26. Moisés habló al pueblo
diciendo: “El Señor, tu
Dios, te dará un profeta
salido de tu mismo
pueblo, un profeta como
yo; a él si lo
escucharán.”
27. En el Horeb, el día de la
asamblea, dijiste al
Señor tu Dios, que no
querías volver a escuchar
su voz, ni querías ver
más ese terrible fuego
para no morir. Entonces
el Señor me dijo:
28. “Tienen razón. Yo les
daré un profeta salido de
su mismo pueblo, un
profeta como tú. Pondré
mis palabras en sus
labios, para que les
comunique todo lo que yo
le ordene.
29. A quien no escuche lo
que él les diga en
nombre mío, yo le pediré
cuentas. Y el profeta que
se empeñe en decir en
nombre mío lo que yo no
le haya ordenado
30. o hable en nombre de
otros dioses, ese profeta
morirá.”
Palabra de Dios.
32. Venid, aclamemos al
Señor, demos vítores a la
Roca que nos salva;
entremos a su presencia
dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
R/. Escucharemos, oh Dios, la
voz de tu Hijo
33. Venid postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, Creador
nuestro. Porque él es nuestro
Dios, y nosotros su pueblo, el
rebaño que él guía.
R/. Escucharemos, oh Dios, la
voz de tu Hijo
34. Ojalá escuchéis hoy su voz: “No
endurezcáis el corazón como en
Meribá, como el día de Masá en
el desierto: cuando vuestros
padres me pusieron a prueba, y
dudaron de mí, aunque habían
visto mis obras.”
R/. Escucharemos, oh Dios, la
voz de tu Hijo
35. Lectura de la primera Carta del
Apóstol San Pablo a los Corintios
36. Hermanos: Quiero que
viváis sin
preocupaciones. El que
no tiene esposa se
preocupa de las cosas
del Señor, de cómo dar
satisfacción al Señor; en
cambio,
37. el casado se preocupa de
las cosas del mundo, de
cómo dar satisfacción a
su esposa y anda
dividido. Lo mismo, la
mujer sin marido y la
joven soltera se
preocupan de las cosas
del Señor,
38. para consagrarse a él en
cuerpo y alma. En
cambio, la casada se
preocupa de las cosas
del mundo, de cómo dar
satisfacción a su marido.
39. Esto lo digo para vuestro
bien; no para quitaros
vuestra libertad, sino
para proponeros lo
mejor: servir al Señor sin
distracciones.
Palabra de Dios.
44. Estando una vez en
Cafarnaúm, entró Jesús
un sábado en la sinagoga
y empezó a enseñar. Y se
asombraban de su
enseñanza, pues lo hacía
como quien tiene
autoridad y no como los
escribas.
45. Se presentó entonces
en la sinagoga un
hombre que tenía un
espíritu maligno y se
puso a gritar: “¡Déjanos
en paz, Jesús de
Nazaret! ¡Viniste a
destruirnos!
46. Yo sé quién eres: el
Santo de Dios. Jesús
le ordenó: “¡Cállate y
sal de él!”.
El Espíritu maligno lo
sacudió, dio un terrible
grito y salió de él.
48. Hasta a los espíritus
malignos les da órdenes,
y le obedecen.” Y en
seguida se difundió su
fama por todas partes,
alcanzando la comarca
entera de Galilea.
Palabra del Señor.
49.
50.
51.
52.
53. Creo en Dios, Padre
todopoderoso, Creador del
cielo y de la tierra. Creo
en Jesucristo, su único
Hijo, nuestro Señor, que
fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo,
54. Nació de santa María
siempre Virgen, padeció
bajo el poder de Poncio
Pilato, fue crucificado,
muerto y sepultado,
descendió a los
infiernos,
55. al tercer día resucitó de
entre los muertos; subió
a los cielos y está
sentado a la derecha de
Dios, Padre
todopoderoso.
56. Desde allí a de venir a
juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los
santos, el perdón de los
pecados, la resurrección
de la carne y la vida
eterna. Amén
58. Por todos los miembros de la
Iglesia –obispos, sacerdotes,
diáconos, consagrados,
religiosos, religiosas y laicos—
para que sepan ver en la
enseñanza de Jesús un camino
de total liberación. Y lo
transmitan a los hermanos.
Oremos
R./ Señor, abre nuestro
corazón a tu voz.
59. Por los pueblos de la tierra,
por todos los habitantes y sus
gobernantes para que sean
receptivos a las acciones del
Espíritu Santo. Oremos
R./ Señor, abre nuestro
corazón a tu voz.
60. Por los que viven solos, los
enfermos, los marginados, por
los emigrantes y desplazados,
por los que viven en países de
conflicto, por los cristianos que
mueren por defender su fe.
Oremos
R./ Señor, abre nuestro
corazón a tu voz.
61. Por los que se han alejado de
la Iglesia, o aquellos que no la
conocen. Por los que son
indiferentes a las invitaciones
de Cristo a trabajar en su
Reino. Oremos
R./ Señor, abre nuestro
corazón a tu voz.
62. Por las familias, y
matrimonios cristianos. Por
los esposos, por los padres y
los hijos, y especialmente por
aquellos hogares que
atraviesan dificultades.
Oremos
R./ Señor, abre nuestro
corazón a tu voz.
63. Por todos nosotros, presentes
en la Eucaristía, para que
sepamos apreciar, día a día, la
enseñanza de Jesús, que da
forma y fondo a nuestras
vidas. Oremos
R./ Señor, abre nuestro
corazón a tu voz.
72. EL SEÑOR RECIBA DE TUS
MANOS ESTE SACRIFICIO,PARA
ALABANZA Y GLORIA DE SU
NOMBRE, PARA NUESTRO BIEN
Y EL DE TODA SU SANTA
IGLESIA
73. Gracias…Es la sublime
expresión de un corazón
que reconoce y
experimenta, que
contempla y ama, que
proyecta y concretiza
todo aquello que Dios
puede hacer en la vida,
por la vida y en vida.
86. Muchas veces aceptamos las
apariencias y pocas veces lo que
en ellas se esconde…Pues cada
realidad, cada palabra, cada
melodía, cada persona; evoca un
mensaje nuevo que lo superfluo
nunca nos dicta…que solo se
capta en el corazón; porque de
él viene y solo allí se desvela.
87.
88. Padre nuestro que estas
en el cielo,
santificado sea tu
nombre,
Venga a nosotros tu reino
Hágase tu voluntad
89. Así en la tierra, como en
el cielo, danos hoy
nuestro pan de cada día
Y perdona nuestras
ofensas como nosotros
perdonamos, a los que
nos ofenden.
90. No nos dejes caer en
tentación líbranos del
mal.
Amen.
91.
92. TUYO ES EL REINO,
EL PODER Y LA GLORIA
POR SIEMPRE SEÑOR.
93.
94. Oh cordero de Dios
que quitas el pecado
del mundo.
/Ten piedad, ten
piedad, ten piedad de
nosotros/
95. Oh cordero de Dios
que quitas el pecado
del mundo.
/Danos la paz, danos
la paz, danos la paz/
96.
97. R/ SEÑOR, NO SOY
DIGNO DE QUE ENTRES
EN MI CASA, PERO UNA
PALABRA TUYA BASTARÁ
PARA SANARME.