1. Aportes - 1
salve al mundo. Dios no quiere esto para
nosotros, porque hace cuatro mil años
comenzó una historia sagrada, cuando él
eligió un pueblo para que fuese la nación
por medio de la cual se congregarían
todos los demás pueblos. Y el Señor
prometió un Mesías para liberar del pe-
cado que dispersa, enfrenta y encadena
al error, la mentira y la maldad y reunir a
todos sus hijos dispersos.
De allí esa luz de esperanza en todo
el Antiguo Testamento: La piedad de un
Dios que no soporta vernos sufrir, pues
nos creó a su imagen y semejanza para
que viviéramos en su eterna felicidad y
santidad, y por eso, su Hijo único, Dios
verdadero, igual al Padre, se hizo hombre
en el seno de Santa María virgen, y nació
para la salvación del género humano. Y
espera que en Jesús todos los hombres
formen un solo cuerpo.
Esto lo enseñan las Escrituras, por
eso, ahondando en su estudio, descu-
briremos las grandezas y maravillas de
Dios y, cuanto más profundicemos, más
nos sentiremos impulsados a alabarlo
y agradecerle. No nos quedemos en el
aprendizaje de las nociones básicas del
Catecismo, sino ampliemos el conoci-
miento y la experiencia de la fe. Dios nos
ha dado muchas capacidades intelec-
tuales para conocerlo más y más, para
Hoy se cumplen en mí
las antiguas profecías
Neh 8, 2-4a. 5-6 y 8-10; Sal 18;
1Cor 12, 12-30; Lc 1, 1-4. 4; 14-21
El Bautista había enviado a preguntar
a Jesús: ¿Eres tú el que ha de venir o
debemos esperar a otro? También los
discípulos de Jesús se admiraban de
sus milagros y se cuestionan entre ellos:
¿Pero, quién es este? El tentador en
el desierto no creía, por eso provoca a
Jesús: Si eres el Hijo de Dios... Tampoco
Herodes, que se interrogaba: ¿Quién es
éste del que tanto oigo hablar? Lo mismo
Pilato, que inquiere a Jesús: ¿Quién eres
y de dónde vienes?, ¿por qué tantos te
odian y nadie te defiende? Así, frente
al patíbulo, los incrédulos asistentes le
gritaban: Si eres el Hijo de Dios, baja de
la cruz y creeremos en ti. Hoy nosotros,
¡también tenemos muchos interrogantes!
Al inicio de la vida pública, los após-
toles no necesitaban escribir evangelios.
Bastaban las mismísimas palabras de Je-
sús resonando en sus oídos, el testimonio
de su vida ¡y los milagros que rubricaban
su acción evangelizadora! Hoy el evan-
gelio muestra a Jesús en la sinagoga de
Nazaret, presentándose como el Mesías
esperado y anunciado por los profetas.
En todo tiempo y cultura aparece la
esperanza de un enviado celestial que (Continúa en la p. 4).
Aportes para la homilía
Aportes
Celebración
3º domingo durante el año 24 de enero de 2016
Ciclo C. Color: Verde Año XX - Nº 1121
Aportes
Celebración
para la
Homilía y guión para la Santa Misa

2. Aportes - 2
1) Introducción
Hermanos: En el día del Señor nos
reunimos llamados por el Padre
para celebrar el inmenso amor
que tiene por los hombres y para
escuchar su Palabra, que es espíritu y
vida. En Jesucristo el Padre nos ha dado
la plenitud de su revelación, y su Espíritu
acompaña nuestra vida, nos mueve el
corazón para la acción de gracias.
Alegres porque el Señor obra en favor
nuestro, cantemos…
2) Saludo de bienvenida
El Espíritu del Señor ha sido derra-
mado sobre nosotros y así, alen-
tados por él, celebramos la acción
de Dios en el día a día de nuestras vidas.
Que este mismo Dios los llene de
alegría y de paz en la fe y que el
Espíritu Santo esté constantemente
con ustedes.
3) Acto penitencial
En nuestro seguimiento de Cristo
encontramos dificultades.Muchas
de ellas brotan de nuestros mis-
mos corazones, por eso encomendémo-
nos a la infinita misericordia de Dios.
