había dicho por el super que no usaran nada negro y su ca- misa era de ese color, por lo que después de varias horas y comentarios, decidió cambiar de vestuario, con unos pantalones negros y una camisa turquesa.
  • 3. Y llegado ya el momento de la gala, los cuatro finalistas acuden al salón a la espera de que Mercedes Mila conecte con la casa y empiece la verdadera fiesta de la noche. Todos muy nerviosos se desearon suerte en- tre ellos, con gestos de verdadero cariño y complicidad. Por nuestra parte, somos conocedores que Noemi no estaba en el plató puesto que no había sido invitada por parte del programa, no solo por su reacción de los días anteriores, sino también por considerar que no se encontraba psicoló- gicamente bien como para acudir. Sin embargo dejaron claro, que seguía sien- do la +1 de Pepe y que el triunfo de éste seguiría dándole los 20.000€. Noemi, no conforme con esa decisión, acudió a un bar cercano a T5 a esperar la resolución de la final. La gala empezó tranquila, con emotivos recuerdos y con un resumen de las noticias sociales, deportivas y políticas que habían transcurrido durante todo el tiempo que habían permanecido en la casa.
  • 4. Llegó el momento, tras ver en la gala momentos de estas 12+1 ediciones de Gran Hermano, conectan con la casa para conocer de “una manera diferen- te” quien es el cuarto finalista. Alessandro, con un 13,6% de los votos, es el que debe abandonar en primer lugar la casa, al ser el menos votado por la audiencia. El siguiente finalista, el que ocupa el tercer puesto fue descubierto en el lu- gar de pruebas, convertido en un precioso escenario espacial. Dani, con un 15’2% de los votos de la audiencia debía abandonar la casa, dejando a Pepe y a Maria como los dos últimos finalistas y posibles ganado- res de Gran Hermano 12+1
  • 5. Y en un momento, casi sin darnos cuenta que se estaba acabando nuestro sueño, conectaron y nos encontramos a Pepe y a Maria, subidos en una plataforma sujetos con unos arneses. Mientras Mercedes Mila decía la tan esperada frase de “La audiencia, ha de- cidido, que el ganador de Gran Hermano 12+1 sea…..”, mientras nosotros conteníamos nuestra respiración, mientras Pepe besaba una y otra vez la pulsera de su madre… mientras dos minutos se convirtieron en horas, la plataforma subió a lo mas alto del pruebodromo, esperando también a que Mercedes Mila, diera el nombre del ganador. Ese nombre que no podía ser otro que el de Pepe.
  • 6. Maria, con un 27,1% de los votos, se convirtió en la segunda finalista, que descendió en la plataforma, mientras Pepe volaba por ese universo creado, y mientras desde el plató y desde nuestras casas dábamos saltos de alegría viendo que había ganado el mejor, que a pesar de todo, se había hecho jus- ticia y lo habíamos conseguido. Sus primeras palabras, cargadas de emoción y alegría, no nos dejaron tam- poco impasibles, como no lo había hecho durante todo el tiempo que estuvo en la casa. Ganar Gran Hermano me hace super feliz, me siento lleno de alegría por- que simplemente he intentado ser siempre yo y he ganado este premio por ser como soy. Entonces.. que puedo decir, que estoy feliz, muy fe- liz. Y llegó el momento de “la soledad del ganador”. Tras marcharse Maria hacia el plató, Pepe se queda solo en la casa y aunque muchos echamos de me- nos el momento homenaje del apagado de luces, que como gran ganador se merecía, tiene su momento de gloria, recorriendo la casa y sintiéndose feliz.
  • 7. Poco antes de salir de la casa definitivamente, aun tuvo tiempo para un im- provisado zapateado, con arnés incluido. Se recuperó una bonita y emocionante tradición que otros ganadores de Gran Hermano tuvieron el placer de poder tener, y es el viaje en helicóptero hasta los estudios de T5. Momentos sin duda emocionantes que aun no habían terminado. Su llegada a los estudios, coincidió con la puesta en escena de la canción “No hay dos sin tres”, himno oficial de la Eurocopa de Bisbal y Cali & El Dandee. Apoteósico el recibimiento que Pepe tubo de todos los seguidores que se en- contraban en la puerta de los estudios esperando su llegada.
  • 8. Y llega el momento, el que llevábamos esperando desde hacia mas de cuatro meses..: “la puerta de Gran Hermano se abre por ultima vez, para recibir al ganador de Gran Hermano 12+1, Pepe Flores”. Pero antes de comenzar a hablar de la entrevista, analizaremos un par de cosas. En primer lugar la gran alegría que tanto Marta como Sindia se llevan cuan- do nombran a Pepe ganador, a pesar de que siendo María finalista, esta última optaba a 20.000€.
  • 9. Ambas perdieron el premio económico, pero prefirieron sin lugar a dudas el triunfo de su amigo. Otro tema también a destacar; Alessan- dro acude a felicitar a Pepe junto con su familia. A pesar de no haber ganado, de- muestra claramente como se alegra por el triunfo de su amigo. Importante también, que a pesar de los grandes frentes que Pepe tenia abier- to con muchos de sus compañeros, absolutamente todos se levantaron para saludarle y felicitarle. No siempre ha sido así y en alguna edición, no ha sido felicitado el ganador por todos sus compañeros. Pepe se lo merecía y por eso tuvo ese grandioso recibimiento.
