El documento discute las enseñanzas bíblicas sobre la relación entre padres e hijos. Argumenta que los hijos deben honrar y obedecer a sus padres como una autoridad establecida por Dios. Cita varios pasajes bíblicos que describen el castigo de Dios para los hijos rebeldes y desobedientes. También critica las enseñanzas modernas de psicología que promueven una relación más igualitaria entre padres e hijos, afirmando que esto conduce a la rebelión contra Dios.

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PALABRAS DE AGUR 4
Por Jonathan Bravo
Cita Base: Proverbios 30:11-14
"Hay generación que maldice a su padre Y a su madre no bendice.
Hay generación limpia en su propia opinión, Si bien no se ha limpiado de su inmundicia.
Hay generación cuyos ojos son altivos Y cuyos párpados están levantados en alto.
Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos,
Para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los hombres.”
En nuestro mundo hay todo tipo de maldad. Mientras en el pasado la maldad no era tan
descarada, hoy en día parece que la maldad no conoce límites. La Biblia nos impone reglas y
principios para que las cosas anden en orden y del agrado del Señor.
La definición en Griego: La palabra "generación" significa, según el diccionario
Strong´s: G1081 γέννημα génnema; de γένημα génema de G1080; prole; producto, fruto (lit. o
fig.):-fruto, generación. Viene del verbo G1080 que significa "procrear": G1080
γεννάω gennáo; dar a luz, nacer, nacimiento, concebir. Y según el diccionario "VINE": G1081
G1081) relacionado con gennao, engendrar; denota la descendencia tanto de
hombres como de animales (Mateo 3:7; 12.34; 23.33; Lucas 3:7). El término génesis, también se
traduce “generación” en Mateo1:1 “NACIMIENTO, NATURAL”. Gr. Génesis: “Orígenes” y se
amplifica a “Generación” como la acción de crear nuevos seres vivos por medio de la
reproducción: para la generación de un ser vivo se necesita un macho y una hembra de los
mismos Genes. //Conjunto de personas que han nacido en la misma época. Cuyas
características son comunes y que han nacido en años iguales o cercanos y han vivido las mismas
circunstancias históricas. (70 u 80 años)
Gracias Al Señor quien nos ha hecho Renacer (El milagro del Nuevo Nacimiento) de
otros Genes (Regeneración = Cambio de Genes) ¿Cuántos Alaban a Dios por esto?
“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva,
por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible,
incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”
1 Pedro 1:3,4
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre,
les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre,
ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”
Juan 1:12,13

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“Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo,
el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo,
conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,
a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
Gálatas 1:3-5
Las generaciones, psicosocial, moral, económica y políticamente hablando, son producto
de semillas espirituales que han sido sembradas por la generación anterior o al principio de cada
generación. Hay opiniones y teorías que forman la corriente de pensamiento para cada época.
La relación entre hijos y padres es una de estas cosas que ha llegado a estar muy
distorsionada. Aparte del abuso de niños por sus padres, hay abuso de padres por los niños. Estos
son niños quienes les manipulan y les controlan en una forma no bíblica. No respetan la
autoridad que Dios les dio a los padres. Hoy en día estamos viendo una abundancia de ejemplos
de familias donde los niños mandan a sus padres. Esto es un legado de la psicología, que viene
de Carl Gustav Jung, (un colega y contemporáneo de Sigmund Freud) que recibió estas
enseñanzas de un demonio que Jung le llamaba Filemón.1
Enseñanzas entre las que destaca lo
fascinante de lo que llamó “El inconsciente colectivo” Donde enseña que para “vivir bien” es
necesario aceptar a todos sin las anticuadas reglas morales, este tipo, Jung, bajo la unción del
poder del diablo establece “los derechos de no creer en Dios” “de contradecir a la autoridad”
“de aceptar la homosexualidad” y todo tipo de conducta que anteriormente era censurable e
inaceptable. Contradice principalmente toda la disciplina y corrección a los niños, especialmente
el castigo físico. Sus enseñanzas han dado al traste con principios morales de conducta y de
convivencia. ¡¿Adivinen qué país fue el que abrazó toda esta enseñanza?! El día de hoy se
padece y se sufre esta podredumbre en todo el mundo. Hay estudiosos que han llegado a opinar
que la nuestra, es una generación fallida, perdida.
El Señor Jesús nos recuerda en Mateo 15:4
“Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre;
y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.”
