Manuel Belgrano estaba enfermo antes de morir y solicitó ver por última vez a su hija Manuela Mónica de tan solo 5 años. A lo largo de su vida, Belgrano tuvo varios romances con mujeres como Josefa Ezcurra y Dolores Helguero, con quien tuvo a Manuela. Sin embargo, nunca pudo reconocer públicamente a sus hijos debido a las convenciones sociales de la época. Belgrano insistió en que el gobierno le pague los sueldos que le adeudaban hasta su muerte, pero no tuvo éxito.
2. •Una historia pésimamente documentada difundió comentarios que
rozaron su imagen de varón.
•Fue un hombre galante a quien gustaban apasionadamente las
mujeres.
fundamentados en un episodio que se registró en campaña
en el cual la proverbial discreción del prócer
se interpretó arteramente.
MANUEL BELGRANO:
3. Cuando tenía algo más de 40 años, destacado en
Tucumán,
el bien parecido y seductor general, Belgrano tenía
rasgos finos, ojos azules, enmarcados entre delgadas
cejas y el cabello ensortijado en la frente.
Con ese aspecto, tenía la posibilidad de elegir para
compañera a la mujer que quisiera y, fue una niña de
quince años,
la que tocó su corazón: la bella Dolores Helguero, hija
de una familia patricia de esa provincia.
Pero Belgrano ya tenía un amor allá en Buenos Aires,
era Josefa Ezcurra, una muchacha que había sido
abandonada por su esposo.
4. Josefa Ezcurra acompañó al Ejército en la campaña
del Norte. y fue que durante la misma y producto de
esa relación sentimental concibió un hijo, que
meses después nacería en la estancia de unos
amigos en la provincia de Santa Fe.
Fue bautizado con el nombre de Pedro Pablo y
anotado como huérfano en la Catedral de Santa Fe
y se ignora si el niño llego a conocer a su verdadero
y biologico padre.
Inmediatamente lo adoptó su tía materna,
Encarnación Ezcurra, a la sazón recién casada con
el estanciero Juan Manuel de Rosas.
Desde entonces se lo conocería como Pedro Pablo
Rosas
5. Josefa y Manuel permanecieron juntos en la
Campaña del Norte, hasta que embarazada,
regresó para tener a su hijo, el que por
convenciones sociales, no fue un Belgrano, sino
un Rosas, cuando Juan Manuel y Encarnación
Ezcurra lo hicieron pasar por hijo propio. Recién
cuando cumplió 25 años de edad, Rosas le hizo
saber que su padre era Manuel Belgrano, y que
había acordado con él, recién darle la noticia
cuando ya fuera mayor.
6. Otro de sus amores que había tenido fue la
pintoresca Isabel Pichegru a quien la conoció
en Europa.
Aquella francesa que escandalizaba a sus
contemporáneos con sus modales y esas
osadías inexplicables de los vestidos cortones
y ajustadísimos; que no le había resultado
una relación sin importancia, porque para
cuando conoce a Dolores, aún tenía el
espíritu comprometido por aquellos
tormentosos amores.
7. No estaba en el destino de Belgrano lograr
un amor en el que reposar sus muchos
pesares.
Y posiblemente la relación con Dolores
Helguero, fue la más dolorosa, ya que el
destino se encargó de darle un dramático
final y fue durante 6 años la comidilla de la
sociedad tucumana.
8. De ese romance nació Manuela Mónica del
Corazón de Jesús Belgrano, a la que el
patriota le dedicó el más tierno amor y no
olvidó a “su palomita”, como él la llamaba, ni
en el lecho de muerte. En su testamento,
redactado en mayo 1820, encomienda su
crianza a su hermana Juana, e instrucción y
dirección espiritual a su hermano sacerdote.
9. Manuel, tuvo hacia Dolores una
actitud seria y comprometida. Le
había dado palabra de matrimonio
porque deseaba fundar con ella una
familia, siendo este uno de sus más
caros anhelos. Pero en ese entonces,
el general estaba absorbido por las
batallas de la Campaña del Norte
cuyo ejército comandaba, y el
matrimonio no se concretaba.
10. En uno de los encuentros que los
amantes iban teniendo a lo largo de los
años, Dolores quedó embarazada y
cuando Belgrano pudo regresar por fin
para casarse, halló que ya había sido
desposada por un tal Rivas, por arreglo
de la familia Helguero.
11. El desconsuelo fue inmenso,
especialmente porque el marido
abandonó rápidamente a su esposa.
Belgrano que deseaba cumplir con la
palabra empeñada, averiguó secretamente
a donde se había dirigido Rivas; cuando
confirmó que lo hacía hacia Bolivia,
despachó chasque tras chasque para saber
que destino había corrido; si había
muerto para poder concretar su
matrimonio. Jamás pudo confirmarlo.
12. Ella, desesperada abandonó la ciudad de
Tucumán para radicarse en Catamarca.
Él, enfermo, derrocado en Vilcapugio y
Ayohuma, vapuleado por el gobierno,
sintió que su vida se acababa. Manuela
Mónica tenía apenas un año, antes de
partir definitivamente de Tucumán a
Buenos Aires, Belgrano pidió verla por
última vez, y quizás ese recuerdo haya
sido una luz en su agonía.
13. El 20 de junio de 1820, Buenos Aires en la
anarquía, conoció el día de los tres
gobernadores. En medio del caos, solamente
un diario se ocupó de comunicar su muerte en
una pequeña nota.
Belgrano no murió del todo ese día. La hija
perpetuó su sangre y su apellido, fundando la
familia de los Belgrano Vega y, sintetizó lo que
seguramente su padre hubiera deseado para
ella. Una mujer culta que dedicó su vida a su
familia y a reclamar aquellos 40.000 pesos que
el gobierno debía a su padre, para que las
cuatro escuelas que él había dispuesto se
levantaran con ese dinero, fueran fundadas.
14. •Manuel Belgrano, estaba enfermo, sufría de
hidropesía, y antes de morir, solicitó ver a su
pequeña hija de tan sólo cinco años.
•En vida insistió para que el gobierno le pague sus
sueldos que le adeudaban, pero todo fue en vano.
• Para pagar a su médico, pidió a su hermana
Juana que entregara en pago su única joya de
valor, que era su reloj, que lo tenía siempre
colgado en el respaldo de su cama.
•Para su lápida su hermana usó el mármol de una
cómoda.
15. Dejamos algunos interrogantes para que usted
presente su opinión:
¿Belgrano, porque no reconoció a los hijos que tuvieron
sus mujeres?
¿Acaso lo hizo por cobardía, o por salvar el pudor de
esas mujeres?
Esperamos que la exposición de diapositivas les sirva
para saber la vida de una persona como Belgrano,
dejamos en claro que la historia nos da a veces ciertos
pantallazos del pasado, y que para saber algo más de
ella debemos investigar, y leer más.
J.A.