Compartimos el Semanario Realidades y Presencias #
50 viendo las calles de Cali y las principales ciudades del
país atestadas de maestros y maestras que caminando,
ponen en evidencia que existe un descuido al sistema
educativo que forma a nuestros niños, niñas y jóvenes, y
que ello requiere de un cambio sustancial, el cual depende
de las propuestas y la participación activa de toda la
sociedad.
Dedicamos esta edición de manera especial a la búsqueda
de paz y reconciliación que el país necesita, para que
con ello cese la reproducción de nuevas víctimas. Entendamos
que la paz es la mayor garantía de no repetición y
reparación que la sociedad colombiana puede brindarle a
las miles de familias que han sufrido la angustia y desesperación
producidas por los horrores de la guerra. No desfallezcamosen este derrotero colectivo, que es construir
una paz justa socialmente, por más escabroso que se torneel camino, es un compromiso para con las futuras generaciones.
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Semanario 50 Realidades y Presencias
1. Semanario 50
Realidades y Presencias
Santiago de Cali, abril 23 - 2015
PRESENTACIÓN…………………..…………...1
PANORAMA INTERNACIONAL Y
NACIONAL
La Paz y la Revolución Humana…….2,3
CONFLICTIVIDAD TERRITORIAL:
Entre el dolor y las urgencias
médicas………………………………………..3,4
EDUCABILIDAD Y CULTURA
CIUDADANA:
Más que molinos de viento………..…5,6
MEDIO AMBIENTE:
¿Cómo afecta la explotación forestal al
territorio vallecaucano?..................6,7
VIDA ESPIRITUAL Y FAMILIAR:
Las luces del porvenir…………...7,8,9,10
POBREZA Y SEGURIDAD
ALIMENTARIA:
88 Casos de violencia de
género………………………………………10,11
PRESENTACIÓN
Compartimos el Semanario Realidades y Presencias #
50 viendo las calles de Cali y las principales ciudades del
país atestadas de maestros y maestras que caminando,
ponen en evidencia que existe un descuido al sistema
educativo que forma a nuestros niños, niñas y jóvenes, y
que ello requiere de un cambio sustancial, el cual depen-
de de las propuestas y la participación activa de toda la
sociedad.
Dedicamos esta edición de manera especial a la búsque-
da de paz y reconciliación que el país necesita, para que
con ello cese la reproducción de nuevas víctimas. Enten-
damos que la paz es la mayor garantía de no repetición y
reparación que la sociedad colombiana puede brindarle a
las miles de familias que han sufrido la angustia y deses-
peración producidas por los horrores de la guerra. No des-
fallezcamos en este derrotero colectivo, que es construir
una paz justa socialmente, por más escabroso que se tor-
ne el camino, es un compromiso para con las futuras ge-
neraciones.
Finalmente, deseamos que este nuevo semanario sea in-
sumo para pensar las diferentes realidades que aconte-
cen en nuestra ciudad región, pero sobre todo, para que
nos aliente a construir juntos alternativas de buen vivir en
la ciudad.
Reconciliación y paz en nuestro país es la oración que
nos une y acompaña.
2. LA PAZ Y LA REVOLUCIÓN HUMANA
Cuando hacemos balance de mundo y
pensamos en la masacre de periódico
Charlie Hebdo en París y en el genocidio
de la universidad de Kenia y cuando ve-
mos surgir las turbas de la infamia en
torno a ideologías y creencias, pero tam-
bién cuando reconocemos que estos
conflictos son avivados por los interés
económicos de grandes capitales finan-
cieros y de naciones con intereses arma-
mentistas y hegemónicos, no dejamos de
pensar en que el mundo está cansino y
errático en su caminar y en que el plane-
ta que habitamos tiene ya grandes cica-
trices y que no aguanta más belicismos,
sino que requiere detener la lógica depre-
dadora, el uso prepotente e incontrolado
de los entornos naturales que se han
vuelto escasamente recursos dada la dis-
posición a consumir y a apropiarlo todo.
Sabemos que detrás de los cíclicos alu-
viones de la guerra opera la lógica del
individualismo, del fundamentalismo y de
una comprensión egoísta de la condición
humana.