1
Carl Gustav Jung (26 Julio 1875 – 6 Junio 1961) Debido a que Jung transformó el psicoanálisis en un tipo
de religión, es también considerado como psicólogo transpersonal así como teórico del psicoanálisis. Se
implicó profundamente en ocultismo, practicó la necromancia y tuvo contacto diario con espíritus
descarnados, a los que designó como arquetipos. Mucho de lo que escribió fue inspirado por estas
entidades. Jung tenía su propio espíritu familiar al que llamaba Filemón. Al principio pensaba que
Filemón era parte de su propia psique, pero más adelante descubrió que Filemón era más que una
expresión de su propio ser interior. Jung dice: Filemón y otras figuras de mis fantasías me dieron a
saber el conocimiento crucial de que hay cosas en la psique que yo no produzco, sino que se producen
a sí mismas y tienen su propia vida. Filemón representaba una fuerza que no era yo mismo. En mis
fantasías tuve conversaciones con él, y él dijo cosas que yo no había pensado de manera consciente.
Porque observé con claridad que era él quien hablaba, y no yo. ... Psicológicamente, Filemón
representaba un conocimiento superior. Para mí era una figura misteriosa. En ocasiones me parecía
muy real, como si fuera una personalidad viviente. Paseaba con él jardín arriba y abajo, y fue para mí
lo que los indios llaman un gurú.

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Dios impuso la pena de muerte para los niños quienes no honran a sus padres.
“Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre
ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere; entonces lo tomarán su
padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde
viva; y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece
a nuestra voz; es glotón y borracho. Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y
morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá.”
Deuteronomio 21:18-21
Oye, ¿no es esto muy drástico? “Contumaz y rebelde” significa ser obstinado y
contencioso ¿Por qué Dios hizo el castigo tan brutal y cruel para un hijo que no hace caso a sus
padres? La respuesta es más profunda de que solo empezó en un camino de delincuencia por
rehusar el respeto de la autoridad. Dios tomó esto muy en serio. ¿Por qué? Porque el principio
detrás de todo esto es un principio del carácter de Dios. Es una figura que tiene significado
espiritual. Dios toma para sí mismo la autoridad de mandar totalmente en nuestras vidas por que
Dios nos creó, nos dio vida. Siendo nuestro Creador (Romanos 1:25; 1Pedro 4:19), Formador
(Isaías 43:1), y Hacedor (Isaías 17:7), entonces Dios toma autoridad por ser quien ES. Cuando
un hijo no tiene alto respeto para sus padres, este hijo va en el camino de Satanás, despreciando a
las autoridades que Dios ha establecido (Judas 1:8 “rechazan la autoridad, y blasfeman de las
potestades superiores”). Dios les presta el niño a los padres por un poco de tiempo, 18 o 20
años, y en ese tiempo deben imponer a una edad temprana el respeto para la autoridad. La misión
de los padres es de encaminar al niño a Dios.
Proverbios 20:20
“Al que maldice a su padre o a su madre, Se le apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa.”
El respeto es enseñado por los padres a sus niños cuando son chiquitos, y la forma
principal es por insistir que no hay discusión entre padre e hijo. Lo que el padre dice es serio y es
de ser obedecido inmediatamente con buena actitud. Si el padre no insiste en esto, es una burla
de su autoridad, y finalmente a la autoridad detrás de los padres, que es Dios. He visto padres
quienes amenazan a sus hijos, reprochándoles diez veces sin cumplir con ninguna amenaza. He
visto padres a los cuales sus hijos les patean y les pegan en la cara o áreas vitales de su dignidad.
Recuerda que esto es una manifestación de su rebelión en contra de Dios, y Dios te ha puesto
como embajador de Dios con el niño para que tú le castigues cuando hace esta rebelión. La falta
de castigar al niño demuestra el aborrecimiento de tu propio hijo y es un pecado de tu parte.
Proverbios 13:24
“El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.”
Proverbios 23:13,14
“No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás
con vara, Y librarás su alma del Seol.”

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Si no insistes con disciplina a que tu hijo te respete y respete la autoridad que tienes de
Dios como padre, entonces “aborreces” a tu hijo. Estás condenándole a un camino de
delincuencia que le llevará al infierno. La insistencia en respetar la autoridad es lo que librará su
alma del infierno. Cuando la psicología moderna te dice que tomes la actitud de ser un igual con
tu hijo, como “su hermanito mayor” o “como un cuate”, entonces ¡tú obedeces una doctrina de
demonios en lugar de obedecer a Dios! Los niños deben honrar a sus padres.
