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CUANDO
ESCRIBIR
DUELE
SAMUEL PARRA
CUANDO ESCRIBIR DUELE
SAMUEL PARRA
ACERCA DE LA OBRA
En el 2009 hubo un destape en mi
vida… descubrí que escribir duele
porque entre cada tecleo hervía la
herida de mi corazón, una llaga
inquietante por cada anécdota,
vivencia, momento y desinterés por
ser feliz que me motivaba a la
destrucción. Escribir duele porque
son los demonios quienes se abrían
paso sobre las páginas y marejadas
de palabras. Lo malo tundía con
esmero a los pocos racimos de
esperanza que sin esfuerzo
cosechaba. Aclaro que el material
aquí publicado fue seleccionado con
un interés: desmarcar lo bueno del
dolor, purgar la alegría de la miseria
y poder sentir la agonía de quien
escribió estos textos.
¿Por qué escribir de la tristeza y no
la felicidad? Porque durante el 2009
no hubo razones para ser feliz.
Siempre había un estigma, un cliché,
un bache que llenaba las calles de mi
vida. No tenía pavimento firme por
donde caminar, ya de chapopote
están llenas las calles y con lágrimas
las adorné.
La redacción de la obra está basada
en tecleos joviales, decidí respetar el
uso alternado de palabras
mayúsculas y minúsculas, así como
términos coloquiales de los chavos.
En su momento, José Agustín
revolucionó la literatura en México
con su obra cumbre “La Tumba”, no
pretendo escribir como él pero sí me
siento influenciado por sus libros.
De ante mano, pido una disculpa si
alguien se siente ofendido por lo que
escribí. Estas eran mis reacciones
ante la vida que llevaba y
descargaba mi furia a través de la
escritura.
Disfruten la lectura y si se deprimen
es porque pasaron por algo igual. Si
no se ponen tristes es porque
ustedes son más felices que yo.
ACERCA DEL AUTOR
Mi acta de nacimiento dice que nací
en Mazatlán, Sinaloa, México el 5 de
octubre de 1982. Samuel Parra
Rodríguez y María Antonieta
Sánchez Sánchez me registraron
como su hijo legítimo donde no hubo
cuna por cuna, mamila por mamila,
todo fue legal a los ojos de Dios y el
Juez Civil. De niño tuve una infancia
fugaz porque mi mamá me metía a la
casa a las 7 de la noche mientras mis
amiguitos seguían jugando. En esos
momentos de soledad obligatoria
descubrí mi pasión por los comics,
comencé a dibujar monitos creando
historias fantásticas desde las 9
hasta los 24 años. En ese inter la
literatura tocó a mis puertas con una
estampida de deseos sexuales que
todo joven tiene después de los 21
años. Sí, llegué tarde a la repartición
de condones y pláticas de
sexualidad pero el maestro José
Agustín con su libro “Dos Horas de
Sol” y el buen Charles Bukowski con
“Mujeres” respondieron a mis
preguntas más inquietantes -¿Por
qué nací?- y -¿Si ya nací qué hago?
A mis 33 años de edad trabajo como
Community Manager en la agencia
automotriz Nissan Vamsa Mazatlán.
Trabajo como Dircom out sourcing
para líderes de opinión desde el
2012 hasta a la fecha. Escribí el libro
“En la piel de un adicto” cuya trama
se basa en los trastornos de
conducta alimenticia que padezco
como Comedor Obsesivo
Compulsivo y bulímico; escrito como
novela narro la niñez de un niño
obeso mientras lucha contra el
bullyng de su enfermedad. Colaboro
con el suplemento cultural Astillero,
de editorial Noroeste, donde publico
textos de distintos géneros
editoriales como reportajes, crónicas
y entrevistas. Periodista desde el
2001, hoy freelance y vendo pancita
los domingos.
ENTRE HORMIGAS, COLIBRÍES Y
UNA DAMA
Decidí escribir sobre hormigas y
colibríes. Piquitos rojos, alas
pequeñitas. Ojos mirones, antenas
sensibles. Así describo mis
emociones, aletean como viento
huracanado, avanzan en trote
presuroso cargando más peso
mientras la consciencia tambalea a
nivel del suelo.
¿Día o noche? Contraste. Muchos
puntos negros sobre una pared
amarilla. En movimiento andan hacia
el cielo, vía vertical, cúpula celeste y
abajo cientos de cabezas tan
pequeñas como la punta de un
alfiler. Iban siete hormigas cargando
un inserto sin vida. ¿Almuerzo?
¿Trofeo? No lo sé. Este insecto
carga cuatro veces su peso, otros
dicen que cincuenta. ¿Alguien les ha
preguntado? Como el trovador
oriundo de Cuba, Alejandro García
"Virulo" que conoció a un colibrí", en
mi caso gané la amistad de una
dama, amante de la naturaleza.
Hablaba con las plantas, ramera
sociable y no sexual sino de ramas,
hierbas, pétalos, botones y raíces.
Título digno a la fémina, que si
Afrodita era la diosa griega de la
belleza, cuya labia era sábila, sílaba,
labia, lascivia, otra anécdota de la
señora Ramos que contaré después.
No me gusta platicar con colibríes,
apenas entabló un diálogo y se
marchan, adiós o hasta luego no
existen sólo exhiben su pico
presumiendo virilidad y rastros de
polen.
Prefiero las migajas de pan,
porciones pequeñas, amigas miles,
ellas son hormigas. De género "la"
pero sexo masculino y femenino;
reinas, obreras y soldados. Días de
sombrillas, a la voz de Fernando
Delgadillo. Entienden lo que digo,
detengo mis pies, estoy a su altura,
somos iguales, destapo la
"chómpira" quitándome el sombrero
como ellas sin paliacate entre sus
antenas, aguerridas, duras para
cansarse y aire falta para seguirles el
ritmo, cansancio a mis músculos,
mente sobre materia. "¡Hey
deténganse les digo!" La vida es
igual, no espera a nadie, quedas a la
orilla del camino si bajas el ritmo.
Hacía tiempo sin escribir sobre las
páginas virtuales de "La Gacha
Manzana X". Pensándolo bien, hacía
tiempo sin escribir sobre una
decisión que tomé. ¿Qué tan
importante es mantener una
amistad? Por un lado, las hormigas
son pequeñas, muchas y muerden,
mientras que los colibríes
desayunan, comen y cenan volando
porque el tiempo "vuela" cuando uno
se divierte. No encajaba con los
colibríes, menos con las hormigas.
"Quiero aprender de ti, por eso me
metí a tu blog, mejor sigamos siendo
amigos y ya no seas sangrón
conmigo", eso me dijo una damita.
Justa razón tenía. Me comporté
como una hormiga, cargando mucho
peso encima sin prestar atención a lo
sensible de mis antenas. Pecado del
colibrí: decisiones rápidas, vida
acelerada, no hay tiempo para
pensar sólo picar y polinizar. Hace
mucho alguien me habló de Lucila de
María del Perpetuo Socorro Godoy
Alcayaga , alías "Gabriela Mistral"
(poetiza chilena y ganadora del
Premio Nobel de Literatura en 1945)
me recomendó leer su poema
"Adiós", según quien me recomendó
a la escritora tengo un estilo similar
al usar contrastes, por ejemplo ella
escribió esto:
"Para que ninguno,
ni hombre ni dios,
nos llame partidos
como luna y sol;
para que ni roca
ni viento errador,
ni río con vado
ni árbol sombreador,
aprendan y digan
mentira o error
del Sur y del Norte,
del uno y del dos!".
¿Verdad o mentira? No lo sé.
Reconozco que cada letrado asume
un estilo venido en años pero escribir
como un Gabriel García Márquez no
lo creo, sólo uno.
Se llama Gabriela. La dama quien
me pidió no ser sangrón ni patán.
Intenté alejarme de su vida, no pude,
evitar ser dañado, no pude. Corrí el
riesgo, apuesto a su cariño, su
amistad, todo. Soy amigo de
hormigas y colibríes, nada más.
Todavía falta tiempo para que parta
de este plano terrenal, de momento,
conviviré con los humanos, mi raza
de nacimiento, mientras que las alas
pequeñitas y ojos mirones no me
lleven a su lado.
FANTASMAS DEL CÁNCER
¿Puede una revista de espectáculos
espantar a los fantasmas del
cáncer? Es una enfermedad
silenciosa, Amalia nunca escuchó
los pasos del ladrón de salud que
invadió su cuerpo.
Como todo gran golpe lo planeó
cauteloso, el momento oportuno
llegaría. Un descuido de Amalia
fueron segundos de ventaja, allá iba
el cáncer, hacia la matriz de esta
mazatleca.
El oncólogo que atendió a Amalia
sabía a qué se enfrentaba. Los
expertos lo describen como un
enemigo público, peligroso, hace
miles de copias de sí mismo, cuando
termina deja un tumor, apenas es el
comienzo.
Y rápidamente va moviéndose entre
países, saltando fronteras,
evadiendo puntos de vigilancia y
migración. Carece de pasaporte o
lugar de nacimiento, se rige por el
cuarto signo zodiacal y tiene visa
universal.
Muchos organismos internacionales
de salud lo tienen fichado, la
Sociedad Americana del Cáncer
reveló que en el mundo murieron 7.6
millones de personas durante el
2007... Amalia no quiere ser una
estadística.
La joven afectada no pierde su
tiempo, cada minuto le cuesta un día
de vida. Ese valor desaparece, fugaz
como los segundos mientras ella
espera su turno, en la sala de
urgencias de la Clínica 03 del
Seguro Social.
Las paredes azules encierran un
vacío de ansiedad. Hay más
pacientes de pie que bancas ya
ocupadas, aparte de miedo se siente
calor, trabaja a marcha forzada el
aire acondicionado.
Sin moverse de su silla Amalia viajó
a lugares que sólo ella conoce, por
un momento esa revista de
espectáculos espantó a los
fantasmas del cáncer.
Pudo fugarse hacia la libertad, atrás
dejó los olores a medicina. Voló con
dirección al cielo, abajo se quedó la
farmacia carente de medicamentos,
los pacientes que dudan si ese día
saldrán de la clínica caminando o en
camilla.
Amalia tomó quizá la mejor decisión,
abandonó el edificio repleto de
trámites y burocracia. Sus manos se
convirtieron en alas para planear
hasta que se cansara. De pronto,
regresó a la realidad, nunca se fue
de la sala de espera.
Olvidó la revista de espectáculos
durante su viaje. Se quedó en su
bolsa color negro, decorada con
piedras brillantes y diamantinas.
Amalia la sacó de ahí, decidió
hojearla como si fuera la primera
vez.
A la mitad de la revista detuvo su
lectura. La secretaría del médico
familiar la buscó gritando su nombre,
"¿Amalia?", la paciente respondió.
Todavía no era mi turno para pasar,
faltaban tres pacientes. No me
percaté a qué hora salió Amalia del
consultorio familiar. La banca se
quedó sola, también su revista.
PD. TIENES TU RESPUESTA
GABRIELA. GRACIAS POR LA
INSPIRACIÓN.
UN CLUB PERVERSO
Los miembros de un club perverso
convencieron a los incrédulos de
unírseles. Había cinco oyentes,
apartados de la reunión, entre
botellas de cerveza, limones sin vida
ni jugo, saleros a la deriva bajo luces
multicolores, los adictos se
presentaron: cerveza, cigarro,
pereza, rutina, lujuria y gula.
Escucho Arctic Monkeys, un grupo
de rock indie británico. Hace 24
horas aproximadamente ardió el
Mercado Municipal José María Pino
Suárez, las llamas casi consumieron
al gigante de hierro, dejándole una
cicatriz imborrable. A diferencia del
gigante egoísta, que describió Oscar
Wilde en su cuente, el coloso
mazatleco sobrevivió a la desgracia.
Quizá un atentado, probablemente
una mala racha de copas, culpan a
los cables eléctricos. Mejor el
universo hace sus averiguaciones,
déjenlo a la suerte.
Un club perverso me reclutó, a
cambio abandoné mi trabajo.
Renuncié a nueve años de
conocimientos, el tramo de una
jubilación caminada diría un amigo
escritor, los mozos nueve años que
dediqué ya son historia, siempre lo
fueron, ayer agregué nostalgia.
La candidatura es fácil, el club
perverso admite a quien sea. Acepta
tu compromiso, abandona todo lo
que tienes, sin mirar atrás, no llores
ahora porque después necesitarás
esas lágrimas. Abraza al día
siguiente, rechaza el destino porque
es sostén de los ignorantes.
Todos vivimos en un club perverso.
Habemos quienes tomamos cerveza
Tecate Light, Indio y Pacífico. Otros
prefieren la marca Modelo, XX
Lager, Budwiser, Heinekan y entre
otras.