Cuando hacemos balance de país y cícli-
camente vemos episo-
dios en los cuales se sa-
crifican vidas a nombre
de cualquier propósito o
justificación; cuando
mueren militares y gue-
rrilleros, cuando caen
jóvenes envueltos en la
ira y el abandono social
o campesinos sin opor-
tunidades, es difícil avi-
zorar una paz que tenga
sentido de mejoramiento
humano del país; es
también difícil observar
la ceguera de muchos
sectores que insisten en mantener el or-
den de violencia que nos ha sometido por
décadas, es complicado observar que un
derecho consignado como fundamental
en la carta constitucional se ve envuelto
en medio de intereses mezquinos, prácti-
cas retrogradas y cálculos electoreros.
El proceso de diálogo para una salida po-
lítica negociada en La Habana, entre el
gobierno nacional y la guerrilla de las
FARC ha avanzado bastante, y aunque
las últimas situaciones del Departamento
del Cauca lo “vulneran”, como ha dicho
un representante del gobierno, es posible
que se avance hacia acuerdos importan-
tes para que el país salga de la “horrible
noche”. Pero digámoslo claramente, a
pesar de esa posibilidad también puede
suceder que el país continúe con la iner-
cia de inequidad e irrespeto cotidiano a la
vida, si no avanzamos todos y todas en
una transformación cultural y más con-
cretamente de nuestra cultura política.
2 Realidades y Presencias
PANORAMA INTERNACIONAL Y NACIONAL
Continúa...
Frank Martínez
3. Realidades y Presencias 3
En el mundo y en el país, en ambos atra-
pados en el embrujo autoritario y belicista,
necesitamos avanzar hacia una revolución
humana, que implica atajar entre todos el
placer infeliz de odiar; solo una revolución
mental y espiritual permitiría desmantelar
los focos de la infamia tan enquistados en
cada una de las guerritas instaladas en
nuestras cotidianidades; ante tanto odio
guardado que circula entre nosotros se ne-
cesita caminar hacia una revolución de los
sentimientos y de la conciencia. Claro
existen los intereses históricos, los daños
históricos, las desconfianzas históricas y
las ideologías históricas; pero con tanta
palabra y reclamo se nos puede estar yen-
do la posibilidad histórica, esa sí, de cam-
biar lo que han sido nuestros destinos co-
lectivos en los cuales se regocija la muer-
te. Para avanzar en un proyecto de vida y
justicia colectiva necesitamos una revolu-
ción humana que pase por el cuerpo y por
las emociones de todos los colombianos,
es la única forma de liberarnos de las ca-
denas del belicismo que nos atan.
Observatorio de Realidades Sociales
ENTRE EL DOLOR Y LAS URGENCIAS
MÉDICAS
En medio del dolor de las familias víctimas
de la guerra - tanto aquellas que son en-
trevistadas como las que quedan en el
anonimato- salen a ser protagónicos los
discursos belicosos, nuevamente las pala-
bras masacre, bombardeos, dados de ba-
ja, vuelven con estridencia a azuzar la lógi-
ca de venganza, la reproducción de las
violencias y el comercio de la muerte…
como sí no tuviéramos de ello lo suficiente.
Por otro lado, en esta ciudad a la que por
momentos la guerra le parece un asunto
de montañas, acoge con desprecio la mu-
chedumbre de personas ahuyentadas por
el choque de las balas, que como siempre
perturban a quienes tienen casas de ado-
be o esterilla.
Mientras tanto, la ciudad recibe muertos y
heridos, se escuchan las ambulancias des-
filar por la avenida Simón Bolívar en busca
de hospital, pero cuando silencian las sire-
nas, allí frente a la clínica, la historia no
mejora.
Cali, una ciudad con más de 2.530.756 ha-
bitantes, cuenta con tan sólo siete hospita-
les, en los que sus salas de espera no tie-
nen nada que envidiar a los
campos de batalla, pues todo
aquel herido o enfermo debe
esperar su turno, entendiendo
que no hay suficientes médi-
cos, no hay suficientes quiró-
fanos, no hay suficientes sa-
las de espera, en otras pala-
bras: no hay camas para tanta
gente…
PANORAMA INTERNACIONAL Y NACIONAL
Continúa...
