Los mega proyectos industriales en la Sierra Norte de Puebla que ponen en riesgo la viabilidad ambiental y social del territorio serrano-- han generado una reacción civil inteligente y propositiva a lo largo de toda la región. Una movilización que se ha acompañado por una importante respuesta intelectual a través del video, la fotografía y la narración que se ha dado a conocer particularmente a través de los medios electrónicos y que es realizada fundamentalmente por jóvenes.
Mayte G. Bonilla, una joven comunicadora, nos da un ejemplo con esta crónica de estas acciones que en suma explican una dinámica de reflexión crítica y organización social que era desconocida hasta hace muy poco en la sierra. Ella hace periodismo, colabora en distintos medios en el Distrito Federal y Puebla, actualmente realiza una serie de reportajes sobre el tema. Para entender estos llamados “proyectos de muerte” hay que conocerlos. Por ello, Mayte ha tocado la puerta de la minera canadiense Almadén que lleva años explorando los cerros de Ixtacamaxtitlán, ha ido a escuchar lo que se propone y la versión que le dan a los niños y los padres de familia. De manera objetiva, con el simple relato de un tour para niños, la crónica expone cómo los mineros canadienses evaden el interrogante sobre las consecuencias de una explotación a cielo abierto. (Mundo Nuestro)
Viaje a la tierra prometida por los canadienses en Ixtacamaxtitlán
1. Viaje a la tierra prometida por los canadienses en
Ixtacamaxtitlán
Mayte G. Bonilla, 27 Marzo 2014
Los mega proyectos industriales en la Sierra Norte de Puebla que
ponen en riesgo la viabilidad ambiental y social del territorio serrano-
- han generado una reacción civil inteligente y propositiva a lo largo
de toda la región. Una movilización que se ha acompañado por una
importante respuesta intelectual a través del video, la fotografía y la
narración que se ha dado a conocer particularmente a través de los
medios electrónicos y que es realizada fundamentalmente por
jóvenes.
Mayte G. Bonilla, una joven comunicadora, nos da un ejemplo con
esta crónica de estas acciones que en suma explican una dinámica de
reflexión crítica y organización social que era desconocida hasta hace
muy poco en la sierra. Ella hace periodismo, colabora en distintos
medios en el Distrito Federal y Puebla, actualmente realiza una serie
de reportajes sobre el tema. Para entender estos llamados “proyectos
de muerte” hay que conocerlos. Por ello, Mayte ha tocado la puerta
de la minera canadiense Almadén que lleva años explorando los
cerros de Ixtacamaxtitlán, ha ido a escuchar lo que se propone y la
versión que le dan a los niños y los padres de familia. De manera
objetiva, con el simple relato de un tour para niños, la crónica expone
cómo los mineros canadienses evaden el interrogante sobre las
consecuencias de una explotación a cielo abierto. (Mundo Nuestro)
2. Viaje al paraíso minero que los canadienses prometen en México. “Es
una oportunidad de oro”, dicen los geólogos mexicanos contratados
por Almaden Minerals a los niños que llevan de paseo, “no venimos a
robarles el oro, venimos a trabajar… Nosotros no somos Tetela de
Ocampo, aquí no hay bosque, aquí no hay agua... Una mina en un
lugar semidesértico como este es una gran oportunidad.”
Hay que hacer este recorrido para conocer cómo venden las
empresas mineras sus proyectos en los pueblos campesinos de
México. Tours guiados con escolares, profesores y padres de familia
de los pueblos rurales en la cañada en la que arranca el río Apulco.
Y si alguien pregunta sobre el significado de explotación a cielo
abierto, “puede que sí, puede que no”, dicen los mineros.
Almaden: ¿Y quién habla de explotación?
Desde hace 3 años la empresa canadiense Almaden Minerals realiza
trabajos de exploración en Ixtacamaxtitlán, uno de los territorios más
aislados de la Sierra Norte de Puebla. La posibilidad de que se instale
una mina a cielo abierto para la extracción de oro y plata en este
municipio mantiene en alerta a la población, y ya ha surgido un
movimiento de resistencia contra la minería, como ha sucedido con
otros llamados megaproyectos de muerte.