Los apasionados de la literatura
tienen su club de lectura, los
neuróticos se suman en un gremio
interesante. Imagínense en una
reunión de neuróticos anónimos.
Alguien trae un arma y mata a un
miembro del grupo. ¿Los presentes
conservarán la calma? ¿Cuántos
intentarán detener al agresor?
¿Cuántas balas tiene el arma?
¿Tendrá buena puntería el
victimario? ¿Los neuróticos
perderán la cordura? ¿Quién es
quién?
Salirse del Club Perverso es ilógico.
La membresía expira cuando
mueres. Las regalías vienen
impresas en tu piel, lo inhalas a cada
momento, te inyectas adrenalina y
fumas marihuana para volar. ¡Qué
viaje haces!
¿Realidad o ficción? El Club
Perverso existe. No hay fantasía. De
mis letras queda un vacío. Entre
metáforas, ideas revueltas, saltos
imaginarios queda una pregunta...
¿Por qué? Porque soy infeliz.
MARÍA SE REINVENTÓ ESA
NOCHE
María se reinventó esa noche.
Profanó la tumba de su madre a las
tres de la madrugada, hora selecta
por los satánicos para realizar su
Misa Negra.
Olvidó que las mujeres son
delicadas, una brisa puede
lastimarlas, el aleteo de una gaviota,
a María ni soplándole la tumban. El
campo santo estaba vacío, la noche
fue el testigo de su fechoría, se
remangó las mangas de su blusa y
desenterró a su madre, muerta hace
10 años.
Como pudo abrió el ataúd, ni Dios lo
hizo para reclamar aquella alma, ella
sí lo intentó. A sus manos desnudas
les debía la ironía de su acto, sin
miedo aquellos ganchos que
pendían de sus muñecas agarraron
el cadáver levantándolo como res al
matadero.
De sangre al polvo, sueños a la
pesadilla, llanto a la locura. María se
reinventó esa noche, coronó su
hazaña callando a los grillos, por sus
caderas rozó la pelvis de su madre,
causó gracia su actuación, las
calaveras sobre el suelo fueron
severos con ella.
Nada había de malo en el panteón,
sólo desapareció el hueso sacro y la
intimidad de una dama que quiso
nacer otra vez. María se reinventó
esa noche. Profanó la tumba de su
madre a las tres de la madrugada,
hora selecta por los satánicos para
realizar su Misa Negra.
VIVO CON PROSTITUTAS
La vida puede ser como una
prostituta. Un día se nos ofrecerá
acercamos a ella, abrazarla, llenarla
de caricias pero sin enamorarnos.
Después la desechamos, inclinamos
nuestra fe hacia la verdad científica,
probabilidad en los hechos. Nos
gana lo incierto, infortuno el camino
tomado. Maldecimos a la madre sin
culpa, la nos volteó su cara y
exclamo "pUTA mADRE".
A veces me levanto por las noches
pensando que todavía estoy en el
Distrito Federal, en la selva de
concreto, la ciudadela de los
millones de habitantes, el palacio
flotante sobre su nube de esmog.
Me dejo conquistar por la nostalgia,
agradable compañera a cualquier
hora del día, no precisa una
invitación para visitarme, acude a mi
melancolía como las abejas a la
miel.
Por favor no llores si escribes tus
memorias, mejor relájate y cuéntame
cómo te has adaptado otra vez a la
vida diaria, con tu trabajo pesado,
estresante y lleno de sorpresas,
dulce y amargo es el periodismo.
Vaso de adrenalina que se vacía
rápido y lo llenas despacio.
Libretas de taquigrafía. Marca
"Estrella". Corto con espiral.
Contiene 80 hojas. Papel bond de 52
gramos por metro cuadrado.
Atrás de este texto está un librero,
estoy en tu lugar y tus ojos deberían
observar los siguientes títulos que
los míos miran como "Johnny cogió
su fusil" de Dalton Trumbo, "Sobre la
marcha" de Luis Spota, "Historia
verdadera de la conquista de la
Nueva España", de Bernal Díaz del
Castillo, "Lugar común la muerte", de
Tomas Eloy Martínez, "Rayuela" de
Julio Cortazar, "Ernesto Guevara
también conocido como El Che", de
Paco Ignacio Taibo Dos. Más arriba
del librero cunde la oscuridad, quedó
corta la lámpara de pedestal, su
presencia no ilumina más que su
base dorada y largo cuello verde
coronado por un sombrero en forma
de volcán chato.
Un cantante me pide que no llore
esta noche, trae sus pistolas
enfundadas, listas para desnudarlas
y hacerlas gritar. Tiro rosas a sus
pies a fin de no matarme esta noche.
Por ahora me niego a continuar, los
pecados de la luna recién parida
suspiran y aspiran cierta esencia
extraña, néctar de duraznos
carnosos, hablas entre sus pliegues,
derramas jugo azucarado, licor dulce
para dos.
EL DISTRITO FEDERAL Y YO
LA CASA DE LOS GIRASOLES
Alguien me espía en la casa que
habito en el Distrito Federal.
De día, abro la ventana de mi
habitación, asomo la cabeza para
distinguir a las nubes blancas del
esmog. Creo que alguien me mira
cuando amanece soleado, yo no
distingo quién es y lo busco adentro
y afuera de la "Casa de los
girasoles".
Me aprisioné en mi habitación, soy
rehén de mis sospechas e
intuiciones porque no sé contra
quién lucho.
Trato de no pasar mucho tiempo
encerrado, abandono ese cuarto y
recorro un pasillo para llegar a la
cocina, que está en la planta baja de
la casa.
En las escaleras me topo con una
ventana, la casera siempre recorre la
cortina para que entre la luz del sol.
Me asomo también a esa ventana,
para mirar hacia la calle Puerto Real,
y atrás de mí se escuchan ruidos.
Volteo y no hay nadie. Di la espalda
a la ventana porque oí el sonido de
ramas moviéndose, como si alguien
levantara su cabeza entre la maleza.
En ese pasillo no hay ramas, ni
macetas, sólo la planta de girasoles
artificial que descansa sobre una
repisa de madera.
Llegué a la cocina porque tenía sed,
bebí agua hasta saciarme y la hija de
la casera, Noemí, me llamó desde el
comedor.
Antes de llegar al comedor anduve
por un pasillo que tenía colgado un
espejo y un mapa del Distrito
Federal. Salí a la habitación más
grande de la casa, me esperó una
mesa rectangular con diez asientos,
una fuente hecha con piedra de río y
pegada a la pared, además de una
banca de madera que adornaba el
comedor.
Noemí y yo compartimos quince
minutos de plática. Me paré a su
izquierda, con mi pelo sin peinar, de
barba, vistiendo playera negra, short
a cuadros y sandalias. Ella vestida
con camisa blanca de manga larga,
falda negra y medias del mismo
color. Ese día calzó zapatos de
tacón alto, color negro.
Alrededor de la fuente se levanta
una enredadera artificial de
girasoles, la planta trepa hasta el
techo donde reina un traga luz
colándose la cálida presencia del
astro sol.
El comedor se ilumina con natural
efecto, los únicos rincones oscuros
son los cajones mientras se
mantienen en su gaveta, inmóviles
en ese cuarto. Todo permanece
inerte, en su sitio, pero sospecho de
los girasoles.
Las paredes escuchan mis
conversaciones, primero desconfié
de mi casera y de los otros inquilinos
de la casa. Descarté ambas
posibilidades con el paso de los días
porque mi vida era muy aburrida
para ellos.
No alcancé Rosca de Reyes el seis
de enero, un día antes llegué al
Distrito Federal, por conocer la
ciudad no probé el tradicional pan.
Regresé a casa a las ocho de la
noche, de mí andar turístico, y me
encerré en mi habitación.
Mi habitación mide 4 por 5 metros
aproximadamente, entrando por la
puerta a la izquierda está el baño, un
cuarto donde no cabría una estufa y
un refrigerador y mucho menos
entrarían por la pequeña puerta.
Sobre la pared pegada al baño está
el closet, después la ventana. Frente
a este hueco está una cómoda con
un televisor encima, un frigo bar y
una repisa con espejo. Además de
dos camas y en medio un buró con
una lámpara decorada con girasoles.
Cada noche reviso la habitación,
busco cualquier cosa que se vea
sospechosa y parezca objeto de
espías: cámaras y micrófonos
ocultos. Aluciné, huele a girasoles.
Duermo ocho horas
aproximadamente, mi cuerpo
descansó pero mi mente tiene
insomnio... la lámpara sigue sobre el
buró.
A la cuenta van cuatro meses
viviendo en el Distrito Federal, la
"Casa de los girasoles" aún es mi
hogar y creo que las ventanas me
traicionan cuando amanece soleado.
EL DISTRITO FEDERAL Y YO
DESDE EL AIRE TE CONOCÍ
Todavía se mantiene fresco el
recuerdo de mi llegada al Distrito
Federal. Aun me aterra la idea de
subir a un avión para regresar a
Mazatlán, así llegué al DF y volé
encima de sus edificios sombríos,
secos de vida. Los envuelve una
cortina tóxica de gases, como una
manta que les cae desde el cielo
cada día. Sobrevolamos el Castillo
de Chapultepec, el Monumento a los
Niños Héroes, parte de la Avenida
Reforma e incontables edificios
populares cuyo nombre hoy no
recuerdo.
Por fin se descargó el disco de
Ricardo Arjona, son las 23:05 y mis
ánimos regresan con "Pingüinos en
la cama".
Busqué y busqué en internet, ni
siquiera un libro turístico me auxilió,
para conocer la Ciudad de México.
Descubrí a un gigante dormido,
soñoliento pero a veces sonríe y es
egoísta como aquel ser que
describió Oscar Wilde en su cuento
"El gigante egoísta". La historia se
basa en un enorme personaje,
gruñón y sin amigos, su vida cambió
cuando un grupo de niños le enseñó
a vivir plenamente. Nosotros somos
los niños, unos inquietos mexicanos
ajenos al Distrito Federal, queremos
cambiar a los capitalinos, enseñarles
los ánimos de quienes vivimos en el
norte pero su monotonía los hunde
en una pesadez que atrofia
corazones, alma y vida.
Desde el aire conocí al Distrito
Federal, nos encaramos él y yo a las
9:00 horas. No le avisé cuándo
vendría, ni cuáles eran mis motivos
para caminar sobre sus calles.
Abracé el anonimato, me escondí
entre sus barrios y mágicas colonias.
Mi acento sinaloense me delató, era
un mazatleco entre millones de
"chilangos" y la boca del monstruo se
abrió ante mí.
Le conocí muchas voces, a la ciudad
de los pasos superiores. Reconocí la
selva de concreto, me acorralaron
fieras de dos piernas, ojos saltones,
pelo chino sin peinar y morenos
descendientes de los aztecas.
"Míralos nada más, parecen
changos estos chilangos", fue mi
impresión en el aeropuerto
internacional Benito Juárez. A las
9:30 horas, del cinco de enero, ya
tenía mis maletas en mano y
esperaba que alguien pasara por mí
para llegar a mi nueva casa.
La espera no demoró, quise minutos
después la hija de mi casera, Noemí,
legó a la "ALA A" donde arriban los
vuelos nacionales, ahí me saludó y
caminamos hasta el
estacionamiento para movernos a la
Colonia Hipódromo Condesa.
A media mañana, de aquel frío y
nublado lunes de enero, llegué a mi
nuevo hogar, la "Casa de los
girasoles"... Continuará.
PREVIAMENTE
Son las 22:40 horas en el Distrito
Federal. Desde mi computadora
descargo el disco "Adentro", de
Ricardo Arjona para inspirarme en
esta entrada de mi blog.
Escribo sin ánimo. La ciudad me
deprime. Perdió su magia porque ya
no me asombra. Sus millones de
habitantes aceleran su paso, quieren
ganarle al verde del semáforo, a las
puertas que se cierran solas en el
metro, a el microbús que no hace
paradas continuas y al sueldo
quincenal que no rinde, lo
exprimimos hasta sacarle las últimas
gotas: ocho pesos para un torta de
tamal y cinco para un jugo boing.
Vivir al 110 por ciento es la premisa
de los habitantes del Distrito Federal,
no basta ya el 100 por ciento porque
nadie quiere ser mediocre ni llegar
tarde a su trabajo. Y desde enero,
que habito esta metrópoli, reconozco
que Mazatlán no es aburrido, me
gusta, pero disfruto el estrés de una
metrópoli como esta.
EL DISTRITO FEDERAL Y YO
INDOCUMENTADO EN
MONTERREY
Me sentí como un indocumentado en
mi propio país. Con una cobija me
tapé, me dijeron que permaneciera
quieto, sin moverme en la caja
trasera de una camioneta Ranger
color negro de modelo ochentero.
