El documento analiza los "Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro" propuestos por Edgar Morín. Estos saberes son: 1) las cegueras del conocimiento, 2) los principios de un conocimiento pertinente, 3) enseñar la condición humana, 4) enseñar la identidad terrenal, 5) enfrentar las incertidumbres, 6) enseñar la comprensión, y 7) la ética del género humano. Morín argumenta que estos saberes deben estar presentes en la educación del futuro
1. ANALISIS CRÍTICO DEL TEXTO: “LOS SIETE SABERES NECESARIOS
PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO (Edgar Morín, 1999)
El sistema educativo actualmente presenta grandes obstáculos para mejorar
entre ellos se cuenta la resistencia de los actores primordiales, como lo
son los educadores, para adaptarse a los cambios, y también la falta de
políticas educativas eficaces que incorporen herramientas adecuadas a las
situaciones cognoscitivas y tecnológicas del presente, aunque se incrementen
los esfuerzos que realiza una minoría de personas interesadas y motivadas al
cambio y la transformación es precisa la unificación de todos para que
progresen realmente esos cambios positivos en el ámbito educativo.
Asimismo, la educación del futuro obliga a reflexionar sobre los saberes que
habitualmente son ignorados en los programas de estudios de la actualidad,
por tal razón se debe contar con actualizaciones necesarias en las propuestas
curriculares que se efectúan para los tiempos futuros.
Es de suma importancia tomar en consideración lo expuesto por el sociólogo
y antropólogo francés, Edgar Morín en su libro titulado “Los Siete Saberes
Necesarios para la Educación del Futuro”, donde hace un llamado al
razonamiento de que es necesario abrirnos a nuevas ideas, a nuevos
pensamientos y a nuevas estrategias para transmitir los conocimientos, en
unión y dejar de aferrarnos a creer ciegamente en las ideas ya admitidas y
demostradas con años de antelación. En nuestra opinión, estos siete saberes
son primordiales para la educación del futuro por lo cual deben estar
2. presentes y en correspondencia con la sociedad y la cultura, manteniendo el
respeto hacia sus propios criterios.
1. Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión: En primer lugar el
autor trata las cegueras del conocimiento, señalando que no existe
conocimiento que no esté de alguna manera amenazado por el error y por la
ilusión; debido a que las percepciones son a su vez traducciones y
reconstrucciones cerebrales captadas por los sentidos, provocan una infinidad
de errores de percepción que provienen de nuestro sentido más fiable como
lo es la vista, aunado a ello se encuentra el error intelectual. Se puede llegar a
pensar que es posible lograr eliminar el margen de error evitando la
afectividad ya que los sentimientos pueden enceguecernos, sin embargo en el
mundo humano el desarrollo de la inteligencia y la afectividad son
inseparables. Por consiguiente, la primera e inevitable labor de la educación
para afrontar tal ceguera, debe ser la de instruir un conocimiento capaz de
criticar el propio conocimiento para lo cual, apela a evitar la distorsión de la
información que se da en nuestras mentes por las ideas transmitidas
y propias. De esta manera, Morín concluye que si la primera tarea es la de
enseñar un conocimiento que forme a la humanidad para criticar el
conocimiento; el objetivo primordial de la educación del futuro será apropiar a
cada uno de los educandos de la capacidad para detectar y subsanar los
errores e ilusiones del mismo, en un contexto social de reflexibilidad, crítica y
sobre todo, de convivencialidad ideológica.
2. Los principios de un conocimiento pertinente:En relación al
segundo de los saberes sobre la pertinencia del conocimiento el autorexalta
una dificultad que se ha ignorado durante un prolongado periodo de tiempo,
como lo es la necesidad de originar y promover un conocimiento que aborde
los problemas globales y una vez comprendidos y fundamentados extender
en él los conocimientos regionales y locales. Lo global más que el contexto,
es el conjunto que contiene partes diversas aliadas de manera organizacional.
De esa manera, una sociedad es más que un contexto, es un todo organizado
del cual formamos parte nosotros.
En cuanto al pensamiento complejo Morín, hace conocer que este tipo de
pensamiento no soluciona en si mismo los problemas pero constituye una
ayuda para las estrategias que si lo harán. Lo simple resuelve problemas
3. simples y en la educación no hay nada de simplicidad, sobre todo en
Venezuela que después de décadas de cambios y adaptaciones de currículos
e ideologías importadas todavía hay un vacío en lograr verdaderas políticas
que sustenten una educación adecuada a nuestras necesidades, a las nuevas
tecnologías y a los cambios sociales a los cuales las nuevas generaciones
deben estar preparados. Además, resalta la misión que tenemos en lograr
desarrollar la inteligencia general para resolver problemas usando el
conocimiento de una manera multidimensional tomando en cuenta la
complejidad.