CONFLICTIVIDAD TERRITORIAL
4. 4 Realidades y Presencias
Pero lo que sí hay en esta ciudad armada
de odios, son heridos de todo tipo, pero tam-
bién enfermos que salen ofuscados después
de esperar más de seis horas por la aten-
ción de los escasos médicos que dan esca-
sas medicinas y entonces las lógicas en las
que vivimos no cuadran, se pueden gastar
más de diez mil pesos por cada bala para
matar, pero tan sólo se invierten doscientos
pesos en cada acetaminofén para aliviar.
Se compran nuevas fusilerías con despilfa-
rro, mientras se optimizan los escasos re-
cursos en los hospitales, se hacen planes
fiscales para reducir gastos y generar recur-
sos para autosostenerse y entonces esta
ciudad se llena de centros comer-
ciales sin darse cuenta que hasta
allí no llegan las despistadas am-
bulancias…
Pero no todo puede ser habladu-
rías de guerra, ni sirenas afóni-
cas, las cosas en nuestros cam-
pos y ciudades deben tomar
otros rumbos, el mercado de la
guerra debe parar, las priorida-
des deben ser otras, los médicos
deben ser bien pagos, los enfer-
mos bien atendidos, los hospita-
les deben abundar por todas las
entradas de la ciudad… a tal pun-
to que las ambulancias tengan de
donde escoger.
Nuestras comunidades deben
inspirarse en la esperanza para
asumir el compromiso de sanar
las heridas que producen las lógi-
cas de odio y venganza; al tiem-
po, se deben gestar otras lógicas
en la administración y distribución
de los recursos, pues lo prioritario
debe estar en la misión de salvar
y proteger la vida y no al contra-
rio.
Observatorio de Realidades Sociales
Fuentes Consultadas:
http://www.elpais.com.co/elpais/economia/noticias/
cali-le-abre-puertas-centros-comerciales-le-
mostramos-cuales
http://www.cali.gov.co/publico2/gobierno/directorio/
puestosdesalud.htm
http://www.elpais.com.co/elpais/cali/noticias/
hospitales-publicos-cali-cierran-ano-crisis-financiera
CONFLICTIVIDAD TERRITORIAL
5. Realidades y Presencias 5
MÁS QUE MOLINOS DE VIENTO
“Con el alma en una nube y el cuerpo como
un lamento, viene el problema del pueblo,
viene el maestro…” como sacado de la can-
ción de PatxiAndion, 40 años después, viene
de nuevo “el padre del pueblo”, vienen los
maestros.
Cuentan que venía el maestro, esta vez no a
hablar de la historia universal, no a recorrer
por el mundo de Sherezade a partir de las Mil
y Una noches, no a comprender la Ley de
Selección Natural de Darwin, ni a aprender a
diferenciar entre un triángulo equilátero, isós-
celes o escaleno; esta vez venía el maestro a
contarnos una historia donde hay niños que
deben convivir entre los pupitres y tableros
con paredes que se caen de la humedad,
donde hay estudiantes que llegan a la escue-
la con el estómago vacío y salen de ella casi
que en las mismas condiciones, donde aún
hay instituciones en las que se enseña a ma-
nejar un computador por medio de graficas
en un tablero, donde la correspondencia en-
tre el valor inmaterial del oficio y el valor en el
mercado no siempre está en igualdad de
condiciones; una historia que no es del país
del nunca jamás, una historia desde la tierra
de los confines, una historia sin
fin que no espera un vivieron
felices por siempre, pero sí que
se pueda observar con el cora-
zón para que al final se logre ver
lo esencial que hasta ahora ha
sido invisible para los ojos.