Abajo de la cobija no tenía contacto
con el exterior, mi único escape a
ese claustro era un amigo que tenía
a mi izquierda y una amiga pegada a
él, los tres compartimos ese
momento. Éramos cómplices de un
hecho ilícito y a la vez una tontería
que ocurrió el Viernes Santo, casi a
las 20:00 horas, cuando la
camioneta circuló sobre la carretera
nacional en Monterrey, Nuevo León.
Atravesamos la Avenida Díaz Ordaz
con destino a Saltillo, Coahuila.
Desconozco cómo nos acomodamos
en la caja de la camioneta. Yo obeso
con más de 100 kilogramos encima,
mi amigo un flacucho de 50
kilogramos a lo mucho y la tercera
compañera pesando 45 kilos. El
espacio no era más grande que el
closet de una casa de interés social
de las más baratas y accesibles en
el mercado. Además en el mismo
espacio iba una hielera cargada de
comida, un asador de metal, bolsas
con platos y cubiertos desechables y
tres refrescos de tres litros cada uno.
Con todo eso en la camioneta, la
Policía de Monterrey podía detener
la camioneta, bajarnos a los tres
compañeros que compartimos la
caja y multarnos o arrestarnos
porque no podíamos viajar en ese
sitio. Íbamos sentados, sobre el
suelo de la caja, nadie estaba de pie
o sentado sobre el borde de la
camioneta. ¿Qué estupidez de los
regios? Esto nomas ocurre en
Monterrey.
Era imposible estar cobijado todo el
tiempo, la necesidad de respirar era
más grande. Allá adentro mi nariz
olía aromas corpóreos
desagradables o literalmente te
comías el sudor de tus compañeros.
No podías estirar los brazos o tus
piernas porque tocabas el cuerpo de
la persona que tenías a lado. Mi
única alternativa era rezar porque no
hubiera tráfico y que el conductor de
la camioneta fuera un cafre (que
pisara el acelerador con fuerza) para
salir rápido de Monterrey.
Por 30 minutos mi mundo se limitó a
estar debajo de una cobija, ese era
mi universo color café con bordados
que daban forma a un lobo. Aunque
estaba libre me sentía atrapado,
acorralado por cuatro paredes de
metal sobre una máquina en
movimiento. Compartí el miedo con
dos amigos, el temor a ser
descubierto y tratado como un
extraño en mi propio país.
EL DISTRITO FEDERAL Y YO
LA DULCE VIDA DEL SAZONADO
FEDERAL
El inhóspito Distrito Federal.
Fantasmas que rondan sus calles.
Nombres, adjetivos y sustantivos
entre Delegaciones y Colonias.
Apodos cómodos que caen como
anillo al dedo a quienes lo cargan
sobre sus hombros. Cristales vacíos.
Vasos sin fondo con historias
impresas en sus caras. Tatuajes en
el cielo. Gris. Cielo. Desconocido.
El Distrito Federal es extraño, raro y
atrayente. Su gente se transforma en
elemento de estudio para un
antropólogo porque son seres
cambiantes, a veces irracionales.
Desconocen más allá de las tantas
delegaciones que conforman el
distrito. Monterrey no representa el
norte para ellos, menos Chiapas,
Tabasco, Yucatán. Se encierran en
su centro y no salen de ahí. El
sentimiento de haber sido
conquistados cientos de años atrás
los perturbó.
A los visitantes que llegamos al
"Defectuoso Federal", como es
llamado por muchos foráneos, nos
acoplamos fácilmente al ritmo de
vida. La provincia es tranquila,
nosotros los provincianos
presumimos de inocencia pero en la
capital nuestra alma de vandaliza,
nos amalgamos a esa creatura
extraña, amorfa y nos hacemos uno..
el Homo Chilangus.
Su gastronomía ha salvado a mi
apetito en incontables ocasiones. Me
volví adicto a las tortas de tamal.
Cliente frecuente de puestos de
tacos ubicados afuera de los metros,
abajo de puentes peatonales, sobre
pasos a desnivel, en callejones,
avenidas, camellones, afuera de
tianguis, sobre carritos de mandado,
en canasta, recargado en postes de
luz, arriba de los camiones, en taxi,
metro, metrobus, pecera y en el
cuarto desde donde escribo estas
líneas. Y prepararlos es un arte así
como sus distintos sabores o
pedidos como el taco de PASTOR.
Este es el rey de los tacos en el
Distrito Federal, manda ante todos
ya que casi todas las taquerías lo
ofrecen menos aquellas que se
especializan en platillos regionales.
Es el Rey del Taco porque forma
parte de la dieta diaria de los
chilangos, lo comen niños, adultos,
personas mayores con o sin dientes
pero le entran macizo al taco que lo
acompañan de cebolla, cilantro,
salsa al gusto y limón.
Por ejemplo, hoy a las 21:00 horas y
con menos de 50 pesos en mi bolsillo
tuve que decidir cuál sería mi cena.
Mis opciones fueron
A) Una sopa Maruchan (para
quienes no conocen es una sopa de
fideos instantánea. Se vende dentro
de un vaso de unicel y se prepara
con agua caliente en el microondas
generalmente) acompaña de un
paquete con tres galletas integrales
y un vaso de agua. Total de gasto:
Hasta 30 pesos porque a lo mejor
compraba juguito o refresco.
B) Un hotdog del Seven eleven con
tomate, cebolla, chile jalapeño,
mostaza, mayonesa, cátsup. Una
coca de lata al tiempo (porque tengo
pinche gripa). Gato máximo hasta 25
pesos.
C) Agua en exceso hasta llenarme e
ir incontables veces al baño durante
las horas de sueño que me reviento
en la noche. Total de gasto: Lo que
cueste el jabón para la lavadora si
orino mis boxers porque no alcancé
a correr al baño.
Al final, para mi buena suerte, Dios
se acordó de mí y con infinita gracia
me llevó de la mano hasta una niña.
Una joven de 15 años
aproximadamente (la juzgué por su
físico y atributos en desarrollo, es
decir su intelecto) y frente a ella
había dos vaporeras u ollas grandes.
La primera contenía tamales,
segunda tenía atole y había una
bolsa llena de bolillos.
-Dame una torta de tamal con mole
por favor -De inmediato le pedí a la
niña que me sirviera mi comida.
Pagué 10 pesos (en la mañana
cuestan a 8 pesos afuera del metro
Patriotismo, ahí mismo la compré
pero esa niña es más avara y los
vende más caros) y la primera
mordida me supo a gloria. Volví a ser
estudiambre el 5 de enero que llegué
al Defectuoso Federal. Su comida
insalubre aun no me vence y me
retiraré invicto de sus calles con una
torta de tamal bajo el brazo.
EL DISTRITO FEDERAL Y YO
EMOS DE LA INSURGENTES
Afuera de la estación del Metro
Insurgentes yace una manada de
seres irreales. No sé si llamarlos
hombres o mujeres. Como la
metamorfosis que relató Franz
Kafka, piensan en ser cucarachas de
esta sociedad contaminada. Les
llaman Emos...
En su momento los golpearon,
fueron criticados y odiados por su
forma de vestir, hablar y expresarse
ante el mundo con sus atavíos y
peinados que atentaron contra la
imagen católica conservadora de
México.
Se atrevieron a ser diferentes, ir
contra los preceptos de la cultura
tradicional. Entonces por qué la
represión. Faltó acaso un Gustavo
Díaz Ordaz que designara un
comboy del Ejército para apresarlos
y molerlos a palos. Probablemente
no lo sabremos pero la historia
tiende a repetirse.
Ya distintos medios de
comunicación, filósofos y escritores
han referido que la palabra "Emo" se
deriva de "emoción". Pero qué
emoción expresa este grupo de
individuos. Una señal de depresión y
lástima atraviesa sus vidas.
Caminan errantes en el mundo
escuchando a grupos musicales
emo como Mineral (banda), I would
set myself on fire for you, Indian
Summer entre otros.
La Estación Insurgentes es el nido,
el túnel del tiempo y
transformaciones de estos seres,
salen de su casa vestidos de negro y
su cerebro se amolda a la "Emo"
visión que profesan. Se les detecta
por sus atavíos: Los hombres con
pantalones pegados al cuerpo, quizá
al alto vacío lo que presiona sus
órganos genitales y los vuelve un ser
asexual, hombre y mujer a la vez.
No son payasos, arlequines o
clowns. Sus caras son máscaras con
capas rojas sobre los párpados y
mejillas, otros prefieren el color
morado, negro o blanco casi gris. Es
su identidad, símbolos de guerra
quizá apaches deprimidos porque
mohicanos no podrían ser ya que
necesitarían raparse.
Caminan y se detienen en grupos,
una manada de Emos. No
deambulan solos, jamás. Se integran
para cubrirse las depresiones,
ráfagas de aire que desprenden la
alegría de su alma y secan su
espíritu hasta volverlos lo que son...
Emos.
Una amiga vive cerca de la Estación
Insurgentes, le pregunté ¿Son los
Emos violentos? Ella respondió que
no. Otro amigo me advirtió "No
utilices la estación Insurgentes, ahí
te asaltan los jotos". Hay muchos
gays en esa zona. Todavía no
conozco la Zona Rosa pero creo que
los Emos no se atreven a frecuentar
esos puntos. Su ánimo caído es
sedentario, los pasos se detienen,
no andan más en las calles porque
se quedaron en la Estación
Insurgentes.
EL DISTRITO FEDERAL Y YO
TLATELOLCO
A nadie le importó desde que punto
admiró aquel instante del 2 de
Octubre cuando Tlatelolco se bañó
en sangre. Sólo corrieron en
direcciones distintas. Instinto de
supervivencia, derechos de los
estudiantes. Represión. Rompen
cadenas. Hay manifestaciones.
Llegan francotiradores. Hay varios
edificios que colindan con la Plaza
de las Tres Culturas, por ejemplo
esta vista se fotografió desde el 12
piso. Desde la explanada los
estudiantes corrían despavoridos
tapándose sus cabezas por el roce
de las balas. Arriba había águilas sin
plumas, uniforme camuflajeado y
vista certera para disparar su arma
de fuego. En esta azotea se
accionaron armas que fueron
disparadas en picada inclinada
contra el cuerpo de estudiantes.
Porque los niños se convirtieron en
hombres cuando sus cuerpos
cayeron. A los ojos de los soldados
eran iguales. Tenían 15 años de
edad. A Rosendo le tocó vivir esa
historia. Nadie lo conoció mejor que
sus amigos. Hoy lo recuerdan a
cuatro décadas de su desaparición.
Nosotros seguimos vivos.
Respiramos. Miramos atrás más no
entendemos qué ocurrió porque nos
vendieron una historia digerida. Que
la sometieron a filtros. Yo no sé si era
Rosendo. Encontré su nombre
tallado en piedra. Iluminado por el
astro sol. Los relieves de sus
sombras se transforman en capas
oscuras, duelo y sangre que invisible
pasó años y años sin dejarse ver.
Manchones rojos no hay. Tampoco
cuerpos que llorar, tus recuerdos
vagos Nana María te sacan lágrimas
de los ojos porque tu hijo se las llevó
todas en una noche de llanto.
EL DISTRITO FEDERAL Y YO
LA COCINA Y ROPA SUCIA
De paso escucho a Julieta Venegas,
"el presente", estoy en un pasillo que
antecede a la cocina. Sobre una silla
cuyo frente colinda con dos
esculturas en forma de cisne y su
base sostiene una tabla de vidrio.
Ese acordeón tan jocoso de Julieta
me gusta, me anima ajajaja. Aquí en
la cocina no estoy solo, decenas de
objetos impresos o hechos en forma
de girasol me rodean. Es la manía de
mi casera.
Por cierto, hay una mujer lavando
trastes, es una de las inquilinas.
Seria. Pocas palabras y otras cosas
que se cuentan por menos. Ella cree
que no la escucho cantar pero sí.
Mientras lava los trastes ella lleva el
ritmo con sus pies. "EL PRESENTE
ES LO ÚNICO QUE TENGO, ES LO
ÚNICO QUE HAY".
Llega una segunda persona, al
parecer la "cha cha" o sirvienta no sé
cómo las nombren en otros países,
afanadoras, mucamas, entre otras.
"SERÁ QUE HAY ALGO MÁS QUE
A SIMPLE VISTA NO SE VE", Esa
pinche rola de Julieta Venegas
también me gusta ajajaja. INGUESU
La morrita esta se parece a Julieta
Venegas, obvio la inquilina y no la
"cha cha".
Ya me quedé sólo en la cocina,
ambas mujeres se fueron mientras
sigo escribiendo este blog. Hoy hice
mis anotaciones temprano porque
debo lavar ropa sucia. Es una tarea
sólo de mujeres pero ni modo un
hombre tiene que entrarle a este
pinche pique también.