“Honra a tu padre y a tu madre,
para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da”.
Éxodo 20:12
“Hijos, honrad al Señor obedeciendo a vuestros padres, porque esto es justo.
Precisamente el primer mandamiento que lleva consigo una promesa es:
Honra a tu padre y a tu madre, para que goces de una larga vida sobre la tierra”.
(Efesios 6:1-3)
Proverbios 23:22
“Oye a tu padre, a aquel que te engendró;
Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.”
Colosenses 3:20
“Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.”
Los padres no son perfectos en todo lo que hacen. No somos Dios. Pero a fin de cuentas,
esto no es el asunto. El asunto es de honrar, respetar, y hacer reverencia a nuestros padres por su
autoridad dada por Dios, aunque no entendemos la razón por sus decisiones. ¡Los niños no
mandan en casa!
Josué 24:15
“…Pero yo y mi casa serviremos a Jehová.
Génesis 18:19
“Porque yo sé que (Abraham) mandará a sus hijos y a su casa después de sí,
que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio.”
Los buenos ejemplos Bíblicos nos muestran que siempre los padres deben “ordenar” su
casa por insistir e imponer los mandamientos y principios de Dios. Esto no es una opción sino es
una disposición de autoridad sin discusión. Los padres deben instruir y explicar la base Bíblica
por sus decisiones, pero no para discusión ni para ser burladas.
1Samuel 2:22-25
“Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel,
y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.
Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros

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malos procederes. No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar
al pueblo de Jehová. Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si
alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Pero ellos no oyeron la voz de su padre,
porque Jehová había resuelto hacerlos morir.”
Vemos el mal ejemplo del padre quien no tomó en serio su autoridad como padre, y sus
hijos crecieron fuera de control. Dios castiga a tales personas. ¿No es mejor que el padre les
castigue cuando están pequeños que Dios cuando son grandes? (¿o peor en el infierno?)
Siempre los buenos ejemplos son los padres imponiendo los principios y moralidad en el hogar
porque Dios lo manda así, y ellos son obedientes a este mandato de Dios. Es increíble ver como
unos padres hoy en día dejan a sus hijos mandar. Los hijos se vuelven tiranos hacen y dicen lo
que les viene en gana y esto es la ley de la casa.
Slide show pps: “COSECHAS”
Tenga cuidado de cómo está entendiendo; los niños no son los que tienen la culpa, somos
responsables todos los seres humanos que estamos vivos hoy. Aun los cristianos, porque hemos
aceptado como verdad las mentiras que el sistema mundano nos ha ofrecido. Se de sobra que hay
muchos llamados cristianos que no están de acuerdo con Dios y con su Palabra, eso es muy triste
y desastroso para ellos mismos y para todo el cuerpo, porque han entregado su corazón con
entusiasmo a la posmodernidad con sus encantos. “Hay generación limpia en su propia
opinión, Si bien no se ha limpiado de su inmundicia” ¿Que significa esto? Que son
relativamente pocos los que habiendo sido alcanzados por la misericordia de Dios, buscan la
santificación y vivir en la voluntad de Dios de una manera constante. ¡Espántese! ¡La mayor
parte de la gente llamada cristiana es igual que la gente que no conoce nada de la salvación!
¡De veras! ¡Eso duele! “Porque afirman conocer a Dios pero con los hechos lo niegan” (Tito
1:16). La condenación será mayor porque hay conocimiento pero no hay fruto. Pareciera que no
hay temor de Dios ni aun en muchos predicadores. La vida cristiana parece haberse relajado al
grado de que nadie se espanta del pecado. ¡El arrepentimiento ha llegado a ser un chiste que
produce una entrega a medias! Y pareciera que lo que más importa es meter más miembros a
los “grupos cristianos.” ¿Se ofende por esto? Estamos llegando a ser semejantes a aquellos a
quienes Juan el Bautista y El mismo Señor Jesús calificaron: como “Generación de Víboras” y
“Generación Mala y Adúltera” (Mateo 3:7; 12:39) Esos calificativos fueron para la gente
religiosa del tiempo del Señor y juzgue usted, ¿Ahora estamos mejor que ellos? En nuestro
tiempo hay muchos males ¡Y no es divertido! Debiéramos humillarnos de verdad delante de Dios
y poner toda nuestra atención a la conversión y a la santificación en lugar de bailar con el mundo
en el mismo ritmo. El Señor habla reprendiéndonos duramente, porque quiere que entendamos
que El ha invertido todo en nosotros y que es mucho lo que está en juego. Mire en el siguiente
pasaje cómo la purificación es algo que se hace en equipo. Dios hace algo y entonces espera que
hagamos nuestra parte. Ezequiel 24:13:
“En tu inmunda lujuria padecerás, porque te limpié, y tú no te limpiaste de tu inmundicia;
nunca más te limpiarás, hasta que yo sacie mi ira sobre ti.”
