3. LA CULTURA INUIT
Nuestro amigo MOLI nos sorprende
con otro de sus viajes.
Se marcha al POLO NORTE, esa
zona del Ártico en la que hay mucho
hielo y hace mucho….. mucho frío.
Allí viven los INUITS (a ellos no les
gusta que se los llame Esquimales).
Es una comunidad que solo conoce
el compartir, el ayudarse . Son un
pueblo muy solidario, acogedor y
pacífico.
Con Moli descubriremos su forma
de vida, sus medios de transporte,
su alimentación, sus costumbres….
¿Queréis acompañarnos?
4. LA MOCHILA DE MOLI VENÍA CARGADA
UNA PELÍCULA UNA PELOTA UN PUZZLE
UN JUEGO DE ESQUIMALES UNA MUÑECA UN JUEGO DE ORDENADOR
¡QUE BIEN NOS LO PASAMOS ESE DIA !
5. GALERÍA DE IMÁGENES
LA VIDA DE LOS INUITS
INUIT IGLÚ
OSO POLAR
KAYAK PESCA
TRINEO
¡ COMO NOS GUSTARÍA VIVIR EN EL POLO NORTE!
6. CUENTO: “EL ORIGEN DE LAS MONTAÑAS”
(Mitología Inuit)
Hace muchos, muchos años, hubo una parte de la Tierra que estuvo habitada por los tuniqs, (unos temibles gigantes que
medían cinco veces el tamaño de un inuit). Eran seres malvados y violentos que se dedicaban a perseguir a los pequeños
inuits, pues eran su comida favorita. Sin embargo, no eran muy inteligentes.
Cuenta la leyenda que un día, un tuniq hambriento comenzó a perseguir a un cazador inuit. A la persecución se sumó otro
tuniq, y aunque el cazador era muy veloz, terminó acorralado por ellos. Al ver que no tenía escapatoria, les preguntó:
- ¿Por qué queréis atraparme? – Porque estamos hambrientos – respondieron los gigantes.
Entonces el inuit, haciendo uso de su inteligencia, les dijo: - Mi carne no sería suficiente para alimentar a dos grandes tuniqs.
¿Cuál de los dos me comerá? Ambos gigantes comenzaron a discutir sobre quién tenia más derecho a devorar al inuit.
- ¡yo lo ví primero! - ¡ gracias a mí lo atrapaste!.... Los tuniqs, que solo pensaban en comer, comenzaron la lucha más
terrible de la historia. Días y noches duró la pelea, los tuniqs se golpeaban y se arrojaban con violencia al suelo, y con cada
golpela tierra se moldeaba, formando profundos valles y suaves colinas.
La pelea no cesó hasta que, agotados, los dos se desplomaron con el último gran golpe que se dieron. El inuit, que esperaba
pacientemente el final de la lucha, cuando vio a ambos gigantes tendidos en el suelo, aprovechó la ocasión y atravesó sus
corazones con las flechas. Sin perder tiempo, regresó a su poblado sano y salvo.
Hace ya michos años que los gigantes han desaparecido. Sin embargo, todavía continúan en su lugar las montañas que se
formaron durante aquella terrible pelea y sirven para recordar cómo unos temibles gigantes fueron vencidos gracias a la
astucia de un pequeño inuit.