Este documento describe la resistencia social frente a la minería a gran escala en el departamento de Boyacá, Colombia. Los habitantes se oponen a proyectos mineros que contaminan el agua y dañan el medio ambiente en municipios como Socha, Socotá, Sogamoso y Paz del Río. Las comunidades denuncian problemas como la disminución de agua, contaminación de ríos, emisiones tóxicas, desplazamiento forzado y amenazas a activistas. A pesar de demandas legales, los daños continúan.
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Resistencia social en Boyacá frente a la mega minería y sus impactos en el agua y el medio ambiente
1. Resistencia social en Boyacá frente a la mega minería
Publicado: 3 mayo, 2012 | Autor: notiagen
Encuentro contra la minería en Tunja
En esta región del País donde la población campesina representa al menos el 48%,
desde hace algún tiempo la subsistencia viene siendo amenazada por la
popularizada práctica minera a gran escala. Allí, empresas multinacionales como
London Mining, Colombia Clean Power, Acerías PazdelRío, Holcim, Argos
Company, Votorantim y por poco Norandinos S.A., han llegado a explotar carbón,
roca fosfórica, arena, puzolana, y roca caliza.
Con cerca de 23.190 km2 y 1.211.186 habitantes, Boyacá se constituye como un
departamento de tierras altamente fértiles surcadas por numerosos ríos, y zonas de
páramo también ricas en agua y minerales que, aunque abunden, no estarán
infinitamente disponibles.
El agua de fuentes hídricas importantes que abastecen a comunidades boyacenses de
municipios como Firavitoba, Iza, Sogamoso, Paz del Río, Socha y Socotá
principalmente, es extraída en cantidades para la actividad minera y simultáneamente
contaminada con sus lexiviados “tan corrosivos que por ejemplo los trabajadores de
Acerías PazdelRío utilizan un par de guantes cada vez que vierten estas aguas sobre el
Río Chicamocha”. Afirma José*, habitante de Sogamoso.
No obstante, la Red Colombiana Frente a la Gran Minería Transnacional (RECLAME),
conociendo los esfuerzos que los habitantes de aquellos municipios han hecho para
intentar detener la actividad de explotación, logró reunir durante los días 21 y 22 de
abril en Tunja, un grupo significativo de delegados, delegadas y organizaciones
campesinas, ambientalistas y universitarias, de al menos dos provincias boyacenses
(Valderrama y Sugamuxi) en donde diferentes proyectos megamineros vienen
protagonizando desastres ambientales y sociales.
2. El encuentro también contó con la participación de invitados internacionales de Perú,
Chile y Canadá.
Socha y Socotá
Estos municipios dedicados a la pequeña y mediana minería desde siempre, están
ubicados dentro de la superficie del Parque Nacional Natural de Pisba, un ecosistema de
montañas, páramos, frailejones, bosques de niebla y varias lagunas de origen glaciar que
aportan agua a los ríos Magdalena y Chicamocha.
Desde hace 10 años los pobladores de Socotá han visto disminuir la disponibilidad y
calidad del agua de fuentes hídricas de las cuales se abastecen, como el Río Cravo Sur y
el Acuífero San Antonio.
“De ninguna manera estamos de acuerdo con que se concedan títulos mineros para
sustraer carbón en la vereda San Pedro, cerca al subsuelo del Acuífero, lo que seguiría
filtrando el agua hacia los socavones y dañando la capa permeable que hace que el
líquido rebote hacia la superficie, porque ya hemos visto como el caudal ha disminuido
de 12 a 5 pulgadas… Antes se pescaba trucha arcoíris en los Ríos Comeza, La Vega y
Mausa, pero hoy ya no se encuentra trucha porque fueron envenenadas por el azufre,
magnesio y hierro de las aguas residuales de la minería; el agua de estos ríos ha cogido
un color amarillento que queda pegado a las piedras cuando baja el caudal”, certifica
Armando*, habitante de Socotá.
Encuentro contra la minería en Tunja
Según habitantes del municipio, este también se encuentra en riesgo de ser sepultado
por una o más avalanchas, debido a que está rodeado por montañas que con la
explotación minera, cada vez van quedando vacías, sin tierra ni minerales que las
sostengan.