Almaden se presenta así en su portal ante los inversionistas:
“Almaden gestiona sus programas de exploración en armonía con las
comunidades circundantes. Aspiramos a marcar una diferencia social
positiva en donde vivimos y trabajamos. Mediante el apoyo y
financiación de proyectos e ideas que provienen de grupos locales, la
educación y el empleo de población local y el respeto a la cultura, la
propiedad y la individualidad de las necesidades de cada comunidad,
Almaden está comprometida en mejorar la calidad de vida de las
comunidades rurales. Trabajamos duro para construir un desarrollo
sostenible que se traduzca en relaciones prósperas de largo plazo.”
3. Mapa tomado del portal
http://www.almadenminerals.com/projects.html
Con por lo menos quince proyectos en nuestro país, seis de ellos en
el estado de Puebla, la compañía extranjera posee la concesión de
más de 14 mil hectáreas en Ixtacamaxtitlán, otorgadas por la
Secretaría de Economía.
A finales del 2010 AlmadenMinerals anunció al público inversionista
en Toronto que había encontrado una importante reserva de oro en
su proyecto bautizado como Ixtaca. Sin embargo, la exploradora
junior, como les dicen en Canadá a este tipo de compañías, no ha
logrado el siguiente salto: que una gran minera del tamaño de
Goldcorp o Barrick Gold compre el proyecto, que en su portal de
internet presenta como la estrella de sus investigaciones geológicas.
Hasta la fecha la junior canadiense ha trabajado sin mayor problema
en la sierra poblana. En su avanzado proceso de exploración,
4. apenas en diciembre presentó una nueva solicitud de permiso ante la
SEMARNAT para una nueva fase explorativa. Sin embargo, la
decisión del gobierno federal de condicionar la continuación de los
permisos de exploración a la realización de una consulta indígena,
como lo marca el Convenio 169 de la OIT, y que fue el caso para la
empresa mexicana FRISCO en el municipio vecino de Tetela en el
2013, abre la interrogante sobre lo que sucederá en Ixtacamaxtitlán.
Llamo a sus oficinas de la ciudad de México. “Quién eres, de qué
medio, con qué propósito, envíanos tu curriculum”. Pero no busco
trabajo, sino una entrevista para un reportaje que realizo, así que la
solicito. Luego de una semana me llaman para invitarme como
observadora a uno de los recorridos guiados que ofrece la compañía.
El tour
Es en la cabecera municipal donde están las oficinas de Almaden
Minerals. Alumnos de la primaria de San Francisco Ixtacamaxtilán,
maestros y padres de familia, han sido invitados a la visita que desde
hace algún tiempo la empresa brinda a las escuelas de las localidades
circundantes.
Solicitada por el director de la escuela primaria, me explica el
maestro Carlos Hernández, ésta tiene el objetivo de complementar el
programa educativo y que los niños observen la manera en que los
minerales son sacados de la tierra.
Los asistentes se acomodan en la pequeña sala de la casa que
alberga las oficinas. Entonces, comienza la presentación de Almaden
Minerals por parte de algunos empleados, entre ellos el geólogo
Daniel Santa María, Mauricio Chávez, encargado de las cuestiones
medioambientales, y otro hombre mejor conocido como Roosvelt,
perteneciente al área de desarrollo social de la empresa.
Daniel es quien toma la palabra para contarnos un poco sobre la
historia de Almaden Minerals que, dice, trabaja en Ixtacamaxtitlán
desde hace 13 años. Tiene en sus manos los títulos de concesión,
para que “la gente no ande diciendo que no tenemos los permisos”.
Apoyado en la proyección de fotografías, el geólogo habla sobre los
trabajos que actualmente se desarrollan en el proyecto Ixtaca.
“El trabajo que hacemos como empresa de exploración es de muy
bajo impacto ambiental, porque lo único que hacemos es caminar por
todas barrancas (...) Hacemos muestras de suelo, un mapeo regional,
reconocimiento de todos los tipos de piedras que hay en la zona.”
Luego, especifica: “En estos 3 últimos años, hemos trabajado
solamente en 120 hectáreas de 14 mil, ¿ustedes saben qué significa
5. eso? 120 hectáreas es un rancho normal aquí en la zona”, dice el
geólogo a los presentes, pero ninguno de ellos es dueño de un
rancho.
Y es que pesar de que Almaden posee la concesión de 14 mil
hectáreas que declara en su página web, los representantes del
corporativo aseguran realizar trabajos de exploración únicamente en
120 hectáreas, situadas dentro de localidad de Santa María. Esta
versión contradice las denuncias que algunos habitantes han hecho
recientemente sobre las perforaciones realizadas en La Victoria.
En esta primera parte de la visita también se exhibe el video “Tierra
adentro”, que no es precisamente un video dirigido a niños y niñas.
