La autoestima es cómo nos percibimos a nosotros mismos. Una alta autoestima significa sentirse confiado y capaz de enfrentar problemas, mientras que una baja autoestima lleva a pensar que no se puede lograr algo o no se es capaz. Para tener una alta autoestima, es importante confiar en nuestras habilidades, no depender de la aprobación de otros, reconocer nuestros errores y no abusar o burlarse de los demás.