Adicionalmente, otras situaciones fueron denunciadas en el encuentro, como: trabajo de
niños y jóvenes en las minas, alto consumo de alcohol y el círculo de violencia
intrafamiliar generado alrededor, desplazamiento forzado por la contaminación auditiva
y atmosférica, corrupción administrativa y nula inversión pública, desestabilización de
3. los ecosistemas, profundización de las aguas, desertificación de los suelos, amenazas a
activistas sociales, división de la población, y agresiones por cuenta de los trabajadores
de la Colombia Clean Power.
Sogamoso y Paz del Río
El Parque Industrial ubicado dentro de una zona residencial de Sogamoso, emite
contaminación auditiva y atmosférica en niveles que superan las normas de presión
sonora; “Sidenal S.A. emite cerca de 70 decibeles al día”, (según datos de medición en
zona residencial, cerca a la empresa) y de calidad de aire (en este sector son expulsados
180 microgramos de material particulado al día); cuando lo permitido según la Leyes
627/06 y 99/93 son 65 db y 100 microgramos de mp respectivamente.
Indumil, la empresa encargada de la fabricación de armas y municiones que usan las
fuerzas militares de Colombia, sumerge los fusiles en ácido crómico para que estos no
se oxiden cuando entren en contacto con el agua. “Ese ácido es degenerativo y tóxico…
antes lo arrojaban en una arenera que quedó blanca como la harina, pero como los
mineros de arena se quejaron, ahora lo votan al Río Chicamocha”. Afirma José*
De manera que uno de los puntos geográficos más críticos, es la Cuenca Media de Río
Chicamocha, entre los municipios de Sativanorte y Susacón, dónde la gente debe
consumir agua de esa fuente hídrica contaminada también por Protabaco S.A., Acerías
PazdelRío y Votorantim.
Según José*, en el municipio de Nobsa, a 15 minutos de Sogamoso, Holcim quema
residuos de alta toxicidad, (empaques de los cultivos de flores, de algodón, de las
arroceras, la industria petroquímica y residuos hospitalarios del país) entre 1200 y
1500ºC.; “la comunidad científica que ha asesorado a las veedurías ciudadanas dice que
esas moléculas expulsadas por los hornos, deben ser quemadas entre 8000 y 10.000ºC.
para que se disuelvan y no se multipliquen en el aire… En el valle de Sogamoso el año
pasado, se registraron muchos casos de infección respiratoria aguda, y al radicar el
derecho de petición solicitando el índice de morbilidad y mortalidad por cáncer de
pulmón, la Secretaría de Salud de Sogamoso guardó silencio y nunca lo respondió.
Acerías PazdelRío, siderúrgica de la cual Votorantim es dueña de la mitad de sus
acciones, tiene 28 vertimientos de tanques de decantación, lixiviados de carbón y hierro
y de todo el proceso de lavado y fundición, sobre diferentes puntos del Río
Chicamocha. “El agua adquiere un olor fétido, una coloración blanca y espumosa desde
El Bao hasta donde empieza el Cañón del Chicamocha en la jurisdicción del municipio
de Tópaga y es tan tóxica que corroe los guantes de los trabajadores de Acerías”. Dice
José*, habitante de la región.
Iza y Firavitoba
La explotación de la puzolana o lava volcánica por Holcim en el municipio de Iza, ha
eliminado los minerales y la temperatura del agua termal, disminuido el agua de la
Quebrada Aguas Calientes, inundado potreros ganaderos con tierra lodosa y desplazado
a cerca de 60 familias de la vereda también llamada Aguas Calientes.