“…le deben 36 meses del ca-
careado aumento y él piensa
que no es tan malo enseñar to-
reando un sueldo” la historia se
repite, esta vez no con molinos
de viento, como lo viviría el inge-
nioso hidalgo Don Quijote de la
Mancha, no existen desaforados gigantes
con quien emprender una batalla, esta vez
no hay enemigos imaginarios; en el ahora, en
el hoy, al estilo de crónica de una muerte
anunciada, la de Santiago, no Nasar, sino de
Cali, se vive una ciudad que aprende con el
abc del transcurrir cotidiano, del traspiés de
las desventuras, del susurro de las contradic-
ciones, de los avatares de la vida diaria, don-
de muchos quieren llegar a ser liebres, olvi-
dando la enseñanza de la importancia de ser
tortuga.
“Dicen que no está claro cómo piensa este
maestro, dicen que lee con los niños lo que
escribió un tal Machado… les lee libros de
versos, y no les pone orejones.” Dicen que
vienen los maestros, dicen que vienen mar-
chando, dicen que vienen tras un sueño, di-
cen que el sueño es posible, que uno más
uno son dos y así agregando son muchos
más. Si es necesario reescribir la historia,
que sea con hechos y propuestas colectivas,
porque es posible nacer para semilla.
Continúa...
EDUCABILIDAD Y CULTURA CIUDADANA
Santiago Rodríguez Olazábal
6. 6 Realidades y Presencias
EDUCABILIDAD Y CULTURA CIUDADANA
Continúa...
En esta fecha conmemorativa, homenaje
a Miguel de Cervantes Saavedra, debere-
mos preguntarnos qué diría Rafael Pom-
bo, que diría Gabriel García Márquez,
que diría Eduardo Galeano. Honrar sus
memorias, será celebrar el Día del Idioma
desde la importancia de comunicarnos,
escuchando y reflexionando, desde la pa-
labra que es acción, desde el lenguaje
que nos debe permitir construir mundos
posibles y nuevos escenarios que permi-
tan un punto de giro en la historia de
nuestras narraciones cotidianas. Hoy to-
dos somos maestros, todos somos estu-
diantes, hoy todos somos lápiz y papel,
hoy todos somos camino, hoy todos so-
mos la esperanza de un nuevo amanecer.
Observatorio de Realidades Sociales
Fuentes consultadas:
http://sutevalle.org/wp-content/uploads/2015/04/
COMUNICADO-A-LA-COMUNIDAD-RAZONES-
PARO-NAL.INDEFINIDO-04.15.15.pdf
https://verbiclara.wordpress.com/2013/04/23/23-
de-abril-dia-del-idioma-y-dia-mundial-del-libro-y-
del-derecho-de-autor/
http://www.elmundo.es/quijote/capitulo.html?
cual=8
¿CÓMO AFECTA LA EXPLOTACIÓN
FORESTAL AL TERRITORIO
VALLECAUCANO?
La explotación forestal en el Valle del
Cauca se ha centrado en la obtención de
madera, que generalmente, es utilizada
para la fabricación de objetos como ca-
mas, armarios y mesas, entre otros; y pa-
ra la producción de papel y de combusti-
ble. Y aunque es cierto que dicha activi-
dad ha sido un gran motor para el creci-
miento económico del departamento, lo
cierto es que la expansión a gran escala
de dicha actividad ha desencadenado
afectaciones socioambientales que aún
son de muy poco conocimiento y difusión.
Las afectaciones ambientales del empleo
de zonas de los bosques como recurso
económico son diversas. La tala de arbo-
rífera o el monocultivo de una especie ve-
getal, atenta contra el ambiente natural
de especies animales; tal es el riesgo que
corren los felinos que teniendo su hábitat
en las selvas de Buenaventura, pueden
estar peligro de llegarse a realizar los in-
tereses de las empresas chinas que han
manifestado querer encargarse de la
siembra arborífera, para luego industriali-
zarla y producir pulpa maderera que pue-
da ser exportable. Aunado a esto, parte
de las razones por las cuales la gran bio-
diversidad del Parque Farallones y el ce-
rro El Inglés están siendo destruidos es
por la expansión de la explotación made-
rera.
Ahora bien, históricamente, el usufructo
maderero a gran escala, no sólo ha sido
un factor en la generación de afectacio-
nes ambientales, sino también en la pro-
fundización de la conflictividad territorial.
A partir de 1990, debido a la crisis del ca-
fé, se fortaleció el monocultivo del pino
que fue desarrollado por la multinacional
Smurfit Kappa Cartón de Colombia.
