El documento describe los elementos fundamentales en la formación de profesionales de atención temprana. Señala que la formación debe incluir un conocimiento base común sobre el desarrollo infantil, experiencia práctica supervisada trabajando directamente con niños y familias, y programas continuos de formación e intercambio de información. Además, enfatiza que la atención temprana requiere un enfoque interdisciplinario que considere no solo al niño sino también a su familia y contexto.