–Tú, el enviado del Padre para pro-
clamar un tiempo de gracia: Señor,
ten piedad.
– Tú, el que has venido para libe-
rarnos de la esclavitud del pecado:
Cristo, ten piedad.
– Tú, el que devuelves la vista a los
ciegos porque eres la luz: Señor,
ten piedad.
Dios todopoderoso tenga mise-
ricordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la
vida eterna. Amén.
4) Lecturas
Primera lectura (Neh 8, 2-4a. 5-6.
8-10): La veneración a la Palabra
de Dios se remonta a tiempos an-
tiguos, cuando el Pueblo de Dios
la escuchaba con atención.Hoy nosotros
estamos llamados a esa misma escucha
atenta.
Salmo (Sal 18): Unidos al salmista,
alabemos al Señor por su palabra cerca-
na y de vida. R. Tus palabras, Señor, son
Espíritu y Vida.
Segunda lectura (1Cor 12, 12-30
o más breve: 12-14. 27): Como Iglesia
formamos parte de Cuerpo místico de
Cristo, por eso tomemos conciencia de
ello a través de la enseñanza del apóstol
Pablo.
Evangelio (Lc 1, 1-4; 4, 14-21): El
evangelista san Lucas sigue mostrándo-
nos los inicios de la vida pública de Jesús,
esta vez con su presencia en la sinagoga
de Nazaret, donde se crió.
5) Oraciones de los fieles
Hermanos y hermanas:Jesucristo,
el Enviado del Padre, nos exhorta
a orar y a pedir con confianza por
nuestras necesidades.
Digamos juntos:
Envía tu Espíritu, Señor.
4 Por la Iglesia, Cuerpo místico de Cris-
to, para que día a día trabaje en unión
con todos sus miembros en el anuncio
del Evangelio, especialmente a los que
han perdido la fe. Oremos…
4 Por nuestra Patria; para que cesen las
desigualdades y la indiferencia ante el
dolor de quienes son víctimas de di-
versas formas de opresión. Oremos…
Guión para la Santa Misa
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3. Aportes - 3
4 Por quienes experimentan nuevas
formas de esclavitud: los explotados
laboralmente, las víctimas de la trata
de personas y de la corrupción; para
que Cristo pueda llegar hasta ellos y
obrar a través de quienes se compro-
metan con su causa. Oremos…
4 Por los consagrados y consagradas;
para que conservando la alegría del
llamado puedan aventurarse a llevar
el mensaje de Cristo a quienes se en-
cuentran en las periferias existenciales
de la vida. Oremos…
4 Por nosotros, que hemos escuchado la
Palabra del Señor;para que su mensaje
mueva nuestro corazón y podamos
encarnarlo en la vida diaria. Oremos…
Padre misericordioso, que envias-
te a tu Hijo amado para nuestra
salvación, escucha nuestra ora-
ción y renueva nuestra vida por medio
de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
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6) Presentación de las ofrendas
Junto al pan y el vino presentamos
nuestras vidas y nuestra alabanza
al Dios rico en misericordia que nos
libera y renueva.
7) Comunión
Jesús, Camino, Verdad y Vida de
la humanidad nos fortalece, por-
que en él todo lo podemos. Que al
comulgar, nuestra opción por él se
vea fortalecida y así podamos ponernos
al servicio de los pobres.
8) Despedida y bendición final
Monición: Como Cuerpo místico
de Cristo hemos celebrado esta
Eucaristía, que al venerar la Pa-
labra de Dios podamos practicarla allí
donde nos toque hacerlo.
Bendición final
Envío: Que la alegría del Señor sea
nuestra fortaleza. Podemos ir en paz.
CONOCÉ MEJOR A JESÚS
JESÚS DE NAZARET
Aproximación cordial, vivencial y creyente desde los pobres
P. Jesús Olmedo
Este libro, sencillo y asequible, sobre el profeta de Nazaret, procura rescatar
vivencias y experiencias de los hombres y mujeres de hoy, y vincularlas a las
actuaciones y los mensajes de Jesús, trasmitidas y relatadas en los Evangelios.