MEDIO AMBIENTE
Santiago Rodríguez Olazábal
7. 7 Realidades y Presencias
Empresa que, actualmente, se estima es
propietaria de alrededor del 10% del terri-
torio geográfico de algunos municipios
como Calima-Darién, Trujillo y Sevilla. Si-
tuación que ha desencadenado el riesgo
de conflictos por la tenencia de la tierra,
pues los predios que algunos campesinos
desean que les sean titulados coinciden
con lo que la empresa desea explotar.
En esa medida, es fundamental que las
instituciones departamentales implemen-
ten políticas de reforestación en las zonas
devastadas por el sobreuso del suelo.
Igualmente, no se debe permitir la trans-
formación de zonas con gran biodiversi-
dad en territorios para el usufructo made-
rero, debido a que son los bosques natu-
rales los que protegen las cuencas hídri-
cas y la conservación de las especies ve-
getales y animales; es decir, son los que
garantizan la existencia del agua dulce y
del equilibrio ecológico que permite un
medio ambiente sano. Los vallecaucanos
tienen derecho a un desarrollo que no
ponga en riesgo ni el abastecimiento de
agua, ni la biodiversidad, un desarrollo
sustentable.
Observatorio de Realidades Sociales
Fuentes Consultadas:
Centro Nacional de Memoria Histórica. (2014).
“Patrones” y Campesinos: Tierra, poder y violen-
cia en el Valle del Cauca (1960-2012). En http://
www.centrodememoriahistorica.gov.co/descargas/
informes2014/patronesyCampesinos/patrones-y-
campesinos-tierra-poder-violencia-valle-del-cauca
-insertos-baja.pdf
El Espectador, noviembre 6 de 2014. Una mano a
las especies en peligro de extinción. En http://
www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/
una-mano-especies-peligro-de-extincion-articulo-
526074
El Tiempo, abril 5 de 2015. El Pacífico colom-
biano, un atractivo lugar para nuevos inversores.
En http://www.eltiempo.com/colombia/cali/
inversiones-en-el-pacifico-colombiano/15515456
LAS LUCES DEL PORVENIR
A don Eduardo Galeano
(1940-2015)
Con el pasar de los años las muertes em-
piezan a causar sensaciones extrañas,
sobre todo aquellas de seres lejanos al
árbol familiar, como por ejemplo artistas o
escritores que han estado como una com-
pañía cómplice y aleccionadora a través
de sus libros, canciones o pinturas. Es
decir, no se trata de aquellos autores que
“iluminan” los saberes académicos y pos-
turas conceptuales que llenan de argu-
mentos nuestros análisis, se trata de
aquellos otros, que además de lo anterior,
iluminan con alegría y soberbia aquellos
momentos que la vida extiende más allá
de las rutinas diarias. Aquellos que con
una frase, un cuento corto o una novela
desequilibran y desembocan en las más
inéditas interpretaciones y sugerencias
para entender este mundo y nuestro lugar
en él. De ese tipo de autores era y segui-
rá siendo Eduardo Galeano.
Algunos dirán, con razón, que este escri-
tor cómplice es ante todo un académico,
un militante y/o critico social, pero quisie-
ra recordarlo en esa dimensión que supo-
ne recocerlo como un hablador o palabre-
ro de la vida, de esa vida que nos recorre
de rabia al leer las casi cuatrocientas pá-
ginas de sus venas abiertas de América
latina.
MEDIO AMBIENTE VIDA ESPIRITUAL Y FAMILIAR
8. 8 Realidades y Presencias
Libro que ha sido símbolo de la otra historia
de la conformación de este sur-continente y
que varias generaciones de latinoamerica-
nos, a través de él, conocimos de oprobios y
guerras como parte de una larga saga de
confrontaciones que ayudaron a ser lo que
somos y a entender aquello
que debíamos cambiar de
ese ser latinoamericano.