  • 10. Durante los días que los finalistas estuvieron en la casa, los diversos por- tales de internet donde habían encuestas mas o menos fiables, daban ga- nador a Pepe, pero con una distancia de tan solo unos puntos de María, la segunda finalista. Sin embargo, Pepe ganó con un 44,1% de los votos. Este porcentaje, sien- do una final de cuatro opciones, es muy amplio y desde luego impresio- nante. Y llegó la entrevista al ganador. Pepe estaba como dijo El Gato, “humilde y algo impresionado”. Podéis ver la entrevista completa en el canal de Sandra, en este enlace: http://www.dailymotion.com/video/xr6l44_gala-pepe-flores-ganador-gh-12- 1_lifestyle Algunos apuntes interesantes de esta entrevista. Increíble su cara cuando Mercedes Mila le dijo “¿Sabes lo que es dar, y dar y dar y dar alegría a la gente? Eso es lo que has hecho” Me decían todos “Nos ha dado no- ches de alegría, nos ha dado los amaneceres” Emotiva respuesta cuando Mercedes le dice “Tú sabes lo que son los aplausos del público”. Humilde, sincero y emocionado responde: “Pero no de esta manera ¿no?. Porque quizá yo sé lo que son los aplausos del publico por mi profesión y porque hago algo, que es un arte, que es bailar, que es a lo que yo me dedico ¿no?. Pero quizá esto no me lo esperaba porque es como mas especial todavía, por- que esto, como te he dicho antes, simplemente es por ser uno mismo, por la persona ¿no? Simplemente, no por hacer nada mas ¿no? Habló de su proyecto, del espectáculo que tan ansiosos estamos todos por ver y sobre todo dijo un frase que me encantó y que creo que refleja el Pepe Flores que nos ha mostrado el alma y al que hemos conocido unos cuan- tos, “quizás Gran Hermano me haya ayudado a confiar mas en mi mismo”.
  • 11. Emocionado, muy emocionado al ver su primer casting, las imágenes de su paso por la casa y de sus sentimientos reflejados en un confesionario, tuvo su momento de relax, bailando junto a Marta Y se acabó, ya no daba para mas Gran Hermano 12+1. Laura, la ganadora de la edición anterior, bajaba hasta el centro del plató para hacerle entrega del simbólico maletín de los 300.000€.
  • 12. Durante 130 días me he encontrado después de cada gala y de cada debate tratando de ex- plicar y justificar determinadas actitudes o hechos de Pepe en la casa que, por causas que todavía desconozco, salían en los programas totalmente distintas a la realidad. Aún ahora, casi tres meses después, me encuentro contando cosas y rela- tando momentos que ocurrieron y no se vieron o, simplemente, que fue- ron emitidos de forma que perjudicaban claramente a Pepe. No sé cuáles han sido los motivos por los que la estancia de Pepe y el hecho de haber sido ganador ha sido tan mal tratada por el programa, pe- ro los que hemos seguido los cuatro meses de su vida en directo, los que hemos seguido las 24 horas en la pantalla de un ordenador, sabemos que ha sido así. El día a día de Pepe en la casa comenzó lento, eso es cierto; sabíamos los que le escuchábamos que su horario normal no es el de todo el mundo… Es un ave nocturna y le costó acostumbrarse al ritmo de sus compañeros. Es cierto también, que en muchas ocasiones, estaba durmiendo en el sofá, pero esa circunstancia era siempre más motivo de risa que de situa- ciones tensas entre sus compañeros, ya que, aunque la primera semana fuera nominado por ese motivo, las cosas poco a poco fueron normalizán- dose…, hasta que comenzó el ataque y derribo de Juan contra Pepe. Yo tengo mi propia opinión sobre Juan, su situación en la casa y su evolución (o, para mí, descenso en picado) duran- te el tiempo que estuvo en ella. Juan se rodea de jóvenes a los que, además de darles clase, les entretiene con las excursiones o acampadas pro- pias de colegios privados religiosos. Juan está acostumbrado a aglutinar a gente a su alrededor, a ser un líder. Pensó que, siendo “mayor”, con experiencia y acostumbrado a reu- niones con gente tan diferente, iba a ser el cabecilla y que eso le llevaría al triunfo final.