Es un libro especialmente pensado “para personas que, sin formación exe-
gética o teológica, admiran al Nazareno y desean conocerlo aún más, tanto
por interés personal, como pastoral o catequístico”,
afirma el autor.
JESUCRISTO EN SUS MISTERIOS
Columba Marmion
El beato Marmion escribe “la vida de Cristo”, presentándola como ejemplo
divino y, al mismo tiempo, fácil de comprender e imitar a cualquier cristiano.
Hace ver cómo se han manifestado a nuestras miradas mediante los estados
y misterios, las virtudes y las obras de su sagrada humanidad. A través de sus
conferencias preliminares nos muestra de qué manera los misterios de Cristo
son nuestros, y cómo podemos, de modo general, asimilarlos en nuestra vida.

4. Aportes - 4
(Viene de la p. 1).
amarlo y sumarnos a su plan de salvación
para, finalmente, gozar por siempre de su
amor y santidad.
Un día, Jesús lloró viendo a Jerusa-
lén desde la colina vecina, porque sus
habitantes no quisieron aceptarlo como
el enviado del Padre para salvarlos. Ana-
lizando los males de nuestra sociedad,
sus mentiras y maldades, encandilada
por fantasías y vanidades, tropezando
con injusticias y crímenes sin sentido,
huérfana y sin esperanzas, ¿no se nos
parte el alma ante estas situaciones? ¿No
percibimos la congoja infinita de Dios que
nos ve andando a paso lento en el camino
de la salvación?
No seamos indiferentes ante este
panorama. Jesús proclama: El tiempo se
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ha cumplido, he venido para que vivan lo
que yo vivo con mi Padre, ¡y lo vivan en
abundancia! Y nos pregunta, ¿Cuento
contigo, con tu entusiasmo y amor, con
tu creatividad apostólica?...
¡Señor Jesús!, tú viniste a mostrarnos
al Dios Papá que se desvive en ayudarnos
para que logremos éxitos verdaderos.
Desde que nos dejamos tentar por el “pa-
dre de las mentiras” siempre nos provoca
ceder a la maldad.Olvidando al Padre Dios
caemos en orfandad y sin el Espíritu Santo
nos agobian las tristezas, alejándonos de ti
nos asfixiamos en nuestras infidelidades y
pecados.Corremos el riesgo de crear una
sociedad sin sentido, porque se aleja del
evangelio que nos has enseñado.
Pero, ante todo eso, Dios refuerza
su fidelidad poniendo en ejecución sus
designios de salvación y llamándonos
nuevamente a la vida, haciéndose criatu-
ra, para rescatarnos de lo que nos quita
humanidad, nos enfrenta entre nosotros.
Y por eso tu proclamación:No esperen
más: les anuncio que hoy se cumple la
promesa de Isaías.¡Aquí estoy!, y vengo a
cumplir la voluntad de mi Padre.Él quiere
que nadie se pierda sino que todos sus
hijos conozcan la verdad de su amor y
alcancen la eterna salvación.Porque ésta
es la voluntad de mi Padre, que quien cree
en mí y me sigue, tenga Vida Eterna y yo
lo resucite en el último día.
¡Jesús Bendito!, ayúdanos a creer
y asumir tu anuncio, a comprometer
nuestra vida para trasmitir tu mensaje a
toda persona en búsqueda de sentido.
Que seamos tan buenos pescadores que
nadie quede afuera de tus redes, optando
por ti y siguiendo tus huellas de amor y
solidaridad. Tú, que vives y reinas por
siempre. Amén.
He aquí como Cristo se ha servido de
su humanidad –porque era hombre
también– para anunciar y realizar
el diseño divino de redención y de
salvación, porque era Dios, así debe
ser también para la Iglesia. A través
de su realidad visible, todo lo que se
ve, los sacramentos, el testimonio de
todos nosotros cristianos.
La Iglesia está llamada cada día a
hacerse cercana a todo hombre, co-
menzando por el pobre, por el que
sufre y por quien es marginado, para
continuar haciendo sentir sobre todos
la mirada compasiva y misericordiosa
de Jesús.
Papa Francisco (Homilía, 29/10/ 2014).