Juan de Velasco fue un sacerdote jesuita ecuatoriano que nació en 1727 en Riobamba y falleció en 1792 en Italia. Escribió una historia del Reino de Quito tras ser expulsado de Ecuador junto a otros jesuitas en 1767. Pasó sus últimos años en Faenza, Italia, donde completó su obra maestra sobre la historia y cultura de Quito.
2. NATALICIO
Juan de Velasco o Juan de Velasco y Pérez Petroche, sacerdote jesuita nacido en
Riobamba el 6 de enero de 1727. Falleció en Faenza Italia, el 29 de junio de 1792. Hijo
de Juan de Velasco y López de Moncayo, riobambeño, y de María Pérez Petroche.
Realizó sus estudios primarios en el colegio de los jesuitas de Riobamba. En 1743,
ingresó al Seminario de San Luis de Quito, al año siguiente pasó al noviciado de la
Compañía de Jesús de Latacunga, donde hizo sus votos religiosos el 23 de julio de
1746. Después del terremoto de 1747 que afectó gravemente a esa ciudad, se dirigió a
Quito para estudiar filosofía en el Colegio Máximo y finalmente teología en la
Universidad de San Gregorio donde obtuvo su doctorado, para luego ser ordenado
sacerdote en 1753.
Inició su labor sacerdotal y docente en Cuenca, de allí pasó a Ibarra y luego a
Popayán, que entonces también pertenecía a la Real Audiencia de Quito. Mientras
cumplía con sus deberes religiosos dedicó grandes esfuerzos a la investigación y
recolección de informaciones, datos, personajes, idiomas, leyendas, costumbres y
tradiciones sobre el Reino de Quito. Entre las universidades donde impartió cátedra
destaca la Universidad de San Marcos durante el Virreinato del Perú.
3. Biografía
Volvamos ahora nuestra atención a los que pudiéramos llamar
historiadores generales del tiempo de la colonia. Sólo un nombre, el del
padre Juan de Velasco, merece los honores del recuerdo; y solamente una
obra, la Historia del Reino de Quito, es acreedora al homenaje del análisis
crítico. En la Antología de prosadores ecuatorianos, tal vez, como una
curiosidad bibliográfica, o, acaso, por un exceso de indulgencia, se le ha
dado cabida y se ha citado con elogio a Rodrigo de Ocampo; pero Rodrigo
de Ocampo, no fue historiador, ni su Descripción del Reino de Quito tiene
mérito literario alguno El padre Juan de Velasco fue natural de la antigua
ciudad de Riobamba, descendiente de una de las más nobles familias de
aquel lugar y religioso de la Compañía de Jesús, cuyo instituto abrazó
después de haber recibido el presbiterado como clérigo secular. Velasco
enseñó un curso de Filosofía en Quito, y se hallaba ocupado en el colegio
de Popayán cuando aconteció la expulsión de los jesuitas; deportado a
Italia con sus demás colegas de religión, estableció su residencia en Faenza,
y allí, en avanzada edad, acabó los días de su vida, entregado al estudio y a
la composición de su obra predilecta sobre la historia de Quito
4. El destierro
En las primeras horas del 16 de agosto de 1767, sorpresivamente los
miembros de la Compañía de Jesús de Quito fueron notificados con la
decisión del Rey de España de expulsarlos de todos sus dominios.
Inmediatamente, el padre Juan de Velasco, junto a todos sus compañeros,
abandonaron para siempre nuestro territorio. Luego de un largo viaje,
finalmente, el 24 de octubre de 1768, se radicó en Faenza, donde vivió en
condiciones muy precarias afectado por una progresiva arterioesclerosis
que fue minando su vitalidad.
En medio de esas dificultades y con gran muestra de talento y fuerza de
voluntad emprendió su mayor obra titulada: Historia del Reino de Quito en la
América y crónica de la provincia de la Compañía de Jesús del mismo Reino.
Veinte años de paciente labor de investigación, sistematización y consulta
de sus innumerables notas, ocupó la estructuración y redacción de su
monumental trabajo, cuyos dos primeros tomos los remitió, para su
autorización y publicación a don Antonio Porlier del Consejo del rey de
España, el 15 de marzo de 1789, y el tercero el 1ro. de agosto del mismo
año.
5. obras
A partir de 1788, soportó lamentablemente el avance de la arteria esclerosis
que, junto a la sordera común entre algunos miembros de su familia, le
aisló del mundo y minó su vida. Entre numerosas obras se cuentan:
Historia moderna del Reino de Quito y crónica de la provincia de la
Compañía, 1789.
Relación histórica y apologética dedicada a Nuestra Señora de la Luz.
Tratado de Física.
Colección de poesías, hechas por un ocioso en la ciudad de Faenza.
Carta geográfica del Reino de Quito.
Vocabulario de la lengua peruana-quitense, llamada lengua del inga.
Tres cartas al padre Lorenzo Hervás y Panduro sobre lenguas de los indios.
Numerosos sonetos, décimas y octavas.