Posteriormente los visitantes son animados a hacer preguntas y
expresar sus inquietudes, pero ningún pequeño participa. Son los
padres, madres de familia y un periodista quienes lanzan algunas
preguntas sobre el tema que preocupa a muchos de los
habitantes: ¿Cómo y quién llevará a cabo la fase de explotación?
Daniel Santamaría insiste que la empresa se encuentra realizando
únicamente los trabajos de exploración: “No sabemos qué va a
suceder en un futuro”. Y añade: “Para pasar a la fase de explotación
hay que analizar una multiplicidad de factores, y depende de la
decisión de muchos otros inversionistas. Sin embargo, no se descarta
la posibilidad de sea esta minera la que realice la explotación:
“Puede que sí, pero puede que no”, es su respuesta.
Actualmente más del 90% de la extracción de oro se hace a cielo
abierto, sobre todo en Centro América donde las venas minerales se
encuentran muy cerca de la superficie. Este es uno de los de los
procesos más tóxicos y agresivos con el medio ambiente, ya que se
descapotan los cerros y se usan millones de litros de agua al día. La
utilización del cianuro en la etapa de lixiviación ha generado polémica
internacional y algunos países europeos han vetado su uso, debido a
su toxicidad y los daños que provoca a la salud.
Tomando en cuenta el tipo de suelo, afirma el ambientalista Flaviano
Bianchini, fundador de Source Internacional, sería sumamente
extraño que la de Ixtaca se convirtiera en una mina subterránea.
“¿Y van a utilizar cianuro?”, pregunta tímidamente una madre de
familia que levanta la mano.
“En caso de que se utilice el cianuro--responde Daniel--, éste no se
desecha al río así como así. El cianuro es muy caro, actúa como una
especie de imán líquido que atrae todas esas partículas de oro y
plata. No queremos perder el cianuro porque no queremos perder el
elemento, por lo que éste se recicla constantemente.”
Aunque ahonda sobre la contención de este veneno en las presas de
jale y su utilización en otros procesos industriales, no se menciona
6. nada sobre los accidentes que pudieran ocurrir, como ha sucedido
una treintena de veces en el mundo.
Foto de Arturo Lara, 2014
Una mina para ser feliz
Después de las preguntas y respuestas, los escolares son trasladados
en un camión a la localidad de Santa María, ubicada a unos cuantos
kilómetros de la cabecera municipal. Muchos de ellos nunca han
salido de excursión, están muy emocionados.
Los empleados de Almaden viajan detrás del autobús, en las
camionetas de la empresa. En el camino los saludan algunos
trabajadores locales de compañía que pintan los muros de una
construcción. Nuestros guías dicen sentirse parte de esta comunidad.
Sin embargo, no todos están contentos con su presencia. Fue en este
mismo lugar donde comenzó a organizarse el movimiento opositor al
proyecto Ixtaca, que poco a poco se ha ido extendiendo a otras
localidades.
El tour de las máquinas comienza en la bodega de núcleos, donde se
pueden observar los cilindros de piedra extraídos por la máquina
barrenadora. Las muestras están a la vista; niños, niñas y adultos
“pueden tocarlas, no hay ningún problema”.
Una joven mujer es la encargada de explicar las etapas del proceso
de exploración, la prospección, el mapeo, la perforación, etc. Alumnos
y alumnas oyen atentos la plática de Denise, originaria de
7. Guanajuato, que pronuncia muchas palabras poco comprensibles para
los pequeños de primero a tercer grado de primaria.
Luego es el turno de la máquina cortadora.
“Por lo que veo utilizan mucha agua --dice una madre de familia que
se acerca--. ¿De dónde la sacan?
“Del río de aquí de Santa María, con esa agua se llena el tinaco”,
contesta el operador.
De camino al lugar donde se almacenan los combustibles, nos
detenemos para observar dos contenedores de botellas de pet,
recicladas por un grupo de mujeres de Santa María. Los desechos se
venden y las ganancias son para las mujeres, se comenta en la visita.
Este grupo está integrado en su mayoría por las esposas de quienes
ya trabajan en la minera. Al menos es lo que dicen otras mujeres que
no participan en este programa.