Ósea las lavanderías por aquí
cuestan un huevo y la mitad de otro,
casi 50 pesos. Amigos es Hipódromo
Condesa donde vivimos, tenemos
lujos pero nos ahorcamos porque
todo es muy fresa.
EL DISTRITO FEDERAL Y YO
TERTULIA
La tertulia compromete secretos.
Envuelve anécdotas. Sinceridad que
obliga. Palabras mudas. Voces
ajenas. Típicos momentos.
Canciones de crisis sin prisa.
Camaradería. Cuatro paredes. Dos
par de amigos. Cerveza indio y
modelo.
¿Qué te obliga a escuchar sus
comentarios? Porque a veces
necesitas asimilar tu vida y si la
comparas te vuelves otro, no
diferente pero sí te quieres decir "hey
tenemos algo en común".
Hablamos de los padres, las
relaciones familiares. Paco Stanley
recitando POEMA AL PADRE. YOU
TUBE lo puede todo.
UNOs idolatran la figura paterna,
otros la odian, se cobijan en la madre
bajo sus faldas. "LES HACEMOS
JUSTICIA CON NUESTRA PROPIA
VIDA", al padre.
Buscamos respuesta en los
pantalones rotos. Nos fijamos que
las bolsas están cosidas.
Escuchamos "PERDEDOR" de
Intocable. CABRÓN DUELE.
SON SENTIMIENTOS QUE NACEN
Y MUEREN.
EL DISTRITO FEDERAL Y YO
¿PACÍFICO, INDIO O PULQUE?
Para un mazatleco es difícil
despegarse de la cerveza pacífico.
Llegas al distrito federal y te
preguntas ¿qué toman los
chilangos?
Pero antes de responder esta
inquietud, ellos beben más no
pistean. En Mazatlán pistear es
pistear, jalar agua, ingerir cebada
fermentada, seguir los designios de
Dionisios ---EL DIOS GRIEGO DEL
VINO--- quien te dice: "Estaciona tu
carro afuera de la casa de tu
camarada. Prende el estéreo y de
cajón pon un disco de la Arrolladora
Banda El Limón. Arrímate la hielera
hasta la madre de botes de chela
Modelo. Tu aguachile y unas
morritas.
Y los chilangos tiene su pinche
pulque baboso. Aunque ya usé la
palabra "pinche" en tono despectivo,
el término "baboso" es todo lo
contrario porque esta bebida sí es
babosa.
En otros sitios le llaman "Curado
de..." algún ingrediente. A mí me
gusta el sabor guayaba por ejemplo.
Otros lo piden de chico zapote,
aguacate, mamada y media y yo no
mames. De por sí la boca te huele a
"damier" después de beberlo y ese
olor dura más de tres días.
LOS MAZATLECOS BEBEMOS
PACÍFICO Y PUNTO. MODELO
TAMBIÉN PERO LA PACÍFICO
RIFA. Los chilangos se inclinan por
la cerveza Indio, Sol, Dos Equis,
Moctezuma o no sé qué diablos pero
ellos desconocen la grandeza de la
Pacífico. Hoy mis ánimos de escribir
son vagos, la descripción es torpe.
Yo tengo hueva.
EL DISTRITO FEDERAL Y YO
TAQUERÍA KALIMAN
De pronto me di cuenta que había
roto mi propósito.
TIPO 1: ¿No tienen hambrita?
TIPO 2 y TIPO 3: Pues sí guey. ¿Tú
qué recomiendas aquí por la
Condesa?
TIPO 1: Psss yo soy de tacos
cabrón. Los voy a llevar a unos
pinches tacos que están de no
pinches mames guey. ¡HORA
MÚEVETE PUTA VERGA! (El tipo 1
grita y presiona el claxon de su
automóvil para que otro vehículo,
frente al suyo, se mueve. Conduce
sobre Avenida Paseo de la Reforma,
pasando Lomas de Santa Fe).
Llevaba cuatro días comiendo
alimentos saludables para mi
organismo y valí madre ajajaja la
tentación provocó esto.
Hoy escribiré poco porque ya es
noche y debo dormir...
EL DISTRITO FEDERAL Y YO
HOMO CHILANGUS
Homo: hombre
Chilangus: ser extraño, arizco,
ignorante, pésimo para orientar e
incha huevos por su tonito de voz.
Ni la antropología puede explicar
cómo estos personajes viven a sus
anchas entre las calles del Distrito
Federal. Porque es un nido de
hormigas coloradas que nomás
buscar morderte.
Escucho Smoke on the water, de
Deep Purple, además de
Thunderstruck de AC/DC para
inspirar estas páginas.
El itinerario de hoy fue visitar la Plaza
de las Tres Culturas en Tlatelolco.
Es impresionante la carga de
energía que sentí ahí. Vibras
pesadas y amargas por los muertos.
Vibras alérgicas por los reclamos y
gritos de miles de estudiantes que
pugnaron por libertad. Ni una paloma
blanca voló sobre nosotros, nada
más los susurros de dolor, llantos
interminables y plagas de ira.
Después pasamos a la planta alta de
un edificio ubicado frente a la plaza.
El piso 12. Perspectiva de
francotirador. Cortaron cartuchos.
Jalaron gatillos. Cayeron cuerpos.
Ahí soldados. Allá estudiantes sin
vida. Moribundos. Carroña.
Highway to hell, AC/DC, con esta
rola me tranquilizo. Espanto los
espíritus marismeños mazatlecos
del periódico que me tiene
contratado. Por un llamado a celular
me Enviaron a una dependencia a
sacar x información... SIN
COMENTARIOS.
Inevitable porque no escapas del
trabajo, las ataduras quieren
prenderte ahí pero vale madre hay
que sacarles la vuelta y cumplir, en
pocas palabras dar resultados
posibles y lógicos porque trasladarse
desde Tlatelolco a la delegación
Benito Juárea y de ahí al Aeropuerto
ESTÁ PUTIADÍSIMO PORQUE ES
AGARRAR METRO, PECERA Y
CAMIÓN NO MAMES.
México es caminar, caminar,
caminar, caminar, caminar, caminar,
caminar, caminar, caminar, caminar,
caminar, caminar, caminar, caminar,
caminar, caminar, caminar, caminar,
caminar, caminar, caminar, caminar,
caminar, caminar, caminar, caminar,
caminar, caminar, caminar,
ALGO MÁS?
EL DISTRITO FEDERAL Y YO
EL ZÓCALO APESTA
Qué insignificante es el zócalo. Un
cuadro de loza nada más. Su gloria
está relegada a que ciudadanos
extranjeros pisen ese animal plano.
Estaba parado sobre la nada, a las
12:30 horas y me rodearon flashes
DE HISTORIA. Etnias. Conquista.
Evangelización. Virreyes. Abajo
pirámides. Alzan edificios de piedra
oscura. Independencia. Estados
Unidos. Guerra de pasteles.
Porfiriato. Revolución. Cristeros. 68.
México 70 y 85. Sismo. Abajo el PRI.
Y todo eso pensé cuando estaba de
pie sobre la plancha inmóvil del
Zócalo.
Alrededor de ese gran cuadro está la
historia. Con ánimos de turista la
descubrí, me empapé de esos
edificios que para mí eran como una
fuente que me ahogaban con su
grandeza. Y los habitantes del
Distrito Federal se pierden solos. No
saben orientar a alguien cuando lo
requiere porque su brújula se limita a
las calles cercanas a su casa y
trabajo. QUÉ MIERDA DE
PERSONAS.
LO olvidé, es seis de enero. DÍA DE
REYES Y LO FESTEJÉ TOMANDO
CERVEZA INDIO EN MI CUARTO,
COMIENDO ROSCA DE REYES Y
ESCUCHANDO A "ROCKdrigo"
González. Pasé por el Metro
Balderas y me quité el sombrero
cuando recordé aquel tema musical
"Estación del Metro Balderas".
CAmbié la melodía. Yer Blues. The
Dirty Mac interpretó. Así como es el
blues yo me despido. No sigue una
línea musical sino es pura
inspiración y brazo suelto de
improvisación
¿QUÉ TIENE MÉXICO? Un chingo
de calles, avenidas, ejes viales, vías
alternas. Muchos, demasiados,
hasta las manitas, para arrojar al
cielo, atáscate, hasta la madre, un
verguero, puta madre, lo que sobran
son CHILANGOS.
A huevo no puedes evitar reírte
cuando los escuchas hablar. El
clásico "bara bara" se cuela en mis
oídos y me provoca risas. Además
todos los chilangos como que fueron
hechos con el mismo molde porque
están idénticos.
Chingón frente al Zócalo la raza
Punk, Emo, Darketos, Indies,
Roqueros, de tocho morocho.
Para concluir esta página del diario...
EL ZÓCALO APESTA PERO ESTÁ
RODEADO DE RIQUEZAS.
EL DISTRITO FEDERAL Y YO
YO NO SOY DANTE
A 11 mil metros la tierra era distante.
La altura me dejó intimidar con las
nubes. Descubrí que el cielo es azul
y entre sus gases me desvanecí,
precipitándome otra vez a tierra.
Es el primer vuelo a México City, una
experiencia úniCa desde el hecho de
desprenderse del suelo y volar
desde Mazatlán hasta esta tierra
multicultural.
Dejé la Perla del Pacífico para
estudiar en la Ibero, será un
semestre interesante. Hundiré la
nariz a los libros otra vez, me
ahogaré en sus letras hasta llegar al
abismo que se forma entre los
pliegues de las páginas.
Total, México City es un troglodita de
acero y concreto. Torres se levantan
entre edificios condominales
Infonavit Style. Sus ciudadanos
corren pavorosos como hormigas
huyéndole al fuego de un cerillo. El
stress los persigue y yo me río de
ellos.
Comienzo a mordisquear la ciudad,
sus orillas son quebradizas como la
corteza de un pay. El centro es
caliente porque ese relleno hierve
incesantemente.
A lo lejos por periférico Viaducto se
abren los caminos, estuvieron
cerrados hasta que llegué. Sobre mi
cabeza vuelan pájaros de metal
blanco. Escucho su graznido con
extra de turbosina.
México CITY eres el infierno. Yo no
soy Dante, tampoco Fausto. Nada
más un mortal que ayer no encontró
rastro de smog cuando contempló el
cielo azul del Distrito Federal.
EL DISTRITO FEDERAL Y YO
MERCEDES ¡ERES UNA MIERDA!
Hoy escribiré lo que siento. Siempre
lo hago. Aquí voy...
Mercedes, gracias por hacerme
sentir como mierda. Necesité que
otra persona mierda, como tú, lo
hiciera.
Libertad de expresión, mercedes hay
muchas, pero nada más una
quebrantó mi espíritu.
Nos limitamos porque el coraje se
queda adentro de nuestro cuerpo.
Coloqué una cinta invisible en mi
boca para no agredir verbalmente a
una mujer. Me callé, aparecieron los
principios éticos y morales que cargo
y me hacen pensar "No le digas
nada, las cosas así pasarían,
tranquilo, habrá más oportunidades".
Por una vez no escuché a la odiosa
voz interior que llamamos
"consciencia" y escribí "Mercedes
eres una mierda" en mi MSN Y
BLOG.
Según el Diccionario de la Lengua
Española, la palabra consciencia
tiene los siguientes significados:
1.- "Conocimiento inmediato que el
sujeto tiene de sí mismo, de sus
actos y reflexiones".
¿Cuál fue mi acto? Salir con una
muchacha llamada Mercedes. Hace
tres semanas intentamos salir pero
me dejó plantado. Hace días me
invitó al Chopo (mercado cultural)
pero yo no podía porque estaba en
cursos. Ese mismo día, sábado, le
llamé para invitarla al cine, ella
aceptó y nos citamos afuera del
Metro Mixcoac a las 16:00 horas del
domingo 19 de abril. Ella no llegó y
se excusó que estaba muy lejos. Yo
recibí su mensaje en mi cel cuando
ya la esperaba afuera del metro.
3. f. Capacidad de los seres
humanos de verse y reconocerse a
sí mismos y de juzgar sobre esa
visión y reconocimiento
"Reconozco que mi brazo izquierdo
me duele, tenía mucho rato sin sentir
ese dolor que va desde el hombro
hasta los dedos de mi mano. No
desaparece la molestia. Comí y el
dolor continúa. Si muero a causa de
un infarto será impactante mientras
no ocurra cuando yo esté en el baño.
Prefiero sentir ese dolor, un dolor
natural del corazón y no el dolor que
me causa una mujer, una pérdida,
una mala experiencia, un
rompimiento, una separación, una
nota mala en la escuela, una
borrachera, una pelea, una
desconfianza, una mala racha, una
desilusión, una amiga, un amigo, un
padre, un primo, un hermano, una
madre, un tío, un profesor, un
colega, un mundo llamado tierra tan
raro y único que el mismo Carl
Sagan lo nombró "The pale blue dot"
o el pálido punto azul.
