La lucha que se desarrolla en la República Dominicana contra las intenciones de las mineras canadienses Falconbridge y Xstrata Niquel, ha asumido recientemente ribetes de pulso entre poderes: el poder estatal, por un lado, y el poder popular, por otro. El escenario: Loma Miranda, en la provincia de La Vega, región que deslumbró a los conquistadores españoles en su contemplación
Lucha contra Falconbridge y Xstrata Niquel consolida el poder popular en la Republica Dominicana
1. Lucha contra Falconbridge y Xstrata Niquel consolida el
poder popular en la Republica Dominicana
09 Julio 2014. Escrito por Domingo Abreu Collado. Fuente
OCMAL
La lucha que se desarrolla en la República Dominicana contra las
intenciones de las mineras canadienses Falconbridge y Xstrata
Niquel, ha asumido recientemente ribetes de pulso entre poderes: el
poder estatal, por un lado, y el poder popular, por otro. El escenario:
Loma Miranda, en la provincia de La Vega, región que deslumbró a
los conquistadores españoles en su contemplación.
Establecidos desde los años 70 en este país que comparte isla con
Haití, la minera Falconbridge presiona al estado dominicano con
campañas mediáticas tratando de impedir la conversión en parque
nacional de la Loma Miranda, donde pretendía explotar los
yacimientos de lateritas niquelíferas existentes, destruyendo
nacientes y afluentes de por lo menos dos ríos: el río Jagüey y el río
La Piedra.
“La Loma Miranda está ubicada en la base de la Cordillera Central y al
sur del Valle del Cibao Oriental, en la frontera política territorial que
separa a Bonao de La Vega, en el mismo centro de la cuenca
hidrográfica Yuna-Camú, la segunda más grande e importante del
país para la producción de alimentos y el abastecimiento de agua
potable para 5 provincias, 14 municipios y 22 poblados (con casi
medio millón de seres humanos)”.
2. Un dato curioso es el de que en la parte alta del río Jagüey se
conserva en un abrigo rocoso, una de las expresiones petroglíficas
indígenas más conspícuas relacionadas con la mitología aborigen y el
manejo de las aguas y los suelos productivos. Un conjunto de 16
petroglifos antropomorfos resume en su significado la importancia del
proceso eólico, hidrológico y productivo de la zona, dominada por
vientos frontales alisios, bañada con la pluviometría del bosque
húmedo y muy húmedo, e irrigatoria de importantes zonas de cultivo
del Valle de la Vega Real y la llanura intramontana de Bonao.
Estas particularidades ambientales y culturales, y otras destacadas en
las informaciones esparcidas a contrapelo del muro mediático
comercial que auspicia la explotación minera para la Cordillera
Central, han llegado a la población dominicana que poco a poco va
elevando la mirada hacia el riesgo que significa permitir la
explotación de esta montaña y otras muchas que conforman la
Cordillera. La reacción de la población, en principio lenta e incrédula,
pero luego viva como un despertar ante una amenaza inminente, ha
ido generando una sólida opinión que se levanta como un muro de
poder popular enfrentado al poder estatal, mediático y multinacional.
La demanda de protección para la Loma Miranda, además de la
participación de la Asamblea Nacional Ambiental –ANA- Inc., ha
logrado sumar las convicciones de grupos religiosos, como el
influyente Grupo Sacerdotal Don Helder Cámara, de la Iglesia
Católica; de la comunidad cristiana adventista y otras comunidades
religiosas; de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, de
la universidad del estado: la Universidad Autónoma de Santo
Domingo; de instituciones como el Colegio Médico Dominicano, el
Colegio de Abogados de la República Dominicana, del Instituto de
Contadores Públicos, de la Asociación de Profesionales Agropecuarios,
de la Articulación Nacional Campesina, de los diferentes movimientos
y partidos políticos de izquierda, y de centenas de organizaciones de
la más diversa índole desde lo cultural a lo deportivo y gremial de la
República Dominicana.
Pudiera decirse que en estos momentos el estado dominicano se
encuentra dividido en relación con la protección o explotación de
Loma Miranda, pues uno de los tres poderes del Estado, el Poder
Legislativo, tanto en la cámara de diputados como en la cámara de
senadores, ha declarado su respaldo a la conversión de Loma Miranda
en parque nacional y su incorporación al Sistema Nacional de Areas
Protegidas.
Esa división ha resultado del crecimiento del poder popular frente al
poder estatal, pues de otra manera hace tiempo que se le hubiera
permitido a la Falconbridge y a Xstrata Niquel la explotación de las
lateritas niquelíferas de Loma Miranda, tal como hicieron con otras
montañas en la provincia Monseñor Nouel, Bonao, cuando todavía el
3. pueblo dominicano creía en la posibilidad del desarrollo económico
nacional basado en la minería metálica.
Fueron los daños causados en las zonas minadas de Bonao, y los
daños irreversibles que están causando las empresas megamineras
Goldcorp, Barrick Gold y Everton en la vecina provincia Sánchez
Ramírez, lo que ha hecho que la población dominicana haya decidido
no esperar más por la voluntad política desde arriba, y haya
comprendido que también hay voluntad política desde abajo cuando
se necesitan cambios en la conducción de un país.
En estos momentos, esa voluntad popular contra la expansión minera
metálica, transformada en voluntad política a favor de la
conservación de nuestras aguas y suelos productivos, va escalando
niveles sociales, consolidándose y empoderándose en la diversidad
sectorial social, y hasta sopesando la posibilidad de llamar a detener
el país mediante un paro nacional de inspiración ambientalista,
ecologista, recurriendo a una de las alternativas extremas de la lucha
social por reivindicaciones que ya no son solamente por mejoras, sino
por asegurar la soberanía alimentaria, el abastecimiento de agua, la
conservación de los suelos productivos y la vida de la isla, en
términos generales.
DOMINGO ABREU COLLADO
Capítulo Dominicano de ALBA MOVIMIENTOS.