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Guatemala ahora no hay guerrilla pero hay resistencia comunitaria
1. Guatemala: “Ahora no hay guerrilla pero hay resistencia comunitaria”
Enviado por ewituri el Vie, 03/29/2013
(Por Bárbara Trentavizzi)
Desinformémonos, 25 de marzo.- “Queremos denunciar que desde
el inicio de este año se ha agudizado la represión y se ha extendido la
violencia en general”, señala en entrevista Domingo Ixcoy Hernández,
dirigente de la Coordinación y Convergencia Nacional Maya Waqib’
Kej.
El pasado 17 de Marzo desapareció el presidente del Parlamento del
Pueblo Xinca, Roberto Morales, y fue asesinado Exaltación Marcos,
quien iba con él. Ambos eran dirigentes indígenas comprometidos con
denunciar los intentos de las empresas mineras que quieren entrar en
estos territorios.
Existe en Guatemala un problema serio entre las comunidades rurales
y las pretensiones extractivas de las empresas extranjeras, que en
algunos casos desemboca en hechos de violencia y represión.
Bárbara Trentavizzi, antropóloga italiana residente en Guatemala
comprometida con las luchas de los pueblos indígenas, entrevistó a
Domingo Hernández Ixcoy, dirigente indígena -que a su vez ha sido
objeto de amenazas de muerte el año pasado- quien se refiere a la
difícil coyuntura que se está viviendo en este país centroamericano.
«»A continuación la entrevista completa:
- ¿Podría ilustrar usted la situación que se está viviendo en las áreas
rurales, de frente a las licencias mineras, hidroeléctricas y diversos
proyectos que se pretenden implantar en Guatemala?
2. - Nosotros queremos denunciar que desde el inicio de este año se ha
agudizado la represión y se ha extendido la violencia en general.
Dentro de esta violencia común, relacionada también con la disputa
de poderes e intereses ilegales, está también la violencia que se
perpetúa contra el movimiento social que defiende la tierra, y que se
manifiesta sobre todo con la persecución en contra de dirigentes
comunitarios.
Han habido una serie de hecho lamentables que han afectado a los
dirigentes de los municipios involucrados en la resistencia: Tomas
Quej, de la comunidad Kalija, de Purulha, Baja Verapaz; Carlos
Hernández Mendoza, miembro del Sindicato Nacional de Trabajadores
de la Salud, del Frente Nacional de Lucha, de la Asociación campesina
Camoteca.
La captura de Germán y Santiago Vargas Hernández, de la
comunidad Primavera de San Cristóbal de la Paz; la captura de Rubén
Herrera, dirigente de asamblea departamental para la defensa de los
recursos naturales de Huehuetenango.
El secuestro del 17 de marzo de Roberto González, que hasta el
momento no ha aparecido y la muerte de Exaltación Marcos,
secretario y mayordomo del pueblo Xinka. Roberto era presidente del
Parlamento Xinca y uno de los principales dirigentes de la región. Sin
contar los graves hechos de violencia del año pasado en Totonicapán,
el estado de sitio en Barillas.
Estamos viviendo un escalofriante momento de violencia que nos
hace recordar la época del conflicto armado, cuando los dirigentes
eran asesinados por reclamar sus derechos. Ahora somos perseguidos
por no entregar los bienes naturales a las empresas nacionales y
extranjeras. Los que defienden la vida, la identidad y el futuro del
país son asesinados, perseguidos, secuestrados.
La política neoliberal es un proyecto de muerte y división, que está
propiciando la criminalización hacia los movimientos sociales.
Nosotros como dirigentes sociales estamos muy preocupados por esta
política vertical que en nada contribuye a la democracia en
Guatemala y que utiliza métodos del terror colectivo hacia las
comunidades.
- ¿Cuáles son las razones profundas que están atrás de estos
hechos?¿Qué análisis elaboraron ustedes como movimiento indígena?
- En nuestro país, durante los 36 años del conflicto armado los grupos
de poder económico desarrollaron un gran arsenal de criminalización
hacia los movimientos sociales. Se dice que los indígenas se oponen
3. al desarrollo, que son de ultraizquierda y que sólo son pequeños
grupos.
Pero acaba de salir una encuesta que afirma que el 76 por ciento de
la población no quiere la minería, la gente en el área rural, sobre
todo, tiene plena conciencia de lo que implica la minería, y el engaño
que representa. Los que hemos tenido la oportunidad de estar afuera
vimos que en ningún país ha significado un desarrollo para los
pueblos, cuando se habla de desarrollo se refiere sólo para las
grandes empresas y para la oligarquía, no para nuestros pueblos.
Uno de los grandes problemas es la falta de una política de consultas.
Para nosotros, en nuestras comunidades, la consulta es importante,
se centra en el diálogo, en el consenso, en el ponerse de acuerdo
sobre aspectos de importancia común. En cambio, el sistema político
impone reformas.
