2. Para comenzar…
Voy a decirles algo y Ustedes me dicen qué es lo
primero que viene a la mente….
¿Listos?
Comenzamos….
3. Ahora, voy a hacerles unas preguntas
¿Qué dice la gente sobre
el gobierno de Felipe
Calderón?
¿Y sobre el de Ivonne
Ortega?
¿Y sobre la vida de
Niurka Marcos?
¿Sobre México?
¿Y sobre el América?
(Aunque todos lo
sabemos…)
4. ¿Y?
¿Qué es más fácil? ¿Hablar
bien o mal de otros?
¿Por qué?
¿Qué influye en que
hablemos así de otras
personas?
¿Nos vamos al Cielo por no
hacer el mal a otros?
Ahora una actividad con
tarjetitas…
5. La palabra de hoy: benedicencia
Es la gran ausente del
diccionario.
Si la escribimos en Word
o en Power Point, nos
marca error y la subraya.
El verdadero error
consiste en que existe su
contraparte que significa
vicio (maledicencia), pero
no aparece el término que
indica virtud
(benedicencia).
6. La benedicencia como
distintivo del cristiano
Nosotros debemos ser imágenes
vivas de Cristo.
Si Dios es amor, nuestra vida debe
ser amor.
La caridad es la esencia del
cristianismo…es distintivo del
cristiano.
Recordemos lo que dice San Pablo
en cuanto a la caridad (1 Cor 13, 4-
8)
7. La benedicencia vs. maledicencia
¡Cuánto debemos cuidar esta virtud!
La maledicencia es el vicio de hablar mal de los
demás.
La benedicencia es la virtud de hablar bien del
prójimo.
Para nosotros los católicos, debe ser un
apostolado.
Se trata de vencer el mal con el bien (Rm 12, 21)
La benedicencia se transforma en caridad
8. ¿Qué es la benedicencia?
Tener presentes nuestros propios
defectos, no para juzgar al prójimo,
sino para vivir con humildad siendo
apóstoles de lo bueno.
Cultivar una actitud interna,
decididamente positiva, una buena
disposición habitual a ejercer esta
virtud.
Es difundir el buen nombre de los
demás
Valorar sus cualidades
Señalando sus virtudes
Destacando sus aciertos, logros y
éxitos
Alabar lo bueno y virtuoso de los
9. ¿Qué exige la benedicencia?
Como cualquier virtud, exige una conquista
personal.
No se da de modo espontáneo y natural.
Tiene su origen en otro hábito: el pensar
siempre bien del prójimo, estimarlo
sinceramente en lo más íntimo de nuestro
corazón.
Vigilar nuestros pensamientos
Combatir prejuicios
Cultivar la bondad, comprensión, afabilidad y
cortesía
Rechazar tajantemente celos, envidias,
rivalidades y rencores.
10. ¿Qué no es benedicencia?
Cuidarnos de no fallar
Una actitud defensiva
Hacerse de la vista gorda
Adular a otros
Comportamiento político
Hipocresía
Encasillar a otros
Interpretar negativamente las
intenciones
Dudar de los otros
Proyectarnos en los otros.
11. Cristo, nuestro gran ejemplo
El hombre bueno, del buen tesoro del
corazón saca lo bueno; el malo, del
malo saca lo malo. Porque de lo que
rebosa el corazón habla su boca (Lc
6,45)
El hombre viejo, herido por el pecado
original, tiende a fijarse más en los
fallos y defectos ajenos que en sus
virtudes y aciertos (Col 6,45)
No juzguen, para que no sean
juzgados… ¿Cómo es que miras la
paja en el ojo de tu hermano y no ves
la viga que hay en tu ojo? (Mt 7, 1-3)
12. Cristo, nuestro gran ejemplo
Misericordia quiero, no sacrificios. Porque no he
venido a llamar a justos, sino a pecadores (Mt
9,13).
Amen a sus enemigos y rueguen por los que les
persigan, para que sean hijos de su Padre
Celestial, que hace salir su sol sobre malos y
buenos, y llover sobre justos e injustos (Mt 5,45)
Jesús encontró a muchos pecadores, pero los
acogió con un corazón lleno de comprensión y
bondad. Nos invita a amar, bendecir y rogar.
13. ¿En dónde comienza la benedicencia?
En la familia
Y debe extenderse…
En el grupo de amigos
En la escuela (maestros,
compañeros)
En el trabajo (jefes, secretarias,
En la Iglesia
14. Fuentes de la maledicencia
La familia
El grupo de amigos
La escuela
El trabajo
Ambientes negativos en grupos de la
Iglesia
Algún grupo de apostolado…
La televisión
Revistas de artistas
Reportes tendenciosos de fuentes de
“información”
Chismorreo en general…
15. ¿Cómo puedo practicar la
benedicencia?
¿En la casa?
¿En la escuela?
¿Con tu pareja?
¿En tu apostolado?
¿En tu trabajo?
16. En resumen…
Si no tienes nada bueno que decir, guarda silencio.
Habla de las cualidades y fortalezas de los demás
El hombre no es una isla
Habla de los problemas con aquellos que pueden
remediarlos.
Es necesario evitar chismorreo y juicios temerarios
17. El dominio de la lengua (St 3, 1-12)
El hombre que domina su lengua es un hombre
perfecto
La lengua, aún siendo un miembro muy pequeño,
puede ser fuego que incendie el ambiente o un
veneno mortífero.
No podemos con la misma boca bendecir a Dios y
maldecir a los hombres.
Recordemos el caso del sacerdote y del
penitente…
18. Para terminar…
No podemos cerrar los ojos e ignorar las intrigas,
calumnias y maledicencia en el mundo.
La maledicencia se convierte en un pasatiempo.
El cristiano no tiene fronteras. No hay distinciones.
Que cada una de nuestras palabras sean positivas
y tengan el signo de Cristo, manso y humilde.
Busquemos edificar. Recordemos a Santa Teresa
de Jesús
19. Recuerda…
La benedicencia está en
nuestras manos.
Es una decisión personal
Es distintivo del cristiano
Que se diga de nosotros: “mira
como se aman”