El coraje tiene que pasar, no puedo
estar así para siempre. Abandoné mi
guardia en el Metro Mixcoax a las
16:20 horas y acudí a un restaurante
de comida rápida, Kentucky Fried
Chicken y llené mi corazón con
colesterol. Es mejor a llenarlo con ira
y pensamientos negativos.
Otros lo enfrían comiendo nieve,
también lo hice. Caminar es bueno
para andarte sobre tus propios
pasos y comprobar que cada pisada
es irregular. Gritar te ayuda a que
otros te escuchen, se sorprenden y
dicen "Ese tío está vivo". Escribir es
elemental, así saco lo que no
expreso con mi boca, de viva voz
jamás diré "Mercedes eres una
mierda" porque disfruto más cuando
lo leo.
En el 2009 hubo un destape en mi vida…
Descubrí que escribir duele porque entre cada tecleo hervía la herida de mi
corazón, una llaga inquietante por cada anécdota, vivencia, momento y
desinterés por ser feliz que me motivaba a la destrucción.
Escribir duele porque son los demonios quienes se abrían paso sobre las
páginas y marejadas de palabras.
Lo malo tundía con esmero a los pocos racimos de esperanza que sin esfuerzo
cosechaba.
Aclaro que el material aquí publicado fue seleccionado con un interés:
desmarcar lo bueno del dolor, purgar la alegría de la miseria y poder sentir la
agonía de quien escribió estos textos.

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Cuando Escribir Duele

  • 3. ACERCA DE LA OBRA En el 2009 hubo un destape en mi vida… descubrí que escribir duele porque entre cada tecleo hervía la herida de mi corazón, una llaga inquietante por cada anécdota, vivencia, momento y desinterés por ser feliz que me motivaba a la destrucción. Escribir duele porque son los demonios quienes se abrían paso sobre las páginas y marejadas de palabras. Lo malo tundía con esmero a los pocos racimos de esperanza que sin esfuerzo cosechaba. Aclaro que el material aquí publicado fue seleccionado con un interés: desmarcar lo bueno del dolor, purgar la alegría de la miseria y poder sentir la agonía de quien escribió estos textos. ¿Por qué escribir de la tristeza y no la felicidad? Porque durante el 2009
  • 4. no hubo razones para ser feliz. Siempre había un estigma, un cliché, un bache que llenaba las calles de mi vida. No tenía pavimento firme por donde caminar, ya de chapopote están llenas las calles y con lágrimas las adorné. La redacción de la obra está basada en tecleos joviales, decidí respetar el uso alternado de palabras mayúsculas y minúsculas, así como términos coloquiales de los chavos. En su momento, José Agustín revolucionó la literatura en México con su obra cumbre “La Tumba”, no pretendo escribir como él pero sí me siento influenciado por sus libros. De ante mano, pido una disculpa si alguien se siente ofendido por lo que escribí. Estas eran mis reacciones ante la vida que llevaba y descargaba mi furia a través de la escritura.
  • 5. Disfruten la lectura y si se deprimen es porque pasaron por algo igual. Si no se ponen tristes es porque ustedes son más felices que yo.
  • 6. ACERCA DEL AUTOR Mi acta de nacimiento dice que nací en Mazatlán, Sinaloa, México el 5 de octubre de 1982. Samuel Parra Rodríguez y María Antonieta Sánchez Sánchez me registraron como su hijo legítimo donde no hubo cuna por cuna, mamila por mamila, todo fue legal a los ojos de Dios y el Juez Civil. De niño tuve una infancia fugaz porque mi mamá me metía a la casa a las 7 de la noche mientras mis amiguitos seguían jugando. En esos momentos de soledad obligatoria descubrí mi pasión por los comics, comencé a dibujar monitos creando historias fantásticas desde las 9 hasta los 24 años. En ese inter la literatura tocó a mis puertas con una estampida de deseos sexuales que todo joven tiene después de los 21 años. Sí, llegué tarde a la repartición de condones y pláticas de sexualidad pero el maestro José
  • 7. Agustín con su libro “Dos Horas de Sol” y el buen Charles Bukowski con “Mujeres” respondieron a mis preguntas más inquietantes -¿Por qué nací?- y -¿Si ya nací qué hago? A mis 33 años de edad trabajo como Community Manager en la agencia automotriz Nissan Vamsa Mazatlán. Trabajo como Dircom out sourcing para líderes de opinión desde el 2012 hasta a la fecha. Escribí el libro “En la piel de un adicto” cuya trama se basa en los trastornos de conducta alimenticia que padezco como Comedor Obsesivo Compulsivo y bulímico; escrito como novela narro la niñez de un niño obeso mientras lucha contra el bullyng de su enfermedad. Colaboro con el suplemento cultural Astillero, de editorial Noroeste, donde publico textos de distintos géneros editoriales como reportajes, crónicas y entrevistas. Periodista desde el
  • 8. 2001, hoy freelance y vendo pancita los domingos.
  • 9. ENTRE HORMIGAS, COLIBRÍES Y UNA DAMA Decidí escribir sobre hormigas y colibríes. Piquitos rojos, alas pequeñitas. Ojos mirones, antenas sensibles. Así describo mis emociones, aletean como viento huracanado, avanzan en trote presuroso cargando más peso mientras la consciencia tambalea a nivel del suelo. ¿Día o noche? Contraste. Muchos puntos negros sobre una pared amarilla. En movimiento andan hacia el cielo, vía vertical, cúpula celeste y abajo cientos de cabezas tan pequeñas como la punta de un alfiler. Iban siete hormigas cargando un inserto sin vida. ¿Almuerzo? ¿Trofeo? No lo sé. Este insecto carga cuatro veces su peso, otros dicen que cincuenta. ¿Alguien les ha
  • 10. preguntado? Como el trovador oriundo de Cuba, Alejandro García "Virulo" que conoció a un colibrí", en mi caso gané la amistad de una dama, amante de la naturaleza. Hablaba con las plantas, ramera sociable y no sexual sino de ramas, hierbas, pétalos, botones y raíces. Título digno a la fémina, que si Afrodita era la diosa griega de la belleza, cuya labia era sábila, sílaba, labia, lascivia, otra anécdota de la señora Ramos que contaré después. No me gusta platicar con colibríes, apenas entabló un diálogo y se marchan, adiós o hasta luego no existen sólo exhiben su pico presumiendo virilidad y rastros de polen. Prefiero las migajas de pan, porciones pequeñas, amigas miles, ellas son hormigas. De género "la" pero sexo masculino y femenino; reinas, obreras y soldados. Días de
  • 11. sombrillas, a la voz de Fernando Delgadillo. Entienden lo que digo, detengo mis pies, estoy a su altura, somos iguales, destapo la "chómpira" quitándome el sombrero como ellas sin paliacate entre sus antenas, aguerridas, duras para cansarse y aire falta para seguirles el ritmo, cansancio a mis músculos, mente sobre materia. "¡Hey deténganse les digo!" La vida es igual, no espera a nadie, quedas a la orilla del camino si bajas el ritmo. Hacía tiempo sin escribir sobre las páginas virtuales de "La Gacha Manzana X". Pensándolo bien, hacía tiempo sin escribir sobre una decisión que tomé. ¿Qué tan importante es mantener una amistad? Por un lado, las hormigas son pequeñas, muchas y muerden, mientras que los colibríes desayunan, comen y cenan volando porque el tiempo "vuela" cuando uno
  • 12. se divierte. No encajaba con los colibríes, menos con las hormigas. "Quiero aprender de ti, por eso me metí a tu blog, mejor sigamos siendo amigos y ya no seas sangrón conmigo", eso me dijo una damita. Justa razón tenía. Me comporté como una hormiga, cargando mucho peso encima sin prestar atención a lo sensible de mis antenas. Pecado del colibrí: decisiones rápidas, vida acelerada, no hay tiempo para pensar sólo picar y polinizar. Hace mucho alguien me habló de Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga , alías "Gabriela Mistral" (poetiza chilena y ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1945) me recomendó leer su poema "Adiós", según quien me recomendó a la escritora tengo un estilo similar al usar contrastes, por ejemplo ella escribió esto:
  • 13. "Para que ninguno, ni hombre ni dios, nos llame partidos como luna y sol; para que ni roca ni viento errador, ni río con vado ni árbol sombreador, aprendan y digan mentira o error del Sur y del Norte, del uno y del dos!". ¿Verdad o mentira? No lo sé. Reconozco que cada letrado asume un estilo venido en años pero escribir como un Gabriel García Márquez no lo creo, sólo uno. Se llama Gabriela. La dama quien me pidió no ser sangrón ni patán. Intenté alejarme de su vida, no pude, evitar ser dañado, no pude. Corrí el riesgo, apuesto a su cariño, su
  • 14. amistad, todo. Soy amigo de hormigas y colibríes, nada más. Todavía falta tiempo para que parta de este plano terrenal, de momento, conviviré con los humanos, mi raza de nacimiento, mientras que las alas pequeñitas y ojos mirones no me lleven a su lado.
  • 15. FANTASMAS DEL CÁNCER ¿Puede una revista de espectáculos espantar a los fantasmas del cáncer? Es una enfermedad silenciosa, Amalia nunca escuchó los pasos del ladrón de salud que invadió su cuerpo. Como todo gran golpe lo planeó cauteloso, el momento oportuno llegaría. Un descuido de Amalia fueron segundos de ventaja, allá iba el cáncer, hacia la matriz de esta mazatleca. El oncólogo que atendió a Amalia sabía a qué se enfrentaba. Los expertos lo describen como un enemigo público, peligroso, hace miles de copias de sí mismo, cuando termina deja un tumor, apenas es el comienzo.
  • 16. Y rápidamente va moviéndose entre países, saltando fronteras, evadiendo puntos de vigilancia y migración. Carece de pasaporte o lugar de nacimiento, se rige por el cuarto signo zodiacal y tiene visa universal. Muchos organismos internacionales de salud lo tienen fichado, la Sociedad Americana del Cáncer reveló que en el mundo murieron 7.6 millones de personas durante el 2007... Amalia no quiere ser una estadística. La joven afectada no pierde su tiempo, cada minuto le cuesta un día de vida. Ese valor desaparece, fugaz como los segundos mientras ella espera su turno, en la sala de urgencias de la Clínica 03 del Seguro Social. Las paredes azules encierran un vacío de ansiedad. Hay más
  • 17. pacientes de pie que bancas ya ocupadas, aparte de miedo se siente calor, trabaja a marcha forzada el aire acondicionado. Sin moverse de su silla Amalia viajó a lugares que sólo ella conoce, por un momento esa revista de espectáculos espantó a los fantasmas del cáncer. Pudo fugarse hacia la libertad, atrás dejó los olores a medicina. Voló con dirección al cielo, abajo se quedó la farmacia carente de medicamentos, los pacientes que dudan si ese día saldrán de la clínica caminando o en camilla. Amalia tomó quizá la mejor decisión, abandonó el edificio repleto de trámites y burocracia. Sus manos se convirtieron en alas para planear hasta que se cansara. De pronto, regresó a la realidad, nunca se fue de la sala de espera.
  • 18. Olvidó la revista de espectáculos durante su viaje. Se quedó en su bolsa color negro, decorada con piedras brillantes y diamantinas. Amalia la sacó de ahí, decidió hojearla como si fuera la primera vez. A la mitad de la revista detuvo su lectura. La secretaría del médico familiar la buscó gritando su nombre, "¿Amalia?", la paciente respondió. Todavía no era mi turno para pasar, faltaban tres pacientes. No me percaté a qué hora salió Amalia del consultorio familiar. La banca se quedó sola, también su revista. PD. TIENES TU RESPUESTA GABRIELA. GRACIAS POR LA INSPIRACIÓN.