  • 13. Y así fue al principio. Era él el que, antes de irse a dormir, organizaba algún juego en el salón o sacaba algún que otro tema de conversación…. Pero se encontró con alguien con más carisma, con más alma y, especialmente, con menos soberbia. Pepe era más divertido, más crítico, más sincero y, sobre todo, más autenti- co. Juan decidió que sus “seguidores” debían rechazar a ese individuo que le hacía sombra. Y no sé tampoco por qué el programa se lo permitió. Vimos por parte de Juan gestos de desprecio hacia Pepe, insultos y menti- ras… Observamos cómo se dedicaba a buscar a gente débil para que lo ata- cara e, incluso, para que lo nominara. Lo vimos, pero porque vimos el 24 horas; ni en las galas ni en los resúmenes y, desde luego, tampoco en los debates se apreció al Juan manipulador, envidioso, soberbio, celoso y men- tiroso. Solo veíamos las imágenes de Pepe hablando mal de él o burlándose de un cura que realmente no era la imagen que esperábamos ver. Pero claro, el espectador de las galas, solo veía eso; el espectador de los resúmenes aluci- naba viendo cómo Pepe se salvaba de las expulsiones y los espectadores de los debates ponían el grito en el cielo porque se permitía a Pepe ese tipo de actuaciones. David, Michael, Arístides, Berta y Ariadna fueron los ejecutores de un plan concebido por Juan para echar a Pepe de la casa, únicamente por “manipulador”. La cosa tiene su gracia. Pero hay más… Se acusó a Pepe de hechos que solo se vieron en los espa- cios televisivos y que, por motivos “desconocidos”, fueron totalmente mani- pulados de una forma evidente: cortes donde no se debía, imágenes mezcla- das, conversaciones fuera de lugar…. Siempre se ofreció la imagen de un Pepe machista y autoritario con las mu- jeres, a las que manipulaba a su antojo y a las que utilizaba no solo para las nominaciones, sino también para su propio beneficio. Se ofrecía la ima- gen de Pepe hablando con Marta, Mari Joy o Sindia sobre las nominaciones y se hacía ver que estaba diciendo a quien y cómo votar, cuando, en mu- chas ocasiones, ni tan siquiera Pepe llegaba a conocer a quienes nomina- ban. Pero, ¿no era eso lo mismo que hacía Juan o las chicas uniéndose en contra de Noe?
  • 14. Las broncas de Pepe y Sindia al parecer eran unidireccionales. Solo se apreciaba a un Pepe bronco que le recriminaba a Sindia cualquier cosa, mientras ella, sumisa y arrepentida, era la que siempre iba a pedirle perdón. Menos mal que con el 24 horas nos dieron la posibilidad de cono- cer a ese Pepe triste y dolido por la situación que iba a la cama de Sindia o a la lavandería a tratar de arreglar las cosas y de conocer el por qué de muchas de las situaciones que, sin quererlo ni beberlo, estaba teniendo que soportar. Vimos, como Pepe declaró posteriormente y Sergio tuvo que aceptar ante la evidencia, videos manipulados donde se apreciaba a Pepe provocando a Sergio en los momentos de mayor tensión en la casa… Pero tuvo que ser cuando pudo defenderse, una vez fuera del programa, cuando estos temas pudieron aclararse. Tampoco vimos nunca cómo Dani machacaba a Pepe constantemente pa- ra sacarlo de sus casillas una vez fueron finalistas, pero sí cómo Pepe se metía con Dani. Del concursante burgalés solo aparecían vídeos graciosos y se ocultaban mensajes y chistes racistas y de mal gusto que podían ofender al telespectador. Han sido muchos momentos en los que Pepe fue tratado injustamente por el programa, pero, tal vez, el que más impacto nos causó fue cuando los familiares fueron a verles y él solo pudo hacerlo mientras bailaba y sin po- der ni tan siquiera conversar con ellos. Daba pena ver su cara cuando le preguntaba a sus compañeros: ”¿Pero vosotros habéis podido hablar con ellos y tocarlos?”. Sí, los demás sí, pero tú no Pepe. El por qué es algo que aún desconocemos, cuando hubo gente que incluso recibió dibujos, pudo conversar largo y tendido, pudo abrazarlos… En su entrevista como finalista, fue tratado injustamente al recibir en la pecera, sin saber nada del exterior, a un Sergio que no fue capaz ni de to- serle; a un Cristian que, además de repetir siempre su papel aprendido, solo supo insultarlo; y a un Juan que, haciendo caso omiso de sus creen- cias, había sido incapaz de perdonar, comprender y dialogar.
  • 15. Poco a poco nos enterábamos que ni sus familiares ni amigos eran invita- dos a los diversos programas para defender a Pepe antes de sus “posibles expulsiones” y, en ocasiones, pudimos comprobar cómo David era tratado injustamente y sin tener siquiera la posibilidad de defenderse o aclarar te- mas controvertidos. El tema de la elección de Noe por parte de Pepe a instancias de David y otros familiares fue tratado como una traición y una injusticia, cuando el anterior finalista ya había sido también inducido a realizar la elección por parte de su madre (y de Michael). Sin embargo, a Pepe había que tratarlo como un traidor a sus propios prin- cipios y a su lealtad por elegir a Noe en lugar de a Mary Jo. Los resúmenes y debates trataban este tema como si con ello se les fuera a ir la vida. Y un poco así fue, porque cada vez veían más ganador a Pepe y eso era inadmisi- ble. Por otra parte, y aunque no fue el único perjudicado, la elección de los finalistas fue totalmente per- judicial para Pepe y sus seguido- res, ya que no podía optar a la fi- nal, dado que durante dos sema- nas no fue (y gracias) nominado por sus compañeros y no podía ser votado por los seguidores del programa. No me cabe la menor duda que, si no hubiera sido así la forma de elegirlos, el resultado de los cuatro finalistas hubiera sido muy distinto. Me dolió también pensar que no sería Pepe el que fuera cerrando la casa. Siempre hemos visto a los ganadores dando por finalizado el concurso, pero esta vez no se le permitió, por el inicio tan inmediato de “La Revuelta”, algo que nunca llegué a comprender. La falta de porcentaje de su elección como finalista que solo supimos cuan- do las redes sociales se movilizaron tras el “bombardeo” vía Twitter al pro- ductor del programa Jaime Guerra, comentarios de Mercedes Mila total- mente desafortunados sobre su presencia o no en las galas o los ataques permitidos de los compañeros en una supuesta gala final y de homenaje, son algunos ejemplos más del trato injusto al ganador de GH 12+1.