¿Por qué dirá así El Señor? ¿Quién estará equivocado, Dios o el mundo? Queremos
corregir a nuestros hijos, ¡pero nosotros los adultos no nos corregimos con nuestro Papá!

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Salmo 24:3-6
“¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?
El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación.
Tal es la generación de los que le buscan, De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob.”
Filipenses 2:12-15
“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia
solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y
temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad. Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y
sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio
de la cual resplandecéis como luminares en el mundo.”
Gálatas 1:3-5
“Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a
sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad
de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
Yo no sé si somos la última generación de humanos en el planeta. Hay cosas terribles que
están sucediendo y parecen ser indicadores de que todo esto está a punto de tronar. Lo que si sé
es que la actual es esa generación endemoniadamente alocada, Por la acción del Espíritu Santo
mucha gente se está salvando, pero una vez alcanzados debemos ceder de verdad el control de
nuestra vida a Jesucristo. Porque Hay generación cuyos ojos son altivos Y cuyos párpados
están levantados en alto. Es una generación desvergonzada, altiva, orgullosa de sus maldades.
¡No habrá redención para quienes no sean quebrantados! Podría continuar por horas hablando
de los males asquerosos de nuestro tiempo: homosexualidad, violencia, aborto, droga, sida,
abuso de todo tipo, degeneración, pérdida de la dignidad, de que también “Hay generación
cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, Para devorar a los pobres de la tierra, y a
los menesterosos de entre los hombres.” Esa generación es la misma que todas las anteriores.
¡Esa generación es la nuestra! ¡Es la generación de injusticia! En la que los poderosos son
insensibles a los que mueren de hambre, ¡Es una pesadilla universal! ¡No hay amor de Dios!
¡Se multiplicó la maldad y el mor se acabó! Dios mira sobre los seres humanos, El tiene todo el
derecho de enjuiciar a esta generación. ¡Lo hará. Sin duda que lo hará! Y sin embargo, ¿Qué es
lo que mira cuando ve a su pueblo? ¿Mirará otras condiciones en el modo de vivir? ¿O verá las
mismas actitudes y pecados que todo el mundo tiene? ¿Qué mira El Señor en Usted y en Mi?
¿Tendrá alabanza o condenación para nosotros? Les invito a que leamos la exhortación que Dios
le da a su pueblo, a manera de la despedida de Moisés a la nación de Israel: Lea Bien y por favor
déjese exhortar. ¡Reaccione bien al Espíritu que le está hablando hoy!

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Deuteronomio 32
“Escuchad, cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca. Goteará como la lluvia mi
enseñanza; Destilará como el rocío mi razonamiento; Como la llovizna sobre la grama,
Y como las gotas sobre la hierba; Porque el nombre de Jehová proclamaré.
Engrandeced a nuestro Dios. El es la Roca, cuya obra es perfecta,
Porque todos sus caminos son rectitud;
Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto. La corrupción no es suya;
de sus hijos es la mancha, Generación torcida y perversa.
¿Así pagáis a Jehová, Pueblo loco e ignorante? ¿No es él tu padre que te creó?
El te hizo y te estableció. Acuérdate de los tiempos antiguos,
Considera los años de muchas generaciones; Pregunta a tu padre, y él te declarará;
A tus ancianos, y ellos te dirán. Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones,
Cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, Estableció los límites de los pueblos Según el
número de los hijos de Israel. Porque la porción de Jehová es su pueblo;
Jacob la heredad que le tocó. Le halló en tierra de desierto,
Y en yermo de horrible soledad; Lo trajo alrededor, lo instruyó,
Lo guardó como a la niña de su ojo. Como el águila que excita su nidada,
Revolotea sobre sus pollos, Extiende sus alas, los toma, Los lleva sobre sus plumas,
Jehová solo le guió, Y con él no hubo dios extraño. Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra,
Y comió los frutos del campo, E hizo que chupase miel de la peña, Y aceite del duro pedernal;
Mantequilla de vacas y leche de ovejas, Con grosura de corderos, Y carneros de Basán;
también machos cabríos, Con lo mejor del trigo; Y de la sangre de la uva bebiste vino.