  • 19. UN CLUB PERVERSO Los miembros de un club perverso convencieron a los incrédulos de unírseles. Había cinco oyentes, apartados de la reunión, entre botellas de cerveza, limones sin vida ni jugo, saleros a la deriva bajo luces multicolores, los adictos se presentaron: cerveza, cigarro, pereza, rutina, lujuria y gula. Escucho Arctic Monkeys, un grupo de rock indie británico. Hace 24 horas aproximadamente ardió el Mercado Municipal José María Pino Suárez, las llamas casi consumieron al gigante de hierro, dejándole una cicatriz imborrable. A diferencia del gigante egoísta, que describió Oscar Wilde en su cuente, el coloso mazatleco sobrevivió a la desgracia. Quizá un atentado, probablemente una mala racha de copas, culpan a
  • 20. los cables eléctricos. Mejor el universo hace sus averiguaciones, déjenlo a la suerte. Un club perverso me reclutó, a cambio abandoné mi trabajo. Renuncié a nueve años de conocimientos, el tramo de una jubilación caminada diría un amigo escritor, los mozos nueve años que dediqué ya son historia, siempre lo fueron, ayer agregué nostalgia. La candidatura es fácil, el club perverso admite a quien sea. Acepta tu compromiso, abandona todo lo que tienes, sin mirar atrás, no llores ahora porque después necesitarás esas lágrimas. Abraza al día siguiente, rechaza el destino porque es sostén de los ignorantes. Todos vivimos en un club perverso. Habemos quienes tomamos cerveza Tecate Light, Indio y Pacífico. Otros prefieren la marca Modelo, XX
  • 21. Lager, Budwiser, Heinekan y entre otras. Los apasionados de la literatura tienen su club de lectura, los neuróticos se suman en un gremio interesante. Imagínense en una reunión de neuróticos anónimos. Alguien trae un arma y mata a un miembro del grupo. ¿Los presentes conservarán la calma? ¿Cuántos intentarán detener al agresor? ¿Cuántas balas tiene el arma? ¿Tendrá buena puntería el victimario? ¿Los neuróticos perderán la cordura? ¿Quién es quién? Salirse del Club Perverso es ilógico. La membresía expira cuando mueres. Las regalías vienen impresas en tu piel, lo inhalas a cada momento, te inyectas adrenalina y fumas marihuana para volar. ¡Qué viaje haces!
  • 22. ¿Realidad o ficción? El Club Perverso existe. No hay fantasía. De mis letras queda un vacío. Entre metáforas, ideas revueltas, saltos imaginarios queda una pregunta... ¿Por qué? Porque soy infeliz.
  • 23. MARÍA SE REINVENTÓ ESA NOCHE María se reinventó esa noche. Profanó la tumba de su madre a las tres de la madrugada, hora selecta por los satánicos para realizar su Misa Negra. Olvidó que las mujeres son delicadas, una brisa puede lastimarlas, el aleteo de una gaviota, a María ni soplándole la tumban. El campo santo estaba vacío, la noche fue el testigo de su fechoría, se remangó las mangas de su blusa y desenterró a su madre, muerta hace 10 años. Como pudo abrió el ataúd, ni Dios lo hizo para reclamar aquella alma, ella sí lo intentó. A sus manos desnudas les debía la ironía de su acto, sin miedo aquellos ganchos que
  • 24. pendían de sus muñecas agarraron el cadáver levantándolo como res al matadero. De sangre al polvo, sueños a la pesadilla, llanto a la locura. María se reinventó esa noche, coronó su hazaña callando a los grillos, por sus caderas rozó la pelvis de su madre, causó gracia su actuación, las calaveras sobre el suelo fueron severos con ella. Nada había de malo en el panteón, sólo desapareció el hueso sacro y la intimidad de una dama que quiso nacer otra vez. María se reinventó esa noche. Profanó la tumba de su madre a las tres de la madrugada, hora selecta por los satánicos para realizar su Misa Negra.
  • 25. VIVO CON PROSTITUTAS La vida puede ser como una prostituta. Un día se nos ofrecerá acercamos a ella, abrazarla, llenarla de caricias pero sin enamorarnos. Después la desechamos, inclinamos nuestra fe hacia la verdad científica, probabilidad en los hechos. Nos gana lo incierto, infortuno el camino tomado. Maldecimos a la madre sin culpa, la nos volteó su cara y exclamo "pUTA mADRE". A veces me levanto por las noches pensando que todavía estoy en el Distrito Federal, en la selva de concreto, la ciudadela de los millones de habitantes, el palacio flotante sobre su nube de esmog. Me dejo conquistar por la nostalgia, agradable compañera a cualquier hora del día, no precisa una
  • 26. invitación para visitarme, acude a mi melancolía como las abejas a la miel. Por favor no llores si escribes tus memorias, mejor relájate y cuéntame cómo te has adaptado otra vez a la vida diaria, con tu trabajo pesado, estresante y lleno de sorpresas, dulce y amargo es el periodismo. Vaso de adrenalina que se vacía rápido y lo llenas despacio. Libretas de taquigrafía. Marca "Estrella". Corto con espiral. Contiene 80 hojas. Papel bond de 52 gramos por metro cuadrado. Atrás de este texto está un librero, estoy en tu lugar y tus ojos deberían observar los siguientes títulos que los míos miran como "Johnny cogió su fusil" de Dalton Trumbo, "Sobre la marcha" de Luis Spota, "Historia verdadera de la conquista de la Nueva España", de Bernal Díaz del
  • 27. Castillo, "Lugar común la muerte", de Tomas Eloy Martínez, "Rayuela" de Julio Cortazar, "Ernesto Guevara también conocido como El Che", de Paco Ignacio Taibo Dos. Más arriba del librero cunde la oscuridad, quedó corta la lámpara de pedestal, su presencia no ilumina más que su base dorada y largo cuello verde coronado por un sombrero en forma de volcán chato. Un cantante me pide que no llore esta noche, trae sus pistolas enfundadas, listas para desnudarlas y hacerlas gritar. Tiro rosas a sus pies a fin de no matarme esta noche. Por ahora me niego a continuar, los pecados de la luna recién parida suspiran y aspiran cierta esencia extraña, néctar de duraznos carnosos, hablas entre sus pliegues, derramas jugo azucarado, licor dulce para dos.
  • 28. EL DISTRITO FEDERAL Y YO LA CASA DE LOS GIRASOLES Alguien me espía en la casa que habito en el Distrito Federal. De día, abro la ventana de mi habitación, asomo la cabeza para distinguir a las nubes blancas del esmog. Creo que alguien me mira cuando amanece soleado, yo no distingo quién es y lo busco adentro y afuera de la "Casa de los girasoles". Me aprisioné en mi habitación, soy rehén de mis sospechas e intuiciones porque no sé contra quién lucho. Trato de no pasar mucho tiempo encerrado, abandono ese cuarto y recorro un pasillo para llegar a la cocina, que está en la planta baja de la casa.
  • 29. En las escaleras me topo con una ventana, la casera siempre recorre la cortina para que entre la luz del sol. Me asomo también a esa ventana, para mirar hacia la calle Puerto Real, y atrás de mí se escuchan ruidos. Volteo y no hay nadie. Di la espalda a la ventana porque oí el sonido de ramas moviéndose, como si alguien levantara su cabeza entre la maleza. En ese pasillo no hay ramas, ni macetas, sólo la planta de girasoles artificial que descansa sobre una repisa de madera. Llegué a la cocina porque tenía sed, bebí agua hasta saciarme y la hija de la casera, Noemí, me llamó desde el comedor. Antes de llegar al comedor anduve por un pasillo que tenía colgado un espejo y un mapa del Distrito Federal. Salí a la habitación más
  • 30. grande de la casa, me esperó una mesa rectangular con diez asientos, una fuente hecha con piedra de río y pegada a la pared, además de una banca de madera que adornaba el comedor. Noemí y yo compartimos quince minutos de plática. Me paré a su izquierda, con mi pelo sin peinar, de barba, vistiendo playera negra, short a cuadros y sandalias. Ella vestida con camisa blanca de manga larga, falda negra y medias del mismo color. Ese día calzó zapatos de tacón alto, color negro. Alrededor de la fuente se levanta una enredadera artificial de girasoles, la planta trepa hasta el techo donde reina un traga luz colándose la cálida presencia del astro sol. El comedor se ilumina con natural efecto, los únicos rincones oscuros
  • 31. son los cajones mientras se mantienen en su gaveta, inmóviles en ese cuarto. Todo permanece inerte, en su sitio, pero sospecho de los girasoles. Las paredes escuchan mis conversaciones, primero desconfié de mi casera y de los otros inquilinos de la casa. Descarté ambas posibilidades con el paso de los días porque mi vida era muy aburrida para ellos. No alcancé Rosca de Reyes el seis de enero, un día antes llegué al Distrito Federal, por conocer la ciudad no probé el tradicional pan. Regresé a casa a las ocho de la noche, de mí andar turístico, y me encerré en mi habitación. Mi habitación mide 4 por 5 metros aproximadamente, entrando por la puerta a la izquierda está el baño, un cuarto donde no cabría una estufa y
  • 32. un refrigerador y mucho menos entrarían por la pequeña puerta. Sobre la pared pegada al baño está el closet, después la ventana. Frente a este hueco está una cómoda con un televisor encima, un frigo bar y una repisa con espejo. Además de dos camas y en medio un buró con una lámpara decorada con girasoles. Cada noche reviso la habitación, busco cualquier cosa que se vea sospechosa y parezca objeto de espías: cámaras y micrófonos ocultos. Aluciné, huele a girasoles. Duermo ocho horas aproximadamente, mi cuerpo descansó pero mi mente tiene insomnio... la lámpara sigue sobre el buró. A la cuenta van cuatro meses viviendo en el Distrito Federal, la "Casa de los girasoles" aún es mi
  • 33. hogar y creo que las ventanas me traicionan cuando amanece soleado.
  • 34. EL DISTRITO FEDERAL Y YO DESDE EL AIRE TE CONOCÍ Todavía se mantiene fresco el recuerdo de mi llegada al Distrito Federal. Aun me aterra la idea de subir a un avión para regresar a Mazatlán, así llegué al DF y volé encima de sus edificios sombríos, secos de vida. Los envuelve una cortina tóxica de gases, como una manta que les cae desde el cielo cada día. Sobrevolamos el Castillo de Chapultepec, el Monumento a los Niños Héroes, parte de la Avenida Reforma e incontables edificios populares cuyo nombre hoy no recuerdo. Por fin se descargó el disco de Ricardo Arjona, son las 23:05 y mis ánimos regresan con "Pingüinos en la cama".
  • 35. Busqué y busqué en internet, ni siquiera un libro turístico me auxilió, para conocer la Ciudad de México. Descubrí a un gigante dormido, soñoliento pero a veces sonríe y es egoísta como aquel ser que describió Oscar Wilde en su cuento "El gigante egoísta". La historia se basa en un enorme personaje, gruñón y sin amigos, su vida cambió cuando un grupo de niños le enseñó a vivir plenamente. Nosotros somos los niños, unos inquietos mexicanos ajenos al Distrito Federal, queremos cambiar a los capitalinos, enseñarles los ánimos de quienes vivimos en el norte pero su monotonía los hunde en una pesadez que atrofia corazones, alma y vida. Desde el aire conocí al Distrito Federal, nos encaramos él y yo a las 9:00 horas. No le avisé cuándo vendría, ni cuáles eran mis motivos para caminar sobre sus calles.
  • 36. Abracé el anonimato, me escondí entre sus barrios y mágicas colonias. Mi acento sinaloense me delató, era un mazatleco entre millones de "chilangos" y la boca del monstruo se abrió ante mí. Le conocí muchas voces, a la ciudad de los pasos superiores. Reconocí la selva de concreto, me acorralaron fieras de dos piernas, ojos saltones, pelo chino sin peinar y morenos descendientes de los aztecas. "Míralos nada más, parecen changos estos chilangos", fue mi impresión en el aeropuerto internacional Benito Juárez. A las 9:30 horas, del cinco de enero, ya tenía mis maletas en mano y esperaba que alguien pasara por mí para llegar a mi nueva casa. La espera no demoró, quise minutos después la hija de mi casera, Noemí, legó a la "ALA A" donde arriban los
  • 37. vuelos nacionales, ahí me saludó y caminamos hasta el estacionamiento para movernos a la Colonia Hipódromo Condesa. A media mañana, de aquel frío y nublado lunes de enero, llegué a mi nuevo hogar, la "Casa de los girasoles"... Continuará. PREVIAMENTE Son las 22:40 horas en el Distrito Federal. Desde mi computadora descargo el disco "Adentro", de Ricardo Arjona para inspirarme en esta entrada de mi blog. Escribo sin ánimo. La ciudad me deprime. Perdió su magia porque ya no me asombra. Sus millones de habitantes aceleran su paso, quieren ganarle al verde del semáforo, a las puertas que se cierran solas en el metro, a el microbús que no hace paradas continuas y al sueldo
  • 38. quincenal que no rinde, lo exprimimos hasta sacarle las últimas gotas: ocho pesos para un torta de tamal y cinco para un jugo boing. Vivir al 110 por ciento es la premisa de los habitantes del Distrito Federal, no basta ya el 100 por ciento porque nadie quiere ser mediocre ni llegar tarde a su trabajo. Y desde enero, que habito esta metrópoli, reconozco que Mazatlán no es aburrido, me gusta, pero disfruto el estrés de una metrópoli como esta.