  • 16. Pepe ha sido, sin lugar a dudas, el concursante peor tratado por Telecinco en todas y cada una de las ediciones de Gran Hermano, como ya criticó en su blog El Gato en una ocasión, y, sin embargo, ha sido la edición con más au- diencia y participación de todas. Han sido 130 días intentando hacer ver a la gente que Pepe no era el ogro que nos hacían ver, que Pepe sí había mostrado su alma, que Pepe era sencillo, di- vertido, compañero, cariñoso… Podríamos analizar decenas de ocasiones en las que no solo los presentadores y colaboradores de las galas y el debate, sino las propias imágenes de los resú- menes trataban de forma injusta y perjudicial a Pepe, pero no es ya el momen- to. Sus seguidores, los que veíamos el 24 horas, los que hemos pasado con él su estancia en la casa, no nos dejábamos manipular y lo hicimos campeón. Pepe ha ganado, no solo Gran Hermano, sino la lucha que, sin saberlo, tenía con ellos.
  • 17. UN SUEÑO REAL DE UNA SUPERPEPISTA Por Sonia Lara Antes de contar cómo conocí a Pepe Flores, quería dar las gracias primero a su padre, Don Pepe Flores Dorado, ya que, si no hubiera sido por él, no hubiera conocido a su hijo Pepe y, cómo no, a toda su familia y amigos. La verdad es que me trataron como una más de la familia. Todos fueron muy atentos y simpáticos; me llevo muy buenos momentos y muchos amigos de aquel victorioso 28 de mayo. ¡Besos y abrazos para la familia Flores y para toda su gente! Todo comenzó cuando el padre de Pepe me aceptó en una conocida red so- cial. Desde entonces, de vez en cuando, hablábamos sobre su hijo, sobre cómo lo estaba viendo y muchas cosas más. Un día me dijo que para la fi- nal de Gran Hermano iban a poner un autobús para ir a Madrid y ver la final en directo desde Telecinco, que si quería ir que se lo dijera para apun- tarme. Acepté y nos apuntamos mi hermana y yo. Pensaba que iríamos las dos con gente de Loja y poco más, pero cúal fue mi sorpresa que, cuando cogi- mos el bus, el que nos recibía era el padre de Pepe. Nos dio dos besos y le dijo a mi madre que no se preocupara que iba con toda la familia Flores y que cuidaría de nosotras. Yo estaba alucinando. No me lo creía. Mi herma- na y yo tuvimos un recibimiento espectacular por parte de toda la familia. Nunca lo olvidaré Durante el trayecto fuimos conociendo a sus familiares. Son de lo más sencillo y buena gente que te puedes echar a la cara. Sus primas encanta- doras. Y qué decir de Abel Flores y su novia Virginia. Íbamos cantando, contando chistes, ensayando cómo Mercedes Milá diría el nombre del ga- nador (Pepe Flores) y cómo serían nuestras reacciones. Nos lo pasamos muy bien y el viaje se nos hizo corto. Sobre las ocho de las tarde llegamos a Madrid. Ya estábamos en las puer- tas de Telecinco. ¡Madre mía, qué nervios! Estábamos todos muy emocio- nados por cómo íbamos a vivir ese momento, sobre cómo reaccionaríamos si Pepe se proclamaba ganador o no. Muchas cosas se nos pasaban por la cabeza en esos momentos.