3. Enseñar la condición humana: Morín considera como base fundamental
para la educación del futuro una enseñanza universal concentrada en la
condición humana; visto el ser humano como sujeto biológico, físico, psíquico,
social, cultural e histórico, único y la vez individual, y es precisamente por
esta complejidad de la naturaleza humana, que no puede estar desintegrado
de la enseñanza. Existe la unidad humana y la diversidad humana al mismo
tiempo, nuestra identidad individual asociada a nuestra identidad como
especie y a la identidad social conforman un trinomio propio de lo que es la
humanidad.
Debemos razonar que nuestro destino tiene la apariencia del destino de la
especie humana, el destino individual y el social son complejos e
inseparables, comunes como ciudadanos de la tierra. Estas aclaraciones nos
hacen saber que cualquier acción que apliquemos para resolver un problema
o la toma de decisión para solventar una necesidad individual se verá
reflejado en otros individuos y por más que intentemos no alterar la vida de
los otros ciudadanos es imposible el no hacerlo, ya que somos parte de este
todo y aunque nuestra acción sea positiva o negativa será necesariamente
reflejada en otros.
4.-Enseñar la identidad terrenal: aunque vivimos en la época de las
telecomunicaciones, de la información, de la Internet, estamos sumergidos en
el laberinto del mundo, y las incontables informaciones a las que tenemos
acceso, en lugar de facilitarnos la comprensión del universo, ahogan nuestras
posibilidades de comprenderlo mejor. Ahora bien, según Morín, la exigencia
de lo que él ha llamado la “era planetaria”es pensar de manera global. Se
hace necesario, imaginar el mundo tanto desde el punto de vista de lo que lo
4. une, como de lo que lo diferencia; un pensamiento que sea consciente tanto
de la unidad como de la diversidad humana, que se nutra de las culturas del
mundo.
Educar para este pensamiento de unidad global es la finalidad de la
educación del futuro en la búsqueda de la identidad y la conciencia terrenal
plantea Edgar Morín. Puesto que si consideramos la gran variedad de
lenguas, culturas y religiones que existen en el mundo actualmente veremos
que la riqueza de la humanidad está en su diversidad y que lo que ahora
conocemos como “la mundialización” que es un proceso de unificación de
conciencias y pensamientos busca alcanzar una noción más amplia del
desarrollo no solo material sino también intelectual, afectivo y moral. Enseñar
la identidad terrenal a través de la educación, plantea el autor que consiste
en vislumbrar la posible creación de una “ciudadanía terrestre” donde la
identidad de todos se conjugue en los principios de solidaridad
y responsabilidad entre todos los seres humanos. Por esto, la toma de
conciencia se ha vuelto urgente y primordial, es vital una transformación del
pensamiento que produzca como consecuencia directa la unión planetaria,
que nos enseñe a vivir, compartir y comunicarnos como habitantes todos del
mismo planeta.
Todo ser humano, debe dirigir su vida buscando un equilibrio entre su
pasado donde encuentra su identidad, su presente donde afirma sus
necesidades y un futuro hacia donde proyecta sus aspiraciones y sus
esfuerzos, para así comprender y aplicar el concepto de «simbiosofía» o
sabiduría de vivir unidos; donde cada ser humano cultive en sí mismo una
identidad que conjugue lo familiar, lo regional, lo étnico, lo nacional, lo
religioso, etc; es decir, una identidad que le permita salvar tanto la unidad
como la diversidad humana y que nos conduzca a una solidaridad y a una
consideración recíproca del uno para el otro, de todos para todos.
5.-Enfrentar las incertidumbres: las sociedades creen que la prolongación
de sus modelos se producirá de forma natural, nuestros antepasados
creyeron que el futuro se adecuaría a sus creencias; sin embargo,
actualmente hemos visto que el futuro es impredecible. Hay que aprender a
enfrentar la incertidumbre puesto que vivimos una época donde los valores
son ambiguos, donde todo está ligado. Es por eso que la educación del futuro
5. debe hacer énfasis en aclarar las incertidumbres ligadas al conocimiento.
Tantos problemas que asedian a la humanidad en nuestros tiempos hacen
pensar que el mundo no sólo está en crisis, sino más bien en un estado
violento donde se enfrentan las fuerzas de muerte y las fuerzas de vida.
Aunque solidarios, los humanos siguen siendo enemigos entre sí y el
desencadenamiento de odios entre razas, religiones, ideologías siempre
acarrea guerras, masacres, torturas, odios y desprecios. Aún no sabemos si
sólo se trata de la agonía de un viejo mundo que anuncia un nuevo
nacimiento o de una agonía mortal.