  • 39. EL DISTRITO FEDERAL Y YO INDOCUMENTADO EN MONTERREY Me sentí como un indocumentado en mi propio país. Con una cobija me tapé, me dijeron que permaneciera quieto, sin moverme en la caja trasera de una camioneta Ranger color negro de modelo ochentero. Abajo de la cobija no tenía contacto con el exterior, mi único escape a ese claustro era un amigo que tenía a mi izquierda y una amiga pegada a él, los tres compartimos ese momento. Éramos cómplices de un hecho ilícito y a la vez una tontería que ocurrió el Viernes Santo, casi a las 20:00 horas, cuando la camioneta circuló sobre la carretera nacional en Monterrey, Nuevo León.
  • 40. Atravesamos la Avenida Díaz Ordaz con destino a Saltillo, Coahuila. Desconozco cómo nos acomodamos en la caja de la camioneta. Yo obeso con más de 100 kilogramos encima, mi amigo un flacucho de 50 kilogramos a lo mucho y la tercera compañera pesando 45 kilos. El espacio no era más grande que el closet de una casa de interés social de las más baratas y accesibles en el mercado. Además en el mismo espacio iba una hielera cargada de comida, un asador de metal, bolsas con platos y cubiertos desechables y tres refrescos de tres litros cada uno. Con todo eso en la camioneta, la Policía de Monterrey podía detener la camioneta, bajarnos a los tres compañeros que compartimos la caja y multarnos o arrestarnos porque no podíamos viajar en ese sitio. Íbamos sentados, sobre el
  • 41. suelo de la caja, nadie estaba de pie o sentado sobre el borde de la camioneta. ¿Qué estupidez de los regios? Esto nomas ocurre en Monterrey. Era imposible estar cobijado todo el tiempo, la necesidad de respirar era más grande. Allá adentro mi nariz olía aromas corpóreos desagradables o literalmente te comías el sudor de tus compañeros. No podías estirar los brazos o tus piernas porque tocabas el cuerpo de la persona que tenías a lado. Mi única alternativa era rezar porque no hubiera tráfico y que el conductor de la camioneta fuera un cafre (que pisara el acelerador con fuerza) para salir rápido de Monterrey. Por 30 minutos mi mundo se limitó a estar debajo de una cobija, ese era mi universo color café con bordados que daban forma a un lobo. Aunque
  • 42. estaba libre me sentía atrapado, acorralado por cuatro paredes de metal sobre una máquina en movimiento. Compartí el miedo con dos amigos, el temor a ser descubierto y tratado como un extraño en mi propio país.
  • 43. EL DISTRITO FEDERAL Y YO LA DULCE VIDA DEL SAZONADO FEDERAL El inhóspito Distrito Federal. Fantasmas que rondan sus calles. Nombres, adjetivos y sustantivos entre Delegaciones y Colonias. Apodos cómodos que caen como anillo al dedo a quienes lo cargan sobre sus hombros. Cristales vacíos. Vasos sin fondo con historias impresas en sus caras. Tatuajes en el cielo. Gris. Cielo. Desconocido. El Distrito Federal es extraño, raro y atrayente. Su gente se transforma en elemento de estudio para un antropólogo porque son seres cambiantes, a veces irracionales. Desconocen más allá de las tantas delegaciones que conforman el distrito. Monterrey no representa el
  • 44. norte para ellos, menos Chiapas, Tabasco, Yucatán. Se encierran en su centro y no salen de ahí. El sentimiento de haber sido conquistados cientos de años atrás los perturbó. A los visitantes que llegamos al "Defectuoso Federal", como es llamado por muchos foráneos, nos acoplamos fácilmente al ritmo de vida. La provincia es tranquila, nosotros los provincianos presumimos de inocencia pero en la capital nuestra alma de vandaliza, nos amalgamos a esa creatura extraña, amorfa y nos hacemos uno.. el Homo Chilangus. Su gastronomía ha salvado a mi apetito en incontables ocasiones. Me volví adicto a las tortas de tamal. Cliente frecuente de puestos de tacos ubicados afuera de los metros, abajo de puentes peatonales, sobre
  • 45. pasos a desnivel, en callejones, avenidas, camellones, afuera de tianguis, sobre carritos de mandado, en canasta, recargado en postes de luz, arriba de los camiones, en taxi, metro, metrobus, pecera y en el cuarto desde donde escribo estas líneas. Y prepararlos es un arte así como sus distintos sabores o pedidos como el taco de PASTOR. Este es el rey de los tacos en el Distrito Federal, manda ante todos ya que casi todas las taquerías lo ofrecen menos aquellas que se especializan en platillos regionales. Es el Rey del Taco porque forma parte de la dieta diaria de los chilangos, lo comen niños, adultos, personas mayores con o sin dientes pero le entran macizo al taco que lo acompañan de cebolla, cilantro, salsa al gusto y limón. Por ejemplo, hoy a las 21:00 horas y con menos de 50 pesos en mi bolsillo
  • 46. tuve que decidir cuál sería mi cena. Mis opciones fueron A) Una sopa Maruchan (para quienes no conocen es una sopa de fideos instantánea. Se vende dentro de un vaso de unicel y se prepara con agua caliente en el microondas generalmente) acompaña de un paquete con tres galletas integrales y un vaso de agua. Total de gasto: Hasta 30 pesos porque a lo mejor compraba juguito o refresco. B) Un hotdog del Seven eleven con tomate, cebolla, chile jalapeño, mostaza, mayonesa, cátsup. Una coca de lata al tiempo (porque tengo pinche gripa). Gato máximo hasta 25 pesos. C) Agua en exceso hasta llenarme e ir incontables veces al baño durante las horas de sueño que me reviento en la noche. Total de gasto: Lo que cueste el jabón para la lavadora si
  • 47. orino mis boxers porque no alcancé a correr al baño. Al final, para mi buena suerte, Dios se acordó de mí y con infinita gracia me llevó de la mano hasta una niña. Una joven de 15 años aproximadamente (la juzgué por su físico y atributos en desarrollo, es decir su intelecto) y frente a ella había dos vaporeras u ollas grandes. La primera contenía tamales, segunda tenía atole y había una bolsa llena de bolillos. -Dame una torta de tamal con mole por favor -De inmediato le pedí a la niña que me sirviera mi comida. Pagué 10 pesos (en la mañana cuestan a 8 pesos afuera del metro Patriotismo, ahí mismo la compré pero esa niña es más avara y los vende más caros) y la primera mordida me supo a gloria. Volví a ser estudiambre el 5 de enero que llegué
  • 48. al Defectuoso Federal. Su comida insalubre aun no me vence y me retiraré invicto de sus calles con una torta de tamal bajo el brazo.
  • 49. EL DISTRITO FEDERAL Y YO EMOS DE LA INSURGENTES Afuera de la estación del Metro Insurgentes yace una manada de seres irreales. No sé si llamarlos hombres o mujeres. Como la metamorfosis que relató Franz Kafka, piensan en ser cucarachas de esta sociedad contaminada. Les llaman Emos... En su momento los golpearon, fueron criticados y odiados por su forma de vestir, hablar y expresarse ante el mundo con sus atavíos y peinados que atentaron contra la imagen católica conservadora de México. Se atrevieron a ser diferentes, ir contra los preceptos de la cultura tradicional. Entonces por qué la represión. Faltó acaso un Gustavo
  • 50. Díaz Ordaz que designara un comboy del Ejército para apresarlos y molerlos a palos. Probablemente no lo sabremos pero la historia tiende a repetirse. Ya distintos medios de comunicación, filósofos y escritores han referido que la palabra "Emo" se deriva de "emoción". Pero qué emoción expresa este grupo de individuos. Una señal de depresión y lástima atraviesa sus vidas. Caminan errantes en el mundo escuchando a grupos musicales emo como Mineral (banda), I would set myself on fire for you, Indian Summer entre otros. La Estación Insurgentes es el nido, el túnel del tiempo y transformaciones de estos seres, salen de su casa vestidos de negro y su cerebro se amolda a la "Emo" visión que profesan. Se les detecta
  • 51. por sus atavíos: Los hombres con pantalones pegados al cuerpo, quizá al alto vacío lo que presiona sus órganos genitales y los vuelve un ser asexual, hombre y mujer a la vez. No son payasos, arlequines o clowns. Sus caras son máscaras con capas rojas sobre los párpados y mejillas, otros prefieren el color morado, negro o blanco casi gris. Es su identidad, símbolos de guerra quizá apaches deprimidos porque mohicanos no podrían ser ya que necesitarían raparse. Caminan y se detienen en grupos, una manada de Emos. No deambulan solos, jamás. Se integran para cubrirse las depresiones, ráfagas de aire que desprenden la alegría de su alma y secan su espíritu hasta volverlos lo que son... Emos.
  • 52. Una amiga vive cerca de la Estación Insurgentes, le pregunté ¿Son los Emos violentos? Ella respondió que no. Otro amigo me advirtió "No utilices la estación Insurgentes, ahí te asaltan los jotos". Hay muchos gays en esa zona. Todavía no conozco la Zona Rosa pero creo que los Emos no se atreven a frecuentar esos puntos. Su ánimo caído es sedentario, los pasos se detienen, no andan más en las calles porque se quedaron en la Estación Insurgentes.
  • 53. EL DISTRITO FEDERAL Y YO TLATELOLCO A nadie le importó desde que punto admiró aquel instante del 2 de Octubre cuando Tlatelolco se bañó en sangre. Sólo corrieron en direcciones distintas. Instinto de supervivencia, derechos de los estudiantes. Represión. Rompen cadenas. Hay manifestaciones. Llegan francotiradores. Hay varios edificios que colindan con la Plaza de las Tres Culturas, por ejemplo esta vista se fotografió desde el 12 piso. Desde la explanada los estudiantes corrían despavoridos tapándose sus cabezas por el roce de las balas. Arriba había águilas sin plumas, uniforme camuflajeado y vista certera para disparar su arma de fuego. En esta azotea se accionaron armas que fueron
  • 54. disparadas en picada inclinada contra el cuerpo de estudiantes. Porque los niños se convirtieron en hombres cuando sus cuerpos cayeron. A los ojos de los soldados eran iguales. Tenían 15 años de edad. A Rosendo le tocó vivir esa historia. Nadie lo conoció mejor que sus amigos. Hoy lo recuerdan a cuatro décadas de su desaparición. Nosotros seguimos vivos. Respiramos. Miramos atrás más no entendemos qué ocurrió porque nos vendieron una historia digerida. Que la sometieron a filtros. Yo no sé si era Rosendo. Encontré su nombre tallado en piedra. Iluminado por el astro sol. Los relieves de sus sombras se transforman en capas oscuras, duelo y sangre que invisible pasó años y años sin dejarse ver. Manchones rojos no hay. Tampoco cuerpos que llorar, tus recuerdos vagos Nana María te sacan lágrimas
  • 55. de los ojos porque tu hijo se las llevó todas en una noche de llanto.
  • 56. EL DISTRITO FEDERAL Y YO LA COCINA Y ROPA SUCIA De paso escucho a Julieta Venegas, "el presente", estoy en un pasillo que antecede a la cocina. Sobre una silla cuyo frente colinda con dos esculturas en forma de cisne y su base sostiene una tabla de vidrio. Ese acordeón tan jocoso de Julieta me gusta, me anima ajajaja. Aquí en la cocina no estoy solo, decenas de objetos impresos o hechos en forma de girasol me rodean. Es la manía de mi casera. Por cierto, hay una mujer lavando trastes, es una de las inquilinas. Seria. Pocas palabras y otras cosas que se cuentan por menos. Ella cree que no la escucho cantar pero sí. Mientras lava los trastes ella lleva el ritmo con sus pies. "EL PRESENTE
  • 57. ES LO ÚNICO QUE TENGO, ES LO ÚNICO QUE HAY". Llega una segunda persona, al parecer la "cha cha" o sirvienta no sé cómo las nombren en otros países, afanadoras, mucamas, entre otras. "SERÁ QUE HAY ALGO MÁS QUE A SIMPLE VISTA NO SE VE", Esa pinche rola de Julieta Venegas también me gusta ajajaja. INGUESU La morrita esta se parece a Julieta Venegas, obvio la inquilina y no la "cha cha". Ya me quedé sólo en la cocina, ambas mujeres se fueron mientras sigo escribiendo este blog. Hoy hice mis anotaciones temprano porque debo lavar ropa sucia. Es una tarea sólo de mujeres pero ni modo un hombre tiene que entrarle a este pinche pique también.
  • 58. Ósea las lavanderías por aquí cuestan un huevo y la mitad de otro, casi 50 pesos. Amigos es Hipódromo Condesa donde vivimos, tenemos lujos pero nos ahorcamos porque todo es muy fresa.