Los programas sociales que realiza Almaden Minerals, “los cuales
están enfocados en educación, salud y cultura”, también ocupan una
buena parte de la visita. Entre ellos se mencionan: la donación de un
aparato de ultrasonido, cinco monitores de signos vitales, la donación
de 250 sillas de ruedas al DIF estatal, instalación de internet en
edificios públicos, construcción de aulas en las escuelas y un vistoso
plan de remodelación “con el que se está de pintando de amarillo
toda Santa María”, bromean algunos habitantes.
Actualmente la minera organiza un concurso de arquitectura para los
alumnos de la UNIDES.
“Si tú tienes un pueblo bonito generas un sentido de identidad, y
además si tienes un pueblo bonito que tiene una mina, que tiene un
trabajo, no tienes que vivir en una ciudad sino en un pueblo que tiene
todo lo necesario para ser feliz. Y eso es lo que estamos
buscando”, dice el geólogo, quien a estas alturas se ha convertido en
el principal promotor de las bondades que brinda y promete la
minera, entre ellas la felicidad.
“Empresa responsable”
Como empresa que se dice responsable, Almaden, se apega a la
norma oficial 120. Mauricio Chávez es el encargado de abordar el
tema:
“La norma establece algunas actividades para compensar al medio
ambiente (…) ¡pero la empresa está comprometida a dar más! En ese
sentido se están realizando programas de reforestación, para poder
compensar al medio ambiente de todo lo que nos da.”
8. Pero los beneficios que nos proporcionan los recursos naturales y el
cuidado que se merecen se tocan de pasada en el tour. En nuestro
acalorado paseo se habla más de lo que la industria minera
promete:
“Somos una industria que viene para aportar como lo hace la
ganadería y la agricultura (…) Nosotros no venimos a robarles el oro,
venimos a trabajar. Esto puede generar un bien para todo el
municipio. Pero, ¿de quién depende de que esto realmente se
encamine para un buen lugar? De la comunidad, el gobierno y la
empresa.”
“Una oportunidad de oro”
Los trabajadores de Almaden nos guían cuesta arriba sobre el Cerro
del Uno. Así lo conocen los habitantes de Santa María, que se ve
pequeñita desde el monte. Existe un chiste sobre el paisaje que se
aprecia aquí. “Le dicen el pueblo de las casas polacas “polque hay
una pol´acá y otra hasta pol´allá, suelen decir. Y es que en esta
zona de la sierra, se observan apenas algunas casitas que se separan
por enormes extensiones de terreno, en los que por lo general se
siembra frijol y maíz para su autoconsumo. Somos pobres pero
felices, no necesitamos más que tierrita y un poco de agüita,
acostumbran a decir muchos campesinos de la región.
Bajo un sol incisivo, caminan los más de 30 niños y niñas seguidos
por sus padres y profesores. Daniel Santamaría hace una pausa para
destacar la aridez del terreno, invitándonos a mirar la montaña.
“Nosotros no somos Tetela de Ocampo, aquí no hay bosque, (…) aquí
no hay agua. Una mina en un lugar semidesértico como este es una
gran oportunidad. Aquí hay mucha tala ilegal que es muchísimo más
dañina. Vean el nivel de erosión que hay en este lugar. Este es un
terreno que no tiene mucho potencial para otra actividad.”
En este cerro, dicen los trabajadores de Almaden, se han realizado
418 perforaciones, y en nuestro camino se nos muestran algunas de
ellas.
9. Foto de Arturo Lara, 2014
Con un limitado español, una mujer de origen canadiense nos da la
bienvenida y explica algo que en realidad nadie logra entender.
Daniel vuelve a tomar la palabra y habla sobre el funcionamiento de
la barrenadora.
Frente a nosotros comienza a trabajar la máquina con la que se
hacen las perforaciones que llegan a alcanzar hasta 300 metros de
profundidad, explica. Nos animan a tocar el agua que se utiliza en
este proceso.
“¿No tiene cianuro, verdad?”, bromea un padre de familia. Algunos
ríen.
El operador se baja de la máquina. De corrido, cómo en un
infomercial, nos recita los beneficios que dice haber traído consigo la
minera.
“(…) como comunidad, estamos muy contentos y muy agradecidos
con esta gente que llegó aquí, porque sinceramente antes de este
proyecto no había el suficiente trabajo (…) Más que nada estamos
trabajando porque nos hemos dado cuenta de que no es como cierta
gente dice que son los proyectos de exploración minera (…) Nos
pueden ver, no sufrimos ninguna enfermedad. Cabe recalcar que
nuestra comunidad ha ido creciendo mucho, no veo por qué la
negativa a este tipo de proyectos.”
