30. SIGNOS DE PUNTUACIÒN Los signos de puntuaci ó n se usan en los textos escritos para intentar reproducir la entonaci ó n del lenguaje oral (pausas, matices de voz, gestos, cambios de tono, etc.) con objeto de interpretar y comprender correctamente el mensaje escrito. Los signos de puntuaci ó n, por lo tanto, nos permiten expresarnos con claridad y evitar interpretaciones diferentes del mismo texto. Por ejemplo, el sentido de la siguiente frase: Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andar í a a cuatro patas en su b ú squeda. (Si usted es mujer, con toda seguridad colocar í a la coma despu é s de la palabra « mujer » . Si usted es hombre, con toda seguridad colocar í a la coma despu é s de la palabra « tiene » ).
31. Seg ú n la Ortograf í a de la RAE (Real Academia Espa ñ ola) el espa ñ ol cuenta con los siguientes signos de puntuaci ó n: punto . coma , punto y coma ; dos puntos : puntos suspensivos ... signos de interrogaci ó n ¿ ? signos de exclamaci ó n ¡ ! par é ntesis ( ) corchetes [ ] raya - comillas « » " “ ' '
32. Perd ó n imposible, que cumpla su condena. Perd ó n, imposible que cumpla su condena. No, es verdad. No es verdad. El maestro dijo: « Javier es un burro » . El maestro -dijo Javier- es un burro. En el siguiente ejemplo una coma vale mucho:
33. Se cuenta que un se ñ or, por ignorancia o malicia, dej ó al morir el siguiente testamento sin signos de puntuaci ó n: « Dejo mis bienes a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jam á s se pagar á la cuenta al sastre nunca de ning ú n modo para los jesuitas todo lo dicho es mi deseo » . El juez encargado de resolver el testamento reuni ó a los posibles herederos, es decir, al sobrino Juan, al hermano Luis, al sastre y a los jesuitas y les entreg ó una copia del confuso testamento con objeto de que le ayudaran a resolver el dilema. Al d í a siguiente cada heredero aport ó al juez una copia del testamento con signos de puntuaci ó n. EL TESTAMENTO
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35. - Luis, el hermano : « ¿ Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¡ A mi hermano Luis! Tampoco, jam á s, se pagar á la cuenta al sastre. Nunca, de ning ú n modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo » .
36. - El sastre : « ¿ Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿ A mi hermano Luis? Tampoco, jam á s. Se pagar á la cuenta al sastre. Nunca, de ning ú n modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo » .
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38.
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40. NO DEJES QUE OTROS INTERPRETEN TUS IDEAS COMO ELLOS QUIERAN SINO COMO T Ú LO PENSASTE . AL ESCRIBIR , PROCURA USAR LOS SIGNOS DE PUNTUACI Ó N CORRECTAMENTE .