  • 59. EL DISTRITO FEDERAL Y YO TERTULIA La tertulia compromete secretos. Envuelve anécdotas. Sinceridad que obliga. Palabras mudas. Voces ajenas. Típicos momentos. Canciones de crisis sin prisa. Camaradería. Cuatro paredes. Dos par de amigos. Cerveza indio y modelo. ¿Qué te obliga a escuchar sus comentarios? Porque a veces necesitas asimilar tu vida y si la comparas te vuelves otro, no diferente pero sí te quieres decir "hey tenemos algo en común". Hablamos de los padres, las relaciones familiares. Paco Stanley recitando POEMA AL PADRE. YOU TUBE lo puede todo.
  • 60. UNOs idolatran la figura paterna, otros la odian, se cobijan en la madre bajo sus faldas. "LES HACEMOS JUSTICIA CON NUESTRA PROPIA VIDA", al padre. Buscamos respuesta en los pantalones rotos. Nos fijamos que las bolsas están cosidas. Escuchamos "PERDEDOR" de Intocable. CABRÓN DUELE. SON SENTIMIENTOS QUE NACEN Y MUEREN.
  • 61. EL DISTRITO FEDERAL Y YO ¿PACÍFICO, INDIO O PULQUE? Para un mazatleco es difícil despegarse de la cerveza pacífico. Llegas al distrito federal y te preguntas ¿qué toman los chilangos? Pero antes de responder esta inquietud, ellos beben más no pistean. En Mazatlán pistear es pistear, jalar agua, ingerir cebada fermentada, seguir los designios de Dionisios ---EL DIOS GRIEGO DEL VINO--- quien te dice: "Estaciona tu carro afuera de la casa de tu camarada. Prende el estéreo y de cajón pon un disco de la Arrolladora Banda El Limón. Arrímate la hielera hasta la madre de botes de chela Modelo. Tu aguachile y unas morritas.
  • 62. Y los chilangos tiene su pinche pulque baboso. Aunque ya usé la palabra "pinche" en tono despectivo, el término "baboso" es todo lo contrario porque esta bebida sí es babosa. En otros sitios le llaman "Curado de..." algún ingrediente. A mí me gusta el sabor guayaba por ejemplo. Otros lo piden de chico zapote, aguacate, mamada y media y yo no mames. De por sí la boca te huele a "damier" después de beberlo y ese olor dura más de tres días. LOS MAZATLECOS BEBEMOS PACÍFICO Y PUNTO. MODELO TAMBIÉN PERO LA PACÍFICO RIFA. Los chilangos se inclinan por la cerveza Indio, Sol, Dos Equis, Moctezuma o no sé qué diablos pero ellos desconocen la grandeza de la Pacífico. Hoy mis ánimos de escribir
  • 63. son vagos, la descripción es torpe. Yo tengo hueva.
  • 64. EL DISTRITO FEDERAL Y YO TAQUERÍA KALIMAN De pronto me di cuenta que había roto mi propósito. TIPO 1: ¿No tienen hambrita? TIPO 2 y TIPO 3: Pues sí guey. ¿Tú qué recomiendas aquí por la Condesa? TIPO 1: Psss yo soy de tacos cabrón. Los voy a llevar a unos pinches tacos que están de no pinches mames guey. ¡HORA MÚEVETE PUTA VERGA! (El tipo 1 grita y presiona el claxon de su automóvil para que otro vehículo, frente al suyo, se mueve. Conduce sobre Avenida Paseo de la Reforma, pasando Lomas de Santa Fe). Llevaba cuatro días comiendo alimentos saludables para mi
  • 65. organismo y valí madre ajajaja la tentación provocó esto. Hoy escribiré poco porque ya es noche y debo dormir...
  • 66. EL DISTRITO FEDERAL Y YO HOMO CHILANGUS Homo: hombre Chilangus: ser extraño, arizco, ignorante, pésimo para orientar e incha huevos por su tonito de voz. Ni la antropología puede explicar cómo estos personajes viven a sus anchas entre las calles del Distrito Federal. Porque es un nido de hormigas coloradas que nomás buscar morderte. Escucho Smoke on the water, de Deep Purple, además de Thunderstruck de AC/DC para inspirar estas páginas. El itinerario de hoy fue visitar la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Es impresionante la carga de energía que sentí ahí. Vibras
  • 67. pesadas y amargas por los muertos. Vibras alérgicas por los reclamos y gritos de miles de estudiantes que pugnaron por libertad. Ni una paloma blanca voló sobre nosotros, nada más los susurros de dolor, llantos interminables y plagas de ira. Después pasamos a la planta alta de un edificio ubicado frente a la plaza. El piso 12. Perspectiva de francotirador. Cortaron cartuchos. Jalaron gatillos. Cayeron cuerpos. Ahí soldados. Allá estudiantes sin vida. Moribundos. Carroña. Highway to hell, AC/DC, con esta rola me tranquilizo. Espanto los espíritus marismeños mazatlecos del periódico que me tiene contratado. Por un llamado a celular me Enviaron a una dependencia a sacar x información... SIN COMENTARIOS.
  • 68. Inevitable porque no escapas del trabajo, las ataduras quieren prenderte ahí pero vale madre hay que sacarles la vuelta y cumplir, en pocas palabras dar resultados posibles y lógicos porque trasladarse desde Tlatelolco a la delegación Benito Juárea y de ahí al Aeropuerto ESTÁ PUTIADÍSIMO PORQUE ES AGARRAR METRO, PECERA Y CAMIÓN NO MAMES. México es caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, caminar, ALGO MÁS?
  • 69. EL DISTRITO FEDERAL Y YO EL ZÓCALO APESTA Qué insignificante es el zócalo. Un cuadro de loza nada más. Su gloria está relegada a que ciudadanos extranjeros pisen ese animal plano. Estaba parado sobre la nada, a las 12:30 horas y me rodearon flashes DE HISTORIA. Etnias. Conquista. Evangelización. Virreyes. Abajo pirámides. Alzan edificios de piedra oscura. Independencia. Estados Unidos. Guerra de pasteles. Porfiriato. Revolución. Cristeros. 68. México 70 y 85. Sismo. Abajo el PRI. Y todo eso pensé cuando estaba de pie sobre la plancha inmóvil del Zócalo. Alrededor de ese gran cuadro está la historia. Con ánimos de turista la descubrí, me empapé de esos
  • 70. edificios que para mí eran como una fuente que me ahogaban con su grandeza. Y los habitantes del Distrito Federal se pierden solos. No saben orientar a alguien cuando lo requiere porque su brújula se limita a las calles cercanas a su casa y trabajo. QUÉ MIERDA DE PERSONAS. LO olvidé, es seis de enero. DÍA DE REYES Y LO FESTEJÉ TOMANDO CERVEZA INDIO EN MI CUARTO, COMIENDO ROSCA DE REYES Y ESCUCHANDO A "ROCKdrigo" González. Pasé por el Metro Balderas y me quité el sombrero cuando recordé aquel tema musical "Estación del Metro Balderas". CAmbié la melodía. Yer Blues. The Dirty Mac interpretó. Así como es el blues yo me despido. No sigue una línea musical sino es pura
  • 71. inspiración y brazo suelto de improvisación ¿QUÉ TIENE MÉXICO? Un chingo de calles, avenidas, ejes viales, vías alternas. Muchos, demasiados, hasta las manitas, para arrojar al cielo, atáscate, hasta la madre, un verguero, puta madre, lo que sobran son CHILANGOS. A huevo no puedes evitar reírte cuando los escuchas hablar. El clásico "bara bara" se cuela en mis oídos y me provoca risas. Además todos los chilangos como que fueron hechos con el mismo molde porque están idénticos. Chingón frente al Zócalo la raza Punk, Emo, Darketos, Indies, Roqueros, de tocho morocho. Para concluir esta página del diario... EL ZÓCALO APESTA PERO ESTÁ RODEADO DE RIQUEZAS.
  • 72. EL DISTRITO FEDERAL Y YO YO NO SOY DANTE A 11 mil metros la tierra era distante. La altura me dejó intimidar con las nubes. Descubrí que el cielo es azul y entre sus gases me desvanecí, precipitándome otra vez a tierra. Es el primer vuelo a México City, una experiencia úniCa desde el hecho de desprenderse del suelo y volar desde Mazatlán hasta esta tierra multicultural. Dejé la Perla del Pacífico para estudiar en la Ibero, será un semestre interesante. Hundiré la nariz a los libros otra vez, me ahogaré en sus letras hasta llegar al abismo que se forma entre los pliegues de las páginas. Total, México City es un troglodita de acero y concreto. Torres se levantan
  • 73. entre edificios condominales Infonavit Style. Sus ciudadanos corren pavorosos como hormigas huyéndole al fuego de un cerillo. El stress los persigue y yo me río de ellos. Comienzo a mordisquear la ciudad, sus orillas son quebradizas como la corteza de un pay. El centro es caliente porque ese relleno hierve incesantemente. A lo lejos por periférico Viaducto se abren los caminos, estuvieron cerrados hasta que llegué. Sobre mi cabeza vuelan pájaros de metal blanco. Escucho su graznido con extra de turbosina. México CITY eres el infierno. Yo no soy Dante, tampoco Fausto. Nada más un mortal que ayer no encontró rastro de smog cuando contempló el cielo azul del Distrito Federal.
  • 74. EL DISTRITO FEDERAL Y YO MERCEDES ¡ERES UNA MIERDA! Hoy escribiré lo que siento. Siempre lo hago. Aquí voy... Mercedes, gracias por hacerme sentir como mierda. Necesité que otra persona mierda, como tú, lo hiciera. Libertad de expresión, mercedes hay muchas, pero nada más una quebrantó mi espíritu. Nos limitamos porque el coraje se queda adentro de nuestro cuerpo. Coloqué una cinta invisible en mi boca para no agredir verbalmente a una mujer. Me callé, aparecieron los principios éticos y morales que cargo y me hacen pensar "No le digas nada, las cosas así pasarían, tranquilo, habrá más oportunidades". Por una vez no escuché a la odiosa
  • 75. voz interior que llamamos "consciencia" y escribí "Mercedes eres una mierda" en mi MSN Y BLOG. Según el Diccionario de la Lengua Española, la palabra consciencia tiene los siguientes significados: 1.- "Conocimiento inmediato que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones". ¿Cuál fue mi acto? Salir con una muchacha llamada Mercedes. Hace tres semanas intentamos salir pero me dejó plantado. Hace días me invitó al Chopo (mercado cultural) pero yo no podía porque estaba en cursos. Ese mismo día, sábado, le llamé para invitarla al cine, ella aceptó y nos citamos afuera del Metro Mixcoac a las 16:00 horas del domingo 19 de abril. Ella no llegó y se excusó que estaba muy lejos. Yo
  • 76. recibí su mensaje en mi cel cuando ya la esperaba afuera del metro. 3. f. Capacidad de los seres humanos de verse y reconocerse a sí mismos y de juzgar sobre esa visión y reconocimiento "Reconozco que mi brazo izquierdo me duele, tenía mucho rato sin sentir ese dolor que va desde el hombro hasta los dedos de mi mano. No desaparece la molestia. Comí y el dolor continúa. Si muero a causa de un infarto será impactante mientras no ocurra cuando yo esté en el baño. Prefiero sentir ese dolor, un dolor natural del corazón y no el dolor que me causa una mujer, una pérdida, una mala experiencia, un rompimiento, una separación, una nota mala en la escuela, una borrachera, una pelea, una desconfianza, una mala racha, una
  • 77. desilusión, una amiga, un amigo, un padre, un primo, un hermano, una madre, un tío, un profesor, un colega, un mundo llamado tierra tan raro y único que el mismo Carl Sagan lo nombró "The pale blue dot" o el pálido punto azul. El coraje tiene que pasar, no puedo estar así para siempre. Abandoné mi guardia en el Metro Mixcoax a las 16:20 horas y acudí a un restaurante de comida rápida, Kentucky Fried Chicken y llené mi corazón con colesterol. Es mejor a llenarlo con ira y pensamientos negativos. Otros lo enfrían comiendo nieve, también lo hice. Caminar es bueno para andarte sobre tus propios pasos y comprobar que cada pisada es irregular. Gritar te ayuda a que otros te escuchen, se sorprenden y dicen "Ese tío está vivo". Escribir es elemental, así saco lo que no
  • 78. expreso con mi boca, de viva voz jamás diré "Mercedes eres una mierda" porque disfruto más cuando lo leo.
  • 79. En el 2009 hubo un destape en mi vida… Descubrí que escribir duele porque entre cada tecleo hervía la herida de mi corazón, una llaga inquietante por cada anécdota, vivencia, momento y desinterés por ser feliz que me motivaba a la destrucción. Escribir duele porque son los demonios quienes se abrían paso sobre las páginas y marejadas de palabras. Lo malo tundía con esmero a los pocos racimos de esperanza que sin esfuerzo cosechaba. Aclaro que el material aquí publicado fue seleccionado con un interés: desmarcar lo bueno del dolor, purgar la alegría de la miseria y poder sentir la agonía de quien escribió estos textos.