  • 18. Ya quedaba muy poco para que comenzará la gala. Estábamos todos con nuestras camisetas de Pepe, las pancartas y las cartulinas para animar a nuestro campeón. A las 10 comenzó la gala. Todo fue transcurriendo muy bien hasta que tocó saber quién era el cuarto finalista. Estábamos todos cogidos de la mano y muy nerviosos. Cuando dijeron Aless, respiramos tranquilos ya que, por lo menos, Pepe estaba entre los tres primeros puestos. Seguíamos nerviosísimos cuando se iba a anunciar el tercer puesto. Otra vez cogidos de la mano, sucedió lo mismo al escuchar que Dani era el ter- cero. Estábamos que nos subíamos por las paredes, ya que nos la jugába- mos con una María muy fuerte (o eso nos hicieron creer). Pensábamos que, como María se había colado en la final (tongazo), que podía pasar lo mismo y que incluso podría hasta ganar. Llegó el momento que más estábamos esperando. La suerte ya estaba echada: unos llorábamos, otros se abrazaban y se cogían de las manos… En fin, cuando Mercedes Milá dijo el GANADOR DE GH 12+ 1 ES …... PEPE, la que se lió allí. ¡Qué pasada! Yo estaba en una nube; no me lo podía creer. Todos a una, llorábamos, reíamos, nos abrazábamos como hermanos… Ese momento fue muy bonito y emotivo, ya que se vio la cali- dad humana de todos los que estábamos allí. Estábamos en familia y to- dos unidos por nuestro Pepe. Fue un momento de éxtasis y de locura. Por fin veíamos que España había hecho justicia haciendo que nuestro PEPE FLORES se proclamara ganador por derecho y, cómo no, gracias a la gran familia PEPISTA que nos hemos juntado y que, a día de hoy, se- guimos dándolo todo por nuestro Pepe. Yo ya no podía pedir más. Todo había sido mágico y me sentía satisfecha y la mujer más feliz del mundo por poder vivir todos esos momentos en vi- vo y en directo, pero aún me esperaban más sorpresas que yo misma aún desconocía. Una vez terminada la gala y con nuestro Pepe ya proclamado campeón, los familiares y yo nos fuimos al hotel para dar la bienvenida y la enhora- buena a Pepe por su victoria. ¡Qué ganas de verle y abrazarle! La espera se me estaba haciendo eterna. Mientras venía Pepe, nos estuvimos haciendo fotos con todos los ex concursantes de GH. Llegó Noemí y estu- vimos hablando con ella y sobre cómo había vivido la final, ya que ella era la más 1 de Pepe y la ganadora de 20.000 euros. Fue muy simpática y es- taba guapísima a rabiar.
  • 19. Ahí estaba el coche donde traían a Pepe. Nada más bajarse, su grupo de Granada se abalanzó hacia él para recibirlo con abrazos y besos. To- do el mundo queríamos abrazar y besar a Pepe Flores. Fue lo más. Cuando lo abrasé quería que se parara el tiempo. ¡Qué fuerte! Me abrazó, me besó y me sonrió, y con eso me quedé sin palabras; no sabía ni qué decir. Esto no se me olvidará mientras viva. Que un chico que no conoces de nada, solamente a través de la panta- lla, te dé tantas alegrías y emociones no tiene precio. Y si encima tienes esa suerte de poder conocerlo, ya ni te cuento. ¡Qué grande eres Pepe! Entre tanto barullo y gentío, Pepe pudo escaparse un poco y subir a la habitación del hotel para charlar un rato con su familia y, así, poder arreglarse para la fiesta en La Posada. En cuanto Pepe estuvo listo para la fiesta y nosotros también, cogimos taxis y nos plantamos en la puerta de La Posada. Allí nos reunimos to- dos y, una vez dentro, subimos a la planta donde estaban Pepe y los suyos. Yo no daba crédito a todo lo que me estaba pasando. Qué me iba a pensar yo que lo iba a tener tan cerca y encima hablar con él. Estuvi- mos un rato charlando y él en todo momento fue muy cariñoso y atento conmigo. Me dijo que cómo es que había ido a verle gente de Jaén. Le expliqué por encima todo y se quedó sorprendido. Me cogió y me vol- vió a abrazar y a darme dos besos, diciéndome que muchísimas gracias por todo. Me agradeció todo lo que había hecho por él en los cuatro me- ses de programa, por apoyarlo en todo, que no tenía palabras para agradecérmelo. Es tan fácil quererlo. Yo sí que no tenía palabras para explicar lo que me estaba sucediendo. Pasaba la noche y yo era más feliz que nadie. Reíamos y bailábamos to- dos allí juntos como una gran familia, hasta que llegó el momento de la despedida. Yo no quería que acabara la noche ya que, una vez subida al bus, volvería a mi cruda realidad. Fue como si de la Cenicienta se tratase: una vez pasada la media noche, el hechizo se acababa. Pepe se portó muy bien; se esperó hasta que el autobús llegó, se me saltaron las lágrimas de ver que ya me iba y que todo se acababa. Me despedí de él y me volvió a abrazar, pero esta vez fue más sentido el abrazo, ya que a saber cuándo volvería a verlo, si es que lo volvía a ver.
  • 20. De camino a Jaén iba visualizando todo lo que me había sucedido du- rante el día y, por muchas vueltas que le diera, no me explicaba cómo había pasado todo. De no conocerlo de nada a ver que toda su familia, incluido él, me trató así, me hacía estar como en un sueño del cual no quería despertar. Hubo un momento en que, ya rendida, cerré los ojos, pero era imposible descansar, ya que la emoción que tenía en mi cuer- po me lo impedía y con el solo hecho de revivir esos momentos se me volvían a saltar las lágrimas. Ahora ya tocaba la despedida, pero esta vez de los familiares de Pepe, ya que había llegado a casa. También me costó mucho despedirme de ellos, ya que les había pillado mucho cariño por su forma de ser y lo buena gente que eran todos. Les dije que en Jaén tenían a una gran amiga y que las puertas de mi casa estarían abiertas para ellos.