Sus palabras de autocrítica
sobre esta obra o las inter-
pretaciones de quienes la
consideran un extenso pan-
fleto, no serán óbice para
negarle la fuerza que el epí-
grafe de ella contiene:
“Hemos guardado un silen-
cio bastante parecido a la
estupidez…”. Esta larga his-
toria que arranca con Cristó-
bal Colón y cierra denun-
ciando a las multinacionales,
seguirá siendo esa voz lúci-
da, no solo frente al silencio y la estupidez,
sino frente a las múltiples versiones que pre-
tenden decirnos quiénes somos. La venas no
dejaran de ser parte de una conciencia que,
de a poco, ha empezado a abandonar el nin-
guneo como signo de identidad.
Del mismo modo y con su tono literario ca-
racterístico, Galeano siempre ha estado
atento a los devenires históricos, como en
días y noches de amor y guerra. Un conjunto
de relatos breves e historias conocidas o
contadas por otros, que navegan sin escrú-
pulo y con afecto por los dramas y los amo-
res de hombres y mujeres que han habitado
este continente convulso y reluciente.
Desde aquellas horas temerosas que trascu-
rren en un carro bajo la dictadura militar bra-
sileña, pasando por unos fragmentos que de-
jan la piel erizada luego de leerlos con pausa
y sosiego: “Sueños. Los cuerpos, abrazados,
van cambiando de posición mientras dormi-
mos, mirando hacia aquí, mirando hacia allá,
tu cabeza sobre mi pecho, el muslo mío so-
bre tu vientre, y al girar los cuerpos la cama y
gira el cuarto y el mundo. “No, no –me expli-
cas, creyéndote despierta-. Ya no estamos
ahí. Nos mudamos a otro país mientras dor-
míamos”. Así era Galeano, un errante que
pasaba de las trágicas historias de nuestra
América y el mundo, a descripciones de los
destellos que el afecto o el amor pueden
provocarnos en un instante.
Este afecto lo llevó, como buen ciudadano
del sur y charrúa de pura cepa, a rendirle un
homenaje al fútbol, o quizás hacerse un auto
-homenaje, no se sabe con certeza, lo cierto
es que se reconoce como parte de aquellos
niños que nacieron gritando gol y haciendo
ruido en las salas de parto uruguayas. De
joven con la esperanza de ser un buen juga-
dor, terminó dándose cuenta que era un
“pata dura”, y, como consecuencia, se en-
contró con uno de sus amores no correspon-
didos: la pelota. Pero como todo hincha del
buen futbol buscó la forma de seguirlo y go-
zarlo, quizás por ello se hizo preguntas acer-
ca de si efectivamente este deporte era “el
opio del pueblo” o del parecido del fútbol con
Dios o si la mercadotecnia había colonizado
esta pasión de multitudes. Pero como siem-
pre ese juego entre desdichas y alegrías, crí-
ticas y alabanzas habitan a Galeano, y siem-
pre la esperanza aparece en los entresijos
de sus textos y deja su sentencia:
Continúa...
VIDA ESPIRITUAL Y FAMILIAR
Santiago Rodríguez Olazábal
9. 9 Realidades y Presencias
“Por suerte todavía aparece todavía en las
canchas, aunque sea muy de vez en cuan-
do, algún descarado carasucia que se sale
del libreto y comete el disparate de gambe-
tear a todo el equipo rival, y al juez, y al pú-
blico de las tribunas, por el puro goce del
cuerpo que se lanza a la prohibida aventura
de la libertad”.
La esperanza siempre acompañó a este
uruguayo, aun en sus peores momentos y
en sus más agudas críticas, nada de apoca-
líptico se deja ver en él, porque siempre ha-
lló un pretexto para seguir. Esto se deja ver
en la metáfora, potente y esclarecedora, de
comprender que este mundo se encuentra
patas arriba, y que existe una escuela del
mundo al revés que ha naturalizado la co-
rrupción, el miedo, la impunidad, el machis-
mo, el racismo y la incomunicación. Este
mundo se mueve y se administra en esta
doble moral que critica todo los antivalores,
pero legitima en la vida cotidiana que ellos
modelen y hagan funcionar nuestras rela-
ciones. Baste mencionar los continuos ca-
sos de asesinato de jóvenes afroamerica-
nos en los Estado Unidos por parte de
agentes policiales, que terminan siendo
sancionados pero no castigados, en el país
de la democracia; mencionar también los
públicos casos de corrupción en los gobier-
nos o la argucia de ocultar y “blanquear”
dinero por parte de los bancos, como lo ha
hecho el HSBC, que incluso manejaba dine-
ros de narcotraficantes. El mundo al revés
existe y Galeano logra describirlo sin tapu-
jos y con mucha información, haciendo des-
cripciones fuertes que sus críticos tildaran
de exageradas.
