2. Gabriel Taborín nació el 1 de noviembre de 1799
en Belleydoux (Ain), Francia y creció en un
ambiente rural y dentro de una familia cristiana.
Su infancia transcurrió en su pueblo natal con la
educación que les impartía el sacerdote, pues no
había escuela como consecuencia de la
Revolución francesa.de la Revolución francesa.
3. Hasta que a los 24 años se siente llamado por Dios y se decide por la
vida religiosa. Camino que le llevará a la fundación de un Instituto de
Hermanos dedicados a la catequesis, la educación cristiana y la
ayuda a los párrocos. Durante unos años peregrina por diferentes
localidades de la región en sus intentos de hacer realidad sus ideales.
4. En 1827 se encuentra con Mons. Devie, Obispo de Belley, y a partir de aquí tiene su
apoyo y cuenta con sus consejos. El 3 de noviembre de 1838 tiene lugar la primera
profesión religiosa en el Instituto en la localidad de Belmont, y en esa misma fecha
hace su profesión perpetua, desde entonces se le conoció como el «hermano
Gabriel». En adelante no faltarán las pruebas, pero con el decidido apoyo de Mons.
Devie y del sacerdote Juan María Vianney, el instituto fue creciendo y
consolidándose primero enFrancia y luego en Saboya.
5. El 28 de agosto de 1841 el Instituto recibe la aprobación pontificia de manos
del Papa Gregorio XVI.
6. El «hermano Gabriel» siempre estuvo sometido a una intensa e ininterrumpida
actividad y resolviendo personalmente los problemas que iban surgiendo en
el Instituto. Atendía personalmente y viajaba a pie a visitar a los Hermanos,
150 en fecha de su fallecimiento, distribuidos en 50 comunidades,
manteniendo una variada correspondencia, más de 11.000 cartas,
escribiendo obras piadosas y algunos textos u orientaciones pedagógicas
para los Hermanos que estaban en las escuelas.
7. Fue el menor de siete hermanos debido a su delicadeza salud, fue bautizado
el mismo día de su nacimiento. Sus padres Claudio Tamborín y María Josefa
Poncet Montange.
8. En 1824 abandono su pueblo natal , viajando por distintos lugares de las
diócesis de Saint-Claude y Belley, en busca de una forma de vida que uniera
sus aspiraciones religiosas y su pación por las funciones de maestro y
catequista en una parroquia rular . Su deseo de incorporar a otros jóvenes al
proyecto llego a fundar su propia congregación religiosa : los Hermanos de
San José.