Miremos por ejemplo la reforma educativa, este tema afecta intereses
de muchos sectores, pero no se consulta. De esta manera el estado
vulnera los derechos de los pueblos y el que se opone a este proyecto
es criminalizado y perseguido.
En Guatemala se realizaron más de 64 consultas comunitarias que se
pronunciaron con un No a la minería y megaproyectos, y han sido
despreciadas por el Estado, cuando han representado un gran
ejercicio de ciudadanía y participación local.
- Las empresas rechazan las acusaciones de los movimientos sociales
de provocar hechos delictivos y de represión hacia dirigentes,
¿ustedes que opinan?
- Lamentablemente hemos observado que en muchos casos los
trabajadores se convierten en pequeñas fuerzas de choque, en
grupos armados a favor de las empresas. Vemos en San Miguel
Ixtahuacán, en San Juan Sacatepequez, los tristes hechos de Barillas.
Las empresas engañan, hacen propaganda falsa y engañosa, y
cuando encuentran obstáculos empiezan a demandar a líderes
comunitarios creando mucho daño.
Quieren explotar los recursos naturales de manera violenta a como
de lugar, con el apoyo de los gobiernos de turno. Sabemos que
muchas de las demandas que afectan a nuestros dirigentes son por
haberse opuesto a empresas y proyectos y los abogados son
contratados por las empresas que se alían con los sectores poderosos
del país que utilizan las fuerzas militares y policíacas para reprimir.
Donde hay destacamento militares es porque hay proyectos de
recursos naturales, se intenta amedrentar a la población. No es,
4. como se cree a nivel urbano, para combatir el narcotráfico y la
violencia delincuencial. Se vuelve a recurrir al miedo a través de la
presencia del ejército.
- ¿Cuáles son sus exigencias?
- Nosotros queremos que se resuelvan los problemas estructurales
del país. La firma de los acuerdos de paz impulsó lamentablemente
un proyecto neoliberal que nos empobreció y nos está llevando a la
violencia. No importa cuál de los dos partidos hubiera ganado, todos
siguen el mismo esquema liberal excluyente y racista y un sistema
que quiere robarnos las tierras. Sin tierra, el campesino maya no
tiene vida, por eso siempre la defenderá, es parte de nuestra cultura
milenaria.
Queremos que se pronuncie la comunidad internacional sobre estos
hechos de violencia. Ahora no hay guerrilla pero hay resistencia
comunitaria en defensa de la madre tierra, y ésta es criminalizada y
perseguida.
- A los grupos indígenas se les acusa de atrasados, de no querer
modernizarse, de no querer el desarrollo. ¿Cuál es su concepto de
desarrollo?
- Nosotros creemos en un desarrollo surgido de los pueblos,
controlado por los pueblos, administrado por los pueblos. Un ejemplo
de desarrollo es para nosotros la turbina comunitaria de la Zona
Reyna. Las comunidades están pagando 20 Q y tienen luz,
ellos tienen el manejo de la energía.
Aquí se propone que veamos con buen ojo a las grandes
hidroeléctricas extranjeras que utilizan el agua de nuestras tierras,
5. cuando en muchos lugares donde están operando las comunidades no
tienen ni luz. El desarrollo se puede crear sin necesariamente
entregar a las empresas transnacionales nuestro país. Si ellos
dejan millones como regalías es porque se están llevando miles de
millones.
Se puede pensar en un desarrollo conducido por los pueblos,
respetando a la madre naturaleza. Los pueblos indígenas no
manejamos una lógica capitalista de acumulación a toda costa, sin
importar la vida humana y el futuro de la tierra. Las comunidades
pueden sembrar y exportar de una manera equilibrada, las
cooperativas, por ejemplo, son una alternativa, pero no reciben
apoyo porque amenazan intereses económicos muy fuertes.
Durante el conflicto armado se les acusaba de pertenecer a la
guerrilla y se le reprimió a pesar de no tener ningún vínculo con las
fuerzas rebeldes. Las cooperativas son un potencial para mejorar la
vida de los campesinos y de sus hijos.
- ¿Alguna consideración final?
- Nosotros hacemos un llamado a los movimientos sociales, a los
académicos a la sociedad indígena y mestiza, a los medios de
comunicación, para que exijan el cese de la represión, queremos que
se tome conciencia de que la violencia jamás va a servir para el
desarrollo de Guatemala.
Como dirigentes y líderes indígenas estamos sumamente
preocupados por lo que está pasando y pedimos a la comunidad
internacional presente en el país levantar la voz sobre estos hechos.
http://desinformemonos.org/2013/03/guatemala-ahora-no-hay-
guerrilla-pero-hay-resistencia-comunitaria/•