El cartero Juan pasa su último día de trabajo repartiendo el correo después de 35 años. Los vecinos le felicitan y le dan regalos como muestra de aprecio. Al llegar a la última casa, la dueña María lo recibe con música romántica y le hace el amor apasionadamente. Después de dos horas, ella le prepara un desayuno y debajo de la taza de café encuentra un billete de 10 euros, que resulta ser una broma de su marido.