10. Hasta ahora se han contratado a 74 personas del municipio, quienes
ganan de 300 a 1000 pesos diarios. Los sueldos son bastante
atractivos en este lugar con un alto grado de inmigración y muy
pocos empleos.
“¿Pero por qué no le dan trabajo a todos?”,pregunta un padre de
familia originario de San Francisco.
La división que ya sufren estas comunidades es uno de los primeros
conflictos sociales que ocasiona la llegada de las mineras, las cuales
generan posiciones encontradas entre la población.
Daniel interviene, aclarando que también se han contratado a
personas de Tuligtic e incluso de la misma cabecera.
“En un año tendremos 300 o 500 empleos (…), ahora no
necesitamos más gente.”
Luego menciona el consumo local que ellos generan y los empleos
indirectos que se producen.
Empleos, derrama económica y crecimiento son palabras usuales en
esta visita. Si bien es cierto que se aborda el tema sobre el
aprovechamiento de los recursos naturales, contemplado en el plan
de estudios, también es cierto que el desarrollo social y económico
que promete la industria minera es uno de los asuntos centrales en
estas tres horas y media.
Con todo ello, Daniel aclara que no tiene la intención de convencer a
nadie, sino generar la crítica y el análisis a partir de los hechos.
Cierto o no, lo que es un hecho es que se habla muy poco de la
minería a cielo abierto como un posible método de extracción.
Tampoco se mencionan las consecuencias que ocasiona a la salud y la
ecología.
“No podemos dar información sobre la etapa de exploración porque
no la tenemos”, dice el joven geólogo en la visita. A pesar de esto,
declara en entrevista:
“Hemos sido muy abiertos, en el sentido de que estamos explorando,
y de que sí, en un futuro esto se puede convertir en una mina a cielo
abierto, pero las posibilidades de que esto suceda son ejemplares
con respecto a Zacatecas y a San Luis Potosí, que va a ser muy
parecido.”
Faltan unos cuatro o cinco años para que empiece la fase de
explotación, calculan los empleados de Almaden Minerals. Pero eso
no parece importar mucho ahora. En este momento los niños se
amontonan alrededor de la camioneta, peleando por alcanzar una de
las plumas con los logos de la empresa canadiense que les obsequian
al final del tour.
11. El cuestionamiento
En el paraíso minero todo suena tan bien que dista mucho de la
realidad que se vive en la Sierra Norte, donde existen 90 concesiones
mineras, y en donde ninguna de las comunidades ha sido consultada
hasta ahora. En Ixtacamaxtitlán los habitantes comenzaron a recibir
información por parte de la empresa cuando ya se exploraba el
terreno.
“¿La gente es informada o manipulada?”, cuestiona Alejandro
Marreros, originario de este municipio e integrante del Consejo Tiyat
Tlalli. El tipo de información que se les da a las escuelas, donde se
habla una y otra vez de los beneficios de la minería, despierta aún
más la sospecha. Sobre todo cuando“muchas de estas escuelas ya
han recibido algunos donativos”, como nos comenta Marreros.
Entrevistado en Zautla, en el marco del Encuentro de Pueblos en
Resistencia contra el Modelo Extractivo Minero, admite que la
empresa ha dado información pero ésta “se da de acuerdo a sus
intereses, “de hecho han realizado asambleas. Invitaron al comité de
padres de familia de la cabecera municipal, pero no como invitación
sino como la cobranza de un favor.”
Para el integrante del consejo Tiyat Tlalli, un colectivo de
organizaciones que se ha dedicado, entre otras cosas, a difundir
información sobre las consecuencias de la minería a cielo abierto, “lo
que estas empresas hacen es establecer una relación de
reciprocidad, donde ellos aparecen como los donadores. Pero
acuérdate que el don, de una manera u otra, se cobra. Esa es su
táctica.”
Hay una arrogancia, dice Alejandro, en lo que plantean y prometen
las mineras: “Es cierto que estas tierras no dan para más, pero la
gente quiere maíz y frijol; es una lógica distinta a la que ellos (los
mineros) están planteando. La lógica campesina no se plantea la
acumulación, el desarrollo, el progreso. La lógica campesina se
plantea la sobrevivencia, y es desde ahí donde están diciendo, no
solamente en Ixtacamaxtitlán sino en los diferentes movimientos
campesinos indígenas: Si la contaminación es desarrollo, si la
muerte es progreso, nosotros no los queremos, preferimos seguir
siendo pobres.”