Con el fin de subrayar la importancia de la alimentación en la salud de las persona, desde 2007 Adelita San Vicente, ingeniera agrónoma, ha emprendido un trabajo de concientización entre la sociedad civil, ha denunciado las prácticas gubernamentales que aquejan al campo en México, pero también junto con 53 personas y organizaciones interpusieron una demanda a la empresa transnacional Monsanto, que hasta el momento ha detenido la introducción de transgénicos en el país.
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Adelita San Vicente, la mujer que enfrentó a Monsanto
1. Adelita San Vicente, la mujer que enfrentó a Monsanto
Con el fin de subrayar la importancia de la alimentación en la salud
de las persona, desde 2007 Adelita San Vicente, ingeniera agrónoma,
ha emprendido un trabajo de concientización entre la sociedad civil,
ha denunciado las prácticas gubernamentales que aquejan al campo
en México, pero también junto con 53 personas y organizaciones
interpusieron una demanda a la empresa transnacional Monsanto,
que hasta el momento ha detenido la introducción de transgénicos en
el país.
27/05/14 Por Érika Paz. Mexico
Esta empresa encontró el apoyo del gobierno para
la producción de transgénicos (semillas modificadas genéticamente
con altas dosis de herbicidas y pesticidas) así como para patentizar
la semilla del maíz en el campo mexicano. Pese a los riesgos en la
salud que implican los transgénicos, enfermedades como el cáncer,
daños en la piel, sobrepeso, diabetes, daños estomacales, renales y
hepáticos, y el despojo de tierras agrícolas.
En entrevista para REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO, la Maestra en
Desarrollo Rural por la Universidad Autónoma Metropolitana, comenta
que su trabajo en la organización, Semillas de Vida, inicia en 2007,
cuando se convoca a la Campaña Nacional “Sin maíz no hay país”, en
defensa de la agricultura mexicana.
En 2008, junto con su organización, emprende acciones “con el fin de
llamar la atención al gobierno sobre la gran crisis que hubo en los
precios del maíz, el frijol y el azúcar, queríamos llamar la atención de
Felipe Calderón junto con organizaciones campesinas como El Campo
No Aguanta Más”.
Sin conseguir respuesta alguna por el entonces presidente Felipe
Calderón, Adelita comenta: “Nosotros seguimos en esta idea de unir a
2. la población urbana con el campo, llamar la atención de la
importancia que es la producción campesina de alimentos y desde
ese momento nuestra causa ha sido salvar al campo para salvar a
México”.
Desde entonces se han tenido resultados, como evidenciar la
emprendida de Calderón por los transgénicos en el país, “que desde
2005 se empezó a desarrollar todo el marco legal y reglamentos”
para la ley federal de 2007 de Producción, Certificación y Comercio d
Semillas.
“Empezamos a interponer demandas, amparos, logramos que el
municipio de Tepoztlán, Morelos, hiciera una controversia
constitucional, también se promovió una denuncia popular y ninguna
de las instancias del poder judicial le entró, siempre argumentaron
que no teníamos interés jurídico, pero nosotros estamos convencidos
de que se están violentando derechos fundamentales”.
El derecho a la información, a la alimentación, a la salud, al trabajo.
Es por ello que el año pasado el 5 de julio “interpusimos una acción
colectiva, somos 53 personas entre la cuales hay 20 organizaciones
campesinas indígenas, gente como el Padre Concha, Víctor Toledo,
Jesusa Rodríguez, artistas una variedad de personajes y actores muy
importantes”.
Echando mano del artículo 17 de la constitución en el que se
establece la figura jurídica de acciones colectivas. “Estamos
demandando a la SAGARPA (agricultura), SEMARNAP (Medio
Ambiente) y a las cuatro empresas Monsanto, Pionner-Dupont, Dow
Agro-Sciences y Syngenta Agro, les demandamos diciendo que los
permisos que les dio Calderón en 2009 para siembra experimental y
piloto están causando contaminación en variedades nativas de
semillas, están violando nuestro derecho a una biodiversidad libre
de transgénicos”, indica Adelita, especialista en Economía del Sistema
Agroalimentario.
Dentro de la demanda colectiva se solicitó una “medida cautelar que
consiste que en tanto se llevaba adelante el juicio se suspendieran los
permisos [a las transnacionales], medida cautelar que nos otorgó el
juez [del Segundo Tribunal Unitario en Materia Civil y Administrativa
del Primer Circuito] en septiembre del año pasado. A partir de esa
medida se suspendió la siembra de maíz transgénico en México”.
Sin embargo esta demanda tiene más de 60 impugnaciones, entre
amparos y apelaciones, algunos interpuestas por el mismo gobierno a
través de la SAGARPA y SEMARNAP, a las que se ha dado respuesta
en tanto se lleva a cabo el juicio.
3. “Incluso Monsanto en una de las apelaciones dijo que el juez era
parcial ante nosotros y pedía se le cambiara. Es el colmo que
argumente estas cosas, por suerte eso tampoco funcionó. Nos
sorprende que también SAGARPA y SEMARNAP sigan impugnándonos,
sobre todo SAGARPA”.
A través de la jurista Mireille Rocatti Velázquez, quien fuera
presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de 1997 a
1999, también fiscal de los feminicidios en Ciudad Juárez, Chihuahua.
“Constantemente está metiendo apelaciones, ella que se anuncia
como defensora de derechos humanos, está litigando por el gobierno
a favor de las empresas. Seguimos en un juicio un poco desigual,
pero creemos que el triunfo es que seguimos sumando gente”, señala
San Vicente.
El artista plástico Francisco Toledo, Vanda Shiva, activista
internacional en defensa de las semillas criollas, así como
investigadores, activistas, artistas y defensores de derechos humanos
se han sumado en apoyo a esta acción jurídica.
En espera de que el juicio dé inicio, la medida cautelar hasta el
momento ha detenido la incursión de Monsanto, Pionner-Dupont,
Dow y Syngenta en el campo mexicano. Empresas responsables de la
modificación genética del 95 por ciento de organismos además de
controlar el 55 por ciento de todas las semillas que se consumen en
el mundo.
La introducción del maíz transgénico en México además de poner en
riesgo a la producción campesina, la milpa y sus variedades de
cultivos asociados, de acuerdo con especialistas como Elena
RÄlvarez-Bylla y Alma Piñeyro Nelson, “cancelaría la soberanía
nacional y amenazaría la seguridad alimentaria del país”, mediante
una agricultura no sustentable e insostenible para México.
De no tener un cauce legal favorecedor al campo mexicano, la
industria nacional de las semillas sería eliminada, en privilegio del
oligopolio alimentario que conforman las empresas antes
mencionadas lideradas por Monsanto, con todas las consecuencias
económicas para los agricultores, ejidatarios y comuneros del país,
así como los daños en la salud que acarrea el consumo de
alimentos transgénicos. Ecoportal.net
Revolución Trespuntocero
http://revoluciontrespuntocero.com/