  • 21. CRÓNICA DE UNA PEPISTA EN PLATJA D’ARO (GIRONA) Por Olga de la Peña Llegué el viernes sobre las ocho de la tarde supercansada tras ocho horas de viaje. En el hotel había un espectáculo de flamenco (jajaja); nada compa- rable a como baila el Príncipe, pero no estuvo mal. El sábado nos fuimos a dar una vuelta para localizar la disco y la plaza del ayuntamiento. Después nos escapamos a la playa un rato y a comer por el paseo marítimo. Más tarde, regresamos al hotel a descansar. Luego, piscina y a cenar. Sobre las diez nos subimos a arreglarnos un poquito y, como siempre, se nos hizo tarde para salir. Fuimos andando durante 25 minutos hasta la plaza del ayuntamiento. Lle- gamos sobre las doce y cuarto más o menos, y allí ya estaban casi todas las pepistas. Nosotras con piruleta en mano, por supuesto. Una de las pepistas con una flor en la cabeza se me quedó mirando y le co- menté: “Tú eres Esther”. Me contestó: “¿Y cómo lo sabes?”. Nos fundimos en un abrazo como si fuéramos amigas de toda la vida que hacían mucho tiem- po que no se veían. Nos presentó al resto de las pepistas (un encanto todas; me las llevo en el corazón) y nos dirigimos a la puerta de la disco. Allí nos hicimos la foto de grupo para subirla a la página del mejor club de fans de la historia, donde estaban espe- rando ansiosas nuestras guardianas de la noche, de las cuales nos acordamos mucho durante toda la noche. Como era un poco pronto para entrar a la disco, decidimos ir a tomar algo antes. Nos metimos en un local de la zona y nos bebimos una copa. A la una salimos dirección a Yamora, que ya tenía una cola para entrar un poco larga pero, como teníamos reservada la zona VIP, no tuvimos que esperar para entrar. Nos pusieron una pulserita y todas para dentro (los de la puer- ta se nos quedaron mirando, jeje).
  • 22. Una vez dentro, nos repartimos en los reservados y estuvimos haciéndonos fotos, bailando y charlando entre todas (todas sois increíbles). A las tres y pi- co llegó el Príncipe y todo el mundo se puso como loco. La pista se llenó de gente y se formó un gran jaleo en las escaleras para subir al escenario de mucho cuidado. Yo me puse en la salida del escenario, donde estaban David y Javi Jurado. Estuve hablando con ellos y les dije que las del club de fans estábamos en los reservados, que se acercaran a saludarnos, que teníamos unos regalitos para darle (esa fue la primera vez de cien que se lo dije tanto a David como a Pepe). Me comentó que lo iba a intentar. Después, me puse detrás de la cuerda para poder subir al escenario, pero había tanta gente que no avanzaba nada. Evidentemente, con la piruleta en la mano y, cada vez que subía alguna del grupo, gritábamos y subíamos las piruletas, hasta que subió Esther y le dio su regalo. Todas las que estábamos abajo nos volvimos locas al ver cómo se lo daba. La cara del Príncipe era para verla. “¡Qué bonito! ¿Qué es?”. Se le iluminó de la emoción. Al rato, los de se- guridad de la disco se llevaron al Príncipe a descansar después del primer pase de fotos. Yo seguía con mi regalo en la mano y me fui corriendo al reser- vado para ver si se acercaba por allí. Pero no le dejaron y le metieron por un pasillo cerca de los baños del local. A los cinco minutos yo ya pensaba que me quedaba sin darle mi regalo, pero de repente apareció David por detrás del reservado y le llamé. Se acercó y me dijo: “¿Dónde te metes? Llevo un montón de rato buscándote”. Me agarré a él y me llevó a la zona donde estaba Pepe descansando entre pase y pase de fotos. En la puerta había dos tíos que parecían armarios de grandes para que no entrara nadie. David entró y yo con él detrás. Allí estaba el Príncipe, que me miró y me dijo: “Hola. ¿Qué haces tú aquí chi- quilla?”. Me dio un abrazo interminable y un beso. A mí me temblaba todo; no podía articular palabra. Y me soltó: “Bueno, ¿qué me has traído?”. “Un re- galito”, le comenté. Le di la bolsa. Me dijo: “Venga, prepara la cámara que voy abrirlo”. Jeje, un encanto de persona. Los de seguridad metían prisa: “Venga, que tenemos que salir”. Y claro Pepe me dijo: “Voy un momentito al baño y ahora vengo. Espérame aquí”. Pero los de seguridad le comentaron: “No pue- des volver. Tienes que seguir con las fotos”. Entonces, Pepe les dijo: “Bueno, pues esperad un minuto”. Y se dirigió a mi: “Venga, vamos a hacernos una foto con el regalo”. Le pasé la cámara a David y nos hicimos una foto. Le sugerí que se pasara por los reservados, que estába- mos todas las del club de fans esperando, y me dijo que cuando terminara de hacerse las fotos lo intentaría
  • 23. Los de seguridad seguían diciendo: “Venga, venga, que tenemos que seguir”. Y Pepe me dijo: “Luego hablamos”. Pero yo añadí: “Pepe espera. Un saludo para el club de fans”. Y me comentó: “Venga graba”. Justo cuando le fui a dar al rec para grabar apagaron las luces y no se veía nada, pero el saludo se escucha bastante bien. Menos es nada. Nos despedimos; otro abrazo y más besos. Fue increíble, una experiencia inolvidable. Según lo estoy escribiendo se me están poniendo los pelos de punta al recordarlo todo. Una vez fuera de allí, me fui a los reservados otra vez y, claro, como Pepe esta- ba en el escenario haciéndose fotos, me puse en la fila para subir a hacerme la foto arriba. Y pa´lla que me fui. Había tanta gente que pasé un calor insoporta- ble. Cuando ya estaba a punto de subir (solo había dos personas delante mío), pensaba que se lo llevaban otra vez y me quedaba sin foto. Subieron las dos personas que tenía delante y ya me tocaba. El de seguridad se me quedó mirando y le puse cara de chumi. Me soltó: “Venga, pasa y quédate aquí en este lado”. Bueno, ya estaba allí y me tocaba hacerme la foto. Otra vez las piernas me fallaban y no podía ni andar por el es- cenario. Y Pepe: “Hola otra vez”. Me dio otra vez las gracias por el regalo. Le di- je que las chicas estaban allí detrás esperando a que fuera y le comenté lo del bolo que iba a hacer en Sevilla (San José), que a lo mejor me acercaba también para verle otra vez. Se partía de risa. Y me dijo: “Pero si eso todavía no está confirmado. Habla con David y que te diga. No planees el viaje aún por favor. No vaya a ser que no vayamos”.
