El documento discute la economía desde una perspectiva cristiana. Señala que la actividad económica debe estar al servicio de la persona humana y su dignidad, así como del Reino de Dios y la solidaridad. También analiza las posturas del Antiguo Testamento y de Jesús sobre la riqueza y los bienes, y promueve una economía de la solidaridad basada en el uso justo de los dones de Dios para el crecimiento integral de la humanidad.
2. La actividad económica
...
Está al servicio de la persona
humana para su desarrollo y
dignidad.
Se encuentra en el contexto del
Reinado de Dios que se traduce
en la economía de la solidaridad.
Es respuesta a Dios para
perfeccionar el mundo.
Se encuentra afectada por el
pecado social lo cual se traduce
en desigualdad económica.
3. El hombre, pobreza y
riqueza
Postura ante los bienes económicos y la
riqueza en el Antiguo Testamento:
Aprecio de la disponibilidad de bienes
materiales porque son necesarios para la vida,
la riqueza es vista como una bendición de
Dios.
Se condena el mal uso de los bienes, que
genera injusticia, explotación, usura, estafas,
especialmente las relacionadas con el pobre.
4. Jesús ante la riqueza
La mirada de Jesús ante los bienes
económicos es clara:
Hay que cuidarse de la codicia, porque
la vida no está asegurada, es frágil y
puede terminar en cualquier momento.
Lucas 12, 15-21
5. La economía en el marco
del Reinado de Dios
Jesús en el evangelio más que hablar
sobre la riqueza o la pobreza lo que
hace es situar el tema en perspectiva de
justicia y solidaridad. Necesitamos
reavivar la conciencia de que tenemos
una misión en este mundo también en
este ámbito que afecta directamente la
vida de las personas.
6. Economía de la
solidaridad
Desde la perspectiva
cristiana consideramos la
actividad económica
como una respuesta
agradecida a los dones
que Dios ha entregado a
la humanidad , y por los
mismo tenemos un
compromiso con Él.
7. Una buena administración de los
dones recibidos, incluidos los
materiales, es una obra de justicia
hacia sí mismo y hacia los demás
hombres: lo que se recibe ha de ser
bien usado, conservado y
multiplicado.
La economía es útil cuando no
traiciona su función de medio para
el crecimiento integral del hombre
y de las sociedades, en pro de la
calidad de la vida humana.