Pero la incertidumbre no es sólo sobre el futuro. Existe también la
incertidumbre sobre la validez del conocimiento, y la incertidumbre derivada
de nuestras propias decisiones de allí que se plantea una educación que nos
ayude a enfrentar las incertidumbres, pues si bien es cierto que nos hemos
educado aceptablemente bien para enfrentar lo seguro nuestra educación
para la incertidumbre es deficiente.
6.- Enseñar la comprensión: El mundo está incomprensible, los hechos y
sucesos que ocurren día a día no se logran entender, pero esto tiene una
base, puesto que el problema de la incomprensión se ha vuelto sumamente
importante para la humanidad se debe afianzar la enseñanza de la razón; si
bien es cierto que el mundo se comunica por todas las vías posibles hay que
tomar en cuenta que la comunicación no siempre da la comprensión, es allí
donde la educación como base fundamental juega un papel importante en su
sentido espiritual; esta comprensión puede darse de dos formas:
interpersonal, (directa en el individuo) e intergrupal, (entre individuos) con el
fin único de lograr lo que Morin ha descrito como una “comprensión
planetaria”. Tomando en cuenta que esta se ve afectada por una diversidad
de dificultades externas, tales como, el egocentrismo, el sociocentrismo y
etnocentrismo se hacen sentir de forma directa al calificar y no autocriticar,
juzgar antes de permitirnos comprender, y más específicamente es notable en
el hecho de reducir un todo a un solo elemento es un acto que se vive día tras
día, pues tengamos en cuenta que si no comprendemos nuestra realidad
jamás se puede comprender a los demás, la incomprensión rompe con lazos
de familia, amistad relaciones laborales; la sociedad se ha vuelto tan
insensible que no comprende las necesidades de los demás sin tomar en
cuenta que la incomprensión produce embrutecimiento.
6. Si vemos la parte ética de la comprensión, esta debe ser apreciada como un
“deber ser”, sin embargo, quien comprende no debe esperar ser
comprendido, es algo como comprender lo incomprensible, su ética pide
justificar en vez de juzgar, es curioso esto, pues si realmente así fuese
entonces vamos encaminados a lo que es la humanización en las relaciones
humanas. La comprensión favorece el bien pensar y la introspección, este
análisis debe ser tanto interno como externo.
Para alcanzar la reforma planetaria, el escritor plantea que “la comprensión
es a la vez medio y fin de la comunicación humana” siendo entonces
fundamental el papel que desarrolla la educación en la comprensión
ese debe ser el objetivo primordial de la educación del futuro.
7.- La ética del género humano: Dentro del género humano se puede
apreciar la triada: individuo- sociedad- especie; es decir uno compone y
depende del otro, siguiendo así pues nuestra conciencia y espíritu humano; el
circulo existente individuo y sociedad en democracia pueden auxiliarse,
desplegarse, disciplinarse y examinarse, puesto que la sociedad produce la
democracia que a su vez produce los ciudadanos, la democracia necesita
pluralidades y contrariedades, debido a que es un régimen complejo de
organizaciones y civilizaciones políticas que sustenta y se nutre del espíritu
autónomo de los personas y de conflictos que le dan vitalidad.
La enseñanza de la comprensión debe jugar un papel elemental en el
aprendizaje democrático. Puesto que no se conoce un camino realizado por el
que la humanidad va andando, sino que como va viniendo vamos viendo, es
decir se traza al andar, pero ¿es este el camino correcto? Si la humanidad no
cambia pues entonces no cambiara nada, y es allí, donde la educación
principalmente tiene que destacarse con las herramientas que posee.
En conclusion, la responsabilidad que asumimos los docentes en la
actualidad se encuentra plasmada de manera clara y precisa en el contenido
del libro de Edgar Morin, el cual fue realizado a modo de contribución hacia la
preocupación de la UNESCO por el tema de la educación y se hace evidente
que todavía nos falta un gran camino por recorrer puesto que nos
encontramos en una sociedad globalizada que a su vez ocasiona un mayor
7. atraso a los países que se encuentran en vía de desarrollo, tal es el caso de
Venezuela y si no es efecto directo de ello, si se presenta de manera más
evidente el nivel de atraso en el que se encuentra nuestro país en
comparación a otros países que poseen un mayor desarrollo. Los siete
saberes plasmados en el texto son algunas de las herramientas de las cuales
podemos y tenemos la obligación de hacer uso los docentes ya que
asumimos el gran compromiso de llevar a cabo la labor de ser facilitadores
del proceso de aprendizaje y resulta inadecuado que en pleno siglo XXI, el
sistema educativo continúe siendo tradicional con técnicas que no son
congruentes con la realidad que se vive hoy día.
Morín, E. (1999) Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del
Futuro. Francia: UNESCO.
AUTORES:
Lcda. García Yulimar
Lcda. Olivar Jesenia
Lcda. Olivar Johan