  • 24. Me hice la foto y me bajé del escenario. Luego estuve hablando con Javi, el hermano de Pepe, y con David (que es amable, encantador y cariñoso, y la persona que nos atendió todo el rato). Cuando me quise dar cuenta ya eran las seis de la mañana y me tenía que marchar al hotel para recoger las maletas y, sin dormir, irnos a la estación de autobuses. Me despedí de las chicas que quedaban y me fui de la disco con los pies destrozados, pe- ro con el corazón lleno de sentimientos superbuenos. Y este ha sido mi viaje a Patja d’Aro. INOLVIDABLE
  • 25. El pasado 4 de Agosto, Inmaculada Rivera, Jefa de Edición, Diseño y Cierre de El Correo de Andalucía, publicaba una entrevista a Pepe, en el blog digital Maldita Tedeté. Pepe Flores: “He sido yo y me he mostrado” Una media de cuatro millones de personas han seguido este año Gran Her- mano 12+1. Cuatro millones que coincidieron en su inmensa mayoría en hacer ganador a un catalán-granaíno de 34 años, bailaor de profesión, que a base de corazón se metió en el de casi toda España. Pepe Flores lo tiene muy claro, basa en la transparencia y en ser “auténtico” el que el maletín ahora sea suyo. Pepe se llevó el dinero pero, a cambio, nos dio unas ma- drugadas inolvidables, una nueva jerga, el valor de la amistad, horas y horas de compañía y de buen humor, y la posibilidad, gracias al premio, de que su arte se traduzca en un espectáculo que verá la luz a finales de año. Y esto, como diría él, no es paripé. –Más tranquilo, Pepe, después de la vorágine… –Soy una persona muy nerviosa. Ahora estoy con mi nuevo proyecto, que es hacer un espectáculo como yo creo que lo podría hacer, y eso lo consigo tra- bajando. La idea es que salga a mediados de octubre, pero no está todo ce- rrado, así que si por hacerlo antes me va a perjudicar, esperaré a noviem- bre o diciembre. Voy a dar el cien por cien, por mí y para agradecer a tanta gente todo el cariño que me ha dado. –Supongo que prefieres que se te recuerde como el bailaor que ganó GH, que como el ganador de GH que era bailaor… –Sí, pero soy bastante realista. Llevo toda mi vida dedicándome al espectá- culo y al flamenco. Está claro que si no hubiera estado en GH tú y yo no tendríamos esta conversación, pero eso no quita que profesionalmente an- tes valiese más o menos que ahora. Valía antes igual, sólo que ahora, quizás, tenga la oportunidad de exhibirme en sitios donde antes no hubiera podido.