Pero engordó Jesurún, y tiró coces (Engordaste, te cubriste de grasa);
Entonces abandonó al Dios que lo hizo, Y menospreció la Roca de su salvación.
Le despertaron a celos con los dioses ajenos; Lo provocaron a ira con abominaciones.
Sacrificaron a los demonios, y no a Dios;
A dioses que no habían conocido, A nuevos dioses venidos de cerca,
Que no habían temido vuestros padres. De la Roca que te creó te olvidaste;
Te has olvidado de Dios tu creador.
Y lo vio Jehová, y se encendió en ira Por el menosprecio de sus hijos y de sus hijas.
Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, Veré cuál será su fin;
Porque son una generación perversa,
Hijos infieles. Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios;
Me provocaron a ira con sus ídolos; Yo también los moveré a celos con un pueblo
que no es pueblo, Los provocaré a ira con una nación insensata.
Porque fuego se ha encendido en mi ira, Y arderá hasta las profundidades del Seol;
Devorará la tierra y sus frutos, Y abrasará los fundamentos de los montes.
Yo amontonaré males sobre ellos; Emplearé en ellos mis saetas.
Consumidos serán de hambre, y devorados de fiebre ardiente Y de peste amarga;
Diente de fieras enviaré también sobre ellos, Con veneno de serpientes de la tierra.
Por fuera desolará la espada, Y dentro de las cámaras el espanto;
Así al joven como a la doncella, Al niño de pecho como al hombre cano.
Yo había dicho que los esparciría lejos,
Que haría cesar de entre los hombres la memoria de ellos,
De no haber temido la provocación del enemigo,

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No sea que se envanezcan sus adversarios, No sea que digan:
Nuestra mano poderosa Ha hecho todo esto, y no Jehová.
Porque son nación privada de consejos, Y no hay en ellos entendimiento.
¡Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto, Y se dieran cuenta del fin que les espera!
¿Cómo podría perseguir uno a mil, Y dos hacer huir a diez mil,
Si su Roca no los hubiese vendido, Y Jehová no los hubiera entregado?
Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca, Y aun nuestros enemigos son de ello jueces.
Porque de la vid de Sodoma es la vid de ellos, Y de los campos de Gomorra; Las uvas de ellos
son uvas ponzoñosas, Racimos muy amargos tienen. Veneno de serpientes es su vino,
Y ponzoña cruel de áspides. ¿No tengo yo esto guardado conmigo, Sellado en mis tesoros?
Mía es la venganza y la retribución; A su tiempo su pie resbalará,
Porque el día de su aflicción está cercano, Y lo que les está preparado se apresura.
Porque Jehová juzgará a su pueblo, Y por amor de sus siervos se arrepentirá, Cuando viere
que la fuerza pereció, Y que no queda ni siervo ni libre. Y dirá: ¿Dónde están sus dioses,
La roca en que se refugiaban; Que comían la grosura de sus sacrificios,
Y bebían el vino de sus libaciones? Levántense, que os ayuden Y os defiendan.
Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir;
Yo hiero, y yo sano; Y no hay quien pueda librar de mi mano.
Porque yo alzaré a los cielos mi mano, Y diré: Vivo yo para siempre,
Si afilare mi reluciente espada, Y echare mano del juicio, Yo tomaré venganza de mis
enemigos, Y daré la retribución a los que me aborrecen. Embriagaré de sangre mis saetas,
Y mi espada devorará carne; En la sangre de los muertos y de los cautivos,
En las cabezas de larga cabellera del enemigo.
Alabad, naciones, a su pueblo, Porque él vengará la sangre de sus siervos,
Y tomará venganza de sus enemigos, Y hará expiación por la tierra de su pueblo.
Vino Moisés y recitó todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él y Josué hijo de
Nun. Y acabó Moisés de recitar todas estas palabras a todo Israel; y les dijo:
Aplicad vuestro corazón a todas las palabras que yo os testifico hoy,
para que las mandéis a vuestros hijos,
a fin de que cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley.
Porque no os es cosa vana; es vuestra vida,
y por medio de esta ley haréis prolongar vuestros días sobre la tierra adonde vais,
pasando el Jordán, para tomar posesión de ella.”
“Buscadme y Viviréis” Marcos Vidal