“Días tras día, se niega a los niños el dere-
cho a ser niños. Los hechos, que se burlan
de ese derecho, imparten sus enseñanzas
en la vida cotidiana. El mundo trata a los
niños ricos como si fueran dinero, para que
se acostumbren a actuar como el dinero ac-
túa. El mundo trata a los niños pobres como
si fueran basura, para que se conviertan en
basura. Y a los del medio, a los niños que
no son ricos ni pobres, los tienen atados a
la pata del televisor, para que desde muy
temprano acepten, como destino, la vida
prisionera. Mucha magia y mucha suerte
tienen los niños que consiguen ser niños”
El patas arriba no ha dejado de tener y ha-
cer visibles sus evidencias, al punto que las
agencias internacionales siguen insistiendo
en cumplir los objetivos del milenio, reducir
el hambre, garantizar mayores niveles de
equidad y el respeto a los de-
rechos humanos. En tanto la
revista Forbes nos deslumbra
con el listado de las personas
más ricas del mundo, y segui-
do, en el noticiero de la noche,
nos informan que con la fortu-
na del más rico podemos aca-
bar el hambre, no solo de Áfri-
ca, sino del conjunto de habi-
tantes que la padecen en la
Tierra. De estas paradojas es-
tá llena la metáfora del al re-
vés, pero esta también de pre-
guntas.
Continúa...
VIDA ESPIRITUAL Y FAMILIAR
Santiago Rodríguez Olazábal
10. 10 Realidades y Presen-
VIDA ESPIRITUAL Y FAMILIAR
“Pregunta. En el siglo doce, el geógrafo
oficial del reino de Sicilia, Al-Idrisi, trazó
el mapa del mundo, el mundo que Euro-
pa conocía, con el sur arriba y el norte
abajo. Eso era habitual en la cartografía
de aquellos tiempos. Y así, con el sur
arriba, dibujó el mapa sudamericano,
ocho siglos después, el pintor uruguayo
Joaquín Torres García. <<Nuestro norte
es el sur>>, dijo. <<Para irse al norte,
nuestros buques bajan, no suben>>. Si
el mundo está, como ahora está, patas
arriba, ¿no habría que darlo vuelta, para
que pueda pararse sobre sus pies?”
Así era don Eduardo Galeano, un conta-
dor de historias de este mundo complejo,
alegre, injusto y revelador; incansable
como el que más; observador penitente
de las vidas de sus prójimos y promotor
de ideas y sueños de un mejor lugar pa-
ra vivir. Hasta en sus últimos días su
preocupación fue, tercamente, la misma:
“la realidad no puede ser entendida co-
mo un destino, ella es un desafío”, por
tanto, es una obligación ética y humana
hacer todo lo posible para que este pe-
queño fragmento del universo cambie,
que no siga con las patas para arriba y
pueda abandonar las ignominias de
aquello que fue, pero que ya no serán.
Este hombre de voz gruesa, fumador in-
cansable y conciencia pública de los na-
dies, se ha ido de sorpresa pero ha deja-
do el eco de sus palabras que susurran
en estas tierras del sur o del “fin del
mundo”. Afortunadamente el pesimismo
contemporáneo no lo alcanzó y siguió
creyendo en esta humilde humanidad:
“Al fin y al cabo, somos lo que hacemos,
para cambiar lo que somos”.
Julio Cesar Rubio
Docente universitario.
Universidad del Valle
88 CASOS DE VIOLENCIA DE
GÉNERO
Estos son los casos que han sido denun-
ciados en Buenaventura en lo corrido del
presente año, en medio de un departa-
mento que tuvo el año pasado el 29% de
los asesinatos a mujeres en todo el país.