  • 26. –De todos modos eres consciente de que te van a mirar con lupa. La venta de entradas las tienes aseguradas, pero te va a exigir mucho tu mundillo. –Exactamente. Como es lo mío sé cuando una cosa tiene la calidad que tiene que tener para estar cómo tiene que estar. Ya sé que la crítica puede especular o infravalorarme por haber estado en GH, pero yo estando confiado y tranquilo de que el trabajo que he hecho es de la calidad que tiene que ser, a mí no me preocupa tanto esa crítica. –Y hay que mantenerse… –Precisamente por este motivo no he participado en cosas que se me han pro- puesto en donde tenía que hablar de mi vida o excusarme de lo dicho. Quiero participar de algo que me guste, y no quiero decir que no me guste la televi- sión. Si me ofrecen algo que sea productivo, que considere artístico e intere- sante, me agradaría hacerlo, ¿por qué no? Pero me agarro a lo que controlo y a lo que sé. Y yo sé bailar flamenco. –¿Qué clase de bailaor eres? –No sabría clasificar mi forma de bailar o de expresar el flamenco. Lo que me gusta lo cojo y lo expreso a mi manera, con mis registros. Bailar es lo que siempre he querido hacer. Me siento un privilegiado. –¿Te sientes diferente del Pepe que entró en la casa? –Diferente no. Tengo las mismas inquietudes, pero hay cosas que han cambia- do. El que todo el mundo te pare por la calle cuesta. A veces no puedo ni ir a comprar el pan, porque me voy a tener que hacer ocho fotos antes. También es cierto que me pasan cosas emocionantes, como un día que acompañé a mi ma- dre al hospital y una señora con oxígeno puesto, cuando me vio, pegó un salto y me llamó. Se me puso la carne de gallina, porque yo no sé qué le pude trans- mitir para que se pusiera tan contenta de verme. –¿Por qué te presentaste? –Necesitaba hacer cosas nuevas, subir otro escalón y vi en GH la oportunidad de arriesgarme. Yo estaba trabajando en los mejores tablaos de España como- El corral de la Pacheca, Casa Paca o en El Palacio del Flamenco de Barcelona, si esto hubiese salido mal a lo mejor me podrían haber dicho que querían a al- guien serio que no viniera de la televisión. Pero, como el que no arriesga no ga- na…
  • 27. –¿Hasta qué punto te sientes responsable del éxito de este GH? –GH ha sido un éxito no sólo por nosotros, sino también por la gente que lo ha montado todo. Zeppelin y el equipo fueron los responsables de que estuviése- mos ahí. Luego si ha salido todo bien, es porque han sabido seleccionar bien. –¿No te pega ser tan políticamente correcto? –Es que en realidad lo pienso así. Si este año ha sido importante el bizcocho o lo de papafrita, otro fue el delfín de Arturo o la pelea del Yoyas. –¿Por qué es tuyo el maletín? –He sido yo y me he mostrado. Es verdad que muchas veces no he sido políti- camente correcto, tengo cosas buenas y malas, pero por lo menos me he mos- trado. De ahí la transparencia de la que hablo siempre. La gente puede no es- tar deacuerdo conmigo, pero lo que no dirán es que no contaba lo que pasaba. Decía lo pensaba la mayoría. –¿Te consideras jugador? –Muchas veces me dicen: “Pepe, ¡qué bien lo has hecho! ¡Cómo has jugado!”. Pero no creo que haya jugado. He sido como soy, aunque tampoco soy tonto. Si tenía que decir algo que pudiera malinterpretarse fuera, lo decía de otra forma, pero cuando lo hacía era porque lo podía defender ante quien fuera. –¿Qué me dices de vuestras madrugadas míticas en la casa? –Me lo dice mucha gente. Yo es que no me voy a dormir, me quedo dormido. Por las noches estoy muy activo por mi trabajo, en mi vida diaria soy así de noctámbulo. –¿Y de la jerga que has creado: papafrita, playmaleting…? –Se me ocurrían y han agradado. No considero ni que me exprese bien ni cul- tamente, pero voy directo al grano. Que no quepa duda. –De no ser tú, ¿quién te hubiera gustado que ganara? –Sindia, por supuesto. Y si no ella, Alessander. Mi gente.
  • 28. –Sin embargo, tus enfrentamientos con ella eran muchos… –Sí, lo que he tenido que decirle se lo he dicho, pero siempre fue mi preferi- da para todo. Estuvo conmigo desde el principio y está claro que la hubiera preferido en la final. –Tu elección de Noemí como +1 (le acompañó a la final y se llevó 20.000 euros) fue cuestionada. –Yo no tuve ningún problema con ella y, como no me salpicó a mí, sus co- sas me daban igual. –¿Y qué me dices de la actuación de Telecinco en la edición con Noemí y con todo en general? –Hablé con ella y defendía que se daba mucha importancia a todo lo de ella y a lo de los demás no. Yo, en parte, la entiendo, pero también lo que dice la productora. Ellos no son los que han hecho las cosas que hizo ella delan- te de las cámaras. Sabía donde se metía, pero también es cierto que a lo de ella se le dio mil de importancia. Pero lo que está claro es que todo fue una cuestión moral, ahora es de las que más ofertas tiene. Eso es positivo y, quizás, es lo que quería. No sé. –A David Shabani, la persona que te defendió eficazmente en plató, se le acusó de coger votos desde Brasil, algo que se demostró que no era verdad… –La gente de mi alrededor estaba seleccionada a propósito. A quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija. No le hemos querido dar más im- portancia al tema, nosotros tenemos la cartilla sólo con el euro que metió Kiko Hernández. –¿Qué habrías cambiado de tu actuación dentro de la casa? –Si de algo me enorgullezco es de haber dicho lo que sentía. A mí se me va la boca. Ahora, visto desde fuera, es muy fácil valorar. Pero si volviera a pa- sar, haría igual. http://blogs.elcorreoweb.es/inmarivera/2012/08/04/pepe-flores-he-sido-yo-y-me- he-mostrado/
  • 29. Gracias Sandra por tus videos, Soraya por tus capturas y foto- grafías editadas; gracias Isabel por tus consejos y por tu ayuda. Gracias Olga por contarnos tu experiencia y gracias Sonia por compartir tus vivencias y sobre todo gracias por tu paciencia. Gracias de nuevo Pepe… por ser como eres y por compartir con nosotros un poco de tu vida. Gracias a tod@s los que habéis leído las revistas y por vuestros comentarios.