4. “En el Pozo de la Dicha, (aquel de acceso libre) ya no sale vapor, el agua es fría y turbia
de color gris por la puzolana manipulada arriba en la mina de Aguas Calientes, desde
donde baja el agua”. Denuncia José*
Los propietarios de las piscinas se quejan porque cada vez es más escasa el agua que
durante años fue fuente y soporte de la economía local, y en el campo la situación
empeora; toda la tierra extraída de la mina es dejada a la deriva, y cuando llueve esta
baja a modo de avalancha, enlodando pastos y animales. La puzolana que suele ser
blanda, también se encuentra en estado solido, por eso Holcim recurre a fuertes
explosiones para su extracción lo que provoca que la tierra tiemble, averiando viviendas
y desplazando a los campesinos. “La vereda Aguas Calientes era una importante
despensa agrícola, pero ahora es invivible por todo esto, incluso para los animales,
porque a partir de las explosiones se forman densas nubes de polvo y cuando estos los
bovinos son sacrificados se percibe que su hígado no es de color rojizo sino de color
barro y huele a barro”. Agrega José*
En Firavitoba las veredas Irboa y Las Monjas fueron invadidas también por Holcim y
Argos, y desaparecieron en su totalidad como consecuencia de la venta obligada de
fincas y viviendas, pues sus habitantes no soportaron más los estruendos de las
explosiones con las que estas empresas extraen los minerales, “o se van o se van, así de
fácil… y como les dieron poco dinero, mucha gente no tiene donde vivir”. Comenta
Lucia*, activista social.
Por otro lado, ella asegura que en la Provincia de Sugamuxi les preocupa la exploración
de hidrocarburos a corto plazo por Maurel & Prom y CGL, alrededor del Lago de Tota,
pues con perforaciones cada 30 metros con 2 kilogramos de sismigel cada una, se
produciría una sismicidad de 4 puntos en la escala de Richter. “Están intimidando a las
personas para conseguir los permisos y les dicen que no pueden oponerse porque eso ya
es un Ley del Gobierno”.
Redes y Nodos de acción
Según Andrés Idárraga, vocero de RECLAME, una de las tareas de la Red, es conocer y
fortalecer las expresiones regionales a través de Nodos que hasta ahora existían en el
Caribe, Nororiente, Suroccidente, Noroccidente y ahora en el Centro; por eso los
invitados al encuentro en Tunja, fueron Boyacá, Meta, Cundinamarca y Bogotá.
Además de la creación del Nodo Centro, RECLAME dio a conocer los ejes de la
Campaña Nacional Contra las Trasnacionales de la Gran Minería, cuyos objetivos
fundamentales son: generar opinión pública para que la gente se apropie del tema,
aumente el conocimiento y conciencia sobre los impactos de la locomotora minero-
energética y tome posición, y promover dinámicas que faciliten la participación
ciudadana en los procesos de lucha contra la misma. De igual forma, propone un trabajo
conjunto a partir de: territorio y cultura, agua y biodiversidad, trabajo minero, pequeña y
mediana minería, y renta minera.
5. ¡Resistencia por el agua!
Encuentro contra la minería en Tunja
Entre las iniciativas sociales consolidadas por las y los mismos boyacenses, está el
Comité Prodefensa de la Cuenca Sugamuxi, creado en el años 2011 con gente de Tasco,
Socotá, Firavitoba, Iza y Sogamoso quienes buscan conservar el agua y los ecosistema,
así como enfrentar las agresiones de la gran minería.
Pese a denuncias legales que las comunidades han radicado ante diferentes autoridades,
solo han conseguido que se revoque algunos títulos y licencias mineras y se cobren
multas ambientales; sin embargo los daños de fondo continúan.
“No queremos abandonar nuestras tierras; no queremos que capturen a los vecinos y no
queremos enfrentamientos con la fuerza pública, pero como hace 10 años venimos
resistiendo, ahora tampoco nos detendremos… Pero es una lastima ver que
Corpoboyacá lo único que hace es cobrar multas; entonces ni el gobierno local ni
departamental ni la fuerza publica está de nuestro lado y las acciones legales fallan en
contra de la gente, favoreciendo a los de las multinacionales mineras”. Señala Vicente*,
activista social.
“La motivación más importante de nuestra lucha, es la conservación de ese importante
recurso natural que utilizamos para el consumo, para los animales, los cultivos y para
vivir: el agua”. Finaliza diciendo Armando*
*Los nombres de algunos entrevistados han sido modificados por su seguridad e
integridad.