Esta situación que, en general, se anali-
za y atiende desde la existencia de una
cultura machista en nuestro país, debe
empezar a tenerse en cuenta también
como un fenómeno social que es razón y
consecuencia del nivel de pobreza, o lo
que se ha considerado que es la pobre-
za; sobre todo, hoy, cuando el país está
en alerta por los altos niveles de necesi-
dades básicas insatisfechas de la Región
Pacífica.
Para el diseño de políticas públicas, la
mayoría de veces se ha ligado a la po-
breza con la escasez de ingresos mone-
tarios. Sin embargo, últimamente se ha
empezado a considerar que no sólo la
falta de dinero caracteriza a alguien co-
mo pobre, sino también, la imposibilidad
de acceder a derechos sociales como la
educación, la salud, la cultura y el amor
familiar. Así pues, el maltrato afectivo y
físico que reciben mujeres y hombres por
parte de su ser amado, no sólo debe ser
considerado como un problema de vio-
lencia de género, sino también como una
dimensión de la pobreza. Continúa...
POBREZA Y SEGURIDAD ALIMENTARIA
Frank Martínez
11. Realidades y Presencias 11
Ahora bien,
aunque en
todos los
estratos
socioeco-
nómicos
hay perso-
nas que
han sido
violentadas
de esta ma-
nera, son
los hogares
con menos
ingresos económicos los que más la su-
fren, y entre éstos, las mujeres, debido a
que son ellas las que son elegidas por
nuestra cultura machista para que reali-
cen la actividad doméstica, que en la
mayoría de los casos, está ligada con
una posición de dependencia económica
de la pareja. En ese sentido, no sólo el
aumento de los casos de maltrato físico
en Buenaventura nos estaría alertando
sobre las nuevas dimensiones de la po-
breza, sino también la dependencia eco-
nómica como una nueva forma de violen-
cia de género.
De esta manera, las políticas que se
piensen diseñar para combatir la violen-
cia de género, deben entenderla como
una dimensión de la pobreza que tiene,
en el corto y largo plazo, graves afecta-
ciones emocionales para quienes han
sido violentados, incluso, repercusiones
sobre su personalidad y su comporta-
miento con los hijos. Así pues, deben im-
plementarse programas que erradiquen
la estigmatización social de quienes bus-
can ayuda, y las instituciones deben pro-
porcionarles la ayuda que necesitan in-
mediatamente se haga la denuncia. Es-
to, sin dejar de lado que la violencia de
género, además de ser tratada como un
problema de derechos humanos, debe
ser contemplada, en la mayoría de los
casos, como un problema de inacceso a
los derechos económicos. Buenaventura
tiene derecho a frenar la violencia de gé-
nero y la pobreza.
Observatorio de Realidades Sociales
Fuentes Consultadas:
El País, abril 13 de 2015. Ya van 88 casos de
violencia contra la mujer en Buenaventura este
año. En http://www.elpais.com.co/elpais/valle/
noticias/preocupa-casos-violencia-intrafamiliar-
buenaventura
El País, marzo 6 de 2015. Persiste la violencia
contra las mujeres en el Valle del Cauca. En
http://www.elpais.com.co/elpais/cali/noticias/
persiste-violencia-contra-mujeres-valle-cauca
PNUD, noviembre 4 de 2013. Por qué la violen-
cia mantiene a las mujeres en la pobreza:
JeniKlugman y Matthew Morton. En http://
www.undp.org/content/undp/es/home/
ourperspective/
ourperspectivearticles/2013/11/04/why-violence-
keeps-women-poor-jeni-klugman-and-matthew-
morton.html
Inter PressService Noticias, marzo 27 de 2015.
Igualdad de género es el último gran desafío con-
tra la pobreza. En http://
www.ipsnoticias.net/2015/03/igualdad-de-genero-
es-el-ultimo-gran-desafio-contra-la-pobreza/
POBREZA Y SEGURIDAD ALIMENTARIA
12. Observatorio de Realidades Sociales
Coordinación:
Jesús Darío González Bolaños
Oficina de Planeación Pastoral y Observatorio
de Realidades Sociales
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